Tip:
Highlight text to annotate it
X
Soy Bernard Kloareg, director de la Estación Biológica de Roscoff,
un centro de investigación y formación sobre Ecología y Biología marina en la Bretaña francesa.
El centro se creó hace años, en 1872.
Nuestra plantilla se ha duplicado en menos de 10 años.
Hemos pasado de 150 a 300 personas,
lo que demuestra que existe un enorme interés
por el estudio de la biodiversidad marina.
El estudio de los organismos marinos es extremadamente interesante
cuando se trata de entender la evolución y los orígenes de la vida.
La dificultad para explorar estos ecosistemas es acceder a ellos.
Los avances tecnológicos, especialmente en el campo de la genómica,
nos han abierto el acceso al patrimonio genético de todas las formas de vida submarinas
y nos demuestran que la magnitud de la diversidad
no es solo el doble o el triple, sino 100 veces más de lo que pensábamos hace 10 años.
Todavía quedan muchas cosas por explorar.
Si comparamos las moléculas presentes en las algas con las de los humanos
vemos que tienen mucho en común.
Hasta cierto punto, hemos visto que los humanos tienen más en común con las algas que con las plantas terrestres.
La biodiversidad marina tiene un verdadero valor para la humanidad.
Esto no es solo intuición, sino que se basa en 35 años de investigación
y experiencia como biólogo marino,
y cuanto más avanzo, más convencido estoy de que sí, de que ahí hay algo.