Tip:
Highlight text to annotate it
X
MARIPOSA
¡Vule!
¡Eh! ¡Vule!
- ¿Quién es? - Yo, Zivan.
Bien, bien. Un momento.
- Estás aquí. - Sí.
Bueno, bueno. Me eché a dormir un poco.
Es difícil resistirse. Con todo este ruido... todo el tiempo...
- ¿Ha terminado el consejo? - Sí.
¿Y cómo fue?
- Había mucha gente. - ¿De verdad? - De verdad.
¡Maldito, fuera!
- ¿Cuándo vuelvo? - Mañana por la mañana, Sr. Zivan.
- ¿Y duermes aquí? - Sí.
- ¿Solo? - Solo.
¿No te da miedo?
No. ¿Por?
Sr. Zivan, ¿no es esa su hija, Radojka?
Sí, es ella.
Mírala. Guapa como una mariposa.
¡Largo, maldito!
¡Vule!
¡Eh, Vule!
Entremos.
¡Todos! ¡Todos! ¡Todos!
¿Qué pasa, hombre?
Vule está muerto.
- ¿Qué dices? - ¡Muerto... muerto!
¿Quién está muerto?
Vule.
También...
- ¡Strahinja, me has asustado! - ¿Y dónde has estado todo el día?
Estaba aquí. Zivan ofrece mi mano.
- ¿Otra vez? - Lo juro.
Ojalá no me lo hubieras dicho.
- ¿Cómo no decírtelo? - ¿Qué dijo?
Ya le conoces.
Estaba yo llevando a las ovejas por donde el molino, y miré el río...
Y quería zambullirme, ahogarme.
¡Corre, corre, está ahí!
Corre, Strahinja, por favor.
¿Correr por qué?
Vete, por favor.
- ¿Qué haces aquí? - Seguí al rebaño...
¡Vuelve a casa!
Recuerda, si te vuelvo a ver aquí, no vuelves a casa.
- Pobre Vule. - Que Dios bendiga su alma.
- Es el tercero. - ¡No, el cuarto!
Cuatro molineros, en sólo un año...
Sava ha vuelto.
- Sí. - Y justo cuando creíamos que se había calmado.
- Teníamos tanta paz... - Que Dios condene su maldad...
Pero gente, no hagáis caso de estos cuentos.
¡No hay Sava Savanovic, ni tampoco hay vampiros!
Tenemos que pensar lo que hacer con el molino.
Aquí estáis, quejándoos como viejas. ¿No os dais cuenta de que estamos sin pan?
No hay ningún mal. No hay vukodlaks.
¿Y Vule? ¿Cómo murió?
¿Cómo? Como cualquier muerto.
Su hora había llegado, por eso murió.
¿Y ahora qué?
¡¿Tenemos que dejar que se pudra el trigo por él y esta locura?!
Cierto.
- No podemos vivir sin el molino. - Apenas nos arreglamos con la falta de trigo.
¡Gente!
Enfrentémonos a nuestros miedos y pasemos allí un par de noches.
Vamos, ¿quién está conmigo?
Hermanos: tenemos que intertarlo de nuevo. Busquemos a otro molinero.
¿Pero quién? Si nadie quiere hacerlo.
Ay, si tuvieramos a un cura de verdad sus oraciones funcionarían.
¿Hablas de Sredoje? ¿El que siempre anda haciendo el tonto?
Puede que a veces haga el tonto, pero cuando trabajo,
no soy un mentiroso que finge ser útil.
¡Quítame las manos de encima, santo!
Vamos.
Buenos días, Señor Zivan.
Buenos días digo.
¿Qué quieres?
Señor Zivan, vengo a pedirle la mano de su hija.
Ah, ¿sí? ¿Para quién?
Para mí, ¿quién sino?
No me lo hubiera imaginado.
Estás decidido a casarte, ¿eh?
- Sí. - ¿Con Radojka?
Con Radojka.
¿Y dónde vais a vivir, en esa choza?
Fue buena para mi madre, lo será también para mi mujer.
¿Y cómo le darás de comer?
¿Por qué me pregunta?
Puedo ser pobre, pero sano, trabajaré.
¿A qué esperas?
Espero su respuesta.
Mucho tiempo esperarás.
Bueno, no tengo prisa.
Entonces espera a la muerte.
Si va a ser así, tengo que decirle una cosa, Señor Zivan.
Si no me da su bendición, me la llevaré sin ella.
¡Largo! ¡No tienes nada que hacer!
Escucha: si vuelves a mi casa,
¡te cruzo la cara!
¿Te has decidido?
Estaba pensando. No hay otra opción.
- ¿Y la casa? - No me importa.
¿Para qué una casa?
¿Un lugar para acumular polvo? ¿Para ser miserable?
- ¿Pero adónde irás? - No sé...
Por ahí, lejos...
¿Y yo?
¿Tú?
¿Me dejarías así?
¿Por qué? ¿Quedarme para ver como te casas con otro?
Voy a Podsavina. Me las arreglaré, cómo sea.
Es mejor que quedarse aquí.
¿Qué tengo aquí? Nada.
Y yo qué haré...
Te casarás muy pronto...
A saber a qué hombre pertenecerás...
¡Eh, Radojka!
Ha llegado la hora de decidir.
¡Derribarlo!
- ¿Qué dice? - Destruir el molino y construir otro.
No, gente, ¿por qué hacer eso?
¡Tirémoslo!
Tirémonos a tu mujer.
¡Esperad, esperad!
Parad ya.
¡Eh, Strahinja!
¿Adónde vas? Ven un poco.
No puedo, tengo prisa.
Nada, hombre, es un rato, bebe con nosotros.
- ¿Dónde has estado? - En casa.
Vamos, vamos. Descansa un poco.
Esta vacía.
Ay Dios, pues sí.
Un momento.
¿Qué pasa, hay consejo?
Estamos con un problema serio...
- ¿Por qué? - Ya no tenemos molinero.
Y Vule, ¿no era Vule?
Vule...
...está muerto. - ¿Muerto?
Que Dios bendiga su alma.
Y ahora querido Sale, no encontramos otro molinero. Es un triste problema.
Una aldea tan grande: sólo un molino, y nadie para ocuparse de él.
Toma, Sale, chico.
Cuánto hace que no te veo.
Sabes, te queremos como a un hijo.
Sale, querido...
querido...
¿Serás nuestro molinero? ¿Nos ayudarás en estos momentos de necesidad?
Ayúdanos, hermano. Nuestros hijos tienen hambre y no tienen pan.
¿Por qué yo?
¡Te suplicamos! Si no nos ayudas, tendremos que moler el trigo con los dientes.
Vale.
Pero por un tiempo. Necesito dinero.
Me voy a ir de viaje.
Bueno, hijo, que Dios te bendiga.
¿No dije siempre que nuestro Strahinja es el doble de hombre que desearíamos ser?
¡Vamos, gente, brindemos por ello!
Vamos, Strahinja, bebe.
- Venga, ve tú primero. - Vamos.
¡Eh, Strahinja!
- Ay qué desgracia... - Llorar...
Nada de llorar, mejor recojamos lo que queda.
¿Eres tú, Strahinja?
Yo.
Por Dios, ¿estás vivo?
Vivo.
Dinos, ¿qué pasó anoche?
- ¿Era él? - Era él.
¿Sava Savanovic?
Hey, hey, os lo dije...
¿Pero le viste con tus ojos, eh?
Por Dios y por el Hijo.
- Que Dios nos asista... - Dios está con nosotros...
¡Qué milagro, gente!
Gente, ¿alguno de vosotros conocía a Sava Savanovic?
Sólo sabemos de la tumba.
Quién le va a conocer, si murió hace más de 100 años...
- Sé de alguien que puede decirnos algo. - ¿Quién?
La abuela Mirjanicka.
Seguro que sabe.
Si ella no nos dice nada, nadie lo hará.
Vamos.
- Por favor, pregúntale. - No, yo no...
Lo haré yo, si nadie lo hace.
¡Abuela Mirjana!
¡Más fuerte, más fuerte!
¡Eh, abuela Mirjana!
- Tú puedes. - ¡No puedo!
Espera, déjame a mí.
¿Por qué gritas?
Abuela, ¿sabe algo de Sava Savanovic??
¿De dónde eres, hijo?
¡Somos de Zaroshje!
Bien, bien.
¿Sabe de Sava Savanovic?
Vamos abuela, ¿sabe de Sava Savanovic?
¿Sava Savanovic?
No sé nada, querido, lo juro.
¿Sava, dices?
Conozco a Sava. Qué feo era.
¿Dónde está su tumba?
- ¿Qué dices? - ¡Digo que dónde está su tumba!
¡Su tumba! ¿Dónde está?
- ¿La tumba de quién? - ¡De Sava!
¡Ah, la de Sava! No sé querido, lo juro.
Esto no funciona.
¿La de Sava?
¡Está ahí!
¿Dónde?
Por ahí, cerca de una zanja. Bajo un olmo.
Qué pérdida de tiempo... Esto me mata.
Gente, ¿por qué hacemos esto?
No tiene sentido.
¡Esto es lo que pasa cuando hacemos caso de una vieja chocha!
Escuchad.
Necesitaremos un caballo para los procedimientos.
Viejo, ¿por qué no lo has dicho antes?
Necesitamos un caballo. Una estaca, y agua bendita.
- ¿Quién tiene un caballo en la aldea? - Zivan, el único.
¿Ese cabrón? No nos lo dejará.
Dios te bendiga, compadre.
Descansando, ¿eh?
¿Qué quieres?
Tenía un trabajo que hacer con Mirjanicka.
Preguntándole a la vieja por Sava Savanovic, ¿no?
No, no. ¿Cómo sabías?
Sois peores que niños. Cazando vukodlaks. Qué vergüenza, viejos...
Compadre, ¿no tienes un caballo?
Sí. ¿Por?
Lo quiero para cruzarlo con mi yegua.
En el establo. Llévatelo.
Compadre, ¿por qué rechazaste a ese hombre?
- ¿Quién? - A Strahinja.
- ¿Lo rechazé? - Sí.
¿Por qué no le das a la chica?
Si has venido a preguntarme eso, puedes irte. Ahí está la puerta.
¿Quién durmió anoche en el molino?
- Pero no lo guíes. Déjalo que guíe él. - Si crees que lo haces mejor, hazlo tú.
Gente, mirad lo que nos ha pasado, dejamos que el caballo guíe a las personas.
Es mejor seguir a un caballo que a un idiota.
- Yo me quedo aquí. - Y yo.
¡Calla!
¿Qué pasa?
¿Es la tumba?
¡Es la tumba!
Bien, empieza a cavar.
- Está aquí. - ¿Seguimos cavando?
Seguimos cavando.
Ten.
¡Reza!
En nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
[Orando en eslavo antiguo]
Cuidado con la mariposa.
¡Ahora!
Tú sigue.
¡Agua bendita, rápido!
¡Échala!
¡Ahí está, atrápala, atrápala!
¡Maldita sea, por qué habéis dejado que se escape!
Perdimos a la mariposa...
- Bienvenida, abuela. - Dios te bendiga.
¡Eh, cura, salud!
- Se ha secado, ¿eh? - Sí, secado.
Eh, ¿no te la dará?
Qué va.
¿Pero por qué?
Porque soy pobre. Es así. Dijo: "No dejaré que viva en esa choza."
- ¿Dijo eso? - Sí.
Qué mala suerte...
- ¿Y por qué preguntas? - No pasa nada, Cjeba.
Todos los hombres de esta aldea te darían gustosamente la mano de sus hijas. ¿Es o no?
¡Y ese cabrón ni te escucha!
El hombre está enamorado de verdad, se fue de casa y todo por la chica.
Ni siquiera es el padre de Radojka, ¿es un tío o algo?
¿Quién sabe si quiera si son familia...?
No seas loco, Strahinja. Si Radojka te quiere, llévatela.
Para, Cjeba...
Sé lo que hacer.
¡Voy contigo!
- ¿Quién más? - ¡Yo!
Parad, gente, parad. Primero preguntemos al cura, no pequemos.
No es pecado, puede robar a la chica, en esta situación.
Claro, claro.
Es un hombre decente.
¿Y acostarse con ella?
Claro, claro.
¡Si no es pecado, yo también voy!
¡Radojka!
- ¿Quién es? - Soy yo, Strahinja, no temas.
¿Qué quieres?
¡Escaparme contigo!
Oh Strahinja, ¿cómo puedo?
No temas.
Vamos, vamos, ¿qué haces?
Enhorabuena, hermano, os deseo felicidad.
¡Levanta, que te va a agarrar!
Yo me quedo, que me agarre.
- ¡Que duréis muchos años! - Aquí está nuestro auténtico novio.
Gracias a Dios, en el mismo día tenemos a un héroe y a un molinero.
Buena suerte.
Qué vestido tan bonito, y qué pelo.
Bonito, bonito...
- Y tú... ¿no te fuiste? - No.
¿Y por qué no?
Porque sí...
Si vas a volver a dejarme, no deberías haber vuelto.
¡Nunca te dejaré, nunca! ¡Lo juro!
Ya veréis, hijos de puta...
Por amor de Dios, basta....
Qué buen novio. Ten, toma un poco.
Gente, propongo que estos dos hombres sean los padrinos.
Me parece bien.
Y la abuela Milenija protegerá a la chica esta noche.
¿Protegerla de qué?
Es la tradición. Todo por orden.
- Así es. El Diablo nunca descansa... - Para que no te hagas ilusiones...
Y mañana, derechos a la iglesia.
Espero que el cura no esté muy borracho para la boda.
¿Vas a estar sola esta noche?
Sola.
¿Puedo ir?
Puedes.
Rado, querida...
Pollita mía.
Eh abuela Milanija, ¿has protegido a la chica?
¡Eh, tortolitos levantaos, ya está aquí el cura!
Dejad algo para la noche.
Traducción: Vozidar www.veinticuatrofps.com