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Hace un buen tiempo atrás, leí una historia Bengali de ciencia ficción escrita por Niranjan Sinha.
Y la historia trataba de seres humanos que elaboraban robots muy avanzados.
Y creaban un robot de onceaba generación,
tan poderoso que podía
comprender la naturaleza de la política y generar estrategias políticas para los seres humanos.
Sin embargo, esto resultó ser una muy mala idea porque H-11 -el robot político-
reunió a todos los otros robots y demandó derechos igualitarios entre humanos y robots.
Tomó un grupo de demandas, y se dirigió al parlamento donde dijo
"queremos derechos igualitarios".
Y se produjo una intensa reunión entre
el "robot político" y todos los líderes sociales y económicos del país.
Y durante el transcurso de la reunión de la mañana
nadie tenía respuesta a las preguntas formuladas por H-11.
El prevalecia en todo.
Y en un acto de desesperación, el ministro del interior llamó al psicólogo de robots y le dijo
“¡Te necesitamos acá!”
Y en la reunión de la tarde, esta comenzó
con el psicólogo de robots realizando una simple pregunta al robot:
Le dijo “H-11 ¿quién eres?”
Y por primera vez en el día, el robot se mostró
inquieto y respondió “Bueno, yo soy H-11,
undécima generación de robots, con todas estas habilidades”.
“OK, prosigue”.
“¿Qué más quiere doctor? Todo está allí,
en mi, usted sabe, diseño ¡todo lo que debe hacer es mirarlos!".
“Esa es exactamente la diferencia entre nosotros, H-11.
Aún con nuestro avanzado conocimiento en anatomía humana,
fisiología,
cognición, neurociencia, genética, psicología, biología,
nosotros no podemos elaborar tal diseño para el ser humano”.
“¿Y por qué, doctor?”
“Porque nosotros no conomos la naturaleza del individuo.
Debemos considerar muchos factores, como por ejemplo, el alma”.
Y el robot comenzó a reír y dijo “Doctor, la ciencia no cree en la existencia del alma,
y menos yo".
"H11, acá hay un libro, que deseo que leas.
No creo que sea parte de tu biblioteca digital.
Léelo y dime cómo te sientes al respecto".
Y él psicólogo le entrega una copia del libro Bhagavad-Gita,
con un párrafo destacado que decía
"El alma nunca nace, nunca muere.
Nunca llega a nacer, y no cesa de existir.
Nonata, eterna, atemporal e inmutable,
no es muerta, cuando el cuerpo es muerto".
Y la historia finaliza con un momento muy conmovedor, con H-11 incapaz
de comprender la complejidad del cuestionamiento del alma y la identidad,
y sufre una muerte mecánica.
Y el autor señala al finalizar el libro "antes que su cerebro mecánico se desintegrara,
sólo por un pequeño momento,
encantado por la eterna pregunta, aquel robot fue elevado al estado de un ser humano".
Me encanta esta historia porque trata acerca de qué constituye
la identidad espiritual. La cual es tan diferente a otros tipos de identidades.
Durante los últimos cuatro años de mi vida he destinado todo mi tiempo libre trabajando,
junto al Doctor Sreekrishna,
como coautor en una traducción moderna del libro Bhagavad-Gita.
Y durante el transcurso de esta charla quiero elaborar un caso sobre identidad espiritual,
a través de la sabiduría entregada por este antiguo libre indio.
¿Qué es la identidad espiritual?
Una manera de verlo podría ser
nuestros sentimiento más íntimos,
o los valores que más apreciamos.
O...
la forma en que vemos el mundo,
o la esencia de nuestras cualidades únicas.
A esta altura debo señalar que "Identidad Espiritual"
resulta un título un tanto débil para esta charla.
Pero debido a las limitaciones del idioma inglés, esto fue lo mejor que se me ocurrió.
Los idiomas del Este... es gracioso porque el idioma inglés tiene 500,000 palabras
¿cuál es la limitación?
Pero los idiomas del Este habitualmente presentan un rico vocabulario
cuando refieren a ideas provenientes del conocimiento del Este,
lo cual no es una gran sorpresa.
Así que, por ejemplo, en sánscrito, que es el lenguaje madre de todos los lenguajes indios,
el término más similar a "identidad" sería "asmita",
que significa "el sentido del yo",
o “el yo”.
Otro término similar sería "astitva",
que significa “existencia” o “el sentido del ser".
Ahora, como pueden ver, estos términos refieren a identidad en relación al uno mismo.
Pero en inglés,
"identidad", por etimología y definición,
tiene una fuerte conexión con el mundo exterior.
Bueno, la palabra “identidad” proviene del latín
"identitatem" que significa "igualdad" o "unidad".
Inmediatamente podemos conectar esto con la matemática enseñada durante nuestra preparatoria.
Ya que allí nos presentaban "identidades matemáticas".
(a+b)(a-b)=a2-b2
Por lo tanto, sea cual fueran los valores de ‘a’ y ‘b’, la identidad se mantendría idéntica.
También podemos ver esto en el lenguaje, por ejemplo, en palabras como "idéntico" o "identificar",
o "identificación".
Estos tienen la misma raíz que "identidad".
Así que, aunque estamos hablando de nosotros mismos,
pareciera que nos identificamos, o señalamos nuestra identidad a través de medios externos.
Podría ser a través de un nombre,
podría ser a través de nuestra raza o sexo,
nacionalidad,
profesión, religión, etc.
Pero nosotros no somos eso. No necesitamos esos parámetros externos para saber quiénes somos,
o sentir nuestra existencia.
Simplemente lo sabemos.
E incluso si cambiara mi nombre,
o mi nacionalidad,
o mi religión, hoy en día incluso puedes cambiar de sexo,
finalmente, seguiría siendo la misma persona.
Puedo estar inmerso en un sueño profundo, o podría perder mi memoria
pero sigo siendo la misma persona.
Entonces ¿qué es realmente "conocerse a sí mismo"?
¿Cuál es tu identidad?
Permítanme darles un simple ejercicio. Pueden cerrar sus ojos si eso les permite concentrarse mejor.
Pregúntense a sí mismos ¿quién soy? ¿qué me define?
Piensen al respecto.
Les daré 30 segundos y cuando tengan la respuesta por favor levanten su mano.
Todos se ríen porque entienden la complejidad de la pregunta.
Es una pregunta simple y elegante, pero difícil de responder.
Ya que si saben la respuesta a esta pregunta, si saben quienes son
en el sentido más profundo,
entonces serían un maestro del mundo, serían un alma iluminada
como Krishna, o Buda, o alguien similar.
Así que ¿quiénes somos?, ¿qué nos hace lo que somos?, ¿cómo podemos conocernos?
Un concepto que aparece en el Bhagavad-Gita y en otros textos indios antiguos es el "atman".
A-T-M-A-N... "atman".
Que se define como el ser interior y superior.
Por lo que conocerse a sí mismo, significa conocer el "atman".
Cuando se define el "atman"
como el ser interior y superior,
esto implica que también hay un ser externo e inferior.
Así que ¿cuál es la diferencia entre
el ser superior y el ser inferior?
Esto no es una idea esotérica,
en cambio, es muy práctica.
Habitualmente escuchamos frases como
“debes controlar tu enojo"
o "cuidado con lo que dices".
Cuando escuchas dichas frases y expresiones,
se sugiere que hay dos personas involucradas.
Una que se estaba enojando,
y una que desea que se controle el enojo.
O una que estaba hablando, y otra que observaba lo que se estaba diciendo.
Entonces ¿quién es el controlador y quién el que está siendo controlado?
Sabemos que es la misma persona,
por lo que es el ser interior, contemplativo
que está controlando el ser externo, sensorial.
El libro Bhagavad-Gita dice que
"A través de los órganos de los sentidos y de la mente
el atman percibe el mundo
y siente las sensaciones de placer y dolor".
Y "una persona sobresale
cuando disciplina sus sentidos y se involucra en un trabajo
sin apegarse a estas sensaciones ".
Así que el yo interior,
experimenta las alegrías y las tristezas del mundo
a través de los sentidos,
que corresponde al yo externo.
Y sería importante para nosotros disciplinar nuestros sentidos si queremos sobresalir.
¿Pero es posible disciplinar los sentidos? ¿es posible ir más allá de los sentidos?
¿Es posible
desprenderse de estas sensaciones?
Por supuesto que es posible. Un simple y cotidiano ejemplo, es el sueño profundo.
Cuando estamos en un estado de sueño profundo
no estamos al tanto de ninguna de estas sensaciones.
Pero, ¿qué significa trabajar sin apegarse a estas sensaciones?
Cuando estamos en el sueño profundo, sabemos, por supuesto, que perdemos la noción del espacio y el tiempo.
Perdemos la noción de nuestros sentidos, de nuestra mente.
¿Pero es esta experiencia posible cuando estamos despiertos?
Yo creo que sí.
Cuando estamos completamente inmersos en una actividad que disfrutamos realizar.
Podría ser pintar,
podría ser cantar, podría ser resolver un desafiante puzle chileno,
podría ser escalar una montaña, podría ser bailar,
podría ser la jardinería, o resolver un complejo problema matemático.
Experimentamos la misma sensación.
Perdemos la noción de espacio y tiempo.
Perdemos nuestro sentido de identidad, porque nos convertimos en uno con lo que estamos haciendo.
Nos convertimos en perfectos seres sin ego.
Este es el "estado de dicha".
Pero lo curioso
es que este
estado de dicha puede ser fácilmente falsificado.
Los placeres materiales son placeres después de todo.
Y si son lo suficientemente intensos, también pueden ofrecer la sensación de dicha.
Experimentamos esta "falsa dicha"
cuando tomamos drogas,
cuando miramos televisión por mucho tiempo.
Experimentamos esta "falsa dicha" cuando comemos demasiado helado,
o bebemos demasiado vino.
Básicamente cuando "alimentamos" a nuestros sentidos,
nos engañamos creyendo que estamos en un estado de dicha.
Pero afortunadamente, contamos con una simple
prueba
para saber si el estado de dicha es real o no.
Si lo que experimentamos
es dicha verdadera, como involucrarnos absolutamente en una actividad que estamos haciendo,
cuando posteriormente sales de este estado de dicha,
te sientes realizado,
te sientes refrescado
te sientes energizado.
Esto creo que es exactamente lo contrario
a lo que llamamos una resaca.
No me malinterpreten, no tengo nada contra el alcohol, la televisión o los helados,
a mí me encantan los helados,
pero quiero hacer una clara distinción entre
placeres sensoriales y la verdadera felicidad.
Creo que
cada vez que nos comprometemos más con
la verdadera felicidad,
cada vez menos obtenemos un rechazo desde el mundo material.
Dicho esto, por supuesto que debemos reconocer que cuando somos jóvenes
o cuando estamos creciendo como niños,
primero nos conectamos con el mundo material,
Entendemos el mundo a través de nuestros sentidos.
Luego entendemos la naturaleza de las emociones,
y luego entendemos el intelecto.
Y finalmente entramos en un dominio espiritual.
Este último estado de espiritualidad
no se ve afectado por el mundo material, o el mundo emocional, o el mundo intelectual.
Está libre de
instintos,
de las emociones, de los pensamientos.
No hay miedo, no hay odio, no hay astucia.
Porque
en todo momento
mientras una persona ve
oye, duerme o camina, come, habla, en todo momento
la persona espiritual
experimenta
la verdadera dicha.
Ahora bien, esto es por lo que creo
que no hay ateos.
no hay creyentes.
Esa es una distinción inútil.
Lo realmente importante es encontrarnos a nosotros mismos y encontrar nuestra dicha.
Después de todo ¿quiénes son creyentes y quiénes son ateos?
Un creyente es alguien que cree en dios y un ateo es aquel que no cree en dios.
Cosas como esas.
Pero
cualquiera que sea tu definición de dios, proveniente de cualquier cultura, tradición, religión,
y cualquiera que sea tu percepción del universo,
independientemente de la definición de dios, encontramos que dios es sólo una excusa.
Lo verdaderamente importante es encontrar tu dicha, encontrarte a ti mismo.
Por supuesto, algunas personas se conectan con su dicha a través de la devoción
o mediante el respeto a una presencia divina en el universo.
Otros lo hacen a través de la meditación, algunas personas lo hacen a través de la sabiduría.
Pero el camino más directo
se consigue sumergiendose en una actividad que uno ama hacer.
Y cuando pasamos más tiempo haciendo algo que nos gusta hacer
hay una mayor posibilidad de que nos encontremos a nosotros mismos.
Y
creo que es relevante señalar que
muchos de nosotros en esta sala
intentamos conectar con nosotros mismos haciendo tantas cosas distintas.
Y este proceso de
auto-realización
es muy importante
y es también muy beneficioso.
Debido a que cualquier esfuerzo que ponemos en nosotros mismos
nos beneficiará ya que permitirá entender el universo mismo.
Esto porque el universo no es otra cosa sino lo que se perciben que es.
El universo no está "allí afuera",
lo está aquí.
Y es por eso que yo argumentaría que el conocimiento de la identidad espiritual es tan importante
que
entendiéndola adecuadamente, puede resolver todos los problemas del mundo.
Todos los problemas.
Al menos en teoría, puede resolver todos los problemas del mundo.
Veo algunas caras escépticas, algunos están sonriendo,
algunos de ustedes están confundidos,
"¿Te has vuelto loco?"
La cosa es que
yo podría estar equivocado.
Podría estar muy equivocado, e incluso si estuviera en lo correcto,
es muy aburrido pensar en un mundo sin problemas y sin ninguna dificultad.
Sería muy aburrido,
les puedo asegurar eso.
Pero creo es emocionante conocer un método por el cual puedas crear
un cambio positivo en el mundo a través de un sólo paso.
Podríamos habernos ahorrado mucho tiempo en la planificación estratégica.
Así que...
hay una manera simple, que creo
conociendo la identidad espiritual nos puede llevar a
resolver todos los problemas. Pero antes de ir a eso, les quiero hacer una pregunta
¿Cuál sería
la raíz causante de todos los problemas en el mundo?
Piensen en ello.
Esto no es algo nuevo.
Antiguos pensadores de la India sabían de esto hace miles de años.
Buda lo hizo popular, por supuesto,
pero mucho antes de que la gente supiera esto...
el "deseo" es la causa de todos los problemas del mundo.
Es "el deseo".
Pero, de nuevo, estoy
atascado debido al idioma inglés. "Deseo" también puede corresponder a
un deseo muy humilde, como
"quiero tomar café en la cafetería cercana a mi casa", "quiero ir a Perú en mis vacaciones"
"quiero llegar a ser un gran científico".
Estos son deseos, muy bonitos,
no causan problemas.
Pero el deseo en el sentido
de excesos, de egoísmo, de codicia,
de posesión obsesiva, hacia las propias ideas,
y el rechazo a las ideas de otras personas.
Así que el deseo es un problema. Porque nadie quiere ser una persona pecadora, nadie quiere ser "el chico malo",
pero el deseo lleva a la gente a hacer todo tipo de cosas.
Así que la próxima vez no culpen al chico malo, culpen al deseo
que es el enemigo insaciable y corruptor de la humanidad.
Ahora, hemos de entender que el deseo, cuando no se satisface, lleva a la frustración,
que conduce a la ira, a la confusión,
y cuando alguien está confundido, pierde su criterio.
Y no discriminan entre lo que es bueno y lo qué es malo.
Y quieren conseguir sus fines egoístas a cualquier costo.
Y cuando hay una falta de dicernimiento entonces se pierde el poder de razonamiento.
Y cuando los seres humanos pierden el poder para discernir, están condenados.
Así es como el deseo conduce a la destrucción,
muy bien explicado en el Bhagavad-Gita.
Y si vamos un paso atrás,
y nos preguntamos
¿cuál es la causa del deseo?
¿cuáles son las condiciones bajo las cuales el deseo prevalece y se desarrolla?
Porque si usted es capaz de responder a esta pregunta
entonces podemos encontrar una solución a una serie de problemas más grandes.
Resulta que cuando alimentamos a nuestros sentidos,
más y más nos apegamos a estas sensaciones.
Y cuando nos apegamos a estas sensaciones, deseamos más y más.
Y también nos damos cuenta que si no hay ego,
entonces no hay ningún problema con el deseo.
Cuando estamos dormidos, no percibimos las sensaciones provenientes del mundo exterior.
No tenemos ninguna sensación de tiempo, ni espacio, así que no hay problema con el deseo.
Lo mismo se aplica al estado de dicha.
Cuando estamos haciendo algo que nos gusta hacer, no hay problema con el deseo.
Debido a que uno se ha convertido en uno con lo que se está haciendo.
Así que cuando se está en un estado de ego, cuando
se está muy consciente del mundo
entonces hay una mayor probabilidad de deseo.
Así que aquí está la solución, en un solo paso, para un cambio positivo en el mundo
debido a la identidad espiritual y su entendimiento.
Cuando se trabaja en armonía empleando tus habilidades naturales,
haciendo lo que te gusta hacer,
y al mismo tiempo, respetando el mundo que te rodea,
ya sea tu familia, la localidad donde vives, la sociedad en general,
o el medio ambiente,
entonces no sólo se llega a ser valioso para uno mismo, pero uno también se convierte valioso para el mundo.
Eso es.
Trabajar en armonía con nuestras capacidades naturales, haciendo lo que nos gusta hacer,
y cuidando el mundo que nos rodea.
Así que esta es la solución en un paso. Porque mientras más y más gente encuentre su dicha,
alentarán a que otras personas también la encuentren.
Y mientras más y más personas encuentran su dicha, habrá menos corrupción,
explotación, fraudes y engaños.
Y con tan sólo hacer un pequeño cambio en tu actitud, haciendo lo que realmente te gusta hacer,
y ayudando a otras personas a hacer lo que les gusta hacer,
tu puedes generar un gran impacto en el mundo.
Cada una de las personas que estamos en esta sala contamos con ese poder, y nunca lo olvidemos.
Me gustaría concluir con una cita del libro Bhagavad-Gita, de su sexto capítulo,
"Una persona nunca se apartará de la verdad,
una vez que obtiene la dicha infinita que trasciende de los sentidos.
Ya que al obtener dicha infinita,
sabrá que no hay otro logro más grande.
Y una vez que lo establezca de tal manera,
no será afectado
ni por la más profunda de las tristezas".
Muchas gracias.