Tip:
Highlight text to annotate it
X
Damas y caballeros...
Estamos en Moscú, Unión Soviética.
Éste promete ser
el combate más visto de la historia.
Voy a acabar contigo.
- ¡Con la derecha!
- Lo tiene arrinconado.
¡Rocky!
Rocky Balboa está en un grave aprieto.
Lo estå matando.
Drago sigue castigando a Rocky Balboa.
- No hay dolor.
- No hay dolor.
A Rocky le han caído bombas.
Rocky está herido.
Un derechazo de Drago lanza
a Rocky Balboa al otro lado del ring.
¡Vamos, arriba!
Hasta ahora ha sido un combate desigual.
Y Drago lanza un derechazo
que aturde a Rocky Balboa.
Van a tener que parar el combate
antes de que alguien muera.
Rocky recibe el castigo.
Está totalmente exhausto.
Y Balboa cae de otro derechazo.
Un golpe tras otro.
¡Qué fuerza de voluntad!
Rocky Balboa está encajando
los mejores golpes de Ivan Drago.
Está herido y sangra.
- ¿Qué estå pasando ahí?
- Lo veo triple.
- Pégale al del medio.
- ¡Eso! Al del medio.
- El ruso está herido.
- ¡Dale!
Al suelo, como un luchador.
Guerra sucia. Todo permitido en Moscú.
Con todas tus fuerzas.
¡Con toda tu alma!
¡Ésta es toda tu vida!
Y un fuerte derechazo de Rocky Balboa.
Rocky Balboa ha logrado lo imposible.
Oh, tío, nunca he visto cosa igual. Te
has portado como el campeón que eres.
Nos has hecho sentirnos orgullosos.
¡Sobre todo a Apollo!
- ¡Eh, Tony!
- Sí, ¿qué? ¿Qué te hace falta?
Que venga Adrian.
¿Qué tal todos ahí fuera?
Todo bien.
¿Qué pasa?
- ¿Qué pasa?
- ¿Recuerdas cuando Mick dijo
que a veces, cuando peleaba,
lo hacía tan fuerte que pensaba
que se le había roto algo dentro?
¿Que iba a morir?
Eso decía,
que los ångeles tiraban de él.
Rocky, me das miedo. No sé qué pasa.
- No consigo...
- ¿Qué no consigues?
No consigo
que mis manos dejen de temblar.
- Nunca me había pasado.
- Mejor que vayas al médico.
No. Quiero irme a casa.
No. Puedes ver a un médico.
Sólo estoy cansado.
Quiero irme a casa, Mick.
- Estoy cansado. Sólo...
- Vale.
- Quiero irme a casa, ¿ vale?
- Vale.
- Adrian, ¿dónde estå el chico?
- No lo sé.
No lo veo.
¿Dónde estå? ¿No estå aquí?
- ¡Papå!
- ¡Ahí estå!
¡Hola, campeón! ¿Qué tal?
- Dile hola a mamå.
- Hola, mamå.
- ¿Me has olvidado?
- Hola, tío Paulie.
- Papå, ¿cómo estås?
- Algo mås abollado. ¿ Y el cole?
Saqué matrícula.
Hola. Seguridad. Bienvenido a casa.
Hay una recepción de la prensa dentro.
Rocky, ¿qué te pareció el pueblo ruso?
Muy bien, ¿sabes? Fueron buena gente.
No les entendía nada,
pero sabía lo que querían decir.
Sra. Balboa, ¿ha aprendido algo de ruso?
- ¿Aprendí ruso?
- Sí, aprendió a decir ***.
Rocky, hay rumores
de complicaciones físicas.
- ¿Complicaciones?
- No, eran rumores.
Estå en perfecto estado físico.
Rocky, la Asociación de Médicos
ha recomendado prohibir el boxeo.
- Sí.
- ¿Estås de acuerdo con ellos?
Sí, del todo.
Creo que los médicos no deberían pelear.
Muy buena respuesta, campeón.
Los médicos no deben
subir al ring. No deben pelear.
Rocky Balboa,
el campeón mås gracioso de la historia.
¡El muy americano
Rocky Balboa! ¿Qué tal?
George Washington Duke,
empresario sin igual,
recibe a Rocky Balboa, campeón
de todas las Américas y todas las Rusias.
Quisiera apartarme
un poco de las preguntas
y hacer una propuesta a los medios.
La ciudad entera
y el mundo del deporte me conocen
por organizar
los mejores espectåculos del país.
Ahora, ante la prensa,
quiero pedirte, Rocky Balboa,
que seas el deportista extravagante
y bullicioso que sabemos puedes ser.
Dale a este hombre, Union Cane,
la oportunidad de desafiarte
por el título de los pesos pesados.
Balboa, quiero una oportunidad
para quitarte lo que tienes.
¿Es éste el mejor momento, Duke?
Acaba de bajarse del avión.
La vida consiste en momentos así,
damas y caballeros.
Lo que tengo
en este papel es el mayor aval
jamås ofrecido
a un campeón en todo el planeta.
Hablo de un fantåstico espectåculo
internacional, a celebrar en ***ón,
llamado "Dejarse llevar en Tokyo".
Increíble. Sólo en América la gente como
nosotros sale de la pobreza y la opresión
para juntarse en este
acontecimiento internacional.
- Perdón.
- ¡Sólo en América!
Perdón. Mi marido se va a retirar.
No tiene nada mås que demostrar.
¡Un momento! Eh, Rocky...
¿No crees que es tu responsabilidad
pública responder a esto ahora?
- Responde a la gente.
- ¿No es cuestión de profesionalidad
- hablar de ello ahora, no después?
- ¿Te importa si primero me curo?
- Nada comparado con lo que te espera.
- ¿Qué significa todo esto?
- No basta. Tenemos que saberlo ahora.
- Tengo que pensarlo. En fin,
quiero decirles a todos
que el vuelo ha sido muy agradable.
- Vamos, queremos mås.
- Adrian, si no llegas a estar conmigo,
no lo habría hecho tan bien.
Siempre puedo contar contigo.
Y mi hijo, tenerte es
como haber vuelto a nacer.
Vamos. ¿Te vas a retirar, o no?
- En fin. Quiero irme a casa.
- ¿Nos vas a dar algo que escribir?
- Muchas gracias. Se lo agradezco.
- ¡No!
Tranquilo. Lo conseguiremos.
No, de verdad. Es genial.
¡Mira qué sitio! Te juro que
no pienso volver a irme de él, ¿sabes?
Eh, ¿quieres bailar? ¿Qué tal
un baile de bienvenida para el viejo?
- No seas tonto. Hace frío.
- Ya te caliento yo, jovencita.
Bailemos. Deprisa.
La música va a terminar.
- ¿Te gusta la canción?
- Tienes que descansar.
- Lo sé.
- Estoy cansada. Vamos.
Igual te llevo arriba
y te fuerzo como a un parquímetro.
- Te costarå veinte duros.
- ¡Adrian!
¿Dónde has aprendido
a hablar así de sucio?
Tío Paulie, ¿le notas algo raro a papå?
Sólo le han dado un buen par de golpes.
Tú cuentas
mejores chistes que yo, Adrian.
¿Alguien ha llamado a su viejo?
¿Lo has hecho tú?
A la cama, chico, ¿ vale?
Papå, ¿sabes que los huesos crecen
tres veces mås råpido de noche?
No lo sabía, pero algo había oído.
¿Ése soy yo?
- Ah, sí, eres tú.
- ¡Excelente!
- ¿Soy yo? ¿Cuando fuimos de pesca?
- Sí.
¡Muy bonito! Mira la tienda.
¿Sabes? El pez era mucho mayor,
si no recuerdo mal.
La verdad es que era mucho menor.
Da igual, vamos. A la cama.
Es hora de que cuides tu salud.
Esto es genial.
No sé dónde lo aprendiste.
Es genial cómo te sale
esto de entre los dedos y...
¡Hay que ver!
¿Quién es?
Es madame Dupont,
mi profesora de francés.
¿De verdad?
Sí. Parece francesa, es obvio.
No se lo enseñaría a tu madre,
porque no entiende bien el francés.
Dios. Mejor que la escondas.
Bueno, campeón. A la cama.
Eh, ¿sabes una cosa? Sé algo en francés.
- Toc, toc.
- ¿Quién es?
- Mesié.
- ¿Mesié qué?
- Me sié lo que escondes ahí.
- Es un chiste muy viejo.
¿Qué mås quieres? Lo intento.
No me sé ninguno bueno, ¿sabes?
- ¿Qué es esto?
- ¿Qué?
Mira lo que había en tu oreja.
Dinero ruso. ¡Tienes dinero en las orejas!
Vale. Mira, tienes que dormir.
¿Papå? Cuando has dicho
que tenerme fue como volver a nacer...
- ¿Sí?
- ¿Qué querías decir?
Bueno, si naces donde nací yo,
te ponen delante
tres platos vacíos al día, ¿sabes?
En la vida hay la cara A y la cara B.
Yo estoy en la B, pero tú...
Tú tienes lo que quieres.
Y cuando te veo disfrutando
de todo lo que yo no tuve
es como si viviera a través de ti.
Lo disfruto un poco.
Es como tenerlo todo por primera vez.
Es bonito.
Eh, mírame a la cara.
¿Parezco un mapache?
- Un poco.
- ¿Como el mapache Rocky?
- Sí, un poco.
- ¡Qué va!
- Sí, un poco.
- ¿De veras?
Eh, si crees que tengo mala pinta,
tendrías que ver los nudillos del otro.
Bueno, chaval. Buenas noches.
- ¿ Vale, hijo?
- Buenas noches.
- ¿Papå?
- ¿Qué?
- Qué bien que estés en casa.
- Gracias por decir eso.
Mañana jugamos, ¿ vale? Me puedes
enseñar a tu profesora de inglés.
- También estå buena.
- ¡Qué va!
Buenas noches, hijo.
Te mereces lo peor por lo que hiciste.
- Era el dinero de Rocky.
- ¿Quieres morirte de risa?
- Nos has costado todo.
- Fue un error.
¿Crees que pensé que esto iba a ocurrir?
No te vayas. ¡Lo que acabas
de regalar es nuestra vida!
¿ Y crees que es algo estúpido?
Paulie, ¿sabes lo que has hecho?
¿Sabes lo serio que es?
¡Lo comprendo! ¡Lo comprendo todo!
Lo comprendo.
¡Tu contable es el ladrón, no yo!
Yo hice lo correcto. No me eches la culpa.
Quiero matarlo mås que nadie.
Adrian, ¿qué pasa?
Mira lo que has hecho.
Me estå echando la culpa.
- Vamos, no la tomes conmigo.
- ¿Qué has hecho?
Le ha dado poderes a nuestro contable.
Yo no he dado nada a nadie.
Envió una carta. Dice:
"Estaremos en Rusia un par de meses
y necesito que Rocky
firme una prórroga fiscal".
¡Esa prórroga eran unos poderes, Paulie!
¡ÉI es el ladrón! Necesito un trago.
Rocky, por mi madre,
yo no he robado ni un céntimo.
Adrian, ¿qué estå pasando aquí?
- Se ha acabado.
- ¿Qué se ha acabado?
El dinero. El dinero.
Todo. Se ha acabado.
El papel que Paulie te hizo firmar
no era una petición de prórroga fiscal.
Eran unos poderes a favor del contable,
que estaba metido
en la especulación inmobiliaria.
Creyó que podría reponer
el dinero antes de que te dieses cuenta.
Por desgracia para ti
y para todos nosotros,
su negocio salió mal porque el mercado
se secó. Y tú has perdido millones.
- ¿ Y no hay nada que hacer?
- He puesto ocho demandas contra él.
Pero tú tienes deudas
sobre esta propiedad,
él no pagó tus impuestos
y tu hipoteca lleva meses de retraso.
No teníamos hipoteca.
La casa estaba pagada.
- Pregúntaselo a él si no me crees.
- Hay casi 400.000 dólares pendientes.
Lo único que no tiene cargas
es un gimnasio que heredó tu hijo
de un tal Mickey Goldmill en 1982.
Puedes vender cosas.
¿Recuerdas los anuncios que hiciste?
No soy publicitario.
Soy boxeador. Es lo que hago.
No, no conseguimos patrocinadores.
Con la investigación del contable,
han salido a la luz
los antecedentes de Rocky por agresión.
Pero de eso hace mucho. ÉI no sabía...
¿Por qué no otro par de peleas?
Con tu fama, saldrías de esto enseguida.
- Se va a retirar.
- Rocko, pelear es lo tuyo.
¡He dicho que se va a retirar!
Paulie, estamos así por tu culpa.
No voy a cargar con esto. Creí
que estaba haciendo un buen negocio.
- ¿Creíste hacer un buen negocio?
- ¡Eh! Tú elegiste al contable.
Debiste saber que era un ladrón, pero en
tu mundo de cuento el aire no se mueve.
- Eres como una estación que no cambia.
- Eh, ya basta.
No soy ningún felpudo.
Llama a Duke. Dile que pelearé
contra Cane. Cuando sea, donde sea.
- No. ¡Rocky, no!
- Si es lo que quieres, me pondré a ello.
- Rocky, por favor.
- Un par de peleas y salimos de ésta.
- Sí, pero tú dijiste...
- No, yo no dije nada.
- ¿Llegar hasta aquí para perderlo?
- Tienes que ver a un médico.
- No lo necesito. Necesito un empresario.
- Si el médico lo aprueba, yo también.
Tengo que pelear, ¿ vale?
Tengo problemas. Tengo que pelear.
¿Lo harås por mí?
Estå bien. Por ti.
Debido a los continuos
golpes en la cabeza,
tienes una afección típica de boxeadores
llamada cavum septi pellucidi,
que es un agujero en la membrana
que separa los ventrículos.
Las neuronas de la superficie
del cerebro también estån traumatizadas.
Dicho sencillamente, Sr. Balboa,
significa que ha sufrido daños cerebrales.
¿Cuåndo se recuperarå?
Los efectos son irreversibles.
Rocky, tienes que retirarte.
No quiero retirarme. No es momento de
retirarme. Ni aquí ni en ningún despacho.
Acabo de librar la mejor pelea de mi vida.
Acabo de hacerlo, ¿entienden?
- Y sólo necesito otro par de ellas.
- No. Has sufrido un trauma cerebral.
Podría equivocarse.
Cualquiera podría hacerlo.
No es Dios,
y Dios es el único que no se equivoca.
- Rocky, esto es lo que te conviene.
- Sólo necesito dos peleas fåciles.
No tal como estås. No te darån permiso
en todos los estados. ¿ Verdad, doctor?
- Así es.
- Rocky, ¿me quieres?
- Sí, te quiero. ¿Por qué lo preguntas?
- Porque, si quieres a alguien,
vives con ellos, vives para ellos.
No juegas con tu vida.
Rocky, no me importa el dinero.
Me importas tú.
Es lo único que importa.
Por favor. Estaremos bien.
- Nadie ha de saberlo, ¿eh, doctor?
- Es estrictamente confidencial.
Gracias.
ROCKY SE RETIRA
ROCKY ARRUINADO
DEMANDA A SU CONTABLE
SUBASTA DE LOS BIENES DE BALBOA
VENTA DE BIENES
¿ La siguiente puja, por favor?
¿ Alguien da más?
Adjudicado.
Seguimos, damas y caballeros.
Artículo número 46...
Eh, chico, la bici estå vendida.
¡Eh! La bici estå vendida. Båjate, vamos.
No te preocupes.
Ya hemos sido pobres antes.
Lo recuperaré todo. Sólo tenemos
que estar juntos, ¿eh? El equipo de casa.
Sí, ya.
Venga. Como decía Mickey, una pelea
no acaba hasta que suena la campana.
Aún no hemos oído la campana, ¿ verdad?
Los guantes de la primera
pelea de Rocky Balboa...
¿Rocky?
Eh, aún me cabe.
¿Por qué llevas esa ropa?
Acabo de encontrarla. Es cómoda.
Te estaba buscando abajo.
Es bastante deprimente.
Sí, ya te entiendo.
¿Qué hace esto en tu oreja?
- ¡Oh, Dios!
- ¿Te acuerdas de ellas?
Sí.
- Recuerdo cuando te las quitaste.
- Sí. La primera vez que te besé.
Adrian, quiero salir un poco.
Ya sabes, a dar una vueltecilla.
Quiero sentirme mejor.
Pero ¿podrías hablar con el chico?
- Porque lo estå tomando muy mal.
- Claro.
- ¿Adónde vas?
- He pensado en ir al bar de Andy.
- Solía ser un campeón.
- ¿Cómo se lo gastó todo?
MICK EL PODEROSO
¿Qué tal, Mick?
Esquiva el golpe.
¡Esquiva el golpe!
Así. Eso es.
- ¡Eh, no he oído la campana!
- Vale.
¡Estå bien! Eso es. Esquiva el golpe.
Eso es. ¡Visualízalo!
Mira a ese payaso delante de ti.
Si te ves haciéndolo bien, lo harås bien.
Eso estå bien. Muy bien.
¡Tiempo!
Ven aquí, Rock. Estås listo, ¿ verdad?
Apollo no sabrå qué le pegó.
Lo arrollarås como una apisonadora.
Una apisonadora italiana.
¿Sabes, chico? Sé cómo te sientes
sobre la pelea que se avecina.
Porque yo también fui joven una vez.
Te diré una cosa.
Si no llegas a estar aquí,
es posible que hoy no estuviera vivo.
El hecho de que estés aquí
y de que te vaya tan bien me da...
¿Cómo se dice?
Motivación para seguir vivo.
Porque creo que a veces la gente
muere cuando no quiere seguir viva.
La naturaleza es mås sabia
de lo que creemos.
Y la naturaleza es mås sabia de lo que
creemos. Vamos perdiendo a los amigos,
lo perdemos todo,
sin parar, hasta que decimos:
"¿Por qué diantre sigo vivo?
No tengo motivos para continuar".
Pero contigo, chico...
Tengo una buena razón para continuar.
Y voy a seguir viviendo.
Y te veré hacer cosas buenas.
- Y nunca te abandonaré.
- No te abandonaré hasta que eso ocurra.
Porque cuando te abandone,
no sólo sabrås pelear,
sino que también sabrås cuidar de ti
mismo fuera del ring. ¿Te parece bien?
- Está bien.
- Vale.
- Tengo un regalo para ti.
- Ah, Mickey.
- Espera un poco.
- De verdad, no necesito nada.
Mira esto. ¿Lo ves? Ésta es mi
posesión mås preciada en este mundo.
Y me la dio Rocky Marciano.
¿Sabes qué era? Su gemelo.
Y ahora te lo doy a ti.
Y va a ser como...
Como un ångel de la guarda para ti.
Y si alguna vez te hieren
y sientes que te desplomas,
este angelito te susurrarå al oído.
Te dirå:
"¡Levanta, hijo de puta!"
"Porque Mickey te quiere".
¿ Vale?
Gracias, Mick. Yo también te quiero.
Joder. Ve a por él, chico.
- Ve a por él.
- Gracias.
Tu fuiste el ångel.
- Ahí estå.
- ¿Qué le pasó al otro gemelo?
No lo sé. Sólo me dio uno.
Se lo dio a un vagabundo.
Cuidado. No te preocupes por ésos.
Bueno, vamos, Paulie.
No me lo puedo creer. El chico
se lo estå tomando demasiado bien.
Eh, Rock, menos mal que me quedé
con este sitio, ¿eh? Es un ahorro.
Aparta.
¿ Vale? Un poco de aluminio
también por delante. ¡Serå un éxito!
Gracias.
Bienvenido, Rocky.
¡Te hemos echado de menos!
Es sólo por un tiempo, ¿sabes?
Vamos adentro.
- ¿Diga?
- ¿ Sra. Balboa?
- Soy George Washington Duke.
- ¿Sí?
Sra. Balboa, ¿lo oye?
Escuche bien. Seguro que puede oírlo.
- ¿Oír qué?
- El sonido del desfile,
de la oportunidad que llama.
¿Qué necesita para comprender
que les estoy dando
una oportunidad de reponerse?
Deje que me encargue de la carrera de su
marido y volverån a ser seres humanos.
Escuche, Duke, ya somos seres
humanos. Pruébelo usted alguna vez.
Y deja en paz a mi marido.
¡Mujeres!
¿Cuåndo empezaste eso?
No lo sé. Es como una mala
costumbre que persiste. ¡Pero en fin!
No estamos hablando de mí.
Hablamos de ti.
Eh, Rocky, ¿qué tal, hombre?
- Me alegra que hayas vuelto.
- Gracias. Y yo.
Eres listo en la escuela,
pero tienes que serlo también en la calle.
- ¿Qué quieres decir?
- Tienes que saber quién juega
- y con quién hablas.
- Cuidado con los chanchullos.
- ¿Qué es un chanchullo?
- Pregúntaselo a tu padre.
- Un chanchullo es como una estafa.
- No lo entiende.
- Bueno, una estafa la hace...
- ¡Rocky!
- ¿Me recuerdas? Soy la madre de Bubba.
- Ah, sí.
- Usabas su cabeza como saco de arena.
- Sí, tenía una buena cabeza.
- Bueno, una estafa la hace un timador.
- No lo entiende.
¿Un engaño?
Me dices que me cuide de los engaños.
Sí, muy bien. Eso es.
Eres muy listo, ¿sabes?
¿No solía estar aquí
la tienda El bocata atómico?
Soy nuevo aquí, papå.
- Este barrio tiene caries.
- Se llama decaimiento urbano.
Te diré una cosa:
Este sitio decae por todas partes.
Con un poco de aluminio y pintura
quedaría bien. ¿Qué te parece?
En fin, llegamos tarde a la escuela.
Paulie, quiero hablar con el chico a solas.
- ¿ Y yo no tengo sentimientos?
- ¡Venga!
- Así empiezan las guerras.
- Tranquilízate, ¿ vale?
- Bueno: Todo el mundo tiene un sesgo.
- Empiezas bien, Rock.
Todos saben un chanchullo. Estos chicos
tienen mente callejera. Así es como viven.
Estos chicos no son como los famosos
con los que te has criado.
- Así que aquí tienes que despabilar.
- Eso pienso hacer.
¡Lo piensas! ¿Sabes? A veces
me haces sentirme muy estúpido.
- ¿Por qué?
- ¿Por qué? Porque eres mås listo que yo.
- No, no lo soy.
- Sí, lo eres.
Todos los días aprendes algo,
y yo olvido algo.
Pero escucha. Estamos en esto juntos.
Si descubres cómo arreglar
las cosas, no temas decírmelo.
Tenemos que estar juntos,
porque ¿qué somos?
- ¿Qué?
- ¿Qué somos?
- Oh, el equipo de casa.
- ¡El equipo de casa! Has acertado.
Yo iba a esta escuela de pequeño.
Buenos ladrillos. Eran tiempos difíciles.
Pero tú podrås con ello, ¿no crees?
Si tú viniste aquí, yo también puedo.
No tengo miedo.
¿De verdad?
Bueno, supongo que sólo un poco.
- Pero eso es normal, ¿no crees?
- Oh, sí. Yo hice 72 peleas...
...y en todas tuve miedo,
así que ¿sabes? Es muy, muy normal.
- Nos vemos luego.
- Vale, chaval. Ésta es la puerta principal.
Eh, espera. ¿Qué es esto?
¡Hay que ver! ¿De dónde ha salido esto?
Es un sitio raro
para guardar el dinero del almuerzo.
Sólo es una broma, ¿sabes?
- Gracias, papå.
- Vale. Te veo luego.
Recuerda, tu padre te quiere.
Eres el número uno. Equipo de casa.
Tú sé majo, ¿ vale? Estarås bien.
Y no te metas con las novias de otros.
Por aquí eso no les gusta.
¿Sabes? Me preocupa el chico.
No estå acostumbrado a vivir así.
No conoce la calle.
Sé lo que va a pasar en la escuela.
Algún listillo querrå meterse
con él porque es mi hijo y provocarlo.
Buscarle la boca, ¿sabes?
Y es que, joder...
- Sr. Balboa, me llamo Tommy Gunn.
- ¿Sí? ¿Qué tal?
Con ese nombre, mås vale que sea duro.
No es fåcil. En fin, soy de Oklahoma.
Mi récord amateur es de 45 a uno.
- Profesional desde los 18, ocho peleas.
- ¿Eres boxeador?
Y ahora que ya tengo 20,
quiero enseñarle lo que valgo.
- He ahorrado 400 dólares...
- ¡Sr. Rocky Balboa!
Perdón, tengo asuntos que discutir.
Me alegro de volver a verle, amigo.
- ¿Qué tal?
- De salud, bien. ¿Qué mås quiero?
- Mira, tengo que ir a trabajar.
- ¿En un agujero como éste?
- No es bueno para tu imagen.
- Carencia urbana. ¿Qué vas a hacer?
¿Qué has dicho?
Es decadencia. Decadencia urbana.
George quiere que pienses en ponerte
los guantes. La pasta es buena.
- He caducado oficialmente.
- Aún atraes a la gente.
Atraes público. Un hombre de negocios
no se retira si aún puede hacer pasta.
- Sólo América ofrece esa oportunidad.
- Union Cane va a por el título.
Toma unas entradas.
Tenemos un buen presentimiento.
- Si lo acepta, es el momento de retarle.
- A la gente le encantan los regresos.
No hay nada mås comercial que
el regreso con pocas posibilidades
de un excluido con mala racha.
Como dijo Mark Twain: "La virtud nunca
ha sido tan respetable como el dinero".
- ¿Quién es Twain?
- Un pintor.
Eres la Gran esperanza blanca.
Querrås decir
la Gran chanza blanca. No, olvídalo.
Déjate de chorradas. Conozco
el problema. ¿Crees que nací ayer?
Merlin, enséñale el papel. Es tu
informe médico. Podemos darle la vuelta.
- ¿De dónde lo has sacado?
- Eso no importa.
Si peleas contra Cane,
George te garantiza la licencia.
- Garantizado.
- ¿Puedes hacerlo?
- Tranquilamente.
- El regreso estå en el bote.
- Es el mejor momento. ¡Caliente!
- Nos vendría bien el dinero.
- Adrian, ¿de dónde sales?
- ¡Ha aparecido la Sra. Balboa! Es bruja.
No tiene gracia. ¿Le eståis
convenciendo para que pelee?
Hablamos de negocios.
¿Te gusta estar sin un duro?
¿Te gusta meter la mano en el bolsillo
y palpar sólo tu pierna? ¿A que no?
Te ofrezco la oportunidad
de dejar de ser una perdedora.
- ¿Con quién hablas?
- No estarås trabajando...
¿De qué leches hablas?
Es un oportunidad tremenda.
¿Para quién? ¿Para que tú hagas
dinero? ¿Para que él quede impedido?
¿Qué harías si la cosa fuera al revés?
Tienes que pensar en eso.
Rocky, tú no les importas.
Seamos serios. Tú representas
los sueños de los pobres.
Se identifican contigo.
Es la clave del éxito.
Eres un campeón, un producto del
pueblo. Véndete mientras aún te quieran.
No va a durar siempre. ¿Dices
que eres un luchador? ¡Pues lucha!
Y te haré ganar tanto dinero que
podrås nadar en él. Sabes nadar, ¿no?
¿Qué dices? Pon tus músculos a trabajar.
Ha terminado.
¡Ha terminado con el boxeo!
Eres un estúpido.
Quizå la Sra. Balboa
debiera pelear contra Cane, ¿eh?
Parece que es la que tiene
los cojones en esta familia.
No hables así delante de mi mujer.
No es un banco del parque, chaval.
- Iré a por él.
- Rocky, lo siento. No quería...
¿Queréis estar solos? Estaré arriba.
Rocky.
Rocky, lo siento. Yo...
Pero con sólo un mal golpe,
podrías quedarte invålido.
Ya me siento invålido. ¿Por qué has
vuelto? Eres demasiado lista para esto.
No tengo nada que hacer.
He llamado a Gloria.
- Dice que necesita una mano.
- Pero ¿por qué quieres hacer esto?
¿Por qué volver al principio?
¡Yo tengo que hacerlo, pero tú no!
Quería estar cerca de ti.
Estå bien, vale.
¿Sabes? Empieza a hacer frío.
Mejor que entremos, ¿ vale?
Lo comprendo.
- ¿Estås bien?
- ¿Qué?
- ¿Estås bien?
- Sí, lo estoy. Estoy bien.
Adrian, hace frío, ¿ vale?
¡Eh, Adrian!
¿Nos fuimos de aquí alguna vez?
No lo sé.
SE NECESITAN
COMPAÑEROS DE SPARRING
Eh, ¿puedo hablar contigo ahora?
Ahora tengo la cabeza un poco liada.
No lo conseguirås.
Balboa no puede pensar.
- Aquí nadie puede. Necesito un anzuelo.
- Pelearé con Balboa ahora mismo.
- Soy mejor de lo que nunca fue Balboa.
- ¡Eh!
Yo soy tu empresario.
Pelearås contra quien yo diga,
donde yo diga,
como yo diga. ¿Estå claro?
No mosquees a la mano
que te da de comer, ¿ vale?
Ninguno de estos mierdas puede pensar.
Sólo necesito un anzuelo.
¡Eh! ¿No eres el hijo de Rocky?
- ¡Sí! Eres el hijo de Rocky, ¿no?
- Sí. ¿Qué tal?
He visto tu foto en el periódico.
- ¿Sabes qué? Tu viejo es un inútil.
- ¿Qué?
- ¡Déjame!
- ¿Por qué te has puesto mi abrigo?
- ¡Déjalo en paz!
- ¿Quieres otra tunda?
- ¡Dame el abrigo! Hablo en serio.
- Ni hablar.
¡No vomites ahora!
No te resfríes, niño pijo.
Manténlo alto.
Adelante y atrås. Eso es.
Ésta es la copa de la que
Rocky bebe en casa. Diez pavos.
- ¿Cómo sé que es la buena?
- Mira las huellas de los labios.
- Estå bien. Cinco pavos. Ni uno mås.
- Trato hecho.
- Perdón.
- ¡Tommy Gunn!
- ¿Puedo cambiarme en algún sitio?
- Ahí.
¡Tiempo! Eh, Richard, amigo, escúchame.
Para sobrevivir,
tienes que esquivar el golpe.
Manténlo alto y pega, que no te peguen,
¿sabes? Vale, cambiaos.
- Rocko, ¿te acuerdas de Tommy Gunn?
- Sí, claro.
Dice que quiere pelear.
Yo le digo que se case.
¿Por qué?
Un chiste de gimnasio, Rocko.
Déjame ver lo que tienes, chico.
Cåsate. Ya entiendo.
- ¡Benson! ¿Quieres moverte un poco?
- Sí, vale.
Eh, Paulie, ¿qué son los cojones?
Cojones es lo que tienen los latinos.
- Eh, Rock, estamos listos.
- Muy bien.
Eh, chico. ¿Tienes el casco?
No, no me hace falta.
Le van a machacar los cojones.
Bien. ¿Listos, chicos?
- Benson, tranquilo, ¿ vale?
- Vale, Rocky.
¡Tiempo!
Vale, con tranquilidad. Esquiva el golpe.
- ¡Chico! ¿Cómo has dicho que se llama?
- Tommy Gunn.
¡Tommy, eh!
No estå prohibido agacharse.
De lado a lado. Eso es.
- Eh, tío, con calma.
- Vamos, tranquilos. Se llama sparring.
¡Eh! Vale. Eh, chico.
¡Eh, tranquilo! ¡Tiempo!
¿Hueles eso, Rocko?
El olor de la oportunidad.
Eh, ya basta. ¿Qué te he dicho? ¡Tiempo!
¡Eh, ya basta! ¡Tiempo!
Eh, atrås. ¡Ya basta! ¿Qué te pasa?
- Tommy, ¿estås loco, o qué?
- ¿Qué te pasa, tío?
- Lo siento.
- Vete a enfriarte, chaval. Lo siento.
Apesta a oportunidad, Rocko.
Eh, ir con calma
no quiere decir romper huesos.
- Lo siento. Pero ¿qué te parece?
- ¿Qué me parece? Que no escuchas.
Pero pegas como
si pelearas en la calle.
Algo sé de eso,
pero esto es boxear, no ir dando palos.
- Lo siento, pero puedo hacerlo todo.
- ¿Sí? Pues aquí no, ¿ vale?
- ¿Eso es todo?
- Tengo que trabajar con estos chicos.
¿Qué te parecería ser mi manager?
- ¿Manager?
- Sí.
A menos que pienses que no valgo nada.
¿Que no vales nada?
De acuerdo, vales mucho.
Tienes recursos. Pero yo no soy manager.
El caballero que era
dueño de este sitio era manager.
Pero yo siempre he sido el... espectåculo.
Mira, buena suerte, ¿ vale?
Bien, chicos. Vamos.
Venga. Moveos.
Eso es. Muy bien.
Vale, vosotros, venga.
Sin golpes fåciles. Moveos.
¿Qué tal?
¿Tienes frío? Lo parece.
Tendrå que ver con el tiempo.
Toma. Coge mi abrigo.
No, gracias. ¿Dónde estå tu novio?
¿ÉI? Olvídalo. No tiene modales.
Soy Jewel, por si te interesa.
Y yo Robert.
Hola.
Llevo seis años viviendo aquí.
¡No es Disneylandia!
- ¿Has estado en Disneylandia?
- Pues claro.
Lo dices como si
todo el mundo hubiera ido.
Sé que no se nota por mi aspecto,
pero no soy como el resto de por aquí.
¿Por qué? Bueno, ¿qué te hace diferente?
No lo sé. Supongo que es porque
quiero salir de aquí. Ya sabes cómo es.
¿Sabes?
Para ser italiano, tu trasero no estå mal.
- En cuanto gane algo, me voy a Miami.
- ¿Por qué a Miami?
- Miami necesita nuevos gígolos.
- Sí, algo había leído.
Empieza a dolerme la espalda.
¿Cómo es que tú no tienes artritis?
¿No basta con lo que tengo?
Adrian es demasiado buena para esto.
Este sitio me deprime, Paul.
¡Eh, Rock! Ven adentro.
Todo el mundo pregunta por ti.
- No, gracias. Estoy un poco cansado.
- Eh, yo tengo sed.
- Ve tú si quieres.
- ¿Sr. Balboa?
- Mira esto. Tommy Gunn.
- ¿Por qué sigues aquí?
- ¿Puedo hacer algo por ti?
- Sí. Quiero intentarlo de nuevo.
Chico, te ayudaría,
pero no sé nada de ser manager.
Tío, sólo pido una oportunidad.
Si la jodo, pues me largo.
- ¿Qué tienes que perder?
- ¿ Yo? Nada. Es lo que pierdas tú.
- No tengo nada que perder.
- Puede que sí.
¿ Y si no lo hago bien?
¿ Y si tú no lo logras?
No quiero que luego
me eches la culpa, chaval, ¿sabes?
Esto es lo que yo haría de ser tú.
Escúchame. Si yo fuera tú,
iría a casa a hablar con mi familia.
Piensa en algo mejor.
No tengo familia.
Lo único que tengo es lo que ves.
Lo sé todo de ti, desde
tu primera pelea contra Apollo Creed.
Leí cómo nadie
te dio nunca una oportunidad.
No soy del mismo barrio que tú,
pero tengo hambre, como la tuviste tú.
He querido conocerte
desde que me puse guantes.
Porque sabía que, si alguien
podía ayudarme a ganar, eras tú.
Eh, Paulie, ¿ ves a un ganador aquí?
¡Sí! Tío, has ganado al mejor.
Nadie puede decir otra cosa.
Mira, Rocky, no me conoces,
pero haré todo lo que tú quieras.
Y si no puedo, me dejaré
los cojones intentåndolo.
No te engaño, tío. Sólo te pido
una oportunidad. Sólo una.
¿Tienes hambre?
Sí.
¿Sí? Vamos.
Te va a gustar cómo cocina Adrian.
Hace cosas increíbles
con los macarrones, sobre todo el tomate.
Pero tengo que avisarte,
¡a veces se pasa con el ajo!
- ¿Por qué te pegó ese chaval?
- No importa, papå.
- Sí que importa. Le quitaron el abrigo.
- No lo quiero.
¿Te cogieron el del cuello?
- Iré a tu escuela y...
- Serå peor.
- ¿Puedo hacer lo que crea correcto?
- ¿ Y qué es lo correcto?
- Un bate de béisbol en toda la cara.
- ¡Paulie!
- Adrian, ¿me pasas la bandeja?
- Sí, Rocky.
Me pasaba lo mismo
cuando estaba en la escuela.
Todos los días me perseguía
un chaval, hasta que mi madre me dijo:
- "Lmagina que el chaval es un globo".
- ¿Un globo?
Me dijo que si los pinchas
con fuerza, los tíos así desaparecen.
Tommy, estamos criando a nuestro hijo
para que se enfrente a los problemas
con la cabeza, no con los músculos.
- Lo siento.
- Por eso me machacarån.
- Nadie va a machacarte.
- Papå, enséñame a pelear.
Un bate de béisbol bastaría.
¿Quieres crecer
usando sólo los músculos?
Adrian, no estaría de mås
que le enseñara a lanzar
unos... golpes mortales.
Tommy, ¿te enseñó tu padre a pelear?
- No, no exactamente. Tuve que...
- No hagas preguntas personales.
No, estå bien. Mira, mi viejo
solía beber mucho. De verdad.
Salía con los amigos
y volvía a casa queriendo pegarme.
También le pegaba a mi madre.
Lo hacía muy a menudo.
Así que, cuando crecía,
sólo pensaba en pegarle a mi padre.
Cuando tenía trece años,
tuve problemas en la escuela.
Me ató y me pegó tanto que
no pude caminar durante una semana.
No podía hacer nada.
El primer tío al que pegué fue mi padre.
En el ring, él es lo único que veo.
Monstruoso, ¿eh?
Eh, Tommy, al menos tenías
un viejo al que zurrar, ¿sabes?
Sí.
- Yo no tuve ni eso.
- Algún día podrås zurrar a tu padre.
- Paulie, ¿por qué le dices eso?
- La ley es del mås fuerte.
- Tommy, ¿dónde te quedas esta noche?
- Oh, ya encontraré algún sitio.
No, mira. Tenemos sitio en el sótano.
- ¿ Y yo?
- Ahí duerme tu hijo.
- Bueno, que duerma con su tío.
- ¿Qué soy, una entrada en boxes?
No quiero crear problemas.
Ya encontraré algún sitio.
No, estå bien.
Es sólo por un tiempo, ¿sabes?
¿ Vale? Ningún problema. Eh, chico,
te lo agradezco. Hace frío fuera.
- No voy a cambiar las såbanas.
- ¿Lo has hecho alguna vez?
Tommy, ¿por qué no bajas?
Te enseñaremos el sitio.
¿Por qué no bajas y le enseñas
a tu padre lo que has hecho hoy?
¡Eh, Junior!
No te gotearå el grifo, ¿ verdad?
- ¿Conoces a este tío?
- Sí. Pega fuerte.
- ¡Qué bien cocina Adrian!
- Sí, no estå mal. Mira, Tommy.
No hemos podido adecentar el sitio.
Lo haremos dentro de poco, ¿sabes?
- ¡Hala! Tío, de esto se trata.
- ¡Por mis muertos!
¿Por qué guardas esto aquí?
¿Cuåndo pudiste hacer esto?
Lo sacó todo de una caja. Es precioso.
Pintaste...
¿Cuåndo pudiste hacer esto, chaval?
- Después del cole. No es nada.
- ¿De dónde sacaste el guante?
¿Esto? Gracias.
Es uno de mis objetos favoritos.
Mickey me lo dio antes de morir.
Era el gemelo de Rocky Marciano.
- ¿Sí? ¿El auténtico Rocky Marciano?
- Me has hecho pensar en Mickey.
Quiero enseñarte algo.
Hace mucho tiempo me dijo...
Dijo que pelear es
como un 90 por ciento a la cabeza
y un diez por ciento
al cuerpo. Eso me dijo.
- Papå, hoy he conocido a una chica.
- ¿Sí? Eso estå bien.
- Es mucho mejor que...
- Espera. No cambies de tema.
Ahora vuelvo.
Sólo quiero decirle algo a Tommy.
Eh, ¿quién era
tu mejor amigo en Orlando?
- Era en Oklahoma.
- Bueno, vale.
- Eric Elder.
- No, no.
Tu mejor amigo es un tío
llamado Frankie Miedo.
El miedo es el mejor amigo de un
boxeador. No hay que avergonzarse de él.
El miedo te mantiene alerta.
Despierto. Te hace querer sobrevivir.
Pero el caso es que tienes
que aprender a controlarlo.
Porque el miedo es
como un fuego que te arde dentro.
Si lo controlas, Tommy, te calentarå.
Pero si te controla,
te quemarå junto con todo
lo que te rodea. Eso es.
Bueno, eso es lo que me enseñaron
y que, si tú quieres,
me gustaría enseñarte.
¿Eso quiere decir
que vas a ser mi manager?
- Así es. El equipo de casa.
- ¡De miedo!
- Vamos a por ello.
- ¿Me enseñarås un par de cosas?
Claro, Tommy. Te enseñaré de todo.
Eh, pijo.
¿Cuånto llevas hoy en el bolsillo?
- Nada.
- Venga, dåmelo.
- No tengo nada.
- Venga, dame el dinero.
- ¡Venga!
- Eh, tengo que comer.
Tiene hambre,
tiene que comer. Pues cómete esto.
Lo tengo. ¡Vamos!
¡Padre Carmine!
¡Padre Carmine!
- No estarå en casa.
- Los curas siempre estån.
No quería molestarle tanto, padre.
Oh, muy bien. Todo va perfecto.
Padre, éste es mi nuevo amigo,
Tommy Gunn.
Pensaba... Tommy es boxeador,
y yo soy su manager.
Pensaba en si me haría
un favor, si no estå ocupado.
¿Nos echa un par de bendiciones?
Una, que no la joda como manager.
Y otra, que Tommy lo haga
tan bien como creo que puede: Genial.
Y que no le hagan daño.
¿Puede usted hacer eso?
Me encanta cuando hace eso.
¡Gracias, padre! Se lo agradezco.
- Cuando quieras.
- Vale. Le veo en la iglesia.
- Eh, tío, ¿por qué has hecho esto?
- No estå mal tener a un ångel de tu parte.
- Eh, Rock. ¿Qué tal?
- Muy bien, chicos.
¡Aminora o te pondremos multa!
- Éste es Tommy Gunn. Serå un campeón.
- ¿Qué tal, Tom?
Venga, separaos. ¡Separaos!
¡Fuera de las cuerdas!
- Con calma.
- Tengo que entrenar mås.
- No, estås listo.
- No, este tío me estå matando.
- Estås listo. Eres perfecto.
- Me estå matando.
- Me siento débil.
- No, escúchame. ¡Cållate!
Mick decía que la única
diferencia entre un héroe y un cobarde
es que el héroe estå
dispuesto a probar. Inténtalo.
Este tío también tiene miedo.
Los dos lo tenéis.
¿Recuerdas que hablamos del miedo?
¿Que era como un fuego?
Tienes que controlarlo o te quemarå.
O le quemarå a él.
Haz que funcione a tu favor, Tommy.
Yo nunca te haría daño, ¿entiendes?
El miedo es como ese fuego, ¿ vale?
Deja que arda hasta hacerse un volcån.
Cuando veas el cråter,
explota sobre este tío, ¿ vale?
Puedes enfrentarte a él, ¿ vale? No
cuentan los músculos, sino el corazón.
¡Corazón y fuego! Vamos, hazlo.
Recuerda,
soy como tu ångel de la guarda.
No dejaré que te pase nada. Adelante.
Vamos, Tommy. ¡Esquiva!
¡Izquierda, derecha!
¡AI tronco!
¡¡¡PELEAS LOS VIERNES NOCHE!!!
CANE SE PRESENTA AL TÍTULO
DISCÍPULO DE BALBOA
GANA SEGUNDA PELEA
EL CLON DE BALBOA
DERROTA A SU OPONENTE
Al cuerpo, Tommy. Eso es.
Sam, ¿estås bien? ¡Eh, Tommy Gunn!
Vaya puños que tienes, ¿eh?
CHICO DE BALBOA
VUELVE A GANAR
18... 19...
ROBOT DE ROCKY A 11-0
Y diez. Puedes hacerlo.
Hecho. Vamos, sube.
¡Esta vez te tengo!
CHICO DE ROCKY
A TODA MÁQUINA
Tommy, estos calzones
son muy especiales para mí.
¡Dale!
¡Eso es, chico! Muy bien.
¡Tommy! ¡Tommy!
Estå bien.
- Le he ganado. No me lo creo.
- Claro que sí. Eres muy ågil, Tommy.
Sí, Merlin. Mira, tengo una idea. Creo
que podemos obligar a pelear a Balboa.
Estån esperando otra vez.
- Si quieres, tengo casi un dólar.
- Guårdalo.
- Te va lo cutre, ¿eh, pingo?
- ¿Eh, ¿qué tienes en la bolsa?
¡Eh, imbécil! ¿No quieres hablar
conmigo? Te voy a partir la boca.
- Adelante.
- ¿Qué ha dicho? Al niñato se le va la olla.
- ¿Qué has dicho?
- ¡Adelante!
¡Vamos! Levanta esas manos.
Ni hablar.
De todos modos, no me gustaba.
Creo que eso es mío.
¡Robert! ¡Robert!
Si quieres acabar con esto,
que sea ahora.
Sí, me parece bien. Hasta luego.
No puedo creerlo.
- ¿ Vas a decírselo a tu padre?
- Sí.
Bien. Eso es. Otra vez.
Mira, haces muy bien las combinaciones,
pero tienes que aprender a moverte
de lado a lado como un limpiaparabrisas
- para esquivar los golpes.
- ¡Papå!
¡He recuperado mi abrigo!
Mira, tengo el abrigo.
Oh, bien hecho, chaval. Muy bien.
Le he dado una tunda.
Todo el cole se volvió loco. ¡Todos!
- Rocky, me estoy enfriando.
- Tengo que volver con Tommy.
Se estå enfriando. Pero díselo
a tu madre. Le gustarå. Bien hecho.
Bien, vamos allå, Tommy.
Tiene buena pinta.
¡Mira a Tommy!
- ¿Crees que puedo ganarlo?
- Ya lo creo.
Tommy, cualquiera con dos puños
y un corazón fuerte puede hacerlo.
¡K. O!
EL DESCUBRIMIENTO DE BALBOA
¿ES TOMMY GUNN REAL?
CUIDADO, CANE:
¡LLEGA GUNN!
Chaval, tienes manos de oro.
Quiero presentarte a alguien.
INVICTO EL CHICO DE BALBOA
EL DÚO DINÁMICO NO PARA
DECIMOSEXTA VICTORIA
DEL ROBOT DE ROCKY
Ya estå. Se acabó.
GUNN VA A POR CANE
Arrincónalo.
- ¡Eso es!
- Ése es tu barco, Rock.
- ¿Qué barco?
- El que se hunde.
¿CUÁNDO IRÁ
TOMMY GUNN A POR EL TÍTULO?
Tommy Gunn en la cima.
Si vienes con Duke,
tendrås las peleas
con las que Balboa sólo podía soñar.
El botín es para el vencedor.
¡Esquiva, Tommy!
Bien.
¡K. O!
- ¡Bien hecho, chaval! ¡Lo has conseguido!
- ¿Puedo ir ahora a por el título?
- Sí, muy pronto.
- ¡Tommy, aquí!
¡Eh, cielo! ¿Qué tal?
El ganador,
a dos minutos y 10 segundos...
Rocky,
¿cuåndo va Tommy a por Union Cane?
- Tenemos que hablar de ello.
- Espabila, ¿quieres?
- Rocko, no vale la pena, amigo.
- Ha hecho una buena pelea.
Se te ha hundido el barco,
Rocko. Se ha hundido.
Serå el tråfico. Ya debería estar aquí.
- ¿Por qué?
- Es Navidad.
- Debería estar aquí, con la familia.
- Quizå no le parezcamos su familia.
Claro que sí. Eh, Adrian, mira esto.
Quiero dårselo. ¿Qué te parece?
Que ya le has dado bastante.
Venga, Adrian.
ÉI también nos ha dado cosas.
Nos ha dado otra oportunidad, ¿no?
Venga, es Navidad.
Sólo en América.
Tener lo mejor y ponerse lo mejor.
- Pero hay que estar en la cima.
- Nadie se acuerda del número dos.
- Yo, seguro que no.
- He hablado con la Comisión de boxeo.
No hay un contrato formal
entre tú y Balboa.
NO, nada. Sólo un apretón de manos.
Es un negocio duro. Tienes que
despabilar. No hace falta que te lo diga.
Es difícil vivir a la sombra de Rocky,
con todos llamåndote su marioneta.
Nadie lo aguantaría tanto tiempo.
Tommy, temo que,
si sigues por donde vas,
acabarås de espectador en el desfile.
- Exactamente.
- Aún no has tenido tu gran pelea.
Ni lo harås hasta que pelees
con mis grandes contendientes.
Yo tengo esos contratos.
Es un negocio complicado.
Pero, si quieres lo mejor,
ve donde el mejor.
- ¿ Y Rocky?
- Rocky puede seguir entrenåndote.
Dios, ha hecho un gran trabajo.
Mira, aquí tienes 20.000 dólares.
Tómalo como adelanto.
Hora de poner esos músculos
a trabajar. Feliz Navidad.
Feliz Navidad.
¡Que paren las måquinas!
Adrian, no puedo creerlo.
Ven al tejado, ¿quieres?
Se acaba de estrellar contra él.
- ¿Quién crees que es?
- ¿Oigo renos en el tejado?
Sabes...
Cuernos. Increíble.
Es como mil millones...
Vamos. Mira quién ha venido.
¡Ya lo conoces!
- Qué rara es tu familia.
- Ya lo sé.
Serån las próximas navidades antes de
que pierda. ¡Eh, un aplauso para Santa!
- ¡Feliz Navidad! ¡Yo, yo, yo!
- Creo que te equivocas, Santa.
- No, no, no. Es "¡jo, jo, jo!"
- ¿ Y qué leches importa?
- En mi pueblo, es "¡yo, yo, yo!"
- Es un Santa de 90 grados.
¡Eh! Santa, diles a los chicos
qué tienes para ellos en el saco
- que trajiste del norte.
- Tengo la colada.
- No, ése no es el saco.
- Vamos, Chubby. Aparta.
Deja que Santa se siente. Ven aquí, chico.
- ¿Has sido bueno?
- ¡Tío Paulie!
- Chaval, dile a Santa qué necesitas.
- Se le va a reventar la ropa, tío.
- No necesito nada.
- Vamos, chaval. Dile a Santa qué quieres.
Ése no es Santa.
Es el tío Paulie. Déjate de historias.
¿Qué quieres decir? ¿Por qué hablas así?
Estamos intentando pasar un buen rato.
Ha venido Santa y todo.
Es una estupidez.
Eh, ¿sabes? Venga, no lo es.
Estamos intentando fingir un poco.
Mira, se supone que tienes que fingir.
Como en un juego, ¿ vale?
No me gusta fingir. Hablad con él.
Mira, chaval, no estoy hablando con ellos.
Estoy hablando contigo.
Es muy importante estar con la familia,
pasarlo bien y animarse, ¿sabes?
Es bueno, ¿ vale?
Bueno ¿para qué? Venga, våmonos.
Han venido sus amigos. No quiere.
- Adrian, sé lo que quiere.
- ¿Cómo sabes qué quiero?
- Porque te conozco.
- ¿Me conoces?
Cree que me conoce.
- Mira, no voy a celebrar nada, ¿ vale?
- Eh, espera. ¿Qué te pasa?
Siempre hemos hecho esto. Nos lo hemos
pasado bien. No tiene por qué cambiar.
¿Recuerdas el año pasado, cómo
nos divertimos, lo bien que lo pasamos?
Ni es el año pasado ni tú eres el mismo.
¿Qué?
Adrian, ¿qué he hecho?
Ve a hablar con él.
Hasta yo debería haberlo visto venir.
Tendría que haberme ido
a Miami mientras podía.
¿Quieres hablar? Hablemos.
Mira, pensaba
que teníamos que estar como...
Ya sabes, muy cercanos.
Eh, venga, chaval, te quiero.
No, no me quieres.
Claro que sí.
¿Recuerdas cuål era el trato?
Teníamos que estar muy juntos,
como los dedos cruzados.
Te refieres a Tommy y a ti.
De eso estås hablando.
- ¡Oh, no digas eso!
- ¿Por qué no?
Desde que vino,
es Tommy esto, Tommy aquello.
No tienes tiempo para nadie,
así que yo tampoco para ti.
¿Qué dices? Te has vuelto otro.
Tú te has vuelto otro. Me dijiste
que sería el primero para ti y mentiste.
Me mentiste, y también a mamå.
Nunca te mentí.
Tommy necesitaba mi ayuda.
Yo también.
¿ Y cuando dijiste que me cuidara
de chanchullos y engaños?
¿Qué?
Tú eres el que debería haberlo hecho.
- ¿Adónde vas?
- Afuera.
- ¿Cuåndo vas a volver?
- Luego.
- ¿Luego? ¿Cuåndo?
- Mås tarde.
Felices pascuas, Sra. Balboa.
Encårgate tú de éstos.
¡Miren al Santa de las cuatro estaciones!
¿Os habéis perdido?
Au contraire, mon ami.
Sé exactamente dónde estoy.
¡Eh, Rocko! Adivina quién viene
a cenar. Tommy Gunn ha hecho amigos.
¡Amigos nuevos para el año nuevo!
Oh, por favor. ¡Oh, Paulie!
Bonito årbol. Encantador.
- Eh, Tommy. ¿Qué tal?
- Feliz Navidad, milord. ¡Felicidades!
- Sí, ¿qué tal?
- Escucha.
No quiero entretenerle mucho.
Felicidades.
- No necesito regalos.
- Has hecho un buen trabajo con él.
Los hechos son los hechos. Estaría
ciego si no viera a un futuro campeón.
- ¿Campeón?
- Sí. Trabajaremos bien juntos.
Ningún problema.
Sin fricciones. En armonía, ¿eh? Es
hora de poner esos músculos a trabajar.
Tommy tiene algo personal
de que hablar contigo.
Así que me despido. Felices pascuas.
- Lo mismo digo.
- Hasta pronto, ¿eh?
Perdona que llegue tarde.
Me retrasé cenando.
Da igual, Tommy. Adrian ha cocinado
algo, pero seguro que estå frío.
- Podemos hacer unos bocadillos.
- Rocky, no quiero hacer bocadillos.
Tommy, ¿por qué lo has traído aquí?
Quería venir. Rocky, ¿podemos
hablar fuera de unas cuantas cosas?
Sí, claro.
Se hace tarde.
Tenemos que estar allí a las diez.
- Rocky...
- No, estå bien.
Eh, Tommy, ¿de qué quieres hablar?
- ¿No estå lejos en coche?
- Sí.
¿Qué te parece?
- ¿De dónde lo has sacado?
- Me lo ha dado Duke.
¡Tommy!
Eh, igual tendrías que devolverlo.
¡Tío, lo sabía! Sabía que lo dirías.
¿Devolverlo? ¿Por qué?
Le gusta cómo peleo.
- Son casi las diez.
- Ya llegaremos.
Lo sé, pero
¿no ves lo que estå haciendo?
Tommy, no dejes
que se interponga entre nosotros ¿ vale?
¿Cómo? ÉI sólo
me ha hablado de intentarlo.
Mira, no lo necesitamos.
Quiero decir, ya vas a intentarlo.
Podrås comprarte diez de éstos.
¿Cuåndo vas a despertar?
Estamos de espectadores en el desfile.
¿Qué desfile? ¿De qué estås hablando?
El gran momento. Al paso que voy,
no podré intentarlo en mucho tiempo.
Mi récord es perfecto, 22 peleas
y ninguna derrota. ¿ Y ese dinero?
¿Dónde estå? No hemos hecho dinero.
Ni lo haremos sin él.
No hablo de dinero. Ya llegarå.
Hablo de tu reputación, Tommy.
- No me vendas. No le necesitamos a él.
- Escucha, Duke es un tío estupendo.
- Sube la capota.
- ¡Olvídate de la capota!
- Mañana firmo los papeles con él.
- Si lo haces, serås de su propiedad.
No tendrås control. Es un negocio sucio,
lleno de ladrones y gångsters.
Prometen el oro y el moro a
todos los boxeadores jóvenes y buenos.
Y luego les chupan la sangre
y los dejan sin un duro en la cuneta.
Así funciona este negocio.
Tipos como Duke... ¿Sabes lo que es?
Un vampiro. Vive de tu sangre.
Tommy, lo que intento hacer
es lo que hizo Mick conmigo.
Intentó mantenerme al margen
de la parte sucia del negocio,
- como intento hacer yo contigo.
- Yo no soy tú, ni tú eres Mick.
¿Cuåndo entenderås que esto es
un negocio? Y en un negocio hace falta...
- ¿Qué, cerebro?
- Tú lo has dicho, no yo.
- ¿Dices que no tengo cerebro?
- Duke me deja ir a por el título, tú no.
Si quieres seguir entrenåndome,
bien. Si no, también.
Pero, o lo hacemos a mi manera,
o te largas.
¡Tommy!
Rocky, ponte el abrigo.
Ponte el abrigo. Vamos. No vale la pena.
Adrian, sí lo vale. Estå confuso.
- No entiendes lo que estå pasando.
- ¡Sí lo entiendo!
- Duke le estå mareando.
- Vamos, eres tú, no él.
No puedes retrasar los relojes.
Vivimos en el presente, aquí.
Eh, ya sé dónde vivimos.
¿Me tomas por tonto?
No soy tan imbécil como crees.
Puedo ver. ¿Crees que no puedo olerlo?
Ya sé dónde estamos.
Ya no quiero esto. ¡Quiero algo
bueno para la familia, no esto!
¡No quiero esto! Volví aquí
a que me machacaran la cabeza
para que estos tíos digan "Ahí estå
Balboa, otro vagabundo en el barrio".
- ¡Yo no quería esto!
- ¡No! Venga, nadie ha dicho eso.
Lo digo yo, Adrian.
Lo digo yo. Lo digo yo.
Cuando el chico estaba en el ring,
¿sabes lo que yo hacía? Ganar.
- ¿ Ganar?
- Sí.
Era mi última oportunidad
de ganarnos un respeto, ¿sabes?
- Vamos. Yo te respeto.
- No puedes respetarme.
- Pues lo hago.
- ¡No, no puedes! No me digas eso.
Esos golpes que recibiste en el ring
me los llevé contigo. Sé cómo te sientes.
Sé que, cuando aparece
alguien como Tommy, te sientes vivo.
Pero él no es tú. No tiene tu corazón.
Siempre has ganado con el corazón,
no con los músculos. Mickey lo sabía.
Por eso tú y Mickey erais especiales.
Pero Mickey estå muerto.
¡Si quieres pasar algo,
påsaselo a tu hijo, por amor de Dios!
Tu hijo se siente perdido.
Te necesita.
Sé que Tommy hace que te sientas bien.
Como si ganaras otra vez.
Pero nos estås perdiendo.
¡Rocky, estås perdiendo a tu familia!
Lo siento.
¿Sabes? Siempre fuimos tú y yo.
Siempre tú y yo.
Lo siento, Adrian.
No sé vosotros, chicos...
pero yo tengo que salir de aquí.
- ¿Qué os parece ir a la costa?
- ¡Ah, sí, genial!
- ¿Cómo vamos a ir?
- ¿Qué quieres decir?
Sacamos el pulgar y hacemos dedo.
- ¡Eh!
- Oh, ¿qué quiere?
- ¿Quieres que me quede contigo?
- No.
Tienes razón. Ya tengo bastantes
problemas con mi viejo. Vamos.
- No le irås a pegar, ¿ verdad?
- No, no voy a pegarle.
Eh, chico.
¿Cuåndo has empezado a fumar?
- No lo sé. ¿Tú no has fumado nunca?
- Sí. He hecho un montón de cosas malas.
¿Entonces?
Pues que... me espabilé.
Vale, igual yo también espabilo algún día.
Puede que ésta sea una buena noche
para que los dos empecemos a hacerlo.
- No te preocupes por ello.
- Tengo que hacerlo.
El trato era que íbamos
a estar muy juntos.
¿ Y qué hay de Tommy?
¿También tú y él eståis muy juntos?
Tommy.
Sí, bueno...
Eso fue ayer, ¿sabes?
¿Sabes, chico?
¿Recuerdas que hace tiempo
hablamos del engaño?
¿ Y yo te hablaba de los chanchullos?
Tendría que haberte hecho caso.
Intentaba enseñarte, ¿ vale?
Pero me estabas enseñando tú a mí,
y yo no espabilé.
No lo sabía y cometí errores.
Y hago cosas, ¿sabes?
Me preocupa, ¿sabes?
Me olvido de un montón de cosas y yo...
Yo sólo...
Eh, chaval.
Sé que cometí algunos errores, ¿ vale?
Pero me gustaría pasar tiempo
contigo otra vez. Solos tú y yo.
Te lo juro por Dios.
Esta vez sólo seremos tú y yo.
¿El equipo de casa?
Sí. El equipo de casa.
- Eh, chico, ¿te cuento un chiste?
- Sí, claro. ¿Por qué no?
- Toc, toc.
- ¿Quién es?
- A. Fina.
- ¿A. Fina qué?
Afina el piano,
que me estås dejando sordo.
- Bueno, vas mejorando.
- Si, es bueno.
PELEA DE DUKE
CANE CONTRA GUNN
A ver, todos. Cierren la puerta
y escondan a los niños. ¡Es la guerra!
Tommy Gunn ha aprendido
tan bien el estilo de Rocky Balboa,
que la prensa le llama
El llanero rockytario.
- Tranquilo, Rocko. No te estreses por él.
- No es por él, Paulie.
...turboalimentado.
¡Tommy Gunn, "la ametralladora"!
Parece que a los fans no les gusta
que Tommy Gunn haya dejado a Rocky.
Por supuesto.
El chaval no es el niño de nadie.
Con sus impresionantes 110 kg,
el actual campeón del mundo
de los pesos pesados,
¡Union Cane!
- Parece en buena forma, ¿eh?
- Sí.
El árbitro llama al centro
a ambos contrincantes.
Tommy parece estar tenso.
Estå nervioso, ¿sabes?
Como me sentía yo
cuando peleé contra Apollo.
Rocko, él no es tú y nunca lo ha sido.
Dale un respiro, ¿ vale?
Vamos, Tommy. Haz lo que te dije.
Dentro y fuera. De lado a lado. Esquiva.
Fuera de las cuerdas. ¿Estås ciego?
- Se estå dando con todo.
- Vamos, Cane. A por él.
Vamos, Tommy. ¿Qué pasa?
Eso es.
Eso es.
Esquiva. De lado a lado.
Adelante y atrås, como un metrónomo.
Eso es.
¿Lo ves? Lo recuerda todo.
Vamos, Tommy. Estoy ahí contigo.
Haz lo que yo. Adelante y atrås.
De lado a lado. Eso es.
Vamos, chico. ¡No le des respiro!
¡Dale!
- ¡Lo ha conseguido!
- ¡El campeón ha caído!
¡Uno! ¡Dos!
¡Tres! ¡Cuatro!
- ¡Cinco!
- ¡Seis!
- ¡Siete!
- ¡Ocho!
- ¡Nueve!
- ¡Diez! ¡K. O!
Damas y caballeros, por fuera
de combate, el nuevo campeón es
¡Tommy Gunn, "la ametralladora"!
Felicidades.
Una victoria sensacional.
Ahora eres campeón del mundo.
¿ Cómo te sientes?
Como nunca.
No sé qué le pasa a esta gente.
Porque no eres un campeón.
Eres un mierda.
Vamos, Paulie. Déjalo en paz.
Ha estado maravilloso.
¡Viva el rey!
Quiero dar las gracias
al hombre que ha hecho esto posible
y me hizo creer que podía ocurrir.
Ha sido como mi ángel de la guardia.
¡El Sr. George Washington Duke!
Y ahí lo tienen. Un nuevo campeón del
mundo, Tommy Gunn, "la ametralladora".
Una gran sorpresa, al menos para mí,
que el nuevo campeón diera las gracias
a Duke y no al hombre que lo trajo aquí.
- La gente no está contenta.
- ¡Rocky! ¡Rocky!
- Rocko, tanta tele es mala para los ojos.
- Mis ojos estån bien, Paulie.
- Bueno, es mala para mis oídos.
- Sí.
- Eh, campeón. Buena pelea, ¿eh?
- Ha estado bien, papå.
El campeón eres tú. Esto lo hice para ti.
¿Ah, sí?
Precioso.
Rocko, vamos a tomar
unas cervezas, ¿eh?
- Me apetece compañía.
- Sí, buena idea.
- ¿Crees que debería salir con Paulie?
- Si puedo ver la tele.
Bien, escucha. Puedes ver la tele,
¿ vale? Pero no te acuestes tarde.
- Tienes que desarrollar los huesos.
- Estå bien.
- ¡Qué pelea! Muy fuerte.
- Fuerte.
Te dije que podías dårselo
todo excepto a ti mismo.
- No puedes darle tu corazón.
- Oh, estå bien, Adrian. De verdad.
- ¿Sí?
- Sí. Yo sólo... Estå bien.
¡Eh, chico!
No te acuestes tarde, ¿ vale?
Vaya pelea.
- ¿Estås bien?
- Sí, claro.
- No volveré tarde.
- Vale.
Hasta luego, campeón.
- Påsalo bien con el tío Paulie.
- Sí.
Les presento al nuevo campeón de los
pesos pesados mås joven de la historia,
¡Tommy Gunn, "la ametralladora"!
- ¿Te pareció demasiado fåcil?
- Me dio unos golpes, pero no me hirió.
Estoy contento de ser el campeón.
¿No crees que parecía mås bien una
sesión de sparring que un campeonato?
- No pareciste ni sudar.
- Buen observador.
Union Cane no se sentía muy bien.
Pero para Tommy habría sido lo mismo
si Union hubiese estado en plena forma.
¡En plena forma!
Peleó como si no le latiera el corazón.
Ya sabemos que Cane
es un campeón de papel.
- ¿Qué quiere decir?
- El título de Cane fue un chanchullo.
- Nunca se lo quitó a Balboa.
- Caballeros, déjenlo en paz.
Tommy, ¿saldrås alguna vez
de la sombra de Rocky?
- Gané el título. ¿Qué mas quieren?
- Necesitas verdaderos contrincantes.
Pero acabo de vencer al mejor.
¿El mejor? Ese tío es un payaso.
No merecía el título.
¡Señores! Nos estamos pasando.
Cane era el campeón reconocido.
Ya sabemos que el sistema
puede ser manipulado.
El hecho es que Tommy
ha vencido a un boxeador de segunda
con mås cristal en la mandíbula
que una låmpara de araña.
Este hombre va a ser un gran campeón.
Puede que gane unas peleas,
pero nunca serå un Rocky Balboa.
No, no es Rocky Balboa.
No cabe duda. Sólo hay un Balboa.
ÉI era el campeón del pueblo.
Pero con el tiempo puede que Tommy
Gunn ocupe su lugar. Otra pregunta.
- No peleando contra muertos como Cane.
- Pelearé contra quien sea, donde sea.
¿Cuåndo vas a pelear
contra un boxeador de verdad?
Vamos, señores.
Gracias por venir hoy. Esperamos...
Eh, Tommy, tengo algo para ti.
En tu siguiente pelea, prueba con la
pelirroja de la primera fila. Es barata.
Esperamos volver a verles
en la siguiente pelea de Tommy Gunn.
¿Por qué has dicho
que Balboa es mejor? ¿Lo crees?
Claro que no.
Mira, no podemos hablar aquí.
¿Contra quién serå
tu próxima pelea, Tommy?
¿Qué ha pasado aquí?
¡He ganado el título y me llaman payaso!
- ¿Por qué no me has ayudado?
- Cuando la prensa tiene razón, la tiene.
¡Soy tan bueno como lo fue Balboa
y estoy harto de que me llamen robot!
Escucha, Tommy. No puedes pelear
contra la prensa. Yo no puedo.
Mientras piensen en Balboa, él serå
el campeón. Libró guerras en los rings.
Enfréntate a los hechos.
Estås en su sombra.
- ¡Habla tu propio hombre!
- No, escucha.
Hay un modo de conseguir
el respeto que mereces. Reta a Balboa.
- George lo organizaría en unas semanas.
- Sería la mejor pelea de la historia.
Profesor contra alumno,
el león viejo contra el joven.
Sólo así conseguirås la tranquilidad.
La prensa te acosarå con la leyenda
de ese hombre mientras lleves guantes.
Tienes que pelear contra él, Tommy,
o seguirås oyendo las mismas preguntas.
Empezarås a preguntarte: "¿Puedo
retarle? ¿Soy lo bastante bueno?"
"¿Cree la gente que soy su fotocopia
o un aspirante que sólo recibió
una oportunidad por el color de su piel?"
Tienes que retarle a pelear, Tommy.
¡Si se niega, insúltale! ¡Humíllale!
¡Haz lo que sea para que suba al ring!
Eso es lo que tienes que hacer.
Vale. Despegue.
Ruedan las bolas. Y abajo.
Andy, las aletas no van.
- Esa måquina me costó una fortuna.
- Y a mí me estå costando otra.
- ¡Rocky Balboa!
- ¿Qué ha sido eso?
Rocky Balboa, afuera hay
un hombre que quiere hablar contigo.
¡Rocky Balboa!
Rocko, sabes quién es, ¿no?
Sí, ya sé quién es.
- Rocky, ¿necesitas ayuda?
- No. No es un concurso de comer tarta.
Mira lo que hay en la calle.
Tommy, ¿qué haces aquí?
Deberías estar celebråndolo.
Te reto a una pelea.
Cuando sea, donde sea.
- ¿Una pelea?
- Eso es.
¿ Vienes aquí con esta gente
a preguntar si quiero pegarme contigo?
- ¿De eso se trata?
- Sí. No soy el robot de nadie.
¡No soy el chico de nadie!
¿Aceptas el reto, o eres un cobarde?
No tiene clase. Vamos, Rocko.
¡Eh, no tiene clase! Vamos.
Eh, no es idea suya.
¿Jugamos una partida a ocho bolas?
¡Eh! ¡No he terminado de hablar contigo!
Mira, no tengo
nada mås que decirte, ¿ vale?
- Quería lo mejor para ti.
- Y una mierda. Querías dinero.
Estoy harto de que me llamen robot.
¿Creías que estaba en esto
por el dinero, Tommy?
Se suponía que éramos
como hermanos, ¿sabes?
No lo sabes, pero te han engañado.
El tío te estaba usando de cebo.
Quiere ponernos juntos en el ring.
Quiere que peleemos
juntos para hacer dinero.
No le importas tú y tampoco yo.
Vamos. Basta de fantasía.
Hablemos de la realidad.
Rocky Balboa, ¿estås dispuesto
a aceptar el reto de Tommy?
- Tommy...
- ¡Eh! Me enfrentaría a ti cuando fuera.
- Eres un mierda.
- Esto no es asunto tuyo.
- ¿No es asunto mío?
- Vamos, Paulie. Olvídalo.
Escupió sangre por ti, te puso
por delante de su propia familia.
¿ Y tú te traes a estas ratas?
¿Para matar su dignidad?
Rocko te dio la oportunidad.
ÉI es el campeón. Tú sólo eres un payaso.
Vete de aquí antes
de que te rompa la cara.
¿Paulie?
- ¡No te rompas la mano con este mierda!
- Paulie, ¿estås bien?
Deberías haberlo dejado en la calle,
donde lo encontraste.
- Merlin, såcalo de aquí.
- ¡No me toques!
Lo has noqueado.
¿Por qué no me noqueas a mí?
No, en el ring. ¡Tommy Gunn sólo
pelea en el ring! Våmonos de aquí.
- Mi ring estå fuera.
- ¿Sí? Vamos allå.
Vamos a emitirlo.
- Es un mierda, Rocky.
- Es un chupacalles. Tú, un campeón.
- No seas imbécil.
- ¡No te pertenezco!
- ¡No te pertenezco!
- ¿Qué pasa? Tranquilo.
¡No soy de nadie! Quiero respeto.
Pues ven a por él. Vamos, Tommy.
¡Te quería, tío! ¿Lo sabías?
Tú y yo íbamos a estar así, Tommy.
¡Lo estropeaste! Tú...
Un golpe de suerte. Pero te dije
que nunca pelearas como en la calle.
- Venga, våmonos de aquí.
- Tú eres el campeón, Rocky. Genial.
Muy bien. Precioso.
¡Mamå! Es papå.
- Estå en la tele. Estå peleando.
- ¿Qué?
Vamos, tío, vamos.
Vamos, Balboa. ¿Quién manda ahora?
¡Vamos!
- Rocky, tienes que levantarte.
- Vamos. Levanta.
¡K. O!
Si se muere, que se muera.
Tú eres el campeón.
Ahora, levanta. Otro asalto.
¡Levanta! No te tumbes.
Dale una tunda al tío.
¡Vamos!
No es una måquina.
¡No he oído la campana!
Levanta, hijo de puta,
porque Mickey te quiere.
¡Eh Tommy!
No he oído la campana.
- Otro asalto.
- Tommy, vuelve. Vamos.
- No necesitas esto.
- Si pierdes, estås acabado.
Me falta un asalto. Vamos.
No voy a noquearte esta vez.
Voy a arrastrarte por la calle.
- Otro asalto.
- Vamos, Rocky.
Vamos, Tommy.
Vamos. ¡Otra vez!
Vamos, Tommy.
Tócame y te demando.
Muy bien, Rocky. Lo has conseguido.
¿Qué demonios haces?
Levanta. ¿Qué demonios?
Vamos, noquea al mierda.
¡Me quitó mi cuarto!
¡Esquiva! ¡Esquiva!
Lo estås perdiendo todo. ¡Vamos!
Vamos, papå. ¡Puedes vencerle!
¡Defiéndete, cabrón!
¡Parad!
¡Vamos, papå, a por él!
Dale, papå. ¡Vamos!
Dale, papå. ¡Venga!
¡A por él!
Eh, Adrian. Tenías razón. Tenías razón.
¡Maldición!
Sólo en América.
¡Eh, Rock! Tienes mås clase que él, ¿eh?
Rocky, vamos, no lo hagas.
Tócame y te demando.
Vamos, tío mierda.
Tócame y te denuncio.
Denunciarme, ¿por qué?
¡Eh, hola, Padre!
Me encanta cuando hace eso.
- Vamos a llegar tarde.
- ¡Venga, Speedy Gonzå***!
- Vamos. Tú puedes correr mås.
- Ni hablar.
No lo sé. Las escaleras son
mås altas cada año. ¡Hay que ver!
Mira esto. Mientras esto siga aquí,
las palomas siempre
tendrån donde posarse.
No puedo creerlo.
Aquí es donde empezó todo para mí.
- Corriendo por estas escaleras.
- ¿Papå?
- Papå, vamos a llegar tarde.
- Ah, sí. Vale.
Eh, espera. ¿Qué tienes en la oreja?
- ¿Qué tengo?
- Tienes algo raro, como un bulto.
¿Qué bulto?
Este bulto.
- Gracias, papå.
- Eh, te lo mereces.
Gracias por haber nacido. Gracias.
- ¿Qué te parece? ¿El nuevo yo?
- Bueno...
- Pareces la hija que siempre quise.
- ¿De qué estås hablando?
Eh, no me pegues.
Ya estoy bastante cascado. Mira eso.
Pasé 20 años
corriendo por estas escaleras.
Y nunca supe que hubiera
cuadros de valor en el edificio.
Nunca eres demasiado viejo para
aprender algo. Te va a encantar Picasso.
Ah, sí. Bueno, me encanta
casi todo el mundo.
Subtítulos de Visiontext:
PEDRO FLAMARIQUE