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La restauración de esta película ha sido posible gracias a las donaciones de
la Fundación de Gertrude y Ivar Philipson
El tesoro de Arne Una balada de invierno en cinco actos.
Decorados y vestuario creado y supervisado por Axel Esbensen
Ingeniero jefe: Mats Lindberg
Dirigida por Mauritz Stiller
Una producción de Svensk Filmindustri
Durante el reinado de Johan III un invierno extremadamente duro se extendió sobre Suecia,
un invierno de los que no se recordaban.
El rey descubrió una conspiración entre sus tropas de mercenarios escoceses.
Se les obligó a irse, y fueron escoltados bajo vigilancia hasta la frontera.
Sus líderes eran hombres valientes e intrépidos. Fueron arrestados y enviados a la torre.
...y el más joven,
Mientras se encontraran dentro de la jurisdicción sueca no se atreverían a revelar sus identidades.
Vestían pieles andrajosas y decían ser curtidores, recorriendo el país en busca de trabajo.
...cuando llegaron a la frontera estaban muertos de hambre.
En aquellos tiempos, en Marstrand, vivía un pobre vendedor ambulante de pescado,
un hombre llamado Torarin. Pasaba la mayor parte del tiempo vendiendo
pescado salado y seco de pueblo en pueblo.
"Tengo muy buenas noticias hoy, Grim. El mar se ha helado.
No solo las bahías y los estrechos... también mar adentro."
"Ya que vamos a pasar cerca de la casa del párroco en Solberga, podríamos parar allí
y preguntar si el hielo soportará nuestro peso durante el trayecto a Marstrand."
Por lo general, el perro estaba quieto y apenas pestañeaba ante las palabras de su amo.
Pero cuando oía algo que le desagradaba, se subía encima de la carga que llevaban,
elevaba el hocico hacia el cielo y aullaba.
"Querido amigo, ¿qué tienes en contra de Solberga? "¿Acaso no nos hemos
acercado más veces por la casa del párroco a visitar a Sir Arne?
En su casa - en el lugar de Solberga - el párroco, Sir Arne,
cenaba en compañía de su familia.
El párroco era una anciano que conservaba toda su dignidad y vigor.
Mientras que los años no se habían portado tan bien con su esposa.
Sentado al otro lado de Sir Arne estaba su ayudante.
Al fondo de la mesa estaba la sobrina de Sir Arne, Berghild,
y su hermana adoptiva Elsalill, una huérfana acogida en el hogar del párroco.
El único allí presente que no pertenecía a aquella casa era Torarin...
...y su miraba no dejaba de irse hacia el cofre blindado que estaba debajo de la cama.
Allí Sir Arne guardaba una fortuna en monedas de plata, y se dice que el cofre
estaba lleno hasta los topes.
Aunque Torarin era una persona con pocos medios, no tenía ninguna gana de poseer
aquella fortuna, ya que había oído que Sir Arne se había llevado el dinero de los
majestuosos monasterios que en su día florecían en este país y que los monjes
profetizaron que el dinero traería la desgracia a quien lo poseyera.
"¿Por qué están afilando los cuchillos en Branehög?"
"Decidme, ¿por qué están afilando esos cuchillos tan grandes en Branehög precisamente esta noche?"
"¿No oís el ruido y los chirridos? ¿No oís el roce y los pitidos?"
"¿Cómo puedes oír a alguien afilando cuchillos en Branehög?
Eso está a millas de aquí. Te ruego que nos dejes acabar la cena."
Acto II
Aquella misma noche se celebraba un banquete en la posada de Branehög...
...y toda la gente del pueblo estaba invitada.
"El viejo dicho se sigue cumpliendo: El vecino más cercano es el último en llegar."
"Todavía los veo en mi cabeza... afilando sus cuchillos.
Solo Dios sabe lo que planean."
"Afortunadamente la visión de la Sra. Arne no era más que la de unos curtidores
preparando sus herramientas de trabajo."
Bastante después de medianoche, unos pocos hombres salieron
de la posada de Branehög para ensillar sus caballos y volver a casa.
"¡Salid! ¡Salid! ¡La casa del párroco está ardiendo!"
"Anoche Sir Arne y toda su familia fueron asesinados por tres hombres...
que entraron en la casa por la chimenea... iban vestidos con andrajos."
"El caballo de Sir Arne no está... ¡y el trineo tampoco!"
Acto III
La pobre doncella, la única superviviente de la carnicería,
fue llevada por Torarin a vivir con él y su madre a su casa.
La casa de Torarin estaba situada en el punto más alto de la isla...
...y todos los mercenarios escoceses, marineros y pescadores, atrapados
en Marstrand por el hielo, solían pasar cerca de ella cuando iban a ver
si el mar había comenzado a librarse de su capa de hielo.
A menudo Elsalill observaba a los que pasaban.
Observaba lo agraciados que eran, por hacer algo. Ella ya no anhelaba nada de este mundo.
"No soy lo suficientemente rica como para alimentarte y vestirte, Elsalill...
para que puedas estar sin hacer nada y sigas alimentando tu dolor."
"¡Oh, Madre Katri! La última en ser asesinada fue mi hermana.
Ella suplicó clemencia, pero uno de los hombres la apuñaló en el corazón."
"¡De no haberme escondido tras una pared, ahora estaría con mi querida hermana!"
"¡Espero que estén vivos, para poder arrancarles el corazón del pecho!
¡Espero que estén vivos, para poder verlos destrozados y descuartizados!"
"No hemos venido para asustarla, sino a pedirle que comparta
su relato con nosotros."
"Vinimos a Marstrand para reservar pasaje hacia Escocia, pero todos los fiordos
y los estrechos están helados. Ahora estamos haciendo tiempo,
y le estaríamos muy agradecidos si compartiera su relato con nosotros."
"¡Muéstrale al caballero que no careces de educación para
responderle adecuadamente, Elsalill! Naciste para pertenecer a la clase alta
y no eres una humilde vendedora de pescado."
Después de ese día, Sir Archie iría con frecuencia a la casa de Torarin
para hablar con Elsalill.
"¡Me has sido enviada por Dios, Elsalill!"
"Elsalill, ¿me acompañarás a Escocia... como esposa?"
"Allá construiré un castillo... del que tú serás la dueña."
"¿Ves el cabello que se enreda en mano, Elsalill? ¿Ves el mechón de cabello rubio?"
"De ese misma manera el pelo de mi hermana fue retorcido por las manos de su asesino."
"Nos estamos atormentando sin necesidad alguna, Elsalill.
Fíjate, no eran más que unos rayos de sol que entraban por la ventana."
"¡Sir Archie! ¡Sir Archie! ¿Por qué me hace recordar a los muertos?"
"Déjeme, déjeme, Sir Archie. De momento mi cabeza piensa únicamente en los muertos."
"Grim, querido perro, no puedes seguir desconfiando de que viajemos sobre el mar.
Mira... hay un gran barco bloqueado en el hielo."
"¿Tú qué dices? ¿Llamamos al capitán a ver si quiere comprarnos pescado?"
Si el hielo no rompía, sería imposible partir hacia Escocia.
Sir Archie quería hablar de ello con el capitán.
"Un hombre como usted, que viaja tanto y oye todo tipo de cosas,
¿no sabrá por qué Dios mantiene las puertas del mar cerradas durante tanto tiempo...
manteniéndonos prisioneros?"
"Una vez pasé un mes entero en Bergen, el viento en contra era tan fuerte
que ni un solo barco podía zarpar." El capitán... Gustav Aronson
"Uno de los barcos fondeados en el puerto llevaba a un hombre que había robado
en la iglesia. Hubiera escapado de no ser por la fuerte tormenta."
"Tan pronto como lo desembarcaron, el tiempo se volvió estupendo
y el viento amainó."
"¿Sabe por qué le pregunté por qué Dios mantenía las puertas del mar cerradas?"
"Solicitó pasaje para Escocia para él y sus hombres, pero no me gusta
llevar a ese tipo de rufianes a bordo de mi barco."
Acto IV
No mucho después Elsalill tuvo un extraño sueño.
Soñó que había visto a su hermana muerta delante suya...
Elsalill vio que estaban en un cuarto donde la dueña de la taberna
tenía a la camarera encargada de lavar los platos y las jarras de cerveza.
Su hermana parecía decirle que le ayudara a lavarlos.
Al día siguiente, recordaba el sueño y éste no se desvanecía...
...y ella se sentía irresistiblemente atraída por los lugares
a los que su hermana le había llevado en sueños.
"En vez de estar ahí parada podías entrar y echarme una mano con los platos."
"¡Bebe hermano! Todavía tenemos el tesoro de Sir Arne."
Ella no podía traicionarle. Su corazón lo amaba. No podía enviarlo
a ser destrozdo y descuartizado. No podría soportar ver sus manos y pies arrancados.
"Dios te bendiga por venir a verme esta noche, Elsalill."
"Elsalill, no te he visto desde hace bastantes días, terribles pensamientos
me aslatan desde entonces. Pero ahora que por fin nos encontramos,
mi corazón me dice lo que tengo que hacer... liberarme de mi tormento."
"Lloro, Sir Archie, porque el amor que siento por usted es demasiado fuerte."
"Pronto el mar abrirá y los barcos podrán zarpar hacia el país del que procedo.
Elsalill, ¿vendrás conmigo?"
"Debes venir conmigo, Elsalill, o estaré perdido."
"Esta noche vendré a buscarte, Elsalill. Debo saber tu decisión... esta noche."
"¿Qué haces aquí llorando? ¿Por qué no estás en la bodega?"
"Me fui porque no quería oír las palabras de los malhechores en su local."
"No obstante, oí a tres hombres hablando y uno dijo:
'Bebe hermano, todavía tenemos el tesoro de Sir Arne.'"
"Si puedes atestiguarlo, es mejor no huir. Debes acudir conmigo a las autoridades
para que puedan detener a los asesinos y castigarlos como se merecen."
Acto V
El capitán mandó mensaje a Sir Archie y sus hombres de que podrían embarcar esa noche.
El mar había comenzado a abrirse hacia el oeste. Aún podían escapar a Escocia antes de alba.
"Ve a la posada y paga la cuenta. Yo tengo que hablar con Elsalill antes de partir."
"Sir Reginald y Philip han ido a la posada mientras que
Sir Archie ha ido a la casa de Torarin."
"¡Date prisa y huye, los guardias te persiguen!"
"Buscan al hombre que asesinó a Sir Arne."
"¿Me reconociste, Elsalill, y por eso los mandaste detrás mía?"
"¡Vienen a por ti... Vete!"
"¿Has considerado que ya no tendré ninguna oportunidad de redimirme?"
"¿Por qué lo ha hecho, Sir Archie?"
"Habíamos enloquecido a causa del hambre y el frío.
Estábamos cegados por el alcohol. No sabía lo que hacía."
"¿Por qué me traicionaste... precisamente cuando más confiaba en ti?"
"No me tengas miedo, Elsalill. Vuelvo a ser el hombre que era. He recuperado el juicio..."
"...en cualquier caso esta noche no te ocurrirá nada. Te lo aseguro."
Usando a Elsalill como escudo, Sir Archie huyó por la puerta.
Había amado a una fiera salvaje. Un asesino malvado al que protegía
con su propio cuerpo.
Y al dar Sir Archie un paso más, la lanza atravesó el corazón de Elsalill.
El capitán pasó toda la noche de un lado a otro en la cubierta de su navío...
Quién sabe qué era lo que le obsesionaba tanto como para estar a la intemperie
en una noche como aquella. La tripulación se encontraba segura a bordo,
al igual que los pasajeros con destino a Escocia.
No fue hasta que brillaron las primeras luces del día
que el capitán vio lo que estaba anhelando.
Fiordos y estrechos estaban ahora despejados hasta mar adentro.
Pero la ensenada en la que su barco estaba atrapado por el hielo
no mostraba ninguna salida... estaba completamente helada.
"Te suplico que me ayudes a encontrar a la muchacha que los escoceses
trajeron anoche a tu barco..."
"Fue secuestrada por los hombres que asesinaron a Sir Arne y la trajeron a tu barco."
La guardia del pueblo no se aventurará hasta aquí. Hasta un barco
cargado de mercenarios. No están dipuestos a batallar con ellos..."
"Ahora entiendo por qué hemos sido retenidos... mientras que los demás barcos
han podido zarpar. Se debe a que llevamos malhechores a bordo."
"Calmaos y obedeced a ese hombre. Es la voluntad de Dios."
Tan pronto como los criminales llegaron a tierra firme, la tormenta volvió a arreciar.
Y desde la cubierta, el capitán veía como una lenta procesión se aproximaba a su barco.
Eran las mujeres de Marstrand, jóvenes y ancianas.
Iban vestidas de luto, y unos jóvenes portaban un ataúd.
Habían ido a recoger a la joven doncella que había amado a un malhechor...
y había sacrificado su vida para destruirlo.
...y detrás suya, la tempestad rompía el hielo sobre el que acababan de pasar.
Cuando llegaron a Marstrand con Elsalill, las puertas del mar se abrieron.
Fin
La música para Sir Arne's Treasure es el resultado de la colaboración
entre Swedish Film Institute y Swedish Filmindustry
La partitura fue coescrita por Matti Bye y Fredrik Emilson
Sir Arne's Treasure fue restaurada por el Swedish Film Institute Archive
en el año 2000. Los tintes originales fueron recreados y el metraje descubierto
en Londres y Copenhagen ha sido restaurado.