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La pregunta básica es, ¿hay vida más alla de la Tierra?
Los científicos que llamamos astrobiólogos
están tratando de averiguarlo justo ahora.
La mayoría de ellos está intentando averigurar
si existe vida microbiana en Marte
o en el océano bajo la superficie congelada de Europa, una luna de Júpiter.
o en los lagos de hidrocarburo líquido
que se han encontrado en ***án, una luna de Saturno.
Pero un grupo de astrobiólogos que trabaje en SETI,
SETI es la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre,
los investigadores de SETI están esperando detectar cierta evidencia
de que criaturas inteligentes en algún lugar
han usado tecnología para construir un transmisor de cierto tipo.
Pero ¿qué tan probable es
que logren encontrar una señal?
Ciertamente no hay garantías cuando se trata de SETI,
pero algo conocido como ecuación de Drake,
en honor de Frank Drake,
puede ayudarnos a organizar nuestros pensamientos
sobre lo que se podría requerir
para una detección exitosa.
Si han lidiado con ecuaciones,
entonces probablemente esperan
que exista una solución a la ecuación,
una respuesta correcta.
Empero, la ecuación de Drake es diferente,
porque hay varias incógnitas.
No tiene una respuesta correcta.
Conforme aprendemos más del universo
y nuestro lugar en él,
algunas de las incógnitas se conocen mejor,
y podemos estimar una respuesta un poquito mejor.
Aunque no habrá una respuesta definitiva a la ecuación de Drake
hasta que SETI tenga éxito,
o algo más pruebe que
los terrícolas son la única especie inteligente en nuestra parte del cosmos.
Mientras tanto,
es en verdad útil considerar las incógnitas.
La ecuación de Drake intenta estimar
el número de civilizaciones tecnológicas
en la galaxia de la Vía Láctea --denominado N--
con quienes podríamos hacer contacto,
y en general se escribe como:
N es igual a R asterisco
multiplicada por f sufijo p
multiplicada por n sufijo e
multiplicada por f subfijo l
multiplicada por f sufijo i
mutiplicada por f sufijo c
y por último, multiplicado por L mayúscula.
Todos estos factores multiplicados juntos
sirven para estimar el número
de civilizaciones tecnológicas
que podríamos detectar ahora mismo.
R asterisco es la tasa a la cual
las estrellas en la Via Láctea han nacido
durante los últimos millardos de años,
por tanto es el número de estrellas por año.
Nuestra galaxia tiene 10 millardos de años
y al inicio de su historia las estrellas se formaron a una tasa diferente.
Todos los factores f son fracciones.
Cada uno debe ser menor o igual a uno.
F sufijo p es la fracción de estrellas que tienen planetas.
N sufijo e
es el promedio de planetas habitables
en algún sistema planetario.
F sufijo l
es la fracción de planetas en los que sí surge vida
y f sufijo i es la fracción de aquellos en los que las formas vivientes
desarrollan inteligencia.
F sufijo c es la fracción de vida inteligente
que desarrolla una civilización
que decide usar algún tipo de tecnología de transmisión.
Y por último, L
es el factor de longevidad.
¿En promedio cuántos años
permanecen estos transmisores en operación?
Los astrónomos ya casi pueden
decirnos qué es el producto de los tres primeros términos.
Hemos encontrado exoplanetas casi por doquier.
Las fracciones relacionadas con vida e inteligencia
y civilizaciones tecnológicas
son aquellas que muchos muchos expertos ponderan
pero nadie puede asegurar.
Hasta ahora,
solo conocemos de un lugar en el universo
donde hay vida
y está aquí en la Tierra.
En las próximas décadas,
al ir explorando Marte, Europa y ***án,
el descubrimiento de cualquier tipo de vida ahí
significará que la vida será abundante
en la Via Láctea.
Porque si la vida se origina dos veces
dentro de este sistema solar,
significa que es fácil
y dadas las condiciones similares por doquier,
de que la vida ocurra.
Así que el número dos aquí es muy importante.
Los científicos, incluídos los investigadores de SETI,
a menudo tienden a hacer estimaciones muy crudas
y reconocen que hay una gran cantidad de
incertidumbres en sus estimaciones para poder avanzar.
Creemos saber
que ambos R asterisco y n sufijo e son números
más cercanos a 10 que, digamos, a 1,
y todos los factores f son menores que uno.
Algunos de ellos podrían ser mucho menor de uno.
Pero de todas estas incógnitas,
la mayor de ellas es L,
quizá entonces la versión más útil de la ecuación de Drake
sería simplemente decir que
N es aproximadamente igual a L.
La información de esta ecuación es muy clara.
A menos que L sea grande,
N será pequeña.
Aunque, bueno, pueden también voltearlo.
Si SETI logra detectar una señal en el futuro cercano,
después de examinar solo una pequeña porción
de las estrellas en la Via Láctea,
entonces sabremos que
L, en promedio, debe ser grande.
De otra forma, no podríamos haberlo logrado así de fácil.
Un físico de nombre Philip Morrison
lo resume diciendo
que SETI es la arqueología del futuro.
Con esto quiere decir que
como la velocidad de la luz es finita,
cualquier señal detectada de tecnologías distantes
nos contarán de nuestro pasado
debido al tiempo que le toma alcanzarnos.
Pero como L debe ser grande
para lograr su detección,
también aprendemos de nuestro futuro,
en particular de que podemos tener un futuro largo.
Hemos desarrollado tecnologías que pueden enviar señales al espacio
y humanos a la luna,
pero también hemos desarrollado tecnologías que pueden destruir el ambiente,
que pueden iniciar guerras
con terrorismo biológico y armas.
En el futuro,
¿servirá nuestra tecnología para estabilizar
nuestro planeta y población
encaminándonos a una larga vida?
¿O destruirá nuestro mundo y sus habitantes
después de una breve aparición en la escena cósmica?
Los animo a que consideren
las incógnitas de esta ecuación.
¿Por qué no hacen sus propias estimaciones
de estas incógnitas y ver qué solución de N obtienen?
Compárenlo con las estimaciones de Frank Drake,
Carl Sagan, otros científicos
o sus vecinos.
Recuerden, no hay respuesta correcta.
Todavía no.