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La creación de una exposición permanente en el museo
requería una organización compleja y atención a los detalles.
El reto consistía en comunicar de forma visual la historia de la ciudad
a través de una instalación de proyectores
que fuera atrayente, estimulante y estéticamente atractiva.
El Museo de Sant Boi se asoció con Espai Visual
para tratar de crear el espacio perfecto
donde informar y enseñar a la comunidad
y a las siguientes generaciones.
Nuestro objetivo es sencillo:
mostrar nuestra historia y darla a conocer de una forma fácil,
dinámica e interactiva.
La intención es que pueda atraer a un gran número de personas.
No solo a los expertos, sino a todas aquellas personas que,
sin ser expertos,
deberían conocer y sentir interés por nuestra historia.
Los niños se lo deben pasar en grande, ¡especialmente los más pequeños!
Con Espai Visual, entendimos este concepto rápidamente,
por lo que creo que el resultado es muy interesante,
que la gente se lo pasa bien
y que se lleva consigo muchos recuerdos sensacionales.
Debido al pequeño tamaño y la complejidad de los espacios,
necesitábamos una manera de presentar todas las proyecciones audiovisuales
que se habían previsto en el proyecto.
Con los proyectores, siempre existe el problema de
adaptarlos a los proyectos del museo.
Todo depende de los lugares que los visitantes
decidan visitar y de que puedan generar sombras
en la propia pantalla.
Con este tipo de proyector de distancia ultracorta,
este problema se ha resuelto de una manera brillante.