Tip:
Highlight text to annotate it
X
Las aguas tranquilas del mar adriático son el escenario del último conflicto en los Balcanes.
Dieciocho años después de la caída de Yugoslavia, Croacia y Eslovenia, ex estados miembros,
aún no han llegado a un acuerdo sobre dónde debería establecerse la frontera entre ellos.
Parte del problema se encuentra en una zona marítima de 20 kilómetros cuadrados,
la cual, dicen ambos países, les pertenece.
Stelio Erika es un pescador del pueblo esloveno de Piran.
Janko Livio, es propietario de un restaurante y vive en Savudrija, en la parte croata de la frontera.
Siempre hemos tenido buenas relaciones, pero esto nos podría llevar a una mala situación.
Ellos tienen muchos territorios de agua y puertos grandes, como Rijeka y Split.
No sé por qué nos deberían cerrar el paso al mar. No tiene sentido.
Es una situación sin resolver, que sin duda, afecta negativamente a toda la zona
y especialmente a la gente que vive cerca de la frontera.
La gente sólo quiere vivir pacíficamente. Queremos una relación cordial con Eslovenia.
Nos gustaría que los políticos resuelvan esta situación
y que no dejen intervenir en este asunto ni a los pescadores, ni a la gente del pueblo.
¿Por qué crear una tensión innecesaria entre estas dos naciones amigas?
Tone Kajzer, del Ministerio de Asuntos Exteriores de Eslovenia,
explica por qué esta disputa es de vital importancia para su país.
Eslovenia defiende preservar lo que siempre tuvo: el acceso directo y territorial al mar abierto.
Siempre cabía la posibilidad de que los buques y barcos pasaran libremente
por aguas del territorio esloveno.
Esta es la tan conocida puerta de Eslovenia, para el mundo exterior.
La disputa por el límite fronterizo pasó a ser un conflicto político
cuando Eslovenia anunció el pasado Diciembre, que hasta que las fronteras no se establezcan,
bloquearán el proceso de integración de Croacia a la UE.
Formar parte de la Comunidad Europea en el 2010 es lo que mantiene a flote la difícil economía croata,
por lo que el bloqueo esloveno no fue bien recibido en Zagreb.
Los eslovenos fueron acusados de usar su derecho al veto a estados miembros de la UE
para chantajear a Croacia e intentar obtener kilómetros de más de tierra y agua croatas.
Según Vladimir Drobnjak, negociador croata en la UE,
las quejas de los eslovenos no se tendrán en pié en una Corte internacional.
La posición de Croacia es muy simple:
la disputa sobre la frontera debería resolverse de acuerdo con la ley internacional.
Ambos países: Eslovenia y Croacia son miembros de Naciones Unidas.
Pensamos que el mejor lugar para resolver este conflicto es la Corte Internacional de Justicia,
uno de los órganos fundamentales de Naciones Unidas.
Mis amigos en Croacia también están convencidos
de que la única manera de resolver este conflicto es en la Corte Internacional de Justicia.
Yo les recuerdo que cuando un país es candidato a entrar en la UE, debe cumplir varios criterios
entre ellos el de tener buenas relaciones con sus vecinos.
El estado miembro tiene el derecho a poner en práctica estas buenas relaciones con un país candidato,
antes de entrar en la Unión Europea.
La opinión de Croacia es que las dos cosas deberían estar totalmente separadas.
Las negociaciones de acceso a la UE deberían proceder sin ningún impedimento.
Tenemos muchos ejemplos dentro de la Unión Europea en el que las fronteras todavía no están bien definidas
entre varios estados miembros de la Unión Europea.
Tanto Eslovenia, como Croacia buscan mantener sus intereses nacionales
pero ambos países, que una vez más formarán parte de la misma comunidad,
aún no se comportan como compañeros.