Tip:
Highlight text to annotate it
X
Hola. Permítanme que me presente.
Soy Jackie Mulchen,
el productor ejecutivo
de todas las películas de Paramount.
Antes de que vean ésta,
me gustaría explicarles una cosa.
No van a ver
una película corriente y moliente,
de esas con las que disfruta
el público últimamente.
Resulta muy sencillo hacer una película
donde haya amor, emociones y lágrimas.
También podríamos hacer
una película espacial...
...violenta...
...o de terror,
que gustan en todo el mundo.
Pero hemos querido hacer
lo que van a ver.
Una película para divertirse.
Difiere un poco del resto,
ya que no tiene trama ni argumento.
Como lo oyen. Ni trama ni argumento.
De hecho, se trata de una serie
de secuencias ridículas.
O, si lo prefieren, un diario visual
de unas semanas
en la vida de un loco de remate.
Se partirán de risa.
Ponedla. Que la vean. ¡Ponedla!
Les habla Walter Winchell
desde la Miami Beach nocturna.
Aquí, las noches son idénticas
que en el resto del mundo.
No brilla el Sol.
La misma Miami Beach, pero de día.
Se está despertando
y se sacude la arena.
Otro día más
se engalana para los turistas,
en un día que no podría empezar
sin la gente que ofrece los servicios
necesarios para que el visitante
quede satisfecho.
La gente que sirve
es la auténtica piedra angular,
la gente que sirve y trabaja
para que ustedes paguen...
... digo, para que disfruten.
Compañía... ¡alto!
Tenemos chefs, sirvientas,
recepcionistas, azafatas,
camareros, porteros,
barmans, camareras,
músicos y artistas.
Pero estos hombres son
los héroes olvidados de un hotel,
los hombres que no tienen
un cometido fijo.
Les llaman día y noche
para cualquier tarea,
desde hacer eructar a un bebé
a pasear al perro.
A estos hombres
casi siempre se les piden
tareas que van más allá
de lo que exige el deber.
Sí, señoras y señores,
les llamo hombres,
pero todos llaman... al botones.
El botones
Cuando los botones rompen filas,
todos saben adónde ir y qué hacer.
Bueno, casi todos.
¿Cómo está usted?
Stanley, sácalo todo del maletero.
George, échame una mano.
Diga. Diga.
Hola, Sr. Hartman. ¿Cómo está?
- Sí...
- Necesito a dos botones...
Sí, tenemos sus baúles.
No le oigo muy bien.
¿Qué ha dicho?
Sí, por supuesto.
Tenemos unas habitaciones preciosas.
Seguro que serán de su agrado.
Esperamos ansiosos su visita.
Gracias. Adiós.
- Soy el Sr. Carter y tengo una reserva.
- Haga el favor de firmar aquí.
Nos complace hospedarle otra vez.
Por desgracia, no me quedaré mucho.
Son unas vacaciones relámpago.
Que disfrute de su estancia.
¡Botones!
El Sr. Carter tiene la habitación 625.
Que disfrute de su estancia,
Srta. Winkly.
¡Botones!
La Srta. Winkly tiene la habitación 626.
Cuánto me alegra verla, Sra. Hartong.
Permítame que la ayude.
Ha tenido suerte.
Hace un tiempo magnífico, Sra. Hartong.
Eso es. Poco a poco.
Ya está.
Botones, abre la maleta
y cuelga la ropa en el armario.
Vaya, la Sra. Hartong
nos visita de nuevo.
Espero que no esté haciendo régimen.
No se preocupe.
Pondremos todo de nuestra parte.
Pero tendrá que dejar los dulces.
- Lo sé, lo sé.
- Perfecto.
La llave de la habitación 988
para la Sra. Hartong.
Le encantará la nueva ala, Sra. Hartong.
FEBRERO
Quisiera dejar mi dirección.
Desde luego.
Las dos semanas han volado,
Sra. Hartong.
Ni que lo diga.
- Está preciosa.
- Gracias.
Porque no probó los dulces.
- Adiós, Sr. Novak, y gracias.
- Adiós.
Mueve ese coche.
Apárcalo, eso es.
¡Ahora mueve el otro!
Vaya día llevo.
Sra. Hartong, no la había reconocido.
Está de escándalo. Digo, fantástica.
Gracias, Carl.
¿Ha llegado el coche de mi tío?
Aún no, Sra. Hartong.
Voy a preguntarlo.
Gracias.
La Sra. Hartong está aquí.
Sra. Hartong, su tío le pide que espere.
Llegará dentro de 20 minutos.
- De acuerdo, esperaré.
- Muy bien.
La Sra. Hartong dice que esperará.
Gracias.
- ¿Quiere sentarse?
- Gracias.
PARA UNA HUÉSPED ESPECIAL,
DE STANLEY EL BOTONES
Stanley, llevas 40 minutos con eso.
A ver si acabas ya.
No me importa que eches una mano,
pero llevas aquí más de una hora.
Vuelve al puesto de botones.
¡Marchando!
¡Stanley!
- No lo entiendo.
- ¿Qué?
Ese chico adora su trabajo.
ESTA NOCHE
GRAN PELÍCULA DE HOLLYWOOD
Ya que has terminado, sé bueno y...
Eso sería mucho pedir.
Para que no metas la pata,
coloca las sillas para la película de hoy.
Stanley, no me repliques.
Andando, andando.
¿Qué ocurre?
Nunca te había visto reír tanto.
Stanley está colocando las sillas.
¿Él solito?
¿Cuánto tiempo lleva?
Acabo de enviarlo.
Tardará dos o tres días.
- Vamos a ver.
- Vale.
Sí que es rápido.
Sr. Novak, estoy como un flan.
Nunca había visto a una estrella de cine.
Que lo disfrute.
Es Jerry Lewis.
De pequeño,
mi madre me llevaba a verlo.
Llegará de un momento a otro.
Que todas las habitaciones
estén como él pidió.
Haga lo que haga, sea amable.
Ya llega. Todos a sus puestos.
- Nada de autógrafos.
- Apártense, amigos.
Apártense. Nada de autógrafos.
Tranquilos. Tranquilos. Tranquilos.
- ¿Ahí tienen el registro?
- Sí, señor. Por aquí.
Tranquilos. ¡Tranquilos!
Tranquilos. Atrás. Tranquilos.
Tranquilos. ¡Tranquilos!
Deje el cepillito.
Llevamos juntos mucho tiempo.
Os he pedido muchas cosas
y me habéis ayudado.
Os pido que os tranquilicéis.
No empujéis ni arremetáis, tranquilos.
Somos adultos y espero
que os portéis como tales.
Tranquilos. Jamás os lo había pedido,
pero os lo pido ahora, por las buenas,
¡tranquilos!
Me habéis puesto de los nervios.
Dadme un cigarrillo.
- Gracias. ¿Fuego?
- Sí, señor.
Ya está. Ya está. ¡Ya está!
Tranquilos.
Deje ya el cepillito.
Otro cigarrillo, por favor.
Me lo fumaré apagado.
Sr. Lewis, nos emociona
que actúe en el Fontainebleau.
Aunque ya estamos acostumbrados.
Hemos hospedado a grandes estrellas.
Descaminado Corrigan.
La madre Perkins.
Sin olvidar a la tía de Bill Holden.
La tía de Bill Holden. Sí.
Me gustaría, si no es mucha molestia,
que me diera mi habitación cuanto antes.
- ¿Ha tenido buen viaje?
- Perfecto.
Qué gracia tiene.
El hotel tiene una entrada privada.
La suite está aislada en el quinto piso.
Le encantará.
Me parece perfecto.
- Siempre te hace reír.
- Qué gracioso es.
Me gustaría tener privacidad.
La semana pasada
sufrí la triste pérdida de mi tía...
¡Ay, que me troncho!
¡Qué risa!
- ¿Desea registrarse, Sr. Lewis?
- Sí, y luego irme a mi habitación.
¡Ya está bien!
Necesito otra tarjeta.
No se preocupe.
Regístrese en su suite. Acompáñeme.
Muchas gracias. Yo...
¡Atrás, atrás!
¡Atrás!
Vamos a subir al ascensor en fila india,
como gente civilizada.
- Recordad, tranquilos. Leon...
- Sí, jefe.
- ¿Quiénes son ésos?
- Trabajan para usted.
¿Y el tipo del sombrero de paja?
Le dice quiénes somos nosotros.
Perfecto. No lo habría sabido.
Llevo a mucha gente.
Una habitación muy coqueta.
¿Y la cama? Vaya, es el ascensor.
Esperad, no empujéis.
Así, en fila india.
A la izquierda. Dejadme entrar.
A ver, dejadme un hueco.
Eso es.
Bájate, me estás pisando el pie...
Deje ya el cepillito.
Perdóname, Ben.
Es que son muy acaparadores.
Sé que se necesitan varios ayudantes.
Yo tengo un peluquero,
un jardinero y gente que me ayuda.
Cuando actúo,
intento darlo todo en el escenario.
Para eso, necesito estar a gusto
y esta gente me cuida...
Tire el cepillito ya.
- ¿Piensas lo mismo que yo?
- Sí.
Pero no podría haber
dos iguales, ¿verdad?
Stanley no podría ser
como Clark Kent, ¿verdad?
No digas tonterías.
Pero podría ser como Lamont Cranston.
Jefe de botones.
¿Que no? Lo siento, señor.
Enseguida, señor.
Botones.
Sube esa maleta marrón
al séquito de Lewis. ¡Marchando!
Stanley, ¡marchando!
- Aquí tiene.
- A mí, Sr. Berle.
Claro, señora.
Hay muchos cazadores de autógrafos.
Sr. Berle, mi hija pequeña canta.
Canta siempre que vienen
los vecinos. ¿Qué hago?
Múdese.
Entrégale esto a Milton Berle enseguida.
- Gracias.
- No hay de qué.
- Por favor.
- Claro, jovencita.
Se parece a una chica
que conozco de Nueva York.
¿Ha estado...? Un momento, joven.
¿Ha venido con su madre?
No la acompaña su madre, ¿eh?
Que te esperes, hijo.
Tenga, jovencita.
¿Me haces un favor?
No interrumpas
a alguien que esté ocupado.
No me importa lo que tengas que decir.
No tienes modales ni educación.
No apartes la vista. Mírame.
Sé bueno y no interrumpas a la gente.
Serás un maleducado si interrumpes
a la gente cuando intenta...
Vaya, me traes un mensaje.
Lo siento, no lo sabía.
Toma una propina.
Milton.
Hola, Milt.
¿Qué ocurre?
- ¿Milty?
- No te lo creerías.
No te lo creerías.
Milton, ¿qué te ocurre?
- Mensaje para Jerry Lewis.
- Aquí.
- Sr. Lewis.
- Dígame.
Gracias.
¿Qué sucede, señor?
Nada. No lo creería ni lo entendería.
Este hotel está lleno de chiflados.
¡Firmes!
Vámonos.
- ¿Y Stanley?
- No lo sé.
- Íbamos a esperarle.
- Nos perderemos la primera carrera.
Las carreras empiezan dentro de nada.
Ya no estás de servicio.
- Luego nos lo cuentas. Vámonos.
- Ve a cambiarte.
Andando. Te esperamos fuera.
- ¿Y Stanley?
- Vete tú a saber.
- Vámonos.
- Ya vamos tarde.
¡Se ha dado prisa!
CANÓDROMO
¿Qué te parece, Herkie?
No me decido. ¿Y tú, Dave?
Lo estoy pensando.
Sonny, ¿cómo lo ves?
Pues no lo sé.
Parece que nuestro amigo Supermán
ha volado otra vez.
- ¿Dónde se ha metido?
- Estará haciendo una apuesta.
Pues yo os apuesto
a que está haciendo de las suyas.
Atención, por favor.
Atiéndanme un momento.
Por motivos de fuerza mayor,
debemos cancelar la primera carrera.
Lo sentimos mucho.
Apuesten en la segunda carrera.
Les reembolsaremos las apuestas
de la primera carrera. Gracias.
Vestuarios, ¿está Stanley ahí?
Vale, gracias.
¿Habéis visto a Stanley por la piscina?
De acuerdo, muchas gracias.
Cafetería, ¿habéis visto a Stanley?
¿Qué Stanley?
El único Stanley del mundo.
¿Le puedo ayudar, señor?
¡Botones! Stanley, quédate encargado.
Enseguida vuelvo.
¿Qué mosca os ha picado?
Ya habíais visto chicas guapas.
Hemos celebrado
más convenciones de modelos.
Mientras esas chicas estén en el hotel,
las trataréis como al resto de huéspedes.
Lo que hagáis en el trabajo
es asunto nuestro.
Y lo que hagáis fuera del trabajo
es asunto nuestro. No hagáis el tonto.
Recordad que ninguna chica
importa tanto.
O eso creo.
Sr. Novak, sabe que soy fiel
a este hotel y a usted.
Hago mi trabajo
y no le molesto con minucias.
Pero tengo que contarle
lo ocurrido hoy.
Cuando la convención llegó al hotel,
los botones estaban alineados
y, al ver a las modelos,
todos abrazaron a una chica.
Rompieron filas y cogieron a una chica.
Todos consiguieron una.
Menos yo,
y me parece una injusticia.
Mira que te lo digo, mira que te lo digo,
mira que te lo digo
y mira que te lo digo:
Deja de gastar dinero.
Dejaré de gastar dinero
cuando tú dejes de gastarlo.
No me digas cómo tengo que vivir.
Eso quisiera yo,
pero tengo que vivir contigo.
- ¡Ciérrala ya!
- ¿Que cierre qué?
- Tu bocaza.
- ¿Mi bocaza?
Si la midieras,
mi boca sería un agujerito
comparado con el túnel que tienes tú.
- Te lo has buscado.
- No le pegues a mi marido.
Jovencito, ¿quién te manda
meterte donde no te llaman?
¡Ni te atrevas! ¿Cómo te atreves?
Metomentodo, curiosón.
Métete en tus asuntos.
Vámonos, cariño.
No le hagas caso.
No sabe lo que dice.
¡Cielito mío!
Exijo que sus hombres
vayan arreglados y aseados
o se las verá conmigo.
No llevamos un gimnasio,
sino un hotel de lujo.
- ¿Lo entiende?
- Sí, señor.
- Se lo repito: Arreglados y aseados.
- Sí, señor.
El buen gusto, la ropa limpia,
la elegancia y la distinción son vitales.
Lleve esto a mi cabaña.
Jefe de botones.
Lo siento, pero tendrá que llamar
al servicio de habitaciones.
Compañía, ¡alto!
- ¡Vista a la izquierda!
- ¡A la izquierda!
Descanso de media hora.
¡De frente!
Jefe de botones.
Siéntate, que no hay nadie.
¿Te firmo un permiso o qué?
Siéntate y come.
¡Y cierra el pico!
Como iba diciendo,
cuando alguien se mete contigo
y sigue metiéndose contigo,
no durará mucho
para que siga metiéndose contigo.
- Bravo. ¡Bravo!
- Siempre tiene razón, jefe.
Recordad lo que os digo.
Decidle al Pistolas que se calme
o la situación se pondrá al rojo vivo.
Te equivocas. No vamos a ningún sitio
a base de golpes.
Las cosas ya no son como antes.
¿Por qué no te portas bien?
¿Por qué no me porto bien?
¡Porque no me da la gana!
Quiero ser como siempre: Malo.
Como dicen en la tele:
"Un bicho con malas pulgas".
Hacedme caso.
Agarrad al Pistolas
y metedle un balazo en el pecho.
Sacadle los sesos y mordedle la yugular.
Y recordad: Nada de violencia.
Este chico tiene cara de buena gente.
¿Quién tiene razón, yo o ellos?
¿Lo veis? La tengo yo.
Así me gusta.
Un muchacho con clase.
Esther, si no conseguimos
una habitación,
cogeré el primer avión
de vuelta a Nueva York por la mañana.
Tengo los pies destrozados.
Tú y tus ideas geniales.
No te lo reprocho, pero no tengo la culpa
de que no recibieran el telegrama.
Dottie, tengo una idea.
Tuve un noviete, Bob Clayton.
Trabaja como jefe de botones
y nos conseguirá una habitación.
Quédate tranquila.
Enseguida vuelvo, ¿vale?
¡Stanley!
Sus problemas ni me van ni me vienen.
Tengo un cargo
de mucha responsabilidad.
Me ocupo del transporte de este hotel.
Lo sé, pero...
Me importa un pimiento.
Vamos a dejarlo claro...
O hace lo que yo le digo o...
...puede venir aquí
y lo solucionamos en un santiamén.
Muchísimas gracias, señor.
- Sr. Novak, esa llamada...
- Tranquilo. Esto urge más.
Somos responsables
del comportamiento de los botones.
En todo momento,
debe procurar que se comporten
como corresponde a un hombre
que lleva el uniforme del Fontainebleau.
Cuente conmigo.
Los alejaré de los garitos de striptease
aunque sea lo último que haga.
Y ahora, amigos míos,
nos complace presentar
a un grupo alucinante: Los Novatos.
Buenas, paisanos. Una gran noche.
Os traigo una sorpresa.
Me he traído a unos parientes míos.
A mi derecha tengo a mi primo,
Risitas McCoy. Venga, Risitas.
Pardiez, me alegro de verte,
pedazo de tunante.
Rediez, tienes buena cara, Risitas.
Hazme el favor de dar un paso al frente.
Mira qué gente más simpática.
No tengas miedo.
Anda, da un paso al frente.
Hazme caso, Risitas.
Da un paso al frente y ponles...
- ¡Ah!
- Rediez.
Da un paso al frente.
No es mucho pedir, digo yo.
Da un pasito al frente
y ponles esa sonrisa tuya.
Tenemos a Zeke a la guitarra.
Va a coger esa guitarra
y vamos todos a bailar.
Va a coger la guitarra
y vamos todos a bailar...
Como os lo digo,
va a coger esa guitarra
y veréis cómo vamos todos a bailar.
Cogerá la guitarra y ¡a bailar se ha dicho!
Pues eso, va a coger esa guitarra,
la va a afinar
¡y todos a bailar, a bailar!
La cogerá y ¡a bailar, a bailar!
- Mira, intento...
- ¡Ah!
¿Qué pasa? Va a coger esa guitarra
¡y verás cómo te pones a bailar!
Vamos a tocar una canción
titulada "La fiesta de Alabama".
- ¿Listos?
- Listos.
¡Aquí llega la muñequita
que esperaban, Dulce Rock!
CENSURADO
No sabe cuánto lo lamento.
Tengo que ir a Nueva York
a presentar un programa.
Cálmese, Sr. Sedley, cálmese.
Y un cuerno. Voy a averiguar
quién me ha hecho esta calamidad.
Ha arruinado mi carrera.
COMEDOR DEL PERSONAL
Siéntate aquí, chaval.
Venga, siéntate. He acabado.
Hola, Stanley.
¡Eh, chicos!
Hay un tarado almorzando
en el fondo de la piscina. ¡Venid a ver!
Botones.
Stanley, ¿ves ese baúl?
Pues tráeme...
Stanley, no me has dejado
terminar la frase.
Si me hubieras escuchado,
habrías sabido que no quería el baúl.
Quería lo que había encima del baúl.
Si hubieras esperado,
habrías averiguado
que quería la sombrerera
que había encima del baúl.
Has salido pitando
antes de que te lo explicara.
Vuelve, pon el baúl en su sitio
y tráeme la sombrerera
que hay encima...
¡Stanley!
...que hay encima del baúl.
Vale, vete... ¡Stanley!
Gracias, Stanley.
¿Quieres un mordisco?
Está deliciosa.
Las mejores manzanas del mundo.
Te diré dónde se cogen.
Sales a la puerta... giras a la izquierda.
¿Seguro que no quieres...?
Qué manjar.
Madre, llevo aquí casi seis semanas
y me he pasado el tiempo
en el cine, sola
o sentada en la piscina.
¿Qué, madre?
No, no hay ningún joven simpático
con el que quiera salir.
Sólo quieren mi dinero
o conducir mi Rolls-Royce.
Hasta que encuentre a una persona
amable, callada y modesta
que se fije en mí
en lugar de en mis millones,
tendré que ir al cine.
Ya lo sabes, madre,
nada entretiene más que el cine.
Saluda a toda Australia de mi parte.
Madre, que te mejores.
Te llamo dentro de diez minutos.
Adiós.
¿Dónde estabas cuando te necesitaba?
Suelta la maleta.
¿Cómo es posible que la suite
de los Sres. Manville no esté lista?
- Lo siento.
- ¿Dónde están?
Ahí sentados, señor.
Sres. Manville, lamento que la suite
no estuviera lista a su llegada.
No se preocupe, Sr. Novak.
Esperaremos, pero no mucho más.
Eso lo dirás tú.
Me muero de ganas de abrir los regalos.
Aguarden un poco más.
Tendrán la suite dentro de media hora.
¿No podría dárnosla
dentro de 15 minutos?
Lo comprobaré, Sra. Manville.
¿Qué más da? Somos felices, ¿no?
Claro, Ferdinand,
pero llevábamos 13 años de novios.
Ahora que nos hemos casado...
Todo arreglado. Si me acompañan,
les llevaré a la suite.
- Arriba.
- Ay, madre.
¡La espalda!
¡La espalda!
Sr. Clayton, ¿qué ha ocurrido?
Stanley derramó algo
y luego enceró el suelo...
La espalda.
Entiendo, pero ¿ha llamado al mozo?
Ya veo.
Estará haciendo la ronda.
En tal caso, si vuelve a llamarlo...
Enseguida le enviamos un botones.
Gracias.
¡Botones!
La 877, el Sr. Wheal, una recogida.
Que planchen
estos pantalones enseguida.
Salgo con una chica descomunal,
igual que la propina que voy a darte.
HORARIO, DE 9:00 A 17:00
ALMUERZO, DE 12:00 A 13:00
REClÉN PINTADO
No, cariño.
Yo sólo...
Tú sólo...
Sí, cariño.
GRAN FINAL DEL TORNEO
DE LOS 25.000 DÓLARES
LA TELE ES PARA LOS HUÉSPEDES
DEL FONTAINEBLEAU
SI NO SE HOSPEDA AQUÍ, ¡NO MIRE!
Les habla Barney Shank
desde el green del hoyo 18,
retransmitiendo los últimos minutos
del Abierto de los 25.000 dólares
con los dos finalistas,
Jack Keller y el Dr. Cary Middlecoff.
Middlecoff hace
el golpe de aproximación.
Ahí va,
y la pelota sube muy alta.
Va a entrar...
Se ha quedado a un metro del hoyo.
Un golpe de mucha calidad.
Propio de campeones.
Hace un día estupendo.
No se oye una mosca.
Todos están expectantes.
Jack Keller prepara el putt.
Ahí va. La ha embocado.
Jack Keller iguala a golpes
con el Dr. Cary Middlecoff.
Si Cary Middlecoff emboca este putt,
que parece pan comido
para el bueno de Middlecoff,
mañana jugarán 18 hoyos de desempate
para ver quién se embolsa
el premio de 25.000 dólares.
Menudo día hemos tenido hoy.
Hay mucho dinero en juego
con el siguiente putt.
Todo un dineral.
El público está tan callado
que no se atreve ni a respirar.
Está midiendo el putt.
Se prepara.
Señoras y señores,
ha llegado la hora de la verdad.
- Hola, Bob.
- Hola, Hal. Llegas tarde.
He salido a dar una vuelta.
Yo, una chica y la luna llena.
- Eso me encanta.
- ¿La chica?
No, la luna llena.
Ya sabes que la astronomía me chifla.
Un astrónomo griego dijo
que cuando el duende de la Luna sonríe,
las estrellas y los planetas cambian.
Mercurio se calienta un poco más.
Júpiter empieza a dar brincos.
Venus se cambia de peinado
o se hace la manicura.
Las estrellas y los planetas
montan una fiesta en el cielo.
Sylvia, levántate.
Brilla el sol y hace un día estupendo.
¿Estás majareta?
Son las 3:30 de la madrugada.
Con lo que nos cobran,
tomaremos el sol cuando nos lo den.
Stanley, el Sr. Novak
desea verte ahora mismo.
Compruebe la carga.
Usted envíe el telegrama a Nueva York.
Diga.
Vaya, el senador Tyson. Sí, pásemelo.
Un momento.
Ve al aeropuerto. El capitán
de National Airlines acaba de llegar.
Se ha olvidado el maletín en la cabina.
Ve a buscarlo.
Está en la puerta 39.
Venga, ve volando.
Hola, senador. ¿Cómo está usted?
Último aviso a los pasajeros
para Chicago y Los Ángeles.
Embarquen por la puerta 5.
Último aviso a los pasajeros
para Chicago y Los Ángeles.
Embarquen por la puerta 5.
Último aviso.
Sentimos no poder acomodarle,
pero no dude en venir en un futuro.
Atentamente...
Diga. Sí, soy el Sr. Novak.
Sí.
Tenemos más de 3.000 empleados
y no los conozco a todos.
¿Stanley? Sí, trabaja para mí.
¿Que ha hecho qué?
AEROLÍNEA DE LAS ESTRELLAS
Sólo hay un botones de servicio.
¿Dónde están los demás?
Están reunidos. La cosa parece seria.
Yo digo que la huelga
es cuestión de principios.
Que los principios se pongan en huelga.
Nos sentamos separados,
no confraternizamos.
Y el jefe se cree
que estamos en el ejército.
Fuera del trabajo podemos hacer
lo que nos dé la gana.
No deberían prohibirnos
entrar en los garitos de striptease.
Amigos, debemos tomar una decisión ya.
¡Ajá! Conque tú eres el cabecilla.
Por fin te pillo.
Yo que creía
que eras un muchacho decente
y veo que eres un follonero.
Así es como me pagas.
Debería darte vergüenza.
Te he dado un segundo hogar.
Claro que sí, bien lo sabes.
Y así me lo agradeces.
Quieres que todos se pongan en huelga.
Eres un cizañero,
un instigador, un formapiquetes,
vaya que sí.
No lo niegues con la cabeza.
¿Acaso no sabes hablar?
Claro que sí.
Sé hablar como cualquiera, Sr. Novak.
En tal caso...
¿por qué no habías dicho ni pío?
Porque nadie me preguntaba nada.
¿Lo ven? No tenía argumento.
Pero sí una moraleja muy sencilla.
No sabrá la historia de nadie...
si no le pregunta.
ESTA PELÍCULA SE RODÓ
EN EL HOTEL FONTAINEBLEAU,
MIAMI BEACH, FLORIDA.
AGRADECEMOS
SU COLABORACIÓN.