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Me llamo Dede Muhler y soy de Oakland, California.
Cuando llegué a Berkeley en 1964, una de las cosas que más me fascinó fue
cuando conocí al que sería mi marido.
Acababa de regresar de un viaje en bici por Europa,
en una bicicleta de 10 velocidades; simplemente, no me lo podía creer.
Casi lo acosé
para que me enseñara a montar en una bici de 10 velocidades.
Trabajamos para el Cuerpo de Paz en Irán y acabamos en Nigeria.
La bicicleta se convirtió en mi medio de transporte. Montamos en bici por Nigeria, la India…
Para ir a cualquier sitio desde el pueblo teníamos que ir en bici
unas 7 millas para llegar a la ciudad más cercana.
Creo que mi pasión por el ciclismo se reavivó cuando escuché hablar de una marcha contra el SIDA en California California AIDS;
y me dije: "suena a lago increible y qué reto más significativo".
Miré a mi hijo y le dije: "Quiero hacerlo". Él me respondió: "Lo haré contigo".
Y, ahí es donde empezó… este interés por entrenar.
Participamos en esa marcha 2 años, en el 2000 y 2001, y fue… una experiencia realmente fabulosa simplemente una experiencia fabulosa.
El fin de semana pasado participé en una marcha de 100 millas llamada Marcha de la Primavera.
Algunas de mis amigas me preguntaron: "¿Fuiste sola?", y contesté: "Bueno, estaba con otras 2.000 personas; ¡No me sentí sola!".
Montando en bici conocí a personas maravillosas,
mujeres que disfrutan entrenando sus cuerpos,
con las que charlaba mientras pedaleábamos.
Fuerzo my cuerpo más allá de lo
que me creía capaz…
pero me encanta este desafío; me gusta saber que soy capaz de hacerlo. Preparar mi cuerpo para que lo consiga y,
en lo alto de la subida o al final del día, me siento
muy orgullosa de mí misma, por aguantar y lograrlo.