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PREDICCIONES Y PREMONICIONES
EL HUNDIMIENTO SE PREDIJO MUCHAS PREMONICIONES
En 1898...
AUTOR Voces perdidas desde el Titanic
Morgan Robertson, un ex marinero que se atribuía poderes mentales,
tuvo un sueño tan intenso que tuvo que anotarlo.
EL HUNDIMIENTO DEL ***ÁN
Robertson hablaba de un barco llamado ***án,
que sería el mayor buque que jamás había navegado
y que todo el mundo conocería como la ciudad flotante.
***án choca con un iceberg cerca de donde se hundió el Titanic.
No había suficientes botes y fallecieron más de 2000 personas.
¿Cómo predijo este marinero desconocido una tragedia 14 años antes?
Unas 50 personas iban a embarcar en el Titanic,
pero no lo hicieron por casualidades de la vida.
El diputado escocés Norman Craig
atribuyó su negativa de última hora a embarcar
a una inquietud irracional.
"De pronto decidí no zarpar", afirmó.
"No puedo decir por qué. No había ningún motivo aparente".
"Prácticamente en el último momento,
decidí que no quería ir".
En aquella época, los primeros viajes se veían como un presagio del destino.
Muchos pasajeros afirmaron ver la cabeza fantasmal de un hombre
asomándose por una de las cuatro chimeneas del Titanic,
sin saber que esta era falsa y se utilizaba como ventilación,
y que el hombre era un fogonero que disfrutaba de las vistas.
El 10 de abril de 1912,
Edith Evans, pasajera de primera clase, contó al superviviente coronel Gracie
que una adivina de Londres había predicho
que encontraría la muerte en el agua.
Al llenarse su bote salvavidas,
se fue tranquilamente, dejando que subiera su tía.
Aunque dijo que se subiría a otro bote,
nadie volvería a verla.
¿Se negó a que la salvaran?
Durante mucho tiempo,
se había predicho el desastre marítimo de un transatlántico de pasajeros.
En 1883, el famoso periodista y espiritista, WT Stead,
escribió una historia en la que un barco cruzaba el Atlántico
y colisionaba con un iceberg.
No había suficientes botes, pero partían medio llenos.
"Esto es lo que podría pasar", afirmó,
"y pasará, si los barcos zarpan sin suficientes botes salvavidas".
Es una casualidad del destino
que el propio Stead viajara a bordo del Titanic.
La leyenda cuenta que la noche en la que partía el Titanic,
Stead contó a sus compañeros de viaje la historia de un sarcófago de momia
con escrituras extrañas, que si se traducían y narraban,
traería una maldición al traductor.
Precisamente lo que Stead se dispuso a hacer desafiante,
llamando la atención al hecho
de que empezaba su historia de la maldición de la momia un viernes
y que en cuestión de minutos sería el día 13.
Al cabo de dos días, Stead desapareció con el Titanic.
Tantas premoniciones, predicciones y sentimientos inexplicables.
¿Estaba el Titanic predestinado a hundirse
o fue sencillamente un accidente inevitable en el mar?
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