Tip:
Highlight text to annotate it
X
¿A que no me pillas? Tortuga.
Scruffy, ¿adónde vas?
Vamos a llegar tarde al cuento.
Scruffy, vuelve.
La he despistado.
- Has hecho trampa.
- Eres un mal perdedor.
- ¿Llegamos tarde, Anabelle?
- Es culpa suya.
No es cierto.
¿ Queréis que os cuente la historia o no?
Sí.
Vale.
Es un relato navideño
sobre tres fantasmas, dos perros
malvados y una bruja diabólica.
¿Fantasmas?
Es uno de esos cuentos infantiles.
No. Es una historia real.
De hecho, la bruja es mi malvada prima:
Belladonna.
¿ Quién? ¿El perro del saco?
Así es.
Trata de cómo mis perros guardianes más
fieles impidieron que arruinara la Navidad.
- Os presento a Charlie e Itchy.
- ¿ Son éstos los fantasmas?
Empezaré a contar el cuento
para que lo adivinéis vosotros.
Ocurrió en San Francisco,
una Nochebuena bella y tranquila.
Cuando oímos un villancico
sabemos que por fin es Navidad.
Cada vez que oímos un villancico
sabemos que por fin es Navidad.
Copos de nieve en las naricitas.
Lagos de hielo al andar.
Los pequeños arropados en sus cestas,
soñando a la espera de Papá Noel.
- Los festejos,
- la amistad
y la risa.
La alegría que nos traen las Navidades.
Cada vez que oigo un villancico
pienso en estas cosas maravillosas.
Decoraremos el lugar
como una juguetería,
con espumillón y luces de navidad.
Tendremos guirnaldas hechas de galletas
y leche caliente para las noches heladas.
Colocaremos el muérdago en un lugar
donde podamos acurrucarnos.
Cada vez que oigo un villancico
no hay nada que me apetezca más.
De la primavera al verano,
del otoño al invierno
y pronto llegará el fin de año.
Lo despediremos
con grandes esperanzas
mientras la estrella del árbol
luce resplandeciente.
Cuando oímos un villancico
se nos levanta el ánimo.
La música sonará hasta la medianoche,
esperamos
que a los vecinos no les importe.
Esta noche somos una familia feliz
con los mejores deseos
para el género canino.
- El acebo,
- los dulces,
los regalos
me hacen palpitar el corazón.
Pero es cuando oigo un villancico
cuando sé que por fin es Navidad.
- Un momento. Esta nieve no está fría.
- Es nieve tropical.
- Son palomitas de maíz.
- Nieve tropical y sabrosa.
- Queremos nieve.
- Queremos nieve de verdad.
Sólo soy un reno.
No puedo prometer que vaya a nevar.
Aquí, Charlie. Tengo las cosas.
Pero sí puedo prometeros
un regalo a cada uno.
¡Regalos!
Acuérdate de donar algo para Timmy.
Hola, Sasha.
Hola reno guapo y gallardo.
Encanto, este galán es todo tuyo.
¿ Qué tal la recaudación de Timmy?
Muy bien.
Será una gran ayuda para el chiquitín.
Míralo. Su pata cada vez
está peor y nunca se queja.
Espero que el pequeñín consiga
la operación. Se lo merece.
Charlie, sólo tengo cuatro patas.
Lo sé. ¿Por qué no distraemos
a los cachorros con otra canción?
Vamos a cantar todos juntos.
Una vez más.
¡Bah! Sandeces.
Son Carface y Killer.
No paréis por mí.
Sólo vengo a cobrar unas deudas.
Oiga señor, eso no está bien.
Buuah. Lárgate, patachula.
Yo puedo ponerme bueno,
pero tú siempre vas a ser feo.
No está mal, canijo.
Se ve que tienes agallas.
Pero no desafíes a la suerte.
Grandullón idiota.
Killer, ¿ quién es el primero?
Sasha: Diez huesos.
¿Diez? Sólo me prestaste cuatro.
Son los intereses. Tengo un negocio,
no una institución benéfica.
Venga, Carface, es Nochebuena:
Una noche para dar y compartir.
Entonces dame
los ocho huesos que me debes.
Aún no ha vencido el plazo,
agarrado, y no voy a pagarte hoy.
Pagarás, Charlie.
Es más, todos pagaréis hoy.
Permíteme, jefe.
Dar.
Qué generosos sois.
Empieza a cargarlo todo, Killer.
Nos largamos. ¿Es que no me has oído?
De pequeño tenía uno de éstos en azul.
En marcha, cabeza de chorlito.
Ya nadie me lo quita,
este saco lleno de guita.
Coge los juguetes también.
Feliz Navidad, pardillos.
Killer, mueve el culo.
- ¿ Qué ha sido eso?
- Comida.
¿ Qué tenemos aquí?
¡No! Es para la operación de Timmy.
Déjalo o no se recuperará.
Timmy necesita ese dinero.
También yo, colega.
Despertaos. Nos han robado.
Charlie.
Charlie, rápido. Mira esto.
Se ha llevado el dinero
de la operación de Timmy. Como lo pille.
¿ Cómo se puede ser tan malvado?
Charlie, ¿por qué ese tipo
se ha llevado nuestras cosas?
No os preocupéis, pequeños.
El reno y el duende favoritos de Papá Noel
recuperarán vuestros regalos.
Hasta el último de ellos.
Gracias, Charlie.
Recuperaremos
vuestros regalos en un santiamén.
Se está haciendo tarde.
Es hora de llevarte a casa.
Quiero quedarme a la fiesta.
Es que es Nochebuena
y Martha te echará de menos.
Ya. No está mal, para ser humana.
¿ Voy demasiado deprisa, Timmy?
No. Estoy bien.
Mira. Allí está Martha.
Timmy. Ven aquí, cachorrillo.
Gracias, Sasha. Feliz Navidad.
Venga. Te llevaré a casa
y te cambiaré la venda.
¡Ojo!
Cómo que ojo, si no veo nada.
Cuidado, tío. De marcha, ¿eh?
Cuatro, cinco, seis...
97, 98, 99, 100.
Jefe, tú sí que sabes cómo...
- Hola. Vengo a ver el contador.
- ¿A las nueve, en Nochebuena?
Servicio navideño. Sólo indíquenos,
quiero decir, indíqueme, dónde está.
Está aquí mismo, troncos... señor.
Izquierda. Quiero decir, derecha.
Cuidado.
Aquí es, ahora, gire a la derecha.
Buen intento. Y felices sandeces.
Deberíamos haber probado
con una peluca.
¿ Crees que es una buena idea, Charlie?
¿Bajar por la chimenea?
A Papá Noel le funciona.
- No empujes.
- Me he quedado atrapado.
- Es broma, ¿no?
- No, en serio.
"Y en un santiamén,
pude oír en el tejado...
Los brincos y aullidos
de esos pazguatos".
- Charlie, deja de silbar.
- No estoy silbando.
Podía haber sido peor.
Se lleva el dinero de Timmy.
Me echa al cubo de la basura.
Me dispara por la chimenea.
Ahora va a saber quiénes somos.
Listo.
Cuatro, tres, dos, uno.
Ahora.
Te dije que entraríamos.
Carface, devuélvenos la pasta de Timmy.
No puedes llegar tan campante
a nuestra fiesta y llevarte todo.
Claro que puedo.
Tengo esto, ¿te acuerdas?
Entréganoslo, caradura.
Me encantaría, Charlie,
pero mi jefe no me deja.
¿Tu jefe? Tú no tienes jefe.
¿ Ya no te acuerdas de mí, Chuckie?
- Belladonna.
- Ése es mi nombre. No me lo gastéis.
Parece, Chuckie,
que os habéis topado con mi plan.
No hables con ella, Charlie,
es una perra malvada y diabólica.
Al menos soy más divertida
que la bonachona de mi prima.
Miradme. Soy Anabelle la perfecta.
Primer ángel, reina del cielo.
Mirad cómo hago nieve para los niños.
- Dame eso.
- ¿ Y en qué consiste ese plan perfecto?
Killer, hazme los honores.
A medianoche, cuando todos los perros
de la ciudad estén en la cama,
vamos a hacer sonar un silbato mágico.
Y todos esos chuchos
se convertirán en zombis.
Dar, dar, dar...
Y traerán los regalos
que les han hecho sus amos,
aquí, para dármelos a mí.
Si éste se va a quedar
con todo, ¿ qué ganas tú?
Yo consigo arruinar la Navidad.
Te has olvidado de un pequeño detalle.
Este silbato
no puede despertar a toda la ciudad.
No, pero éste sí.
Es súper gigantesco.
Tienes que detenerla, Carface.
Te lo suplico.
Papá Noel lo ve todo. Sabe si te has
dormido o si te has quedado despierto.
Olvídalo, Itch. Con los esbirros no se
puede razonar. Hay que dirigirse al jefe.
¿Dónde escondes ese silbato gigante?
En un lugar donde nunca
lo encontrarás, bravucón.
No nos iremos
hasta que nos digas dónde está.
Ni siquiera Killer y yo lo sabemos.
- ¿No es así?
- No sabemos nada.
Por supuesto que os iréis.
Os presento a mis diablillos ardientes.
- Itch, vámonos.
- Espérame.
Por aquí abajo.
- A la izquierda.
- Por aquí.
Salta.
Charlie, ¿ dónde crees que Belladonna
tiene escondido el silbato gigante?
Me va a doler hasta el día
de Año Nuevo. Puede que hasta junio.
Esto da asco, Itch. Asco de verdad.
Charlie, ¿ qué hacemos ahora?
- Ni idea, Itch.
- No debes rendirte, Charles.
Lo que tú digas, Anabelle.
¡Yupi! Necesitamos tu ayuda.
Tengo una misión angélica
y urgente para vosotros.
Debéis detener
el diabólico plan de Belladonna.
Afectaría a miles de familias,
no hay lugar para el fracaso.
Anabelle, por una vez,
no vas a tener que repetírmelo.
Eso. Nadie roba a nuestros pequeños
mientras estamos de guardia.
Os he traído algo
que os ayudará en vuestra misión.
Os proporcionará la magia necesaria
para concebir un gran plan.
Una placa milagrosa. Fantástico.
Encontraremos
el silbato gigante en un momento.
Lo siento, Charles.
Sólo puedo prestaros cierta ayuda.
La placa no encontrará el silbato.
Pero sí os ayudará a frustrar
los planes de Belladonna.
Así que, pensad, chicos.
En vuestras manos está salvar la Navidad.
No sé. ¿ Crees que podemos convertir
a Carface en un buen tipo?
No me hagas reír. Ese chucho
es más miserable que Scrooge.
Itchy, qué idea tan buena.
- ¿ Sí?
- Sí.
Vamos a jugársela
a nuestro querido Carface.
A jugársela
como en el cuento de Dickens.
- ¿Dickens?
- Ese tipo inglés que escribió...
Cuento de Navidad.
¿Recuerdas los tres espíritus
que se le aparecen a Scrooge?
No me gustan los espíritus.
No quiero mezclarme con ellos, Charlie.
No te preocupes, Itchy.
No vas a ver a ninguno.
- ¿ Seguro?
- Porque tú vas a ser uno.
Vamos, Itchi, amigo mío.
¿Hablas en serio? ¿Espíritus?
No cuentes conmigo. Ni hablar.
Oh, placa, si puedes,
aplica la magia de Cuento de Navidad.
¿ Qué quieres?
¿ Qué haces en la cama?
El gran golpe es a medianoche.
Necesito descansar
para tener buen aspecto.
¡Largo de aquí!
Y ten cuidado.
La televisión.
Expediente navideño
¡Bah! Sandeces.
Odio los especiales de Navidad.
Bienvenidos a CCN:
La cadena de Carface Caruthers.
Si soy yo.
Buenas noches. Soy Jacob Charlie.
Bienvenidos al especial de Navidad:
¡Qué bello es Carface!
Ni lo intentes.
En esta historia,
te visitarán tres espíritus.
Llegarán al sonar una campana.
A ti te voy a hacer sonar yo, tronco.
Ésta es la primera.
Aquí llega el espíritu número uno.
Nos trasladaremos
a una época más simple.
Es el lugar donde nací.
¿De qué va esto?
Itchy, ¿ Qué está pasando?
No soy Itchy.
Soy el Espíritu de las Navidades Pasadas.
Con las patas más cortas.
¿ Crees que me chupo el dedo?
Pues, la verdad, sí.
¿Mamá? Es mi mamá.
Sí. Y ése eres tú de pequeño.
Mamá, soy yo: Carface.
No puede oírte. Estamos en el pasado.
Es como una escena retrospectiva.
Esto me trae muchos recuerdos.
Echo de menos a mis hermanos.
Seguro que ellos a ti no.
Era adorable.
- Yo diría que un poco abusón.
- Pero aun así, mi mamá me quería.
Ésa fue la última Navidad
que pasamos juntos.
No he vuelto a pasar
ninguna Navidad con ella.
- Te echo de menos.
- Ven, tenemos que ir a otros sitios.
Pero quiero ver lo mono que era.
¿Por qué has tardado tanto?
Es la casa de los Parker.
Es la primera familia con la que viví.
Allí está Bobby.
Y allí estoy yo.
Hacía lo que me daba la gana
en esa casa.
De pequeño ya era un liante.
Igual que ahora.
Agudo, hábil, un vividor.
Por las noches sueño con mi infancia
y con el pequeñajo que me recogió.
Es cierto que hice algunas travesuras,
como haría cualquier
cachorro en mi lugar,
y en estos raros sueños
todavía le oigo decir:
"No lo has hecho a propósito, Carface".
"Aunque esta vez
la has armado, Carface".
"Pero yo te prestaré todo mi apoyo
porque eres mi colega".
Tengo que reconocer
que éramos buenos amigos,
que ese mequetrefe no estaba mal.
Lo destrozábamos todo
de la mañana a la noche.
Jugábamos a pillar
y a otros juegos como el tira y afloja.
Nos lo pasábamos bomba,
sobre todo en Navidad:
Montones de filetes,
natillas y pasteles.
¿ Sabíais que los ositos
están llenos como de copos de nieve?
Pero después de varias horas,
quise arreglar tanto desbarajuste.
Por desgracia, no encontré
una solución bajo el árbol de Navidad.
Cuando te traicionan,
es como si te arrebataran la niñez.
Si él hubiera cargado
con la culpa, todo habría ido bien.
Aguanté más de lo que hubiera
aguantado otro cachorro,
y cuando la señora gritó: "¡Lárgate!",
yo confiaba en que el niño diría:
"No lo has hecho a propósito, Carface".
"Aunque esta vez
la has armado, Carface".
"Pero yo te prestaré todo mi apoyo
porque eres mi colega".
- Pero no lo dijo, ¿ verdad?
- No, el niño me echó la culpa de todo.
Así que dejé de ser un cachorrillo
y me convertí en un matón.
Era un encanto que se convirtió en un...
Perro matón.
En cuanto a colegas, hoy en día,
tengo un montón.
Unos chuchos mezquinos
dedicados al póquer y otros juegos.
Aporreamos los basureros
y pateamos raquíticos traseros.
Duermo allí donde quiero
y en cualquier lugar me quedo.
Pero por las noches
sueño con mi infancia.
Y en estos raros sueños
nunca le oigo decir:
"No lo has hecho a propósito, Carface".
"Aunque esta vez
la has armado, Carface".
"Pero yo te prestaré todo mi apoyo
porque eres mi colega".
Pobre pequeñín.
Dímelo a mí.
Desde ese día no volví a confiar en nadie.
Y eso te incluye a ti.
Había olvidado
lo mucho que odio la Navidad.
Gracias por recordármelo, espíritu idiota.
No es más que una pesadilla.
La comida me ha debido de sentar mal.
Hora de dormir.
¡Bah! Sandeces.
¿ Qué tal te ha ido?
No muy bien.
Carface está más furioso que nunca.
No sabía que había tenido
una infancia tan dura.
Igual que muchos
y no nos hemos vuelto tan despreciables.
Tendremos que seguir intentándolo.
Pero, Charlie,
sólo queda una hora y media.
Lo sé, Itch. Por eso tenemos que pasar
a la segunda parte del milagro.
Acercaos tempestades
para causar calamidades.
Inundad el cielo de relámpagos y truenos.
Arremeted a medianoche
con todo derroche
para que mi creación tenga divulgación.
Adiós a la Navidad.
Otro espíritu.
Qué sueños más tontos.
Quizá un poco de música
me calme los nervios.
En la zona, un sistema de bajas
presiones ha llegado a la bahía
y ha provocado
una oleada de nubes tormentosas.
Y al sonar la campana la hora será...
Hora de dormir, Carface.
Otra campanada. Otra vez no.
No quiero que vengan
más espíritus, ¿me oís?
Esto no me está pasando.
¿Has llamado? ¿Jefe?
Debe de haber salido
a por más porquerías.
¿Dónde estoy?
Esto no me gusta.
¿Hay alguien?
Señora. Quiero irme a casa. ¿ Vale?
¿Por favor?
Soy el Espíritu
de las Navidades Presentes.
Puedes tocarme la toga.
Es muy bonita. ¿Es mezcla de algodón?
Sígueme. Vamos a ver
unas escenas de júbilo navideño.
No. Yo odio la Navidad.
No seas niño.
Este lugar te resultará familiar.
Es mi casa. Yo no celebro la Navidad.
No, tú no, pero otros sí.
Navidad, Navidad, lo que sea, Navidad.
Abrirá las cajas fuertes
como si fueran de mantequilla.
Y lleva su nombre inscrito.
Espero que al jefe le guste.
¿ Un soplete para mí?
No sabía que yo le importara.
Con lo mal que lo trato, además...
¿Por qué lo hace?
Le hace feliz, ¿no lo ves?
Siempre me emociono en Navidad.
Es una época del año maravillosa.
Ya esté con amigos
o partiendo la cara a mis enemigos,
suelo derramar
lágrimas de alegría o tristeza.
En febrero empiezo a ver
las cosas de color navideño.
Las nudilleras atadas formando lazos.
Es como si una manada de renos
me diera brincos en el corazón.
Y me transformo
en ese ser que nadie conoce.
Me río, lloro y pierdo el control.
¡Ay! En Navidad
me vuelvo un sensiblero.
Este ponche es tan cremoso
que es un crimen beberlo.
Siempre me emociono en Navidad.
Dile a Papá Noel que me siento fatal
por todas las fechorías que he hecho.
Estoy muy avergonzado.
Después de salir, suelo repetir:
"Saluda a tu mujer y a tu hijo de mi parte".
Siempre me emociono en Navidad.
Me dedico a levantar los ánimos.
Ya sea envenenando el ponche
o prendiendo fuego a los muñecos,
trato de inundar el mundo
de dolor y miedo.
Me divierte enviar sorpresas
a todas las familias.
Cuanto más horripilantes mejor.
Como plagar las Navidades
de bichos extraterrestres
o lanzar la juguetería del lugar al mar.
Me río, lloro y pierdo el control.
¡Ay! En Navidad
me vuelvo una sensiblera.
No hay nada más sublime
que extender el caos.
Siempre me emociono en Navidad.
Este año dedicaré
más tiempo a hacer el pastel
pues siempre me quedo corto con la nata.
Elijo con cuidado
las tarjetas que me han mandado.
Me encantan los gatos
con gorros de Papá Noel, ¿y a ti?
Me río, lloro y pierdo el control.
¡Ay! En Navidad me vuelvo un sensiblero.
Me gasto hasta el último duro
en pasteles de Navidad.
Me encanta regalar
golosinas untadas en lodo.
Se puede decir que soy un sentimental.
Me gustan los árboles decorados.
A mí llevarme los regalos.
Siempre me emociono en Navidad.
FELIZ NAVIDAD, CARFACE
Vaya, parece que no es un mal chico.
Conozco a ese rapaz desde hace años,
¿ quién lo hubiera dicho?
- Hay muchas cosas que no sabes.
- ¿ Qué quieres decir?
Otra vez no.
He estado en basureros
con más clase que este antro.
Tronca, ¿ qué venimos a hacer aquí?
Se trata de Timmy.
Un cachorro muy mono.
Me resulta familiar.
Ya lo recuerdo.
Claro que lo recuerdas.
Le robaste su dinero.
Fueron sólo unos pavos.
Recaudados para su operación.
No es más que una pata coja, ¿no?
No te enteras.
A menos que la situación cambie pronto,
Timmy no sobrevivirá.
Cinco contra uno a que sale adelante.
¿Lo ves? Es un luchador, como yo.
¡Venga!
Timmy, ¿estás bien?
¡No! El plato.
Martha, ¿ qué ha pasado?
¿ Se ha roto algo?
Timmy, esta vez la has armado.
Martha, ¿ha sido Timmy otra vez?
Se la va a cargar.
Jovencita, este cachorro
es responsabilidad tuya.
Otra vez no.
Ya verás. La niña le echará la culpa
y acabará en la calle.
Creí oír a Papá Noel
y al venir corriendo se rompió solo.
La niña ha cargado con la culpa.
¿lntentas decir que lo rompiste tú?
No, pequeño. No se lo digas.
Buen chico. Has hecho lo correcto,
estoy orgullosa de ti.
Pensaba que acabaría en la calle.
Es un cachorro con suerte.
Sí, tiene suerte de tener
una familia comprensiva.
Me río, lloro
y pierdo el control.
¡Ay! En Navidad me vuelvo un sensiblero.
Esta condenada familia es tan acogedora
que casi parece una injusticia.
Siempre me emociono en Navidad.
Es un perrito con suerte.
En realidad no. Esta gente es muy pobre.
¿Tendrán que deshacerse de él?
No pueden hacerlo. Empeoraría.
Así es. Sin los cuidados necesarios
serán sus últimas Navidades.
- Alguien debería hacerse cargo de él.
- ¿Por qué?
Porque nadie nunca
ha hecho nada por mí.
Pobre cachorrito.
Pobre de mí.
Estoy harto de vosotros,
¿me oís, espíritus?
En una hora voy a hacer sonar
el silbato. Y no podréis detenerme.
¡Bah! Sandeces.
Lo perdemos.
No os tengo miedo, ¿lo veis?
No te preocupes, Sasha. A la placa
milagrosa todavía le queda un truco.
No tengo miedo.
Un tebeo.
"Era una noche oscura y tormentosa
y las intenciones de Carface...
no eran buenas".
¿ Qué pasa?
¿ Otra campanada?
Otra vez no.
Ya no más. Por favor.
¡Socorro!
¿Eres el Espíritu
de las Navidades Futuras?
¿ Y vas mostrarme lo que va a pasar?
Conozco este lugar.
Por fin.
En recuerdo de Carface.
Adiós a los préstamos abusivos.
Y a los cubiertos de plata desaparecidos.
Adiós a ese chucho indigno.
Porque no vuelva nunca.
- Bien dicho
- ¿ Que no vuelva? ¿Adónde he ido?
Dímelo, por favor.
Que empiece la función.
Piensa en lo que has hecho.
Has sido un perro muy malo, hijo mío.
Siete años abusando de otros.
Ni la avaricia ni el vicio
ni los juegos de azar
te conducirán al paraíso.
¿Lo entiendes?
Tu situación es tan, tan triste,
amigo mío.
¿Has llegado al final?
Ha llegado la hora
de que te reformes.
Si no lo haces estás condenado,
tenlo por seguro.
Mira y verás la clase de perro
que estabas destinado a ser.
Refórmate.
Podrías ser un líder,
podrías ser un santo,
podrías ser un millón de cosas
que no has querido ser.
Vas descendiendo
poco a poco y pronto caerás.
Te quedarás sin trabajo
y la suerte te abandonará.
Pero aún tienes tiempo
para reformarte.
Para reparar el daño que has hecho
a tantos otros chuchos.
Escucha lo que te digo:
A todos nos llega el día del juicio.
Cuando pare la música y acabe la función
te queda la eternidad
para pasarla con ¿adivina quién?
Eres dueño de tu destino,
en tus manos está cambiarlo.
- Lúcete.
- Conquístalos.
Busca la ovación.
ACTO FINAL
¿Bajas?
Ha llegado la hora,
la hora
de que te reformes,
de que empieces a actuar con integridad.
Cambia de conducta
deja de hacer fechorías.
Ha llegado la hora de que te reformes.
Si no lo haces estás condenado,
tenlo por seguro.
La clave es tener un buen corazón;
te salvará y te liberará.
Reflexiona y verás la clase de perro
que estabas destinado a ser.
¿La casa de Timmy? Un momento.
¿ Qué le ha pasado al pequeño?
Qué susto me has dado.
¿ Qué es eso?
Espera. Es esta noche, ¿no?
Belladonna va a hacer sonar el silbato.
Timmy, no lo escuches. Tápate los oídos.
No lo hagas, pequeño.
Tienes un hogar fantástico.
No lo eches a perder.
No es él. Le mueve el poder del silbato.
Reacciona.
No te dejes llevar, Timmy.
Detente.
Es culpa mía, no suya.
Haz algo.
¿ Cómo puedo parar esto?
Dímelo.
Tú lo sabes mejor que nadie. Piensa.
Todavía no son las doce.
Aún pueden cambiar las cosas.
Yo me encargaré de ello.
Voy a detener a Belladonna.
Gracias por hacerme despertar
a la realidad.
Despierta. Tenemos que irnos.
No puedo hacerlo. Es un plan diabólico.
Tengo que impedirlo. Sí, voy a hacerlo.
Jefe, no sabes lo que dices.
¿ Quieres descansar más?
No es justo.
Son casi las doce, chicos. En marcha.
Ya no le quedan más milagros a la placa.
Hemos cumplido nuestro cometido.
¿ Y qué hacemos ahora?
¿Ahora?
Ahora no.
Sólo nos queda confiar
en que Carface haga lo que debe.
Rápido. Tenemos
que encontrar el silbato. Ahora.
¿Ahora?
Ahora no.
Pues bueno.
Un momento. Tengo una idea mejor.
Imaginad. La amenaza más grande
que se ha conocido contra la Navidad.
Y nadie sospecha que se encuentra aquí,
en la Isla de Alcatraz.
Quitad la lona.
Pronto los rayos llegarán
al generador de vapor.
El silbato sonará y todos los chuchos
de San Francisco quedarán hechizados.
A trabajar, tortugas.
Son casi las doce.
Carface, al puesto de control.
Sí, señor... señora.
No creo que deba hacer esto.
¿ Qué le pasará a Timmy?
¿Listo para ponerlo en marcha?
- ¿Ha habido suerte?
- Hemos buscado por todos los sitios,
pero no hemos encontrado
rastro del silbato.
- Yo tampoco.
- Lo has intentado, Charlie.
Hemos hecho todo lo posible.
No os preocupéis. Todo irá bien.
Un minuto
para el día de Navidad, pardillos.
Baja la palanca.
Funciona.
Hemos malogrado el día de Navidad.
Tienes que detenerla, Carface.
Te lo suplico.
Tú lo sabes mejor que nadie. Piensa.
Sin los cuidados necesarios
serán sus últimas Navidades.
No dejaré que ocurra.
Vuelve a encenderlo.
Tengo que hacer algo.
Dejadme en paz. Fuera.
Tengo que pararlo.
Tengo que salvar a Timmy.
Tengo que darle
otra oportunidad para que lo operen.
Esto es por Timmy.
Te has chamuscado y yo no.
¿ Qué ha pasado?
- Ha sido...
- ¿ Sí?
...culpa mía.
Por una vez, ha cargado con la culpa.
Me da igual quién cargue con la culpa.
Los dos vais a saber quién soy.
Nadie traiciona a Belladonna
y vive para contarlo.
Detente. No los toques.
Anabelle, no te metas en mis asuntos.
Inténtalo y te cortaré las alas.
Ese mequetrefe me pertenece.
La gente no pertenece a nadie
y es libre de elegir entre el bien y el mal.
Y mi deber es proteger que así sea.
Tú, ¿protegerlo de mí? ¿ Con qué?
¿ Con una sonrisa y un rayo de sol?
Tus métodos son vastos y ardientes,
te detendré con algo minúsculo y gélido.
¿ Copos de nieve?
La nieve no me parará los pies.
Mierda.
El cielo no tiene rival.
Gracias, Anabelle.
Yo no he hecho nada.
Has sido tú quien ha hecho
lo más importante.
Buen trabajo, grandullón.
Ha llegado el momento de los abrazos.
Tal vez no.
Escondido en tu interior
tienes un fragmento de bondad.
Exteriorízalo con más frecuencia.
Jefe, volvemos a casa.
Buen trabajo.
Nieve.
Sr. Reno, mire.
Ha conseguido que nieve. Gracias.
Charlie, ¿ qué significa?
Significa que nuestro plan ha funcionado.
Convencimos a Carface
para que salvara la Navidad.
En realidad, Charlie,
la decisión final fue suya.
Y eligió la opción correcta.
¿ Veis? Os dije
que podíamos confiar en él.
Os felicito por el resultado
de esta misión tan importante.
Será una historia
que contaré durante muchos años.
Me da pena no tener ningún r-e-g-a...
obsequio para estos cachorros.
¡Feliz Navidad!
No me extraña que él esté contento.
No tiene que tirar
de este condenado cacharro.
Aquí tenéis, pequeños.
Un acto muy noble:
Devolver los regalos que habías robado.
¿Bromeas? He añadido muchos más.
¿En serio? Esto es alucinante.
Soy un diablillo, ¿ verdad?
Quiero presentaros a mi nuevo tronco.
Mira, Charlie,
el tío Carface la ha llenado.
¿Tío? No me hubiera imaginado
nunca diciendo estas palabras,
pero, por una vez,
has hecho lo correcto.
No creáis que será así siempre.
Tengo un negocio que atender.
- Al menos has sido un encanto un día.
- Es hora de cantar una canción.
- Venga, ahora.
- ¡Ahora!
¿Por qué no te quedas a la fiesta?
Me encantaría,
pero me voy a ver a mi madre.
Hace mucho que no la veo.
- ¡Vamos!
- Cuidado con el látigo.
Feliz Navidad.
Que Dios os bendiga.
Sí. Que Dios nos bendiga a todos.
Sólo me queda añadir: Feliz Navidad.
Y nosotros nos la merecemos el doble.
Subtítulos de Visiontext: Olga Viloria
ES