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El Ayuntamiento de Barcelona lleva años exterminando palomas con dinero público
sin conseguir controlar su población.
Voluntarios y voluntarias de la asociación " Corazón de Paloma " sacan a la luz
los problemas económicos, ecológicos y éticos
que encierra el método utilizado para masacrar a estos animales.
Es una especie de leyenda urbana que la gente va transmitiendo de padres a hijos.
La leyenda urbana consiste en que un animal en libertad puede provocar algunas enfermedades
que serían imposible que te provocan.
Estando en la calle en contacto con un animal es imposible que el animal te transmita nada.
Tenemos una población de 1.600.000 personas aproximadamente,
y se producen unas 200 quejas sobre palomas. Dadas estas 200 quejas,
se deben controlar las palomas en Barcelona.
Todo comenzó durante más o menos las Olimpiadas, se hizo un censo
de población de palomas en Barcelona y había 180 mil y pico palomas.
Es un dato aterrador dado que el primer censo que conserva la ciudad de Barcelona
es de 70 mil y pico. Esto significa un aumento súper salvaje.
Pues cuando vieron que había 180 mil palomas
- que consideramos que es un censo un poco exagerado
según muchas fuentes biológicas que hemos consultado -
se dedicaron a extermianlas de 15 mil en 15 mil.
Esto duró hasta 2007, y entonces se hizo otro censo donde se consideraba si debía sido
un éxito la captura de palomas masiva durante todos estos años : se determinó que en Barcelona
había 286.000, esto quiere decir un aumento de 100.000 ejemplares,
respecto a capturarlos cada año, unos 15 mil ejemplares por año.
Según este informe, para mantener una población estable
con esta numerosa población que tenemos en Barcelona, hacía falta exterminar 77 mil,
costando 1'98 € exterminar cada paloma, nos situamos en una cifra insostenible.
Lejos de corregir esta situación, lo que han hecho es simplemente incrementar en 41 mil palomas.
Según informes que han salido en la prensa últimamente,
para exterminar 28 mil palomas han usado 60 mil euros.
Esto quiere decir que tal vez han subido un poco el precio, si hacemos el cálculo de un 600.000 palomas
que llevan exterminados en 18 años, y multiplicaos por 1,98 € os dareis cuenta
de como de insostenible es este método.
Varias empresas de exterminio, lo que hacen es tirar comida a las palomas,
y durante una semana estos animales se acostumbran a ir a comer siempre en ese lugar.
Utilizan como una especie de catapulta que sale una red y entonces
cuando están todas comiendo en un mismo lugar,
es cuando la lanzan y entonces las cogen todas.
Durante la captura, pierden plumas, tienen estrés, angustia,
y entonces después de capturarlas, las cogen, las meten en cajoneras de 50 en 50,
las gasean con CO2, y durante 4 minutos estos animales están sometidos a convulsiones,
dolores de cabeza, golpes en el oído, vómitos... fatal.
Hay algunos animales que mueren y otros que no,
y entonces lo que hacen a continuación es incinerarlas.
El exterminio no es eficaz porque cuando se provoca un vacío en la población de palomas,
inmediatamente estas como seres inteligentes que son, lo que hacen es llenarlo y se supone
en 6 meses ya han recompuesto toda la población.
Son seres muy inteligentes, aparte entre los córvidos y los mamíferos, como los delfines, los monos,
y los córvidos como las cornejas, son de los pocos animales que se pueden reconocer en un espejo.
El ser humano tarda mucho más tiempo y la paloma en un año ya se reconoce.
Tenemos un animal que tiene una visión muy sofisticada, que reconoce caras humanas,
que resuelve problemas, y cuando estamos viendo el exterminio en la calle, sólo estamos viendo el exterminio
de las palomas que se llevan en la red, pero lo que provoca la captura de las palomas
en época de cría es que haya mucha gente que se encuentre pequeñas palomas abandonados.
Saltan del nido desesperados porque no tienen nada que comer
y no tienen más remedio que volar cuando no tienen plumas.
Esto provoca que aparte de las 600 mil palomas que ya llevan exterminadas en Barcelona
- que se dice rápido - no podemos calcular
las víctimas colaterales de esta matanza.
Varios municipios de Barcelona, lo están haciendo, como Cardedeu, Molins de Rei y Sant Cugat.
Consiste en una especie de dispensadores que van con energía solar,
por lo tanto es sostenible para el medio ambiente, y va dispersando comida,
maíz que está recubierto con una sustancia que se llama garbacina,
y esto lo que hace es que durante un tiempo, las palomas están esterilizadas, no pueden fecundar el huevo.
Más o menos en cinco años, la población se reduce en un 80 %