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EL MAB EN LA CÚPULA DE LOS PUEBLOS
Contra la mercantilización de la vida y en defensa de los bienes naturales
No a las represas en la Amazonía
En este actual momento,
en que percibimos una crisis estructural
en el sistema capitalista.
Hoy en día,
percibimos grandes revueltas populares,
en todo el mundo.
Donde,
el capital,
tiene dificultades de generar
grandes y voluminosos lucros,
ese proceso
de apropiarse de los recursos naturales,
ocurre de forma más intensa,
y por eso,
ellos miran hacia el país,
viendo las potencialidades
de generar lucro
a través de nuevas acciones
y nuevas presiones
en el territorio brasileño.
La región amazónica actualmente,
es una de las principales fronteras de
avance del capital.
También es estratégico para el capital,
tener el control y dominar la base natural ventajosa
que tiene esta región.
Que es una región rica en agua,
es una región rica en minerales y en tierras,
es una región rica en bosques...
y eso es esencial para el capital,
y que inclusive,
aumenta el proceso de privatización,
en virtud del propio periodo de crisis.
Esa base natural ventajosa,
es una de las salidas que el capital tiene
para sus crisis,
que son generadas por la propia acumulación,
de este sistema de sociedad.
La construcción de represas en la región amazónica
sirve a esa lógica.
Y la lucha contra la privatización del agua,
contra la privatización de la energía,
contra la privatización de los bosques,
presupone la lucha contra la construcción de represas,
presupone la lucha contra el avance del agronegocio en aquella región.
Por ejemplo la soja es una actividad económica
que demanda de bastante tierra,
y la región amazónica
tiene condiciones para hacer eso.
Ella precisa tener
un esquema de situación de esa producción.
Entonces con la construcción de represas
y de hidrobias,
eso posibilita que
esa región pase a ser también
una región grande productora de soja.
Y nosotros creemos que otras cosas,
como la caña de azúcar,
para la producción de etanol
para alimentar automóviles,
como eucalipto para las grandes empresas
que trabajan la celulosa,
como para la mineración
facilitar el flujo de los productos
que son producidos y que
son parte de la riqueza de la región amazónica.
En Rondônia,
la situación de los afectados también es de grande violación de los Derechos Humanos.
En la Central Hidroeléctrica de Santo Antonio,
durante el inicio de las obras,
se decía que apenas 561 familias serían afectadas
Hoy el cuadro es muy diferente
son más de 2000 afectados solo en esa obra.
Muchas familias fueron reubicadas
en áreas que son productivas,
otras no tuvieron acceso a tierra
y dependen hasta hoy del Consorcio,
del dinero que éste les da para su manutención
porque no son capaces de generar una renta
a partir de su propio trabajo.
En la Central de Jirau es todavía peor,
ya que allí la empresa constructora
y titular de la obra,
la GDF Swiss,
reubicó
a una buena parte de los afectados
en un suburbio urbano,
que fue construido, la verdad,
para los operarios...
y técnicos
ingenieros de la Central,
donde los afectados fueron llevados,
y no tuvieron condiciones de permanecer.
Buena parte de esas familias,
que fueron para ese reasentamiento
llamado Nova Mutum Paraná,
hoy ya no viven allí.
La lucha contra las represas,
hoy, en Brasil,
principalmente en la región amazónica,
representa
la lucha contra el avance del capital
y la lucha contra la reproducción de ese sistema
que no sirve para el conjunto de la humanidad.
Sin contar Mato Grosso,
sin contar Rondônia,
son más de 300 proyectos nuevos
pensados para esa región
que todavía tiene más del 90%
del potencial para ser explotado.
Entonces...
a nuestro pareces,
esos proyectos traen muerte,
traen consecuencias serias para el medio ambiente,
para las personas...
en nombre del lucro,
para iniciativa privada principalmente,
y esos mismos grupos
que están dentro de la Rio+20,
justamente colocan esas formas de explotación,
como las alternativas
para un mundo más sostenible,
y eso para nosotros es una mentira.
Entonces por eso,
nosotros del movimientos de los afectados por represas,
nos posicionamos en contra del modelo
implementado en la región amazónica,
y por eso estamos en contra también,
de la construcción de Belo Monte.