Tip:
Highlight text to annotate it
X
JERUSALÉN
Querida Laila. Me siento como si fuera el último día de mi vida.
Escribiéndote ahora, me acuerdo, hace muchos años, del día que te vi...
por primera vez, cuando tu familia se mudó a la casa de al lado.
¡Árabes viviendo al lado de judíos! Estaba confundido, Laila. Y asustado.
Intenté todo para llamar tu atención.
Al final, te fijaste en mí.
Me dolió la cabeza durante una semana, pero, ya éramos amigos.
Nunca olvidaré aquellos días. Creíamos que durarían siempre.
Ahora me doy cuenta de que estábamos equivocados.
PUERTO DE HAIFA, 1967
En nombre de la Agencia Judía, bienvenidos a Israel.
Yo estuve una vez donde ahora estáis vosotros, así que sé lo que sentís.
Muchos habéis luchado y sufrido, perseguidos por vuestras creencias.
Pero, ahora, al fin, habéis alcanzado la Tierra Prometida. Seréis ciudadanos...
con todos los derechos y vuestros hijos y los hijos de vuestros hijos...
encontrarán hermandad y aceptación en vuestro hogar.
- Ben, ¿adónde vas? - AI cine.
- ¿Tan temprano? - A Jerusalén. Zev va a llevarme.
¿ O sea que me dejas aquí solo con todo esto?
- Confío en ti. - Vete. ¡Vete!
¿ Qué haces aquí, sinvergÜenza? Vamos, Ben. ¡Vámonos, arriba!
Y ahora las últimas noticias, ofrecidas por los servicios informativos.
La BBC. En el sur, las tropas egipcias han empezado a desplegarse.
Como respuesta, las tropas israelíes están en alerta máxima.
Continúa la movilización, los ciudadanos han sido alertados y se...
preparan para un ataque que se produzca en cualquier momento.
- ¿ Va todo bien? - Sí.
- ¿Algún problema? - No.
- ¿Tus padres no han dicho nada? - No.
Todos los soldados, diríjanse a sus unidades. ¡ Rápido!
¡Vamos! ¡Vamos! ¡ Es para hoy!
Ya nos veremos.
¡ Laila! ¿ Dónde has estado? Tu primo Moustapha ha venido desde Jordania.
- Laila... - Papá...
Laila. Oye, prima Laila...
¿ Crees que nuestros padres van a acordar nuestro matrimonio?
No lo creo, Moustapha. Debo acabar mis estudios.
- No hay nada más importante. - Si pudiera dejar aquí las armas...
- ¡ Fawzi! - Sólo por un tiempo.
- No soy un fanático. - Yo tampoco.
¿ Qué clase de hombre hace explotar un autobús escolar?
¿ Un hombre normal mataría granjeros y les cortaría las orejas?
Los judíos mataron a mi padre. Nuestra tierra fue tomada por ellos.
¿ Cómo puedes sentarte aquí, en Israel, y hablar de paz?
¿ Qué paz?
Estoy preocupado.
Tenemos que prometerlo.
- ¿ Prometer? ¿ Prometer el qué? - Que seguiremos juntos.
- Pase lo que pase. - No puedo prometer algo así.
No sería justo. Pero, siempre seremos amigos.
- Papá, por favor, ven con nosotras. - Es mejor que cuides de tu madre.
Os escribiré más tarde. ¿ Vale?
- Ilana Arnon, lamento informarle... - ¡Zev!
Ahora, mi padre ha sido trasladado a América.
Mi hermana se queda, pero, yo tengo que ir con mis padres.
No quiero irme. Pero, no puedo hacer nada.
No sé cuándo volverás, pero, cuando encuentres esto sé...
que lo comprenderás. Puede que no te enfades conmigo.
Ojalá nos hubiéramos visto por última vez.
Quizás es la mejor manera de despedirnos.
Te echaré de menos.
TEL AVIV 1.973
Señores pasajeros, les comunicamos que el vuelo de las 10.45 se retrasará...
30 minutos, dispulpen las molestias.
Gracias, amigo.
Estoy buscando a mi hermana, llana Arnon.
- ¿ llana Arnon? - Sí.
Bien. Siga por ese camino, hasta que llegue al granero...
¡ llana!
- No es como Jerusalén, ¿ verdad? - Ya te acostumbrarás.
- Me gusta que seas feliz. - Tú también lo serás.
- Ahora estás en casa. - Sí.
Sí.
¿ En América van así? ¡ Menos mal que te han reclutado!
Arnon, Leonid, venga. Nos vamos.
Tú, te vas.
Nada de bromas, Leonid. Nos vamos. Tenemos problemas.
FRANJA OESTE (FRANJA DE GAZA)
¡ Fuera Israel! ¡Somos Palestinos! ¡Somos Palestinos!
- ¡Vamos! - ¡ Moveos, moveos! ¡Atrás! ¡ Moveos!
- ¡Armas! - ¡ Moveos! ¡ Moveos!
- ¡Armas! ¡ Fuera! - ¡Armas!
- ¡Vamos, armas! - ¡ Dov, cuidado! ¡ Dov!
- ¡Vuelve, hijo de puta! - ¡ Espera! ¡ Dov! ¡ Dov!
- ¡Ven aquí! - ¡ Déjame, cabrón!
- ¡ Dov! ¡Ya está bien! - ¡ Hijo de puta!
Vamos, lárgate, déjale ir. ¡Ya basta! ¡ He dicho que pares!
- ¡Ya basta! ¡ Dov, sólo es un niño! - ¿ Y qué? ¿ Qué soy yo?
Vamos, papeles.
Vamos.
¿Algún problema, Arnon?
Adelante.
- Profesora. - Está muy bien. Sigue así.
Anawiya, sigue trabajando.
Este sitio es muy tranquilo. ¿ Me vas a decir lo que hacemos aquí?
- ¡ Podéis iros! - ¡ Bien!
¡ Leonid! ¡ Leonid! ¡Sustitúyeme en la base!
- ¿ Estás nerviosa, prima? - ¿ Y si no le gusto?
- Se va a casar contigo. - Le gustó mi foto.
- ¿Te gustó la suya? - No está mal.
- ¿ Qué te ha dicho tu madre? - Que es ingeniero. Tiene un Cadillac.
¡ Moustapha!
- Mírate. - Perdonadme.
No voy arreglado para lo que he venido a preguntar.
- A Laila no le importa, ¿ verdad? - Claro que no. Pero, este no es lugar.
- ¿ Cuándo, Laila? - ¡ En la boda! Su padre estará allí.
- Hermana. - Vamos al mercado.
- ¿ Sabes que no me gusta Moustapha? - No lo entiendo.
- ¿Acaso es por sus ideas? - No.
No apoyo el terrorismo, pero, entiendo su posición.
Es muy listo. Si te sentaras con él, verías todo lo que sabe.
- Jamileh, yo le respeto... - ¿ Entonces?
- No es lo que yo quiero. - Las familias están de acuerdo...
- ¿no es eso más importante? - No lo están.
¡ Laila! ¡ Laila!
¡ Laila, Laila, espera!
¿ Qué te pasa?
- ¿ Para qué has venido? - Para disculparme.
¿ Por qué? ¿ Crees que nunca antes me había acosado un soldado?
No leíste mi carta. La dejé al mudarnos.
- ¿ Os mudasteis? ¿Adónde? - A Nueva York. Siento lo del control...
- pero, así son las cosas. - No lo puedo creer.
Laila, espera. ¿ Cómo está tu padre? ¿ Qué es lo que enseñas?
Recuerdo lo que decía. Que la educación era el futuro...
del mundo árabe. ¿ Verdad? ¿ Me recordará?
Esto no es América. Olvidas dónde estás.
No lo olvido. Sé donde estoy. Y sé que éramos amigos.
- Y podemos serlo otra vez. - Pueden matarme por hablar contigo.
Muy bien. Pero, prométeme que nos veremos mañana. En la Torre Jaffa...
a las tres, después de la escuela. ¡ Promételo!
- ¿ Quieres bailar? - Dentro de un momento...
Déjala en paz. La princesa necesita descansar.
- Laila, tu primo te lo ha pedido. - Laila es muy independiente.
- Pero, necesita el consejo de su padre. - No está de acuerdo con él.
- ¿ Y qué hay de la tradición? - Le he enseñado lo que sé, Fawzi.
- Ahora responde ante ella misma. - Quizá debería responder a un marido.
Creo que lo que, exclusivamente, interesa es su dinero, Fawzi.
- No la tradición. - Con todo respeto, tío...
en la Franja Oeste, nos preocupa más la libertad que el dinero.
No le hables a Mahmoud de libertad. Le han comprado, como a todos los...
- árabes de Israel. - Los judíos han mejorado nuestra vida.
- No podemos negar eso. - Papá, ellos querían tu voto.
- Sí, el voto del progreso. - Para ti. Para mí, es historia.
No puedo ser feliz con lo que tú tenías en el 48. Una chica judía de mi edad...
gana dinero por el trabajo que realiza. No tiene que cumplir un horario.
No la tratan con desprecio en su propio país, ¿por qué a mí, sí?
Creo que Laila ya se ha recuperado lo suficiente para bailar.
- Le has ofendido. - No quería hacerlo.
- Ya lo sabe. Puede que ya sea hora. - ¿ De qué?
De dejar la casa de tu padre.
¡Arranca!
¿ Puedo hacerte una pregunta?
- Claro. Lo que sea. - ¿ Disfrutas humillándonos?
¿ Cómo puedes servir en un ejército ocupante?
No puedo creerlo. No sabes nada de mí.
- Sé lo que eres. - No. No lo sabes. Sabes lo que hago.
Pero, no cómo me siento. No cómo nos sentimos.
Puede que me equivoque. Lo siento, me he equivocado.
- ¿ Qué es eso? - Nada.
Vamos. ¿ Qué has traído?
- Tuviste problemas. - No tuve ningún problema.
- ¿ Las has cogido tú? - Sí, las he cogido yo.
- Me gustan. - Pues, me alegro.
- Las he cogido para ti. - Gracias.
Ven aquí, siéntate.
- Eso debo hacerlo yo. - No, no.
- Relájate, no hagas nada. - No estoy segura de aprobar esto.
No estás casada. ¿ No quieres una familia?
- Quiero muchas cosas. - ¿ Como qué?
Estudiar, viajar, enseñar en la Universidad.
- ¿ Eso es todo? - Ben, no necesito un marido.
- ¿ Y qué piensas de eso? - ¿ De qué?
- De que todo el mundo se case. - ¿Acaso es un crimen?
No. Sólo que, a tu edad, la mayoría de chicas árabes están casadas.
- Ya lo sé. - Te he ofendido.
No. Estoy cansada de ese tema.
- Ben, ten mucho cuidado. - Sí, vale. Mira.
Ten cuidado
¡ Ben!
- ¡ No hace falta que grites tanto! - ¿ Estás bien?
- Te enfadaste, ¿ verdad? - Sí, me has asustado.
Me refiero a cuando nos mudamos, cuando nos fuimos.
¿ Creíste que la guerra nos enemistaría?
Lo pasé mal. Nuestra familia era tan seria...
Disfrutar de la vida no era aceptable. Los momentos felices que recuerdo...
son los que pasé contigo. Entonces te fuiste.
Durante el tiempo que estuve fuera era como si esperara algo.
Cuando llegó la carta del ejército, hice una gran fiesta, y todos mis amigos...
pensaron que estaba loco. Para ellos, me iba a unir al ejército.
- Para mí, era volver a casa. - Me alegro por ti, Ben.
Es más que eso. Cuando volví, vi que todo había cambiado mucho.
Todo era distinto. Sentía que estaba mal.
Hasta lo del otro día. Me di cuenta de que lo que echaba...
- de menos en mi vida, eras tú. - Ben...
- Lo sé. - No. No lo sabes.
Quiero que conozcas a alguien. Ven.
Laila, Laila. ¿ Cómo estás pequeña?
- Bien - Adiós, profesor. Adiós, Laila
- Adiós. - Adiós.
Adiós, profesor Mansour. ¿ Laila?
- ¿ Le estamos molestando? - Claro.
Profesor Mansour, este es Ben Arnon.
Franklin. Franklin. Ben Franklin. Encantado.
Por favor, entrad.
¿ Quién es este hombre?
- Me llamo Arnon. Soy un soldado. - Así que esto es oficial.
Ben ha estado fuera desde la guerra.
¿ Puede concederle su tiempo? Es amigo mío.
Amigo. Sr. Arnon, daré por sentado que usted es quien dice ser y que...
Laila sabe lo que está haciendo, como, normalmente, sucede.
- Haga el favor de irse. - Sólo le haremos unas preguntas.
No necesito problemas. Y creo que él tampoco.
Aquí está la puerta. Acepte mis disculpas y márchese.
Profesor, si un judío quiere escuchar, ¿no desearía usted hablarle?
- Esa decisión es mía. - Le respeto.
¿ Cuántas veces uno de nosotros viene a usted?
Un judío dice, "esta tierra era nuestra hace dos mil años". Y un árabe dice...
"pero mientras no estabais, hemos vivido nosotros".
El judío dice, "pero, no habéis hecho nada con la tierra.
Volvimos a un desierto y, en 30 años, lo hicimos florecer".
Y el árabe dice, "bonito, y florece. Pero, somos una cultura del desierto.
Nos gusta que haya arena." ¿ Qué representa eso para ti?
¿ Esas barras? Una obra inacabada.
Cuando los hijos de un hombre crecen, y quieren tener su propia familia...
construyen otro piso para ellos, y así pueden estar juntos.
Para un judío, es una obra inacabada. Para un árabe, es el futuro.
- Es hora de irse. - Quédese.
- Por favor, Laila - Quédese.
Tengo que... Es terrible como me malcría.
- ¿ Un cigarrillo? - Por favor.
El café está bueno.
- Café árabe. - ¿ Café árabe? Mi madre lo hace.
No te has dado cuenta de otras influencias árabes en la cultura judía.
La arquitectura, la comida, la música. Sin embargo, lo más importante son...
las similitudes personales. Los palestinos son una raza de locos...
arrogantes, ambiciosos y astutos financieros. ¿Te suena?
Tenemos que mantener un equilibrio entre nosotros, amigo mío...
para conservar nuestra identidad y vivir junto a los judíos.
Si fallamos, estamos perdidos. Todos juntos.
- ¿ Coronel Arnon? - ¡ Ben!
- ¿ Cómo estás? - Bien. Mírate. Date la vuelta.
- ¿ Estoy bien? - No cambiaría nada.
- ¿Arie, es tu hijo? - Sí, Ben. Mi hijo.
- ¿ Como está? - Estoy bien.
Hace seis meses que vino. Y ya construye edificios.
- Estupendo. Genial. - Ven. Te lo enseñaré. ¡ Benny!
- Por fin en casa. - Está vez para siempre.
He hablado con Moishe. Va a elegir a dos soldados de...
tu unidad para promocionarlos. Adivina quién es uno.
Es un honor.
- Ya lo sé. - ¿ Y por qué esa cara?
Papá, me siento más un policía que un soldado. Puede que no sea un honor.
¿ Qué hacemos allí? ¿ En los territorios?
- Defender el país. - No. Registramos cestas de fruta.
- Por las bombas. - ¿ Bombas? Son ancianas y niños.
¿ Ves aquello? Estuve allí en 1.948. Estaba asustado y confundido...
como tú. Nunca sabía cuál de esos árabes, ancianos o niños llevaría...
- dinamita en su carro. - Sabías que hacer...
- Sí, ahora es lo mismo. - No, no es lo mismo. Es diferente.
Es diferente, pero, lo mismo. Es decir, aquello era una guerra...
- y esto es una guerra. Lo es. - Papá, los árabes de los territorios...
están sufriendo en nuestras manos. Sufren en mis manos.
- ¿ Cómo esperas que viva con eso? - Has de recordar dónde vives...
y lo que eres. Nadie quiere esto. Pero, no hay otra opción.
- ¿ No hay? - No. Los árabes podrían perder cien...
mil guerras y, aún así, seguirían aquí. Si nosotros perdemos...
Se acabó el sueño.
En el ejército no hay sitio para esa clase de ideas.
- ¿ Me has oído? - Sí, sí. Te oigo, papá.
Te veré el Sábado. ¿ De acuerdo? Saluda a mamá de mi parte.
¡ Llegan refuerzos! ¡Venimos a trabajar!
¡ No os canséis! ¡ Hace calor! ¡Vamos! ¡ Hola muchachos! ¡ Hola! ¡A trabajar!
- Dame una cesta. - A mí otra. Iremos por allí.
- Voy con vosotros. - Yo también.
Hay que llenar las cestas ¿ vale? Ves a buscar más.
- ¿ llana? - Mi hermano el granjero.
- ¿ Qué haces aquí? - Vivo aquí, ¿no?
- ¿ Quieres trabajar? - Pues, claro.
- Vale. - Traigo a una amiga.
- Laila. - Hola, llana. Me gustaría trabajar.
Sí.
- Laila, cógelo. - Dámelo, anda.
Muerde. ¿Te gusta?
- ¿ Con la ropa? - Vamos. Vamos.
- ¿A bañarnos? - Sí, vamos.
Ben, mira. Un control. ¿ Qué hago?
Coge esto. ¡Cógelo! Corta un mango.
Vamos, agáchate.
FRANJA DE GAZA
Manifestaciones inicialmente pacificas acaban en batallas campales.
El ejército israelí está desbordado. El primer ministro opta por mano dura.
Los habitantes de los territorios ocupados son sensibles en lo que...
respecta al comportamiento de los demás hacia sus mujeres...
Y por eso se deben cumplir las siguientes reglas.
Está prohibido tocar el cuerpo de una mujer. Se debe reprimir cualquier...
contacto, abierto o encubierto, con una mujer árabe.
- ¡ No tiene gracia! ¿ De acuerdo? - Y tú me lo dices.
Pasamos a otro bloque de noticias. El tiempo estable seguirá en Gaza...
Io que conlleva olas de calor que pueden causar tormentas.
¡ Espere! Lo que estás haciendo no está bien.
- ¿ Y tú eres mi amigo? - Soy más que un amigo.
Soy un soldado, y tú también.
¡ Leonid! ¡Apártese! ¡ Fuera! Voy a llamar a un helicóptero.
De acuerdo. Ya voy.
¿ Dónde está el arma? ¿ Dónde está el arma?
¿ Dónde está el arma? ¡ El arma!
Hemos localizado a los sospechosos. Esperamos a la policía local.
He dicho que esperamos a la policía local.
Ya sé quién cogió el arma.
- ¿ Qué? - Sé quién cogió el arma.
- ¿ Quién es su fuente? - No puedo decirlo. Lo he prometido.
¿ Cómo que no puede decirlo? ¿ Qué es lo que pasa?
- Es un asunto privado. - Buen trabajo.
- ¡Cállate! ¡Sal de aquí! - Ya basta. ¡Ya basta!
No confío mucho en usted. ¿ De acuerdo?
Lo siento, sargento Si tiene una idea mejor, dígamela.
- Déjeme ir con ustedes. - Vamos.
- Muy bien. - ¡Vamos, arriba!
¡Abran la puerta! ¡Abran la puerta!
¡ Fuera! ¡ Fuera! ¡Vamos fuera! ¡ No se resista, vamos!
Un niño pequeño. Un niño pequeño. ¡ Un niño pequeño! ¡ Un niño pequeño!
¡ Basta! Salvó a su amigo. Bien, vamos.
¡Sargento! ¡ Hay que registrar la casa!
¡ Un médico! ¡ Un médico!
¡ Ben! ¡ Espera!
- El chico se ahogaba, no tenía opción. - Se ahogaba, claro.
Abandona su puesto, abandona su arma.
¿ Cómo se le ocurrió cometer una locura así?
No lo sé.
Ahora quiero saber quién es la chica.
Ya veo. Está confundido. Puede que preocupado.
Ha conocido a alguien. Parece una coincidencia. Hablan.
Ella le comprende. ¿ Para quién trabaja la chica?
- ¿ Para la O.L. P? - Usted no lo entiende. Es una amiga.
- Eso es todo. - Dos hombres heridos...
usted ha matado a un muchacho, y aún así no quiere admitirlo.
No sólo es un soldado deshonrado, es un estúpido.
Deberá permanecer en la base hasta el proceso.
- Sí, señor. - Retírese.
Gracias, señor.
Laila, siéntate.
- ¿ Has salido con un soldado judío? - Un soldado me paró y me reconoció.
- ¿Te reconoció? ¿ Quién? - Era Ben Arnon.
¿ Habéis vuelto a salir juntos? Te he hecho una pregunta.
Escucha, Laila. No soy un hombre convencional.
- Y tú lo sabes. - Pero, Ben no es lo que tú...
¿ He acordado tu matrimonio? ¿ Lo he hecho?
- Claro que no. - Podría hacerlo.
Cuando tenías trece años, tuve muchas ofertas.
- ¿Te he prohibido algo? - No.
- ¿Te he encerrado en casa? - Papá, por favor, yo...
¡ Escúchame! En nuestra sociedad todo se vuelve en contra en...
una situación así. Los problemas entre árabes y...
Ios judíos no son fáciles de distinguir, ni siquiera para ti. Te he tratado...
como a una igual. Ahora te hablo como padre.
Te prohibo que le vuelvas a ver. ¿ Me oyes?
Laila.
Tu corazón se mueve más rápido que tu cabeza.
- ¿ Lo sientes, papá? - ¿ El qué?
- El no haber aceptado las ofertas. - ¡ Laila, por favor!
- Nunca he creído en... - Papá, yo creía en lo que tú...
- y tu trabajo me habéis dado. - Entonces debes confiar en mí.
¿ Cómo? Toda la vida me has estado hablado de paz, de fe, de futuro.
Vivía de esas palabras. Y ahora que tengo la ocasión...
de hacerlas realidad, te avergüenzas de mí.
- ¡ No! Tengo miedo - Yo no tengo miedo.
- ¿Adónde vas? - Te equivocas, papá.
- Eres un hombre convencional. - ¡Saad, detenla!
- ¡ Laila! ¡Vuelve! - ¡ No!
¡Vuelve aquí! ¡Vamos! ¡ Laila, ven!
- ¡ No! ¡Vuelve! - ¡ No!
- ¡Vuelve a casa! - ¡ Mamá! ¡ Le quiero!
Fawzi vino con su hijo. Matarán al soldado.
Tú y tu padre, tan listos.
Vamos, cariño. Vamos.
¡ Mamá!
He hablado con Moshe y está de acuerdo en ir a tu proceso.
Ben, no me dejes de lado. No es el momento.
- Lo entiendo. Querías salvar una vida. - ¿ Qué hubieras hecho?
- ¿ En tu lugar? - ¡Sí!
- Le habría dejado morir. - Genial.
- Soy humano. - Primero, eres soldado.
¡ No se abandona el arma para que los árabes la mojen! Ese no eres tú.
- ¿ Qué dices? - Sabes muy bien lo que quiero decir.
Has perdido el control. ¿ Qué te pasa? ¿ No confías en mí?
- Laila. - ¿ Qué?
- Laila. Laila Malek. - ¿ Qué tiene que ver ella?
- ¡ Dios mío! - Nunca pensé que pasaría esto.
¿ Es qué no sabes lo que te hará su familia?
¡Os matarán a los dos! ¿ No lo entiendes?
¡Contéstame! ¡Contéstame!
No quiero hacerte daño.
Me enseñaste lo que importa. Siempre he querido ser como tú.
El único modo de conseguirlo es ser fiel a mí mismo.
Quiero a Laila. Conozco el peligro. Y ella también.
- Laila. - Por favor. Te necesito.
Me necesitas. No pensaste en tu país. No pensaste en mí...
- No podía... No había... - ¿ No podías qué? ¿ Eres un niño?
¿ No pudiste evitarlo? Pierdes tu arma. Sales con una chica árabe...
y nos colgarán a todos. ¿ Sabes qué? Que te cuelguen.
¿ Quieres ser un hombre? ¡Sé un hombre! Estás solo.
YOM KIPPUR 1.973
Es imposible que nos volvamos a ver. Por favor, no intentes búscame.
Me alegro de haberte conocido. Laila.
¡ La posición, rápido! ¡ Esa colina! ¡Vamos, chicos! ¡Vámonos!
- ¡Si, señor! - ¿ Me ha llamado, señor?
- Descanse. - Gracias, señor.
Solo hay una forma de decir las cosas. Su padre ha muerto.
Una mina, en la carretera de Kuneitra, hace media hora.
Lo siento mucho.
¡Carguen! ¡ Fuego!
Ha habido muchos muertos en Israel. Pero, de alguna forma parece...
que siguen aquí, en la memoria de los supervivientes, y en los nuevos...
emigrantes, incluso en la misma tierra. Todos los judíos que han caído...
defendiendo Israel siguen viviendo, porque murieron defendiendo la vida.
La forma en que uno muere es importante. La vida reconoce a los...
que la amaban.
KIBOUTZ GA'ASH 1.974.
¿ Puedo invitar a una hermosa mujer a bailar?
Es usted muy amable. Pero, no, gracias.
Por favor, me haría muy feliz si bailara conmigo.
Perdón.
Gracias.
Bebe, guapo. Vamos. Quiero bailar. Bebe.
- Para ti. - Vamos.
Estás sudando.
¿Adónde vas?
- Laila. - ¿ Qué?
Va a llover.
Llévame a casa.
¿ Qué voy a hacer?
- Fuguémonos. - ¿Adónde?
- A Nueva York. En barco desde Chipre. - Ben...
- Nos casaremos allí. - No es justo.
- ¿ No es justo para quién? - Ben, éste es mi hogar.
Sí. Y también el mío. Pero, no nuestro hogar.
Y nunca lo será.
Te quiero, Laila, y siempre te querré.
Yo también te quiero.
Se lo diré a mi familia.
Bien, vámonos.
¿ No quieres que entre?
- No. - ¿ Seguro?
No te preocupes todo saldrá bien. Va a salir bien.
Nos veremos en la torre. Dentro de una hora.
Todo irá bien. Vamos.
No me lo creo. No la juzgaré hasta que no lo oiga de sus labios.
- Mi hija me explicará qué ha sucedido. - Te aviso, Mahmoud.
- El honor de nuestra familia no puede... - Todavía no has demostrado nada.
Iba con un soldado. Estoy más preocupado por la traición...
que por el honor. Si descubrimos que ella le ha dicho...
¡ Laila, corre!
Mansour.
¡ Ibrahim!
Entre.
Arnon. Al teléfono.
- La situación se mantiene en calma. - Avisaremos al menor movimiento.
Detrás. ¿ Estará bien?
- Id hacia el sur. Es más seguro. - Gracias, profesor.
Cuídate, Laila.
No hagas ruido.
¡ Para, para!
¿Algún problema?
Me temo que sí, Teniente. El depósito. Está perdiendo gasoil.
- Genial. - No, no, está bien.
Mira cuál es el problema.
Buenas noches, profesor.
- Arreglado. - Gracias.
- ¿ Qué? - Gracias.
- Buenas noches. - Buenas noches.
Lo que ha hecho es obsceno. Pero, podrá redimirse.
Morirá y se convertirá en un héroe.
- ¿Adónde la ha llevado? - A un picnic.
¡ Hable!
¡Abra la puerta!
- ¿ Sí? - ¿Tiene agua?
Sí, por ahí.
Vamos, baje.
- ¿ Qué pasa? - Teniente. Lo siento. Su arma.
Lo siento.
La cabra, la del patio...
¿ Qué le pasó?
- ¿ Boris? - ¿ Se llamaba así?
Tenía barba. Papá la llamó Boris.
¡ Fuera judíos! ¡ Fuera judíos! ¡Asesinos! ¡Viva Palestina!
¡ Muera Israel!
- ¿ Qué esta pasando? - Es un funeral.
Un extremista y un profesor.
- ¡ Papá! ¡ Déjame! - ¡ Laila!
¡ Papá!
¡ Laila!
¡ Basta! ¡ Basta! ¡ Basta!
Quizá sea la mejor manera de despedirnos.
Mi padre me ha prometido que volveremos.
Sé que algún día habrá paz. Porque nuestras familias hicieron...
Io que todos creían imposible.
Compartir la tierra.
Adiós, Laila.
No sé si nos volveremos a ver. Sólo sé una cosa.
Siempre serás mi amiga. Cuando piense en mi hogar...
- pensaré en ti. Adiós, Ben. �