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Es mi último favor. Por favor, ven Eduardo Punset.
- Enséñanos cómo cantar. - Todo el mundo, de pie.
- De pie para Eduardo Punset.
- Parece que Eduardo no es un jovencito. Parece que de aquí en adelante va todo en bajada.
No es así. Mi padre vivió hasta los 96. Él siempre estaba creciendo y desarrollándose.
El cómo le va a ir a este hombre depende de cómo le cantemos hoy. Toda su vida depende de ello.
- Cumpliré 72 mañana.
- 72, sí.
- Si me permites, me gustaría deciros las tres frases que más me han ayudado en estos 72 años.
La primera, fue un sin techo en Nueva York en los 60.
Él había escrito en el metro "¿Hay vida antes de la muerte?".
Piensa sobre ello. Desde entonces, solo he pensando en la gente antes de la muerte.
Y me ha ayudado mucho. La segunda frase me la dijo el secretario general del partido comunista francés,
Maurice Thorez, también en los 60, y él me dijo, "Eduard,
tienes que estar siempre delante de las masas..."
Y la tercera la sabes de memoria, es mi perra, Pastora, que me dijo "Eduardo,
la felicidad está en la antesala de la felicidad".
- Ahora, te pones de pie en la silla. Eduardo, ven aquí, ponte de pie en la silla.
¿Estás listo? Venid aquí. Vamos a cantar. Venid. Venid... Venid, venid.
¿Estáis listos? Allí vamos.
- Esperad, esperad. No, es muy débil, que sea grande. ¿Listos? Usad vuestras manos.