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Para mí Paige es como una hermana perdida que nunca tuve y debí haber tenido.
Lo increíble es que Paige y yo hayamos estado tan unidas sin siquiera conocernos personalmente.
Retrato familiar de las amigas que nacieron amigas 4 00:00:14,000 --> 00:00:16,000 Nappanee, Indiana
Esta es la primera vez que tuve a Sarah en mis brazos.
Mi mamá estaba embarazada de mí y se enteró de que yo tenía un solo brazo a las veinte semanas, creo.
Ella quería encontrar a alguien más que estuviera en la misma situación.
Así que buscando, visitó un sitio web donde encontró a Theresa y a Paige.
Auckland, Nueva Zelanda
Cuando Sarah y yo nacimos, nuestros padres se enviaban cartas y fotografías y esas cosas, así que se hicieron amigos.
Y luego perdimos un poco el contacto porque Theresa tuvo dos hijos más.
Cuando tenía ocho años, necesitaba a alguien que me acompañara y me comprendiera. Entonces decidí que quería encontrar a Paige.
Mi mamá recibió un correo electrónico de la mamá de ella y, aparentemente, ellas nos habían estado buscando por tres años.
Nosotros enviamos los primeros correos electrónicos. Un día le pregunté si tenía Skype.
“¿Qué hora es allí?”
Cuando vi a Paige por primera vez, fue como verme en un espejo.
Cuando vi a Sarah, me dije: “Ah, así es cómo me ve la gente”.
Hablamos sobre chicos, la vida, y comparamos situaciones.
A ella no le preocupa realmente lo que la gente piense de ella. Ella puede sentirse feliz usando una camiseta de mangas cortas.
Ella me ayudó mucho y me dio mucha confianza.
No es que hubo menos desafíos después de conocerla, sino que ya no estaba sola para enfrentarlos.
“Y muevo el pincel o muevo el dedo”.
“¿Entonces muevo el dedo?” “¡Sí!”
Le podía contar a Sarah cosas que no le podía contar a mis amigos... Le confío mi vida.
Hemos estado tan unidas durante ocho años, pero a miles de kilómetros de distancia. Definitivamente, no estaríamos tan unidas si no fuera por Skype y su forma de conectarnos.
Algunos mejores amigos entran y salen de nuestras vidas. Yo siento que Paige siempre será mi mejor amiga, pase lo que pase.
Es increíble que nunca nos hayamos conocido personalmente. Siempre soñamos con ello, pero nunca sucedió todavía.
Y luego sucedió...
No puedo creerlo. Creo que todavía no me doy cuenta de lo que está sucediendo.
“Estoy muy nerviosa”. Esto parece irreal.
“Cinco minutos y treinta y cuatro segundos”.
“¡Eres tan bella!” “¡Tú también!”
“¡Por fin te puedo abrazar!”
“¡Yo no puedo hacer eso!”
Estoy segura de que siempre tendremos tiempo para compartir porque esta es una de esas amistades que no se repiten.
Somos como dos gotas de agua que se encontraron en el océano.
Stay together