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¿Sabías que la palabra "política"
viene del griego antiguo "polis?" la ciudad estado,en la cual la primera forma
de democracia fue llevada a cabo por los ciudadanos
Ellos, como nosotros hoy,
identificaban problemas y los discutían.
Nosotros hoy lo hacemos en la calle, en los bares y a veces también en la cena con familia o amigos.
En Atenas, los ciudadanos se reunían todos en una colina designada, en las afueras de la ciudad,
para discutir problemas actuales y crear soluciones políticas.
Cada hombre libre,
de hecho sólo los hombres libres,
tenía una voz y un voto para decidir sobre una política para cada problema.
Entonces, la palabra en la calle se transformaba en política.
Esta participación del ciudadano hasta la realización de una política es lo que llamamos democracia directa.
Los estados-nación moderno, como Alemania, en nuestro ejemplo,
no comparte un espacio público común donde todos los ciudadanos se puedan encontrar.
Actualmente no es posible llegar a un entendimiento sobre problemas comunes solamente hablándolos en la calle,
debido a la cantidad de gente que somos en nuestras sociedades modernas.
Los problemas de nuestros tiempos son muy diferentes de los de la Antigua Grecia en tres aspectos:
Debido a la diversidad que hay hoy entre los ciudadanos,
es mucho más complejo encontrar soluciones comunes a los problemas
además, ser un ciudadano hoy ya no es una vocación.
A diferencia de los hombres de Atenas, solemos tener que trabajar para vivir
y no tenemos tiempo para pasar un día entero evaluando y discutiendo problemas políticos.
Eso puede ser parte de la razón por la cual mucha gente hoy siente que
no tiene el “conocimiento experto” adecuado sobre estas cuestiones
para contribuir a la esfera política.
Lo que la mayoría de las democracias modernas hace a cambio, es tener representantes
designados por el pueblo quienes dedicarán su tiempo completo a ser políticos profesionales.
Ellos llevan adelante la discusión de problemas en nuestro lugar.
Los medios de comunicación transmiten sus discusiones a nuestra sociedad,
pero solo los políticos pueden decidir sobre estas cuestiones
en la arena política designada.
Nosotros, “el público” tenemos la chance de votar para elegir nuestros representantes basados en la visión del mundo
o de su persuasión política, en ciertos intervalos de tiempo.
En general cada 2 o 4 años.
En la mayoría de nuestros sistemas democráticos,
los representantes están organizados a través de la afiliación a un partido.
Las mayorías que ganan las elecciones
tienen que decidir sobre problemas actuales y convertirlas en políticas, durante el tiempo por el cual son electos.
Nosotros, los ciudadanos regulares, no tenemos derechos sobre el establecimiento de políticas durante este tiempo.
Este sistema político es lo que llamamos democracia indirecta.
Últimamente, cada vez más gente se siente insatisfecha con un sistema tan rígido,
que elimina la participación de los ciudadanos de la elaboración de las políticas.
Argumentan que cualquier ciudadano en cualquier momento debería poder tener la posibilidad de hacer escuchar su voz
en el proceso de elaboración de políticas públicas.
Aún cuando no quieran ser políticos “de tiempo completo”.
Los políticos y los partidos van a seguir siendo útiles, pero se le debería dar a cada ciudadano la posibilidad de
expresar su voto por cada tema que se trate.
En este sistema, la gente podrá elegir delegar su voto a otra persona,
que en su lugar, confíen pueda tomar una decisión más informada.
Ellos, si así lo desean, a su vez podrán delegar estos votos colectados a otra persona.
Inclusive tal vez a algún político que defienda cierta visión.
Pueden también elegir a políticos ellos mismos.
O también pueden votar en forma directa.
Entonces ahora existen diversas formas en las que la participación
de la gente puede transformarse en políticas públicas.
Además, si llegara a haber un tema particular en el cual una persona tenga una opinión formada
y no quiera confiar en nadie más para tomar esa decisión en su lugar,
siempre puede recuperar su voto de la persona a quien lo había delegado, y votar por sí mismo.
Es este híbrido entre democracia directa y democracia indirecta
lo que da su nombre al sistema propuesto de “democracia líquida”.
La tecnología moderna ha hecho posible un espacio público que todos los ciudadanos pueden habitar.
En lugar de una colina afuera de la ciudad, podemos encontrarnos en el espacio cibernético.
Podemos discutir de temas online para determinar los que requieran el establecimiento de políticas.
Herramientas de colaboración, de las cuales Wikipedia es sólo un pequeño ejemplo,
facilitan las formas en las cuales la gente puede hacer su aporte a las políticas públicas.
Y las computadoras y la criptografía moderna
y los votos y la delegación de votos para que podamos decidir sobre estas políticas.
De esta manera, todos los ciudadanos podrían tomar parte de decisiones políticas otra vez,
como en el Agora, la colina en las afueras de Atenas.