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EL AMO DE LA CASA
Ésta es la historia de un marido consentido,
una clase extinta en nuestro país, pero que existe en el extranjero.
Y también es la historia de una heroína,
no una heroína radiante, elegantemente vestida
y peinada como en las películas,
sino una esposa y madre corriente,
cuya vida se limita a las 4 paredes de su casa de las afueras.
6:30 de la mañana.
Como Mary Allmen afrontaba los sacrificios, las duras tareas
y la monotonía con gran alegría,
John, su marido, había acabado por creer que era lo normal.
"Yo encenderé el fogón, Kathleen, no te estropees las manos."
"¿Y mis zapatillas?"
Éste iba a ser uno de sus días malos.
"Prepara la bandeja del desayuno para tu padre."
"Date prisa, madre, padre se está levantando."
"¿Madre, te canto las tablas?"
"¿Cuántas veces te he dicho que me pongas el café primero?"
"Estiraré al máximo el dinero de la casa
para recoger el otro par del zapatero, cariño."
"¡No hay cuchara!"
"¡Pan raspado!"
"¿Así que había más mantequilla?"
"¡Malditos pájaros!"
"¡Oh, ahora ya da igual!"
"¿Está cepillado el abrigo?"
"Sobró algo de ayer para el almuerzo...
¿Lo quieres frío o caliente, cariño?"
"¡Frío!"
"Oh, cielos, ¿otra vez aquí?"
"Nana" Marsh, que había cuidado a John de niño,
echaba una mano con la casa de vez en cuando.
"No puedo hacer nada con los calcetines de ***."
"¡Mira! Serán unos mitones preciosos para Kathleen."
"¿Cuánto es nueve por ocho?"
"Setenta y dos."
"El bebé se ha despertado."
"¡Mira, es Nana!"
Todos los días había que cumplir con las tareas asignadas;
todas las mañanas había que luchar contra el tiempo
para que el padre tuviera todo preparado.
"Es inútil si tú no tiras... ¡fuerte!"
"Dile a *** que vaya corriendo a por medio kilo de manzanas.
A padre le encantan asadas."
"Esto es muy pesado para ti, cielo. Mejor ve y tráeme unas patatas."
"Kathleen, ¿no te he dicho ya que dejes las verduras?
Echarás a perder tus manos."
"¿Qué habrá pasado con ***?"
"Date prisa, ***, padre volverá pronto."
"¡No me extraña que nunca lleves unos zapatos decentes!"
"¿Te crees que estoy hecho de dinero?"
"Estoy oyendo a John ahí fuera, ¡gruñendo como siempre!"
"Sirve las gachas para no hacer esperar a padre."
"Nana, querida, no digas nada, ¡hazlo por mí!"
"¡Yo te enseñaré, pequeño sinvergüenza!"
"Castigado en el rincón sin comer."
"¿No puedes vigilar al chico?
¡No tienes otra cosa que hacer en todo el día!"
"¡Por el amor de Dios, haz que se calle ese mocoso!"
"¡La de veces que te he dicho que no pongas a secar la ropa aquí!"
"¿No debería cambiarse los calcetines mojados?
Va a coger un catarro."
"Deja que coja un catarro. Así aprenderá la lección."
"¡Las manos detrás de la espalda!"
"¡He dicho buenas tardes, su majestad!"
"Esto está lleno de grumos."
"¿Soy el único que está oyendo la tetera?"
"¿Podremos comer algún día sin que te levantes continuamente?"
"Pon el agua para el café, cielo."
"¡Otra vez fiambre!"
"¡Tres manzanas para cinco personas!"
"No me quedaré de brazos cruzados viendo cómo te trata..."
"¡Voy a traer a tu madre!"
"¡BESTIA!"
"Estoy tan contenta de verla, Sra. Nelson... Iba a buscarla."
"Si fuera una cuestión de dinero, podría echar una mano,
pero es su egoísmo el que está echando todo a perder."
"A pesar de todo, estoy segura de que todavía se quieren.
Veremos si estas dos viejas ponen las cosas en su sitio."
"¿Por qué no tienes más cuidado?"
"Los ha traído tu madre, ¿no? Odio las obras de caridad."
"De pequeño te pegué una vez y pensé que te acordarías siempre."
"Te sentó muy bien."
"Si tu madre y esa vieja bruja no se han ido de esta casa
antes de que vuelva, me largo para siempre. Tú eliges."
"Bueno, yo ya he cumplido mi parte. Ahora le toca a usted.
Tiene que conseguir que se marche antes de que él vuelva."
"Toma un plato de gachas."
"Cariño, esto no puede seguir así. Tienes que reconocerlo."
"Yo tengo parte de culpa. Debería esforzarme más."
"El único culpable es John. Te agota el cuerpo y el alma."
"Todos decís que John es malo..."
"Pero no lo es. ¡No lo es!"
"Desde que perdió el negocio, ha tenido que luchar mucho
para sacarnos adelante, y eso le ha vuelto irritable."
"Pero hemos pasado años felices juntos.
No podría haber sido un marido mejor.
Ahora tengo que ser paciente con él."
"Hijo, ¿quieres que te tome la lección para mañana?"
"Desde la página 36 hasta el párrafo marcado."
"...y mandaba en su casa sabia y justamente..."
"...pero gradualmente, fue convirtiéndose
en un temible tirano y aquéllos que una vez le amaron
ahora le temían."
"¿Qué es un tirano, mamá?"
"Mi niña, ¿no ves que estás al borde de un ataque?"
"Debes alejarte de todo esto y descansar.
John sabrá apreciarte mejor cuando vuelvas."
"¿Y quién cuidará de la casa y de los niños?"
"¿Te encargarás tú, Nana?"
"Prométeme que no serás severa y cruel con John."
"¡Cruel, no! ¿Severa? Eso depende de John."
"Ve a buscar un taxi, ***."
"He ahorrado unos chelines para algún gasto extra de John.
Pero no le digas que son de mi parte."
"Deja que coja un catarro. Así aprenderá la lección."
"Es la hora del baño, ***. Trae el barreño y te lo prepararé."
Más tarde.
"Buenas noches, querido."
"Sí, son míos."
"¿Dónde está Mary?"
"¡Se ha ido!"
"Tu mujer está muy enferma. Se ha marchado para descansar."
"¡Una ingeniosa ocurrencia!"
"Supongo que vosotras dos viejas entrometidas
habéis hecho creer a Mary que la maltrato."
"Y creéis que me asustaré tanto que me rendiré ante mi suegra
para que me perdone por cosas que no he hecho."
"¡Pues vuestro plan no funcionará!
¡La única que pedirá disculpas será Mary, no yo!"
"Ahora tenemos que ahorrar.
Yo no administro el dinero tan bien como tu esposa."
"No hace falta que te canses conmigo, jovencito.
Y te pediría que fueras un poco más educado."
"¡Ahora yo soy la señora! ¿Lo entiendes?"
"¡Quita la tetera del fuego!"
"¡Hazlo tú!"
"Esto demuestra que eres tonto, John.
Ahora tendrás que pagar para que lo vuelvan a lavar."
"No voy a aguantarte aquí. Coge tus trastos y lárgate."
"¡Papá!"
"¡PADRE!"
"¡Bestia!"
"¿Dónde está tu madre?"
"No lo sé. La abuela se la llevó porque está enferma."
"Tú has hecho que mamá enferme, y si se muere será por tu culpa."
"Le prometí a mamá que no te lo diría,
pero creo que debes saberlo..."
"Ha estado cosiendo por las noches durante meses,
para comprarte algún capricho con el dinero que ganara."
"¡Papá! ¿Qué vas a hacer?"
"Voy a casa de la abuela a buscar a mamá."
"Sí, cariño, es duro castigar a los que queremos,
pero por el bien de tu madre, debemos conseguir
que tu padre se arrepienta de verdad."
En casa de su madre, Mary había sucumbido
a la fatiga física y mental que su fortaleza de ánimo
había logrado esquivar tanto tiempo.
"La única posibilidad para su hija es irse al campo,
a algún lugar donde pueda descansar por completo."
"Por supuesto, no debe preocuparse por las tareas domésticas."
"Cariño, por tu bien, no permitas que John sepa dónde estás."
Es un caso claro de una mujer con exceso de trabajo
y falta de alimentación por el bien de su familia.
Sólo un completo aislamiento y descanso le devolverán la salud.
"Hágame caso, váyase a casa y espere pacientemente
hasta que mi tratamiento y el aire del campo hayan surtido efecto."
"Era un John muy humilde el que volvió a casa.
Se había visto a través de los ojos de otros
y la imagen no le había gustado."
"Buenas noches, Nana."
En el plazo de un mes, parecía haber retrocedido 30 años,
y John era de nuevo un muchacho
atemorizado por la cólera de su niñera.
"Se te han pegado las sábanas."
"Llévate los bebederos de los pájaros."
"¿Qué diablos has estado haciendo todo este rato?"
"Llévate esta lámpara de aceite."
"Hay una tal Sra. Higgins ahí afuera."
"Ah, es la lavandera. Dile que pase."
"¿Creías que iba a dejarme la espalda en el barreño
para ahorrarte unos chelines?"
"Lleva este cubo abajo, por favor."
"***, bonito... Pío, pío."
"Te gustan mucho los pájaros, ¿verdad, papá?"
"Ven y siéntate conmigo, Kathleen."
"¿No te gustaría que tu madre volviera con nosotros?"
"¿Tienes alguna idea de cuándo volverá a casa?"
"Nana dice que no permitirá que mamá vuelva hasta que tú no...
te quedes castigado en el rincón."
"Kathleen, trae una cucharilla."
"¿Sabes qué he pensando comprarte? Una bicicleta.
En cuanto pueda pagar los plazos."
"¿Si te la compro, me dirás dónde está mamá?"
Mi querida Nana: Me alegro de poder decir
que me encuentro casi recuperada a pesar de lo que echo de menos
a John y a los niños. Soy más feliz que nunca.
Aunque Nana disfrutaba de su victoria sobre el tirano,
a veces sentía lástima por él en su interior.
"Aquí tienes unos dulces, John. Ya conoces la vieja costumbre."
"Madre, debe decirme dónde está Mary.
¡Ya no puedo soportar esta incertidumbre!"
"Desde que se marchó, he sido un pobre desgraciado.
No aguanto más sin ella."
"¿De verdad?"
"Has cambiado, John. Hace un mes no lo habrías reconocido."
"¡Qué estúpidos somos los hombres!"
"Sólo por traer el sueldo a casa, pensamos que está todo hecho..."
"Mientras que nuestras esposas hacen tres veces nuestro trabajo,
y no reciben un sueldo, sino reproches y malas caras."
"Le juro que partiré de cero si Mary me da otra oportunidad."
"Tienes que arreglarte con Nana. Ya conoces sus condiciones."
"Aprovecha la oportunidad mientras estoy en la cocina."
"Nana, quiero comentarte algo."
"Has... esto... perdido una horquilla."
"John, quiero comentarte algo."
"Tu... esto... tu corbata está torcida."
He descubierto dónde está mamá.
Pero no te lo voy a decir.
"¿Has perdido el juicio?"
"Atiende el horno."
Ya no me siento tan sola porque tengo a Peter,
y cree que soy la mujer más maravillosa del mundo.
Afectuosamente, Mary.
"¡Cierra el horno!"
"¿Quién es Peter?"
"Parece que es un hombre."
"¡Ya está bien! ¡Tenemos que hablar!"
"¡SlÉNTATE!"
"¡Todos los hombres sois iguales!"
"Arrogantes."
"Egoístas."
"Y estúpidos."
"Cuando os casáis, vuestra esposa es un ángel,
queréis rendiros a sus pies y adorarla."
"¡Pero después, cuando realmente merece un homenaje,
la tratáis como a una esclava de galeras!"
"Admitirás que te mereces una zurra, ¿no?"
"Bien. Dejémoslo. Pero si quieres saber dónde está Mary,
tendrás que hacer lo que te dije:
¡castigado en el rincón!"
"¡Las manos detrás de la espalda!"
"John, ¡cariño!"
"¡***, ven enseguida! ¡Mamá ha vuelto a casa!"
"¿Quién es Peter?"
"Ha sido una gran lección, cariño, pero me ha hecho darme cuenta
de todo lo que significas para mí."
"¡Pero los dientes los tengo limpios, mamá!"
"Nunca más serás grosero con mis cajas de golosinas,
¿verdad, John?"
ÓPTICA: Excelente óptica situada en ciudad de provincias.
Se vende por 10.000 coronas, al contado. Apartado 4327.
"Y aquí tienes el cheque para que la compres."
"¿Se van a quedar los tortolitos toda la noche ahí?
El café se enfría."
Y el sabio y viejo reloj parecía decir con su tic-tac:
"Mary ha vuelto, todo va bien. Mary ha vuelto, todo va bien."