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LA POSADA DE JAMAICA
Señor, te rogamos> que no haya naufragios...
... pero si ha de haberlos...
... que sean> en las costas de Cornwall...
... para provecho> de sus pobres habitantes.
Así rezaba> una antigua plegaria...
... de principios> del siglo XIX...
... en aquel remoto rincón> de Inglaterra...
... antes de la creación...
... del servicio> de guardacostas británico.
Había bandas> que planeaban...
... deliberadamente> los naufragios...
... guiando las naves> hacia un destino fatal...
... contra las rocas> de la salvaje costa...
... con el objeto de saquearlas.
¿Ves alguna luz? - No, no veo ninguna.
Deberíamos estar acercándonos a ella.
Antes me ha parecido verla.
Estaba allí. Pero ya no se ve.
¡Qué extraño!
¿Ves algo? - No.
Que no se acerque nadie, nadie. ¿Me habéis oído todos?
¡Andy!
Ya está. Cargad el botín, deprisa.
Vamos, hay que darse más prisa.
Llevadlo todo a la posada.
Vamos, deprisa.
Vamos.
¿No se habrá escabullido nadie? - Puedes estar seguro de que no.
Ya lo creo que puedes estarlo.
¡Joss!
¡Mira!
Te dije que tuvieras cuidado, idiota.
¿Es que no tienes ojos?
¿Quieres que nos cuelguen a todos?
No me gusta, no me gusta nada. Me da escalofríos.
¿Qué? - Ese sitio, la posada de Jamaica.
Tiene mala reputación.
Según cuentan ocurren cosas muy extrañas en ella.
¿Cómo? - Cosas muy extrañas.
No me detendría allí por nada del mundo.
¿Está cerca la posada de Jamaica?
Sí.
¿Cuánto falta para la posada de Jamaica?
¡Vamos, vamos!
¡Vamos!
¿Por qué corre tanto? ¿Se han desbocado los caballos?
Es la posada Jamaica.
Pero si es aquí donde quiero apearme.
Oiga, cochero, ¿por qué no se detiene?
Quiero bajar, cochero. He llegado a mi destino.
Deténgase inmediatamente. ¿Por qué no ha parado?
¿Por qué no ha parado?
Se lo he dicho hasta quedar ronca.
Hemos dejado atrás la posada Jamaica.
Dé la vuelta inmediatamente y lléveme allí.
¿Por qué no va a casa del señor de Pengallan?
Dicen que le gustan las mujeres guapas.
Su baúl.
¡Arre!
Propongo un brindis por sir Humphrey.
Sir Humphrey.
Sí. ¡Muy bien!
Pengallan. - Gracias.
Se me había pedido que brindara por su nueva y flamante...
...Majestad Jorge IV, pero se me olvidó.
Hace años que dejé de dirigirle la palabra a ese bufón.
Hubo un tiempo en que disfrutaba de su compañía, ¿no?
Sí, cuando Charlie Post y Sheridan se veían con él...
...en el pabellón de Raintown.
En aquel entonces aún era un caballero.
Hoy no es sino un fantoche acicalado.
Lord Yorks, el vino, por favor.
Hemos estado en la región de los lagos.
¿Cuál es el lago que más le agrada, sir Humphrey?
Chadwick.
¿Cuál es el lago que más me agrada?
Wintenberg, sir Humphrey. - Wintenberg.
Es muy hermoso.
Propongo un brindis a la hermosura, sir Humphrey.
¿Por qué no?
Chadwick, mi estatuilla, necesito inspirarme.
He aquí una belleza. - Pero no está viva.
Está más viva que la mayoría de los presentes.
Si quiere una belleza viva, Chadwick...
...¿cuándo llegará la señorita Nancy?
¿Nancy?
La más hermosa del condado de Shelters.
Ahora sabemos, lady Winston...
...por qué prefiere vivir aquí y no en Londres.
Tiene a una mujer escondida este monstruo.
Preferiría que no nos la presentara.
Yo me muero de curiosidad. - Sí, por Dios, preséntenosla.
Sí, claro.
Mi delicada Nancy.
Pero si es una yegua.
Ayer me reportó una ganancia de cien guineas.
Ganó la carrera de Modwick.
Chadwick, ¿quién está ahí? - Una mujer, señor.
No es el momento para atender a mujeres, tengo huéspedes.
El cochero me abandonó aquí.
Dígale a su amo que me preste un caballo.
Le echaré un vistazo.
Rinwood, te apuesto 20 guineas a que es fea.
Acepto.
¿Tendría la amabilidad de quitarse el abrigo un momento?
¿Por qué, señor?
He hecho una apuesta y necesito verla bien.
Si me permite.
¡Qué espléndida figura!
¡Y qué rostro!
¡Hermosísima!
Rinwood, has ganado.
Toma.
Yo también quiero una.
Eres bella como la noche.
Como los paisajes sin nubes y los cielos estrellados.
Y tanto la oscuridad de la noche...
...como el fulgor de la mañana...
...rinden tributo...
...a tu belleza sin par.
Gracias, señor.
Pero no he venido a oír versos, sino a pedir un caballo.
¿Un caballo?
Usted merece la poesía de Lord Byron.
Y también un caballo.
Yo soy sir Humphrey Pengallan.
Soy el señor de Pengallan y el juez de paz.
Yo soy Mary Helen, señor. - ¿Y adónde se dirige?
A la posada de Jamaica. - ¿A la posada de Jamaica?
Usted no puede ir allí. - ¿Por qué no?
Sam, esta joven quiere saber...
...por qué no puede ir a la posada de Jamaica.
Díselo.
No es un lugar adecuado para una señorita.
¿Lo ve? Hasta Sam lo sabe. No, es mejor que se quede aquí.
No, muchas gracias, he venido desde Irlanda sola.
Ya no tengo a nadie allí. - ¿Y aquí sí?
En la posada de Jamaica vive mi tía Patience.
¡Qué hermoso caballo!
¿Sería capaz de montarlo? - Sí, por supuesto.
Desde que era pequeña monto a caballo.
Entonces le permitiré llevárselo. - Gracias.
Olvidaba que ahí fuera tengo un baúl.
Yo lo llevaré y la conduciré personalmente...
...hasta la posada de Jamaica.
Sam, ensilla el bayo.
Chadwick. Chadwick, te presento a la señorita Helen.
Se dirige a la posada de Jamaica.
Oí lo que decía, señor, pero no lo entiendo.
Tú nunca entendiste nada, de modo que no me sorprende.
Trata de entender esto, la joven es amiga mía.
Si regresa en cualquier momento...
...ocúpate de que tenga todo lo que necesite.
Sí, sir Humphrey. - Trae mi abrigo y mi bufanda.
Y un chal para la señorita. Con permiso.
Chadwick, prepara una botella de coñac para cuando regrese.
Y manda colocar un calentador en la cama.
¡Muy bien, sir Humphrey!
Un momento, señorita, voy a buscar un chal.
No se moleste, no lo necesito.
Si puedo serle útil, acuda a mí.
Recuerde, yo soy Pengallan y esta es mi tierra.
No lo olvide. - No lo olvidaré.
Buenas noches, señorita Mary.
Buenas noches, sir Humphrey.
¿Quién llama?
¿Qué demonios quiere usted?
¿Vive aquí la señora Patience Merlyn?
Puede que sí y puede que no.
Depende de lo que quiera.
Soy su sobrina de Irlanda.
Se lo habrán dicho.
Vengo a vivir con mi tía y mi tío.
¿Qué? ¿Vivir aquí?
¿Quién le ha dicho a...? - Eso no le interesa.
Diga a sus amos que estoy aquí.
¿No vas a darme un beso, pequeña?
Pero, ¿cómo se atreve a ser tan insolente?
Cuando mi tío se entere de esto, le despachará.
No podrá hacerlo, pequeña.
Tu tía me echaría de menos. - ¡Déjeme pasar!
Muy bien, muy bien.
Pero has de saber que yo soy el marido de tu tía...
...tu muy devoto tío Joss.
Un besito.
¿Quién está ahí?
Aquí nos tienes.
Tía Patience.
Mary, la hija de mi hermana.
¡Me has conocido, tía Patience! - Claro, niña, claro.
Eres igual que tu madre.
Cuando oí tu voz, creí que era la de ella.
Y, por un momento, pensé...
Dice que la has invitado a vivir aquí.
No, Joss.
Pero si te escribí contándotelo todo.
Yo no recibí nada.
¿Escribiste?
Mary...
¿Vas de luto? - Sí.
Mamá murió hace hoy tres semanas.
Necesito un trago.
¿Qué le ocurrió? - Hacía tiempo que estaba enferma.
No quiso dejar de trabajar ni cuidarse.
Ya sabes como era.
Patience, déjate ya de tanta charla.
Y entra las cosas de la chica. - Sí, sí, Joss.
No, no, tía, déjame a mí.
Calma, calma.
Tu tío es muy galante.
No es hombre que permita que las muchachas hermosas...
...hagan trabajos tan pesados. Llévalo tú, Patience.
Vamos, ¿no me has oído? Llévalo.
No, yo lo llevaré, tía. - No, yo puedo con ello.
No es muy pesado, Mary. De verdad, yo puedo.
Debería darle vergüenza, animal.
Mary, por favor, calla.
No eres la primera mujer guapa que me dice un requiebro.
Quitaos de ahí.
Listo.
Mary está un poco enfadada esta noche, pero...
...ya sabemos lo difícil que es estar de buen talante...
...cuando se tiene hambre. Dale de cenar.
Sí, le prepararé algo. Mary, ven conmigo.
No tardaré nada, tú siéntate y descansa.
Yo pondré la mesa. - No, no, no.
Estarás cansada de un viaje tan largo.
No, no lo estoy.
¿Dónde están el mantel y los cubiertos?
En el cajón del medio.
No es nada. Algunos clientes rezagados.
Se irán enseguida, sin duda.
¿Queréis callar?
Silencio.
¿No veis que tenemos visita? - Nos lo dijo Harry.
Sí, y está muy bien, por lo que dice, pero que muy bien.
Cuidado, pecadores, las mujeres, la debilidad de la carne.
Vais detrás de las faldas.
Y ése es el camino de la perdición eterna.
El Salvador ya empieza.
Podéis reíros ahora.
Pero cantaréis una canción bien distinta...
...cuando las llamas eternas os consuman a todos.
A mí incluido.
¿Adónde vas, Harry? - A presentarle mis respetos.
Muchacho, no le gustan los de tu clase.
¿Y yo le gustaré con mis puños nuevos de encaje?
¿Vas a impedirme que la vea?
No lo he pensado todavía, pero podría empezar a pensarlo.
He dicho que podría empezar a pensarlo, Harry.
Muy bien, Joss.
Es la sobrina de mi mujer llegada de Irlanda.
¿Y por qué no lo has dicho antes?
Asunto mío, Harry, asunto mío.
Yo conocí a una chica que venía de Irlanda.
Hablaba de una manera muy rara.
Pero no estaba mal.
No soy como pensabas, ¿verdad?
Yo sólo era una niña cuando te fuiste, tía.
Apenas te recuerdo en realidad.
No, no puedes recordarme. - Dicen que eras bella.
¿Lo era?
Sí, creo que lo era.
Estás pensando que Dios me ha castigado...
...por haberme ido de casa, por haberme escapado.
Te equivocas. Joss ha sido un buen marido.
Volvería a hacer lo mismo que hice.
Es un trabajo muy arriesgado.
Puede que algún día nos pudramos encadenados.
Todos en fila, uno al lado del otro.
¿Y qué es lo que nos deja?
El beneficio no alcanza...
...ni para mantener juntos cuerpo y alma.
En el último naufragio no nos dio lo que nos correspondía.
Eso es lo que digo. - ¿Y tú qué sabes de eso?
Es lo que dice Sydney.
Has estado hablando de más. - No, de veras, Merlyn.
Haciendo cálculos matemáticos.
Haciendo bonitas cuentas para esos pobres muchachos...
...que no saben leer ni escribir.
Pero sin contar con los gastos.
Yo te enseñaré a restar. - Un momento, Joss.
Yo les dije que el último botín no nos dio lo que era de esperar.
Eso dijiste, ¿eh?
A juzgar por lo que nos correspondió...
...quizá no estés obteniendo un buen precio por el botín.
O quizá haya pérdidas por algún lado.
Estás muy pensativo, Harry.
¿No quieres hacernos partícipes de tus pensamientos?
Vamos, habla.
Respecto a esa pérdida, yo creo que lo que debes hacer...
...es hablar si tienes algo que decir.
Vamos, no seas tímido, queremos oírte.
No sé qué decirte, Joss.
Puede que yo sí lo sepa.
Supongamos que hay una pérdida...
...y supongamos que ésta se produce...
...antes de que el botín llegue a la posada...
...algún muchacho pierde algunas piezas de las encontradas...
...por así decirlo, en la nave, ¿me habéis entendido?
¿Habéis pensado en eso? ¿Lo habéis pensado?
Harry, ¿cuánto tiempo hace que estás conmigo?
Unos cinco años, Joss. - ¿Y el Salvador?
Nuestras almas corrompidas se encontraron hace...
...dos años y siete meses. - ¿Sydney?
Casi dos años y medio, Merlyn.
¿Dandy?
Veamos...
Yo tenía relaciones con Vincent en aquella época...
...luego fue Annie...
...hace cuatro años, Joss.
¿Y tú?
Yo lo diré por ti.
El señor Trehearne lleva con nosotros...
...nada menos que la eternidad de dos meses.
Ocho semanas.
Sesenta días.
¿Qué te parecen mis matemáticas?
¿Qué tiene que decir el señor Trehearne al respecto?
Joss.
Vete de aquí.
Joss, por favor.
Dime, ¿qué quieres?
Joss, Mary me ha dicho que vino a la posada...
...con el señor Pengallan.
Él le preguntó qué venía a hacer aquí.
Y ella le habló de nosotros.
Como es el magistrado, pienso si habrá descubierto algo.
¿Qué historia es esa de sir Humphrey?
¿Cómo os conocisteis?
Fui a su casa, el cochero me dejó lejos de aquí...
...y fui a pedir ayuda.
Sir Humphrey fue muy generoso y muy caballero.
Él sabe cómo comportarse con una mujer.
Incluso me prestó un caballo para venir hasta aquí.
Uno que ganó cien guineas en las carreras del condado.
Hoy no obtuvimos el botín deseado, señor.
Soplaba un viento muy fuerte...
...y la embarcación se partió en dos, señor.
Dame unas tijeras, Merlyn. - Sí, señor.
¿Por qué dejaste esta mancha de sangre aquí?
¿Qué crees que es esto? ¿Un matadero? Vamos, córtala.
Es fácil que ocurra eso, señor, es un trabajo de carniceros.
Por lo menos lo más parecido.
Pero haces bien en abreviarles el sufrimiento.
Mira qué exquisitez.
Vale más que las vidas...
...de cien miserables marineros podridos de ron.
Es la perfección.
Y lo único que importa en verdad...
...es aquello que alcanza la perfección.
Yo me enfrentaría contra toda la gentuza...
...desde Bristol hasta Botari Bank...
...por ahorrarle un dolor de cabeza a una hermosa mujer.
Eso es algo que tú no entiendes ni podrás entender...
...porque no eres ni un filósofo ni un caballero.
¿Supervivientes? - No, señor.
Siento lo de la muchacha, señor. No sabíamos que vendría.
Yo mismo me la llevaré de aquí a primera hora mañana.
Enciende el fuego, ¿quieres? - Sí.
Y dame un trago.
No le esperaba, señor. No he puesto la luz en la ventana.
No hay nadie en la calle en una noche como esta.
¿No será un riesgo venir sin haber quitado del medio...
...a Patience y a los muchachos? - Todo es un riesgo.
Esa muchacha, Mary, temo que no estés a su altura.
No se preocupe, señor, la trataré como trato a mi Patience.
¿Se llevará usted esto? - No se parece nada a tu mujer.
Puede que no.
Pero también Patience era muy guapa cuando me casé con ella.
Incluso recuerdo que... - Esto no basta, Merlyn.
Es muy poco. - Sí, no es lo que pretendíamos.
Esperemos que la suerte mejore. Falta nos hace.
Los muchachos se están impacientando.
Intento dominarlos, pero han empezado a protestar.
Quieren más ganancias. - ¿Para qué?
¿Para pudrirse el hígado con ese ron inmundo que vendes?
Oye, Merlyn, quiero más dinero.
Soy el único que sabe que hacer con él cuando lo tiene.
¿Lo oyes? Quiero más dinero.
Sí, señor.
¿Habrá trabajo esta semana, señor?
Quizá, se te avisará con tiempo.
Estoy pensando en la sobrina de tu mujer.
Es una pena que se vaya sin haber visto el condado.
Yo no tengo nada en contra de su permanencia aquí...
...mientras esté alejada de nuestros asuntos.
Bien.
Subid a vuestra habitación.
Patience, llévale la cena arriba.
Acuéstate pronto, debes de estar muy cansada.
Buenas noches.
¿Qué ha pasado? - Este tipo.
Tenías razón, Joss.
Fíjate, más de quince libras en oro.
¿Qué os había dicho yo?
Te has metido en un buen lío, señor Trehearne.
¿Qué tienes que decir?
Quiero un trago, quédate con el dinero.
Thomas, ¿quieres servirle de beber al caballero?
Parece que soy un buen adivino, ¿eh, señor Trehearne?
¿Cómo lo obtuviste? - Ahorrando.
¿No será que has estado vendiendo parte del botín por tu cuenta?
Debería darte vergüenza, señor Trehearne.
Quitarles el pan a...
...los muchachos, a tus buenos compañeros de trabajo.
Confiésalo. - No es verdad.
Se está burlando de todos.
¿Donde creéis que van a parar... las cosas?
¿Pensáis que trabaja por su cuenta?
Preguntadle quién hay detrás.
El muy granuja.
Joss tenía razón, nos estaba robando.
¿Qué vamos a hacer con él? - Ahorcarlo, lo tiene merecido.
¿A qué estamos esperando?
Encuéntrame una viga que esté...
...a unos... seis pies del suelo. Vamos.
Un momento, voy a ver si las mujeres están en sus habitaciones.
No quiero problemas.
Deprisa.
Es el nuevo, Trehearne, le encontraron este oro encima.
¿Qué informes tienes? - Buenos.
Vino hace un par de meses recomendado por un amigo.
No puedes echarlo evidentemente.
Podría hablar, los muchachos quieren ahorcarlo enseguida.
¿De veras? La horca me parece demasiado formal.
Pero la pistola hace mucho ruido.
Sin duda, alarmaría a tu mujer y a tu sobrina, ¿eh?
Después de todo da lo mismo. - Bien.
No he acabado de hablar contigo, da la orden y vuelve.
Harry. - ¿Qué?
Adelante, yo bajaré enseguida.
De acuerdo.
Vamos, llevadlo.
Vosotros quedaos.
No queremos mirones aquí.
Esto es un asunto privado.
Si quieres una ceremonia publica, Sydney...
...no tendrás que esperar mucho, y la verás muy bien...
...en un lugar preferente desde dentro de la cuerda.
Yo quiero verlo. - Fuera.
No tienes edad para eso.
¿Y Joss? - Está ocupado.
Pero ha dicho que lo hagamos.
No quiere ver el espectáculo, ¿eh?
Prefiere que se lo demos todo hecho.
Vamos, traedle aquí.
Una rápida faena antes de que despierte.
A mí eso no me parece bien, Thomas.
Es por consideración a él, ni se enterará, Salvador.
No es ninguna consideración enviar a un hombre al otro mundo...
...sin que se entere, es cruel, eso es lo que es.
Dadle un trago para que despierte...
...y tenga oportunidad de meditar.
A mí no me gusta eso, es peor que matar a sangre fría.
Vamos, que pesa mucho. - ¿Tú qué dices, Harry?
Yo digo que cerréis vuestras malditas bocas los dos.
Eres muy listo, Dandy, sólo robar y robar.
No piensas en otra cosa.
Ya veremos a quién le tocan las hebillas.
Un poco de luz.
Tirad fuerte.
¡Ya!
Eh, ven aquí.
Suéltame, Harry. - Dame esas hebillas.
Suéltame.
Quítaselas, Harry. - Suéltame.
Tiene que escaparse, volverán enseguida.
Rápido, inténtelo.
No puede quedarse aquí, váyase y no vuelva.
No puedo abandonar a mí tía. Márchese, por favor.
Ahora, deprisa.
Hola, pequeña.
¿Vienes de dar las buenas noches a tu tía Patience?
Mira, he estado pensando...
...es una muchacha guapa y dulce, me he dicho...
...con mucha personalidad...
...sería una pena que se fuera sin haber conocido el condado.
Por lo tanto, Mary...
...puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras.
¡Joss! ¡Joss, baja!
¡Joss!
Joss, se lo han llevado. - ¿Llevado?
Sí, se lo han llevado los ángeles.
No es posible, ¿quién habrá sido?
Y además vivo, Joss, vivo.
Mary, ¿has sido tú?
¿Cómo has podido hacerlo?
Debes irte inmediatamente de la posada, ahora mismo.
Mira eso.
Maldita muchacha, la mataré.
Por Dios, vete, vete ya, antes de que suba Joss.
¿Dónde está tu sobrina? ¿Dónde está?
Tú la has dejado escapar.
Thomas.
Harry, ven conmigo.
Vamos a ver si está ahí fuera.
No puede quedarse aquí, véngase. - ¿Adónde?
Al puerto, nos esconderemos allí, estaremos a salvo por el momento.
Vamos.
¿Habéis visto algo? - No.
Los encontraremos aunque tengamos que buscar toda la noche.
No hay ni rastro. - Nada.
¿Has visto algo?
Si no los encontramos nos denunciarán.
Harry, ve con un par de hombres a la costa.
Bien. - Thomas, avisa a tu hermano...
...y a los muchachos que encuentres por el pueblo.
Buscadlos por entre las rocas, hay que encontrarlos.
¿Qué vas a hacer, Joss? - Yo tomaré el camino de Borning.
De acuerdo.
Chadwick.
Ya es muy tarde, señor.
Es una muchacha encantadora.
No se lo dije antes, señor, pero vino el carnicero...
...mientras estaba cenando, quiere que se le pague enseguida.
Qué ocupación tan desagradable, Chadwick...
...pasarse la vida descuartizando cadáveres.
Sí, pero es su trabajo, señor. - Claro.
Se le adeudan casi 40 libras al carnicero, 35 al panadero.
Mire, señor, carnicero. - ¡El carnicero, el panadero!
¡Eres un idiota!
Lo siento, Chadwick, tú sólo cumples con tu deber.
No importa, sir Humphrey.
He perdido la calma y es imperdonable.
Yo no sé qué me puede haber sucedido.
Dime, Chadwick, ¿tú sabes cómo terminó mi...
...mi abuelo?
Se volvió... loco, ¿no?
No es preciso que te quedes más tiempo, Chadwick.
Acuéstate. - Sí.
¿Cómo te atreves a venir aquí? ¿No te he dicho mil veces...
...que no lo hagas? - Sí, pero Trehearne se escapó.
Ayudado por Mary.
Yo no pude hacer nada, fue mientras estaba con usted.
¿Qué has hecho con la muchacha?
También ha desaparecido. - ¡Vaya, ha sido un éxodo total!
Espero que hayas logrado convencer a tu mujer de que se quede.
Mis hombres los están buscando, hacemos todo lo posible.
¿Eso es lo que has venido a decirme?
Señor, pero ese Trehearne sabe demasiado.
Si me denuncia a mí y a todos los demás...
Creo que te falla la cabeza.
Si Trehearne quiere denunciarte, lo hará aquí.
Y aquí yo soy el único representante de la ley.
Si no logras mantener la serenidad...
...me permitirás que yo sí lo haga.
Si no fuera así, no volverías a ver ni un naufragio.
Cuando falla el cerebro, el cuerpo muere.
Y no necesito recordarte que en esta pequeña organización...
...tú y tus hombres sois solamente las extremidades.
El cerebro soy yo. - Lo siento.
Yo sólo quería prevenirle. - ¿Me dejarás actuar a mí?
Si quieres obtener beneficios en las costas...
...obedece mis órdenes y no vuelvas por aquí.
Vete. ¡Vete!
¿Qué hace?
Quieta.
¿Qué es lo que pensaba hacer? - ¡Suélteme!
No llegará a ninguna parte, ni siquiera sabe remar.
¡Déjeme en paz! - No me tendrá miedo, ¿verdad?
Ya.
Veo que sí. ¿Quién entiende a las mujeres?
Acaban de salvarte la vida y ya se están peleando contigo.
Sé que no estoy muy guapo en este momento...
...pero no muerdo, ¿sabe?
¿Cree que no sé que mi tía Patience teme por su vida?
¿O que ignoro lo que son usted y los demás huéspedes...
...de la posada? - ¿Qué somos?
Ladrones, criminales, contrabandistas.
Quiero irme.
¡Mira!
¡Harry, ven!
Deben de estar ahí abajo, mira.
Qué interesante, ¿verdad? ¿Por qué no le pides...
...a tu hermano que te lleve a dar una vuelta en bote?
¿Me entiendes? - Claro.
Yo lo vi primero, déjame ir con Sydney.
No, tú ve a la posada y dile a Joss que todo va bien, anda.
Dandy, tráeme una cuerda.
Venid conmigo.
¿Se ha dado cuenta, Mary? La marea se está retirando...
...pero volverá a subir antes de que oscurezca.
No podemos salir de aquí sin el bote.
Tendremos que hacernos con él cuando la marea esté baja.
¿Por qué tengo que cargar con usted?
Claro que después de todo me salvó la vida.
Espero que en adelante haga mejor uso de ella.
Bueno, eso es mucho pretender de un pobre tipo como yo.
Sin duda. - Contrabandista y asesino...
...¿no es así? - Estoy segura.
¿Cree que hay esperanza para mí?
Diga, ¿qué debo hacer? - Lo que usted quiera.
Antes era marinero, podría volver a la mar.
No me interesa en absoluto. - Debería interesarle.
No olvide que es responsable de mí.
De ninguna manera. - Sí, de no ser por usted...
...yo no estaría aquí. Eso no lo puede negar.
De modo que ya ve, debo ponerme en sus manos, entregarme.
Por favor, cállese.
Ahora lo que tiene que hacer es...
Coge este libro, señor Trehearne.
Creo que tu suerte está escrita en la página trece.
"Temblando estoy de pie ante la muerte..."
...y qué reconfortante.
"Haz que morir sea un placer""," dice.
Qué pareja tan encantadora, da pena interrumpirles.
¡Allá va!
¿Quieres que suba la dama primero o prefieres subir tú?
Las damas primero, es regla de cortesía.
¿Qué vamos a hacer? - Saben que estamos atrapados.
Deben haber visto el bote a la deriva.
Por si deseas ayuda, Sr. Trehearne...
...el viejo amigo Thomas baja para ofrecerte el brazo.
Listo.
¿Alguien más? Nos agrada la compañía.
Claro que tendréis compañía, no te preocupes por eso.
Será un placer, Harry, ¿quién será el siguiente?
Toma, amarrad la cuerda en las rocas, rápido.
¿Ha oído eso?
Sólo hay una forma de salir de aquí.
¿Sabe nadar?
Vamos a complacerte, Trehearne.
Para que no te sientes abandonado, bajaremos los tres.
Huya, no se preocupe por mí. - Le he preguntado si sabe nadar.
Sólo sería una carga para usted.
Ya será difícil que lo haga solo.
A mí no me ocurrirá nada, Joss no se atreverá...
¿Sabe nadar? - Un poco.
Quítese el vestido - ¿Cómo?
Y los zapatos, rápido. - ¿Cómo voy a...?
Quíteselos. - No quiero.
Entonces se los quitaré yo. - No, yo lo haré.
Estoy muerto de sueño, hemos estado en pie toda la noche.
Sí, eso lo dice la cama.
¿Qué haremos con la chica? ¿Se la entregaremos a Joss?
Vamos.
No están. - Han escapado.
Perfecto, muy bien.
Qué gracia, es la primera vez que veo nadar a una mujer.
Qué fría.
Mire, están allí.
Nos buscan.
A las rocas, rápido.
Nos esconderemos.
¿Está bien?
Agárrese. - No puedo.
Agárrese fuerte. - No puedo, no puedo.
Cójase a mí.
Buenos días, Darlan, a ver cómo van las cuentas este año.
Veamos.
Me faltan tres libras, Sr. Pengallan.
Darlan, ya le dije que... - Calla, Davis.
Darlan, a mí también me hace falta el dinero.
No puedo ser el señor de Pengallan sin un cobre.
¿Qué hizo con esas tres libras?
Las gasté con mi hijo, señor.
Se hirió en una pierna y no se le curó.
Llévele al doctor Mackintos...
...y dígale que le eche una mirada a la herida.
Y la próxima vez me paga las tres libras.
Gracias, señor. - Dale el recibo, Davis.
Pero sir Humphrey... - El recibo, Davis.
Y recuerda que los antepasados de este hombre...
...ya eran granjeros en Pengallan...
...cuando los tuyos aún eran gitanos. El próximo.
¿Hacia dónde vamos? - Nos esconderemos allí.
Espere, vamos a aquella casa.
Es la del juez. - ¿El señor de Pengallan?
Sí. - Yo le conozco, estuve allí anoche.
Vamos, nos ayudará. - Bien.
Este es el individuo que le dije, sir Humphrey...
...Perkin, un roncal sin remedio.
Perkin.
Y bien, Perkin...
Vengo a quejarme, exijo mis derechos.
¿Tus derechos? No me interesa el tema.
La ley está de mi parte.
No lo creas, yo soy la ley en Pengallan.
Y no estoy de tu parte ni lo estaré mientras tengas esa actitud.
Sólo falta que digas que vales tanto como yo.
Soy un hombre, igual que usted.
Quítate esa idea de la cabeza antes de que te lleve a la horca.
No eres como yo y nunca lo serás.
La naturaleza no lo permite y todo lo demás lo demuestra.
Yo soy un señor. - Un usurero...
Davis, hazlo desalojar.
Dale de tiempo 24 horas.
Con su permiso, señor Pengallan.
Pero si está aquí la abuelita Tremany.
Sí, señoría, se trata de mi tejado.
Se lo he dicho varias veces al Sr. Davis, pero no me hace caso.
Cuando llueve cala el agua, señor.
Que le hagan el tejado nuevo. - Pero sir Humphrey...
Un tejado nuevo, he dicho.
Es mi más antigua arrendataria y está bajo mi protección.
No olvides que soy el único hombre con rango inferior al de marqués...
...que ha luchado durante diez años por arrancar estas tierras...
...de manos de los usureros.
Y yo no voy a ser como ellos. ¿Qué es eso?
Necesito ver con urgencia a sir Humphrey.
¿Quiere usted anunciarle que estoy aquí?
¡Oh, mi pobre niña!
¿Qué le ha sucedido? Está usted empapada.
Chadwick, ve a buscar unas mantas. Deprisa, venga.
Di que se vayan ahora, Davis, que vuelvan en otro momento.
¡Está helada! ¿Qué le ha sucedido? ¿Dónde ha estado?
Nadando. - Para salvar la vida.
¿Quién es usted?
Es el Sr. Trehearne, huimos de la posada de Jamaica anoche.
Es un lugar horrible.
Yo creo que es un antro de contrabandistas.
Estuvieron a punto de ahorcarle.
Ella me salvó la vida, señor.
Extraordinario.
Sir Humphrey, necesitamos su ayuda, mi tía está allí...
Sí, deben contármelo todo.
Pero primero tiene que ponerse ropas secas o cogerá un resfriado.
Sra. Black, por favor, lleve a esta joven arriba...
...y vea qué ropas puede encontrar para ella.
Sí, señor. Venga, señorita.
¿Podría hablar un momento con usted?
Desde luego.
¿De veras?
Bien, muy bien, veremos lo que podemos hacer.
Gracias, es usted muy bueno. - Nada de eso.
Perdone, sir Humphrey.
Chadwick, prepara una cama y algo de comer para este hombre.
Un momento, por favor. - Le veré luego.
Todo ocurrió como le dije.
Navegué por las más peligrosas aguas...
...logrando escapar de terribles asaltos...
...y de espantosos naufragios. Capitán, cenará con nosotros.
No puedo, y crea que lo siento, sir Humphrey.
¿Por qué no puede, capitán? - Debo regresar a mi barco.
Mientras ustedes disfrutan del cochinillo con nueces...
...pasaré navegando frente a la casa.
Es lamentable.
Sir Humphrey, tengo que hablar con usted.
Diga.
En privado.
No me dirá nada que estos caballeros no puedan oír.
Es de la banda de contrabandistas de la posada de Jamaica.
Contrabandistas, ¿eh? ¿Tienes algún buen coñac?
Sí, señor, sí, tengo una buena...
Tenga la amabilidad de recordar que soy el juez de paz.
No obstante, sir Humphrey...
...yo creo que también a usted le interesará esta lista de licores.
Sede del gobierno, a quien corresponda.
La persona mencionada> en este documento...
... bajo el nombre de James> Trehearne ha sido nombrada...
... y debidamente acreditada> como oficial de la ley.
Firmado: Secretario de Estado> del Ministerio del Interior.
Caballeros, creo que debo tratar este asunto en privado.
Venga conmigo.
Pengallan, si no me reserva algo bueno le denuncio a la comisión.
He dejado pan y cerveza para este hombre...
...en el cuarto de las monturas. - ¿Eso has hecho?
Vas a prepararle una habitación en el piso principal.
Y consigue ropas secas para el señor Trehearne.
Una de las casacas de lord Yorks será lo más adecuado.
Prepárasela.
¿Este señor? - Un oficial, date prisa.
Sí, señor. - Le ruego que me disculpe.
No tenía ni idea de quién era usted.
Lo que necesita ahora es una buena copa de coñac.
Después le darán ropa y comida.
Le estoy muy agradecido. - Por favor.
Señor, tengo el cargo de teniente en la marina real de Su Majestad.
El Ministerio del Interior me nombró para una misión...
...pero ya no es necesario que siga callando mi identidad.
Tómese un coñac, señor Trehearne...
...antes de contarme su interesante historia.
Yo siempre he sentido una gran admiración...
...por la marina de Su Majestad.
Conocí a Conenwood, un hombre admirable.
Bueno, todos son admirables, aunque un poco estirados.
Hay que reconocerlo, ¿eh?
¿Ha dicho usted...
...contrabandistas?
Algo peor que eso, sir Humphrey.
Naufragios, naufragios organizados y provocados.
¿Pero no en esta región?
Sí, señor, a lo largo de toda esta costa.
Siempre hubo naufragios por aquí, es una costa muy peligrosa.
Las casas de seguros...
...descubrieron que todos tenían las mismas características.
¿De veras? Beba.
Yo también me serviré una copa.
Ha sido una mañana llena de emociones.
¿Qué tienen esos naufragios en común?
Nunca hay supervivientes.
Señor Trehearne, si lo que dice es verdad...
...se trata sin duda...
...de la historia más terrible que he oído en mi vida.
Las casas de seguros consultaron al ministerio.
Se descubrió que los que causaban los naufragios...
...recibían información exacta sobre los movimientos...
...y la carga de los barcos...
El capitán Murray desea despedirse de usted, señor.
Disculpe.
Debo partir ya, sir Humphrey.
Lamento dejarle, pero he de hacerme a la mar.
Adiós, capitán. Bon voyage.
Volveré pronto, adiós señor.
Pensaré en usted a merced de las olas...
...mientras disfruto el banquete de esta noche.
Bueno... - Con permiso, señor.
Le ruego que...
...continúe, teniente.
Mi investigación me llevó a la posada de Jamaica.
El propietario es el jefe de la banda.
El naufragio de anoche lo provocaron ellos.
¿Estaba usted allí? - No, por suerte.
Yo aún estaba a prueba.
Sólo ayudé a transportar más tarde el botín.
Y diga...
...¿ha informado ya a sus superiores?
No, no lo he hecho aún.
Busco a alguien más importante que Merlyn.
No comprendo.
¿No dijo que Merlyn era el jefe de la banda?
Sí, el jefe de la banda, pero recibe órdenes de otros.
La información le llega de fuera, alguien piensa por él.
¿Sabe quién es? - No, no lo sé.
Ni siquiera su mujer lo sabe.
Tampoco la banda lo sabe.
Pero ese es el hombre que debemos encontrar.
¿Oye? - Sí.
Ya están preparados para esta noche. Habrá otro naufragio.
Pero ellos no sabrán en qué lugar de la costa...
...hasta que el verdadero jefe les dé la información...
...y para ello tendrá que ir a la posada esta noche.
Nosotros llegaremos antes. - Pero no podemos ir solos.
Déjeme un caballo e iré a pedir ayuda a la guarnición.
Eso nos llevaría mucho tiempo.
No vamos a permitir que ese hombre se nos escape de las manos.
Usted y yo iremos inmediatamente a la posada mientras...
...el mozo lleva un mensaje a la guarnición de Toureou.
Tome.
Dice que la gentuza de Merlyn ya está advertida, ¿verdad?
Yo creo que entre los dos podremos hacerles frente...
...hasta que lleguen los soldados. - Estoy dispuesto, señor.
Magnífico, será toda una aventura. ¿Disparo?
Adelante.
Chadwick, ¿la bolsa o la vida?
Ropas para el señor, las de lord Yorks.
Muy bien. - ¿Quién está al mando?
El capitán Boyle. Irlandés, creo. Una bella persona.
Le escribiré una nota. - No, no, yo lo haré.
Usted póngase las ropas de lord Yorks y dese prisa.
Al capitán Boyle.
Señor comandante...
...de la guarnición de Toureou.
¿Qué le digo?
¿Por qué... por qué no redacta usted mismo el mensaje?
Necesitamos ayuda urgente.
Muy bien, necesitamos...
...ayuda urgente.
Tengo aquí conmigo a un oficial de la ley...
...James Trehearne.
Oficial de la ley.
Nombrado para investigar una serie de naufragios...
...organizados por los delincuentes de estas costas.
Delincuentes de estas costas.
Me informa que esos delincuentes...
...tienen su guarida en la posada de Jamaica...
...y que posee suficientes pruebas...
...como para ahorcar al propietario y a sus cómplices.
¿Ya está vestido? Qué bien le sienta.
Mucho mejor que a lord Yorks.
Debemos encontrarle un sombrero.
Chadwick.
Tenemos que irnos inmediatamente.
Ya está. Mary no debe saber nada de esto.
No, no, no hay necesidad, pobrecilla.
Evidentemente quiere mucho a su tía Patience.
No tuve alternativa, sir Humphrey, no podía decirle la verdad.
Chadwick, dile a Sam que venga inmediatamente.
¿Dónde está? - En la cocina, señor.
¡Sam! Llévese una capa. Le hará falta con el viento que sopla.
Chadwick, tráele al señor la capa azul y un sombrero.
Y tráeme también a mí una capa y un sombrero.
Sam, estás aquí. Lleva esto.
Cabalga hasta Toureou lo más veloz que puedas.
Entrégale eso al capitán Boyle, comandante de la guarnición.
Sí, y no pierdas un segundo. - Ya lo has oído.
Dile antes a Robins que quiero mi carruaje inmediatamente.
Sí, señor. - Vamos.
Chadwick.
Estás aquí, gracias.
Dile a la señora Black que se ocupe de la joven.
Que trate de persuadirla de que se acueste y descanse.
Será lo mejor. Muchas gracias.
Y discúlpame con los huéspedes.
Hazme el favor de decirle a lord Yorks...
...que regresaré para la cena. - Sí, señor.
Robbins.
¿Qué pasa con mi carruaje? ¿No está listo?
La joven salió por la puerta de atrás y se lo llevó, señor.
¿Qué dices? - Dijo que... que era para ella.
Caballos, deprisa.
Debes huir conmigo ahora mismo, aún hay tiempo.
¿Qué ocurre? - El hombre al que salvé la vida...
...es un oficial de la ley. - No.
Viene hacia aquí con sir Humphrey.
Enviaron a un mozo a Toureou para pedir ayuda.
Debo cambiar de vestido.
Coge tus cosas antes de que lleguen.
Tengo que avisar a Joss. - No hay tiempo.
No me iré sin él.
¿No comprendes que lo saben todo? Y yo también lo sé.
Es tu última oportunidad de librarte de él, no tendrás otra.
No. - Es un ladrón, un asesino.
Pero es mi marido.
Mary, no lo entiendes. No puedes entenderlo.
Ha venido a prevenirnos, debemos huir.
¿Dónde está ese tipo? ¿Dónde está Trehearne?
Joss, vienen por ti.
Trehearne es un oficial al servicio de la ley.
Silencio.
Creo que no tengo necesidad de decirte...
...por qué estoy aquí con este oficial, Merlyn.
Bueno, quizá lo hayas adivinado.
En mi calidad de magistrado exijo el derecho a entrar en la casa.
Será mejor que nos dejes pasar.
No hay nadie, sir Humphrey. - ¿Ya ha llegado?
Qué rapidez, señor Trehearne.
Los representantes de la ley tienen mucha prisa.
Lo siento. Venga aquí, señora Merlyn.
Ella no tiene nada que ver. - Eso es lo que espero.
¿Por qué no fue sincero conmigo? ¿Por qué no me dijo quién era?
¿Para que pudiera prevenir a su tía como ha hecho ahora?
¿Por qué no? Ella es inocente.
No tenga miedo, no huirá.
Se lo he pedido, pero no dejará a Joss por nada del mundo.
Quizá la señora Merlyn nos quiera preparar algo de beber...
...para que se nos pase el frío. ¿Qué quiere, Trehearne?
Un coñac caliente para mí. - Vamos arriba, Joss.
Joss. - Déjame.
Siento mucho todo esto, créame.
Pero no se preocupe, haremos las paces.
Tía Patience, ¿tú sabías lo que hacía Joss?
Yo le amo. - ¿Sabías...?
Nadie puede dejar de ser quien es.
Joss no puede, yo no puedo, no es posible cambiarlo.
Ahora podrías irte, aun ahora, podrías irte.
Mary, ve a ponerte otro vestido mientras yo sirvo el coñac.
Por aquí es por donde entrará, estoy seguro.
Esperas visitas, ¿verdad, Joss?
Entrará por una de esas puertas, estoy seguro.
Intenté abrirlas, pero están cerradas.
Dame la llave.
Si no me la das, romperé la puerta.
No seas tonto, Merlyn, dale la llave.
Vamos, entra.
Cuidado con la cabeza, sir Humphrey.
Estas puertas son muy bajas. - Sí, gracias.
¿Para qué sirve esta pieza? - No se utiliza.
¿Qué dice, Merlyn? - Que no se usa nunca.
¿Por qué hay fuego encendido? - Creo que tiene razón.
El visitante llegará de un momento a otro.
Muy considerado.
A mí me gusta el fuego.
Aquí hay algo.
¿Qué cree que es? - Sangre sobre la seda.
Esto pertenece al último naufragio.
Qué poco astuto, Joss.
Yo diría que descuidado.
¿Ve esto, sir Humphrey?
Alguien ha estado aquí, oculto detrás de la cortina.
¿Señales? - Evidentemente.
¿Quiere abrir la puerta del corredor?
Desde luego.
Gracias.
Gracias.
Joss, ¿a quién esperas? - ¿Le gustaría saberlo?
Se lo diré.
A Papá Noel como en Navidades.
Haré que la justicia sea clemente si me lo dices.
¿Quién planea los naufragios? ¿Quién lo hace?
Adivínelo usted, señor oficial.
Caramba, cuánta suciedad.
He dejado la puerta abierta. - Muy bien.
¿Y la vela? Ahí está.
La encenderé.
A las mujeres sería mejor encerrarlas en su cuarto.
Iré a buscarlas.
Oiga...
...¿quiere traerme mi coñac ya que baja?
Bien.
Todavía sopla.
Y con violencia, señor. - Ya sabes las órdenes.
¿Un naufragio? ¿Esta noche?
El capitán Murray hubiera preferido cenar conmigo.
No le gusta nada la comida de a bordo.
Estaba disgustado por tener que navegar por esta costa...
...a la hora de la cena...
...lo cual quiere decir que estará en Punta Barret...
...a las nueve de la noche aproximadamente.
Sí, señor. - Bien.
¿Qué llevan a bordo, señor? - Entre otras cosas, oro.
Ten mucho cuidado, Merlyn, porque tengo necesidad de dinero.
Y si el viento deja de soplar habrá que quedarse en el puerto.
¿Qué?
Me voy a tomar unas vacaciones. Y te aconsejo que hagas lo mismo.
¿Por qué? ¿Qué ha pasado? - Nada, todavía nada.
Pero si las autoridades han enviado al señor Trehearne...
...es que sospechan.
Volveré cuando haya pasado el mal momento.
O sea que es el último. - Sí, de momento, sí.
Yo partiré esta noche con la nave de Falmouth a Cenmalou.
Pasaré por aquí antes de irme, de modo que tenlo todo preparado.
A las francesas les agrada el oro y las joyas.
¿Y qué pasa con Trehearne?
¿Cuándo llegarán tus hombres?
Si este es el resultado de haberle salvado la vida...
...desearía no haberlo hecho.
¿Cree que me gusta lo que estoy haciendo?
¿Ocurre algo?
No, nuestro amigo quería gastarme una de sus estúpidas bromas.
Todo está listo. Las mujeres encerradas...
...la puerta está abierta y la luz en la ventana.
Todo dispuesto menos la ayuda que esperamos.
El mozo salió para Toureou poco antes que nosotros.
Hace apenas una hora y cuarto.
Según mis cálculos, el capitán Boyle llegará en diez minutos.
¿Lo has oído, Joss?
Hay una sola posibilidad de salvarte.
Di quién es tu jefe y cuenta la verdad.
Eso me recuerda que aquí tengo la orden de detención...
...sin el nombre, claro.
Lo pondremos cuando sepamos quién es.
¿Quieres escribirlo tú mismo, Joss?
Tú has corrido todos los riesgos.
Tú, Harry, el Salvador y los demás, todos menos él.
¿Y qué habéis logrado con ello? Las sobras.
¿Habías pensado en eso, Merlyn?
Tienes la oportunidad de liberarte para siempre...
...de convertirte en un aliado de la justicia.
¿Por qué no lo haces? ¿Crees que él dudaría en tu lugar?
Ese tipo se pondría a salvo el primero.
¿Cómo lo sabe? - Sacrificaría a cualquiera.
Parece tener una idea muy clara de ese individuo.
Dígame, ¿qué clase de hombre cree usted que es?
Un hombre que no sólo provoca los naufragios...
...sino que además asesina a sangre fría a los supervivientes.
Él permanece alejado prefiriendo pagar a la gentuza de la costa...
...para que la sangre no manche sus manos, pero no es así.
Que Dios le asista...
...porque ese canalla tiene manchada de sangre hasta el alma.
Los soldados.
Sir Humphrey.
Les diré que rodeen la casa y que esperen hasta oír la señal.
Mucho cuidado, señor.
Quietos todos.
Sir Humphrey, son los de la banda.
Hay alguien arriba. Id por detrás vosotros, impedid que salga.
Sir Humphrey.
Ya saben que estoy aquí, además no puedo salir.
¿Qué vamos a hacer ahora? No podemos...
¿Estás hay, Joss?
Joss.
El señor de Pengallan.
Sí, Harry, al respetable juez de paz...
...traído hasta aquí por tu camarada el señor Trehearne...
...que olvidó decirnos que él es un representante de la ley.
¡Maldito!
Vinieron aquí para ahorcarnos por los naufragios.
Seremos nosotros los que les ahorcaremos, vamos.
Esperad.
Tenemos que andar con mucho cuidado.
¿Qué pasa?
No querrás que nuestro muy respetable juez de paz...
...sea encontrado aquí muerto, ¿verdad?
No se lo encontrarán. - Pero le echarán de menos.
Es posible que alguien sepa que ha venido.
Debemos liquidarlos. - Claro que sí.
Pero de una manera bien planeada.
Y ahora no disponemos de tiempo.
Tenemos otro naufragio.
¿Esta noche? - A las nueve.
Nos ocuparemos de ellos cuando volvamos.
Atadlos a los dos.
Déjame, yo me encargaré de su señoría, será un placer.
¿Creéis que sólo vine por vosotros, imbéciles?
Os dije que hay alguien por encima de Joss.
Joss lo sabe. Si esperáis, aparecerá.
Va a venir esta noche. - Calla de una vez.
Quieres ganar tiempo. Te gustaría evitar el naufragio.
No lo conseguirás.
Y después vendremos a ocuparnos de vosotros así.
Joss, ¿has terminado de acomodar a su excelencia?
Los pondremos bien juntitos.
Cuando regresemos...
...su señoría sufrirá un desgraciado accidente.
¿Qué prefiere, su señoría?
¿Un carruaje que se despeñe por los acantilados...
...o que se lo lleve la marea acompañado de su amigo Jim...
...mientras los dos conversan tranquilamente en la playa?
Eso es, así ni la muerte los separará.
Os advierto a todos que si nos tocáis un solo cabello...
...acabaréis colgados de una cuerda...
...y más tarde cubiertos de alquitrán...
...para que el clima no os afecte mucho.
Es hora de irnos. - ¿Y quién se queda con ellos?
No podemos dejarlos aquí solos. Quédate tú, Salvador.
Así podréis dialogar todos juntos sobre la eternidad.
Yo no. - Haremos falta todos en la playa.
Patience vigilará. Sube y trae a las mujeres.
Date prisa. - Lamento verte aquí, Willy Pencyl.
Te dije el año pasado cuando te trajeron ante mí por robar...
...que no frecuentaras malas compañías.
Y ya ves como tenía razón.
Como ve, su deseo se convertirá en realidad.
Podía haberme dejado donde me encontró.
¿Qué hace ella aquí, Joss? - Vino para prevenirnos.
No estés tan seguro, fue ella quien desencadenó las cosas.
No sé por qué... - Yo me ocuparé de ella.
Tengo una tarea agradable para ti, Patience.
Coge esto y vigila a los caballeros.
No debes confiar en una mujer.
He dicho que os necesito a todos. Están bien amarrados, ¿no?
Además, tanto mejor si el dedo que está en el gatillo...
...es un poco nervioso.
Yo que usted procuraría no moverme.
No le gustaría que le agujerearan la casaca, ¿verdad?
No tengas miedo, querida.
Es posible que no tengas necesidad de usarlo.
Bien, vámonos.
Tía, tú no puedes permitir esto, no puedes...
Cállate, tú vienes con nosotros.
Déjala, no puedes llevarla al naufragio.
Joss. - Claro que no, señor Trehearne.
La dejaré aquí para que le salve la vida...
...por segunda vez en veinticuatro horas, vámonos.
Merlyn...
...responderás ante mí de su seguridad.
Sí, señoría.
¿Qué demonios pasará con los soldados?
Es verdad, tardan mucho.
Si llegaran, aún podrían salvar a los náufragos.
Es difícil, no sabemos dónde será el naufragio.
Sabe, sir Humphrey, antes de que llegáramos...
...vino alguien aquí. - ¿Qué le hace pensar...?
Si no Joss no sabría dónde será el naufragio.
Señora, si el capitán Boyle la encuentra así, nada podrá salvarla.
Qué fastidio.
Chadwick tendrá que esperar para servir la cena.
Señora Merlyn, me pregunto si esa pistola estará cargada.
Usted no tiene experiencia en este tipo de cosas.
¿Me permite echar un vistazo? - No sea tan ingenuo, señor.
Bueno, señora Merlyn, creo que no está usted bien informada.
Temo que no sepa los detalles de esta situación.
Conozco a su marido mejor que usted...
...y pienso que no cargó la pistola...
...por la misma razón que no me ha dejado indefenso.
A ver...
Muy bien.
Señora Merlyn...
...siempre la he admirado por su devoción hacia su marido.
La mujer seguirá al marido...
...aun cuando el marido sea nuestro amigo Joss. Admirable.
Si este oficial lograra escapar...
...su marido lo pagaría con la vida.
De modo que no necesito decirle la importancia de su misión.
Así.
Vigílelo.
De cerca.
Y si hiciera el más mínimo movimiento, dispare.
Mantenga el dedo en el gatillo.
En el gatillo, señora Merlyn.
En el gatillo.
Y así todo acabará bien.
Se olvida de algo, Pengallan. Del capitán Boyle.
Sus tropas están al llegar. - El capitán Boyle no existe.
Y por lo tanto sus tropas tampoco.
Señora Merlyn, suélteme, pronto.
Por favor, no se mueva.
Vamos, vamos, deprisa, deprisa.
Daos prisa.
Tú, sube a quitar el farol, rápido.
Otra vez lo mismo, yo también quiero estar aquí.
No puede ser. Esto es cosa de hombres, no de niños.
Nunca me dejas tomar parte. - Ve, deprisa.
¿Te gustaría que te trajera un bonito anillo de regalo?
Y si quieres, con dedo y todo, ya me entiendes.
Ten cuidado, no la pierdas de vista.
Vamos, los demás a trabajar, vamos, vamos.
Señora Merlyn, ¿dónde será el naufragio?
No lo sé.
No puede permitir que eso suceda.
Van a morir hombres inocentes y usted será la culpable.
Ama a su marido, ya lo sé.
Y yo voy a detenerlo si puedo.
Pero los hombres de esa nave también tienen esposas.
Piense en sí misma si Joss estuviera a bordo.
La nave va navegando hacia Falmouth y hay tormenta.
En algún punto de la costa se apaga una luz...
...imagine la nave destrozada...
...los hombres desesperados aferrándose a las amarras...
...aullando ante el horror de las olas.
Y luego el asalto, los robos.
Tiene que dejarme ir, debe decirme dónde será el naufragio.
No puedo, no puedo, yo no lo sé.
Nunca lo supe.
Señora Merlyn.
Desáteme, yo lo descubriré.
Desáteme, apenas hay tiempo.
No puedo, ¿qué le pasaría a Joss?
Usted debe elegir.
La vida de esos hombres o lo que pueda ocurrirle a Joss.
Después de todo, él es un hombre sólo.
Sí, pero es mi hombre.
Señora Merlyn, ¿y si yo le permitiera a Joss...?
¿Dónde está la guarnición más cercana?
En Kerning, señor. - Quiero su carruaje.
Déme las riendas en nombre de la ley. Mi credencial.
Allí está, mirad.
La luz. Adelante, a toda marcha.
Eso es, Joss. - Dánosla a nosotros.
Nos ocuparemos de ella y muy bien por cierto.
¡Así! - Estoy seguro, Harry...
...de que te darás cuenta de que esto requiere mi atención.
Vamos, ven, pequeña.
Dejadla, sube al carro, rápido.
¡Quietos!
No puedes llevártela.
Nos ha robado nuestro mejor botín.
Dánosla. - ¡Robado!
Sí, claro que les he robado.
Les privé de la ocasión de llenarse los bolsillos...
...asesinando a pobres inocentes. Y me alegro.
No me importa lo que me pueda ocurrir.
Cállate, idiota.
Chadwick, estaré ausente algunas semanas.
No sé cuánto tiempo me retendrán mis negocios.
Sir Humphrey. - ¿Qué sucede, Sam?
No pude entregar su carta, señor.
El regimiento se marchó de Toureau hace tres semanas.
¿De veras? - Nadie conocía al capitán Boyle.
¡Increíble! - ¿Debo ir a Borning, señor?
No. No tiene importancia. Eso es todo.
Chadwick, aún no puedo darte mis señas de Francia.
Señor. - Chadwick, ¿qué ocurre?
Perdone la libertad, señor, ¿no estará usted enfermo?
¿Enfermo yo?
No.
No me he sentido mejor en mi vida.
Acércate.
Lo cierto es que estoy cada vez más joven.
Oye, estoy tan joven...
...que me llevaré a una muchacha conmigo de viaje.
Sí, señor, ¿algo más? - Sí, no pongas esa cara de tonto.
Sam. - Señor.
Cuida bien de la yegua y del bayo, y...
Acércate.
Vigila a Chadwick.
Se está volviendo loco, estoy seguro.
Vámonos.
Señor Chadwick, ¿se está...?
Hace muchos años que lo vengo observando.
¡Tía Patience, tía Patience!
¡Tía Patience, tía Patience!
¡Mary!
Joss, ¿qué ocurre? - Joss está herido.
¡Joss! ¡Joss!
¡Joss!
Mary, ¿qué ha pasado?
Evité el naufragio, tía Patience.
Los hombres me atacaron y Joss me salvó.
Ellos le dispararon.
Joss, Joss.
Patience.
Patience, querida.
Te pondrás bien, yo cuidaré de ti.
Eres muy buena, Patience.
Yo...
Yo te quiero.
¿Dónde está Jim? ¿No estará...?
Huyó de aquí, pequeña, corté sus cuerdas.
Mary, me prometió que dejaría escapar a Joss.
¿Sabes lo que eso significa? Podremos irnos de aquí juntos.
Joss y yo.
Ayúdame, Mary, tenemos que irnos cuanto antes.
Empezaremos una nueva vida.
Viviremos sin miedo entre gentes decentes que no nos conozcan.
Será como los primeros tiempos en Borning.
Joss era tan distinto.
Es fuerte y se repondrá.
¿Verdad?
Sí, claro.
Cuando se haya recobrado un poco nos iremos, enseguida.
Joss no debe estar aquí cuando él regrese.
¿Quién?
Mary, no te lo he dicho.
No lo he sabido hasta esta noche.
Pero siempre pensé que Joss no era su propio amo.
Hay alguien más, alguien que planeaba los naufragios...
...y Joss estaba en sus manos. Y esta noche descubrí quién era.
¡Tía Patience, tía Patience!
Dame un trago, Patience.
Un trago.
Sí, Joss, sí.
Un disparo limpio, ¿eh?
Lo siento.
Pobre criatura. Has sufrido tanto.
Tuve que matarla porque ella te iba a contar algo de mí...
...y quería hacerlo yo.
¿Impediste el naufragio?
Qué pena, yo contaba con él.
Eres una muchacha muy valiente...
...pero ahora me colocas en una situación extremadamente difícil.
Suélteme, déjeme ir. - No grites así, por favor.
Tendré que amordazarte con este pañuelo.
Dime si te duele, ¿eh?
Claro que no me lo puedes decir. Qué tonto soy.
Baja las manos.
Baja las manos.
Si no te las tendré que atar también.
Así.
Esto impedirá que la cuerda...
...te lastime las muñecas.
Ya ves, ahora estás completamente sola.
No te queda nadie en el mundo salvo yo.
Y yo me ocuparé de ti.
Ahora nos iremos juntos. Tenemos que irnos ya.
Trehearne podría volver. Mejor será que te pongas esto.
El viento sopla frío.
Yo siempre digo...
...que nunca se toman demasiadas precauciones...
...pero nadie me cree.
Y no querrás que la gente...
...te vea en este estado, ¿eh?
Así, muy bien.
Mi coche no está muy lejos.
Debemos darnos prisa.
Deprisa.
Deprisa.
¡Sir Humphrey!
¡Y la muchacha con él! - ¿Y Joss?
¿Dónde estará Joss? - Vamos.
Trehearne ha desaparecido también.
¡Joss, Joss!
¡Harry, ven!
Muertos, los dos.
No debiste matar a Joss.
Ha llegado la hora...
...de que nos vayamos.
¿Qué miráis? Marchaos.
Cada uno por su lado.
Los soldados.
¡Deteneos! ¡Deteneos!
¡A por ellos!
¡Quieto! ¿Dónde está Mary?
No lo sé. - Sí lo sabes, responde.
Calma, hombre, calma.
Le decepcionará saber, señor Trehearne...
...que la muchacha encontró a otro caballero.
La acabo de ver marchándose con su señoría.
¿Ese monstruo?
Tengo que encontrarla. Capitán, déme unos cuantos hombres.
Soldado, reúna seis hombres...
...y que vengan con el señor Trehearne y conmigo.
No me gusta nada, no me gusta nada.
Ha sido por romper ese espejo.
Te lo dije, siete años de mala suerte.
No, Dandy, no van a ser siete años...
...será toda la eternidad. - Y ahora ¿Qué va a pasar con nosotros?
- Será una ejecución pública...
y con mujeres mirando...
Listo.
- Esto no servirá - Mejor atalo.
¿Porqué hacen esto? Porqué no me encadenan.
Alto. Quiero ser encadenado como los demás.
Escúcheme, tengo derecho a ser tratado como todos ellos.
Yo hice lo mismo que ellos ¿no es así?
Entonces quiero que me ahorquen como a ellos.
Me ahorcarán.
No quiero que me ahorquen
No quiero morir, soy muy joven. Tengo apenas 17 años
No lo va a permitir. ¿Verdad?
Sólo hice lo que dijeron que hiciera.
Jamás maté a nadie. Nunca estuve cerca de ningun naufragio.
No deben ahoracarme. No deben. No lo hagan.
No quiero morir.
Esta es mi casa. ¿Ve?
Cruzando el cerco.
Los Pengallan lleva mucho tiempo aquí...
y puede que no vuelva a verla.
Tal vez nunca podamos regresar.
Nos iremos muy lejos.
A un lugar más soleado: ltalia, tal vez a las islas Griegas.
¿Se da cuenta que necesitaremos mucho dinero?
Tengo el suficiente. Debo tener lo suficiente.
Siempre supe, que para vivir como un caballero...
cómoda y elegantemente ...
un hombre debe tener dinero...
y algunas posesiones bellas como tú, querida.
- ¿Donde está Sir Humphrey? - Salió por negocios, señor.
- ¿A Donde? - Responda, hombre.
Sir Humphrey viajo a San-Malo.
¿Que pasa aquí? Es usted.
- Santo cielo. Mi traje. - Perguntan por Sir Humphrey.
¿Para que lo necesita? ¿Que es lo que pasa?
Sir Humphrey es la cabeza de un grupo de contrabandistas...
que están detenidos en Jamaica Inn.
Ya guardé su equipaje abajo señor.
En el camarote grande.
¿Uste es el encargado? Traiga una botella de brandy.
Muy bien, señor. Por aqui. Sigame.
Este cuarto. ¿Es lo mejor que tienen?.
No temas, querida.
Vas a estar cómoda.
Nunca me gustaron los naufrágios.
Ni tampoco mezclarme con asesinos.
Hice lo que debía. Muchos de mis amigos viven en la pobreza...
y yo vivo como un príncipe.
Ahogué a cientos de marineros para lograr esto.
Como un príncipe.
Y voy a hacer de tí una princesa.
Creo que estás contenta porque no vas a casarte con ningún tonto.
Te dare una docena de hijos.
Cualquier hombre sensible...
preferiría verte muerta.
En Paris, tendrás una criada para atenderte.
Yo me ocuparé personalmente de tu vestuario.
Sí, yo te vestiré, mi querida.
Haré que esta piel suave no lleve más que seda.
Verde claro, ¿te gusta?
Deja de llorar.
Deja de llorar.
¡Estúpida!
Debes ser hermosa, todo lo dura que quieras...
...pero hermosa, te tendrás que endurecer a la fuerza.
Ya no existe la caballerosidad.
La gloria de Europa se ha esfumado.
¡Deténganse!
¡No suelten las amarras!
¡Trehearne! ¡No dejaré que te lleve!
No deberías haber hecho eso. Qué infantil.
Lamentable, desagradable.
Capitán Johnson.
Sir Humphrey Pengallan, entréguese, se lo ruego.
Sir Humphrey, suelte a esa joven.
Que nadie se atreva.
Apártense todos, vamos a disparar.
No, no, no disparen, no sabe lo que hace.
Está loco, les digo que está loco.
Sir Humphrey, déjela. - ¡No se acerque!
No te dejaré.
Por favor, estate quieta.
Se va a caer.
Jim, no le hagas daño, no es culpa suya, está loco.
Baje de ahí.
Baje y entréguese.
Sir Humphrey.
¡Baje!
¡Baje y entréguese!
Dios mío, ¿qué está haciendo allí arriba?
Baje, sir Humphrey, entréguese.
No le haremos daño, se lo prometo.
Baje.
Bajaré para ocuparme de usted, señor Trehearne.
Si tiene la gentileza de dejarme un poco de espacio.
Hagan bajar a ese hombre.
Vamos a intentarlo, señor.
¿Qué esperan? ¿Quieren un espectáculo?
Pues lo tendrán.
Y así podrán decir a sus hijos y nietos...
...cómo fue el fin de la edad de oro.
Abran paso para Pengallan.