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¡Gracias!
¡Muchas gracias!
¡Gracias!
¡Muchas gracias!
Hola, mi nombre es Colin Fry. Bienvenidos a "Sexto Sentido".
Muchas gracias por estar conmigo hoy, damas y caballeros.
Quisiera que me acompañen mientras intentamos acercar los dos mundos un poquito más.
Bien.
Uy, qué manera de empezar...
Muy bien.
Las palabras "Banca de Hong Kong" aparecen en mi mente...
¿Hay alguien aquí que tenga alguna conexión con Hong Kong?
Yo viví en Hong Kong.
¿Viviste en Hong Kong?
Cariño, cuando estabas allí, ¿te acompañaba un caballero que ahora
se encuentra en el mundo espiritual?
Mhm.
Bien, entonces tenemos la conexión correcta.
¿Estuvo él a cargo de los asuntos financieros cuando estaban allí?
Mhm.
¿Si? Y cuando regresaron a casa, no voy a decir que estaban quebrados,
pero estaban un poco cortos de dinero. De hecho muy cortos...
¿Si? ¿Entiendes?
Si...
Bien, pues él tiene algo que confesarte.
Lo sé muy bien.
"Muéstrame una cifra..." (habla con el espíritu).
Habían aproximadamente unas 25000 libras en una cuenta bancaria, en Hong Kong,
y él no pudo sacarlas del país.
Era dinero que le debían o que le correspondía...
Y nunca tuvo el coraje de decirte que no pudo traerse ese dinero...
"Lo he tenido todo este tiempo en la consciencia", está diciendo,
"y tengo que sacarlo".
Si, era así de honesto...
"Me temo que perdí 25000 libras que nos habrían venido bien cuando regresamos
de Hong Kong"
Así es.
"Y nunca tuve el coraje de decírtelo".
Él sabía que habrías estado muy enfadada de haberlo sabido...
¡Lo hubiera matado!
Entonces quizás es mejor esperar a pasar al otro lado antes de destapar
estos secretos.
Este señor es realmente ameno, es muy agradable...
Pero dice "me temo que nunca me fue bien con el dinero"
¿Recuerdas el reloj de oro?
No lo habrá vendido, ¿verdad?
Y dice "tengo que decirte estas cosas, porque... realmente necesitaba
el dinero. Así que lo empeñé...
Ay, no.
Aunque está siendo un poco tímido y se apena y dice
"cómo voy a decirle esto", lo hace con una sonrisa en el rostro.
Casi como si nunca pudieras estar realmente enfadada con él.
Considerando los líos en los que se metía, nunca podías estar
del todo molesta con él.
Es como si te mirara como un chiquillo perdido y pensaras
"no puedo disgustarme del todo con él".
Simplemente le arrojaba una maceta por la cabeza.
Y lo dejabas afuera.
Me está diciendo "y me dejó afuera".
Dos veces.
Si.
Y se está riendo y me dice "ahora que he sido un buen chico"
"¿Puedo fumarme un cigarro?"
Fumaba como una chimenea...
Hacia el final de su vida tú no querías que fumara.
No.
Y siempre se lo estabas reprochando.
Y dice "ahora que he sido bueno y te lo he confesado todo,
¿puedo fumarme un cigarro?"
No.
Entiendes la broma, ¿verdad?
Muy bien.
Te dejo su cariño.
Me di cuenta en cuanto dijo "Hong Kong" que iba a ser para ti.
Sí, en cuanto dijo "Hong Kong", pero no quise decir nada, porque no
creí que pudiera manejarlo.
Las cosas que dijo son tan acertadas, es increíble.
Nos casamos en 1960. Vivimos en Singapur dos años. Después consiguió
una promoción y nos mudamos a Hong Kong.
Y allí vivimos un año.
Dice "nunca me fue bien con el dinero".
Mi esposo estaba en el Ejército Real. Era un hombre maravilloso,
pero terrible con el dinero.
Podríamos haber hecho mucho dinero, pero terminamos con nada.
Sé que era jugador. Él no me lo decía pero yo lo averiguaba.
Y creo que gran parte de su dinero se fue...
En apuestas.
Probablemente. Si.
¿Recuerdas el reloj de oro?
Me había olvidado completamente de ese reloj. Pero tu niño dice
de hablar de este reloj de oro.
Tu hermoso reloj de oro... que se perdió en Hong Kong.
Si porque nos casamos y una vez allí me compró ese reloj. Realmente caro...
y se perdió. Creí que era culpa mía y lloraba la pérdida.
Hacia el final de su vida tú no querías que fumara.
No.
Y siempre se lo estabas reprochando.
Murió de cáncer, cáncer de pulmón.
Y fumaba muchísimo, un terrible fumador.
Y solía decirle: "un día te vas a matar de tanto fumar".
Y cómo fumaba me volvía loca.
Él decía: "si me muero, me muero, no es asunto tuyo".
Y así fue.
Te dejo su cariño.
Esta lectura me hizo sentirme increíble y maravillosa.
Ha acertado tanto en lo que ha dicho. Y es lo que pasó.