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"Le mostré dónde encontraría el oro,
pero el oro que encuentra es de ella."
Rodin
Una obra de Camille Claudel en medio del departamento
es, por su sola forma,
al igual que esas rocas curiosas que los chinos coleccionan,
una especie de monumento al pensamiento interior,
el manojo de un tema propuesto a todos los sueños.
Paul Claudel.
Nombre:
Camille
Hermano: Paul Claudel
Amante:
Augusto Rodin
Profesión:
Escultora
Hermana cuatro años mayor del gran poeta Paul Claudel,
Camille Claudel nació en 1864,
en una pequeña ciudad de Champagne, Villeneuve-sur-Fère.
Vivirá, como mujer y como artista, una pasión extraordinaria.
Paul Claudel comparó el ambiente de Villeneuve
con el de “Cumbres borrascosas”.
El paseo favorito de Paul y de Camille
está cerca de Villeneuve, en un páramo siniestro
en que se recortan contra el cielo
rocas con formas sorprendentes, como gigantes petrificados
que van a inspirar el imaginario de la joven artista.
Mientras aún era una niña, comenzaba a esculpir formas con pasión
sin que algún evento o influencia determinantes
puedan ser atribuidos, en la fuente de esta inagotable actividad.
En 1876, la familia Claudel se instala en Nogent sur Seine,
cerca de Troyes,
en donde el padre de Camille Claudel es nombrado conservador de hipotecas.
Camille, entonces adolescente,
esculpe con entusiasmo y hace posar a toda la familia.
Louise, su hermana,
Paul Claudel, su hermano menor,
y la vieja Hélene.
Muy pronto es notada por Alfred Boucher, escultor,
joven amigo de Rodin, que se había instalado en un pueblo vecino.
Alfred Boucher realiza una escultura que le dedica,
“Joven mujer leyendo”.
Este encuentro confirmará a Camille en su vocación de escultora.
El padre de Camille es llamado a Rambouillet en 1881.
Instala a su familia en París,
donde Camille podrá seguir su formación como escultora.
Tiene entonces 17 años.
Realiza cursos en la Academia Cola-Rossi
que se convertirá en La Grande Chaumiére.
Alfred Boucher la presenta a Paul Dubois, director de Bellas Artes
que se sorprende ante tal talento y quien le dice:
“¿Ha tomado usted lecciones con Rodin?”
Ahora bien,
ella aún no conoce a Rodin.
Su identidad en tanto que escultora ya está bien afirmada.
También, renta su primer taller con dos amigas inglesas
en la calle de Notre Dame des Champs cerca de la Academia Cola-Rossi.
Alfred Boucher, quien más tarde será el fundador de la Ruche,
es llamado a Roma en 1883.
Entonces confía a sus alumnos
a su amigo Rodin.
Mi hermana Camille tenía una belleza
extraordinaria,
además de una energía, una imaginación, una voluntad
completamente excepcionales.
Paul Claudel.
Sus primeras obras en el taller de Rodin
traducen ya una gran sensibilidad
y una maestría sorprendente.
Cuando entra al taller de Rodin,
en la calle de la Universidad,
todavía no tiene 20 años.
Rodin está deslumbrado por el talento de Camille,
por su belleza,
su independencia,
por su precocidad.
Una pasión fulgurante nacerá entre los dos artistas.
Mi feroz amiga
Esta noche, recorrí (durante horas)
sin encontrarte, nuestros lugares…
¿Por qué no me esperaste en el taller?...
¿A dónde vas?...
El respeto que tengo por tu carácter,
por ti, mi Camille,
es una causa de mi violenta pasión…
Gracias porque a ti te lo debo todo,
la parte de cielo que he tenido en vida.
Tus queridas manos déjalas sobre mi rostro…
tu mano, Camille,
no la que se retira,
no hay felicidad tocándola,
si no aporta la garantía de un poco de ternura…
Querida…
mi muy buena
de rodillas,
ante tu bello cuerpo
que yo estrecho.
Rodin.
Camille se vuelve la modelo,
la alumna, la musa,
la amante, la colaboradora de Rodin.
Ella le pedirá incluso ser su única alumna y que
se comprometa a casarse con ella mediante un juramento que le hace firmar
En adelante, a partir del día de hoy,
octubre 12 de 1886,
no tendré por alumna más que a la señorita Camille Claudel,
y la protegeré sólo a ella con todos los medios
que tenga a mi disposición…
comienzo de una relación indisoluble
después de la cual la señorita Camille será mi mujer.
Nunca hay que olvidar que es la obra de una mujer.
La ternura y la delicada sensualidad que irradia
expresan la rara visión femenina del amor.
"Sakountala" es un testimonio único en las artes plásticas.
Cuando Camille entra en 1883 en el taller de Rodin,
la notoriedad del maestro comienza a desarrollarse.
Ha recibido dos encargos importantes del estado
en los que ella participará:
“Los burgueses de Calais”
y “La puerta del infierno”.
Hizo llevar a cientos de figuras apenas más grandes que sus manos
la vida de todas las pasiones,
la floración de todos los placeres y el peso de todos los vicios.
Creó cuerpos que se tocaban sin embargo
y se mantenían juntos,
como animales que se mordían entre sí.
Y caían como una cosa en un abismo,
cuerpos que escuchaban como rostros
y que tomaban sus impulsos como brazos para lanzar cadenas de cuerpos,
guirnaldas y juramentos y pesados racimos de formas humanas
en los cuales sube la savia del pecado
fuera de las raíces del dolor.
Rainer Maria Rilke.
Rodin lo es todo para Camille.
Padre simbólico, maestro, amante…
A imagen de él, ella es escultora,
demiurgo al inicio de una creación infernal.
"La puerta del infierno".
Camille participa en ella.
Posa, compone,
ofrece su cuerpo para más de un condenado
y varias figuras probablemente sean de su mano.
Mezcla su arte con el de Rodin,
se confunde con su maestro,
su unión espiritual es hija de la unión de los cuerpos.
Una obra se crea en los huecos de la otra.
Una es una prolongación,
la otra un receptáculo fértil,
se fecundan mutuamente.
Camille es doble,
sus esculturas lo testimonian…
ella es Rodin, luego es Camille Claudel…
a veces los dos…
así se escribe su destino.
Este vals ebrio,
todo explorado y perdido en la tela de la música,
en la tempestad y el torbellino de la danza.
Paul Claudel.
"Sakountala" está inspirada en una leyenda hindú del siglo V.
Dos amantes separados
se encuentran, luego de su muerte, en el Nirvana.
Los amantes irán a ocultar su pasión
en Azay Le Rideau, cerca de Tours,
en un entorno que destinan a sus amores,
L’Islette.
Camille
parece haber conocido entonces un momento feliz con Rodin.
Volverá ahí a esperar a su amante.
Señor Rodin,
no puede usted imaginarse el buen clima que hay en L’Islette,
es tan bonito, aquí…
Me he paseado en el parque…
Todo ha sido cortado, el heno, el trigo, la avena,
se puede dar la vuelta por todas partes… es encantador.
Si es usted tan amable de mantener su promesa,
conoceremos el paraíso.
Tendrá usted la habitación que quiera para trabajar…
la vieja estará a sus rodillas, creo…
Ella me ha dicho que puedo tomar baños en el río,
donde su hija y la sirvienta los toman sin ningún peligro…
con el permiso de usted, haré otro tanto…
porque es un gran placer
y eso me evitará ir al baño caliente en Azay…
Sería muy amable de su parte comprarme un trajecito de baño
azul marino con rayas blancas,
en dos piezas, blusa y pantalón (talla mediana)…
Encuentra en L’Islette
a una niña que va a inspirarle "La pequeña castellana".
Camille quiere ser mujer a través de su obra.
La creación es quizá para ella el sustituto tan activo
de una procreación cuya realidad le será prohibida.
"La pequeña castellana" hará eso posible.
Es una chiquilla de rasgos enérgicos y delicados, de frente decidida…
Ese pequeño rostro ambiguo…
Hay por lo demás, en la desproporción misma de esa cabeza
ya demasiado poderosa, ya demasiado viva,
ya demasiado abierta sobre los misterios eternos…
algo de indefinible
que comunica con una angustia profunda.
Mathias Morhardt, 1894.
Señor Rodin,
Duermo toda desnuda para hacerme creer que usted está aquí…
Cuando me despierto no es lo mismo…
Un beso,
Camille…
¡Sobre todo, ya no me engañe!
Lo que es extraordinario en esta obra es que Camille Claudel juega sobre una ambigüedad.
¿Se trata de un vals o se trata de un abrazo amoroso?
Finalmente esta pareja que da vueltas se arriesga a caer.
Se ve que el centro de gravedad está desviado.
Tiene un movimiento y un lirismo extraordinarios.
y además,
¿A dónde va ese amor?
¿Cómo terminará?
Enlazados uno a otro,
la cabeza de la mujer adorablemente inclinada sobre el hombro del compañero
voluptuoso y casto,
ellos se van, giran lentamente
casi alzados sobre el piso casi aéreo,
sostenidos por esa forma misteriosa
que mantiene en equilibrio los cuerpos inclinados,
los cuerpos volantes,
como si fueran conducidos por alas…
Pero, ¿a dónde van, apasionados en la embriaguez de sus almas
y de la carne, tan estrechamente unidos?
¿Al amor?
¿A la muerte?
Octave Mirbeau, 1893.
Rodin se instala en Meudon con su compañera de siempre, Rose Beuret,
con quien se casará dos meses antes de su muerte.
Está entonces en pleno reconocimiento. Se suceden los encargos del estado.
Un museo le será consagrado en el Hotel Biron,
que será inaugurado en 1917.
Desde el proyecto de este museo,
Rodin desea que las esculturas de Camille Claudel sean presentadas ahí,
y que una sala les sea dedicada.
Paul Claudel escribirá:
Mi hermana,
qué trágica existencia.
A los 30 años, cuando se dio cuenta de que Rodin no quería casarse con ella,
todo se derrumbó alrededor de ella y su razón no lo resistió.
A pesar de su vida compartida con Rose Beuret,
Camille seguirá siendo la gran pasión de Rodin.
Pero tras 15 años de una relación tormentosa,
la ruptura se anuncia.
Rodin representa a Camille en “El adiós”.
Así, la escultura de Camille Claudel
cuenta algo vivo,
nos habla de emoción, de sentimientos y de dramas humanos…
esta obra traduce la búsqueda de una verdad interior.
Ella quiere probarse a sí misma tanto como a Rodin,
que puede salir sola,
libre de toda influencia y de toda ayuda exterior.
Camille retoma su libertad, queriendo volar con sus propias alas.
Camille se instala en enero de 1899 en la Isla de St. Louis.
Siempre hay algo ausente
que me atormenta...
Ella se emancipa de toda tradición con sus croquis del natural,
bajo la influencia del arte japonés.
“El pensamiento profundo”,
“Las conversadoras”,
“La ola” en onyx.
El poema de "La ola":
Veo a la solitaria en camisón blanco, en su taller del Quai Bourbon,
bajo la sombra agitada de los grandes álamos,
agotando cuenta por cuenta ese poema de "La ola".
Pacientemente, desde la mañana hasta la noche…
La bóveda poco a poco se excava,
domina,
se arma con todas sus garras de la jaula japonesa…
se va a abalanzar. ¡No!
Dice la figurilla desnuda debajo ya replegada sobre las corvas,
que llama, que espera,
¡esperen a que esté completa, denme el tiempo
de tener a mis hermanas conmigo, y a que estemos aquí todas,
a esas dos hermanas totalmente iguales que yo ya las tomé por la mano derecha
y por la mano izquierda y que no son otras que yo misma.
Sobreviene el encuentro inesperado con el fundidor y comerciante Eugène Blot,
quien adquiere los derechos de reproducción
de una veintena de yesos para comercializarlos en bronce.
“La implorante”…
No la veo nunca sin una emoción indecible.
Me parece volver a verla a usted…
Esos labios entreabiertos,
esos fosos nasales palpitantes,
esa luz en la mirada,
todo eso crea la vida en lo que tiene de más misterioso.
Suyo, Eugène Blot.
Así, Camille le cede sus más recientes obras
y ve a la mayoría de sus obras anteriores
traducidas en bronce,
"La fortuna",
"El vals", que el estado se había rehusado a encargarle,
"La implorante" desprendida de "La edad madura",
"El abandono" extraída de "Sakountala",
y "La tocadora de flauta"…
Se hace amiga de Claude Debussy,
quien conservará una escultura de El vals hasta el fin de su vida.
Ah,
yo la amaba bien…
y con un ardor tanto más triste,
que sentía por signos evidentes
que ella jamás daría algunos pasos de los que comprometen del todo a un alma,
y que se mantenía inviolable a los avances sobre la solidez de su corazón”.
Claude Debussy.
Estos bailadores desnudos
serán púdicamente velados a pedido del estado.
Comienzo por declarar, escribe Armand Dayot,
que todos los detalles de este grupo
son de una perfecta virtuosidad de ejecución…
El violento acento de realidad que de él se desprende
le prohíbe, a pesar de su incuestionable valor,
un lugar en una galería abierta al público…
Cruelmente, ella carece de todo y vive en una gran soledad.
Señor ministro:
Tengo el honor de dirigirme a usted
para obtener la conclusión de un asunto
que se eterniza en la administración de Bellas Artes desde hace muchos años.
Se trata de un encargo del Estado
que me fue hecho hace más de 20 años
y que no ha sido saldado.
La estatua en bronce de un valor de 3000 francos está aun conmigo,
esperando vanamente que se dicte su suerte…
Camille trabaja mucho…
Eugène Blot organiza dos grandes exposiciones
en 1905 y en 1908…
Pero los encargos llegan demasiado tarde,
y ella tiene muchas dificultades para pagar a sus fundidores y modelos…
Señor:
Leo con sorpresa su informe sobre el Salón,
en el cual usted me acusa de haberme inspirado en un dibujo de Rodin
para mi "Clotho"…
No tendré dificultades para probarle que mi "Clotho"
es una obra absolutamente original…
Le hago notar que nunca extraigo mis obras
más que de mí misma,
y más bien tengo demasiadas ideas que no suficientes…
La sombra está en todas partes,
emparentada con el desamparo, con los huecos;
ella excava los negros de la boca,
las órbitas de donde se retira la mirada.
Ella se aloja en los pliegues de la carne y en los surcos de la osamenta.
Exalta las huellas del dolor,
conserva los trazos de los dedos modelando la arcilla,
como la escritura del sufrimiento marcada en el cuerpo de la tierra.
Señor Blot, Procure enviarme un cliente
Tengo mucha necesidad de dinero para pagar la renta de octubre,
sin lo cual me veré otra vez despertada una de estas mañanas
por el amable Adonis Pruneaux,
mi ujier de costumbre, quien vendrá a embargarme con su habitual delicadeza.
Es inútil decirle a usted que él no podrá embargar más que a la artista misma,
operación que, para mí, no tendría nada de atractivo,
a pesar de los guantes blancos y el sombrero de copa
que dicho amable funcionario enarbola sin falta para esta circunstancia difícil…
Perdone estos chistes de humor ***
y reciba mi amistad sincera.
1900.
Señor
Como tengo un fuerte pago a hacer en este momento,
me haría usted un gran servicio
si me entregara el resto de lo que me debe
por el busto de Rodin.
Tengo obreros que no esperan… Reciba mi sincera amistad…
Puede usted entregar esa suma al portador de esta carta…
¡Un momento petrificado!
¡Una mirada petrificada!
¡Una situación petrificada!
¡Todas las páginas que se hubieran necesitado para una partitura,
las escenas para un drama, los capítulos para una novela,
para hacerlo entrar para nosotros en el espejo,
el milagro de la simultaneidad
de un solo golpe en pleno rostro nos lo fulgura!
Después de todo, el cuerpo sabe al respecto tanto como el alma…
"La edad madura" es una obra autobiográfica,
ya que Camille Claudel representa el drama de su ruptura con Rodin.
Rose Beuret, que es entonces la parca,
arrastra al hombre hacia la vejez y la muerte.
El hilo de los días es tejido por la Parca.
Se trata al mismo tiempo de una eternidad
y de una instantaneidad.
Ella juega con el instante.
En este sentido, se puede llamar una escultura impresionista.
Esa joven desnuda es mi hermana…
mi hermana Camille,
implorante,
humillada, de rodillas…
extraordinaria, orgullosa,
es así como ella se ha representado…
¡Todo ha terminado!
¡Eso es lo que ella nos ha dejado por siempre para mirar!
Camille se aísla cada vez más en su taller,
la depresión la gana,
destruye una parte de sus obras.
Durante algunos años su estado se degrada,
y a propósito de ella se pronuncia el diagnóstico de demencia.
A pedido de su familia,
es internada, en 1913, en Ville-Evrard.
Envejecido y enfermo, Rodin muere cuatro años después, en 1917.
Ella le sobrevivirá 26 años, encerrada y sola.
No sé si esta carta llegará a usted…
Fui internada primero en Ville-Evrard,
luego con el pretexto de la guerra se nos llevó a Montdevergues,
cerca de Avignon.
Se me reprocha, oh crimen espantoso,
haber vivido del todo sola, haber pasado mi vida con mis gatos
y tener manía de persecución.
Fui feliz una vez,
era bella,
pero de un solo golpe todo se rompió como un espejo,
como si
un solo día se hubiera anunciado que el porvenir había muerto…
entre los ciegos.
Hoy hace 14 años que estoy secuestrada,
reclamo la libertad con grandes gritos…
Reclamo la libertad con grandes gritos…
Paul…
mi pequeño Paul…
Mi querido Paul:
Me tengo que esconder para escribirte
y no sé cómo haré para poner en el correo mi carta.
La encargada que normalmente me hace ese servicio… está enferma.
Las otras me denunciarían al director como una criminal.
Pues dices bien, Paul,
que tu hermana está en prisión.
En prisión
con locos que aúllan todo el día…
Febrero 2, 1927.
Querida mamá:
Para escribir, no puedo acomodarme en la sala,
donde encuentro a todo el mundo,
donde arde un fuego pequeño y malo…
Hay un jaleo de todos los diablos.
Me veo forzada a meterme a mi habitación
cuando hace un tal frío que estoy entumecida.
Mis manos tiemblan y no pueden sostener la pluma…
Mi sueño
sería regresar de inmediato a Villeneuve
y no moverme más,
preferiría un granero en Villeneuve que un lugar de primera clase aquí.
Con pena te veo gastar tu dinero en una casa de alienados…
dinero que podría serme útil para hacer bellas obras
y vivir agradablemente…
¡Ah, cómo lloraría!...
Qué felicidad si pudiera encontrarme otra vez en Villeneuve.
¡Señor Rodin!...
¡Señor Rodin!...
Señor…
Señor Rodin...
Señor Rodin.
3 de marzo de 1930
En el fondo todo esto sale del cerebro diabólico de Rodin.
No había más que una idea,
es que él, estando muerto, yo alcance mi auge como artista
y sea más que él;
era necesario que él me tuviera en sus garras después de su muerte
como durante su vida.
Era necesario que yo fuera desdichada, muerto él tanto como vivo.
Triunfó punto por punto, porque ser desdichada, ¡lo soy!
¡Todo ha terminado! ¡Eso es lo que ella nos ha dejado por siempre para mirar!
¿Y saben ustedes?
Lo que ella se arranca, en ese momento mismo, ante vuestros ojos,
¡es su alma!
Es al mismo tiempo el alma,
el genio, la razón,
la belleza, la vida,
el nombre mismo.
Paul Claudel
No sé a dónde van,
si es al amor, si es a la muerte;
pero lo que sé es que se eleva de este grupo
una tristeza desgarradora,
tan desgarradora que no puede venir más que de la muerte,
o quizá del amor,
más triste incluso que la muerte.
Siempre hay algo ausente que me atormenta…
Traducción: Jorge Huerta Subtitulaje: Rodrigo Larios