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Igual que el bello Paris ofreció la manzana a la más bella...
mi querida aldeana, yo te ofrezco estas flores.
Pero soy más glorioso y más feliz que él...
porque en premio a mi regalo...
tendré tu bello corazón.
-Es modesto, el señorito. -Sí, de veras.
¡Qué despecho!
Veo claro en esa carita
que hice mella en su pecho.
No es nada sorprendente
soy galante
y soy sargento.
No hay bella que se resista a la vista de un yelmo.
Ante Marte el dios guerrero, cede incluso la madre del amor.
Oh, mi dolor.
Ante Marte el dios guerrero
cede incluso la madre del amor.
Si me amas como yo te amo, ¿por qué esperar para rendirte?
Ídolo mío, capitulemos. ¿En qué día quieres casarte conmigo?
Señorito, no tengo prisa. Quisiera pensarlo un poquito.
Pobre de mí si acepta. Moriré desesperado.
-Capitulemos. -No tengo prisa.
No tengo prisa.
Quisiera pensarlo un poquito.
No pierdas tiempo en vano. Los días y las horas vuelan.
En la guerra y en el amor, demorarse es un error.
Entrégate al vencedor. De mí no puedes escapar.
Mira la vanidad de estos hombres...
cantan victoria antes de luchar.
No es tan fácil conquistar a Adina.