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¿Dónde estás, Dios? Documental – una mirada a la vida de Roar Sjemmedal
Pronto se cumplen tres años de la muerte de mi padre.
A menudo, lo echo de menos.
Papá aprendió a conocer a Dios de una manera especial a través de las circunstancias que enfrentó en su vida.
Por supuesto que he reflexionado en los beneficios que he recibido por el evangelio.
Lo que ha hecho por mí y en mí, es una bendición increíble.
Hace un tiempo atrás me vino una palabra:
«...para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.» (Ef. 2,7)
Esto me vino como una interrogante: ¿Has experimentado esto?
(Última conversación de Roar, tres días antes de su partida.)
Has estado en la iglesia durante muchos años.
Entonces fui lleno de gratitud que he podido participar de la vida.
Entonces oré sinceramente a Dios, diciendo que tenía que agradecer a mi madre por la vida.
(Ragnar y Ingrid Sjemmedal. Roar con 1 año.)
Esto ha sido algo muy valioso. Y para mi padre que me enseño y me dio la palabra de Dios desde mi infancia.
Por lo tanto, esto ha sido de gran riqueza. También Dios me ha conducido en forma asombrosa en el camino.
Cuando papá tenía doce años, su madre enfermó muy grave.
Antes de morir ella le escribió una carta, la cual recibió en su confirmación tres años más tarde.
«¡Querido Roar! pequeño de mamá.»
«Felicidades en tu cumpleaños, mi pequeño, te deseo la paz de Dios y las más ricas bendiciones en este día y en los días que vendrán.»
«Gracias Roar, por haber sido tan paciente y amable con tu madre.»
«Gracias por todos los abrazos que me diste. Gracias por todos los pasos que me ahorraste hasta la tienda.»
(Confirmación de Roar)
«Me gustaría estar contigo en este momento, pero Dios quiso que así fuera.»
«Sigue el bien en tu vida, Roar. A pesar que ya no estoy a tu lado, deja que el evangelio sea ahora tu madre.»
«En el evangelio estoy a tu lado. Porque sé que la palabra de Jesús es el más grande consuelo, y la mejor protección de madre que un hombre pueda tener.»
¿Cómo es detrás de las nubes? ¿Existe realmente un Dios allí?
¿Por qué te has llevado a mi querida mamá?
¿Dónde estás, Dios?
En su juventud tuvo intereses que le dieron un poco de alegría.
Y su anhelo por Dios se desvaneció, sin embargo, no desapareció.
Reidun y Roar, con 25 años aprox.
«A través del evangelio nos volveremos encontrar, Roar. Tú, papá y yo.»
«Los quiero mucho a los dos.»
«En el cielo no habrá más pena ni lágrimas, y allí olvidaremos todo el peso que la vida nos ha traído.»
Papá perdió a su padre cuando tenía 23 años. Esto lo hizo pensar nuevamente acerca de lo serio que es con la vida y la eternidad.
Él se convirtió a Dios, sin embargo, sentía que era difícil vivir de la manera que quería.
¿No puedes solo aceptarlo? ¡No siempre eres tú quien tiene la razón!
Entonces, ¿tú tienes la razón?
¿Todo bien Roar?
La verdad no sé. ¡Muchas gracias!
Hay algo que no entiendo muy bien.
Jesús ha perdonado todos nuestros pecados, y que todo aquel que cree en Él será salvo.
Sin embargo, no estoy completamente en paz.
Entiendo lo que quieres decir. Piensas que Jesús ha perdonado todos nuestros pecados, ¡por lo que seremos salvos!
Pero, ¿sabes lo que está escrito también en la Biblia?
Que Jesús es un ejemplo para nosotros, y que podemos llegar a ser más y más como Él.
¡Podemos ser libres del pecado y de todo lo que nos molesta!
Tanto de la agresión, como de las preocupaciones y el temperamento. ¡Libres de todo!
¿No, es cierto?
Sí, pero no con nuestra propia fuerza. ¡Sin embargo, con la gracia y el poder de Dios es posible!
¡Precisamente esto era lo que buscaba!
Esto es algo más que el cristianismo en teoría, y que Jesús ha hecho todo y que...
No puedes...
Papá experimentó que la fe en la palabra de Dios transformó su vida.
Aunque podía sentir el mal en su naturaleza, en la forma cómo reaccionaba, lo que creaba impaciencia e intranquilidad en los días ajetreados.
Pero él siempre se aferró a la fe. Que con la ayuda de Dios podía ser transformado.
-Una persona amable, buena y cálida.
Los que compartían con él, pudieron experimentar justamente esto.
Y por supuesto nosotros, sus hijos.
«Lee mucho la palabra de Dios, y sigue el camino que la Palabra muestra.
«¡Y serás bendecido ahora y por la eternidad!»
«Un cariñoso saludo de mamá. Que Dios te proteja mi pequeño, de todo mal.»
Roar con 65 años, con sus nietos Archivo año 2005
«¡Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar!» Mateo 11, 28