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Después de que el helicóptero nos dejó de vuelta, en McMurdo...
...no había nadie . El reloj solar marcaba casi la 1:00 A.m.
EMPAPARSE DE FELICIDAD
No se sentía de noche, así que miramos a nuestro alrededor.
Este edificio discreto llamaba mi curiosidad desde hacía tiempo.
Aquí, entre tomates verdes, nos encontramos con este joven.
¿Cómo terminó aquí?
WILLIAM JIRSA Lingüista y experto en computación
A mí me gusta decir...
...que si miras a todos los que no tienen ataduras,
terminan en el culo del mundo.
Más o menos así llegamos aquí.
Estábamos un poco sueltos y ahora estamos juntos.
Recuerdo que cuando llegué
me gustaba reconocer a la gente con mis marcas tribales.
"Ésta es mi gente."
Gente doctorada lavando platos, lingüistas en un continente sin lenguas
y cosas así. Es genial.
Yo estaba estudiando un postgrado y formábamos equipo
de trabajo con una de las personas
que tienen como lengua materna y un buen dominio
de una de las lenguas de los winnebago, los ho-chunk.
Creo que lo pronuncian así.
Para resumir una larga historia,
conoció a unos ideólogos de la nueva era que decían que había magia blanca y negra
en la gramática de este idioma.
Parte de la tradición oral que se había pasado...
Según esta estúpida línea académica,
sería mejor dejar morir la lengua que preservarla.
...podría documentar un idioma...
Tuvo que destruir toda su investigación doctoral.
Sólo imaginemos que el 90%
de los idiomas desaparecerán antes de morirme.
Es un impacto catastrófico
para un ecosistema cuando hablamos de una extinción así.
Culturalmente, se trata de lo mismo.
¿ Qué pasaría si se perdiera
toda la literatura rusa, o la lengua rusa? Si miramos
las lenguas eslavas y desaparecieran. Desaparecería Tolstoy.
Se me pasó por la cabeza que, en el rato que pasamos en el invernadero,
probablemente habrían muerto tres o cuatro lenguas.
En nuestro esfuerzo por preservar especies amenazadas,
pasamos por alto algo igual de importante.
Para mí, es síntoma de una civilización muy alterada
en la que aceptamos a los fanáticos de los árboles y de las ballenas,
mientras que nadie se preocupa del último hablante de un idioma.