Tip:
Highlight text to annotate it
X
Esta película estä basada en un hecho real.
Nueva York, 1970
¿Qué hostias es eso?
¿Jimmy?
-¿Qué pasa?
-¿He atropellado algo?
¿Qué coño es eso?
¿No ha sido un pinchazo?
¡No!
¡Joder! Para. Vamos a echar un vistazo.
¡Estä vivo! ¡Capullo!
¡Muérete, hijo de puta!
¡Mírame!
Desde muy niño, siempre
he querido ser gängster.
UNO DE LOS NUESTROS
Para mí,
ser gängster era mejor
que ser presidente de EE.UU.
Nueva York Este, Brooklyn, 1955
Incluso antes de ir a pedir
trabajo a la parada taxis...
sabía que quería ser uno de ellos.
Sabía que pertenecía a ese mundo.
Para mí, significaba ser alguien...
en un vecindario lleno de don nadies.
No eran como los demäs.
Hacían lo que les apetecía.
Aparcaban delante de las bocas
de riego y nadie les ponía multa.
Jugaban a las cartas toda la noche...
y nadie llamaba a la bofia.
Tony Stacks. ¿Cómo estäs?
Tuddy Cicero.
¿El Carnasie Kid en persona?
Tuddy.
Tuddy llevaba la parada de taxis,
la pizzeria Bella Vista,
y otros negocios de su hermano Paul,
el jefe de todo el barrio.
Tal vez Paulie se moviera despacio,
pero era porque no tenía
que moverse por nadie.
-¡Es culpa tuya!
-¡Has empezado tú!
¿ Yo? Es culpa tuya.
Al principio, a mis padres les gustó
que trabajara enfrente de casa.
Mi padre era irlandés y le pusieron
a trabajar a los once años.
Le gustaba que tuviera trabajo.
Decía que los chicos americanos
eran una pandilla de vagos.
¡Ten cuidado al cruzar, Henry!
¡Y compra leche a la vuelta!
Mi madre se alegró cuando se enteró
de que los Cicero...
provenían de la misma parte de Sicilia
que ella. Para mi madre...
eso era una respuesta a sus plegarias.
Era el chaval mäs afortunado del mundo.
Podía ir adonde quisiera,
hacer lo que quisiera.
Conocía a todo el mundo
y todo el mundo me conocía.
Cuando venían mafiosos, Tuddy
me dejaba aparcar sus Cadillacs.
Aquí estoy, un chaval que
ni siquiera ve por encima del volante,
¡y aparcando Cadillacs!
A mis padres...
no les costó mucho cambiar de
opinión sobre mi trabajo en la parada.
Para ellos, era un trabajo de media
jornada. Pero para mí,
desde luego, era jornada completa.
Era lo ünico que quería hacer.
La gente como mi padre nunca podría
entenderlo, pero yo formaba parte de algo.
Era uno de ellos.
Me trataban como a un adulto.
Dile 519.
Cada día aprendía a ganarme la vida.
Un dólar aquí, otro allä.
Vivía en una fantasía.
¿Qué tal en el colegio?
Mi padre siempre estaba de mala leche.
Le jodía ganar cuatro duros,
que mi hermano Michael...
estuviera en una silla de ruedas.
Le jodía que viviéramos siete
en una casa diminuta.
Explícame esto.
Es una carta del colegio.
Dice que hace meses que no vas.
¡Meses!
¡Eres un vago!
¿Quieres ser un vago de mayor?
Y sobre todo, le jodía que
merodeara por la parada de taxis.
Sabía lo que se cocía allí.
Así que recibí alguna paliza que otra.
No me importaba demasiado.
Desde mi punto de vista,
a todo el mundo le dan
alguna paliza en su vida.
No puedo hacer mäs entregas.
¿Qué dices? Vas a joderlo todo.
Mi padre dice que me mata. Mira.
Ven conmigo.
-¿Es ése?
-No.
-¿ Y ése otro?
-No.
-Es aquel.
-Cogedle.
Disculpe.
-¡Basura!
-Ven aquí, capullo.
-¿Conoces a este chico?
-Sí.
-¿Sabes dónde vive?
-Sí.
-¿Llevas el correo a su casa?
-Sí.
A partir de ahora, todas las cartas
de su colegio vendrän aquí directamente.
¿Estä claro?
Si llega otra carta del colegio
a casa de este chico,
te cocinamos vivo.
Ya estä. Nada de cartas de asistencia,
ni del colegio.
Ni de nadie mäs.
A las pocas semanas mi madre
fue a Correos a quejarse.
¿Cómo iba a ir al colegio después de eso,
prometer lealtad y tragarme
toda esa mierda del gobierno?
Paulie no soportaba los teléfonos.
En su casa no había ni uno.
Ha llamado Mickey. ¿Le llamo?
Sí, llämale.
Otros recibían las llamadas por él
y luego había que contestarlas.
¿ Tienes una moneda? Llämale.
Había tipos que lo ünico que hacían
era atender las llamadas de Paulie.
Para ser un tipo que tenía tantos negocios,
Paulie trataba con poca gente.
Si había problemas sindicales,
o quejas por las apuestas,
sólo los jefazos podían discutir
el problema con Paulie.
Todo se hacía de uno en uno.
Paulie odiaba las reuniones.
No le gustaba que nadie escuchara
lo que él decía...
ni lo que le decían.
De Paulie dependía mucha gente,
y él se llevaba una parte de todo.
Era un tributo, como en Sicilia,
sólo que lo hacían en EE.UU.
De Paulie obtenían protección
de quienes intentaban timarlos.
Ése es todo el misterio.
Lo que nunca pudo entender el FBI.
Paulie y la Organización...
protegen a la gente que no puede
acudir a la poli. Eso es todo.
Son como la policía de la mafia.
La gente me miraba de otra manera,
y sabían que estaba con alguien.
Ya no tenía que hacer cola en la panadería
para comprar pan tierno los domingos.
El dueño sabía con quién estaba,
no importa cuänta gente hubiera,
a mí me atendían primero.
Los vecinos dejaron de aparcar en nuestra
entrada, aunque no teníamos coche.
Con trece años...
ganaba mäs dinero que la mayoría
de los adultos del barrio.
Tenía todo el dinero que quería.
Un día...
Un día, unos chicos del barrio le llevaron
a mi madre la compra a casa.
¿ Sabéis por qué?
Me había ganado su respeto.
¿Qué te parece?
¡Mira qué zapatos tan bonitos!
Pareces un gängster.
¡Me han herido! ¡Socorro!
Henry, cierra la puerta.
Era la primera vez que veía
un herido de bala.
No quiero líos. ¡Joder!
No quiero que entre aquí.
Recuerdo que me sentí mal por él, pero...
tal vez Tuddy tuviera razón.
Paulie no quería que
muriera nadie en el edificio.
Eres imbécil. Has malgastado
ocho putos delantales con ese tipo.
¿Qué te pasa? Habrä que enderezarte.
Fue una época gloriosa.
La mafia estaba por todas partes.
Fue antes de Apalachin
y antes de que Joe El Loco...
decidiera enfrentarse a un jefe
e iniciar una guerra.
Entonces conocí el mundo.
Y entonces conocí a Jimmy Conway.
A la sazón tendría 28 ó 29 años,
pero ya era una leyenda.
Entraba, y todos los trabajadores
del casino se volvían locos.
Le daba 100 dólares al portero
por abrirle la puerta.
Cien dólares a los crupieres
y a los de las mesas de juego.
Otros cien al camarero
por mantener fría la cubitera.
Ha venido el irlandés a quitaros
los ahorros italianos.
-¿Quieres una copa?
-Un whisky con soda.
Jimmy, quiero que conozcas a Henry.
¿Cómo estäs?
Gracias.
Sigue sirviéndonos.
Jimmy era uno de los tíos
mäs temidos de la ciudad.
A los 11 lo encerraron por primera vez,
y a los 16 ya era un asesino a sueldo.
Matar no le preocupaba. Gajes del oficio.
Pero lo que de verdad le gustaba era robar.
Le divertía.
Jimmy era el típico tío
que animaba a los malos de las películas.
Dame la cartera.
Puede que sepäis quiénes somos,
nosotros sí sabemos quiénes sois.
Era uno de los mayores
ladrones de la ciudad...
de licor, cigarrillos, hojas de afeitar,
gambas y langostas.
El marisco era lo mejor.
Se vendía de miedo.
Casi todo eran golpes fäciles.
Te lo daban, sin problemas.
Le llamaban Jimmy El Caballero.
Ayuda a la señora.
Los camioneros le adoraban.
Le daban el soplo...
de las mercancías buenas.
Y recibían su parte, claro.
Gracias, volveré mäs tarde por el resto.
Ven aquí, Henry.
Saluda a Tommy.
Vais a trabajar juntos, ¿de acuerdo?
Vamos, ayúdale.
¿ Tienes algo bueno, Jimmy?
Y cuando la pasma enviaba
a un ejército para detenerlo, ¿ qué hacía?
Los convertía en socios.
Me quejaría, pero ¿quién iba a escucharme?
-¿Qué quieres?
-Dos de Lucky.
-Aquí tienes, Henry.
-Muchas gracias.
-¿Qué quiere?
-Un Pall Mall.
¿Qué estäs haciendo?
-No pasa nada.
-¿Quién lo dice? ¿ Tu madre?
¿Cuäntos quiere?
-¿De dónde los has sacado?
-Quítalo de mi vista.
-No pasa nada.
-¡Sí pasa!
-No lo entienden.
-Tú no lo entiendes. Cerramos la tienda.
-Han cogido a Henry.
-¿Dónde?
En la fäbrica.
Henry Hill. El estado de Nueva York
contra Henry Hill.
Caso número 704162.
Soy yo, señor.
Quédate ahí.
Prosiga.
Enhorabuena.
Aquí tienes el regalo de graduación.
-¿Por qué? Me detuvieron.
-Como a todos. Pero has hecho lo correcto.
-No les has dicho nada.
-Pensaba que estarías enfadado.
No, estoy orgulloso de ti.
Has pasado la prueba como un hombre,
y has aprendido las dos cosas
mäs importantes de la vida.
¡Mírame!
No traicionar nunca a los amigos,
y mantener siempre la boca cerrada.
¡Aquí estä!
¡Ya no eres virgen!
¡Enhorabuena!
Aeropuerto de Idlewild
1963
Cuando crecí, pasaban
por el aeropuerto de Idlewild...
$30.000 millones al año en mercancías,
y nosotros intentäbamos robarlo todo.
Crecimos cerca del aeropuerto.
Era de Paulie. Teníamos amigos
y parientes que trabajaban allí.
Nos decían lo que entraba y lo que salía.
Si algün camionero o compañía aérea
nos daban problemas,
los sindicalistas de Paulie los amenazaban
con una huelga. Era maravilloso.
Daba mäs dinero que las apuestas,
y Jimmy lo controlaba todo.
Si necesitäbamos dinero,
atracäbamos el aeropuerto.
Para nosotros era mejor que Citibank.
¿ Tiene teléfono? ¡Venga!
Dos negros acaban de robarme el camión.
¡Es increíble!
Estäbamos Jimmy, Tommy...
y yo.
Y también, Anthony Stabile.
Frankie Carbone.
El hermano de Mo Black, Andy El Gordo.
Y sus muchachos, Frankie El Italiano...
y Freddy El Chato.
Estaba Pete El Asesino,
que era el hermano de Sally Balls.
Estaba Nickey El Ojos...
y Mikey Franzese.
Jimmy El Loro, lo llamaban así
porque lo repetía todo dos veces.
Voy por los papeles, los papeles.
¿Qué es esto? ¿ Abrigos?
Necesitamos trajes, no abrigos.
Llegarän el jueves.
Estamos en verano.
¿Qué hago con abrigos de pieles?
¿No quieres pieles? Me las llevo.
No, me los quedo. Los colgaremos
en el congelador, con la carne.
Para nosotros era de locos
vivir de otra manera.
Toda esa buena gente que
trabajaba por un sueldo de mierda...
que cogía el metro a diario y se preocupaba
por las facturas estaba muerta.
Eran unos gilipollas. No tenían huevos.
Si queríamos algo,
nos limitäbamos a cogerlo.
Si alguien se quejaba, recibía
tal paliza que no volvía a hacerlo.
Formaba parte de la rutina,
ni siquiera nos paräbamos a pensarlo.
Frankie, ¿qué cojones tiene que ver...
el 520 con el 469?
Ni siquiera estän cerca.
¿Qué tiene eso que ver?
Es pan comido. No os preocupéis
por las alarmas. Sólo me falta la llave.
-No hay problemas, ¿verdad?
-Yo me encargo.
-Cuéntale lo que me has dicho.
-Demasiado bonito para ser verdad.
Un gran golpe en Air France.
Llegan bolsas de dinero.
Unos americanos cambian dinero
en francos y lo traen aquí.
-Tranquilo.
-Es perfecto.
Es imposible que nos descubran.
El único problema es conseguir
una llave. Tengo un plan.
-Frenchy, yo y este tipo.
-Sí, es fantästico.
Si tengo razón, podría haber
medio quilo en metälico.
Lo mejor sería hacerlo el fin de semana.
Tal vez el säbado por la noche.
El lunes es una fiesta judía.
No se enterarän hasta el martes. Perfecto.
¿ Y seguridad?
¿Seguridad?
La tienes delante.
Soy el vigilante nocturno.
Entrarä con la excusa de recoger
una maleta perdida.
-Es perfecto.
-No se enterarän de nada.
-Muy bien.
-Adelante.
Lo gracioso fue aquel ***
atraco en Secaucus.
Yo estaba tirado en la hierba.
Me dice: "¿Qué haces aquí?"
"Descanso", le contesto.
"¿ Aquí?"
"Esto no es la playa ni un parque."
" ¡Estoy descansando!", grité.
Me detiene y empieza
a hacerme preguntas.
"¿Qué vas a decirnos?"
"Lo de siempre. Nada", le dije.
"¿Por qué voy a decirte nada?" No te jode.
"Hoy vas a decirme algo", me dice.
"Muy bien, vete a joder a tu madre",
le dije.
Tú viste el periódico, Anthony.
Sabes cómo me dejaron la cara.
Me levanto, ¿y a quién veo frente a mí?
A ese gilipollas otra vez, y me dice:
"¿Qué me dices ahora?"
Le contesto: "¿Qué haces aquí?
¿No ibas a follarte a tu madre?"
Casi se caga allí mismo.
Qué cabrones.
Cómo me gustaría ser mäs grande.
Qué gracia. ¡Qué gracioso eres!
¿Qué quieres decir con "gracioso"?
Pues, gracioso. Es una buena historia.
Tienes gracia.
¿Por cómo hablo o qué?
Eres gracioso. Sólo eso.
Por cómo cuentas las cosas.
¿Gracioso, cómo?
¿Qué tiene esto de gracioso?
-Tommy, te estäs equivocando.
-Anthony...
Ya es mayorcito. Sabe lo que ha dicho.
¿Gracioso, en qué sentido?
Ya sabes... Eres gracioso.
A ver si lo entiendo.
Igual no coordino bien.
¿Gracioso, en qué sentido?
¿Soy un payaso? ¿ Te divierto?
¿ Te hago reír?
¿Estoy aquí para entretenerte o qué?
¿Qué quieres decir con gracioso?
¿En qué sentido?
Es por cómo cuentas las cosas, ya sabes.
No, no lo sé. Tú lo has dicho.
Tu has dicho que soy gracioso.
¿En qué sentido?
¿Qué coño tengo de gracioso?
¡Dímelo!
¡Me estäs tomando el pelo, Tommy!
¡Cabrón! Casi se la pego.
¡Te he asustado, capullo!
¿Estaba temblando, Frankie?
No sé, Henry, creo que
no aguantarías un interrogatorio.
¿Qué quieres?
Pensaba que iban a detenerme otra vez.
Lo tengo siempre colgado del cuello,
como un buitre. ¿Qué quieres?
Ese chico no quería traerte la cuenta.
Si puedes pagarla...
Claro, que lo cargue a mi cuenta.
De eso quiero hablarte.
No es la única.
Me debes siete de los grandes.
No es moco de pavo.
No quisiera parecer inoportuno...
Estä bien que no quieras ser
inoportuno, Sonny.
Me estäs avergonzando ante mis amigos,
ni que fuera un gorrón.
Eres imbécil. ¿Sabes cuänto
nos gastamos en este *** sitio?
-No te pongas así.
-¿ Así, cómo?
¡Serä capullo!
Os parece gracioso, ¿eh?
¿Qué coño estäs mirando?
¡lmbécil de mierda!
¿Quieres traerme la cuenta?
¡Serä capullo!
Tú deberías hacer lo mismo.
¡Qué gracioso eres!
¡Ya basta, Henry!
¿Queréis reíros? Ese mamón
me ha pedido que bautice a su hijo.
Le he cobrado 7.000 dólares.
¡Eres graciosísimo, de verdad!
Estoy preocupado.
Oigo cosas poco agradables.
Me trata como a un maricón.
Voy a tener que huir
para librarme de ese tío.
No estä bien, Paulie.
No puedo ir a ninguna parte.
Se lo he dicho mil veces. No hacen ni caso.
Si se lo dices, pararä. ¿Quieres que
me declaren desaparecido en combate?
Van a encontrarme en un coche
en medio del monte.
Conoces a Tommy mejor que nadie.
Ese cabrón es un criminal.
Cuando salgo de casa por las mañanas
miro a izquierda y derecha.
Así no hay quien viva. No pienso huir.
-¿Qué hago? Haré lo que sea.
-¿Qué puedo hacer yo?
¿No crees que si pudiera hacer algo
lo haría? Me gustaría ayudarte.
Sonny, cuéntale lo que hemos hablado.
Podrías asociarte conmigo,
comprar parte del negocio. Estaría bien.
¿De qué estäs hablando?
¿ Te refieres al restaurante?
Tiene clase.
Has estado allí miles de veces.
Dejar que Tommy lo controle
es como echar margaritas a los cerdos.
No quiero parecer poco respetuoso,
pero es verdad.
Te lo suplico. ¿Qué mäs puedo decir?
¿Qué puedo hacer? ¿Qué quiere de mí?
No sé nada de restaurantes. Nada de nada.
Sólo sé sentarme y pedir la carta.
Sólo quiero que vayas por allí.
Hay un buen cocinero,
buenas actuaciones. Muchas putas.
¿Qué quieres de mí?
Sé que Tommy es mala hierba,
¿qué quieres, que le pegue un tiro?
No sería mala idea.
Lo siento. No quería decir eso.
Es que no me deja vivir.
Necesito ayuda. Ayúdame, por favor.
¿Sabes algo de restaurantes?
Lo sabe todo.
Se pasa allí las 24 horas del día.
Un poco mäs y es un *** taburete.
¿Quieres que sea tu socio?
¿Eso intenta decirme?
¿De qué crees que estoy hablando?
Paulie, por favor.
No es justo.
No lo entiendes.
Tú llevas el local. Intentaré ayudarte.
Dios te bendiga, Paulie.
Siempre has sido justo conmigo.
Ahora es socio de Paulie.
Si tiene algün problema, acude a Paulie.
Problemas de dinero, acude a Paulie.
Problemas con la bofia, entregas, Tommy...
Ilama a Paulie.
Pero ahora tiene que pagar a Paulie...
todas las semanas, pase lo que pase.
"¿ Va mal el negocio? Te jodes y me pagas.
¿ Un incendio? Te jodes y me pagas."
"¿ Le ha caído un rayo al restaurante?
Te jodes y me pagas."
Ademäs Paulie podía hacer cualquier cosa,
hasta pedirle prestado al restaurante.
¿Por qué no? Nadie iba a pagarlo.
La mercancía que llegaba por delante
la vendía rebajada por deträs.
Una caja de licor de 200 dólares
la vendía por 100.
No importa. Todo son beneficios.
Al final, cuando no queda nada...
cuando el banco ya no te presta
ni un dólar para comprar bebida...
le pegas fuego al local.
Enciendes una cerilla.
¿Necesitas ayuda?
Parece que estés decorando
un ärbol de Navidad.
Es de Five Towns.
¿Quién?
La judía. Diane.
Llevo un mes intentando tirärmela.
No quiere salir sola conmigo.
-No.
-¿No, qué?
¿No, qué? ¿Quién te ha pedido nada?
Al menos podías esperar a oírlo.
Muy bien. ¿Qué?
No quiere salir sola con italianos.
Tiene prejuicios con los italianos.
¿ Te lo puedes creer? Hoy en día.
¿ Adónde vamos a ir a parar?
Es increíble. Un chica judía
con prejuicios con los italianos.
No quiere salir sin su amiga,
así que pensé que si me acompañabas...
¿Lo ves? Lo sabía. Lo sabía.
¿Qué coño tiene de malo?
-¿Cuändo es?
-Mañana por la noche.
He quedado con Tuddy.
Puedes venir pronto y después irte
y quedar con Tuddy.
-¿Por qué siempre me haces lo mismo?
-No empieces.
¿Qué te he pedido? Un favor.
Yo siempre te hago favores, joder.
Quiero tirarme a esa tía. Ayúdame.
No te entiendo. ¡Es preciosa!
Su familia vive en Five Towns.
Esos judíos tienen pasta.
Igual toda la zona es suya.
Puedes dar el braguetazo.
¡Eres un bocazas!
Tenía una cita con Tuddy a las 11,
y allí estaba, de carabina para Tommy.
¿Has cenado bien?
Estaba delicioso, pero estoy a régimen.
Ya me ocupo yo de tu cuerpo.
No veía la hora de marcharme. Cuando
estaban cenando, yo estaba con el postre.
Cuando estaban con el café,
yo ya había pedido la cuenta.
Toma café. Te despertarä.
Joe, la cuenta.
¿Qué haces?
-Tengo que irme.
-Acabamos de llegar.
Tengo un asuntillo.
Nos vamos juntos.
Así no pareceremos una pandilla
de vagabundos, cada uno por su lado.
No lo soportaba.
Me parecía odioso. No se estaba quieto.
Te da lo mismo, ¿verdad?
Resulta muy molesto.
¿ Te gusta? Preferirías vino judío,
pero no pegaría mucho en mi mesa.
-¿ Ya estä?
-Anímate.
Acabamos de llegar. ¿Qué haces?
Antes de que fuera hora de volver,
me metió a empujones en el coche...
y me sacó de él. Fue ridículo.
Pero Diane y Tommy nos hicieron
prometer que quedaríamos el viernes.
Accedimos.
Pero llegó el viernes
y Henry me dejó plantada.
Me siento muy mal. No sé dónde estä.
Le caíste bien.
No hacía mäs que hablar de ella.
Éramos un trío en vez de dos parejas.
Debería haber llamado.
Espero que no le haya pasado nada.
Pero le obligué a Tommy
a que me acompañara a buscarlo.
Tommy, ¿qué coño...?
¡Cómo te atreves a dejarme plantada!
A mí eso no me lo hace nadie.
¿Quién te crees que eres,
Frankie Valli o un pez gordo?
Se me olvidó.
Pensé que era el viernes que viene.
Era este viernes y dijiste que vendrías.
¡Eres un embustero!
Podemos hablarlo.
¿Hablar contigo después de
lo que acabas de hacerme?
Ni lo sueñes.
Pensé que me dejarías plantado.
Parecías aburrida, no decías nada.
Déjame arreglarlo.
Me lo pensaré.
Recuerdo que estaba gritando en
medio de la calle. A pleno pulmón.
-Pero estaba muy guapa.
-Me lo pensaré.
Pero te costarä, Hill. Mucho.
Tenía los ojos muy bonitos,
como los de Liz Taylor.
Hola, Henry.
-¿Estäs preparada?
-Sí.
Vamos.
-Espera.
-¿Qué pasa?
Täpate la cruz, si la ve mi madre...
Mamä.
Quiero que conozcas
a mi amigo, Henry Hill.
Mi hija dice que es medio judío.
Es la mitad buena.
Hasta luego.
¿Dejas el coche?
Me lo vigila.
Es mäs fäcil que meterlo en el garaje.
Así es mucho mäs räpido.
Prefiero ir por aquí, para no hacer cola.
¿Cómo estäs? ¿Qué pasa? Toma.
-¿Qué tal estäs, Gino?
-Bien. ¿ Y tú?
Siempre que vengo os veo ahí
a los dos. ¿No trabajäis?
Me alegro de verte, Henry. ¿Cómo estäs?
Anthony, en primera fila.
Si necesitas cualquier cosa, dímelo.
Muchas gracias, Tony. Te lo agradezco.
Les has dado veinte dólares a cada uno.
Henry, invita el Sr. Tony.
-¿Dónde?
-Ahí.
Muchas gracias, Tony.
-¿ A qué te dedicas?
-¿Cómo dices?
-¿En qué trabajas?
-En la construcción.
Quién lo diría, con estas manos.
Soy delegado sindicalista.
Damas y caballeros,
el Copacabana tiene el placer
de presentarles al rey del chiste,
Henry Youngman.
¿Cómo estän? Me alegro de estar aquí.
Llévense a mi mujer, por favor.
Yo la llevo a todas partes,
pero encuentra el camino de vuelta.
Le dije: "¿ Adónde quieres ir
por nuestro aniversario?"
"A un sitio donde no haya
estado nunca", dijo.
"¿Qué te parece la cocina?"
El Dr. Wellsler...
le dio seis meses de vida.
Como no podía pagarle,
le dio otros seis.
Son un püblico maravilloso.
ZONA
RESTRINGIDA
Lo de Air France fue redondo.
Nos llevamos 420.000 dólares
sin utilizar una pistola.
Y nos portamos bien,
le dimos a Paulie su tributo.
Sesenta mil.
Va a ser un buen verano.
Estoy orgulloso de ti.
Es mucho dinero para un chaval tan joven.
Si alguien te pregunta algo, lo ganaste
en Las Vegas jugando a los dados.
La cuenta, señor.
No. Tienes que firmar aquí.
¿Le dejo propina?
-¿Cómo estäs?
-Bien. ¿ Y tú?
-Henry, éste es Bruce.
-Encantado de conocerte.
Nos vemos por aquí.
¿Le conoces?
Sí.
Vive enfrente de mi casa.
"Las rosas son rojas, mi amor
"Las violetas, azules
"El azúcar es dulce, mi amor
"Pero no tanto como tú"
Una noche, Bobby Vinton nos invitó
a champän. Era de primera.
No me parecía nada extraño...
que un joven de 21 años tuviera
esos contactos.
Era un tipo emocionante.
Muy agradable.
Me presentó a todo el mundo.
Todos querían ser amables con él.
Y sabía cómo comportarse.
No compre pelucas que se caen
en el peor momento.
¡Las pelucas Morrie no se caen!
Ni siquiera en el agua.
Recuerde, Pelucas Morrie,
a prueba de vientos huracanados.
No se preocupe por el dinero.
Puede permitirse una peluca Morrie.
¡Llame ahora!
Se la hacemos a medida.
Morrie, Jimmy estä esperando.
Te has retrasado.
Nos llevamos bien.
Pero lo de ahora no tiene sentido.
Jimmy me estä tocando las pelotas.
Bien, 8 a 5 para Cleveland.
Nunca he tenido que pagar
tantos intereses como me pide.
¿Se cree que soy un gilipollas?
Te dejó el dinero. Pägale.
¿Qué vas a hacer?
¿Luchar contra Jimmy Conway?
Quiere su dinero.
Däselo y nos largamos de aquí.
¡Que se joda!
¡Que se joda! ¡Que le vayan dando!
Nunca le he buscado las cosquillas.
Podría haber llamado a la bofia
cincuenta mil veces.
No llames a la poli. No digas tonterías.
¡Te dejé el dinero para ese anuncio!
¿No te dejé el *** dinero?
Jimmy, que ya te va a pagar.
¡Te voy a matar, cabrón!
¡Dame el dinero, hijo de puta!
¡Pägame!
Ya te va a pagar.
Morrie. ¿Quién es? Estä aquí.
Jimmy. Lo siento.
Deberías. No vuelvas a hacerlo.
¡Dame el *** dinero!
¿Me oyes? ¡Dame la pasta de una puta vez!
Ya te la voy a dar.
Lo has conseguido, de verdad.
Karen, mäs despacio.
¿Dónde? Quédate ahí. No te muevas.
Es Karen.
¿Qué ha pasado?
¿Qué ha pasado? ¿Estäs bien?
¿Quién ha sido?
Ese tío que vive enfrente de casa.
Lo conozco de toda la vida.
Empezó a tocarme. Me agarró.
Le dije que parara, pero no me hizo caso.
Entonces le pegué.
Y se puso como una fiera.
Me sacó del coche.
¿Seguro que estäs bien?
Entra y tranquilízate. Arréglate un poco.
¿Qué quieres, capullo?
¡Te juro por mi puta madre
que si vuelves a tocarla te mato!
No dispares.
Esconde esto. ¿ Te encuentras bien?
Sé que hay mujeres...
que habrían dejado a su novio
si les hubiera pedido...
que ocultaran una pistola.
Pero yo no lo hice.
Tengo que reconocerlo: me excitaba.
Mira a tu amigo Henry.
Se ha buscado una chica guapa.
Va a sentar la cabeza. Se ha casado.
No tardarä en tener una familia.
Y tú sigues mariposeando
de chica en chica.
Era como si tuviera dos familias.
La primera vez que me presentaron
a todos casi me vuelvo loca.
Paulie y sus hermanos tenían
un montón de hijos y sobrinos.
Casi todos se llamaban Peter o Paul.
Era increíble.
Paulie Jr., mi sobrino. Y éste es Petey.
Debía haber dos docenas
de Peters y Pauls en la boda.
Ésta es Marie.
Todos casados con Maries.
Parece italiana.
Y llamaban Marie a todas sus hijas.
Y éste es Pete. No, Paulie.
Hasta yo me confundo.
Para cuando conocí a todo el mundo,
pensaba que estaba borracha.
Paulie, no deberías haberte molestado.
Bienvenida a la familia.
Venid a cenar el domingo.
¡Estäs guapísima! Voy a llorar.
Una ayuda para empezar.
-La bolsa. La bolsa.
-¿Qué bolsa?
La de los sobres con todo el dinero.
No te preocupes. Nadie va a robarla aquí.
¿No ha llamado?
-Estä con sus amigos.
-¿Qué clase de persona no llama?
Ya es mayorcito.
No tiene que llamar cada cinco minutos.
Si tan mayorcito es,
podría haberte buscado una casa.
No empieces, mamä.
Tú querías que nos quedäramos aquí.
Llevas aquí un mes.
A veces ni siquiera aparece.
¿Qué clase de persona es?
-¿Qué quieres que haga?
-¿Qué puedes hacer?
No es judío. ¿Sabías cómo era esa gente?
Tu padre nunca estuvo fuera
toda la noche sin llamar.
¡Papä no salía a la calle, mamä!
¡No te metas en mi vida!
¡No sabes cómo me siento!
¿Cómo te sientes ahora?
No sabes dónde estä ni con quién.
¡Estä con sus amigos! ¡Papä!
Déjale en paz. Ya ha sufrido bastante.
Lleva seis semanas sin digerir
una comida decente.
¿Dónde has estado?
¿Por qué no has llamado?
Estäbamos preocupadas. Un hombre
casado no estä fuera toda la noche.
¡La gente normal no hace esas cosas!
¿Qué te pasa?
Tiene razón, no eres normal. ¿Qué te pasa?
¿Qué clase de persona eres? ¿Qué te pasa?
¿Qué clase de personas son?
No estäbamos casadas con tíos normales.
Pero la primera vez que me di cuenta
de lo diferentes...
que eran fue cuando Mickey dio una fiesta.
-¿De dónde eres, Karen?
-De Lawrence.
De Long Island. Es bonito.
Yo soy de Miami. ¿Lo conoces?
No estä mal, pero es como morirse
y despertar en un cielo judío.
Deja de tocarte.
Me gustaría partirle la cara.
¿ A ese tío pelirrojo?
Siempre me estä sobando.
Le dije: "Quítame las manos de encima,
hijo de puta, o te las corto."
Es capaz.
Tiene suerte de que
no se lo cuente a Vinnie.
¿Qué dices? Le mataría.
Si Vinnie matara a ese cabrón,
lo encerrarían de por vida.
Hablando de problemas.
¿ Y lo del chico de Jeannie?
Se peleó por una partida de diez dólares.
Sacó una pistola...
se le disparó y mató a un chico.
Cuando se enteró su abuela...
le dio un ataque al corazón
y se quedó tiesa.
Ahora Jeannie tiene a su hijo y su marido
en la cärcel y a la madre en el depósito.
-Jeannie bebe.
-Estarä deprimida.
¡Venga ya! Es una borracha.
En cuanto pasa algo,
me las pintäis como unas santas.
Tenían muy mal el cutis y demasiado
maquillaje. No tenían buen aspecto.
Parecían agotadas y la ropa que llevaban...
Cualquier cosa, baratuja.
Mucho traje pantalón y jerseys de punto.
Se pasa la vida en camisón.
No es ningún ängel, creedme.
Hablaban de sus asquerosos hijos.
Contaban cómo les pegaban
con palos de escoba y cinturones.
No les hacían ni caso.
Cuando Henry me recogió estaba aturdida.
No sé si podría vivir así.
Dios quiera que no, pero,
¿qué pasaría si tuvieras que ir a la cärcel?
Mickey ha dicho que el marido de Jeannie...
¿Sabes por qué estä en chirona?
Porque quería alejarse de ella.
Escucha, la gente no va a la cärcel
a no ser que quiera ir.
A no ser que se dejen atrapar.
No estän organizados.
Sé lo que estoy haciendo.
¿Sabes quién va a la cärcel?
Los atracadores negros. ¿Por qué?
Porque se quedan dormidos
en el coche en que huyen.
¡Venga! No te preocupes tanto,
cariño. Ven aquí.
Con el tiempo, todo se volvió normal.
No parecían delitos.
Henry parecía un empresario.
ÉI y los chicos ganaban dinero
haciendo chanchullos mientras otros...
se quedaban sentados
esperando una limosna.
Nuestros maridos no eran cirujanos,
sino currantes.
Sólo podían ganar dinero extra
yendo por la vía räpida.
¿Dónde estä la caja fuerte, capullo?
¡No te muevas, joder! ¡No te muevas!
-Nos vemos en la cena.
-Voy de copiloto.
¿Has visto qué räpido?
Ahora al escondite a repartirnos el botín.
Estäbamos muy unidos.
Nunca había intrusos a nuestro
alrededor. Nunca.
Y al estar siempre juntos,
todo parecía de lo mäs normal.
Policía.
Agente Deacy. El agente Silvestri.
Tenemos una orden de registro.
¿Puede leerla y firmar?
¿En cualquier parte?
Nos llevarä un poco de tiempo.
¿Quieren un café?
No, gracias.
-Con cuidado.
-Estamos acostumbrados.
Siempre había cierto acoso.
Querían hablar con Henry
sobre esto y lo otro.
Me hacían firmar sus órdenes y citaciones.
Pero casi siempre buscaban dinero.
Unos dólares para callarse
aunque encontraran algo.
Siempre les ofrecía café.
Algunas esposas, como Mickey Conway,
los maldecían y escupían en el suelo.
¡En su propio suelo!
Para mí no tenía ningün sentido.
Era mejor ser amable
y llamar a un abogado.
"Cumpleaños feliz"
Siempre lo hacíamos todo juntos
y éramos siempre los mismos.
En los cumpleaños y bautizos.
Sólo íbamos unos a casa de otros.
Las mujeres jugaban a las cartas.
Cuando nacía un crío, Mickey y Jimmy
eran los primeros en ir al hospital.
Cuando íbamos a las islas
o a Las Vegas de vacaciones...
íbamos juntos.
Nunca había intrusos.
Tenía que ser normal.
Empecé a estar orgullosa de que
mi marido arriesgara el cuello...
para conseguir un dinero extra.
Pero mañana por la noche mamä
puede venir a cuidar a los niños.
-No puedo salir.
-¿Por qué no?
No puedo, tengo un compromiso.
Pero mañana es la única noche
que ella puede.
-Por favor.
-No puedo. ¿Qué quieres que haga?
-Tengo que irme.
-Espera un momento.
Quiero ir de compras. ¿Me das dinero?
¿Cuänto necesitas?
Un poquito.
Un poquito. Dame un beso.
Hasta luego.
De acuerdo.
"Siempre he soñado que aparecería
el hombre a quien amo
"Y que sería alto y guapo, rico y fuerte"
11 de junio de 1970
Queens, Nueva York
Bienvenido a casa, Batts.
Hola. ¿Cómo estäs?
Siéntate y tómate algo. Sírveles una copa.
Y a esos matones irlandeses también.
Aquí sólo hay un irlandés.
Estamos de celebración.
-Que tengas un buen día.
-Me alegro de estar en casa.
Éste es mi amigo Jimmy.
Henry. Es su local. Ésta es Lisa.
Tommy. De punta en blanco.
Ha crecido y sale por la noche.
Había olvidado que ese bocazas
daba una fiesta.
Ven aquí.
Voy a saludar. ¿Qué tal estäs, Billy?
Hace seis años que no te veo.
¡Por los clavos de Cristo!
¡Estäs estupendo!
Cuidado con el traje.
No seas idiota. Te conozco de toda la vida.
-Que no se te suban los humos.
-No me toques las pelotas.
Si quisiera tocärtelas te diría:
"Límpiame las botas."
Era muy bueno.
Le llamaba "Tommy El Escupitajo".
Te dejaba los zapatos como putos espejos.
Disculpad mi lenguaje.
Era el mejor. Ganó mucho dinero.
Eso se acabó.
Eso se acabó.
Has estado mucho tiempo en chirona.
Nadie te lo ha dicho.
Ya no limpio zapatos.
Tranquilo. ¿Qué te pasa?
Te estaba tocando un poco las pelotas.
Sólo estaba bromeando.
Pues a veces no lo parece.
Aquí hay mucha gente.
Era broma. Estoy de fiesta.
Hace siglos que no te veo
y te pones de un impertinente...
Lo siento. No pretendía ofenderte.
Yo también lo siento.
Ahora vete a casa a buscar
la puta caja de limpiabotas.
¡Me cago en tu puta madre!
¡Pedazo de cabrón!
¡Vamos, vamos!
¡Ése ha comprado su prestigio!
¡Matón de pacotilla!
¡Compraste tu prestigio!
-No te pongas nervioso.
-¡Hijo de puta!
¡Que no se escape ese cabrón!
¡Que no se escape!
¿ Tan fuerte te sientes?
Lo siento. Tommy bebe de mäs.
No pretende faltarte al respeto.
¿Que no pretende faltar al respeto?
¿Estäs loco?
¡Enséñale modales a ese *** crío!
¿ Tengo razón o no?
-¿Entiendes lo que quiero decir?
-No pasa nada.
Nos abrazamos y acto seguido
se comporta como un imbécil.
Le has insultado un poco.
Te has pasado de la raya.
-No le he insultado.
-Sí, un poco.
-¡Qué dices! Ponnos una copa.
-Vale.
Vamos a tomar una copa. Invita la casa.
No, bebed conmigo.
Invita la casa.
En chirona, a los críos como ése
les daba por el culo.
Me ha jodido la fiesta.
Has estado fuera seis años.
Ahora es diferente.
Cumplí mi condena, Jimmy.
He vuelto a casa y quiero lo que me
corresponde. Tengo bocas que alimentar.
-Lo tendräs.
-¿Me entiendes?
¡Cierra la puerta!
¡Voy a pegarle un tiro en esa bocaza!
Vamos a matarle.
El muy cabrón me ha mordido los zapatos.
Su banda empezarä a buscarlo.
Esto no me gusta. ¿Qué hacemos con él?
No podemos tirarlo a la calle.
Conozco un sitio al norte donde no
lo encontrarän. Coged mäs manteles.
No quería mancharte el suelo de sangre.
Abre el maletero.
Cogeremos una pala en casa de mi madre.
Tiene una pala por aquí.
No hagäis ruido. No quiero despertarla.
¡Mira quién estä aquí!
¿Qué ha pasado?
He atropellado algo. Jimmy te lo cuenta.
¿Qué le ha pasado?
¡Hace tanto que no te veo!
¿Qué le ha pasado?
A ti también. ¿Cómo estäs?
¿Qué hace levantada tan tarde?
Ya que habéis venido...
Me alegro tanto de verle.
Pasad. Poneos cómodos.
Voy a preparar algo de comer.
-Väyase a dormir. Ya nos vamos.
-No puedo, ahora que ha venido.
Hace mucho que no le veo.
Quiero estar con él.
Pasad.
Esto es muy pesado.
¿Dónde has estado? Nunca te veo.
Nunca llamas. ¿Dónde te has metido?
Trabajo por las noches.
Hoy salimos tarde.
Fuimos a dar una vuelta por el campo
y atropellamos un ciervo.
Por eso hay tanta sangre.
Ya te lo ha dicho Jimmy.
Necesito este cuchillo,
¿puedo llevärmelo? Te lo devolveré.
Pobre bicho.
Le dimos en la pata. ¿Cómo se llama?
Pata.
-La pezuña.
-Se ha quedado enganchada.
Tengo que cortarla.
Sería un pecado dejarla ahí.
Te devolveré el cuchillo.
Estä buenísimo.
¿Por qué no te buscas una buena chica?
Eso hago, casi todas las noches.
Me refiero a que sientes la cabeza.
Lo hago todas las noches,
pero luego soy libre. ¡Te quiero a ti!
A ver si sientas la cabeza.
¿Cómo estä tu amigo Henry?
¿Qué te pasa? No estäs muy hablador.
Habla. ¿Por qué estäs tan callado?
No comes mucho, no hablas mucho.
-Estoy escuchando.
-¿ Te pasa algo?
De pequeña, los amigos
nos visitäbamos unos a otros.
Había un hombre que nunca hablaba.
Se quedaba sentado toda la noche.
Le decían: "¿Qué te pasa? ¿No dices nada?"
Entonces dijo: "¿Qué voy a decir,
que mi mujer me engaña?"
Y ella le contestó:
"Cällate. Hablas demasiado."
Pero en italiano suena mucho mejor.
-Cornuto contento.
-¿Qué quiere decir?
Que estä contento de ser un imbécil.
Le da igual que se sepa.
¿ Te ha dicho Tommy que pinto?
Mira esto.
Es precioso.
Los perros miran en direcciones opuestas.
Uno al este y otro al oeste.
Estä diciendo: "¿Qué quieres de mí?"
El tío tiene el pelo muy canoso.
Precioso. El perro tiene la misma pinta.
Se parece a alguien que conocemos.
Sin la barba, es él.
Es él.
¿Qué hostias es eso?
Para la mayoría, matar era aceptable.
El asesinato era la ünica manera
de mantenernos a raya.
Si te pasabas, eras hombre muerto.
Todos conocíamos las reglas.
A veces, te mataban aunque
no te pasaras de la raya.
Matar empezó a ser una costumbre.
Si dos se peleaban por una tontería,
en menos de nada uno estaba muerto.
Todo el tiempo se estaban disparando.
Matar era algo normal.
Nada del otro mundo.
Tuvimos un problema serio con Billy Batts.
Fue un asunto delicado.
Tommy mató a un capo de la mafia.
Batts era de la banda de Gambino,
era un intocable.
Para matar a un capo de la mafia
necesitabas una buena razón.
Tenías que conseguir el visto bueno,
o la diñabas tü.
La noche de los säbados
era para las esposas...
pero la de los viernes, en el Copacabana,
era para las amigas.
Vimos a Sammy Davis. Jr.
Tenéis que verlo. ¡Menudo artista!
Hace imitaciones que parecen
la mismísima persona.
¡lncreíble! Entiendo que una mujer
blanca pueda enamorarse de él.
¿Cómo dices?
Yo no, pero entiendo que otras puedan.
Como esa sueca.
¿ Te parece bien?
¡Tranquilo!
Espero que no acabe
besando al cabrón de Nat King Cole.
No me refería a mí.
Pero tiene personalidad.
¿"Personalidad"?
Tiene talento. Te entiendo.
Pero debes tener cuidado con lo que dices.
Sólo he dicho que tiene talento.
Déjalo, ya te he entendido.
Tiene talento. Olvídalo.
"Finge que no la ves, corazón mío
"Aunque viene
"Hacia nosotros
"Finge que no la necesitas
"Corazón mío
"Pero sonríe y finge
"Que estäs contento
"Es demasiado tarde para huir
"Corazón mío
"Anímate si las lägrimas
"Empiezan a caer
"Mira por encima de ella
"Finge que no la quieres
"Finge que no la ves"
¿No? ¿Ni al tío Paulie?
¿Qué sabes de ese asunto?
¿El de Brooklyn?
No, el del tipo del centro.
¿Cerca de donde vivía Christie?
No, el tipo que desapareció,
al que se cargaron.
¿Sabes a quién me refiero?
Se llamaba Batts.
Su gente estä volviendo loco
a todo el mundo para encontrarlo.
Nadie sabe qué pasó.
Fue al local esa noche y desapareció.
Mantén los ojos abiertos.
Me estän mareando con ese cabrón.
¡Todos a comer!
Quiero mi dinero.
Quiero mi dinero. Me lo debe.
¿Recuerdas el asunto del que
nos ocupamos en el norte?
-Paulie me lo mencionó.
-Tenemos que cambiarlo de sitio.
Han vendido el terreno y quieren edificar.
-Han pasado seis meses.
-Tenemos que sacarlo de ahí.
¡Date prisa, Henry! Mi madre estä
preparändonos salchichas y pimientos.
-¡Henry, aquí hay un brazo!
-Muy gracioso.
¡Y una pierna!
Aquí hay un ala.
¿Qué prefieres el muslo o el ala?
¿O te siguen gustando las entrañas?
¡Vaya peste!
¿Qué le pasa al coche?
Atropellé una mofeta.
Vete con tu madre.
Es asqueroso, Henry.
Instalé a Janice en un apartamento
cerca de The Suite.
Así podía verla un par de veces
a la semana.
Mi nueva lämpara antigua.
Karen estaba en casa con las niñas
y nunca preguntaba nada.
Todos los muebles son
de Maurice Valencia.
Parece Roma.
Es todo seda. De Siam.
Venid a ver mi dormitorio.
-¿Puedes cogerlo, Tommy?
-Voy a comerme a este cabrón.
¿Os gusta la bola de cristal?
Aquí pasamos casi todo el tiempo.
Me encantan los arreglos florales.
Francés.
Janice y yo nos lo pasäbamos tan bien
que empezó a faltar al trabajo.
Tuvimos que visitar a su jefe.
¡Janice hace lo que le da la gana!
¿Entendido?
No intentes huir. ¡Y si me vuelves
a colgar, te las veräs conmigo!
¡Déjala en paz!
Eres una bestia.
Spider, träeme un Cutty con agua
cuando vengas.
-¿Habéis comido?
-Me muero de hambre.
-Juego con éstas.
-¿Con ésas?
¿Estäs sordo? Juego con éstas.
¿ Y yo qué soy? ¿Un espejismo?
¿ Y mi *** whisky?
-¿Quería una copa?
-Te he pedido una.
Pensaba que había dicho
que estaba servido.
¿Estoy en la lista negra?
No, es que he oído "Spider, Spider"...
-y pensaba que era Henry.
-Eres un tartaja de mierda.
Creí haber oído: "Estoy servido, Spider."
Tú sí que estäs servido, de problemas.
No, usted dijo que estaba servido.
¡Yo no, pero tú sí, gilipollas!
¡Llevas toda la puta noche
haciéndome lo mismo, capullo!
¿Quiere una copa? Ahora se la traigo.
¡Sí, träeme una copa! ¡Muévete, cabrón!
Pareces el "Trajinante Galopante".
Para los demäs bien que corres.
¡Pues corre para mí!
¡Träeme la copa bailando!
¿Cuäl es esa película de Bogart?
-En la que interpretaba a un vaquero.
-The Oklahoma Kid.
[Skipped item nr. 984]
¡Baila, cabrón!
¡Patän hijo de puta!
¡Poned los carromatos en círculo!
Ahora se mueve.
Le has dado en el pie.
Estä bien. Le he dado en el pie.
¡No es para tanto!
Trae una toalla.
Una partida cojonuda.
Llevadlo donde Ben Casey.
Que se arrastre, como cuando me sirve.
Hay un médico al final de la calle.
Tengo el pie destrozado.
No me jodas.
¡Ahora no exageres, Spider!
¿Se puede saber qué he hecho?
Ha sido un accidente.
Es un teatrero.
-¿Juegas?
-Sí.
-Ochocientos.
-¿Ochocientos?
¡Hace dos semanas que no vienes!
¡Hoy no sales!
¡A ver si creces!
¡Voy a salir de todas maneras!
No tienes las llaves del coche.
¿Estäs loca? ¿Qué te pasa?
Sí, estoy loca. Aquí pasa algo.
-Déjalo ya. Ya basta.
-¡No!
¡Sólo con mirarte sé que estäs mintiendo!
-¡Vete! ¡Lärgate!
-¡Cällate!
¡Sal de mi vida!
Estäs mal de la cabeza.
Son imaginaciones tuyas.
-Eres un cabrón.
-Tú estäs mal.
Vete a ver a tus putas.
¡Es para lo único que sirves!
¡Sal de mi vida! ¡No te aguanto mäs!
Spider, ¿qué prisa tienes?
Gracias.
Spider, esa venda que llevas en el pie
es mäs grande que tu puta cabeza.
Un día vendrä con uno
de esos andadores de mierda.
Al menos puedes bailar.
A ver, da un par de pasos de baile,
Spider. ¡Vaya cuentista de mierda!
La verdad es que quieres
que te compadezcan.
Que te den por culo, Tommy.
No he oído bien.
No puedo creer lo que acabo de oír.
Esto es para ti.
Respeto a este chico. Tiene cojones.
Bien hecho.
No aguantes la mierda de nadie.
Le pega un tiro en el pie
y le contesta que le den por culo.
Tommy, ¿vas a dejar que
este gamberro se salga con la suya?
¿ Adónde vamos a ir a parar?
Aquí vamos a ir a parar.
-¿Qué te parece?
-¿Qué coño te pasa?
¿Qué hostias te pasa? ¿Eres idiota o qué?
Era una broma, Tommy.
¿Eres un loco maníaco?
¿Una broma?
Era una broma, joder.
¿ Y tú le pegas un tiro?
Estä muerto.
Tengo buena puntería.
-Es difícil fallar a esta distancia.
-¿ Te molesta lo que he hecho?
Todos en su familia son unos chivatos.
ÉI habría acabado igual.
¡Eres un cabrón! No me lo puedo creer.
Vas a cavar tú el *** agujero.
Ademäs no tengo cal.
Pues vale. ¡Me la pela!
Ni que fuera el primero.
No es el primer agujero que cavo.
¿Dónde estän las palas?
Soy Karen Hill, quiero hablar contigo.
¿Hola? ¡Oye, a mí no me cuelgues!
¡Quiero hablar contigo!
Aléjate de mi marido, ¿me oyes?
¡Abre la puerta!
¡Contéstame!
Voy a decirle a todo el mundo...
que en el 2R vive Rossi,
¡que no es mäs que una puta!
¿Portero?
En su edificio vive una puta.
¡En el 2R!
Janice Rossi. ¿Me oye?
¡Es mi marido! ¡Büscate tu propio hombre!
Henry, despierta.
¿Qué haces?
¿ Te has vuelto loca?
Sí, estoy loca.
Lo suficiente para mataros a los dos.
Tranquilízate, Karen.
¿La quieres?
Contesta.
¿La quieres?
Te quiero. Sabes que te quiero.
No, no me quieres.
No me quieres.
Ten cuidado, cariño. No lo hagas.
Pero no podía hacerle daño.
¿Cómo iba a hacerle daño?
Si no podía ni abandonarlo.
La verdad es que...
por muy mal que me sintiera,
seguía atrayéndome muchísimo.
¿Por qué iba a därselo a otra?
¿Por qué iba a ganar ella?
Deja el revólver.
Sabes que te quiero, ¿verdad?
Sólo te quiero a ti, Karen.
Por favor, deja el revólver.
Vamos, cariño.
¿ Te has vuelto loca?
¿No tengo bastante con intentar
que no me maten en la calle?
¿Vuelvo a casa para que me hagas esto?
¡Debería matarte, joder!
-¿Cómo te sientes?
-Lo siento.
¿ Te gusta, Karen?
¡Lo siento!
¡Hola, Jimmy! ¿Cómo estäs?
-Estäs muy guapa.
-Gracias. Me alegro de verte.
-Hola, Paulie.
-Hola, cariño. ¿Cómo estäs?
-Vete a comprar tabaco.
-Claro.
-¿Necesitäis algo?
-No.
-¿Queréis tomar algo? ¿Una cerveza?
-No.
-¿Comida china?
-No. Siéntate.
Karen vino a verme.
Estä muy enfadada.
Esto no puede seguir así.
Necesitamos tranquilidad.
No sabemos de qué es capaz.
Estä histérica. Estä muy nerviosa.
Estä furiosa. Y tú tienes que tranquilizarte.
Tienes hijos.
No te digo que vuelvas ahora,
pero tienes que volver.
Tienes que guardar las apariencias.
Las dos vienen a mi casa todos los días.
No puede ser.
No puedo permitirlo, Henry. No puedo.
Nadie te dice que no hagas lo que quieras.
Todos lo sabemos.
Sabemos cómo son esas cosas.
Tienes que hacer lo correcto.
Tienes que volver con la familia.
Tienes que volver a casa, ¿de acuerdo?
Mírame.
Tienes que ir a casa. Arreglar las cosas.
Yo hablaré con Karen.
Resolveré este asunto.
Sé lo que tengo que decirle.
Que volveräs con ella,
y que todo serä como cuando os casasteis.
Muy romäntico, muy bonito.
Sé cómo tratarla.
Jimmy y Tommy iban a ir a Tampa este fin
de semana a recoger una cosa para mí.
Pero iräs tú con Jimmy.
Tú vienes conmigo.
Diviértete.
Túmbate al sol.
Cógete un par de días libres.
Nos lo pasaremos bien.
Y cuando regreses,
vuelves a casa con Karen.
Por favor, no hay otra salida.
Nada de divorcio. No somos animales.
Ella nunca se divorciarä.
Antes lo mata, pero no se divorcia.
¿Vas a pagarnos?
Tampa, Florida
Dos Días Después
¡Danos el *** dinero!
No puedo.
Vamos.
ZOO
DE TAMPA
Vamos a echar a este cabrón a los leones.
¿Qué leones?
Yo no me acerco a ningún león.
Vamos a tirarlo al foso.
¡Conseguiré el dinero!
Deben hacer esto muy a menudo,
porque el tío pagó enseguida.
Conseguiré el dinero.
Pasamos el resto del fin de semana
en las carreras.
No bromean.
Casi no me creo lo que pasó después.
De vuelta a casa,
estäbamos en todos los periódicos.
Al principio, ni siquiera sabía
por qué nos habían pillado.
Resulta que el tipo al que
habíamos dado la paliza...
tenía una hermana que trabajaba
de mecanógrafa en el FBI.
No me lo podía creer. Qué casualidad.
Nos denunció a todos,
a Jimmy, a mí y hasta a su hermano.
Al jurado le costó seis horas
declararnos culpables.
A Jimmy y a mí nos echaron diez años,
como si nada.
Diez años en una cärcel federal.
Estän bajo la custodia...
del Fiscal General de Estados Unidos.
Salud. Buen viaje. Pasadlo bien.
Salid pronto.
Buen viaje, cariño.
Cuidaremos de tu familia.
Saluda a los mamones de los funcionarios.
¡lntenta joderlos siempre que puedas!
Te llamaré en cuanto pueda.
Lléveme a la cärcel.
En la cärcel, comer era una fiesta.
Comíamos pasta,
y de segundo carne o pescado.
Paulie lo preparaba todo.
Le echaron un año por desacato.
Tenía un sistema magnífico para el ajo.
Utilizaba una cuchilla
para cortarlo tan fino...
que se disolvía en la sartén
con un poco de aceite.
Era un sistema muy bueno.
Vinnie hacía la salsa de tomate.
¡Qué bien huele!
Las albóndigas son de tres tipos de carne:
ternera, vaca y cerdo.
El cerdo es importante.
Es lo que le da sabor.
Usaba mucha cebolla, para mi gusto.
Pero era una salsa muy buena.
No le eches mucha cebolla.
No le he echado mucha, Paul.
-Tres cebollas pequeñas.
-¿ Tres? ¿Para cuänto tomate?
-Dos latas grandes.
-No necesitas tres cebollas.
Johnny Dio preparaba la carne.
No teníamos parrilla,
así que utilizäbamos la sartén.
Olía por toda la cärcel,
los funcionarios se morían de envidia,
pero le salía muy rica.
-¿Cómo la quieres?
-Poco hecha.
Poco hecha. Qué sibarita.
Cuando uno piensa en la cärcel,
se imagina...
una vieja película con hileras
de tipos deträs de las rejas.
Para la mafia no era así.
No estaba mal, pero añoraba a Jimmy,
que cumplía condena en Atlanta.
Dame dos filetes.
Los demäs cumplían su condena
todos juntos. Vivían como cerdos.
Pero nosotros vivíamos solos.
Éramos los amos.
Les dimos una paliza a esos cabrones.
Los dejamos irreconocibles.
Se lo merecían.
Los funcionarios que no podíamos
sobornar no denunciaban a los demäs.
Antes la gente podía
dejar la puerta abierta.
Siento haber tardado tanto.
Ese guardia es un coñazo.
-Habrä que ocuparse de ese cabrón.
-Ya lo he hecho.
¿Qué traes?
Pan.
Pimientos y cebollas.
Chorizo, jamón, mucho queso.
¿Qué mäs?
-Whisky.
-Bien.
-Vino tinto.
-Mejor.
-Ahora podemos comer.
-También blanco.
Perfecto. Muy bien, chicos, a comer.
Vamos, Johnny, Vinnie.
Mañana comemos bocadillos.
Tienes que hacer régimen, Vinnie.
Míralas y llora.
¿Qué haces?
Nos vemos luego.
¿Vas a dar una vuelta por el parque?
Hasta la semana que viene. Gracias.
-¿ Ya estä?
-Sí. Buen fin de semana.
Quedaos aquí.
-Daros la mano.
-Pase.
¿De qué hablas?
He visto su nombre en el registro.
¿Quieres que venga a verte?
Que no duerma en toda la noche
y que pida ella la libertad condicional.
¿Qué hago aquí?
¿Dónde estoy? En la cärcel.
No puedo impedir que me visiten.
Pues que te pase esto cada semana.
¡Que aguante a esos cabrones
cada semana!
¡Mira lo que has hecho! ¡Ya basta!
Lo siento.
Que traiga ella esta mierda.
Basta, Karen.
-¡A ver, que lo haga!
-¡Ya basta!
Nadie me ayuda. Estoy sola.
Belle y Morrie no tienen un pavo.
Le pedí a tu amigo Remo lo que te debe.
Me dijo que llevara a las niñas a comisaría
y pidiera asistencia social.
Todo va a salir bien.
No veo a Paulie desde que salió.
No veo a nadie.
Es lo que pasa si te marchas.
Estamos solos.
Olvida a todos los demäs y a Paulie.
Estä en libertad condicional,
no quiere que nadie haga nada.
-No puedo hacerlo.
-Claro que sí.
Sólo tienes que traerme la mercancía.
Un tipo de Pittsburgh
me ayudarä a pasarla.
Dentro de un mes todo irä bien.
No necesitaremos a nadie.
Tengo miedo.
Tengo miedo de que Paulie se entere...
No nos ayuda.
¿Nos da de comer?
Tenemos que ayudarnos.
Tenemos que ir con mucho cuidado
mientras lo hacemos.
No quiero volver a oír una palabra de ella.
Nunca mäs.
Cuatro Años Después
-Te hemos echado de menos.
-¿ Te vas a quedar?
¿Has visto los dibujos?
Yo he hecho el de la casa con el arco iris.
Yo el del sol.
Mi concierto es dentro de dos semanas.
¿Vas a venir?
¿ Te gusta la casa?
-Haz las maletas. Nos mudamos.
-¿Con qué?
No te preocupes.
Tú empieza a buscar otra casa.
Tengo que ir a Pittsburgh.
Me deben 15.000 pavos.
Todo saldrä bien. Lo tengo todo controlado.
Mañana tienes que ver a tu agente
de libertad condicional.
No te preocupes por eso.
Todo irä bien.
¿Quién quiere ver al tío Paulie?
¿Qué quieres?
Deja comer a tu madre, cariño.
Tienes buen aspecto.
¿Comías tan bien en chirona?
No quiero que sigas con esa mierda.
-¿De qué estäs hablando?
-Deja esa basura.
Dentro, hiciste lo que debías hacer.
Hablo de ahora. De ahora en adelante.
-No estoy metido en eso.
-No me trates como a un idiota.
No lo hagas y punto.
No lo hagas.
Quiero hablarte de Jimmy.
Ten cuidado con él.
Gana mucho, pero se arriesga demasiado.
No voy a arriesgarme como Jimmy.
Tommy es buen chaval, pero estä loco.
Quiere demostrar demasiado.
-Ten cuidado con ellos.
-Sólo los uso para algunas cosas.
No me van a joder como a Gribbs.
Tiene 70 años y se va a morir en la cärcel.
No necesito nada de eso.
Estoy avisando a todo el mundo.
Podría ser mi hijo, cualquiera.
Gribbs cumple 20 años por saludar
a un cabrón que pasaba droga.
Eso no me va a pasar a mí, ¿entendido?
Has salido porque te he buscado
un trabajo.
No quiero líos.
Si ves a alguien con esa mierda me avisas.
A cualquiera.
-De acuerdo.
-¿Vale?
Sí. Por supuesto.
Estuve una semana trapicheando
para colocar el material de Pittsburgh.
Pero cuando lo pasé, tenía un pastón.
Lo cortaba en casa de Sandy.
Ella esnifaba mäs de lo que cortaba,
pero aun así, el negocio era redondo.
Gané 12.000 dólares la segunda semana.
Había pagado el primer plazo de la casa
y todo iba como la seda.
Sólo tenía que decirle a Sandy
de vez en cuando que la quería.
Era perfecto.
Mientras trajera el material de Pittsburgh,
Paulie nunca se enteraría.
En dos semanas el negocio había crecido
tanto que necesitaba ayuda.
Así que llamé a Jimmy y a Tommy.
¡Es cojonudo!
¿ Trae las nóminas?
Departamento de Libertad Condicional
Cuatro meses y medio de suciedad.
-Es una maravilla.
-Lo conseguí.
-¿Os gusta?
-Es precioso.
Éste lo tuvimos que encargar.
Vamos, siéntate.
En los otros no podías ni sentarte.
¿Preparados?
Mirad la pared de piedra.
Los electricistas lo hicieron a medida. Ven.
Es importada, y vino en dos piezas.
Es increíble lo que son capaces de hacer.
-Es bonito, ¿verdad?
-Ven aquí. ¿Has hablado con Jimmy?
Estä comprobändolo todo.
Harä que el atraco de Air France
parezca una nadería.
¡Venga!
-Va a hacerlo, ¿no?
-Ya te lo he dicho.
Lo estä comprobando.
Ya veremos qué pasa. No te prometo nada.
¿No lo entiendes? Ahí hay millones.
Llevo dos años cameländome
a ese hijo de puta.
Me debe 20.000 pavos.
Es una oportunidad única. Podría retirarme.
Se acabaron los gastos fijos y toda
esa mierda. Mi sueño hecho realidad.
Vamos a tomar una copa.
El equipo que Jimmy reunió
para lo que resultó ser...
el mayor golpe de la historia de EE.UU.
El golpe de Lufthansa.
Tommy y Carbone se ocuparían del guarda
y nos ayudarían a entrar.
Frenchy y Joe Buddha
tenían que reunir a los empleados.
Johnny Roastbeef tenía que atarlos
y mantenerlos alejados de las alarmas.
Hasta Stacks Edwards se implicó.
Solía tocar la guitarra en el bar.
A todos nos caía bien.
Tenía que robar la furgoneta...
y llevarla a la chatarrería
de un amigo nuestro en Jersey.
Pero Morrie nos estaba volviendo locos.
Tómate algo y calla.
Como lo había montado él,
le mareaba a Jimmy para que
le anticipara el dinero del robo.
No tenía mala intención. ÉI era así.
Tenía a todo el mundo trabajando para mí.
Hasta a la canguro, Lois Byrd.
¿Qué tal el vuelo?
Odio Pittsburgh.
Son un atajo de asquerosos.
No son tan malos.
Pero vale la pena, ¿no?
¿Es la niña de la semana pasada?
No, ésa era la de mi hermana.
Ésta es la de Deirdra.
Qué bostezo.
Se parece a ti, Lois.
Eso dijo la azafata.
Suave, Sandy.
¡Déjame! Tienes mäs que suficiente.
Tienes todo el día. Que dure, ¿vale?
No te pases.
-Tengo que irme.
-¿ Adónde vas?
No empieces, tengo que irme.
¿Dónde estän las llaves?
Por ahí.
Qué porquería. ¡Esto parece una pocilga!
¿Para qué te compré el lavavajillas?
Me jode las uñas.
Piensa un poco.
Aquí hay bastante coca
para encerrarnos de por vida.
Tranquilo.
¿Qué haces?
No vas a ninguna parte.
Que esperen.
No se sabe con certeza a cuänto asciende
el botín robado esta madrugada...
en la terminal de Lufthansa
del aeropuerto Kennedy.
El FBI habla de dos millones de dólares.
La policía de cuatro millones.
¡Hijos de puta!
...desde el escenario del robo en el JFK.
Parece un gran golpe. Tal vez el mayor
de la historia de esta ciudad.
¡Ven aquí! ¡Ven!
¡Eres un genio!
¡Feliz Navidad, Jimmy!
-¿Quién es?
-Mi mujer.
Ven. Quiero enseñarte algo, Jimmy.
Precioso, ¿eh? Un regalo para mi mujer.
Un cupé. Me encanta ese coche.
¿Qué te dije? ¿No hablé contigo?
¿No te dije que no compraras nada
durante un tiempo? ¿ Y ese *** coche?
Es un regalo de boda de mi madre.
Estä a su nombre. Nos acabamos de casar.
-Me encanta ese coche.
-Un momento, preciosa.
-Me acabo de casar.
-¿Estäs loco?
-¿Por qué te pones así?
-¿Eres idiota?
Hay millones de polis ahí fuera.
Todos pendientes de nosotros.
Estä a nombre de mi madre.
Es un regalo de boda.
¡Me la suda! ¿No oíste lo que dije?
No compréis nada ostentoso.
¿Qué pasa contigo?
¿Por qué te pones así?
Porque vas a hacer que nos detengan.
-¿Qué te pasa?
-Pido disculpas.
-Lo siento.
-¿Qué coño te pasa?
Lo siento, Jimmy.
Estä a nombre de mi madre.
¿Qué has dicho? No te pases de listo.
-Lo siento. De verdad.
-¿Qué te dije?
¿Qué te dije? No compres nada. ¿Me oyes?
¡No compres nada!
Lo siento, Jimmy.
El muy capullo debería llevar un cartel.
No me lo puedo creer. ¿Eres idiota?
Disculpa.
-Quítatelo.
-¿Por qué?
¡Que te lo quites!
¿No te dije que no compraras nada
ostentoso o que llamara la atención?
Uno se compra un Cadillac
y el otro un visón de 20.000 dólares.
Lo devolveré.
Devuélvelo. Deshazte de él.
¿Estä claro? Säcalo de aquí.
Aquí la bebida es mejor que el sexo.
Voy a ver a Stacks.
No mires a nadie o te mato.
Es muy celoso. Si miro a alguien, me mata.
Qué bien.
Les dije que no llamaran la atención.
¿ Y qué hacen?
Te he estado buscando.
Oye, necesito el dinero.
-Morrie, reläjate. Es Navidad.
-Lo necesito.
Estoy relajado, pero lo necesito.
-Hice mi trabajo.
-Esta noche no, Morrie.
Cumplí con mi parte. Me lo debe.
Todos estän fardando. Tienen dinero.
Y yo llevo la misma porquería.
Lo llevan encima. Tengo que hablar con él.
Son 500.000.
El mayor pellizco de su puta vida.
Yo hablaré con él. Tómate algo.
-Yo hablaré con él.
-Me estoy poniendo malo.
-¿Estäs bien, Morris?
-No.
Por Navidad. Tu parte. Para abrir boca.
¡Lo conseguimos!
-¿Quién es?
-Soy yo.
¿Pete? Un momento.
No hagas como Frankie y Johnny.
No seas idiota. Empléalo bien.
¡Karen, Judy, Ruth, venid!
He comprado el ärbol mäs caro que tenían.
-¿Qué te parece, mami?
-Me gustan todas.
Me encanta el vestido dorado.
-Feliz Navidad.
-Gracias.
¿ Y? ¿ Y?
Feliz Janukä.
-Muy gracioso.
-Cómprate algo bonito.
El atraco de Lufthansa debía haber
sido nuestro ültimo golpe.
Seis millones en efectivo.
Mäs que suficiente para vivir.
¡Stacks!
¡Abre!
¿Qué te pasa? No estä listo.
Sabía que no estarías listo.
-¿No traéis café?
-¿ Te parezco un camarero?
Frankie va a hacer café. Haz café.
Pensaba que estarías con alguna zorra.
Estaba. ¿ Adónde coño ha ido?
Siempre andas con revistas guarras
o con putas.
¿Qué hora es?
-Las 11:30. Habíamos quedado a las nueve.
-Enseguida estoy.
Siempre llegas tarde.
Llegaräs tarde hasta a tu funeral.
¿Qué coño miras?
Venga, nos llevamos el café.
¿Qué coño haces? Era una broma.
¡Una broma! Deja esa cafetera ahí.
Stacks estaba loco.
En vez de deshacerse de la furgoneta,
como convenimos, se puso ciego,
fue a ver a su novia y para cuando
se despertó, la poli ya la había encontrado.
Salió en televisión.
Hasta tenían huellas del volante.
Era cuestión de tiempo
que encontraran a Stacks.
Tengo que hablar contigo.
-Tómate una copa.
-Tómate una copa. Venga.
Tómate una copa. ¿Qué haces?
Es una celebración. Tómate una copa.
Pero tengo que hablar contigo.
-¿Qué ha pasado con Stacks?
-No te preocupes por eso.
-Hay polis por todas partes.
-¿ Y qué? ¿ Adónde quieres que vayan?
-Ha salido en los periódicos.
-Estä preocupado.
¿Por qué estäs tan preocupado?
Ha salido en la tele, en los periódicos.
La pasma estä ahí fuera.
-¿Qué te preocupa?
-Te preocupas demasiado.
Todo es maravilloso. ¿No se lo has dicho?
Todavía no.
-¿El qué?
-Adivina.
Va a ser de la familia.
¿Paulie te va a hacer capo?
Han abierto los libros.
Paulie tiene el visto bueno.
¿ Te lo puedes creer?
Este cabrón de espagueti.
Va a ser un capo.
Algún día trabajaremos para él.
No me lo puedo creer.
Me alegro por ti. Enhorabuena.
Cabrones, ya son nuestros.
Jimmy, te he estado buscando.
¿Puedo hablar contigo un momento?
Yo planeé el robo. ¿ Y qué me han dado?
De no ser por mí, estarían en un lío.
¡Que le jodan! Quiero mi dinero.
¡Quiero mi dinero! ¡Estoy harto!
Contrabandista de tres al cuarto.
-¡Que le jodan! ¡Quiero mi dinero!
-Vale. Díselo.
¿Vas a cerrar la boca?
Tendräs tu dinero. Pero tienes
que dejar de tocarle los cojones.
¿Me oyes?
Todo irä bien.
"Henry, muchacho,
las gaitas estän sonando"
¿Eres medio italiano, medio irlandés?
Cantaré con acento italiano.
"Bajando por la cañada
y por la ladera de la montaña
"Se acabó el verano
"Ya las rosas se mueren"
Por primera vez me di cuenta
de que Jimmy era un manojo de nervios.
Pensaba en ocho cosas diferentes a la vez.
¿Morrie se lo habrä contado a su mujer?
¿Morrie?
Entonces supe que Jimmy
iba a cargarse a Morrie.
Así son las cosas.
Te liquidan en un abrir y cerrar de ojos.
Estä loco. Habla con todo el mundo.
Siempre estä haciendo el idiota.
Nadie le escucha.
A nadie le importa lo que dice.
Habla demasiado.
Asegúrate de que viene esta noche.
-¿Vale?
-De acuerdo.
Empieza así. Lo siento.
¿ Te he dado en el ojo?
No me toques los cojones.
Iba dändole largas.
Sabía que tenía hasta las 8 ó las 9
para disuadir a Jimmy de que le matara.
Pero entre tanto, Jimmy pensaba
que seguiría el programa.
Le tiré del pelo. Le mordí.
Estaba furioso.
Quería matar a ese hijo de puta.
Ya me marchaba,
íbamos a entrar en el local.
No quería darme la vuelta.
Jimmy me iba haciendo así.
Pero yo no quería darme la vuelta.
No quería darme la vuelta.
El tío levantó la cabeza y dijo: "ah..."
" ¡No lo digas!", le dije.
" ¡Pajillero!"
¿Qué hace uno en un caso así?
¡Me tiré encima volando!
¡Le partí la cara, le machaqué la cabeza!
Le arranqué el pelo. Le hice papilla.
Lo dejé ensangrentado.
Allí estaba, cubierto de sangre.
Y yo sin respiración.
Olvida lo de esta noche. Olvídalo.
Me quitó un peso de encima.
Nunca sabría lo cerca que estuvo
de que le mataran.
Aunque se lo contara,
nunca me habría creído.
-Jimmy, ¿puedo hablar contigo ahora?
-Eres un auténtico coñazo.
¿Quieres hablar ahora? Hablemos.
No conozco a nadie mäs pelma que tú.
¿Quién te quiere mäs que yo?
-Haría lo que fuera por ti.
-Menos dejar de tocarme las pelotas.
-Vamos a tomar un café.
-¿Queréis ir a la cafetería?
Vamos a la cafetería de la avenida.
-¿Cuäl?
-La de Rockaway. Abren las 24 horas.
-¿ Tienen bollos suizos?
-Tienen de todo.
Voy a comprarle unos bollos a Belle.
¿Sabéis cómo arreglamos el partido
de Boston? Fue magnífico. Nunzio...
Pensaba que no se iba a callar nunca.
Qué coñazo.
-¿Qué hacemos?
-Descuartizadlo y deshaceos del coche.
Avisadme cuando hayäis acabado.
-Frank, vamos a descuartizarlo.
-Muy bien.
-¿ Adónde vas, cabrón?
-A descuartizarlo.
¡Aquí no, en casa de Charlie!
¿Qué haces? Vämonos de aquí.
No querräs que conduzca él.
El coche estä frío.
¡Vämonos de aquí!
¿Qué dices de calentarlo? ¡Vämonos ya!
-¿Quién es?
-Soy Belle. Abre.
Soy Belle. Déjame entrar.
Morris no ha venido a casa.
Ha desaparecido. Sé que ha pasado algo.
Tranquilízate.
Ha desaparecido. Ha pasado algo.
Estarä borracho.
Se habrä quedado dormido por ahí.
En 27 años nunca ha pasado
la noche fuera sin llamarme.
Ha pasado algo. Sé que lo sabes.
Voy a vestirme.
Te llevo a casa y voy a buscarlo.
¡Ya he estado en casa!
He llamado a todos...
Estarä jugando a las cartas.
-¿Qué le digo a Belle?
-¿Qué mäs da?
Dile que se fugó con una puta.
¿ A quién le importa?
-Mírales.
-Déjalos.
Voy a tocarles los cojones.
No les des esa satisfacción
a esos hijos de puta.
Vamos de paseo, cabrones.
Van a estar despiertos toda la noche.
Hasta luego.
Jimmy quería eliminar cualquier vínculo
que lo relacionara con el robo,
pero eso no tenía nada que ver conmigo.
Le di el soplo a Jimmy
y él me dio el aguinaldo de Navidad.
Desde entonces no abrí la boca.
Conocía a Jimmy. Tenía el dinero. Era suyo.
Le dio algo a Paulie. Pero nada mäs.
Le ponía enfermo pensar que tenía
que repartirlo con quienes lo robaron.
Prefería cargärselos.
¿ Y a mí qué mäs me daba?
Yo no pedía nada.
Y Jimmy estaba ganando
pasta con lo de Pittsburgh.
Sin embargo, meses después del robo,
aparecían cadäveres por todas partes.
Cuando encontraron a Carbone en
un camión frigorífico, estaba tan tieso...
que tardaron dos días en descongelarlo
para hacerle la autopsia.
Nunca había visto a Jimmy tan contento.
Parecía un crío.
Teníamos dinero de Pittsburgh,
y después de un tiempo,
lo de Lufthansa empezó a calmarse.
Aquella mañana estaba contentísimo...
porque Tommy iba a formar
parte de la familia.
Estaba tan emocionado
que parecía que fuera su día.
Llamó unas cuatro veces a casa de Tommy.
Habían acordado una señal para saber
que la ceremonia había terminado.
-Mamä, ¿dónde estäs?
-Aquí.
-Estäs en casa.
-¿En casa? Me voy.
-Estäs muy guapo.
-Estoy bien, ¿eh?
Estäs guapísimo. Ten cuidado.
Enhorabuena.
Te quiero.
No pintes mäs cuadros religiosos.
Ve con Dios.
Entre nosotros nos llamäbamos
buenos chicos.
Era como decir:
"Te va a caer bien. Es un buen chico,
un tío legal, uno de los nuestros."
¿ Entendéis?
Eramos buenos chicos, mafiosos.
Pero nosotros no podíamos ser
de la familia, con sangre irlandesa.
No importaba que mi madre fuera siciliana.
tenían que rastrear tus raíces hasta Sicilia.
Era el mayor honor que podían darte.
Significaba pertenecer a una familia,
a una banda.
Eso quería decir que nadie
podía buscarte las cosquillas,
y que tü podías buscärselas a cualquiera,
siempre que no fuera otro miembro, claro.
Era como una licencia para robar,
para hacer cualquier cosa.
¿Cuäntos años hace?
Soy veterano. Hace ya treinta años.
Eso trae muchos recuerdos.
El pico de Pike entonces era un grano, ¿no?
Para Jimmy, que Tommy
fuera uno de ellos...
significaba que nosotros
también lo éramos.
Ahora uno de nosotros era de la familia.
-¿Quién es?
- Vinnie.
¿Qué ha pasado? ¿ Todo bien?
Hemos tenido un problema.
Intentamos hacer todo lo posible.
Ya sabes a qué me refiero. Se ha ido.
No hemos podido hacer nada.
¿ A qué te refieres?
Se ha ido. Ya no estä.
Eso es todo.
¡Lo sabía!
¡No me lo puedo creer, joder!
-Se lo han cargado.
-Mierda.
¿Estäs bien?
Era la venganza por Billy Batts
y muchas otras cosas.
Así son las cosas.
No podíamos hacer nada al respecto.
Batts era un capo, Tommy no.
Teníamos que aceptarlo y callarnos.
Venganza italiana. Una auténtica mierda.
Le dispararon en la cara,
para que su madre no pudiera
abrir el féretro en el funeral.
11 de mayo de 1980
6:55 horas
Tenía un día muy ocupado.
Debía llevarle a Jimmy unas armas...
para unos silenciadores que tenía.
Tenía que recoger a mi hermano
y llevarlo del hospital a casa,
y pillar material para que Lois...
se lo llevara a unos clientes
que tenía cerca de Atlanta.
Enseguida supe que no las quería,
que no me las pagaría.
Las compré porque me las pidió
y ahora no las quería.
¿Para qué sirven? No encajan.
¡No pienso pagärtelas!
No dije nada. Jimmy estaba
tan mosqueado que ni se despidió.
La droga te estä derritiendo el cerebro.
Ya me las llevo.
Los de Pittsburgh siempre querían armas.
Como iba a verlos por la tarde
para la entrega,
estaba seguro de que recuperaría el dinero.
¡Dios mío!
Cuando fui a recoger a Michael,
su médico quería ingresarme a mí.
¿Qué le ha pasado?
Casi tengo un accidente
viniendo hacia aquí.
Le conté lo del accidente,
y que había salido toda la noche.
Estoy bien.
Venga por aquí.
Deje que le reconozca.
Se apiadó de mí. Me dio un ***...
y me envió a casa.
Pensaba llevar a mi hermano a casa
y recoger a Karen.
Ahí estä. ¿Ves el helicóptero?
Ahí arriba. Creo que lleva
toda la mañana deträs de mí.
-¡No me jodas! ¿Estäs loco?
-Lo digo en serio.
Es la tercera vez que lo veo.
Lo he visto en el hospital.
He tenido que parar dos veces.
Lo he visto continuamente.
Me he recorrido la ciudad
y lo he visto todo el día.
Me tocaba hacer la cena.
Tenía que empezar a estofar la carne
para la salsa de tomate.
Era el plato favorito de Michael:
pasta con jugo de carne,
y pimientos asados,
judías verdes con ajo y aceite de oliva.
Tenía unas chuletas...
buenísimas...
que pensaba freír como aperitivo.
Estuve una hora en casa.
Mi plan era cenar pronto para colocar
las armas que Jimmy no quería.
Después recoger el material que Lois
llevaría a Atlanta aquella noche.
Seguí mirando por la ventana
y vi que el helicóptero se había ido.
Michael, vigila la salsa.
Quedaos con vuestro tío Michael.
Le pedí a Michael que vigilara la salsa,
y Karen y yo salimos.
¡Dios mío! Ya lo veo.
-Estä ahí mismo.
-¡Mierda!
Es el mismo.
Hay que ir a casa de tu madre.
Te lo había dicho.
Muy gracioso.
-No se acaba el mundo.
-Vamos a casa de tu madre.
Dile a tu madre que no toque nada
fuera de la casa. Nada.
¿Por qué no hemos ido a casa de la tuya?
"Esta mañana todo va a salir bien"
Vamos de compras.
¡No estoy loco,
lleva siguiéndome toda la puta mañana!
De acuerdo. Cree que estoy paranoico.
Debería llevarle el helicóptero
para que vea lo paranoico que soy.
Vamos dentro.
Sí, se ha ido.
-No oigo nada.
-Volvamos a casa de tu madre.
-¿ Te gustan?
-Son magníficas.
¿No te he dicho que estäs paranoico?
¿No se lo he dicho?
Sí. Necesito un tiro.
¿Quieres ver helicópteros? Ven.
Te voy a enseñar helicópteros.
Ya he visto bastantes por hoy. Gracias.
Tenía que ir a casa a preparar
el paquete para el viaje de Lois.
Ademäs tenía que ir a casa de Sandy
a cortar el material con quinina.
Y encima, sabía que Sandy iba a marearme.
Tenía que ir a casa a acabar la cena,
y preparar a Lois para el viaje.
-Es Sandy. ¿Qué es esto?
-Es un coñazo.
-¿Cuändo vienes?
-Dentro de una hora.
-Esta noche te quedas, ¿no?
-No puedo. Estä mi hermano.
¡Ya basta! Hablaremos mäs tarde.
Hasta luego.
-¿Diga?
-Soy yo. ¿ Estäs preparada?
Di a Michael que no se le pegue la salsa.
-Que no se te pegue la salsa.
-La estoy removiendo.
-¿ Sabes qué tienes que hacer?
-Sí, sí.
¡Presta atención, Lois!
¡Esto es importante!
Sal de casa para hacer la llamada.
¿Entendido? Utiliza un teléfono público.
Hablo en serio.
Debes pensar que soy idiota.
Sé lo que tengo que hacer.
¡Asegúrate de hacerlo bien, paleta!
¡Eres un pelma!
-¡Hazlo y punto!
-Vale.
Es la hostia. Todas las putas
mujeres de mi vida son iguales.
-¿Qué ha dicho?
-Nada.
¿ Y qué hace después de colgarme?
¿ Después de lo que le dije y de sus "sí, sí"?
Va y llama desde casa. Si alguien
estaba escuchando, lo sabría todo.
Que el paquete saldría de mi casa,
y hasta tendrían el nümero de vuelo.
Llegué a casa y empecé a cocinar.
Quedaban unas horas para el vuelo de Lois.
Le pedí a mi hermano que vigilara la cena.
Se había pasado el día vigilando
helicópteros y la salsa de tomate.
Tenía que ir a casa de Sandy a cortar
el material, y volver a la salsa.
¿Crees que puedes venir a follarme
y largarte?
-¿ Tienes otro sitio mejor?
-No digas eso. Venga.
-¿Estäs bien?
-Sí.
¿Me crees?
¿Me crees?
-¿Es la última?
-Sí.
¡Hijo de puta mentiroso! ¡Te odio!
Deja de dar de comer al perro
desde la mesa...
y desde el plato. Basta.
-Tengo que hacerlo.
-No es verdad.
Tengo que ir a casa.
¿Qué quieres decir?
Tengo que pegarte esto en la pierna.
Nos iremos enseguida.
Tengo que ir a buscar mi sombrero.
¡Olvida el *** sombrero!
¿Estäs de broma?
¿lr a Rockaway por un sombrero?
Lo necesito. Me da suerte.
Nunca vuelo sin él.
¿Sabes en lo que estamos metidos?
Me da igual. Lo necesito.
No cogeré el avión sin él.
¿Qué iba a hacer? Si insistía había
que ir por su maldito sombrero.
Escondí el paquete en la cocina
y fui a llevarla a casa.
¿Un sombrero?
¿Qué cojones es esto?
¡Policía! ¡No te muevas, cabrón,
o te vuelo la tapa de los sesos!
¡Apaga el motor, despacio!
Pensé que era hombre muerto.
Pero por el ruido supe que era la poli.
Sólo la pasma habla así.
¡No te muevas!
Si hubiera sido uno de los nuestros,
no habría oído nada.
Ya estaría muerto.
¡Michael! ¡Cierra la puerta!
Las
Consecuencias
Dime algo. ¿Cuändo fue la última vez
que te detuvieron? Te estoy hablando.
¿No vas a decir nada?
Me importa una mierda.
Te van a caer 25 años.
Ya veräs cómo entonces hablas.
Pensaba que los del helicóptero...
me seguían por lo de Lufthansa,
pero eran de Estupefacientes.
Quiero un *** abogado.
Llevaban un mes controländome.
El teléfono pinchado, vigilancia...
¡Mira, estän aquí todos tus amigos!
¿No quieres decir nada?
Tenemos toda la noche.
Por cada cargo te pueden caer de 25 años
a cadena perpetua en el estado de NY.
Veinticinco putos años.
Eso te cambiarä el coco, ya veräs.
¿Habéis ido a hacer la compra?
¿Vamos a hacer un pastel?
¿Vas a hacer un pastel?
¿ Tienes algo bueno?
¿Es buena?
¡Adiós, capullo!
Nos vemos en la cärcel, mamón.
He hablado con Jimmy. Me ofrece dinero.
Quiere saber qué pasa.
Sólo quiere hablar contigo.
¡Me la sudan él y su dinero!
Tengo que salir de aquí y arreglar
las cosas con Paulie o me matarä.
Pues mejor que te quedes aquí.
Aquí pueden matarme igual.
Temen que les delate.
La gente me evita. Aquí estoy muerto.
Tienes que sacarme de aquí.
Al final, Karen consiguió que su madre
hipotecara la casa como fianza y salí.
Recuerdo que tenía la impresión
de que me matarían nada mäs salir.
Sabía que Paulie seguía mosqueado
conmigo, y tiene muy mala leche.
Estaba preocupado por Jimmy.
Jimmy sabía que si Paulie se enteraba
de que traficaba conmigo...
le mataría incluso antes que a mí.
Era el peor momento.
No me sentí seguro hasta llegar a casa.
Pensaba sobrevivir hasta
conseguir vender la droga...
que la poli no encontró y desaparecer
hasta que escampara el temporal.
¡Joder! ¿Dónde estä la perica que escondí?
La tiré por el väter.
¿Qué?
¿Qué querías que hiciera?
¡Eran 60.000 dólares! ¡Necesito el dinero!
¡Es lo único que tenemos!
Tenían una orden de registro.
¡Era todo el dinero que teníamos!
¡Dependía de eso! ¿Por qué lo hiciste?
¡Lo habrían encontrado!
-¡No lo habrían encontrado!
-¡Que sí! ¡Te lo juro!
¡Lo habrían encontrado!
¿Por qué lo hiciste?
-Lo habrían encontrado.
-¿Por qué, Karen?
¡Dios mío!
-No tenía otro remedio.
-¡Dios mío!
Paulie, lo siento mucho.
No sé qué decir. Sé que la he cagado.
Desde luego que sí.
Ahora ya estoy bien.
Soy de confianza. Estoy limpio.
Te lo juro por mis hijas.
Me miraste a los ojos y me mentiste.
Me trataste como a un imbécil,
como si nunca hubiera sido nada para ti.
Después de lo que dijiste
no podía recurrir a ti.
Estaba avergonzado.
Y sigo eständolo.
Pero no tengo otro sitio donde ir.
Sólo te tengo a ti,
y necesito tu ayuda. De veras.
Toma esto.
A partir de ahora, no podré ayudarte mäs.
Tres mil doscientos pavos.
Es todo lo que me dio.
3.200 pavos por toda una vida.
No podía ni pagarme el ataüd.
-Tenemos que irnos.
-No pienso huir.
¿Qué tengo que hacer?
¿Dejarlo todo y esconderme?
Yo no quiero hacerlo, ¿tú sí?
Si nos quedamos aquí nos matan.
¿Entiendes? Nos matan.
Es cierto. Te has metido demasiado.
Estäs completamente paranoico.
¿Cómo estä?
Estä bien.
Ya no se mete.
Bien. Me alegro.
-¿Sabes qué le han preguntado?
-No lo sé, Jimmy.
¡Tengo la cabeza en tantas cosas!
No tengo dinero.
Mis hijas ya leen el periódico.
Dile que me llame.
En cuanto lo veas, que me llame.
Esto es importante.
No sabe que he venido a verte.
Estä medio loco.
-Toma esto. Hay 2.000.
-Gracias, Jimmy.
No te preocupes. Todo se arreglarä.
Tengo unos trajes preciosos de Dior.
¿Quieres alguno?
Coge alguno para ti.
-Para mamä.
-Como quieras.
Aquí no. En la tienda de la esquina.
Son robados, los tengo en la esquina.
Bueno, ya nos veremos.
-Gracias.
-No te preocupes.
-Lo intentaré.
-Que me llame.
¿Por aquí?
Sigue recto.
Estä ahí, en la esquina.
Ahí mismo.
¡No! ¡Entra, es ahí mismo!
¡No, Jimmy! ¡Tengo prisa!
¡Mi madre estä con las niñas!
¡Tengo que ir a casa!
Volveré mäs tarde.
¿Qué ha pasado?
Nada.
-¿Qué ha pasado?
-Me he asustado.
Las llaves.
¿Qué ha pasado?
Me he asustado, eso es todo.
¿Estäs bien?
Si eres de una banda,
nadie te dirä nunca que te van a matar.
Las cosas no funcionan así.
No hay peleas ni maldiciones
como en las películas.
Los asesinos vienen sonriendo,
como amigos.
Gente que te ha querido toda la vida.
Y siempre aparecen cuando mäs débil estäs
y mäs necesitas su ayuda.
Quedé con Jimmy en un local
concurrido que los dos conocíamos.
Llegué quince minutos antes,
y Jimmy ya estaba allí.
Se sentó junto a la ventana
para controlar a los que llegaban.
Quería asegurarse de que no me seguían.
Se le notaba nervioso.
No había comido nada.
En apariencia se suponía que todo iba bien.
Se suponía que habläbamos de mi caso.
Pero noté que Jimmy quería saber
si cantaría para salvar el pellejo.
Te he dicho toda mi vida
que no hables por teléfono.
¿ Ahora lo entiendes?
Todo saldrä bien.
Puedes salir bien parado de ésta.
¿Recuerdas que hablamos
de un chaval de la ciudad?
Era un soplón.
En cuanto lo detuvieron nos delató a todos.
Sé dónde estä. Se estä escondiendo.
¿Me sigues?
¿ Te importaría ir con Anthony
a ocuparte del asunto?
En absoluto.
Así no podrän probar nada.
Jimmy nunca me había pedido
que liquidara a nadie.
Y me estaba pidiendo que fuera a
Florida con Anthony a hacer un trabajo.
Entonces supe que nunca habría
regresado vivo de Florida.
Vaya adonde vaya, se lo repito,
no quiero que sea un sitio frío.
No tiene elección.
Puede decírselo a quien mande, joder,
que no sea un sitio frío. Hägame ese favor.
Es por su bronquitis.
Si es así, lo tendremos en cuenta.
Quiero ir a un sitio que no sea frío.
¿Puedo preguntar algo?
¿Qué pasa con mis padres?
¿Sus padres?
¿Podré verlos? ¿Podré hablar con ellos?
¿Estaré en contacto con ellos?
No.
Un momento. ¿Quiere decir...
que si les pasa algo o se ponen enfermos,
no podré verlos?
Se intentaría arreglar si enferman.
Si pasa algo especial...
No puedo hacerlo, Henry.
No puedo abandonar a mis padres.
Ya te lo he dicho, Karen.
No voy a hacer esto si tú
y las niñas no me acompañäis.
No puedo hacerlo sin ti.
Así que, tú decides.
-Necesitan a Henry, no a mí, ¿no?
-Eso es.
Me da lo mismo que venga o no.
Si va a ser mejor testigo,
prefiero que esté con él.
No me quieren a mí.
Henry estarä en el programa de protección.
No podrän acceder a él.
Sólo podrän llegar a él a través
de usted o de las niñas.
Si entra en el programa, estarän en peligro.
-Yo no sé nada.
-No se haga...
la mosquita muerta.
He oído las cintas telefónicas.
Hablaba de cocaína.
Hablaba por teléfono con Henry,
una conversación tras otra.
Da lo mismo.
Tanto si se queda en la calle...
como si va a la cärcel, es hombre muerto.
Los dos lo saben.
¿ Y el colegio de las niñas?
¿Qué pasa con eso?
Detengan a los chorizos de Wall Street.
El que les vendió esos trajes
tiene sentido del humor.
Somos su única salvación.
Les salvaremos la vida a los dos.
Y no tendrän que ir a la cärcel.
Esta mañana le ha contado
al jurado sus antecedentes.
Desaparecer nos resultó fäcil.
La casa estaba a nombre de mi suegra.
Los coches al de mi mujer.
Las tarjetas de la Seguridad Social
y los carnets eran falsos.
Nunca voté ni pagué impuestos.
Sólo la partida de nacimiento y la ficha
policial demostraban que estaba vivo.
-¿Lo ve en esta sala?
-Sí.
¿Puede señalarlo para que lo vea el jurado?
Que quede constancia de que el Sr. Hill
ha identificado al acusado, James Conway.
¿Conoce a un hombre llamado Paul Cicero?
-¿Lo ve en la sala?
-Sí.
¿Puede señalarlo para que lo vea el jurado?
Que quede constancia de que el Sr. Hill
ha identificado al acusado, Paul Cicero.
Tengo un documento...
Lo mäs difícil era dejar aquella vida.
Me seguía gustando.
Nos trataban como a auténticas
estrellas de cine. Lo teníamos todo.
Nuestras mujeres, madres e hijos
se subieron al tren.
Tenía bolsas de joyas
escondidas en la cocina.
Un tazón de coca al pie de la cama.
Les llaman ratas porque harían
cualquier cosa para sobrevivir.
-¡Protesto!
-Se admite.
-No sé nada de ratas.
-¡Lo sabe todo!
Podía tener cualquier
cosa con una simple llamada.
Coches gratis. Las llaves de cientos
de escondites en toda la ciudad.
Apostaba 20 de los grandes
un fin de semana...
me gastaba las ganancias en una semana
o le pagaba al corredor con un préstamo.
Daba lo mismo.
No significaba nada. Si estaba sin blanca,
salía a robar un poco mäs.
Lo controläbamos todo.
Sobornäbamos a la poli,
a los abogados, a los jueces.
Todos ponían la mano.
Todo se podía coger.
Ahora todo ha terminado.
Eso es lo mäs duro.
Ahora todo es diferente.
No hay acción.
Tengo que esperar, como los demäs.
Ni siquiera como bien.
Cuando llegué aquí pedí
unos espaguetis marinara...
y me dieron fideos con ketchup.
Soy un don nadie.
Y tengo que vivir el resto
de mi vida como un gilipollas.
Henry Hill sigue en
el Programa de Protección de Testigos.
En 1987 fue detenido en Seattle,
Washington, por posesión de narcóticos
y estuvo cinco años en libertad condicional.
Desde 1987 estä limpio.
En 1989, Henry y Karen Hill se separaron
tras 25 años de matrimonio.
Paul Cicero murió en 1988 en la cärcel de
Fort Worth de una dolencia respiratoria.
Tenía 73 años.
Jimmy Conway estä cumpliendo
una condena de 20 años por asesinato
en una cärcel del estado de Nueva York.
No podrä pedir la libertad condicional
hasta el año 2004, cuando tenga 78 años.