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A unas pocas horas en coche al noroeste de Roma,
al pie de los Apeninos, está la paradisiaca Florencia.
Esta próspera ciudad mediterránea llena de edificios históricos
es una parada por demás interesante en tu viaje por Europa.
Bienvenidos a la ciudad de Dante, Maquiavelo y Miguel Ángel,
y lugar donde Leonardo da Vinci aprendió a pintar.
¡Bienvenidos a "Firenze"!
La historia escrita de Florencia se remonta al año 59 a.C.,
cuando Julio César montó su campamento a orillas del río Arno.
Explora el compacto "centro storico",
construido sobre cimientos romanos, y busca algunas
sandalias y bolsas de mano.
Pon una moneda en el hocico de "Il Porcellino".
Aunque es una réplica del original, ¡dicen que atrae la buena suerte!
Más de 1,400 años después del primer asentamiento romano,
la iglesia y las ricas familias mercantes gobernaban Florencia.
La familia Medici fue responsable de los edificios más impresionantes
y las obras de arte más elaboradas.
Seleccionaron personalmente a pintores, arquitectos y escultores
para dar forma a una de las ciudades culturalmente más ricas de Europa.
Un ejemplo de sus esfuerzos es la Basílica de San Lorenzo.
Diseñada por Filippo Brunelleschi,
es un ejemplo supremo de la arquitectura renacentista italiana.
Él también construyó el domo de la catedral de
Santa Maria del Fiore, de 750 años de edad, en la Piazza del Duomo.
Si te gusta el arte religioso, visita la Galería Uffizi
que abarca la gran manzana
entre el Palazzo Vecchio y el río Arno.
Incluso al aire libre hay esculturas por todos lados:
en las iglesias, las fuentes y las plazas.
La mítica estatua del rey David, de Miguel Ángel,
está entre las esculturas más famosas del mundo.
Esta versión en la Piazza della Signoria es sólo una réplica:
El David de mármol original está seguro
en la Galería de la Academia al norte de la plaza.
Cruza el Ponte Vecchio de 400 años de edad.
No fue bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial, gracias a su encanto.
Del otro lado del río está el Palazzo Pitti.
Es una de las más antiguas residencias de los Medici,
y guarda algunas de sus reliquias en sus extensas galerías públicas.
Florencia es uno de esos destinos
en los que estarás apuntando tu cámara constantemente
a un magnífico edificio tras otro.
Es fácil imaginar por qué esta ciudad
ha capturado los corazones de tantos turistas.
Antes de decirle "¡Arrivederci!",
mira el paisaje sobre el río una vez más,
para que nunca olvides tu viaje a la cuna del Renacimiento.
