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Ciudad de Nueva York: capital financiera del mundo y hogar de más de 8 millones de personas.
como muchas otra ciudades costeras, está bajo amenaza de subidas del nivel del mar.
El geofísico Klaus Lackner está trabajando en una idea que muchos creen
que es la favorita en la reducción de gases del efecto invernadero.
Él quiere tomar el dióxido de carbono de la atmósfera y almacenarlo bajo tierra.
"Para detener el cambio climático, necesitarmos recoger el dióxido de carbono de la atmósfera.
Creemos que podemos hacer eso y, una vez que el dióxido de carbono se haya recolectado,
se puede almacenar de manera segura y permanente por miles y miles de años".
Así, ¿habrá encontrado Klaus Lackner una manera de acomodar nuestro excesivo consumo de combustibles fósiles
para que podamos -al menos por ahora- continuar viviendo nuestras vidas ricas en energía?
"Hoy es un día frío, ha nevado, la gente necesitará calor,
y en el verano necesitarán aire acondicionado.
Uh, la energía es fundamental
y es muy difícil tomar la mayor fuente de energía del sistema
y, al mismo tiempo, proveer mucha más energía para más personas
que quieren llegar a un nivel decente de vida".
Klaus Lackner ha diseñado una máquina asombrosa.
Un árbol sintético, que removerá el CO2 directamente del aire a nuestro alrededor,
dando al mundo más espacio para respirar mientras se desarrollan fuentes alternativas de energía neutrales en carbono.
"Dado que existe esta analogía a las hojas de un árbol,
que también toman el CO2 que fluye en él aire,
los llamamos ‘árboles sintéticos’.
Exactamente como un árbol real, un árbol artificial sintético tendría una estructura para sostenerlo.
Sería el equivalente a un tronco, probablemente un pilar.
Y arriba, donde hay viento, encontrarías el equivalente a las ramas,
que sujetan las hojas, sobre las cuales el aire fluye para recoger el dióxido de carbono.
Ahora, a diferencia de un árbol real, estas hojas pueden ser elaboradas mucho más estrechamente.
Y la razón para ello es que esas hojas deben ver la luz del sol
y deben ser expuestas a ella porque es lo que necesitan para la fotosíntesis.
Ya que no hacemos nada parecido en un árbol artificial,
podemos juntarlas mucho más estrechamente y esa es una de las razones
por la que un árbol artificial puede absorver mucho más CO2 del aire
que un árbol natural y real".