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Hola, gracias por estar aquí en esta segunda sesión
consagrada al Hombre rebelde, la vez pasada hablé de la negatividad
en este libro, de lo que Camus había llamado nihilismo de salón.
Camus construía mal sus libros, era un - iba a decir diletante -
más bien un autodidacta, en ese
respecto, y me propongo en ese revoltijo dionisiaco,
aunque no sea costumbre, de ser un poco apolíneo
y proponerles un orden libertario, un orden para una lectura
libertaria de El hombre rebelde, porque hay evidentemente,
una proposición política en esta obra y es una proposición
política que han hecho callar, que no quisieron escuchar,
que no quisieron oír, por una razón bien simple,
cuando digo "no quisieron" me refiero a Sartre y los
sartrianos, porque en esa época se trató de manifestar
la omnipotencia de la única fórmula cesariana del socialismo.
Lo único que existía era el socialismo cesariano,
estilo Julio César, autocrático, autoritario, dictatorial,
era lo único que había, era la fórmula marxista-leninista
la de los países del este, que nos presentaba esa
perspectiva como un “horizonte insuperable,” recuerden,
esa fue la frase de Sartre, y Camus pensó que la forma
autoritaria del socialismo no era la única posibilidad
porque hay un socialismo libertario, que es antiguo
pues existe desde la revolución francesa, está vivo
porque existía durante la guerra de España en 1936,
y sigue estando vivo en pequeñas revistas: La revista proletaria,
por ejemplo, en la cual Camus escribió.
Pero desde luego, la aplanadora del marxismo autoritario,
hizo su trabajo correctamente y aplastó la proposición libertaria
de El hombre rebelde. Ahora bien, esta proposición libertaria
es una de las propuestas entre muchas otras, y voy
a mostrarles que desde el principio hasta el fin de su
corta existencia, Camus fue libertario. Hizo proposiciones
libertarias, criticó en este libro, ciertas fórmulas
particulares de lo que llamamos anarquismo, Stirner,
el stirnerismo, el egotismo y egoísmo de Stirner,
hace también una crítica de Bakunin, pero al mismo tiempo
una crítica elogiosa, verán qué es lo que recupera,
lo que guarda, y esas citas que habrá que desarrollar
cuando digo citas, son más bien referencias, a veces
solo un nombre, por ejemplo en el caso de Varlet,
para celebrar la democracia directa.
Proudhon, en celebración del pragmatismo anarquista,
o el anarcosindicalismo de Pelloutier.
el socialismo libertario del CNT español,
el sindicato anarquista aun bien vivo.
Hay entonces, varias fórmulas libertarias en Camus
desde el principio, y cuando digo el principio, quiero decir
desde muy joven, cuando tenía 26 años, pero ejemplo,
en junio de 1939, escribe en Alger républicain,
Miseria en Cabilia, un texto magnífico, célebre
y al respecto les diré dos cosas: es un texto que
denuncia claramente el régimen colonial, por lo que no
podemos decir que Camus fue, como dijo Sartre o como
dijo Jean-Jacques Brochier "filósofo de liceo",
el pensador de los blaquitos, el pensador del colonialismo,
el pensador que defiende los regímenes coloniales,
Camus más bien los denuncia, diciendo que el régimen colonial
está acabado, en junio de 1939, está claramente dicho,
no entro en el detalle de la crítica.
Camus muestra la miseria, la pobreza, el hambre,
las condiciones de existencia, el frío, el invierno,
la imposibilidad de colectar leña, porque los propietarios
prohibían a sus obreros,aun, la colecta de la madera caída.
Hace una descripción terrible del régimen colonial
en Cabilia: los niños que mueren de hambre, se envenenan
al comer raíces, los obreros y trabajadores tienen que
caminar por kilómetros para ir a trabajar y se cansan
y como están cansados, trabajan mal, como trabajan mal,
les pagan menos, y como les pagan menos, comen peor,
y como comen poco se debilitan aun más, etc.
Ese mecanismo es desmontado en los escritos que envía a
Alger républicain, esos textos fueron incluidos en
Actuelles III durante la guerra de Argelia.
Es decir, que si se quería saber, la información,
estaba publicada en la editorial Gallimard por alguien
que ganó el premio nobel de literatura.
Denuncia el régimen colonial, al mismo tiempo, milita
por la igualdad de derechos, él sabe bien que los árabes
y los musulmanes - que para él son lo mismo - y los europeos
no tienen los mismos derechos, hay desigualdad
de derechos y y como defensor del Frente popular,
defende el proyecto Blum-Violette, los nombres de
las personas que propusieron ese proyecto, es un proyecto
cuyo objetivo es la igualdad entre individuos,
por supuesto, es una evolución, más que una revolución,
no es una igualdad integral, inmediata, se puede criticar, desde luego,
se trata más de una perspectiva socialdemócrata
que revolucionaria, pero verán que si bien,
el ideal de Camus sigue siendo revolucionario, él considera que
no se debe necesariamente rechazar la social-democracia
mientras tanto, que se puede desear una evolución,
sin que esto impida desear la revolución.
Entonces él suscribe a este proyecto, el mismo periódico
Alger republicano fue construido para sostener a Blum
y su Frente popular, y no dejará de defender ese proyecto,
al mismo tiempo que concretamente, continuará con la
rúbrica de sucesos jurídicos o más bien procesos, asiste
a los procesos y vemos bien cómo funciona el colonialismo
y cómo los pobres, los miserables, los de abajo, los obreros,
están siempre en el error, y cómo los ricos, los poderosos,
los ricos propietarios y los colonos, siempre tienen la razón
y que la justicia está al servicio del régimen colonial.
Camus denuncia esta injusticia, denuncia
esta desigualdad antes de la guerra y propone
una primera solución libertaria, que es la del Douar-commune
Douar significa comuna, es una redundancia, una repetición
o pleonasmo decir Douar-comuna, pero esa fue la expresión
usada, y Camus dice que existe una vieja forma tribal
ancestral que es el douar, que es una antigua tradición
cabila, el douar, la comuna, el funcionamiento político,
en el sentido noble del término.
Es la proposición de un comunalismo libertario,
hay hoy día, en la constelación de los anarquistas,
gente que piensa que la anarquía no se realiza
necesariamente en un modo revolucionario, insurreccional,
o neo-marxista - por decirlo así -pero que puede realizarse
desde la base en la comuna, que basta con encarnar
las ideas en las que se cree. Y la revolución anarquista
se hace aquí y ahora, cuando se ocupa uno de los asuntos
siendo consejero municipal o alcalde, y bien, cuando se es
delegado en una douar-comuna, nos dice Camus, se debe
poder decidir por uno mismo, sin necesidad de esperar
que las órdenes lleguen desde París hasta el pueblecito
perdido en Cabilia, se debe poder decidir enseguida por
uno mismo, con gente que hemos investido porque los
conocemos, y le hemos dado el poder a quien que va a usarlo
para representarnos verdaderamente, y si no nos representa bien,
se le retira ese poder - esa es la lógica del
mandato imperativo, es una lógica que se encuentra en Varlet
y varios otros anarquistas - la douar-comuna es una unidad
de base comunal que permite la revolución concreta, cada
quien conoce a esos que sirve y le puede uno retirar
su confianza si el contrato no es respetado, es una
fórmula concreta, en la misma medida en que la
douar-comuna puede reagruparse, se pueden fabricar
cooperaciones, mutualizaciones
y producir con todo eso, federaciones.
Es una palabra importante porque tiene sus
raíces en la revolución francesa, entre los Girondinos,
que se enraízan a su vez en Proudhon y los proudhonianos,
el federalismo, es la solución, el antídoto, por así decir,
al régimen estatal jacobino.
Esa gran agrupación permite construir una federación
y Camus nos dice que esa federación es una pequeña república
federativa inspirada en principios de democracia
verdaderamente profundos, eso es lo que él escribe
antes de la guerra. Que se debe poder realizar una
república federativa. Cabilia crearía bajo esas condiciones,
su emancipación.
Es exactamente la fórmula de Proudhon en un libro que
se llama El principio federativo, no me acuerdo si ya dije que
le pregunté a Jean Daniel porqué había tan pocas referencias
a Proudhon en la obra completa de Camus y le preguntaba
si habían tenido oportunidad de hablar de Proudhon
y me contestó - en una bella fórmula estilo Jean Daniel –
al preguntarle qué le molestaba a Camus de Proudhon
él contestó: "los proudhonianos"
y no se equivocaba, puesto que hubo proudhonianos
que fueron más bien sospechosos, no vamos a entrar en detalle
de la historia del proudhonismo, pero hubo Georges Valois
el inventor del faisceau, el primer movimiento
fascista francés y él fue proudhoniano y se reclamó
partidario de la federación, del federalismo,
ese círculo Proudhon que existió durante cierto tiempo,
proporcionó ideas al mariscal Pétain y a las tesis
de los mariscalistas, a Vichy, etc.
Y hubo además en Proudhon cierto antisemitismo,
misoginia, falocracia, y suficientes cosas que lo hacían
susceptible de ser utilizado para malos fines.
Entonces podemos comprender que eso pudo haber impedido
que Albert Camus se declarara proudhoniano, sin embargo,
las ideas de Proudhon: federación, mutualización, cooperación
inmanencia, federación de los Girondinos,
destrucción de todo tropismo jacobino,
todo eso se encuentra también en Camus.
Hay una segunda fórmula libertaria además del comunalismo,
de la douar-comuna cabila, una segunda fórmula que data
de 1943-44, es un fórmula que propone, lo que yo llamo
el postnacionalismo, él no lo llama así, pero así podemos
comprender esta fórmula. El texto en cuestión
son las Cartas a un amigo alemán, muy bello texto, muy lírico,
falsamente ligero -yo diría- muy profundo, es decir
que da la impresión de haber sido escrito como una carta,
es decir de corrido, pero es en realidad un verdadero
tratado de filosofía política de post-nacionalismo
son textos que fueron escritos durante la guerra,
que son textos de franca resistencia y publicados en
revistas clandestinas, es entonces, un discurso
post-nacional para Francia y para Europa.
Y en ese texto, Camus nos dice que hay
dos maneras de pensar la nación.
Y verán como esas dos maneras de pensar la nación
continúan siendo de actualidad, esas dos maneras
de pensar la nación, suponen una manera agresiva:
atada al suelo, a la sangre de los ancestros,
y esa manera agresiva es conquistadora, intolerante,
violenta y brutal, ya lo habrán comprendido,
es la manera germánica, es la manera alemana,
en tanto que se encarna, en el momento en que Camus escribe,
por la Alemania de Hitler, la Alemania nacionalsocialista.
Y hay otra forma de pensar las naciones, es una manera,
más espiritual, más abierta, más tolerante, más hospitalaria,
y para Camus, esta está construida bajo las grandes figuras
del arte occidental, las grandes individualidades
del arte occidental, es una celebración - no entramos en detalle –
es una celebración de cierto concepto del renacimiento
un poco impuesta por Jacob Burckhardt, que, dicho de paso,
fue el gran maestro de Nietzsche, que supone que el renacimiento
es el nacimiento de la gran individualidad y que esas
grandes individualidades supondrían grandes figuras de la escultura
o de la pintura, de la literatura, de las artes y que es
a partir de esas grandes figuras que debemos poder
constituir una identidad nacional, pero europea también
para los alemanes en esa época, al menos,
Alemania era, esencialmente, un suelo que hay que agrandar,
un dominio que hay que poseer, conquistar, es el ancestro
del suelo, la sangre, la raza, que harán posible esa
concepción de la nación y de Europa.
Para Camus, Europa es la Europa de Leonardo Da Vinci,
la de Bach, la de Descartes, la Europa de las grandes figuras
de la inteligencia. Son las grandes figuras intelectuales
las que constituyen esta entidad y es la que él propone
y apoya: una forma francesa de defender la nación,
contra una forma alemana de defenderla.
Es el viejo combate entre el espíritu y la espada
y podemos poner eso en perspectiva, con textos de Proudhon,
como La filosofía del progreso, en que hay la idea de que
debemos poder convencer por la inteligencia, por la razón,
por las grandes figuras de la cultura, en lugar de decapitar,
o funcionar con la espada.
Hay una tercera fórmula libertaria - procediendo de manera
cronológica - es 1946 y es el internacionalismo.
Había tropas de ocupación en Alemania, como saben,
y Camus va a Alemanias para ver como ocurren las cosas,
escribe textos tremendos en que cuenta el viaje a través
de Francia, y de Alemania destruida, la miseria que ve
en París, y cierto tipo de miseria que ve en Alemania,
pero que no le parece tan dolorosa y penosa como la francesa.
Él considera que después de todo,
no siente la culpabilidad alemana,
y que hubo un agresor y un agredido - él piensa en su tiempo,
conoció la guerra, perdió amigos y compañeros,
camaradas de la resistencia, no se le puede pedir que sea
inmediatamente un pacifista, alguien que perdonaría
a los alemanes que de todos modos - tomando el pensamiento
magnífico de Vladimir Jankelevitch, acerca de este asunto,
"no hay razón de perdonar a un pueblo que no pide perdón"
Y Jankelevitch dirá que además, que los que pueden perdonar
son los que fueron directamente ofendidos y como los ofendidos
están muertos, los muertos no pueden perdonar a los
que los han ofendido, de ahí lo imperdonable, dirá Jankelevitch
Las reflexiones de Camus en esa época, son las de un francés
que vio lo que hizo Alemania al agredir a Francia, es decir,
Alemania, con su concepción de la nación, de la nacionalidad,
del nacionalismo, que atacó a Francia con sus propias
concepciones culturales que sabemos.
En un texto de 1946 que se llama Democracia y dictadura internacional,
Camus propone nada menos que la abolición de fronteras,
y de naciones, se trataba en esa época, de un proyecto
francamente revolucionario.
Si al final de la guerra, en 1946 uno dice que hay que acabar
con las naciones, con las fronteras, se está realmente
en una perspectiva pacifista, internacionalista,
cosmopolita y libertaria. La revolución, para él
no se hace en un solo país, sino en la totalidad
del planeta, porque él piensa en términos de globalización
por decirlo en un término actual, él nos dice que vivimos
en el mismo planeta. Y Camus ve bien que en una época en que
todo el mundo circula, va y viene, en una época de la
velocidad, no hay más que un solo planeta y eso que afecta
el planeta en un lugar del globo, lo afecta en otro lugar,
el famoso "efecto mariposa"
No tiene ya sentido en un mundo, con una economía mundialilzada
- es 1946, da la impresión de ser un texto de hoy día –
en un mundo con una economía mundializada,
donde todo está ligado, la nación no es ya posible,
a nación no es ya pensable, la solución puramente nacional
o puramente nacionalista no es ya pensable,
hay que vivir más allá, hay que proponer
otra cosa, las fórmulas son claras, en el texto mismo
de Camus, él nos dice que necesitamos un orden universal,
esa es su expresión "necesitamos un orden universal"
y otra expresión: "una revolución internacional"
Vamos a ver lo que proponen los socio-demócratas,
pero no proponen un nuevo orden universal, este orden
universal ilustra lo que se convirtió en el subtítulo de la
última versión del periódico Combat, hubo diferentes versiones,
pero la final, llevaba el subtítulo "De la resistencia a la revolución"
Y se trata de esta revolución, y no de nuevo una revolución
con guillotinas, o jacobina, con el terror,
ya no una revolución robespierrista, o una revolución
que supondría campos de concentración, les recuerdo que es 1946,
sino una revolución Girondina, provincial, pero al mismo
tiempo, una revolución planetaria, es posible,
al mismo tiempo, hacer política de manera inmanente,
esta revolución debe enfocarse en una redistribución
igualitaria de recursos humanos, materias primas,
y de riquezas espirituales, no se trataba de que algunos
países se apropiaran del derecho de disponer de la totalidad
del subsuelo, por ejemplo, para Camus se trataba de nacionalizar
lo que pertenece a todo el mundo. Y nos dice que este orden
debe ser impuesto ya sea desde lo alto, y entonces es claro,
sería la URSS o los Estados Unidos capitalistas, y esta
unificación se hará por un país y contra el otro,
si es soviética se hará contra los Estados Unidos,
si es estadounidense, se hará contra la URSS, y se sabe
bien que en ese caso, la guerra será inevitable
dice Camus, recuerden la reciente bomba atómica,
y acerca de esto él expresa su opinión, dice que es una
barbaridad universal de uso fácil.
Entonces, no era cuestión de considerar que ese orden
internacional necesario fuera impuesto desde arriba,
debía ser impuesto desde abajo, y por el contrato, no por la fuerza,
la ley debe estar por encima de los gobiernos nacionales
se debe poder expresar una voluntad general que se cristalizaría
en un cuerpo legislativo, es decir que concretamente
Camus propone elecciones mundiales y un parlamento universal,
un parlamento internacional. Él lo dice, no explica cómo,
pero señala una dirección. Evidentemente se le puede reprochar
de no haber desarrollado la idea, pero eso fue escrito en
artículos de periódico, son reflexiones que tienen relación
con lo que ocurre en el momento, es una filosofía política
que se constituye, no en la biblioteca, sino a partir
de la mirada hacia el mundo. Y nos dice que si las cosas
se hacen así, se evitaría los dos imperialismos,
nos dice que hay que evitar el imperialismo soviético
ya que la URSS representa la igualdad sin la justicia y
hay que evitar el imperialismo estadounidense porque
los Estados Unidos son un país en el que hay libertad,
pero no justicia. Y Camus considera que no se debe
obtener la igualdad en detrimento de la libertad,
o libertad en detrimento de la igualdad,
y sobre todo no en detrimento de la justicia.
Hay que conservar todo. Debemos poder tener
la igualdad, la libertad y la justicia.
Es una proposición política concreta, es una filosofía política
muy susceptible de ponerse en práctica, esta que Camus
propone en esa época y sigue siendo
una filosofía política de actualidad.
La cuarta fórmula libertaria de Albert Camus,
en 1948, es el cosmopolitismo, se habían descubierto
los campos de concentración soviéticos, David Rousset
que escribió El día de nuestra muerte
y Margarete Buber-Neumann que contó su doble experiencia
en los campos nazis y en los campos soviéticos,
nos lo hicieron saber, quien haya querido saber en 1947,
podía saber, no había necesidad de esperar a
Solzhenitsyn y Bernard Henri-Levy en 1977, para saber
que había campos de concentración en la URSS.
Se sabía desde 30 años antes, Rousset lo sabía, y lo decía,
Camus lo sabía y lo decía también. Sartre lo sabía, y lo negaba
Beauvoir lo sabía y lo negaba, Merleau-Ponty lo negaba
también, al igual que todos en Les Temps modernes, negaban
la existencia o si no la negaban, decían que en una perspectiva
hegeliana, era un mal por un bien, porque eso preparaba
el futuro radiante.
En 1948, Camus está en una perspectiva cosmopolita
y hubo un suceso que hizo mucho reír porque
no se tomó en serio la historia, y fue el caso Garry Davis,
en noviembre 1948 Garry Davis que había sido piloto de guerra,
renuncia a la nacionalidad estadounidense y pide asilo a la ONU,
que llevaba a cabo su tercera asamblea general en el
palacio Chaillot en Paris, se proclamó ciudadano del mundo.
Esa es una fórmula que deberíamos reactivar, repensar hoy día,
es una vieja fórmula de la filosofía política
estoica, una antigua fórmula que también encontramos
entre los filósofos cínicos de la antigüedad
“ciudadano del mundo" es una manera de decir,
yo no soy ciudadano de un país, de una nación,
yo no soy un francés contra los alemanes o alemán contra
los franceses, o yo no soy europeo, Europa funciona
también como un pretexto para el nacionalismo,
pero no cuando se es ciudadano del mundo,
somos habitantes del mismo planeta, es lo que Garry Davis dice
en esa época y para hacer eso, propone Garry Davis,
un proyecto de gobierno mundial a la ONU, Camus escribe
"estamos con Davis", da conferencias para sostenerlo,
escribe artículos para defender su causa y realiza una reunión
en el auditorio Pleyel, en esa época Camus deseaba
los Estados Unidos de Europa, a falta de mejor opción,
porque su deseo era más bien Los Estados Unidos del mundo,
es lo que él deseaba y pensaba que había que proceder
técnicamente, concretamente, metódicamente,
y comenzar con los EU de Europa y llega El hombre rebelde
en el que hay también proposiciones anarquistas, libertarias.
Hay un critica de la formula anarquista individualista
o anarco-individualista, como se le llama y
una fórmula que es el anarco-comunismo de Bakunin
y una crítica de esas dos formulas con matices, pero es
crítica - hay que decir de paso, no es él quien lo dice,
sino yo, que hay una manera alemana de ser anarquista
y una forma francesa de serlo, la forma alemana es
hegeliana, Stirner es anarquista, entre comillas, ya verán
y podrán juzgar ustedes mismos, Stirner es una anarquista alemán,
Bakunin es un anarquista ruso, pero formado en el pensamiento
alemán y más precisamente al pensamiento hegeliano,
la anarquía alemana es producida por el pensamiento de Hegel,
es por lo tanto, muy cercana a lo que será el marxismo,
es una especie de forma de brotar sobre la misma rama
que este hegelianismo.
Y en Francia, no hay hegelianos, primero, porque no se lee
a Hegel, no se le traduce, y cuando se le lee traducido
se comprende mal y hay una forma francesa de ser anarquista
que es más práctica, más pragmática, menos ideológica,
menos utópica, menos sangrienta, y que pasa por la educación
popular, más por la creación de escuela, como Sebastien Faure,
que crea La ruche, lo que se llama los medios libres,
es gente que dice, que tal vez la revolución sea mañana,
o pasado mañana, pero nosotros estamos aquí y ahora y
fabriquemos entonces micro-comunidades que
son los ancestros de las comunidades de hippies
que se instalan en terrenos y que viven de la auto-subsistencia,
tienen su hortaliza, construyen sus casas, comparten todo,
a veces incluso las mujeres, y es el lo que a veces
causa problemas, se comparten lo hijos y su educación,
hay comunidades muy concretas, Fourier también pensaba
que se podían construir falansterios aquí y ahora
y que la revolución no había que esperarla,
sino hacerla, aquí y ahora.
Y Camus se inscribe en esa perspectiva
y critica la especie de juego conceptual de los anarquistas
como Stirner en El único y su propiedad, nos dicen
los historiadores que escriben la historia de la anarquía,
que Max Stirner se inscribe en el individualismo anarquista
si se toman extractos de El único y su propiedad,
hay manera de mostrar que es un anarquista, hay pasajes
terribles contra el estado, contra el ejército,
la nación, la policía, los curas, la religión,
los impuestos, la moral, la escuela, la propiedad,
y todo eso puede seducir al anarquista de base,
que se encuentra con frecuencia en una izquierda
de resentimiento, si se trata de estar contra algo,
es fácil, se puede estar contra todo eso, pero ese
anarquista está también contra la libertad, contra
la igualdad, contra la fraternidad, contra la solidaridad,
la simpatía, la empatía, lo que es bastante embarazoso en
un anarquista. Y es también un anarquista que esta contra
el socialismo, contra el anarquismo, contra el comunismo
contra el proudhonismo, y escribe malvada y violentamente
contra Proudhon. Stirner defiende el incesto,
el crimen, el asesinato, la mentira, el perjurio,
el engaño y nos dice que lo único que cuenta soy yo,
el resto del mundo debe perecer, lo único soy yo
y tengo una propiedad que es el mundo.
Eso es el anarquismo de Stirner, si quieren se puede
llamar anarquismo, pero es un anarquismo que destruye
todo, todo, salvo el “yo” del que habla. Y Camus dice
ese anarquismo no es defendible, lo critica y dice que
Stirner defiende un nihilismo satisfecho.
Así que critica el egoísmo stirneriano, y luego critica
la violencia revolucionaria de Bakunin.
Hay negatividad en Bakunin, les decía que era un discípulo
de Hegel, aun si se dice discípulo arrepentido,
él también suscribe a la teoría de la dialéctica
en que hay un momento de negatividad, pero ese momento
de negatividad es necesario y la negatividad supone
en Bakunin, que se destruya el orden burgués, el capitalismo
el poder de los propietarios, el zarismo, el cristianismo, etc.
Es cierto que Bakunin desea una sociedad
libertaria, pero obtenida por medios autoritarios
Entonces, como Camus no lee las obras completas,
como lee extractos, antologías, como lee para ilustrar
sus declaraciones, en el momento en que aparece el libro
atrae la crítica, de Gaston Leval que es
el director del Mundo Libertario en esa época y
evidentemente, hay un momento de intimidación en la
correspondencia, en que Gaston Leval le dice que no
hay visto nada, que no ha leído nada, que no comprendía
nada, puesto que hay positividad en Bakunin
y que él no la menciona.
Yo leí la obra completa de Bakunin porque era una parte
de mi tesis, y Camus tiene razón, porque desde el principio
hasta el fin de su obra, Bakunin celebra la violencia,
la brutalidad, una defensa de la guerra civil
Bakunin dice incluso, que hay que consentir una dictadura
durante un tiempo. Lo que no dice, es cuánto durará ese tiempo,
Bakunin dice que los jefes deben burlarse de la moral
Cuando se instala uno en la perspectiva del rechazo a la sangre
vertida, Bakunin no es más defendible que Marx
y además, Camus agrega algo - es tal vez un error, pero
un error que era fácil cometer porque no se sabía
cuál era la relación entre Necháyev y Bakunin,
Necháyev escribió El catecismo revolucionario
del que se dijo que era un texto de Bakunin y del que
se dijo que fue escrito por Necháyev pero con Bakunin,
no se puede estar seguro de nada hoy día, en fin
Camus asimila El catecismo revolucionario de Necháyev
que es muy nihilista, es el breviario del terrorista
Hay una causa y todo lo que permita hacerla triunfar,
es permitido y todo lo que impide su triunfo es malo,
En el espíritu de Camus, para Bakunin no hay que tener
ni amigos, ni mujer, ni compañero, ni sentimientos,
ni emociones, hay estar dedicado enteramente a la causa
y ni siquiera preocuparse de su propia muerte
de su propia vida, hay que desear
el triunfo de la causa y es lo que describe
el catecismo revolucionario al que suscribe Bakunin
y que hace decir a Camus - no se le puede pedir más –
que tanto Bakunin como Nechayev son eslabones
en la cadena totalitaria que desembocara en Lenin.
Entonces, hay esta polémica y Camus se retracta,
les cito el texto de la carta que Camus envía a Gaston Leval
una carta que será incluida en Actuelles II, que fue
un compilación de artículos relacionados con El hombre rebelde,
Camus escribe: "no es que me haga falta admiración
por ese personaje prodigioso – se refiere a Bakunin –
tan es así, que la conclusión de mi libro se refiere
expresamente a las federaciones francesas, jurasianas
y españolas de la Primera internacional que fue en parte
bakuninista, lo admiro de tal manera que estoy convencido
que su pensamiento puede fecundar útilmente un pensamiento
libertario renovado y encarnarse
'desde ahora' (subrayado en el original)
en un movimiento en que los militantes de la CNT
-(Confederación nacional de trabajo), que es el sindicato
anarquista español- y el sindicalismo libre en Francia,
y en Italia atestan al mismo tiempo, su permanencia y su vigor.
Y Camus agrega a ese texto:"Bakunin está vivo en mi"
Evidentemente, critica su inmoralismo, su nihilismo,
su elogio de la violencia, pero al mismo tiempo,
conserva su positividad y en la misma carta,
Camus escribe a Leval: "Tiene usted el derecho de pensar
y decir que fracasé en mi propósito y que no fui útil
al pensmiento libertario del cual la sociedad
del mañana no podrá prescindir. Tengo sin embargo
la certitud de que se reconocerá, una vez que el ruido
vano hecho alrededor de este libro, se habrá apagado,
que contribuyó a pesar de sus defectos, a hacer más eficaz
este pensamiento y al mismo tiempo, afirmar el esperanza
y la oportunidad de los últimos hombres libres"
Vemos bien que El hombre rebelde es un texto anarquista
incluso contra los anarquista, que son los guardianes
del templo, que son los guardianes del catecismo.
Entonces critica a Stirner, a Bakunin y también cierta
concepción de la revolución francesa.
Si se lee a Michelet o a Lamartine, sus historias de
la revolucion francesa, no tendrán la misma versión
de la misma. Lamartine escribe una historia de los girondinos
Michelet hace otra historia de la revolución francesa,
comparen los retratos que hacen de Robespierre, de
Mirabeau, de Danton, etc. y no verán al mismo personaje,
luego habrá Jaurés y comentarios de esas historias de la
revolución francesa, tendrán un Mathiez, un Soboul,
y los universitarios que las más de las veces, son comunistas
y producirán una interpretación comunista de la revolución
francesa, que dominará, puesto que es la revolución
francesa que domina a ojos de Lenin en esa época,
es Robespierre, héroe de la revolución francesa,
desconfíen - se los digo en el presente- de los que
se reclaman robespierrianos aun hoy día.
Entonces, la revolución francesa es la revolución
de Robespierre, la de los jacobinos, la de la guillotina
la de Saint Just y se está en la perspectiva
de "cortar cabezas", porque es indispensable,
es necesario para la revolución. Y Camus dice, no.
No. Una revolución francesa que decapita a Luis XVI,
comienza mal, se puede terminar con la monarquía sin
terminar con la persona del rey, con la persona física del rey.
Ese rechazo de toda pena de muerte, sin importar
los argumentos que se presenten. No se le corta la cabeza
a un hombre. Aun si se trata de un tirano, de un dictador, etc.
que además no fue el caso de Luis XVI. Fue un rey
que representaba una modalidad particular de gobierno,
hizo correr mucha menos sangre de la que se hizo correr
a nombre del combate contra el rey. Entonces Camus dice,
no podemos defender la guillotina, no podemos defender
esa revolución que se inscribe en la sangre vertida del rey,
Camus asocia a Rousseau, Robespierre y Saint Just en
el Terror, y no se equivoca, él explica - no tenemos
tiempo para entrar en el detalle - pero él explica
cómo el Terror se encuentra contenido en
El contrato Social de Rousseau
no hay malas interpretaciones hechas por Robespierre,
basta con leer el texto y ver que todo está allí.
Camus menciona a Varlet, y poca gente sabe quién fue
Jean Varlet, él formó parte, junto con Joseph Chalier
y Jacques Roux de los llamados Enragés (los furiosos)
se les conoce poco en la historia de la revolución,
tampoco se conocen los Sans-culottes, se conoce el nombre,
todo el mundo conoce el nombre, pero no, si había alguien
detrás de ellos, si había una teoría, una doctrina,
Sí. Había un programa político, un programa comunitario,
económico muy serio de los Sans-culottes, pero nos hemos
olvidado de este, y es lo mismo con los “Enragés,”
Varlet era un orador de suburbio, cuentan que andaba
por ahí con un pequeño taburete, se montaba en su taburete
y arengaba a la multitud. Fue autor de un texto aun disponible
que se llama Proyecto de un mandato especial e imperativo.
que es de gran actualidad. Les recuerda a los diputados, en ese
texto que están ahí por delegación y que se les pude deponer
no simplemente al final del mandato, sino en medio de su mandato,
Varlet era enemigo de los agiotistas, de los acaparadores,
de los monopolistas, de los espoliadores, es decir de
gente que sacaba provecho de la revolución francesa,
para hacer pasar hambres al pueblo, se acaparaba,
se creaba y luego se administraba la penuria,
se incrementaban los precios, se hacía padecer hambre
a los pobres, se enriquecía a los ricos. Y Varlet estaba
en contra de esa gente. Criticaba la educación privada,
pensaba que si solo la gente que tiene dinero puede pagar
preceptores a sus hijos, hacía falta una educación nacional
nos decía Varlet, quien deseaba una democracia directa,
el pueblo con poder de control, mandato imperativo,
prohíbe el cúmulo de mandatos,
eso tal vez les recuerde algo de actualidad,
rechaza que se les pague a los curas, pero que no por eso,
hay que maltratarlos. Varlet no rechaza el impuesto,
pero él quiere que se legitime antes, que la gente puede pagar
un impuesto, pero antes de exigirlo hay que legitimarlo
a los ojos del pueblo: les pedimos dinero porque vamos a hacer
esto. Y se podría decir que no se estaba de acuerdo,
que no se quería dar dinero.
Entonces el pueblo controlaría los impuestos.
Varlet defiende la propiedad privada,
con todo eso, no debe sorprendernos que Robespierre
lo haga detener en septiembre de 1793. Camus solo hace
una mención de Varlet en El hombre rebelde,
es una pena, lo que yo acabo de desarrollar, no lo dijo Camus,
pero el guiño que hace a Varlet mostraba que valía
la pena decir que es a ese hombre a quien él se refiere
cuando se opone a Robespierre.
Es decir que contra la tradición jacobina, montañesa,
terrorista, propone a individuos que no desean sangre,
pero que aun así desean la revolución
Escribe: "Los anarquistas con Varlet a la cabeza, vieron
que gobierno y revolución son incompatibles en sentido
directo, es contradictorio, dijo Proudhon, que un gobierno
pueda jamás ser revolucionario, y eso por la simple
razón de que es el gobierno."
Evidentemente, el término anarquista no tiene sentido durante
la revolucion francesa, o bien, tiene el sentido de desorden,
pero no tiene el sentido que le dará - según se dice –
Proudhon, nos dicen que fue Proudhon quien inventó
la palabra anarquía con el sentido político, concreto
y positivo del término. Camus dice que Varlet
es un anarquista que mantiene
que el gobierno y la revolución son incompatibles.
Lo que muestra que Camus va a estar del lado de los girondinos.
Hay una fórmula política olvidada que es la de los girondinos
contra los jacobinos que son centralizadores y parisinos,
él propone que vayamos a ver del lado de los girondinos
quienes son federalistas y provincianos.
En una conferencia que da en una reunión internacional
de escritores habla de los Eternos girondinos,
por supuesto que hay girondinos históricos, esos
de la revolución francesa, pero que también hay girondinos
posteriores y que continúan, y que tal vez, aunque no lo dice,
es posible que lo haya pensado, la comuna fue una de las
modalidades de esa manera de ser girondino y de hacer
la revolución sin hacer correr la sangre.
La oposición girondino-jacobino con efectos en la historia
de Francia, es la oposición entre el socialismo libertario
y el socialismo autoritario, entre la revolución bolchevique
los partisanos en Francia de la revolución bochevique de
1917 y los partisanos defensores de la revolución anarquista
española en 1936.
Los partisanos de Proudhon contra los de Marx,
o los partisanos de Sartre contra Camus.
Camus hace un elogio de la Comuna. Y una vez más tuve
que ir a buscar en la obra completa, los momentos,
los pasajes, en que de manera alusiva, Camus hace referencia
a la Comuna. Bibliográficamente es muy pobre la Comuna,
se pueden llenar librero enteros con libros sobre la
revolución francesa, pero si se trata de hacer lo mismo
con la Comuna verán que no es lo mismo.
Camus escribe a los 25 años una reseña del libro de
Albert Ollivier que se llama La Comuna, y escribe
en la página literaria de Alger republicain, el 4 de julio
de 1939, habla de la Comuna como de un gran momento
de revolución no sangrienta. Y duró dos meses solamente,
la Comuna, entre el 18 de Marzo y el 28 de mayo de 1871
es decir, 10 semanas solamente.
Nos dice Camus que fue una revolución sin guillotina,
sin tribunal revolucionario, sin decapitaciones,
sin procesos políticos, sin intelectuales y eso
es importante, sino con obreros, con artesanos,
con gente de manos callosas, sin utopías, pero con pragmatismo,
no hay programa, lo que hay es miseria y sufrimiento
y se desea suprimir esa miseria y sufrimiento.
Yo también leí el texto de Albert Ollivier para saber
qué había en él, y les doy las proposiciones políticas
de los Comunards, durante esas 10 semanas,
o más exactamente 72 días: Condonación de renta impagada,
Supresión de ventas en el monte de piedad,
Abandono de demandas de rentas impagadas,
Extensión de plazo para el pago de deudas,
Atribución de pensión para heridos, y para viudas y huérfanos,
de guardias nacionales muertos en combate,
requisición de vivienda inhabitadas, creación de orfelinatos,
venta pública de alimentos al costo, distribución de comida,
instauración del mandato imperativo, proclamación del derecho
sagrado a la insurrección, se proclama también la
república universal, se había abolido la esclavitud,
en 1848, pero en los hechos no era así, se incendia la guillotina,
en la Plaza Voltaire, fue toda una revolución que la Comuna
incendiara la guillotina.
se suprime la pena de muerte, se atribuyen los talleres
abandonados a las cooperativas obreras, luego de indemnizar
a los propietarios, se reduce el horario de trabajo a
10 horas al día, la organización en las oficinas
y los talleres la hacen los obreros, se prohíbe
el trabajo nocturno de los niños, se propone la igualdad
de salarios entre hombres y mujeres, la creación del salario
mínimo, el reconocimiento de la unión libre, el matrimonio
por común acuerdo, la gratuidad de las actas notariales,
separación del la iglesia y el estado, la ruptura con
el concordato, supresión del presupuesto de cultos,
la secularización de los bienes del clero,
las escuelas gratuitas y laicas, laicización de
los hospitales, la libertad de prensa,
reconocimiento de los derechos
de los hijos ilegítimos, instauración de inspección
de prisiones y creación de escuelas profesionales,
Ahí tienen, lo que los Comunards propusieron en 72 días,
Y de manera pacífica, y luego - ya conocen la historia-
viene la represión: Thiers y su ejército van a causar
20 000 muertes.
A Camus le gustaba esta revolución porque fue espontánea,
y fue realizada por el pequeño pueblo, por más fraternidad,
porque él considera que durante la Comuna hubo doctrinarios
inactivos y activos sin doctrina, pensemos en Marx y los marxistas,
la gente que decide y que finalmente pasan al acto
y los activos sin doctrina, y es lo que le gusta a Camus,
es decir, que hubo obreros, hilanderos, proletarios,
gente de las masas, artesanos, carniceros, charcuteros, etc.
gente que hizo la revolución, no con un ideal político,
diciendo que había que realizar un ideal político,
pero que concretamente quería eso: hospitales, escuelas,
salud, vivienda. Cosas muy concretas y en absoluto
doctrinarias. Camus nos dice hablando de la Comuna,
y de la represión, de la sangre vertida, porque hubo
los muertos, pero también los exiliados, deportados,
gente que fue enviada a Nueva Caledonia, vean la historia
de Louise Michel, y efectivamente, todo lo que fue
proudhoniano, anarquista y comunard, fue sangrado a seco,
entonces cuando se tiene un capital revolucionario,
como ese y que se degüella, evidentemente, queda el lugar
libre para Karl Marx y los suyos. Hablando del fin de
la Comuna, Camus escribe: "Es así que la primera
experiencia de federalismo verdadero, fue también la última,
y que esa idea fecunda que hubiera podido ser esa
del avenir, se secó sobre los coágulos de sangre."
Entonces, es la primera vez que hace referencia elogiosa
a la Comuna, en julio de 1934, Camus tenía 25 años,
y durante toda su existencia, cada vez que hablaba
de la Comuna era siempre en términos positivos,
por ejemplo, después de la liberación en abril 45 a los
31 años, en Combat, escribe un texto - porque De Gaulle
acaba de honrar la ciudad de Paris con la cruz de la liberación
y De Gaulle hace elogio de Francia y el linaje católico
de los santos y reyes de Francia de Juana de Arco
y de Henri IV - y Camus dice que De Gaulle olvida
1830, olvida 1848; olvida la Comuna, porque esas barricadas,
esos movimientos populares desembocaron en las barricadas
de la liberación. Las barricadas de la liberación de Paris,
son parientas y primas de las barricadas de la Comuna
- nos dice Camus - en El hombre rebelde, más tarde,
a los 37 años, Camus deplora la desaparición de la tradición
socialista libertaria, bajo los golpes del socialismo autoritario,
en ese pequeño texto de Camus:
"La capacidad revolucionaria de las masas obreras,
fue frenada por la decapitación de la revolución libertaria
durante y después de la Comuna.
Después de todo, el marxismo dominó fácilmente
el movimiento obrero, a partir de 1872,
a causa, sin duda, de su propia grandeza,
pero también porque la única tradición socialista
que podía encarársele, fue ahogada en la sangre
no había prácticamente marxistas entre los insurgentes
de 1871. Esta depuración automática de la revolución
se continuó gracias al cuidado de los estados policiales
hasta nuestros días"
Es una manera de decir, que los estados policiales
- todo es en código vean bien, que ese texto
remite a la configuración del momento - "la depuración
automática de la revolución se continuó gracias al cuidado
de los estados policiales hasta nuestros días," hasta nuestros días,
quiere decir, que efectivamente, que la revolución bolchevique
de 1917 y las revoluciones del imperialismo soviético en los
países del este, contribuyeron a la erradicación
del socialismo libertario. Camus hace también elogio del
sindicalismo revolucionario,
al elogiar a alguien de quien se habla poco, y es una lástima:
Fernand Pelloutier quien deseaba -después de haber sido
partisano de Jules Guesde, él considero que había que
estar en la acción, terminar con la verborrea militante y
y pedir a los obreros, a los trabajadores, a los artesanos, que fueran
los constructores de su propia felicidad. Para él, en 1895,
el sindicalismo es el anarquismo y viceversa,
Pelloutier nos dice que el sindicato es casi un microsociedad
libertaria, en la que hay una asamblea de individuos en la
que no hay jefe, no hay patrón, en la cual las decisiones
son tomadas en común, después de un debate,
el delegado es nombrado al inicio de la sesión
y desaparece al final de la sesión,
y él dice, miren cómo funciona el sindicato, una sociedad
toda entera, podría funcionar de esta manera. Pelloutier leyó
a Proudhon, y de él toma la idea de que hay que educar al pueblo,
para encaminarse a la autogestión. Una vez más estamos
en perspectivas inmanentes, la revolución no viene del cielo,
viene de la base, si la gente ha sido educada, el taller
es la alternativa al gobierno, el sindicato es la alternativa
al estado, los obreros deben poder realizar su destino, sin
pedirles a sus representantes que les realicen su destino,
los representantes olvidan casi siempre que fueron comisionados
se crea una especie de casta de permanentes del partido
– podemos decir, o de profesionales de la política -
que olvidan casi siempre que fueron comisionados.
Pelloutier inventa las Bolsas de trabajo, que son los ancestros
de los sindicatos, y Pelloutier invita a la cultura de sí mismo,
que es una expresión suya, "la cultura de sí"
hace falta una emancipación libertaria - nos dice Pelloutier –
que permite una “liberté en acte,” un gobierno de sí
- es también es una expresión suya - para realizar una sociedad
más justa, más humana, mas fraternal. Vean que la fórmula
del sindicalismo revolucionario, que podemos llamar también
el anarcosindicalismo, es concreto, se hace desde la base,
y una vez mas no hay necesidad de contar con la pulsión de muerte
y con la guillotina, basta con contar con la pulsión de vida que
es la educación popular, que es la construcción de sí,
que es la construcción de los otros, por medio de la cultura.
Camus defiende, entonces, la posición de Pelloutier.
Y yo quisiera terminar, con el malentendido que hizo
de Albert Camus un socialdemócrata.
Podemos explicar porqué hicieron de él un socialdemócrata
en la perspectiva de guerra fría en que se encontraba,
llamar a alguien socialdemócrata es un insulto, ya sea uno
de derecha o izquierda, porque si se es de izquierda se es
revolucionario y no hay más que decir. Si se es revolucionario,
se sostiene la unión soviética y se defienden los países del este,
si no se sostienen a los países del este
y no se es revolucionario, es que no se es
de izquierda y entonces se es de derecha, es decir,
socialdemócrata, era la gran lógica de esa época.
Es un insulto y hay que pensarlo en esos términos, y la gente
tan seria como Lotmann o Todd, en sus biografías hacen de
Camus un socialdemócrata, diciendo que siempre lo fue,
y no es cierto.
Cómo es posible que ese hombre, del que les
he dicho desde el principio, que hizo elogio de Varlet, de Bakunin,
que decia que Bakunin vivía en él, que defendía las tesis
de Proudhon, que defendía las tesis girondinas, que deseaba
una revolución universal, un parlamento mundial, etc.
¿Cómo podría ser un socialdemócrata?
Hay que explicar eso y hay tres textos que
nos permiten comprender porqué le propinaron ese insulto.
Los tomo en orden cronológico, 29 noviembre de 1955,
escribe en L'Express que a favor de un acuerdo que se dio
entre el sindicato y los patrones de Renault, él celebra los resultados
obtenidos sin huelga. En esa época había esos sindicatos que
se decían revolucionarios que querían todo o nada, y casi
siempre era nada, y había sindicatos reformistas
que obtenían algunas cosas, no obtenían todo,
pero tampoco nada, entonces, en esa época
él dice que los obreros que están en huelga no son pagados,
ni los funcionarios y es algo que hay que recordar hoy día,
hay gente que cree que cuando se hace
huelga se les paga, y no es así, los funcionarios que se
ponen en huelga no son pagados, se les retira una suma importante
de sus salarios y Camus dice que si eso puede evitarse,
si se puede evitar que para obtener resultados, los obreros
se vean obligados a hacer huelga, es decir,
de ver amputada una parte de sus salarios,
es decir, de aumentar su miseria, de debilitar
su poder de compra, entonces es bueno, Camus considera,
que se puede querer la revolución,
pero sin que por eso tengamos que negar las evoluciones,
la alternativa no es revolución o evolución,
es revolución y evolución, al mismo tiempo,
no debe excluirse -nos dice Camus - entonces, se puede
puntualmente votar y defender a un socialdemócrata, o una
reforma socialdemócrata, una evolución socialdemócrata,
que no por eso se hace del personaje un socialdemócrata que puede
aspirar a una verdadera revolución cuyo contenido ustedes conocen.
Camus escribe: "no debemos despreciar las reformas a nombre de
una sociedad aun lejana, ni cuando se presentan reformas,
olvidar el objetivo final que es la reintegración de todos
los derechos de la clase obrera por medio
de la abolición del salariado.
Tarde o temprano, la resistencia de los privilegios
deberá ceder ante el interés general, pero será más temprano
que tarde, si consideramos desde ahora, que los sindicatos
deben participar en la administración de los ingresos nacionales."
Frente a las proposiciones revolucionarias de los sindicatos
pretendidamente revolucionarios, Camus considera que el
objetivo final es la abolición del salariado, ¿acaso algún socialdemócrata
propone la abolición del salariado? Claro que no,
la abolición del salariado supone que se pueda, desde ahora,
demandar al sindicato que participe en la administración de riquezas.
Se trata de considerar, no que se trata de una reforma,
en lugar de una revolución, sino la reforma en espera de
la revolución, por la cual hay que trabajar.
Los anarquistas dicen no hay que votar, "Elections, piège à cons,"
(Elecciones trampas para tontos)
Y Camus dice de esa idea que él no piensa así,
porque el aumento del poder de compra mejoraría las condiciones
de trabajo de la gente que trabaja. Reducir el tiempo de trabajo,
por ejemplo, en el día o en la vida, jubilarse en buenas
o malas condiciones, tener o no seguridad social,
o una educación gratuita para los hijos, es importante.
Eso no o nada no es lo mismo, dice Camus.
Desde luego, la revolución para mañana, pero tal vez
- eso no obliga a renunciar al ideal revolucionario -
hoy día se puede querer el progreso, y el progreso es eso.
Les muestro como en un primer momento, Camus nos dice que se puede
posicionar del lado de los socialdemócratas que son defensores
de progreso aquí y ahora.
En un segundo texto, que es una conferencia en Inglaterra en 1951,
Camus defiende el laborismo inglés, y el socialismo escandinavo,
lo dijo una vez en un artículo y eso se tomó como una prueba
de que era socialdemócrata, se olvida que el texto comienza
de la siguiente manera: "Antes que nada, me parecería
deshonesto ocultar mis preferencias, aunque no sea,
yo realmente socialista, estando mis simpatías dirigidas hacia
las formas libertarias del sindicalismo,
yo deseé que los laboristas vencieran en estas elecciones."
Se encontraban en un momento de elecciones
generales en el país y en una configuración de guerra fría,
para Europa y el mundo. Siempre se puede decir como Sartre que se está en
el ideal y el absoluto, sin importar que cueste vidas humanas o lo que sea.
Camus dice que hay que ser pragmático.
Es porque existe una brutalidad capitalista, que la gente
se dirige hacia el comunismo, y es porque la única forma de
comunismo es soviética, cesariana y de alambre de púas,
que hay que evitar eso. Entonces, la socialdemocracia
pone trabas al capitalismo, impide las revoluciones peligrosas,
cuando son bolcheviques. Si la revolución solo puede
ser bolchevique, entonces no la queremos, y sin embargo,
hay que mejorar las condiciones de trabajo de la gente aquí y ahora,
entonces el laborismo es una arma de guerra contra el totalitarismo
soviético, no es un fin en sí, es puntualmente una arma
de guerra contra los campos soviéticos y los alambres de púas,
y agrega que "Una Europa socialdemócrata
- siempre en la perspectiva
de la desaparición de naciones de la que les hablaba –
aceleraría el proceso de descomposición de naciones."
Tercer texto, en L'Express, es 1956, las elecciones
legislativas eran para 2 de enero, y él vota Mendès-France,
y todos dicen que si votó Mendès-France es porque es
socialdemócrata. Pero él lo explica
- y hay que ver las fechas, es plena guerra de Argelia –
que no vota ni por la derecha gaullista
ni por el partido comunista, sino por una izquierda no marxista,
y esa izquierda no marxista es una coalición de radicales,
de socialistas y de republicanos progresistas. Al mismo tiempo que
él vota por Mendès-France, escribe en una revista anarquista
que se llama "La révolution prolétarienne,"
es decir que es consistente, por un lado,
la teoría anarquista por una revolución universal planetaria
que sea no violenta, pacífica y cosmopolita y al mismo tiempo,
concretamente, aquí y ahora, el mejoramiento de las condiciones
de la clase obrera y de las mayorías, sin importar los medios.
Concluimos: se ve atacado por Sartre y Pauwels,
por El hombre rebelde, los dos dicen que
Camus dio al humanismo burgués su buena conciencia.
Y como respuestas cito esta frase de Camus:
“Es también mentir el no mencionar, como hacen todos,
mi referencia explícita al sindicalismo libre,
- en El hombre rebelde - porque felizmente existe otra tradición
revolucionaria diferente de la de quien me critica,
es esta la que inspiró mi ensayo - El hombre rebelde,
se localiza dentro del socialismo libertario –
no ha muerto todavía, puesto que lucha aun, por dar solo un ejemplo,
en las columnas de una revista que se llama
"La révolution prolétarienne," muchas de las personas de las
que ustedes hablan, y que yo comprendo que se sientan solas
al leer la prensa parisina, retomarían un poco de confianza
si conocieran esta valiente revista obrera."
Concluyo con esto, pero antes quiero decirles que la revista
"La révolution prolétarienne" existe aún y también
que tenía una quinta proposición libertaria, pero en tanto que tal,
como es realmente importante, le reservo la sesión siguiente
porque verán que hay una proposicion libertaria que concierne
la guerra de Argelia, ya que Camus propondrá un federalismo
franco-argelino en 1954, que será una de las últimas oportunidades
que tendrá de mostrar que fue un socialista libertario.
Muchas gracias.
Bibliografía. Sobre los Enragés de 1789 y lo que sigue,
Patrick Kessel escribió una bonita obra, que se llama
Los izquierdistas del 89.
Maurice Dommanget, una gran señor del que tuve oportunidad
de hablarles cuando abordamos Jean Meslier:
1793 Los Enragés contra la vida cara.
Seguido por Los curas rojos: Jacques Roux et Pierre Dolivier,
y el Manifiesto de los Enragés y de los Egaux.
Son textos sobre los Furiosos de 1793, sobre quiénes fueron
y sobre sus tesis.
El famoso texto de Albert Ollivier:
La Commune, en libro de bolsillo.
De Pierre Joseph Proudhon, Del principio federativo
y de la necesidad de reconstituir el partido de la revolución.
Les hablaba antes de Gaston Leval, escribió un libro titulado
El pensamiento constructivo de Bakunin,
Max Stirner El único y su propiedad.
De Fernand Pelloutier no se encuentra mucho, casi nada,
hay que ir a buscarlo en las librerías de segunda mano, y
encontrarán "Una historia de las bolsas de trabajo"
origen, institución y futuro.
Jacques Julliard, escribió: Fernand Pelloutier y los orígenes
del sindicalismo de acción directa.
Rudolf Rocker, Teoría y práctica del anarcosindicalismo
con un prefacio de Chomsky.
Y del mismo Gaston Leval, que mencioné cuando hablaba
del pensamiento positivo de Bakunin, este texto que se titula,
La España libertaria, libro de 1971
De Camus, desde luego, Cartas a un amigo alemán,
y Actuelles I, disponible en version de bolsillo.