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En el mundo de la performance, de la acción,
como se trabajaba con lo cotidiano,
no hay nada más cotidiano que una silla y una mesa...
Entonces, yo he empleado toda mi vida muchísimas sillas.
Por muchas razones.
Primeramente, porque me gusta más estar sentada que levantada,
sobre todo ahora que soy más vieja.
Acciones con sillas... Tengo el canon para 30 sillas.
Tengo muchísimas obras con sillas.
Y si ves fotos de performances mías,
verás en muchísimas que estoy sentada.
La encontré en la calle, como te he dicho, y me senté.
Me senté porque estaba cansadísima,
verdaderamente muy cansada.
Me senté y pensé
"ay, me quedaría aquí sentada hasta la muerte".
Estas cosas que dices tontamente, no sé.
Entonces me la llevé a casa
y a la mañana siguiente la encontré en casa, claro.
Y entonces me vino a la mente la escena de la noche
y dije voy a hacer esta pieza.
Durante tiempo, el letrero estaba escrito a mano
porque lo que yo quería era que se pusiera en la lengua
de donde se expusiera la silla.
Si se expone en China, el letrero tiene que ir en chino...
Y lo puse en papel, perfectamente consciente,
para que lo pudieran cambiar.
La utilizaba para escribir a máquina, para sentarme,
cuando venía la gente se sentaba porque yo tenía muy pocas sillas.
Con el tiempo, como la hemos usado mucho, durante años,
pues aquí se separó, ¿verdad?
Se levantó una astilla o algo así.
Y entonces, yo me dije, para darle más solidez,
para que no nos cayéramos cuando nos sentamos...
Si ves, que está... Le puse una cuerda,
que pinté del color aproximado de la silla
para que no se viera mucho. Y aquí también, ¿ves?
Aquí también está reparada.
Yo nunca pensaba que esto iba a terminar en un museo efectivamente.
Estos concursos de belleza... o sea, las medidas.
Las mujeres tenemos que tener unas medidas...
Todo este culto del cuerpo cada vez es más excesivo.
Tenemos que ser cada vez más perfectos físicamente.
No podemos tener ni el mínimo defecto.
Nos quitamos todo. Yo, por ejemplo, como habréis comprobado,
tengo unos dientes horrorosos, pero nunca me los he arreglado.
Y cuando me veo en las fotos, digo "ay, madre mía, qué dientes",
pero en la vida real, yo no me entero, ¿verdad?
Se puede vivir no siendo perfecta.
Y entonces pensé, simplemente,
medirme el cuerpo delante de la gente públicamente.
Hay muchas variaciones y muchas posibilidades:
te puedes medir el cuerpo tú misma, se lo puedes medir a otro.
O sea, lo puedes hacer sola, lo puedes hacer acompañada,
con mucha gente, etc.
Lo importante es que te midas el cuerpo
y que las medidas se sepan.
Bien pegándotelas como aquí, en el "autocollant",
o bien haciendo un dibujo en la pared de la talla de tu cuerpo
y poniendo las medidas, o bien diciéndolas en alto, etc.
Que la gente sepa que tú eres tanto de alta,
que tienes el pecho de tantos -no sé cuánto hay que tener,
pero vamos, yo nunca he tenido eso, "bien sûr que non".
O sea simplemente medirse el cuerpo.
Yo no considero nunca que un vídeo de una performance mía
a no ser que tenga la intención de hacer una obra con esto, es una obra.
La performance es la hija, para mí.
Esta es más difícil.
Esta pieza yo dije al fotógrafo que hiciera las fotos,
cosa que no hago nunca. Pero esta pieza
a mí me gustaba mucho, y me sigue gustando,
y entonces quería tener la documentación.
Además me encantan las...
me gustan mucho porque me recuerda el cine
y me gusta mucho el montarlas así.
Esta para mí es especial porque -hay alguna otra también-
son cosas muy antiguas, que he hecho muchas veces,
que las he hecho por unas razones
verdaderamente que me interesaba mucho hacer.
Y entonces tengo como un "attachement",
como una cosa afectiva con estas obras.