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Por mucho que traten...
el que robe mi oro no
sobrevivirá la noche.
DUENDE
¡Una limosina?
¡Qué te pasa, O'Grady?
Esto es el principio, querida.
Mira estas ruinas
por última vez.
Mañana nos mudamos
a una mansión.
¡Una mansión? ¡Qué te pasa?
¡Y la limosina?
No tenemos dinero.
Adentro.
¡La funeraria mandó el paquete?
Sí. Está afuera.
No lo quiero tocar.
¡Qué está pasando,
Daniel O'Grady?
¡Eso es todo, Sr.?
Joseph...
buen viaje.
Muchas gracias, señor.
Buenas noches.
Lo que pasa es
que somos ricos.
Fuiste a enterrar a tu madre...
no a mandar sus cenizas
desde lrlanda.
¡Qué vas a hacer?
No son las cenizas de mi madre.
Oro, Leah.
Por el amor de Dios.
Una olla de oro.
De un duende.
Lo atrapé e hice que me
enseñara dónde tenía su oro.
Es la regla.
Eres un borracho y
un cuenta cuentos.
- Es verdad...
- Ahora no. Habrá tormenta.
Es verdad.
Vete a la cama.
Te prepararé un té.
Un duende.
Una olla de oro.
¡Qué más me contará?
¡Dan? ¡Eres tú?
No puedo respirar.
Por favor, abra la maleta.
Me voy a asfixiar.
¡Te gustan las hebillas
de mis zapatos?
Quiero mi oro ahora mismito.
Por Dios, no.
No importa.
Alguien está preparando té.
Escondí el oro.
Ahora somos ricos.
¡Dónde lo escondiste?
¡Lo escondiste cerca
de la casa?
Dime dónde lo escondiste.
¡Cómo me encontraste?
Los duendes tenemos nuestras
trucos mágicos.
¡Qué hiciste a mi mujer?
La pobre.
Le dije que pisara con cuidado.
Acabaré contigo. Es mi oro.
Eres mío.
Tu mujer hace un té delicioso.
- ¡De dónde lo sacaste?
- Acabaré contigo.
Esto es lo que
te mereces, monstruo.
Guárdalo.
El oro es mío.
Así son las reglas.
Atrápame si puedes.
No escaparás.
¡Buscas algo?
¡Qué hiciste?
Mataste a mi mujer.
Hola, Dan. Estoy bien.
Tengo un dolor de cuello.
Debería haberte matado
en lrlanda.
Dale el oro.
Es un duende muy simpático.
Te daré otra cosa.
Tus balas no me pasarán.
Volveré.
Este trébol te mantendrá
encerrado para siempre.
Quita el trébol de la caja.
Te dije que no me puedes matar.
¡Dónde está el oro?
Danny, no te canses.
Gasolina, no.
No puedes quemarme.
No te dejaré.
No te canses.
No eres joven como antes.
Puedes tener un ataque.
Te maldigo por toda
la eternidad.
Yo di mi alma por mi oro.
Tú darás tu vida.
Si me devuelves mi oro, me iré.
¡Qué te pasa?
Vete al infierno,
bastardo verde.
¡Se te apagó la cerilla?
10 años después
Papá, sigo deprimida.
Me pasaré el verano en
Nuevo México en una granja.
No te ofendas.
No es Nuevo México,
es Dakota del Norte.
No importa. No es Los Angeles.
Esto es una broma, ¡verdad?
Esta es la casa
del vecino pobre.
Y luego vamos a la nuestr...
No juzgues un libro
por la cubierta.
Este libro ni siquiera
tiene cubierta.
No me la voy
a pasar nada bien aquí.
No hay piscina, no hay tiendas,
no hay cable.
Seguro que no tienes
un televisor.
No es Beverly Hills.
No puedo esperar a
verla por dentro.
Cuidado.
Justo cuando pensaba
que no podía ser peor.
El sótano.
Un buen sitio donde guardar
las piedras que encontraré.
Bueno, admito que está sucio.
Pero con una limpiada
y una pintada ya verás.
Necesitamos una excavadora
para arreglarlo.
Telarañas. Qué asco.
No es para tanto.
Es una gran casa.
La compré a un buen precio.
¡A quién? ¡A Drácula?
¡Qué tal si me quedo en un hotel
y me visitas?
Una vez a la semana. Yo pago.
Tori, cariño...
¡crees que sólo se necesita
dinero en esta vida?
Me gusta esa teoría.
Mira qué araña. Es enorme.
Nos puede matar.
Voy a salir del sótano y
me montaré en el jeep y...
haré una reservación
en un hotel cercano.
Es peor que un campamento.
Prefiero dormir en una tienda.
Espere, espere.
Estamos perdiendo la conexión.
Quiero hacer
una reservación.
Quiero una habitación grande...
Qué bien. ¡Y tú quién eres?
Soy un tipo cargando
adelgazador para pintura.
Toma. ¡Es suficiente?
Espera. ¡Tiras mi aguarrás y
me ofreces $20?
¡Es suficiente ahora?
No. Si me pides perdón
puede que sí.
Quédate con el cambio.
Tengo prisa.
Quiero alejarme de esta
casa fea y asquerosa.
¡La casa O'Grady?
Sí. Hay bichos y telarañas y
Dios sabe qué más.
¡Por qué te ríes?
Me hace gracia cómo a las niñas
les asustan las arañas.
Un minuto. ¡Estoy en 1950?
¡Niñas?
Compadre, estamos en los 90.
Trata a las mujeres de igual.
Para empezar no soy tu compadre.
Me llamo Nathan.
Y no conozco hombres que
les asustan las casas.
- ¡No me digas?
- Sí.
A mí tampoco.
No temo a nada.
- Tori, vámonos.
- ¡Qué dices?
No quiero discutir más.
Odias la casa.
Esta sucia...
¡Crees que me asustan
el polvo y los bichos?
Pon mis bolsas adentro.
Quiero quedarme.
Pon las bolsas adentro.
Me quedaré.
Apareció en el medio
del cielo...
era un platillo volador.
Tenía unas luces extrañas...
y hacía toda clase de ruidos.
Sonaba así.
Ozzie, pensé que ya no ibas
a contarme más historias.
Pero es verdad, Alex.
Es como la magia.
Es como cuando ves
la primera estrella en el cielo...
puedes pedir un deseo.
Deja de hablar de magia.
No digas más mentira
¡está bien?.
¡Cómo están? Soy J.D.
- Acabo de conocer a Nathan.
- Soy Alex y él es Ozzie.
- ¡Cómo estás?
- Bien.
¡Necesitan ayuda?
Nuestro seguro no permite
que nos ayuden.
Gracias por la oferta.
Me gustaría tomar una cerveza.
Eres muy pequeño para tomar.
Nunca tomes esa porquería.
Ozzie, ¡qué es esto?
Toma. Vamos.
¡Nathan?
Lo siento. ¡Estás bien?
No sabía que estabas aquí.
Era sólo una oferta de paz...
pero se me calló sobre la caja.
Espero que no arruiné
lo de dentro.
No lo arruinaste.
Los O'Grady guardaron
mucha chatarra.
- ¡Los O'Grady?
- Sí. Dan O'Grady.
Era su casa.
Era un tipo muy raro.
¡Tan raro como...
un pintor con un camión viejo?
¡Veamos lo que hay adentro?
¡O tienes miedo?
¡Miedo? ¡Yo?
Dame algo para abrirlo.
- ¡Un martillo?
- Perfecto.
Es Ozzie.
El azul no es tu mejor color.
Te dije que sostuvieras
la escalera firmemente.
Mira lo que pasó.
No quiero saber lo que pasó.
Hay un baño en la cocina.
Bueno, parece un baño.
No me gusta el azul.
¡Hola?
¡Quién está allí?
¡Hola?
Tremenda chatarra.
Por favor, sácame de aquí.
Sácame de la caja.
¡Cómo te metiste?
Por favor, sácame.
No me gusta estar aquí.
Por favor.
Hola.
Ya estoy de regreso.
Gordito, ¡tienes fuego para
la pipa de un duende?
Estoy hambriento.
No he comido en 10 años.
¡Qué eres?
¡Qué crees que soy?
¡Ves las hebillas
de mis zapatos?
Soy un duende.
Soy un zapatero de profesión.
Y hablando de zapatos...
los tuyos necesitan
una limpiada. Pero primero...
¡has visto una olla
de oro por aquí?
Dime o te arrancaré la oreja...
y haré una bota con ella.
Te escapaste porque
mis poderes están débiles.
Necesito mi oro.
Hay un duende en el sótano.
¡Qué pasa?
Salió de la caja.
Tenía unos dedos espantosos...
y se comió un bicho.
¡Un duende?
¡Podemos ser algo más reales?
Lo vi. De veras. Hasta trató
de limpiar mis zapatos.
- ¡Y su olla de oro?
- Eso es lo que quería.
¡Adónde vas?
Para que te sientas mejor,
vamos al sótano a revisar.
No vayas. No vayas.
Por si acaso.
Te acompaño.
Por si acaso.
No creo que el palo te sirva.
Espera. Yo voy también.
Por si acaso.
Ozzie, destrozaste la caja.
No fui yo.
Fue el duende.
¡El duende?
No veo nada.
Fue real.
Tenía hebillas en
sus zapatos...
y dientes horribles...
que estaban podridos.
Sé que no se los cepilla.
Ahí está.
Nos matará a todos y
a mí primero.
- Ozzie, ven.
- No voy a ir a donde está oscuro.
Yo tampoco.
¡Qué fue eso?
Espera.
Es sólo una rata.
Una rata.
Creo que encontramos a tu duende.
No. No entienden.
Era más grande.
Creo que solucionamos
el misterio. ¡Podemos salir?
Mira.
Es un arco iris, ¡y qué?
Es mágico.
El duende y el arco iris.
Es una señal.
Es una señal de que
es hora de trabajar.
Tenemos que ver dónde termina.
Esto es embarazoso.
Ven conmigo.
Si encontramos el final,
encontraremos una olla de oro.
Se distrae tan fácil.
Como siempre, me ocuparé de él.
¡Ozzie? ¡Alex?
Déjalos que persigan
el arco iris.
Vamos a pintar.
Es biodegradable ¡verdad?
Esto es estúpido.
No puedes encontrar
el final del arco iris.
- Aquí es donde acaba.
- Parece que sí.
Desapareció.
Cuidado con el metal oxidado.
Si te cortas,
te da rigidez de mandíbula.
Tengo una idea.
¡Hagámosla funcionar?
No creo que la batería sirva.
Mira.
- Dámelo.
- Déjame verlo.
Te lo devuelvo. Lo prometo.
Dame.
Mira.
Toma tu moneda.
Yo tengo una bolsa llena.
- Qué bien.
- Te lo dije.
Es lo que busca el duende.
Deja de decir estupideces.
Lo encontramos. Es nuestro.
Espero que sea real.
Sé cómo probarlo. Se muerde,
como en las películas.
Dios mío. Me tragué la moneda.
Muy bien, bocazas.
¡Me moriré?
Después de que te mate.
Deja que yo me haga cargo.
Me quedaré con una para
que la examinen...
y esconderemos el resto.
No se lo digas a nadie.
Está bien. ¡Por qué?
Sabes como son los adultos.
Especialmente con el dinero.
Nos lo quitarán.
Lo esconderemos en el pozo
al lado de la casa.
¡Sabes lo que esto significa?
Somos ricos y puedo comprar
muchas revistas de tiras cómicas.
- ¡Y sabes qué más?
- ¡Qué?
- Podemos operarte.
- ¡Para qué?
Para que seas listo.
Pueden arreglarte el cerebro
en el hospital.
Pero soy...soy listo.
Sí, pero te podemos
hacer más listo.
Así nadie se burlará de ti.
- ¡Se burlan de mí?
- No en tu cara. A tus espaldas.
Vamos al pozo.
Vamos.
Empieza en las esquinas.
Con pinceladas uniformes.
Así. Perfecto.
¡No está mal?
Eres una Picasso cualquiera.
Me quedaré sin trabajo.
Necesitamos más pintura.
Te enseñaré como una
profesional va por pintura.
Iré por un trapo.
¡Nathan?
¡Qué estás haciendo?
Dios mío.
¡Qué fue eso?
¡Estás bien? Te oí gritar.
- Creí que me estabas tocando.
- ¡Y me dejaste?
Algo me estaba acariciando...
la pierna y se fue por ahí.
Será algún animal.
Sé cómo se siente cuando
un hombre me acaricia.
¡Lo sabes?
Tenemos que limpiar
los rasguños.
- Debería buscar el animal.
- Absolutamente.
- ¡Por qué?
- Por si tiene rabia.
Fenómenal.
Fue un gato.
Creo que encontramos a tu admirador.
No fue un gato.
Suena lastimado.
Vamos, gatito, gatito.
¡Qué pasó?
Me mordió.
Pon presión.
Te llevaremos al hospital.
Ozzie, Alex,
vamos a la sala de emergencias.
El distribuidor.
Vamos, vamos.
Tardaremos un rato.
Vayan al café a esperarnos.
Bueno.
- Es nuestra oportunidad.
- ¡Para comer?
Para examinar la moneda.
Vamos. Está oscureciendo.
Nunca había visto
una moneda así.
Los símbolos.
Son increíblemente extraños.
¡Qué valor tiene?
Si es de oro macizo...
unos $500.
Pero su valor histórico puede
ser incalculable.
¡Puedo estudiarla esta noche?
¡No la perderá?
La pondré en mi caja fuerte.
Les daré un recibo.
¡Cree que es de un duende?
No importa.
Volveremos mañana
y que esto quede entre nosotros.
Vamos al restaurante.
Estarán enojados.
Debo estar oyendo cosas.
Voy a guardarla.
Quiero mi moneda.
Mi moneda.
No está bien robarle
a un duende.
Malo. Malo.
Volveré.
Ahora jugaremos.
¡Quieres jugar conmigo?
Este viejecito...
jugó al pogo en su pulmón.
Te enseñaré a no robar mi oro.
No podemos dejarte con
los zapatos sucios, ¡verdad?
Listo. Ahora ya están limpios.
Brincarás de gusto
en cualquier momento.
Una moneda de oro recuperada.
Faltan 99.
Por la suerte del irlandés.
¡Seguro que saben
que estamos aquí?
- Deberían haber llegado.
- Relájate, son niños.
Habrán ido a comprar
tiras cómicas.
Mi primer día aquí y mi padre
termina en el hospital.
Sólo es para observación.
Mañana estará bien.
Lo peor ya ha pasado.
¡No eres muy joven
para estar afuera a estas horas?
No. Tengo 600 años.
Muy bien, bromista...
sal del carro y quítate
esa máscara ridícula.
No está bien burlarse
de un duende.
¡Ahora eres un duende?
¡Seguro que no quieres nada?
No, digo sí quiero algo.
Quiero una ensalada
y agua mineral.
Pero no hay.
Sólo hay wisky barato
y cerveza tibia.
Toma agua.
Gracias.
Déjame en paz,
enano desgraciado.
¡Quieres jugar al escondite?
Aquí.
Estoy aquí.
Detente.
Déjame en paz.
No más.
¡Dónde demonios estás?
Gracias a Dios.
Eso fue divertido.
Tori, pareces que estás muy flaca.
No te ofendas, pero...
deberías comer carne.
- ¡Sabes lo que es eso?
- Sí. Carne.
No. Es una vaca muerta.
Eso si tienes suerte.
No como carne.
No me gusta matar animales.
Creo firmemente en ello.
- ¡De veras?
- De veras.
¡Qué estás haciendo?
¡Sabes que tu zapato
es una vaca muerta?
Bueno. Dame mi zapato.
Dámelo.
Ahí vienen. Vamos a
comportarnos como adultos.
Sentimos llegar tarde.
¡Dónde estaban?
Estábamos ahí en el...
¡Dónde está mi olla de oro?
Quiero mi oro.
Dios mío.
- Algo entró aquí.
- No jodas, Sherlock.
Ve a limpiarte la boca
con jabón ahora mismo.
Seguro.
Y luego no saldré por 2 semanas
de casa en castigo.
Esto es de locos.
¡Qué está pasando?
Podría ser un oso.
A veces bajan de las montañas.
Fenómeno. Mi padre tuvo que
traer comida aquí.
El duende trató
de limpiar mis zapatos.
Es un zapatero.
Pueden sentarse
a pensar teorías.
Con o sin oso yo me largo.
De hecho ya me voy
y no volveré.
Está muy oscuro.
Vamos a recoger.
¡Sabes cómo usarla?
Por fin acabamos.
Estoy empezando a
acostumbrarme.
¡Qué es eso?
Suena como una campana.
Mira lo que encontré.
Fenomenal.
Voy a ver dónde podemos dormir.
Mientras yo voy a buscar
mi bolsa para ir a un hotel.
¡Crees que se puede
matar a un duende?
Se puede matar a todo.
Sólo tienes que saber cómo.
Si me das un Magnum 357...
se lo pongo en la cabeza
al enanito verde y plaf.
Sesos y tripas saliéndole
por todas partes.
Queda muerto con M mayúscula.
Ozzie deja de tocar
la maldita campanita.
Parece que viene de la cocina.
Estamos muy asustados.
Quédense aquí. Voy a ver.
Ten cuidado.
Mi pierna.
Te pillé con una trampa de oso.
Te pillé, cabezón estúpido.
Pareces lastimado.
¡Jugamos al cirujano?
- ¡Qué pasó?
- Vuelve adentro.
Dios mío.
Llama a la policía.
Déjame.
No puedes lastimarme.
Alex, la escopeta.
Date prisa.
Ayuda. Está pasando.
Están atacando
la granja O'Grady.
Un duende. Manden al ejército,
la marina y los marinos.
- Necesitaremos medicinas.
- Gracias.
Ozzie acaba de llamar.
Dice que hay un ataque
de duendes.
¡Qué fue la semana pasada,
platillos voladores?
Ozzie es un buen chico.
Duendes.
Tremendo.
Toma.
Mátalo.
- ¡Estás bien?
- Date prisa.
- Quítame esto.
- Alex, ven al porche.
Se fue.
Eso no fue un oso.
Por Dios. Se fue.
Nathan, tu pierna.
Tenemos que llamar
a los paramédicos.
Ya llamé. Dije que necesitamos
al ejército...
medicina y los paramédicos.
¡Dijiste que era un duende?
Por supuesto. Eso es.
Tenemos que llevarlo adentro.
La línea está cortada.
¡Has estado en los Boy Scouts?
- En los Cub Scouts.
- Bueno. Tienes que ayudarme.
Tenemos que parar la sangre.
Ve al baño y trae...
papel, alcohol y algodón.
¡A ti te pareció un duende?
Ozzie. Vamos.
Estarás bien.
Cuando paremos la sangre
llevaremos a Nathan a la camioneta.
¡Y si sigue afuera?
Imposible. Le pegué 6 tiros.
Tiene que estar muerto.
Alex, ve por hielo.
Pararemos la hinchazón.
Vamos, la puerta.
Sácalo de aquí.
Tengan cuidado.
¡Necesitan ayuda?
¡Lo viste?
Me duele mucho.
Pónganlo en la camioneta.
¡Y si viene?
Date prisa.
Lo logramos.
¡Qué pasa con la camioneta?
El distribuidor.
Ten cuidado.
Date prisa.
Déjenme entrar.
- Cierren las puertas.
- La ventana.
Mi oreja. Tiene mi oreja.
¡Qué está pasando?
Alrededor del rosario
una bolsa llena de flores...
Más rápido.
Cenizas, cenizas,
todos vamos a morir.
¡Adónde fueron amigos míos?
Quiero saber dónde está mi oro.
Regrésenlo a este pequeño
duende inofensivo.
Vamos, ahora.
¡Dónde está?
¡A dónde van amigos?
El teléfono.
Tenemos que pedir ayuda.
Está cortado.
Mi teléfono portátil.
Necesito a la policía.
Es una emergencia.
Soy Tori Redding.
Estoy en la granja O'Grady.
Algo terrible pasó y
necesitamos ayuda de inmediato.
Por favor,
vengan rápido... ¡hola?
Carajo. Las baterías.
Hablé con ellos.
Mandarán a alguien.
Todo saldrá bien.
Tribit, soy el sheriff Cronan.
Tribit, ¡me oyes?
Sí, sheriff.
Soy el sheriff Cronan.
Nos llamaron
de la granja O'Grady.
Una mujer llamó diciendo que
había una emergencia.
Vaya de inmediato.
Sí, sheriff.
Llegaré en 3 minutos.
Si necesito refuerzos, llamaré.
¡La puerta de atrás?
Sí, y las ventanas
del sótano también.
Chequea las ventanas
de la cocina.
Me duele mi oreja.
Seguro que el duende
hizo una bota con ella.
No te arrancó la oreja.
Sólo te mordió.
- ¡Dónde está la policía?
- Deberían haber llegado.
Te lo voy a poner más apretado.
- ¡Está my apretado.
- No, está bien.
Ese duende es malvado.
No es un duende, carajo.
Admito que no sé qué es
pero no es un duende.
¡Entiendes?
¡Y el oro en el carro viejo?
Olvida lo que dije.
¡Qué oro?
Alex, ¡qué oro?
Era para arreglar
el cerebro de Ozzie.
No puedes arreglar su cerebro.
Lo sé, pero él no.
Háblame del oro.
¡Está en el cubo?
Sácalo y hay una
bolsa de monedas.
Tiene que funcionar.
Si le damos su oro
nos dejará en paz.
No. Estás muy lastimado.
Siéntate.
Llévate la escopeta.
Apuntas y tiras del gatillo.
¡Has usado una antes?
No.
Cuidado con los dientes.
Vamos.
- ¡Es mi oro?
- ¡Qué diablos eres?
Un duende, mi amor.
Toma. ¡Es lo que buscas?
Me están volviendo mis poderes.
Suena como mi oro.
Luce como mi oro.
Huele como mi oro.
Sabe como mi oro.
Dios santo.
Mi delicioso oro.
Calma.
Se lo llevó.
Tiene lo que quería.
Ahora podemos ir al hospital
y pedir ayuda.
94, 95...
96, 97..
98, 99.
Falta una moneda.
Me engañaron.
Tienen mi moneda.
Nadie le quita
el oro a un duende.
Alex, ponle hielo
en la oreja y hierve agua.
Te cubriré.
Ahora estamos cocinando.
Está en los gabinetes.
Abrelo y aléjate. Rápido.
Quiero mi oro.
Rápido.
Deberías haber probado
la puerta número dos.
Fallaste.
¡Dónde está?
Nunca podrás atrapar
a un duende.
Ahí está. Se escapó.
- ¡Adónde fue?
- Ahí.
Quédate con Ozzie.
Estoy aquí.
Y no soy Papá Noel.
Es nuestro.
Ten cuidado.
¡Está muerto?
Sí.
Nunca, joven.
- ¡Qué fue eso?
- No sé.
Vamos.
Se metió ahí.
Espera. Fue hacia el sótano.
Hacia el sótano.
Lo oigo por ahí.
Escucha.
Ahí está.
Vamos, enano.
¡Dónde estás?
- Está afuera.
- Se fue.
Todo saldrá bien.
¡Oyes algo?
Está en el sótano.
¡Sí? Socorro.
Estamos atrapados.
¡Dónde está el resto
de mi oro?
¡Tienen problemas?
¡Necesitan una mano?
¡Qué demonios está pasando?
Le di su oro.
Le di su oro.
Sé lo que quiere.
¡Qué?
Quiere su última moneda.
Dentente. Tiene la moneda
en su barriga.
No puedes salir.
Tiene que haber una manera
de parar a un duende.
El viejo O'Grady
sabrá cómo matarlo.
De pequeño, me contaba
historias sobre duendes.
Si alguien sabe
cómo hacerlo, es él.
Esta era su casa.
Probablemente él lo puso en la caja.
¡Dónde está?
¡El viejo O'Grady?
En un asilo.
Tuvo un ataque de corazón
hace 10 años.
- Tenemos que buscarlo.
- ¡Cómo vamos?
En el jeep.
Tengo una idea.
No cierres la puerta.
Hola, mi amor.
Más lejos.
Qué limpios.
- Estás a salvo.
- Volveré.
Sr. O'Grady. Se escapó.
Se escapó de la caja.
No te lo crees.
Nadie se cree que es un duende.
Yo lo creo.
¡Cómo lo paramos?
Sólo hay una manera de matar
a un duende...
pero no te la diré.
Nunca te la diré.
Abrete, ábrete.
Volvió por mí.
Lo sabía y nadie me creía.
Tengo que bajarlo.
Es demasiado tarde.
Tienes que...matarlo.
¡Cómo?
Con un trébol de 4 hojas
que encontrarás...
al lado del pozo.
Si lo tocas con el trébol
entonces podrás matarlo.
Las niñitas no deberían estar
buscando tréboles.
Ven a mí, mi amor.
Un policía.
Tiene que ayudarnos.
Quiero mi oro.
No. Sal de aquí. Por favor.
Ojo por ojo, cariño.
Por favor sal de aquí.
Te oímos gritar.
- ¡Dónde está Alex?
- En la casa.
Tenemos que encontrar un trébol
de 4 hojas para matarlo.
Mejor nos vamos antes
de que despierte.
Tiene que haber uno.
Dijo que había.
Vamos.
Nunca vamos a encontrarlo.
Sí podemos.
Encontré uno de pequeño.
¡Qué?
Nada.
No tengo miedo.
Puedo con ese duende.
Por favor, no vengas.
Sé que puedo con él.
No tengo miedo.
Lo mataré.
Puedo con él.
No tengo miedo.
No lo vamos a encontrar.
Sí lo encontraremos.
Hay que creer.
Estoy harta de tu magia y
tus fantasías estúpidas.
No tenemos tiempo.
No podemos estar aquí
buscando tréboles.
- Se va a despertar.
- Has perdido tu fe.
Tienes que creer.
Está bien, mira.
Creo, creo.
Encontraste...uno.
Te lo dije.
Tenemos que tocar
al duende con él.
Buenos días, joven.
Ahora terminaré lo que empecé.
Socorro. Alguien, socorro.
Me va a matar.
Soy yo el que quieres
hijo de puta verde.
Tengo tu moneda en mi barriga.
Entonces quiero tu barriga.
Usa el trébol.
Quiero mi moneda.
Espera, Ozzie. Te salvaré.
Espera.
Jódete enano afortunado.
Lo lograste.
Hice algo inteligente, ¡verdad?
Sí, muy inteligente.
Resiste un poco, ¡está bien?
¡Qué es eso?
Toma.
Te engañé por
primera vez.
Así es, Ozzie.
Quiero mi oro.
No descansaré hasta
que tenga mi oro.
Maldeciré este pozo
donde mi alma está...
hasta que rompa el hechizo
y mis poderes vuelvan.