Tip:
Highlight text to annotate it
X
Creo sinceramente que la Iglesia católica no es, por decirlo suavemente,
una fuerza del bien para el mundo,
y por tanto creo que es importante que organicé los hechos lo mejor que pueda
para explicar por qué pienso así.
Pero primero, quiero decir que no tengo ninguna disputa ni discusión
ni quiero expresar ningún desdén hacia individuos devotos y piadosos de esa iglesia.
Sería impertinente por mi parte expresar antagonismo hacia cualquier individuo
que desee encontrar la salvación en la forma en que quieran expresarlo.
Para mi eso es tan sagrado como cualquier artículo de fe es sagrado
para alguien de cualquier iglesia o fe de este mundo.
Es muy importante.
Para mi también son muy importantes mis propias creencias.
Son creencias en la Ilustración,
una creencia en la eterna aventura de tratar de descubrir la verdad moral en el mundo,
y por desgracia no hay nada
que la Iglesia católica y sus jefes prefieran hacer que atacar a la Ilustración.
Lo hicieron en su tiempo: ya se ha hecho referencia a Galileo y a que le torturaron
por tratar de explicar la teoría heliocéntrica.
Sólo tenéis que imaginar
a cuánta gente se quemó aquí por leer la Biblia en inglés.
Y uno de los mayores torturadores de aquellos que intentaban leerla en inglés,
aquí en Londres, fue Thomas More.
Diréis que "eso fue hace mucho tiempo, no es relevante",
excepto por que fue el mismo siglo pasado que santificaron a Thomas More,
y era el año 2000 cuando el último papa le proclamó Santo Patrón de los Políticos.
Este hombre destrozaba personas por atreverse a tener una Biblia en inglés:
los torturaba por tener una Biblia en su propia lengua.
Decir que su Iglesia existe para diseminar la palabra del Señor es un disparate.
Es el único Dueño de la Verdad para las millones de personas de las que presume,
porque esos millones no tienen educación y son pobres, como también se jactan.
Al ser gay, quizás no sea justo que me queje de esta enorme institución,
que es la iglesia más poderosa y mayor de la Tierra.
Tiene más de mil millones de miembros, como les gusta decirnos,
cada uno de ellos estrictamente obligado a creer los dogmas de la iglesia,
aunque lidien con ellos personalmente, por supuesto.
No se me hacer fácil escuchar que 'soy malvado',
porque me considero alguien lleno de amor,
cuyo único propósito en la vida ha sido lograr ese amor
y que siente amor por gran parte de la naturaleza, del mundo y de lo demás.
Sin duda, no necesitamos el estigma ni la victimización
que lleva al abuso
cuando la gente te dice que estás loco y eres moralmente malvado.
Decir eso no es bonito, ¡nada bonito!
La clase de crueldad en la educación católica,
la clase de abuso --no lo llamemos así; es violación--
la clase de violación de niños sistemática durante tanto tiempo...
Imaginemos por un momento que podemos pasarlo por alto y decir
que no tiene nada que ver con la estructura y naturaleza de la Iglesia católica --
Y la forma retorcida, neurótica e histérica en la que eligen a sus líderes,
el celibato, las monjas, los monjes, el sacerdocio...
Señoras y señores, esto no es normal ni natural en 2009; de verdad que no.
Aun no he llegado a uno de los temas que más estimo.
He hecho tres documentales acerca del SIDA en África.
Mi amor particular es Uganda; es uno de los países que más amo en el mundo.
Hubo un tiempo en que Uganda tuvo el peor incidente de VIH/SIDA del mundo,
pero gracias a una impresionante inciativa llamada ABC:
abstinencia, ser fiel y uso correcto del condón.
Los tres; no niego que la abstinencia sea una buena forma de no contraer el SIDA, lo es,
funciona; también funciona ser fiel, ¡pero también los condones, y no lo nieguen!
Y este Papa, insatisfecho con decir
"Los condones están en contra de nuestra religión",
"Por favor considerad la abstinencia y también ser fieles a vuestras parejas",
divulga la mentira de que los condones incrementan la incidencia de SIDA
y se asegura de que la ayuda dependa de 'decir no a los condones':
trabajo bastante en un hospital en Bwindi al oeste de Uganda;
el dolor y el sufrimiento que se ven son increíbles.
Pero sí, es cierto que la abstinencia lo detendrá.
Es lo extraño de esta iglesia:
está obsesionada con el sexo; completamente obsesionada.
Y dirán que nosotros lo estamos, con nuestra sociedad permisiva y groserías.
No, nosotros tenemos una actitud saludable: nos gusta, es divertido, es alegre,
debido a que es un impulso primario puede ser peligroso, oscuro y difícil...
En ese aspecto es como la comida, pero más excitante.
Los únicos obsesionados por la comida son los anoréxicos y los obesos mórbidos,
y en pocas palabras, en ámbitos eróticos eso lo representa la Iglesia Católica.
¿Sabéis quién sería el último que pudiera ser aceptado como príncipe de la iglesia?
El carpintero galileo, "ese judío" [Jesús].
Le echarían antes de que intentara cruzar el umbral.
Qué inconforme estaría con la Iglesia.
¿Qué pensaría? ¿Qué pensaría del Vaticano?
¿Qué pensaría de su riqueza, su poder, su autojustifición,
y sus engañosas disculpas?
El Papa podría decidir que todo ese poder y riqueza, esa jerarquía de príncipes
y obispos y arzobispos y curas y monjes y monjas
podrían enviarse al mundo con dinero y tesoros artísticos,
para devolverlos a los países en los que una vez abusaron y violaron.
Podrían dar ese dinero,
y podrían concentrarse en la aparente esencia de su creencia, y entonces
sí que estaría aquí diciendo que la Iglesia católica es una fuerza del bien para el mundo.
Pero hasta entonces, no lo es.
Muchas gracias.
Supongo que me decepciona ligeramente que Ann Widdecombe dijera:
"Sabía que mencionarían los condones, la violación de niños y la homosexualidad".
Es como si un ladrón dijera en su juicio:
"Tenías que sacar a relucir ese robo, ese homicidio..."
"¡Y no mencionas que le doy un regalo de cumpleaños a mi padre!
Así que sí; ¿recibís el mensaje?
Hay una razón para que remachemos estos temas: ¡Porque importan!
Ser amo de mil millones de almas en el bautismo es toda una oportunidad.
Es toda una oportunidad para hacer algo admirable, para crear un mundo mejor,
y es una oportunidad que se ignora constante y arrogantemente, y eso me apena.