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Junto con Max Wertheimer y Kurt Koffka,
Wolfgang Köhler es uno de los grandes creadores
de la teoría de la Gestalt,
que ha desempeñado un papel fundamental
en el desarrollo de la psicología de la primera mitad del siglo XX.
El término Gestalt,
traducido habitualmente como "forma" o "configuración",
hace referencia a las totalidades organizadas
en que, según sus teóricos,
se articula espontáneamente la experiencia.
Frente al elementalismo y asociacionismo
dominantes en psicología,
los gestaltistas iban a insistir en la necesidad
de partir de este nivel de análisis en la tarea científica.
Köhler nació en 1887 en la ciudad estonia de Tallinn,
pero se formó en Alemania, de donde su familia procedía,
y a donde regresó siendo él aún muy pequeño.
Estudió en las universidades de Tubinga, Bonn y Berlín,
en los años de máximo esplendor de la universidad alemana.
Entre los maestros berlineses que mayor influencia ejercieron sobre él
destacan el físico Max Planck y el filósofo y psicólogo Carl Stumpf,
con quien se doctoró en Psicología en 1909
con un estudio sobre la psicología de la música.
En 1910 comenzó la carrera académica de Köhler
como ayudante en el Instituto Psicológico de Frankfurt.
Allí coincidiría con Koffka y con Wertheimer,
con quienes habría de colaborar
en los primeros experimentos diseñados por éste
sobre el "efecto estroboscópico" o "fenómeno phi",
esto es, la percepción de un movimiento continuo
a partir de una estimulación discontinua.
Estos experimentos iban a constituir el punto de partida
de la llamada "Escuela de la Gestalt".
En 1913, la Academia Prusiana de Ciencias,
le nombra director de su Centro de Investigación de Monos Antropoides
en la isla de Tenerife.
Los estudios que realizó durante su estancia,
con toda probabilidad simultaneados
con labores de espionaje para el gobierno alemán
durante los años de la Primera Guerra Mundial,
fueron recogidos en su libro "Sobre la mentalidad de los monos" de 1917,
una obra muy controvertida
que dio lugar a gran número de investigaciones.
En ella, Köhler quiso demostrar que los monos no se limitaban
a aprender respuestas a estímulos o situaciones,
como pretendían algunas teorías contemporáneas
del aprendizaje animal,
sino que lo que aprendían eran relaciones entre estímulos;
y que la solución a los problemas a los que se les enfrentaba,
como el de acercarse una pieza de fruta situada fuera de su alcance,
pasaba por la reordenación de la información presente
en su campo perceptivo en una nueva estructura significativa,
un proceso al que Köhler llamó "einsicht" o "insight",
y que se ha traducido al español como "intuición" o "comprensión".
En estas imágenes, filmadas por el propio Köhler,
vemos a los monos realizando
algunas de las tareas propuestas por el psicólogo alemán.
Los experimentos de Köhler en Tenerife
se llevaron a cabo en una casa de campo próxima al Puerto de la Cruz,
conocida como "la Casa Amarilla",
cuyo actual estado de abandono ha dado lugar
a numerosas protestas nacionales e internacionales
ante las autoridades insulares.
En 1920 ve la luz su libro
"Las formas físicas en reposo y en estado estacionario",
un ambicioso esfuerzo por relacionar física y psicología
sobre la base de la identidad estructural o isomorfismo
entre los fenómenos psicológicos y los procesos cerebrales subyacentes.
En esta misma fecha regresa a Alemania,
y muy poco después, es nombrado director del Instituto Psicológico
de la Universidad de Berlín,
que bajo su dirección se convertirá en uno de los centros europeos
de formación e investigación psicológica
más activos y prestigiosos del mundo.
Cuando los nazis llegan al poder en 1933,
denuncia públicamente su política de discriminación racial,
subrayando la incoherencia
de considerarse a la vez nacionalista y antisemita,
dada la inestimable aportación de los judíos a la cultura alemana.
Su artículo, aparecido en el diario Die Deutsche Allgemeine Zeitung,
iba a ser el último que se publicase en contra
del régimen nacionalsocialista establecido.
Por otra parte, las constantes injerencias de las autoridades
en la marcha del Instituto berlinés
le obligan a realizar repetidas y enérgicas protestas,
en un vano intento de ponerles fin.
Convencido, finalmente, de la inutilidad de su esfuerzo,
emigra a los Estados Unidos en 1935.
Catedrático en el Swarthmore College de Pensilvania
hasta su jubilación en 1958,
pudo seguir desarrollando sus estudios neuropsicológicos
en otras instituciones estadounidenses
como el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton
o el Instituto Tecnológico de Massachussets.
Murió en su granja de New Hampshire, en 1967, a los 80 años de edad.