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Sr. Simmons.
¿Tienen una confesión?
Fueron tres tiros.
Uno le rozó el hombro;
uno al cuerpo, uno a la cabeza.
Fue un crimen pasional.
Sr. Simmons, ¿cómo impactará este caso
su carrera política?
Daremos una conferencia de prensa
en breve...
y responderé
todas sus preguntas entonces.
- ¿Puede hablarnos de la sospechosa?
- ¿Ud. es culpable?
Hola, Bill. El detective Hicks
ayudará con el interrogatorio.
- ¿Con el linchamiento?
- Abogado Miller.
Dwight. Todos sabemos que quieres
el empleo de tu jefe.
Pero deja que te pregunte algo:
¿la verdad se interpone?
¿Nos están grabando? Si es así, le
sugeriré a mi clienta que no diga nada.
Richard, no compliques el asunto.
Tenemos un móvil: infidelidad.
Acceso al lugar del homicidio.
Huellas en el arma homicida.
Sus aretes hallados en el lugar
de los hechos. No tiene coartada.
Tenemos la santísima trinidad:
motivo fundado, acceso, móvil.
Seamos razonables.
Estoy dispuesto a hacer un convenio.
No habrá convenios.
Soy inocente.
Soy cristiana, no asesina.
Sr. Simmons,
no soy tan buen negociador como usted...
pero ¿me permitiría
unos momentos con la Sra. Mass?
- Adelante, detective.
- Ya veo. Será un trabajo de equipo.
Voy a necesitar la confesión.
Tiempo.
Tiene una conferencia de prensa.
No tenemos mucho tiempo.
- No es nuestro problema.
- Ah, sí, pero lo es. Lo es.
Está usando argumentos cristianos:
es una negra buena y temerosa de Dios.
- Del Colegio Spelman.
- No sea condescendiente.
Oiga. Oiga. No debería preocuparle yo.
Debería preocuparle el jurado.
Sin la más mínima pizca
de remordimiento, sin una confesión...
ese jurado podría darle
a una mujer espiritual como usted...
un pasaporte al cielo,
cortesía del estado.
Detective.
- ¿Va a la iglesia?
- Ah, sí. En NMP.
Navidad, Día de la Madre y Pascua.
Valerie, no tiene que responder nada.
No está en juicio.
No estoy preocupada
y no tengo nada que esconder.
Pero deben permitirme contarlo todo.
Bien.
¿Cuánto tiempo llevará eso?
Antes de que me acusaran de homicidio...
antes de que destrozaran
a mi familia...
Filadelfia me gusta.
Sí, pero tengo sueños grandes,
¿entiendes?
La chica más bonita del mundo.
- ¡Hola!
- ¿Qué pasa?
Hola, nena.
Hola, papá.
- ¿Todo estaba bien?
- Sí, chica.
- Prácticamente terminamos de mudarnos.
- Qué bueno.
- ¿Qué te parece la casa nueva?
- Es linda. Es linda.
- No es grande...
- Cuidado.
No es grande, pero ya sabes.
Te mereces lo mejor
y eso es exactamente lo que tendrás.
Lo que necesito en este momento
es una iglesia.
Te dije que te encantará
la de la Misericordia.
- Bien, estoy lista para ir.
- Está bien.
- Llegaré tarde. Te llamo luego.
- Bien.
¡Abuelito! ¿Nos vas a ayudar?
- No me digas "abuelito".
- Entra.
No mires eso.
Mi papá y mi abuelito
están mirando T-R-A-S-E-R-O-S.
Ajá.
Qué lindo que los recibieron
muy calurosamente, pero ¿es relevante?
No nos presionarán porque su jefe
dará una conferencia.
Val, ellos pueden tergiversar
como les plazca lo que Ud. diga.
A un jurado se le puede manipular.
No tengo nada que esconder.
Y, sí, detective Hicks,
todo lo que estoy a punto de contarle...
es relevante.
Vi tu carpeta de trabajos.
Es buena.
Te recomendaré
para unas sesiones de fotografía.
- ¿Hablas en serio?
- ¿Que si hablo en serio?
- No juegues.
- No estoy jugando.
Cálmate. No es nada inmediato.
- Pero sin duda te conseguiré trabajo.
- Bien.
Es un sacrificio renunciar al estudio
por la carrera de tu esposo.
Eres muy anticuada.
Pues, amo a mi esposo.
Y, Zahara, él lo vale.
- ¿Qué pasa, nena?
- ¡Perro! ¿Ya viste?
Los hombres son perros.
Sólo les faltan las pulgas.
Hace poco conocí a uno que tenía pulgas.
Dime de la Bautista de la Misericordia.
Es una iglesia linda.
El pastor Dunn y su esposa
no sólo hablan. Ponen el ejemplo.
Alimentan a los indigentes,
enseñan prevención contra el VI H.
Y los lunes está el grupo femenil.
Fabuloso. Debes entrar.
Ahí estaré.
El oficio del domingo empieza
a las 10:00 a.m.
Así que olvídate
de la "hora negruzca" del Delta.
No. Es hora "negra".
Y no puedes decirlo bien
porque te equivocas.
No habrías llegado a clase
a tiempo de no ser por mí.
- Cómo no, doña Delta.
- Así es, nena "carmesí con crema".
Rosa y verde,
las chicas de las perlas.
- ¡Perro!
- Chica, él no te dijo nada.
Lo estaba pensando.
Para Dutch...
la mudanza desde Atlanta
no fue la gran cosa.
¿Sabes? Creció en Filadelfia.
Pero para mí...
era un lugar donde todos
nuestros sueños se harían realidad.
Nunca se me ocurrió
que las pesadillas también son sueños.
"'¿Qué tenemos aquí? ',
dijo el lobo enorme con un gruñido".
- No es lo suficientemente bueno.
- ¿Qué?
Te lo advierto.
Por favor. " '¿Qué tenemos aquí? ',
dijo el lobo enorme con un gruñido".
No es lo suficientemente bueno.
- Creo que necesitamos...
- Sí.
Uno. Dos.
- ¿Qué? Por favor. Por favor.
- ¡Tres!
Me puse la pistola en la boca.
Empecé a... presionar el gatillo.
Vi el rostro de mi hija... que lloraba.
Luego me di cuenta...
de lo egoísta que estaba siendo.
Unos días, todo importa.
Unos días, nada importa.
Quiero que hagas un compromiso
durante los próximos 30 días.
¿Trato hecho?
Te veré mañana a la misma hora.
- Gracias, doctor.
- Es un placer.
- Mónica.
- Dutch. Me da gusto verte.
Lamento no haber estado aquí
cuando llegaste.
Estaba en una conferencia.
Tengo una junta, pero necesito hablarte.
- ¿Puedes caminar conmigo?
- Sí. Sí.
El tiempo que pasaste en Oxford
dio frutos.
Incluso se te pegó el acento.
Es bueno para el negocio.
Sé que es terrible
desaprovechar una mente.
- ¿Cómo están Kevin y tú?
- Infelices, como siempre.
Pero será mejor que vaya al grano.
No podremos pagar
el salario que pediste.
¿Que yo pedí?
Dirás, el que me prometiste.
Nadie te ha engañado.
La oferta era...
Traje a mi familia de Atlanta.
¿Ahora dices que no hay dinero?
Todos los contratos
tienen contingencias.
Están sujetos a subvenciones
y a condiciones.
Pero no se trata de eso.
Te quiero aquí.
Y haré todo lo posible
para mantenerte aquí.
Como antaño, ¿cierto?
Mónica, eso es poco apropiado.
Estoy felizmente casado.
- Felizmente, yo también.
- Con uno de mis mejores amigos.
Como si a Kevin fuera a importarle.
Nada ha cambiado.
Necesitamos tener
esta conversación más tarde.
Ve a nuestra fiesta sorpresa
de aniversario.
El domingo por la tarde
en la Academia de las Bellas Artes.
¿Cómo puede ser sorpresa
si tú ya estás enterada?
No hay secretos entre nosotros, Dutch.
Lo sabes.
Ryan Chambers da la fiesta.
Perdón.
Vamos a la iglesia los domingos.
Se exige tu presencia,
no se solicita, Dr. Mass.
Alabado sea el Señor
Andando, andando
Andando, andando
Ven conmigo
Oh, Señor, ven conmigo
Oh, Señor, ven conmigo
¡Sí! ¡Andando! ¡Canten! ¡Sí!
¡Aleluya!
¡Gracias a Dios!
¡Alabado sea Dios!
- ¡Que la iglesia diga "amén"!
- Amén.
- ¡Sí!
- ¡Aleluya!
Hablo de la tierra del andar
y del hablar de diseñador.
De los vestidos de diseñador
y de los ceños fruncidos de diseñador.
Esposos de diseñador,
esposas de diseñador.
Sonrisas de diseñador,
estilos de diseñador.
Todos diseñados por el que sabe...
que la debilidad de la carne
es la tentación.
La carne podrá llamarlos
por su nombre...
pero ¡sólo Dios puede llamar a su alma!
¡Sólo Dios puede llamar a su alma!
- ¡Sí! Ríndete, hombre rico.
- ¡Aleluya!
Ríndete, hombre pobre.
Ríndete, mendigo. Ríndete, ladrón.
- ¡Alabado sea el Señor!
- Ríndete.
Cuando Dios te llame,
ríndete, adúltero.
Ríndete, mentiroso.
Ríndanse, reyes,
presidentes y jefes indios.
¡Ríndanse!
La hora se acerca
para que Uds. se rindan.
Ríndanse.
- Gracias, Padre Celestial.
- Sí.
Ahora, el que quiera
hacerse parte de la iglesia hoy...
por favor, venga al altar.
Dile. Dile.
- ¡Sí, Dios!
- Dile.
Seas quien seas, dile. Ven.
Ven, Dutch. ¿Estás listo? Vamos.
- No voy a ir.
- ¿Por qué no?
- No puedo.
- Dutch.
- Vayan.
- ¿Papá va a venir?
- Papá vendrá la próxima vez.
- Los que sienten dolor.
- Los que sienten confusión.
- Aleluya.
- Amén.
- Los que sienten desesperación.
Dutch, no quiero pensar en eso ahora.
No puedo creer que hayas hecho eso hoy.
Ya vas a empezar.
La fe no paga las cuentas.
¿Eso qué tiene que ver
con ser parte de la iglesia?
¿Tenemos que hablar de eso ahora, aquí?
¿No quieres que te avergüence
frente a tus amigos?
Sí, así es. ¿Podemos cambiar de tema?
Bien, lo dejaré por la paz.
No diré nada más al respecto.
- Hola, Mónica. ¿Cómo estás?
- Sí eres tú.
- Ella es Val, mi bella esposa.
- Me da mucho gusto conocerte al fin.
Mucho gusto. Él siempre me cuenta
de lo que se divirtieron...
Ryan, Kevin y tú en la escuela.
Solíamos decir: " Una fiesta no es
una fiesta hasta que llega Dutch Mass".
Pues, feliz aniversario.
Quince años del cielo y del infierno.
Ahí está mi esposo.
Está loco.
- Hola, nena.
- Hola. ¿Qué cuentas?
- Me da gusto verte. Ella es Val.
- Igualmente.
Hola, Val. Es un placer conocerte.
Nos esforzamos mucho
para traer a tu esposo aquí...
pero lo que Atlanta perdió,
Filadelfia lo ganó.
Te queda bien ese color.
Sólo un hombre verdadero puede usarlo.
Gracias.
Voy al jardín de las esculturas.
¿Alguien quiere acompañarme?
Dutch no irá a ningún lado
hasta que baile conmigo primero.
Yo no desobedecería
esas órdenes, doctor.
Nos vemos.
Val, bienvenida a Filadelfia...
la Ciudad del Amor Fraternal.
Está bien.
- ¿Cómo estás?
- No sé bailar, así que voy...
Perfecto. Entonces, te enseñaré.
¿Te molesta, Val?
No. No. No hay problema.
Vayan. Que se diviertan.
Ud. debe ser
la encantadora Sra. Mass.
- Ryan Chambers.
- Es un placer, Ryan.
- Ella es Cynda. Trabaja para mí.
- Es un placer.
- Igualmente.
- Ve por un trago y tárdate 10 minutos.
- ¿Lo de siempre?
- Lo de siempre.
- ¿A qué se dedica, Sra. Mass?
- Soy fotógrafa.
- Entonces, le gusta lo bello.
- Sí.
A mí también.
Muerte sobre un caballo pálido.
Me encanta.
Mi imagen favorita es la del león
que ataca. ¿Y la suya?
No tengo una parte favorita.
Supongo que me gusta todo.
No lo dudo.
¿Qué?
Perdón. Perdón, Ryan.
Pero me encanta esa canción
de tu último álbum.
¿Cuál canción?
Hay muchas canciones en ese álbum.
- No, no sé cantar.
- Sólo un poco.
- Qué harás cuando
- Te lastimen
Adónde irás
cuando te mientan
A quién vas a llamar
y luego a ir a su lado
Cuando sepas que tu vida no anda bien
¿Dutch y tú bailan con mis canciones?
Dutch y yo bailamos
con muchas de tus canciones.
Claro.
Basta.
Mónica, por favor. Basta.
- ¿Cuánto hace que conoces a Mónica?
- Acabamos de conocernos.
Vamos a bailar.
Dutch me dijo que Kevin, él y tú...
eran como los Tres Mosqueteros
hace mucho.
Sí. El estudioso,
el jugador y el coqueto.
Entonces, ¿tú eres el estudioso?
Te equivocas, nena.
¿Se preguntó por qué Ryan Chambers
le coquetearía a una sureña como Ud?
- En ese momento, sí.
- Amarlas o dejarlas.
Saben lo que dicen
de una mujer despechada.
Lo mismo que de un fiscal
que busca ser jefe.
¿Podemos continuar, por favor,
detective?
Sabía que algo andaba mal.
Pero no sabía qué era.
Oye, Val, ven.
Caray, ya voy.
- La perfección no se alcanza con prisas.
- Es cierto.
- Paciencia.
- Es una virtud, ¿cierto?
Correcto. Paciencia.
¿Adónde fueron Mónica y tú?
Por favor. No fuimos a ningún lado.
Ya te lo dije.
Salí al jardín de las esculturas
con Kevin y los muchachos.
Sí, claro. ¿Quién estaba bailando
abrazada de Ryan Chambers?
- Ay, por favor.
- Sí. No hay problema.
- Los celos son un afrodisiaco fuerte.
- Mírate.
- Nena, por favor.
- Estás en mi lista negra.
Quiero saber por qué no
te uniste a la iglesia.
- La próxima semana. Mueve el brazo.
- ¿La próxima semana?
- Dijiste que ya no hablaríamos de eso.
- Mentí.
- La próxima semana.
- Y no porque yo te lo dije.
Val, ¿por qué arruinas la atmósfera?
Es importante.
Quiero saber si algo te molesta.
Nada. Estaba de buen humor
hasta que empezaste con esto.
¿Qué significa eso?
Nada. Nada.
Estoy muy preocupado ahora
por lo del salario menor.
Sólo estoy tratando
de resolver algunas cosas.
Podemos hacer menos gastos.
No iré a que me arreglen los pies.
Nena, ¿qué opinarías?
Ya sabes.
¿Qué pensarías si?
Ya sabes, si...
¿Qué cosa, nene?
Quizá no soy el hombre
que tú crees que soy, ¿sabes?
El hombre que quieres que sea.
Quizá yo no siempre soy la mujer
que tú quieres que sea.
Ven. Mírame.
Pase lo que pase...
sabes que te amo, ¿verdad?
¿Lo sabes?
Dutch, un momento, nene.
Me asustas.
- ¿Pasa algo malo?
- No.
Caray, lo lamento.
No, nada.
Digo todo eso por culpa del champán.
Te quiero, Dutch.
Yo te quiero más.
Buenas noches, señoras.
Démosle la bienvenida
a la Comunión Femenil de la Fe.
Sí.
Sólo quiero decir
que estoy agradecida de estar aquí.
Soy la invitada
de mi buena amiga Zahara.
Mi esposo Dutch, mi hija Nicole y yo
acabamos de mudarnos de Atlanta.
Y estoy muy agradecida
de conocerlas a todas...
y, más que otra cosa, de estar
de regreso en la casa del Señor.
- Amén. ¡Amén!
- Le doy a Dios la gloria y la alabanza.
¡Amén!
Soy la Sra. Persons.
Quiero darle la bienvenida.
Dígame. ¿A qué se dedica su esposo?
- Es psiquiatra.
- Yo podría necesitarlo.
Alabado sea el Señor.
Ahora, el tema de esta noche, señoras...
es cómo, dentro de la fe, lidiar con
la infidelidad de manera constructiva.
Sí, Sra. Gladys.
Mi esposo me fue infiel una vez
con una Jezabel sucia.
Dejé calva a esa vaquilla.
Su perro trató de morderme.
También dejé calvo al perro.
- Amén.
- Vamos a recordar dos cosas, señoras.
Hallemos respuestas constructivas
y mantengamos a Dios en esto.
- Amén.
- ¿Sí, Sra. Honeycomb?
- Yo hice que mi esposo viera a Dios.
- Amén.
Me fue infiel...
así que fui con la Sra. Dashon,
en el barrio chino...
conseguí un poco de polvo
de pimienta muy potente...
y lo puse en su puré de papas.
- Quedó anulado.
- Anulado.
No podía levantar la cabeza
de la almohada.
No supo lo que le pasó.
Pero después de eso,
no me ha vuelto a ser infiel.
- Amén.
- Respuestas constructivas.
- ¿Qué se le ofrece?
- Perdón. Lamento llegar tarde.
Lo siento.
La reunión de los hombres es el jueves.
Te dije que era una mala idea.
- Perdón. No debí haber venido.
- Greg, espera.
Sra. Dunn, perdón.
Greg es mi invitado.
No quería venir, pero insistí.
Le dije que sería bienvenido.
- ¿Cómo dice?
- Sí, él...
- Ésa es una decisión grupal.
- Claro.
Lo sé. Pero hay algo que Greg
necesita decir...
que no puede esperar hasta el jueves.
Su pareja acaba de dejarlo.
- ¿Pareja?
- Novio.
- Ayúdanos, Jesús.
- Si mi presencia las ofende, me iré.
Nadie dijo que estuviera ofendida.
- Debe ser una reunión de mujeres.
- Claro.
- Tolerancia, señoras.
- Compasión.
Recordemos que todos somos hijos
de Dios, entre ellos, Greg.
Ahora, Greg,
¿tú te sentirías cómodo aquí?
- Me siento como con mi familia.
- Bienvenido, Greg. Señoras.
- Bienvenido, Greg.
- Bienvenido, encanto.
Bienvenido.
Bien, Greg, ¿quieres contarnos?
Tómate tu tiempo.
Lo que más duele...
es la traición.
Nos comprometimos hace un año...
y todo ese tiempo
él me fue infiel...
con otro hombre, uno más joven.
Y yo nunca me di cuenta. Aún lo quiero.
Ayúdanos, Jesús.
¿Adónde va a ir a parar
esta iglesia, Sra. Dunn?
Si no pueden compartir con el grupo...
Señoras.
Lo siento, Greg.
Que Dios te bendiga, muchacho.
Mi hijo Randy acaba de destaparse.
- ¿Lo conoces?
- Dios. Se extiende por toda la iglesia.
Vinimos aquí esta noche
a hablar de la infidelidad.
¿Podemos ceñirnos a ese tema?
Charlotte, es su turno.
¿Tiene algo que decir?
Inclinemos la cabeza para orar.
Padre Celestial, estamos ante ti...
Le haré un ofrecimiento, Sra. Mass.
Estoy dispuesto
a recomendar la clemencia.
La inyección letal
no es la única alternativa.
Una confesión hecha
con espíritu de remordimiento...
es muy convincente con el jurado...
y con la Fiscalía de Distrito.
Piso treinta y uno.
Sra. Mass.
ENTRADA PRINCIPAL
- Hola.
- ¿Por qué discutían?
No sé qué le pasa a Mónica.
Alucina constantemente.
¿Alguna vez saliste con Mónica?
No tartamudeé. ¿Saliste con Mónica?
Hace mucho tiempo.
No fue nada especial.
- ¿Estás seguro?
- Sí, estoy seguro.
Teníamos un acuerdo.
¿Y de pronto no puedes lidiar con ello?
- ¿De pronto, Kevin?
- De pronto, tú...
Yo no cambié, ¿de acuerdo?
Mónica, yo no cambié.
- Yo cambié.
- Entonces, tienes que ser quien eras.
¿De acuerdo? Tenemos una vida perfecta.
Tenemos dinero. Tenemos libertad.
Y ahora eres infeliz.
Estás histérica.
Pero, Kevin...
quiero hijos.
Quiero una vida normal.
Quiero una familia.
Quiero un esposo que me quiera a mí.
Te quiero.
Te amo. Te amo.
Sabes que sí, pero eso...
de la vida normal es...
Estoy cansada.
- ¿Estás cansada?
- Estoy muy cansada.
Vas a tener que respetar el acuerdo.
Es que parece que...
Siempre eres la víctima.
Todo gira a tu alrededor, ¿verdad?
Las llaves. Yo conduciré.
Baja del auto. Dame las llaves.
Yo conduciré. Sólo...
Yo conduciré.
¿Nena? Ven, sube al auto.
¡Oye! ¡Alto!
¡Dios, no!
La ambulancia se detuvo justo a tiempo.
Trató de suicidarse, hombre.
Tiene muchos narcóticos en su sistema.
La conferencia a la que asistió
era un tratamiento.
Me di cuenta hoy
de lo egoísta que he sido...
no sólo con ella, sino contigo.
Oye, tengo una buena noticia.
La subvención se autorizó
en el hospital.
- Te darán un aumento.
- Gracias a Dios.
Y te daré algo que te mereces,
pero que aún no puedes pagar.
Tengo una propiedad
en Chestnut Hill.
De nivel alto, con escuelas buenas.
Una casa grande.
¿Sabes? Económicamente,
ni siquiera puedo pensar en...
No te preocupes.
Pondré la cuota inicial.
Tú te encargarás del costo mensual.
Sólo considéralo...
un arrendamiento a largo plazo.
Kevin, no tienes que hacer eso.
Has hecho mucho por mí y por Mónica.
- Sin tu terapia, yo...
- Oye.
Tú y yo nos conocemos
desde hace mucho tiempo.
Oye, Dutch. No renuncies a tu sueño.
- Te tengo una sorpresa.
- ¿Qué? ¿Qué es?
Si te lo digo, no será una sorpresa.
¿Y si me das una pista?
Digamos que algunos de nuestros sueños
están por hacerse realidad.
- Quiero una salchicha.
- ¿Ah, sí?
- Iré por la salchicha.
- Quiero un billete de 20.
- ¿Por qué no me das nuestra billetera?
- Tienes toda la razón.
- Diviértanse.
- ¡Alcánzame!
Sentía que íbamos
en la dirección correcta.
Como mi querida difunta mamá decía:
"¿Quieres hacer reír a Dios?
Cuéntale tus planes".
Mis pies son demasiado rápidos.
- ¿Le hizo frente?
- No.
Encontró un condón
en la billetera de su esposo y no...
- Dijo que no.
- Es médico.
A veces les enseña a los pacientes
sobre el sexo seguro.
Reparte condones.
- ¿Qué opina?
- No quería enterarse.
- Todo cambió después de eso.
- Ajá.
Yo no confiaría en él ni una pizca.
Sólo soy realista.
Huele a gato encerrado.
Deberías mandarlo seguir.
Tengo un detective privado bueno
que usé con mi ex.
Zahara, sabes que Dutch
no es ese tipo de persona.
¿Cómo se llama esa vaquilla
que tuvo una crisis nerviosa? ¿Mónica?
Simplemente estaba buscando compasión.
Lo vi venir de muy lejos.
- Fue una crisis nerviosa.
- Crisis, cómo no.
Haría cualquier cosa
por llamar la atención.
Conocí a una chica que metió la mano
en un triturador de basura.
Casi se corta los dedos,
lloró durante dos semanas.
Su esposo le compró una casa y un auto.
He estado pensando
en cortarme los dedos.
No puedo sacarme ese condón
de la cabeza.
Señor, ¿por qué lo encontré?
No alucines.
Tienes suerte de haberlo hecho.
- Ahora sólo tienes que olvidarlo.
- ¿Crees que es probable?
- Conociéndote, no.
- Gracias.
Hacemos un artículo de estilo de vida
en el trabajo.
Celebridades ricas que se relajan
en sus casas caras.
Nos vendría bien otra fotógrafa.
Correcto. Te apoyo
en los dos flancos.
- ¿Cómo que en los dos flancos?
- Dije que voy a vigilar a Dutch.
- De modo que hizo seguir a su esposo.
- No dijo eso.
- No lo hice seguir.
- Pero permitió que sucediera.
No es responsable
de los actos de otros.
Detective, sé por qué
está ahí sentado pacientemente.
Espera a que yo me equivoque
y diga algo...
que cierre su caso bellamente.
- Se lo voy a poner fácil.
- Val, ¿por qué no paramos esto?
- No necesitamos...
- Confieso. Soy culpable.
- Repítalo.
- Soy culpable.
Soy culpable de ser... ingenua.
¿Trata de jugar con nosotros,
Sra. Mass...
como jugó con su esposo?
¿Te das cuenta de que son
acusaciones infundadas, Dwight?
¿Te das cuenta de que son
acusaciones infundadas, Dwight?
Esperen. Un momento.
¿Por qué una sureña como usted...
dejaría sus huellas digitales
en un arma?
Kevin convenció a Dutch de que...
si iba a atender a los ricos...
necesitaba ser uno de ellos.
Adoptar el estilo de vida.
Al recordarlo ahora...
o yo fui incapaz de verlo...
Abre los ojos.
- o no quise verlo.
- ¡Ay, Dios mío!
- ¿Es nuestra?
- Es nuestra.
Los autos innecesarios
y que no podíamos pagar.
Los artículos Louis Vuitton, Gucci.
Teníamos todo lo que un hombre
y una mujer podrían desear.
Ya tiene su cuarto.
Vamos a verlo. Vamos.
O eso creí.
Kevin, te debo todo esto a ti. Gracias.
Aún no me lo agradezcas porque
ya sabes cómo es la retribución.
Sí.
Esta casa es muy poco común.
Estoy orgulloso de ti.
Es más de lo que jamás esperé
y estoy muy contenta.
¿Y si lo digo de otro modo?
- Dime que no soy el único gay aquí.
- Temo que sí, nene.
¿Cómo está ella?
Es hora de partir.
- ¡Es hora de partir!
- La fiesta llegó.
Sé que querías invitarme. ¿Hay un baño
aquí? Porque mis señoritas necesitan ir.
- Arriba, al fondo del pasillo.
- Creo que iré con ellas.
Me gusta la vista desde aquí.
- Disculpa. ¿Te puedo robar a mi esposa?
- Ah, sí. Con permiso.
- Ven.
- ¿Qué? ¿Qué?
Escucha.
No hay forma de agradecerte
tu apoyo a través de los años.
- Pero...
- ¿Qué traes?
- Es una muestra de mi agradecimiento.
- ¿Qué hiciste?
Caray. ¿Es?
Gracias.
Mira a ese hombre.
- ¿Qué haces?
- ¿Qué parece que hago?
- Mi hija está arriba.
- Dutch, no. Descuida.
No. Ésta es mi casa.
Creí que era la casa de Kevin
y que era una fiesta.
¿Sabes? Muy bien,
me gustaría que te fueras.
- Kevin, ¿ésta no es tu casa?
- ¿Esto es necesario, Ryan?
Sólo aclaro una discrepancia. Hice mal.
Vete. Llévate a tus novias y vete.
- Vamos. Iremos a una fiesta de verdad.
- Sí.
A la fiesta de Ryan Chambers.
¿Quieren venir a una fiesta divertida?
Vengan a la fiesta de Ryan Chambers.
Si su pareja no asiste a la iglesia...
eso puede ser el comienzo
de un distanciamiento grave.
Sí. Hermana Mass.
¿Qué se hace, hermana Dunn...
si la pareja dice que quiere
ser parte de la iglesia...
pero cuando llega el domingo...
siempre tiene una excusa para no ir?
O una excusa. ¿Y si la honestidad
no existió desde un principio?
¿Qué dijo, Charlotte?
Sólo estaba dándole la razón a Val.
- Pues, amén.
- Amén.
- Aleluya.
- Amén.
Veo que trae una joya nueva, Sra. Mass.
- Fue un regalo.
- Ajá.
- ¿Me estaba mirando?
- Ya lo creo.
Esa chica lleva meses viniendo
y no había dicho una palabra hasta hoy.
Creo que tiene problemas.
- Hola, Mónica.
- ¿Dónde diablos está Dutch?
¡Dutch!
- Mónica, Dutch no está.
- ¿Dónde diablos está con mi receta?
- Mónica, Dutch no está.
- ¡Dutch!
Y, chica, ¿qué te pasó en la cara?
Tuve que lastimarme hoy un poco...
si te parece bien.
- ¡Dutch!
- Mónica, Dutch no está.
¡Dutch! Apuesto a que no sabes
dónde pone sus recetas.
Hoy estuve en el hospital
y Dutch no estaba en el hospital.
- No está aquí.
- ¿Y dónde está?
Obviamente, no sabes dónde
guarda su bloc de recetas.
- No lo sé.
- ¿Ah, no? ¿No lo sabes?
¿Estás segura?
- ¿Qué haces?
- Estoy drogada y estoy ebria.
- Y estoy ebria y estoy drogada.
- Necesitas darme el arma.
Estoy cansada de dar.
Lo único que hago es dar, dar.
- Dame el arma. Dame...
- No soy fuerte como tú.
Mónica, por favor.
Tú podrías hacerlo.
Podrías matarme.
Siento el corazón muerto.
¡Quiero estar muerta!
- Yo tengo el arma, ¿de acuerdo?
- ¿No me entiendes?
¡Qué ingenua!
¡Estoy enamorada de un hombre...
que me es infiel!
Y sabe que nunca lo dejaré.
¡Y Dios me abandonó!
Mónica, no puedes culpar a Dios
por tus problemas.
- No puedes culparlo por tus problemas.
- Sí.
Culpo a Dios.
Y, algún día,
tú culparás a Dios también.
Al menos, mi esposo me dice la verdad.
¿Tu esposo? Es lastimero.
- ¿Qué es lastimero?
- Tu mentira.
Es mucho más satisfactoria
que mi verdad, y eso es lastimero.
Quieres saber dónde
está Dutch, ¿verdad?
Tengo mis dudas.
¿Dónde se despierta Dutch?
Ah, Val. Está nevando afuera.
Dios nos dio otro día perfecto.
¿Dice que así llegaron
sus huellas digitales al arma?
Las huellas de Val
no son las únicas en el arma.
Debieron hallar las de Mónica.
Se verá en la exhibición de pruebas.
Las huellas de Mónica estaban ahí,
pero tiene una coartada.
Ahora, su clienta, por otro lado...
No se trata de cómo llegaron al arma...
sino lo que Ud. hizo con ella.
Hasta ese momento, no tenía pruebas
de que mi esposo me era infiel.
¿Qué? Por favor. Tendría
que ser la más ingenua del planeta.
- ¿Ingenua?
- Sí.
- Nunca dije que fuera ingenua.
- ¿No lo hizo?
"Soy culpable de ser ingenua".
- Vamos. ¿Es realmente?
- ¡Ud. no se meta!
- No dije eso.
- Dijo que no lo hizo.
- Sé que eso dije.
- ¿Siempre dice lo que no quiere decir?
- No quise decir "ingenua"...
- ¿Qué quiere decir?
¡Amo a mi esposo!
¡Le tenía fe a mi esposo!
Y... tenía mucho que perder.
Esta arma es mejor que la mía.
No quiero esa cosa en mi casa.
¿Qué voy a hacer con ella?
Pues, yo no la necesito.
Ya tengo una.
Zahara, si no guardas esa cosa...
¿Tienes un permiso?
Es mejor que el gas lacrimógeno.
Deberías quedarte con ella.
Aquí, uno nunca sabe.
- Por si acaso.
- Bueno, está bien. Bien, basta.
Mónica fue a mi casa
y, sí, estaba enloquecida.
Sí, estaba drogada. Pero, Zahara...
algunas de las cosas que me dijo...
No lo sé. Me afectaron.
Para el auto, Val.
¿Has estado fotografiando
a Dutch todo este tiempo?
Nena, sé lo doloroso que es...
pero es hora de que sepas la verdad.
Por el amor de...
Gracias, doctor.
- Nos vemos la próxima semana.
- Gracias.
Nena...
¿Qué haces aquí? ¿Qué pasa?
Sorpresa. De modo que estás
en el consultorio, ¿eh?
- Siempre estoy en el consultorio.
- No siempre.
El sábado dijiste
que tenías una cita.
Aquí estás saliendo de un restaurante.
Tuve un almuerzo de negocios con Kevin
donde vimos las finanzas de la clínica.
¿Por qué no me preguntas?
Hay una explicación lógica...
¿Y por qué usas un teléfono público
si tienes dos celulares...
si no es para que no aparezca
en tu lista de llamadas?
- Mi pila estaba descargada.
- ¿Las dos?
- ¿Quieres revisar mi lista?
- Debería.
- ¿El lunes fuiste a hacer ejercicio?
- Sí.
Aquí estás saliendo de un hotel.
Y estas fotografías
donde estás con Mónica...
¿Abrazas y besas
a todos tus pacientes?
La consolaba. No fue nada malo.
¿No fue nada malo? Dutch, por favor.
¿Crees que soy tonta?
Contesta. Contesta.
Val, estás paranoica, ¿sabes?
- Tómate un ***.
- No hagas de mi psiquiatra.
¿Quién te llama?
- Probablemente es un paciente.
- Bien.
- Veré tu identificador de llamadas.
- Por favor, Val.
Dormirás en el sofá.
¿En mi casa?
¿En la casa que yo estoy pagando?
¿No quieres dormir en el sofá?
Me mudaré a Atlanta con Nicole.
Supongo que dormiré en el sofá.
¿Ya estás contenta?
¿Que si estoy contenta?
Piso treinta y uno.
Mire, se le acaba el tiempo.
El detective Hicks es
verdaderamente paciente con Ud.
Pero una negra condenada a muerte
a mí no me molesta...
ya que tengo sus huellas
en el arma homicida.
Sí, mis huellas
están en el arma homicida...
pero hace mucho tiempo
que no veo esa arma.
Por favor, Dwight. ¿Qué haces aquí?
Sra. Mass, no soy paciente.
ZANZÍ BARAZUL
- ¿Jenny? Yo quiero otro triple.
- Bien.
- Mi hijo...
- Hennessy con agua. Dos.
¿Qué hace una chica linda como tú...
trabajando en un lugar así
un sábado por la noche?
¿No tienes una mejor oferta?
Puedo ofrecerte una gama de...
No, Sr. Mass.
Creo que ya oí esa oferta.
Perdón, Jenny. Ya sabes, está viejo.
- Sólo...
- Hijo.
Ahora...
todos los matrimonios
tienen épocas de incertidumbre.
Puedes conocer la mente femenina...
mejor que las mujeres mismas.
Eso puede llevar a la "provocatación".
Pero eres como tu padre.
Eres un Mass.
El último de los hombres Mass.
Y Dios guardó el mejor para el final.
- No estoy muy seguro.
- Sí.
Mira tus logros.
¿Sabes lo orgulloso que estoy de ti?
Escucha. Papá, escucha...
- Ahora, yo presumo...
- Papá, escúchame. Escúchame.
- Quiero que escuches...
- Papá, escúchame.
- Les presumo de ti a mis amigos.
- Quiero hablarte de algo.
- Escucha. Quiero hablarte de algo.
- Siempre les presumo.
¿Quién más tiene un hijo médico?
¡Él es mi hijo!
- ¡Él! ¡Aquí está!
- Así es.
- ¡Aquí está! Muy bien.
- Siéntate, papá.
- Déjame hablar contigo.
- Por favor.
Has estado en lugares que yo sólo veo.
Quiero que veas lo que has hecho
por tu familia.
Nunca les va a faltar nada.
Mira el ejemplo
que le pones a tu hija.
Estoy orgulloso del hombre
en el que te has convertido.
- ¿Dije algo malo?
- No.
Si te lo digo de otro modo,
¿me harás caso?
¿Y si te canto, nena?
Qué mujer más dura y fría.
Pero no me rendiré. Soy un Mass.
¿Qué quieres preguntarme, hijo?
¿Qué pasa? Anda.
Anda, dilo.
Muy bien. Pues...
Caray, no es nada.
Sólo es ansiedad.
Es que Val y yo tenemos fricciones y...
No es nada. No es nada.
Dos jóvenes enamorados, ricos.
Todo se resolverá, hijo. Ponla aquí.
- Te quiero, hijo.
- Te quiero, papá.
Oye, por favor.
Siéntate. Siéntate. Siéntate.
- El Sr. Chambers bajará enseguida.
- Bien.
¿Por qué mi primera sesión
es con Ryan Chambers?
Porque lucirá fenomenal
en tu currículum.
- Créeme. Te conviene.
- A mí también me conviene.
Oigan, señoritas
Qué haremos al respecto
Por favor, díganme de nuevo
Nuestra amistad
El hombre y la mujer
Algo anda mal
No te sientas intimidada.
Es tu primera vez con una estrella.
No te morderé.
A menos que lo pidas.
Tengo otra cita, así que debo irme.
- Qué lástima.
- ¿Listo?
¿Parezco listo?
Siempre pareces listo, hermano mío.
Qué lindo traje.
Entonces, ¿así me quieres?
Mira hacia arriba. Déjame ver tus ojos.
Abre tu saco un poco para que pueda ver.
Aflójate la corbata.
Aflójate la corbata un poco.
Sí.
Vuélvete un poco.
Ahora mírame desde...
Eso es. Fue hermoso.
Abre los ojos. Dame una mirada...
Bien, Ryan, de perfil.
Gracias. Creo que ya está.
Fue estupendo. Muchísimas gracias.
Pero no he terminado.
Creo que tenemos unas fotos buenas.
Debería darte gusto.
No. Quiero otra cosa.
Sigue fotografiando.
En serio.
Tenemos unas fotos muy buenas.
Quiero usarlas para mi álbum.
Sigue fotografiando.
Bien, pero es tu tiempo y tu dinero.
¿Qué haces?
¿Cómo me queda a mí?
Oye. Devuélvemelo, por favor.
Deja que te lea la mano.
Soy muy bueno para eso.
Una experiencia que cambiará tu vida
sucederá dentro de 15...
- Basta. ¡Quítame las manos de encima!
- ¿Qué haces?
- ¿Qué hay, amigo?
- Dutch, ¿qué haces aquí?
- ¿Qué haces tú aquí?
- Trabajo. Es una sesión fotográfica.
¡No te le acerques a mi esposa!
¡Es mi esposa!
- No hay problema.
- ¡No te le acerques! ¿Me oyes?
- ¡No te le acerques!
- ¡Dutch! Vámonos.
¡Quítame las manos de encima!
¿Es la venganza?
¿Venganza? No hay nada entre...
Está ahí parado,
medio desnudo, sonriendo.
- ¿No iban a hacer nada?
- Es un trabajo.
- ¡No quiero acostarme con él!
- ¿Es tu trabajo?
- ¡Estoy trabajando!
- ¡Eres esposa y madre!
¿Soy tu esposa? ¿Ahora lo recuerdas?
De eso se trata, de Mónica.
Deja que te diga algo.
- Era sólo una amiga.
- Oye. ¿Y tu equipo?
Me importa un pepino.
Zahara vendrá por él.
Esto no ha terminado.
¿Así llegaron los aretes al cuarto?
¿Quién deja aretes
cuando comete un homicidio?
Quizá el homicidio
no era la primera opción.
Los jurados quieren casos lógicos,
y también los votantes.
No sé si éste es el caso que te llevará
a ser el fiscal de distrito.
No me has convencido.
¿La convenció a Ud., Sra. Mass?
Los delincuentes no votan.
Son suposiciones
sobre puras tonterías...
y eso me deja claro,
como le dejará claro a un jurado...
que, Dwight, no tienen pruebas.
Y ustedes tienen 15 minutos
para terminar con esto...
y luego saldré
y le diré a la prensa...
que acusé a la sospechosa principal
de homicidio...
con una confesión o sin ella.
Quince minutos.
¿Qué crees que hubiera pasado
si Dutch no hubiera llegado?
Esa mujer siempre me mira fijamente.
- Me pone los pelos de punta.
- Problemas. Problemas.
Hola, Charlotte. ¿Cómo estás?
Sé algo sobre tu esposo.
- ¿Qué cosa exactamente?
- Algo que tú deberías saber.
¿De qué hablas, Charlotte?
- El Hotel Loews. Ve ahora.
- ¿Qué es esto?
La habitación 3118.
Por favor, ten cuidado.
Podría ser muy peligroso. Estás lidiando
con alguien que puede ser irracional.
Espera un segundo. ¿Dutch?
- ¿Cuán bien conoces a mi esposo?
- No hablo de tu esposo.
Lo lamento. Sólo creo
que necesitas enterarte.
- ¿Qué carambas?
- ¡Charlotte!
¡Que se vaya! No sabes
en qué te estás metiendo. La oíste.
¡Val, no me estás haciendo caso!
Escúchame. Sé lo que digo.
Mira. Esta cicatriz es de cuando entré
y encontré a mi esposo con otra mujer.
Se puso feo. Muy feo.
No lo sabes.
Podría estar ahí
con una prostituta loca.
Zahara, por favor, bájate de mi auto.
Esto es entre mi esposo y yo,
y yo me encargaré de ello.
Si no dejarás que vaya contigo,
te vas a llevar esto.
Tienes que protegerte, Val.
No estamos en el cielo, nena.
Hay gente loca.
Meterás esto en tu bolso...
o iré contigo.
¡Tómala! O iré contigo.
Gracias.
Si pasa algo, llámame, ¿me oyes?
- Bueno, claro.
- Bien.
Contrólate, ¿de acuerdo?
Todo estará bien.
¿Te encuentras bien?
- Hola.
- ¿Qué se le ofrece?
¿Dutch Mass está hospedado aquí?
- ¿Dutch Mass? Déjeme ver.
- Sí.
No, no veo ese nombre.
Gracias.
Ah, espere. Hay un Dr. Dutch Mass.
¿Quiere que llame a su habitación?
No, gracias. No, gracias.
Piso treinta y uno.
¿Qué se le ofrece?
- ¿La habitación 3118?
- Sí.
Al final del pasillo.
Te extrañé.
Te extrañé.
Justo ahí. Ah, sí.
Te extrañé mucho.
Justo ahí.
- Has estado haciendo ejercicio, ¿eh?
- Sí.
Has estado haciendo ejercicio.
Puedo sentirlo.
Lo lamento.
Lo lamento. Nena, lo lamento.
Lo lamento.
Val, puedo explicarte.
¡Dios, Val!
Val, puedo explicarte.
¡Val! Oye, lo lamento.
Val, espera.
¡Val, tienes que darme la oportunidad!
¡Dame la oportunidad!
¡Dame la oportunidad de explicarte!
Val, espera. ¡Lo lamento!
No, no, no. Espera.
No. Espera. Por favor.
¡Espera!
Esta puerta está cerrada.
Escucha. Val, escúchame.
Val, no es lo que piensas.
Val, escúchame.
Por favor. Por favor, Val.
Nena. Basta.
Por favor, Val. Basta.
Escúchame.
Ven.
¿Hay algún problema? ¿Señora?
Señor. Señor.
- Debe soltarla. Calma, señor.
- No me haga llamar a la policía.
Oye, Val. ¡Oye, Val!
¡Oigan, es mi esposa!
¡Suéltenme!
¿Cómo estuvo la reunión de la iglesia,
Sra. Mass?
¿Se encuentra bien? Sra. Mass.
Sra. Mass, ¿puedo hacer algo?
Sra. Mass, ¿puedo hacer algo?
¡Sra. Mass!
Explíqueme...
cómo fue que entró en esa habitación
con un arma cargada...
vio a su esposo en esa situación,
y no pasó nada.
¿No pasó nada?
¿No pasó nada?
Detective Hicks...
lo que pasó fue que mi vida terminó.
Todo aquello en lo que creía... murió.
Mi futuro, mi familia...
mi fe, mi esperanza...
murieron en ese momento.
¿Puede quedarse ahí sentado
y decirme...
que no pasó nada?
¿Y ésa fue la última vez
que vio esa arma?
Sí.
Adelante.
Se nos acaba el tiempo.
Nos vemos en el vestíbulo.
- Cinco minutos.
- Entendido.
¿Cuándo vio a su esposo o a Ryan
después de lo del hotel?
¿Qué haces aquí?
¿Qué haces aquí?
Te tengo una pregunta.
Y quiero que respondas con sinceridad.
Lo lamento muchísimo.
Lo lamento, nena.
¿Usaste protección?
¿Siempre?
¿Siempre?
Espera. Espera. Lo lamento.
¡Por favor!
¡Papá! ¡Basta!
¡Haz que pare!
- ¡Lo lamento!
- ¡Mamá, basta! ¡No! Por favor.
- ¡Basta!
- ¡Sal de aquí!
- Ve a tu cuarto, mi cielo.
- ¡Sal de aquí! ¡Sal de aquí!
- Ven, Nicole. ¡Ven, Nicole!
- ¡Papá! ¡Papá!
¡Ve a tu cuarto!
Val, abre.
Val, ¿te encuentras bien?
¿Qué ocurre?
¿Cuándo empezaste a beber?
¿Quién está cuidando a Nicole?
La niñera la llevó al centro comercial
para que yo tuviera un poco de paz.
Val, tienes que dejar de intentar
hacerte daño.
Por favor, por favor, déjenme en paz.
- ¿Qué? ¿En paz con tu alcohol?
- Sí.
¿Ves? Perdiste la razón.
No vamos a dejarte en paz
hasta que salgas de este cuarto.
Tienes una hija que criar
y una vida que vivir.
- Lo sé.
- Esto no es culpa tuya.
Es que en este momento
no puedo soportar más.
- ¿Está bien?
- Bien.
Sra. Mass,
hará que me ponga violento.
Eso significa que le arrancaré
la peluca de la cabeza.
No uso peluca.
Vas a necesitar una cuando acabe
contigo, ¿de acuerdo?
¿De acuerdo?
Oye. Ponte el abrigo.
Vamos por algo de comer, ¿te parece?
CAFETERÍA
En serio, nunca vi a Ryan así.
Y mi "gaydar" no me falla.
Siempre sospeché
de Ryan "el Secreto" Chambers.
¿Por qué Dutch no dijo que era bisexual?
Porque no es necesariamente bisexual
ni gay, al menos, no si se lo preguntas.
Sólo le gusta tener sexo con hombres
en secreto.
¿Cuánto tiempo te habrías quedado
con Dutch de saber...
que le gustaban los hombres?
Una cita, media cita.
¿Cómo reaccionarían
los heterosexuales si lo supieran?
¿Y su consultorio?
Esto no es fácil.
No sientas que eres la única mujer
que ha vivido esto.
- No es tan raro.
- Sé que eso es cierto.
Hay muchos a los que les gusta
de las dos formas.
Fíjate en el papá
con su esposa y dos hijos.
- Vuelvo enseguida.
- ¿Están listos para pedir?
- Su esposa está ahí.
- Justo ahí.
- Oye, el polvo aquí es una locura.
- ¿En serio?
A decir verdad,
creo que tienes algo en el ojo.
- ¿En serio?
- Sí, deja que te lo saque.
Hola, papá.
Hola, hijo. ¿Por qué no vienes
a lavarte las manos?
- No me digas que lo hiciste.
- No es mi tipo.
Perdón, muchachos, pero...
Están arriba.
Hola, pastor Dunn, hermana Dunn.
¿Qué hacen aquí?
Se nos ocurrió poner
algunas cosas en orden.
Nada de abrazos. Nada de sermones.
Alguien me contó un relato
de una ciega...
que se odiaba sólo porque era ciega.
Odiaba a todos,
salvo a su novio cariñoso.
Siempre la apoyaba. Ella decía
que si sólo pudiera ver el mundo...
se casaría con su novio.
Un día, alguien le donó un par de ojos.
Entonces, pudo verlo todo,
también a su novio.
Él le preguntó:
"Ahora que puedes ver el mundo...
¿quieres casarte conmigo?".
La chica quedó impresionada
al ver que él también era ciego...
y se negó a casarse con él.
Su novio se alejó llorando.
Y luego le escribió una carta
a ella que decía:
"Sólo cuida mis ojos, mi amor".
¿Quién se supone que soy yo?
¿La ciega?
- Fuiste la ciega.
- ¿Una ciega puede tomarse un trago?
No me sermonee. Ya me salvaron.
Soy una mujer salvada.
He orado y orado.
¿Ve estas cicatrices en mis rodillas?
Son por orar.
En cuanto empiezas a lamentarte
de tu suerte, renuncias a tu poder.
¿Cuál poder?
Dios no me está haciendo caso.
Deja de darle la gloria a Satán.
He sido todo lo que Dios
me ha pedido que sea.
He sido una buena esposa.
He sido una buena madre.
Todos los domingos me aseguro
de estar en la iglesia de alguien.
Y llevo a mi familia.
Me guardé para mi esposo.
Guardé mi cuerpo para mi esposo.
Yjamás...
de los jamases he pensado
en serle infiel.
E hice esas cosas no sólo porque amaba
a Dutch, sino porque amaba a Dios.
¿Crees que eres la primera mujer
a la que su esposo traiciona?
No sólo me traicionó mi esposo.
Me traicionó Dios.
Dios no te traicionó, nena. Como
cristianos, todos cargamos una cruz.
Jesucristo carga la cruz.
¿Harás que la cargue solo?
Era un hombre.
¡Era un hombre!
Hubiera sido otra cosa
si hubiera sido una mujer.
¡Podría hacer algo al respecto!
¡Podría competir!
¡Arreglarme, lucir bella para él,
hacerme hermosa para él!
Pero ¡él quiere a un hombre!
¡A un hombre!
En nombre de Jesucristo, Valerie.
Las mujeres que tuvieron que soportar
la congoja, el dolor, la esclavitud...
no lo hicieron
para que llegara a esto.
Ponte de pie, Valerie.
Porque alguien te está observando.
Tu hija te está observando.
Y lo importante
no es la traición, Valerie.
Es la lección que aprendes de ella.
- No puedo.
- Sí, sí puedes, Valerie.
- Por favor, déjeme en paz. ¡Por favor!
- Levántate, Valerie.
Dale la gloria a Dios. ¡Levántate!
Recupera tu poder.
Mamá, ¿te encuentras bien?
Dios te ama.
Sí, nena, mamá está bien.
¿Recuerdas lo que me dijiste
que hiciera diariamente?
Anda, mamá.
"El Señor es mi pastor. Nada me falta.
En verdes pastos me hace descansar.
Me infunde nuevas fuerzas.
Me guía por sendas de justicia...
por amor a Su nombre.
Aun si voy...
por valles tenebrosos...
no temo peligro alguno...
porque Tú estás a mi lado.
Tu vara y cayado...
me infunden aliento.
Dispones ante mí un banquete...
en presencia de mis enemigos.
Has ungido con perfume mi cabeza.
Has llenado mi copa a rebosar.
La bondad y el amor me seguirán
todos los días de mi vida...
y en la casa del Señor
habitaré para siempre".
- ¿Su esposo se acuesta con hombres?
- No.
¡Señor, Señor, Señor, Señor!
Sra. Honeycomb, seamos conscientes.
Sé que no debería decirlo,
pero yo hubiera degollado al mentiroso.
- Perdón, pero lo habría hecho.
- Greg, no es mi intención ofenderte...
pero creo que todos los gais cochinos...
que tienen "queso" con hombres traen...
la enfermedad del homosexual blanco
a nuestra comunidad.
Propagan el sida y no le dicen a nadie.
Es un pecado y una lástima. Y tenía
que desahogarme o iba a explotar.
- Hermana Honeycomb...
- La interrumpes.
Temo por mis hijas.
Temo por mis nietas.
Señor, temo por todas ellas
y lo lamento.
Pero es culpa de ustedes
con todos sus secretos y enfermedades.
- ¿Qué está diciendo sobre mi hijo?
- ¡Señoras!
En primer lugar, no es "queso",
es "sexo".
Da igual.
En segundo lugar, soy homosexual
y me enorgullezco de ello...
porque no le guardo ningún secreto
a nadie. Créanme.
Es imposible que alguna mujer
me saque algo a mí.
- No se trata de eso.
- Claro que no.
No condono lo que hacen esos hombres.
Opino como ustedes.
Pero siendo realistas,
¿pueden esperar que alguien...
confiese algo o se destape...
si sabe que así lo van a recibir...
que así lo van a tratar?
¿Y el modo en el que tratan
a nuestras hijas y nietas?
¡No tocaré a sus hijas
ni a sus nietas!
Mi hijo podrá ser gay,
pero lo quiero y él me quiere.
- ¿De qué habla?
- ¿Qué quiere decir? Hablo de mi hijo.
Estábamos hablando de Greg.
Creí que debíamos estar hablando
de los problemas de Val.
Correcto, señoras. Se supone que debemos
estar hablando de los problemas de Val.
Todos estamos hablando
de los problemas de Val. ¿Verdad, Val?
- Pues, yo...
- Claro que sí.
- Padre Celestial.
- Escuchen.
Los hombres que tienen sexo con otros
son sólo parte del problema.
Una parte considerable, digo yo.
¿En serio? ¿Y la prostitución?
¿Compartir las jeringas con drogas?
¿Los heterosexuales que van a Brasil...
en viajes de negocios
y les traen el VI H y...
otras cosas a sus esposas
y a sus novias?
- Todos somos culpables de algo.
- Así es.
Y, por cierto, amo a Dios
tanto como ustedes.
- Pero ¿Él te ama a ti?
- Hermana Honeycomb.
Miren. Dios nos ama a mí y a mi hijo.
- ¿Podría callarse?
- ¿A quién está callando?
Sra. Persons,
¿quiere sentarse, por favor?
- Estamos en la casa del Señor.
- Sí.
Ahora, todos miremos a Dios
y oremos juntos...
para que ayude a Val a través
de esta prueba terrible y la sane.
Tomé monos de las manos
e inclinemos la cabeza.
- Sí.
- ¿Cómo supiste lo de mi esposo?
Yo ya viví lo que tú estás viviendo.
Mi esposo tiene sexo con hombres...
pero como es un artista famoso...
la gente es más flexible con él.
- Eres la esposa de Ryan.
- Estamos separados.
Ya no hay nada entre nosotros.
Bueno, sólo quiero darte las gracias.
Muchísimas gracias.
No sé cómo te lo pagaré.
¿Qué cosa?
Que me hayas abierto los ojos.
Fue difícil averiguar que mi matrimonio
ha sido una mentira durante tantos años.
Pero cuando no conoces la verdad,
no puedes decidir.
Lo importante
que debes recordar, Val, es...
que ellos no pueden ganar
si dicen la verdad...
y nosotras no podemos perder
si decimos la verdad.
¿Qué hay, nene?
¿Vas a volver conmigo? ¿Eso es?
No. También terminaré contigo, Kevin.
Entonces, ¿eres una cabra
que ya no tirará al monte...
porque ya no quieres ser una cabra?
- Te gusta el sexo con hombres. Volverás.
- ¿Sí?
- Quieres el oro y el moro.
- Ajá.
- Tu matrimonio lo prueba.
- Creo que tu matrimonio lo prueba.
Mónica y yo nos organizamos.
Tenemos un arreglo.
- Es lo que se llama "arreglo".
- Ah, arreglo.
Te dije que necesitas
contárselo a tu chica Val.
- En verdad.
- ¿Qué haces?
- Te enderezo la corbata. Me gusta.
- ¿Qué haces?
Hazlo desde lejos. ¿Qué haces?
- No estoy jugando.
- Yo no estoy jugando.
Se acabó.
Ah, bueno. Se acabó.
¿Te vas a ir así nada más?
Estaré aquí cuando regreses,
nene, porque Kevin sabe quién es.
Todos saben quién es Kevin.
Yo soy libre. Kevin es libre.
Porque te gusta el sexo con hombres.
Adelante.
¿Vas a dejar de ir al monte?
¡No puedes hacer eso!
¡Eres una cabra, nene!
¡Mírelo! ¡Mírelo! ¡Es un marica!
¡Es un vago de primera!
Mariquita.
Que me lo cuentes después de que
te sorprendí no significa mucho.
Sí, pero ahora ya no hay secretos
entre nosotros.
Te quiero, Val. Debemos estar juntos.
No quiero que te vayas.
¿Crees que puedes vivir una vida doble
y que luego todo desaparezca?
¿Por qué, Dutch? ¿Por qué crees eso?
- ¿Porque estás llorando?
- Puedo cambiar.
Val, puedo cambiar. Lo juro.
- Juro por Dios que puedo cambiar.
- Lo siento, Dutch.
Presenté la demanda de divorcio.
¿Esto me saco?
¿Esto me saco por ser sincero?
No puedo soportar la idea de perderte
a ti y a Nicole. Te necesito.
- Nena, no puedes abandonarme.
- Tú me abandonaste...
una y otra y otra vez.
Reconózcalo. Debió haber odiado...
tanto a Dutch como a Ryan.
- Yo los habría odiado.
- ¿Odiarlos?
Yo no diría "odiar". Yo no diría eso.
¿Después de una traición como ésa?
Sé que es una buena cristiana
y todo eso.
- Pero un jurado no podrá creer...
- Detective.
Le aseguro que en ese jurado...
habrá algunos buenos cristianos
que le creerán.
Se acabó el tiempo.
- Falta poco que contar.
- Que sea rápido.
Ryan Chambers y todo eso...
no significó nada para mí.
Juro por Dios que no significó nada.
No significó nada para mí.
Qué buen actor eres. Te sentaste
y me dijiste las mismas cosas a mí.
Te sentaste en mi mesa.
Pero donde ella estaba sentada.
- Me voy.
- Siéntate.
- Quítame las manos de encima.
- ¡No toques a mi esposa!
- ¿Quién te crees?
- Mira eso.
- No vuelvas a tocarme.
- Él me usó.
- Vete. Esto es entre ella y yo.
- Nos mentiste.
- Usaste a todos.
- Tenemos una emergencia.
- Buenas noches.
- Sólo vete.
- Te daré un consejo.
- ¡Suéltala!
Puedes decirles a los tabloides que
Ryan Chambers es seropositivo, reina.
- ¿Qué dijiste?
- ¿Perdiste la razón?
Espera. Basta.
¿Qué dijiste?
Ryan Chambers es seropositivo.
¿Qué has hecho?
¿Qué me hiciste?
¿Qué me hiciste? ¿Qué me hiciste?
Adiós, cariño. Felices fiestas.
Te extrañaremos, cariño.
¡Te odio!
- ¡Te odio!
- ¡Oiga! ¡Oiga, señor!
- Te mataré. Te odio.
- ¡Bájelo! ¡Suelte el cuchillo!
- Yo te quiero y tú me quieres.
- Tú te quieres a ti mismo.
- ¡Te odio!
- Suelte el arma y retírese.
¡Ahora!
¡Dije que lo soltara!
Te quiero.
¡Vete al infierno!
Dios no te quiere.
Descuide, Sr. Chambers.
Tenemos todo bajo control.
Arderás en el infierno por esto.
Arderás en el infierno por esto, Ryan.
- ¡Calma!
- ¡Arderás en el infierno por esto!
¡Vamos! ¡Le dije que se calmara!
¡Arderás en el infierno por esto!
- Vamos.
- ¡Vete al infierno!
Qué lindura.
¡Abran la puerta!
Pagaron su fianza.
- ¿Quién?
- Salga.
¡Vamos!
Gracias por pagar mi fianza, papá.
Es verdad, ¿no?
Pusiste a tu familia en peligro.
Uno no debe poner...
a su familia en peligro.
Papá...
Los hombres Mass no hacen eso.
Traté de decírtelo...
Traté de decírtelo.
¡Estabas muy orgulloso de mí!
¡Ladrón! Me robaste a mi nieta,
mi familia, mi vida.
Me arrebataste cada una
de las cosas que...
Traté de decírtelo.
Muchas veces.
Escúchame.
Así soy.
Así es Dutch.
No soy tu hijo perfecto.
¡No puedo ser como tú quieres que sea!
Así es Dutch. Así es Dutch. Así soy.
¡Así soy!
¡Así soy!
No sé por qué estoy aquí.
Entonces, arrodíllate y no te levantes
hasta que encuentres la respuesta.
¿Me está juzgando?
¿Qué pasó con: " No juzgues
para que no te juzguen"?
¿Qué pasó con eso?
No te estoy juzgando, muchacho.
Tengo una pregunta. ¿Dices
que lo que hiciste estuvo bien?
No. No digo que haya hecho bien.
Pero quizá hice mi mayor esfuerzo.
¿Eso crees?
¿Piensas que el Señor te va a creer eso?
Es cruel y egoísta llevarles
una posible sentencia de muerte...
a los que dices querer
a cambio de unos momentos...
de lujuria y de placer.
¿Cree que no lo sé?
Sí, soy un cobarde...
y tengo miedo.
Pero ¿qué habría ocurrido
si hubiera sido sincero?
Me habrían llamado pecador.
Homosexual. Marica.
¿Sabe lo hipócrita que es eso...
cuando mira a sus fieles
que tienen sexo con otros?
¿Dices que la imperfección
de los pecadores de mi iglesia...
es el motivo por el que traicionaste
a tu esposa y a tu hijo?
Estoy acostumbrado
a que la gente me mienta, muchacho.
Tú te mientes a ti mismo.
Eso es lo peor.
Sabemos que si hubiera sido sincero,
lo habría perdido todo.
Odio informártelo, muchacho,
pero lo perdiste todo.
- Salvo...
- ¿Salvo qué?
La redención.
Dios no es rencoroso.
Sus manos siempre están extendidas...
aunque vayamos
sobre los carros de la gracia...
o estemos aplastados
debajo de las ruedas.
Ahí está. Está ahí esperándote.
Cuanto más tiempo esperes,
más difícil será.
Pero tienes que llamarlo.
Sólo llámalo, muchacho.
Llámalo ahora.
Número 16. Número 16.
- Hola.
- Hola.
Vengo a hacerme la prueba.
Tome este número y alguien
la atenderá muy pronto.
- Gracias.
- De nada.
Número 17.
Número 18.
Sra. Valerie Mass, se le acabó el tiempo
y retiramos la oferta.
- ¿De qué hablas?
- Se le acusa de homicidio premeditado.
¿Estás loco? Valerie,
la sacaré de aquí en un santiamén.
- Soy inocente.
- Sé que no te importa...
la culpabilidad ni la inocencia de ella.
- Quítate.
- Falta mucho para la condena...
fiscal adjunto.
¿Y dónde crees que estarás
cuando te salga el tiro por la culata?
La elección habrá terminado
para entonces.
Valerie Mass.
Número 225.
Señoras y señores de la prensa,
me gustaría...
Disculpe.
Lo lamento. Pospondremos
la conferencia de prensa...
para dentro de aproximadamente
cinco minutos.
- Sigue siendo una noticia.
- ¿Puede decirnos qué pasó?
Será mejor que valga la pena.
¿Qué contiene ese DVD exactamente?
Sólo lo vi durante unos segundos
y ya sé...
que no puede ir a la conferencia
de prensa sin ver esto.
Lo entregaron en la recepción
para Valerie Mass.
- ¿De parte de quién?
- " Para Valerie Mass.
Un regalo de mi parte y de mi ex.
Charlotte Chambers".
- Habla.
- ¿Qué quieres que diga?
Soy quien soy.
O si están viendo esto: quien era.
¿Qué es esto?
Empieza a parecer
la confesión que Ud. quería.
Mi muerte, como mi vida,
será espectacular.
¿Qué hacer cuando alguien
de confianza nos da un regalo?
Una enfermedad, sin avisar.
No pueden culparme
por querer compartir el regalo.
Sí, lo lamento.
Pero ¿quién lamenta mi suerte?
A aquéllos de ustedes a los que
llegué a herir, ¿qué puedo decirles?
Tengan más cuidado.
Uno nunca sabe dónde está el coco.
Y los que quieran juzgar,
diablos, no es culpa mía.
Quieren que los hombres como nosotros
seamos abiertos y sinceros...
para poder humillarnos
y condenarnos públicamente.
Podré ser cobarde,
pero no soy tonto.
Nunca dejaré que me traten así. ¡Nunca!
Haré el papel del monstruo.
Y soy igual que ustedes.
Nunca creí que me pasaría a mí.
Y, sí...
el coco sí existe.
Te daré la oportunidad
que tú me negaste.
Bravo.
- Gracias, detective.
- "Capitán" estaría mejor.
Capitán.
Pues, me complace anunciar
que después de una investigación...
enérgica y meticulosa...
mi departamento liberó
a una inocente...
a la que acusaron falsamente
de homicidio premeditado.
A pesar de mi ambición política...
Venga a nos Tu Reino. Hágase Tu voluntad
así en la Tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día...
y perdona nuestras ofensas...
así como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación...
Para todos nosotros hay luz.
Pero la pasión...
sin la responsabilidad...
no sólo es un acto autodestructivo...
sino es como la piedra impía
de la ignorancia...
que cae en el estanque rizado
de la tragedia.
Hoy en día, en esta época...
puede destruir a los que más queremos.
El suicidio de Charlotte
no la alejará de Dios.
Gracias.
Si un hombre no busca la humildad...
la humildad buscará al hombre.
SE VENDE
Gracias por venir.
¿Te encuentras bien?
Será bueno regresar a casa...
y administrar mi propio estudio.
Sólo quiero que sepas...
que nada de esto es culpa tuya.
No pudiste haber hecho nada...
que hubiera cambiado las cosas.
Me hicieron análisis y...
no encontraron nada.
Tampoco en los míos.
- Val, te dije...
- ¿Sabes? Me carcome una duda.
¿Fui la amiga que necesitabas que fuera?
¿Fui la esposa
que necesitabas que fuera?
¿Fui la cristiana que necesitabas
que fuera?
¿Y... pudiste haber parado?
¿Sí?
No lo sé.
Te quiero, Dutch.
Pero ya no puedo... confiar en ti.
- ¡Papá!
- Hola, mi cielo.
Te quiero.
Yo te quiero más.
Mi niña hermosa.
- Pórtate bien. ¿De acuerdo?
- Bien.
Bien, ve con tu mamá.
Muy bien.
Te quiero, hijo.
¡PAPÁ, NO ME OLVIDES!
¿Está enseñando la casa?
Ahora no. El agente inmobiliario
estará aquí mañana.
¿Por qué no vuelve entonces?
¿Oíste, nena?
Quizá encontramos
la casa de nuestros sueños.
Oiga, ¿le molesta
si echo un vistazo en el interior?
Hay polvo por aquí.
Parece que tiene algo en el ojo.
¿Qué dijo?
Creo que tiene algo en el ojo.
¿Quiere que se lo saque?
Oigan.
Regresaremos a verla otro día,
¿de acuerdo?