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¡Tú pá acá chica, tú pá acá! ¡A ver, una mujer es lo que te hace falta a ti, una mujer!
¡Una mujer! -le grita uno, casi al borde del orgasmo sádico, a mi hermana. Siéntate aquí, que tú aquí no mandas. Aquí no mandas tú ¿qué te pasa vieja? Ta bueno ya. ¡Cállate la boca!
Yo no he hablado -le aclara Yunia-.
Yo no he hablado, así que te equivocaste.
Mientras en el patio exterior de la estación de policías de Infanta y Manglar otra escena de violencia se repetía contra mí.
Por favor, deme el bolso.
¿Qué le están haciendo a ella?
Oye, mira, párate ahi.
No, no… qué le están haciendo.
¡Párate ahí, párate ahí!
No, yo no puedo dejar que a ella le hagan nada.
A ella no van a hacerle nada… Sí... sí... sí
Yunia... -la llama Ricardo Medina que está en el calabozo de hombres-
¡¿Por qué la tienen ahí…?!
¡Cuidado con ella! -grita Ricardo- ¡Cuidado con ella!
¡Cuidado con ella! No la maltraten. ¡No sean tan abusadores! Esa es Yoani Sánchez.
-¡Déjenla!
¡Abusadores! Coño... matan a uno ayer y hoy …
Estoy aquí en contra de mi voluntad. -digo tirada en el piso mientras recibo varios puntapiés para que me pare.
Detenida arbitrariamente -atino a decir desde el piso donde me han tirado-. Por policías que no tienen chapas.
Oye, ¿Por qué no están metidas ellas dentro de un calabozo ya? -le dice un policía al que había incautado también el móvil-.
Ellos, ellos
Mira, porque ella tenía el celular arriba. Mira a ver si la otra, si "Yoanni" tiene otro celular arriba.
La primera que tenía (…) tenía celular.
Yo se lo quité ahora ahí.
Esto se ocupa. Pá acá.
Espérate, déjame llamar a este para que busque otro calabozo.
Es Yoani Cordero.
Cógele ahí el carnet -hurgan en mi bolsa incautada-.
Caminan por los pasillos de la estación de policía y suben a otro piso, portando el móvil que los graba.
La tenemos allá abajo, donde está el calabozo ese…
¿Quién abre los calabozos aquí? -demostrando que no pertenece al cuerpo de policías de la Unidad-.
El que está de la parte de acá.
El mismo ese que está ahí.
Asere por qué esto está en candela, ahora.
Tá lleno de gente eso ahí.
Mira ¡Yuniesker! Hace falta coger a un oficial de todos los que están ahí para que ayuden con el calabozo allá abajo.
Si es por lo que ustedes conocen, que lo ponga al lado ahí. -hace referencia a los sucesos relacionados con el funeral de Zapata-.
Jefe. Allá abajo hay un problema ahí… porque trajeron a una de las cabecillas fundamentales. Hubo que hasta arrastrarla pá adentro.
¿A cuál, a la mujer? Sí.
A mí me parece que ella…
No hay nadie allá abajo… eso está solo… esa gente todos vienen juntos y están formando lío.
¡Fidel…!
Pero él está aquí, no puede irse de aquí.
Ve a ver a Marrero que ponga otro hombre para eso.
No Marrero no... ¡Yuniesker! Baja pá allá abajo.
¡Chama!
¿Qué volá?
Oye… dice Samper…
Oye, vamos a coger un momentico al hombre ahí para que la lleve pá la celda
Pá que la lleve pal calabozo.
Hacerle eso a una mujer ¡Qué cosa tan grande! -lamenta Ricardo Santiago-.
Permiso un momentico. Jefe, ¿el calabozo de las mujeres cuál es? Pá que me abran un momentico ahí pá que las meta pá allá adentro.
¡Pssst! ¡Psst! Cuando pueda ahí, pá meterla para el calabozo, ahí.
Sergio… ¡ven!
Por favor, si se puede poner de pie -me dice un hombre vestido de civil-.
Mira, por favor, ¿te puedes poner de pie?
¿Quién me lo está pidiendo?
La policía te lo está pidiendo.
Se puede identificar, por favor. Porque estos policías no tienen chapa.
¿Y quién te dijo que la policía necesita chapa?
La chapa la tienen que tener, porque yo no sé quién…
Eso era antes -me miente-.
No, no, discúlpame, cuando yo fui a la escuela me enseñaron eso…
Mira te voy a explicar, de entrada estás en una unidad de policía.
¿En la unidad de la policía ya estás conforme? -me muestra un carnet que tiene tapada la parte del nombre-.
Déjeme ver su nombre porque puede ser esto una fotocopia.
Porque ella quiere el carnet de identidad -dice uno y retiran el documento antes de que pueda leer nada-.
La reja, mira, tiene dos ejes. La reja hay que abrirla por ahí. Por favor.
Ah… bueno ¿por qué voy para allá adentro?
Claro que vas para allá adentro.
Ah… pál "hotelito" sí -tengo aún fuerzas para bromear-.
Claro, consumen la violación. Encarcélenme sin motivos, sin haber estado perpetrando un delito.
Mira, por favor, mira lo que tú quieras, lo que tú quieras, pero pase, por favor.
Está bien, yo voy a pasar, como no. Esto es lo que ustedes saben hacer, encarcelar a personas que hablan. Bueno, cumplan con su deber -sigo ironizando-.
¡Qué conflictiva esta mujer, compadre!
Eso sí, eso es de p... Vaya pá que estés claro de eso (…)
No es que la tuvimos que meter pá allá abajo, porque tú no puedes tener eso en ningún lado aquí adentro. Te forma un lío aquí.
Esa mujer es…
No, si eso es del carajo…
(…) Mira, ella grabó cosas con el celular…
Después antes de que se vayan, pá saber de quién es cada cosa, pá ocupárselo pal carajo.
Eso es de ella.
Ellas son hermanas. Son hermanas.
Si no, ustedes se llevan todo eso. Lo del "21" ¿no? -hacen referencia a un agente de la Sección 21 de la Seguridad del Estado-.
Echa pá acá.
Mira… ¡Psst! ¡Psst!... aguanta esto un momentico ahí…
¡Santiago! ¡Oye Santiago! ¡Santiaguero! ¡Santiaguero! ¡Oye!
Oye, acuérdense cuando cojan a la chiquita esa, quítenle todos los celulares y lo que tiene arriba, que nos están grabando todas las cosas.
(Aquí hay un breve corte en la grabación. Por respeto a una detenida que conversa con el policía y para no vulnerar su privacidad,)
Ahora seguro que lo tienen con PIN y con veinte cosas más. Dame acá la cámara. -se refiere a los teléfonos celulares mío y de mi hermana-.
Esta sí es una…
Permiso, ¿Esa que llegó con el pelo *** aquí es una Dama de Blanco?
Ellos son de un grupúsculo, pero no son Damas de Blanco.
Todos son contrarrevolucionarios. Empezando por ésta…
Esa es la cabecilla principal.
La que no se quiso tirar ahí…
Ésta, ésta…
Son hermanas
Yoani Sánchez Cordero
Me parece muy bien.
Trajeron dos más, dos mujeres.
Cuatro y aquí tenemos seis, son diez personas -los detenidos en esa estación en la operación alrededor de los funerales de Zapata Tamayo-.
Ya es hora de ir liquidando a esta gente, porque hay una indecisión. Oye ¿Qué volá con esta gente?
Yo estoy aquí en la unidad del Cerro, ahora. -dice alguien aparentemente en una conversación telefónica-.
Tú te acuerdas más o menos qué cosa era de cada una -hablan de nuestras pertenencias incautadas-.
Este es de Yoani esa…
¿Ella es la que tiene la cámara? ¿no?
No lo junte con esto.
¿Y esto de quién es?
No, no sé.
Tocan un botón en el móvil y este deja de grabar.