Tip:
Highlight text to annotate it
X
GENTE CORRIENTE
¿Sabes que hemos hecho
el amor 1 1 3 veces?
Lo he calculado con la calculadora.
Es maravilloso conocer
tan bien a alguien.
- ¿Dos terrones?
- No, uno.
No lo sé todo. No sé cuáles son
tus actores preferidos.
Tampoco recuerdo tu perfume favorito.
No lo recuerdo
por mucho que lo piense.
Qué raro. Es ''Mi pecado''.
Lo que sé es que nunca
he dejado de amarte en 24 años.
- ¿Os ha gustado?
- Me ha encantado.
- Bev Walsh estaba fantástica.
- Me han gustado todos.
Era muy graciosa.
Bueno, era una comedia ¿no?
Hay que reconocer
que Clyde Banner está engordando.
- Se le nota más cuando está de perfil.
- Como a todos.
¿En qué estabas pensando?
¿Cuándo?
Adelante.
- ¿Estás bien?
- Sí, ¿qué tal la obra?
- ¿Tienes insomnio?
- No.
¿Seguro?
- ¿ Vas a estar leyendo hasta tarde?
- Sí.
Vale.
- ¿Has pensado en llamar a ese doctor?
- No.
Ya ha pasado un mes.
Deberíamos seguir el plan.
El plan era llamarlo si lo necesitaba.
Es verdad, no te preocupes.
Duerme un poco. Intentaré conseguir
entradas para aquel partido.
Vale.
¿Llamaste a los Warren?
Me dijeron que vendrían
una tarde de éstas.
Toda la gente con la que crecí
está en el periódico.
''Joey Georgella:
Nuevo entrenador de Trinity''.
¿Le preguntaste a Jane
lo de las entradas?
Sí, hablará con John. ¿Dónde está
Conrad? Esto se va a enfriar.
¿Puedes llevar los trajes a la tintorería?
- No estarán listos para el sábado.
- No importa.
- ¡Conrad!
- Ahora bajo.
- Aquí está.
- Buenos días.
Buenos días.
- ¿Has dormido?
- Sí.
¿Tienes hambre?
Hambre...
- Tostadas, tu desayuno favorito.
- Sí.
No tengo mucha hambre.
El desayuno es la comida
más importante del día.
- Si no tienes hambre...
- Espera, Beth.
Se lo comerá. Son tostadas.
Hay fruta si quieres,
cuando vuelvas de la escuela.
- ¿Qué haces?
- Si no se comen, hay que tirarlas.
Tengo que irme. Acuérdate de llamar
al Sr. Hermann para lo de las persianas.
- No me hace caso.
- Al Sr. Hermann hay que seducirlo.
¿Intentaste seducirlo?
Tienes que comer para estar fuerte.
No tengo hambre.
- ¿Estás bien?
- Sí.
- Tengo que irme. Vienen a recogerme.
- Muy bien.
Muy bien ¿por qué?
Hace mucho que no veo
a tus amigos. Los echo de menos.
¿Por qué no los traes algún día?
Phil, Don y *** Van Buren.
- Podemos jugar al fútbol.
- Hasta luego.
¡Con!
Venga, llegamos tarde.
Jarrett, ¡vamos!
Es que la mamá de ***
ha tenido que prepararle el bocata.
Habéis llegado tarde a mi casa.
He estudiado toda la noche
para el examen de política.
Quiere que hagamos
un análisis personal de todo.
- ¿Cómo le encuentras sentido a eso?
- Leyéndolo.
¿Cuándo leíste algo por última vez?
Mucho nadar, pero ¿cuándo estudias?
- Nado y estudio.
- Vuelve a la realidad, Lazenby.
- ¿Qué lees?
- Hardy.
- ¿Habéis intentado meditar?
- Es como pensar. No lo hago mucho.
¿Te quedó inglés del año pasado?
¿Te quedaron todas?
¿No te aprobaron nada?
No te aprueban nada
si no te presentas al examen.
Cambia de emisora.
Tengo que estudiar.
Algo menos ruidoso.
Ojalá sea un tren largo. Tengo
que aprenderme esto o suspenderé.
- Vaya mierda de pelo tengo ¿no?
- Sí.
Eh, ahí está Pratt.
- Mirad ese culo.
- Dejadme salir. Necesito sexo.
- No le digas guarradas.
- ¿No?
Pratt, ¡bonitas rodillas!
¿Te interesa, Jarrett?
¡Eh! ¡Clary!
Hablemos de la teoría.
Conrad,
¿cuál es tu teoría sobre Jude Fawley?
¿Cuál es tu teoría sobre Jude Fawley?
¿Se sentía impotente
en esas circunstancias
- o tenía alguna salida?
- No...
¿Impotente? Supongo que eso creía él.
Era tonto. Estaba obsesionado
con lo moralmente correcto.
- No tiene sentido.
- Eso es muy fácil de decir, Joel.
Paul, ¿tú qué opinas?
Me resultó difícil seguir la historia.
No sabría explicarlo.
- ¿Diga?
- Hola.
- ¿Diga?
- ¿Dr. Berger?
Sí.
- Hola, soy Conrad Jarrett.
- ¿Quién?
Conrad Jarrett.
El Dr. Crawford, del hospital
de Hillsboro, me dio su número.
Ah, sí. Estoy con un paciente.
¿Puedes llamar a las 2.1 5?
No creo que pueda.
Pues dame tu número
y te llamaré esta noche.
¿Hola?
- ¿Hola?
- No importa, ya llamaré más tarde.
Gracias.
¡Ya!
Venga chicos, no paréis.
Seguid así. Usad las piernas.
Lazenby, ponle más empeño.
Jarrett, no levantes la cabeza.
Hay que esforzarse más, vamos.
Venga, con más ganas.
¡Baja la cabeza, Jarrett!
No paréis, más rápido.
¡Venga, Jarrett!
¿Era cliente tuyo?
Bueno, Ray lo conocía más que yo.
Es trágico, al verlo ahora...
- ¿Está demasiado seco?
- No, está bien.
- Tienen un nuevo mecánico en C&S.
- ¿ Y qué ha pasado con Harry?
No lo sé. Creo que encontró
un trabajo en Skokie.
El nuevo mecánico es muy raro.
¿Está rota esa camisa?
Déjala en la mesa de la entrada.
Tu amiga del hospital
era de Skokie, ¿ verdad?
- ¿Cómo se llamaba?
- Karen.
- ¿Sharon?
- Karen.
Conrad, ¿te apunto
al campeonato del club?
- Hace un año que no juego.
- Ya va siendo hora de que empieces.
Calvin, tenemos que ir
a ver a los Murray el sábado.
Es el cumpleaños de Clark.
Le he comprado el libro de vinos.
Los Murray no, por favor.
Suelta la cuerda, Bucky.
Nos estamos acercando.
Dame la mano.
¡Bucky!
Joder... Joder...
Hola, ¿qué tal?
Muy bien.
No podría estar mejor, de verdad.
Hola, adelante.
Le pasa a todo el mundo.
¿Jarrett?
Pasa, siéntate.
Un momento.
Voy a ajustar el volumen.
Perdona, siéntate.
- ¿Te ha costado encontrar el sitio?
- No mucho.
Jarrett.
¿Cuánto hace que saliste del hospital?
Un mes y medio.
- ¿Estás deprimido?
- No.
- ¿Eres el centro de atención?
- ¿Cómo?
¿La gente se pone nerviosa
y te trata como si fueses peligroso?
Sí, supongo que un poco.
- ¿Lo eres?
- No lo sé.
- ¿Cuánto tiempo estuviste ingresado?
- Cuatro meses.
- ¿Qué te pasó?
- Intenté suicidarme. ¿No lo pone ahí?
- No pone qué sistema usaste.
- Cuchilla de doble hoja.
¿ Y qué tal en casa?
¿Todos se alegran de verte?
Sí.
- ¿ Y los amigos? ¿Bien?
- Sí.
¿Has vuelto al instituto?
¿Todo bien en clase?
- ¿Los profesores?
- Sí.
¿Ningún problema?
Entonces, ¿por qué estás aquí?
Supongo que quiero
tener más autocontrol.
¿Por qué?
Para que la gente deje
de preocuparse por mí.
- ¿Quién está preocupado por ti?
- Mi padre. Él me sugirió que viniera.
¿Tu madre no está preocupada?
Si es amigo del Dr. Crawford,
seguramente es bueno,
pero voy a serle sincero.
Esto no me gusta.
Mientras seas sincero.
¿Qué sabe de mí?
¿Ha hablado con Crawford?
Sí, me llamó.
Me dijo tu nombre y que te ayudase.
Me dijo que tu hermano murió
en un accidente de barco, ¿no?
¿Quieres hablar de ello?
Supongo que hablaste
de ello con Crawford, ¿no?
- Sí.
- Bien. ¿ Y qué tal?
No cambió nada.
- ¿Qué quieres cambiar?
- Quiero poder controlarme.
- ¿Por qué?
- Para que no se preocupen por mí.
Te diré una cosa.
Voy a serte sincero.
No soy muy bueno en autocontrol.
- Pero es tu dinero.
- Sí, por decirlo así.
Por decirlo así.
Vale...
¿Qué tal los martes
y los viernes a la misma hora?
- ¿Dos veces a la semana?
- El autocontrol es una tarea difícil.
Tengo que ir a nadar todas las noches.
Eso es un problema.
¿Qué podemos hacer?
Tendré que faltar a natación para venir.
Es tu decisión.
No me gusta estar aquí, en absoluto.
He visto a Mort Swain.
Su hermana ha muerto.
- ¿La que vivía en Idaho?
- La del restaurante.
- ¿Murió en Idaho?
- Supongo.
¿Por qué?
Me dijiste que viajaba mucho.
Me preguntaba si murió en Idaho.
No lo sé. Quizá murió en Idaho.
A lo mejor fue en Kansas.
He ido a ver al Dr. Berger.
- ¿Berger? ¿De veras?
- Sí. Me alegro.
- No has dicho nada. Bien.
- He ido.
- ¿Cuándo?
- Hoy.
No sabía que tuvieras hora con él.
- Si es muy caro, no hace falta que...
- No te preocupes por eso.
Son 50 dólares por hora,
dos veces a la semana.
Está bien y es necesario.
- ¿De qué habéis hablado?
- No gran cosa.
¿ Y tu horario de actividades?
Bueno, coincide con la natación.
- ¿Dónde está su consulta?
- En Highland Park.
Mantén la cabeza recta, Genthe.
No te lo quiero decir más.
Esto es lo que veo.
Te veo bostezar, veo que llegas tarde.
No me parece que te diviertas.
- ¿Duermes lo suficiente?
- Sí.
- ¿ Y te diviertes en el entrenamiento?
- ¿Si me divierto?
Si no te diviertes,
no tiene sentido, ¿no crees?
- Supongo.
- ¿Supones?
¿Tomas alguna medicación?
¿Tranquilizantes?
No, señor.
¿Te he preguntado
si te han tratado con electrochoques?
- Sí.
- Sí, ¿qué?
Sí me lo preguntó y sí lo hicieron.
No nos mires, Lazenby.
¡Métete en el agua!
Mira al fondo de la piscina.
Yo no soy médico, Jarrett.
Pero nunca dejaría que me pusiesen
electricidad en la cabeza.
¡Salan es un maniático!
Me saca de quicio.
Todo el mundo te saca de quicio.
- Danoff y Edge lo han hecho bien.
- Lo han hecho muy bien.
- Con, ¿te lo está poniendo difícil?
- Se lo pone difícil a todos.
- ¿Queréis comprar un clarinete?
- Van Buren quiere comprar uno.
- ¿Quién lo vende?
- Mi hermano.
- Necesito zapatos.
- Y otra personalidad.
- Estás detrás de mí en el coro.
- ¿Sí? ¿Eres tú?
- Tienes mucha energía.
- ¿De verdad?
Sí, eso es muy bueno.
- Me llamo Jeannine Pratt.
- Hola.
- Tú eres Conrad Jarrett, ¿recuerdas?
- Sí.
- Adiós.
- Adiós.
Tienes mucha energía.
¡Truco o trato!
¡Qué fantasma tan terrorífico!
Y un tigre y una bruja...
Estáis geniales.
Tomad una manzana.
Ahí tenéis. Tened cuidado.
Gracias, Sra. Jarrett. Adiós.
Los Cabbot. Es la primera vez
que sale la pequeña Julie. Es monísima.
¿Sabes qué he estado pensando?
Que pasar la Navidad en Londres sería
como estar en una novela de Dickens.
No lo hemos hecho nunca, ¿ verdad?
Quizá no deberíamos
planear viajes en este momento.
Ya hemos hablado de eso
y tomamos una decisión.
Lo sé, pero cuanto más lo pienso,
más seguro estoy de que no es...
Siempre vamos
a algún sitio en Navidad.
A él también le vendrá bien. ¿No crees
que es hora de volver a la normalidad?
Acaba de empezar a ir
a la consulta de ese psiquiatra.
- Faltará tres semanas.
- ¿Por qué interrumpirlo?
Porque quiero salir de aquí.
Deberíamos ir todos. Es necesario.
Si lo interrumpe ahora,
a lo mejor cambia de opinión.
Si cambia de opinión,
quizá sea porque no es bueno para él.
- ¿Quiere ir a Londres?
- No creo que sepa lo que quiere.
Lo siento.
- ¡No hagas eso!
- Lo siento.
- No sabía que estabas aquí.
- Lo siento, acabo de llegar.
- No he jugado al golf. Hace mucho frío.
- ¿Qué tal el golf?
- No he jugado.
- Hoy ha hecho más frío.
Para esta época, hace mucho frío.
Sí.
- ¿No has tenido natación hoy?
- Perdóname por asustarte.
- ¿Qué tal la natación?
- Hoy he nadado bien.
Muy bien.
- Podría hacer los 50 metros si...
- No.
..si hiciese un mejor tiempo.
No soy lo bastante rápido.
- Tendrás que mejorar eso.
- Sí.
He sacado un siete en trigonometría.
¿Un siete? Muy bien.
A mí se me daba muy mal.
¿Estudiaste trigonometría?
Déjame pensar...
¿Estudié trigonometría?
Te he comprado un par de camisas.
Están en la cama.
- ¿Quién va a ir?
- Los Murray, por supuesto,
los Gunther, los Kane y nosotros.
¿ Y por qué no nos vamos al cine?
No seas negativo.
No soy negativo. Me gusta improvisar.
- Venga, vamos al cine.
- Vale.
- ¿De verdad?
- Sí, vamos.
¿Cuál es nuestra excusa?
¿Beth quería ir al cine?
Bien, muy bien.
Estupendo, sonríe. Y recuerda,
no bebas demasiados martinis.
Hola, Gladyce.
¿Puedes poner esto con el resto?
- A tiempo para la llegada de honor.
- ¡Mirad quién está ahí!
Vivís a tres manzanas
y sois los últimos.
Pasad.
¡Clark! Feliz cumpleaños.
Estás estupendo para tener 75 años.
- ¿Qué tal, compañero?
- Hombre, hola.
- Hola, Beth.
- No viniste a la comida el otro día.
- Pide un préstamo.
- Estaba pensando en salir a bolsa.
No creo que sea un buen momento.
El mercado está a la baja.
Me encanta tu pelo.
Lo tienes más corto ¿no?
Le dije: ''¿Puede apagar el puro?'',
y me contestó: ''¿Qué?''.
Le repetí: ''¿Puede apagar el puro?'',
y me dijo: ''Sólo tengo éste''.
Me alegro de verte.
Se trata de honor masculino.
En el instituto,
creen que tienen que vivir al límite.
- ¿Por qué estáis murmurando?
- Ha contado un chiste muy bueno.
- No vuelvo a dirigirte la palabra.
- ¿Por qué?
Tengo muchas ilusiones puestas
en la fusión, como es normal.
- ¿Comemos juntos algún día?
- Vale.
Llámame al despacho.
No sé cómo está mi agenda.
He visto a Billy White. Bob McClean
va a dejar Coles & Johnson.
- ¿ Y qué va a hacer?
- No lo sabe.
No puede ser, eres horrible.
Es el hombre más horrible del mundo.
Si hay una bola en juego
y un jugador, su compañero o el cadi
la mueven accidentalmente...
Hola, Annie.
- ¿Cómo le va a tu hijo últimamente?
- ¿Quién sabe? No cuentan nada.
- ¿Qué tal Conrad?
- Está muy bien.
Le pregunté a Donald
y me dijo que no han hablado mucho.
Le dije: ''A lo mejor es un poco tímido''.
No, no.
No, es...
Va a un médico en Highland Park
dos veces por semana.
Por eso no tiene tanta vida social.
- Pero está muy bien.
- ¿De veras? ¿Aún tiene problemas?
No, qué va, ningún problema.
Es sólo para hablar con alguien.
Para pulir algunos aspectos,
eso es todo.
¿Qué tal, cariño?
¿ Ya se está quedando dormido?
No. Está perfectamente.
Don Perfectamente, ése soy yo.
- Bebes demasiado en las fiestas.
- No estoy borracho.
¿Por qué le has dicho
que Conrad va al psiquiatra?
¿ Y por qué no?
A la gente no le gusta oír eso.
Para la gente con dinero es normal.
Es como ir a Europa.
Creo que mencionarlo
ha sido de mal gusto.
Por no hablar de la falta de intimidad.
- ¿Qué intimidad?
- La nuestra, la de la familia.
Creo que es un tema muy personal.
¿Qué hago? ¿Contarle mis sueños?
No creo mucho en los sueños.
Todos los psiquiatras
creen en los sueños.
¿De veras?
¿Qué te pasa?
¿Qué está sucediendo?
Me siento muy...
- ¿Cómo?
- Nervioso. No sé...
Mira...
Te he mentido.
Sí creo en los sueños.
Pero quiero saber qué pasa
cuando estás despierto.
Algo te pone nervioso.
Me pones nervioso a mí.
Quizá necesite un tranquilizante.
- Un tranquilizante.
- Sí. ¿Qué le parece?
Cuando has llegado,
parecías un cadáver.
No me parece
que necesites un tranquilizante.
- ¿Qué es esto?
- Un reloj.
Así sabe qué hora es, pero yo no.
- ¿ Y así sabe cuándo acaba la hora?
- Sí.
50 minutos, 55 minutos. ¿Cuánto dura?
A lo mejor dejo de nadar.
Hago tiempos muy malos.
Hay dos chicos que nadan
los 50 metros mejor que yo.
Se las dan de deportistas.
Son insoportables.
Y no aguanto a mi entrenador.
Es un cabrón.
¿Has pensado en dejarlo?
- ¿Me está sugiriendo que lo haga?
- No.
- No les parecería bien.
- Olvídate de eso. ¿Cómo te sentirías?
¿Cómo me sentiría?
Sí, ¿cómo te sentirías?
Es lo mismo que hice el año pasado.
- ¿Eres el mismo del año pasado?
- No lo sé.
- ¿Quieres calmantes?
- Usted dirá.
Es tu decisión.
¿50 dólares la hora
y no sabe si necesito calmantes o no?
- En teoría me sentiría mejor, ¿no?
- No necesariamente.
¿Qué tal con tus amigos? ¿Mejor?
No, sigue siendo difícil.
¿Hay algo que sea fácil?
- En el hospital todo era fácil.
- ¿Por qué?
Porque nadie ocultaba nada.
¿Había alguien
con quien pudieras hablar?
¿Aparte del Dr. Crawford?
Hola.
Eh, Karen.
Hola.
- ¿Qué tal?
- Bien. Muy bien.
- Siéntate.
- Gracias.
- ¿Cuándo volviste?
- A finales de agosto.
Dios...
- Me alegro de verte.
- Yo también.
No puedo quedarme mucho.
Tengo una reunión en el instituto.
Del grupo de teatro. Vamos
a representar una obra de Broadway.
Es una locura organizarlo todo.
Yo vuelvo a ser la secretaria.
- No quiero entretenerte.
- No te preocupes.
Tenía muchas ganas de verte.
No sabía qué esperar.
Sonabas raro por teléfono.
No, no estaba...
Sólo tenía un mal día, eso es todo.
Todo va bien. He vuelto
a clase y al equipo de natación.
¿ Vas a natación?
Genial. Eso está muy bien.
Todavía no hemos competido.
Puede que no me saque...
No digas tonterías.
- Seguro que todos están orgullosos.
- Sí.
- ¿Qué queréis tomar?
- ¿Tienes hambre?
- Yo sólo quiero una cocacola.
- Dos cocacolas, por favor.
- ¿Le hemos ofendido?
- ¿Será por algo que he dicho?
Seguro que tiene un mal día.
Así que...
- ¿Estás...?
- ¿Qué...?
Estás guapísima, de verdad.
Tú también.
- ¿Lo echas de menos?
- ¿El qué?
- El hospital.
- No.
Gracias.
- ¿No hay nada que eches de menos?
- No.
¿No echas de menos
los chistes malos de Leo?
- ¿Estás yendo al médico?
- Sí, ¿y tú?
El Dr. Crawford me recomendó uno
y fui algún tiempo, pero...
En mi caso no funcionó.
Sólo me decía cosas que ya sabía.
Llegué a la conclusión de que yo soy
la única que puedo ayudarme.
Eso es lo que dice mi padre.
Eso no quiere decir
que a ti no te vaya a ir bien.
Si es lo que quieres hacer,
debes hacerlo.
No sé cuánto tiempo seguiré
con las sesiones. No fue idea mía.
Te ha crecido el pelo.
Sí, fue una tontería lo que hice.
- A mí me gusta.
- ¿De verdad?
No sé, a veces...
A veces lo echo de menos, el hospital.
De veras.
- Las cosas cambian, ya sabes.
- Pero nos lo pasábamos muy bien.
Pero era un hospital.
Esto es el mundo real.
Sí, supongo que tienes razón.
Tengo que irme.
Lo siento.
Tengo una reunión en el instituto.
Con los de teatro.
Este año representamos...
Lo sé. Ya me lo has dicho.
- ¿En serio?
- Sí.
Será mejor que me dé prisa.
No quiero llegar tarde.
Gracias por venir.
¿Conrad?
Hagamos que sean
unas Navidades geniales.
¿ Vale?
Y un año fantástico.
El mejor año de nuestras vidas, ¿ vale?
Podemos hacerlo.
Podría ser el mejor año de todos.
Sí.
Sí.
- ¿Me llamarás?
- Sí.
- ¿De verdad?
- Sí.
Tienes... Tienes buen aspecto, Conrad.
- Adiós.
- Adiós.
Anímate.
Hace frío aquí fuera.
Deberías ponerte eso.
¿Quieres un jersey?
¿Crees que me hará falta?
- ¿Qué hacías?
- Nada.
Pensar.
- ¿En qué?
- En nada.
Te está creciendo el pelo.
Estás mejor.
Pensaba en la paloma.
La que solía estar en el garaje.
Se subía al coche y salía volando
cuando lo sacabas del garaje.
Sí, me acuerdo.
Recuerdo que me asustaba
el ruido que hacía,
cada vez que arrancaba el coche.
Sí, es lo más parecido
a una mascota que hemos tenido.
¿Recuerdas que Buck intentó
convencerte para comprar un perro?
Decía: ''¿ Y si es tan pequeño
como una pelota de fútbol?''.
El perro de los vecinos,
Pepper, Pippin o cómo se llame...
Pippin.
No es muy simpático. No me importa
lo que diga el Sr. McGreary...
En realidad quería un perro de caza...
Cada vez que ese perro
entra en el jardín...
Ponte eso
si vas a quedarte aquí, ¿ vale?
- ¿Te ayudo?
- ¿Con qué?
¿Con esto? No.
- En serio.
- No. ¿Sabes lo que puedes hacer?
Limpiar el armario de tu cuarto.
- Mamá...
- ¿De acuerdo?
Porque está hecho un desastre.
¿Diga?
Hola.
Sí, no he podido ir. Demasiado trabajo.
¿Qué tal ha estado?
No, no estoy haciendo nada,
sólo preparando la cena.
¿De veras?
Mary y Raymond se pusieron a gritar.
Fue una locura. Estábamos
tan borrachos que no podíamos hablar.
Era el último día de clase.
¡Nos fuimos en mitad de la clase!
¡Bucky!
No, ¡para!
- ¿Qué esperas de ella?
- No conectamos.
- ¿Por qué no?
- No lo sé, simplemente no conectamos.
¿En qué piensas?
En que me hago muchas pajas.
Muy interesante. ¿ Y te ayuda?
Momentáneamente.
¿ Y ahora?
- John Boy.
- ¿Quién?
El de la serie Los Walton, John Boy.
Ah, sí. ¿Qué pasa con él?
Mi padre vino a mi cuarto
y no sabía qué decir.
Fue poco después
de la muerte de Buck.
Se sentó junto a mí en la cama
y me rodeó con el brazo.
Estábamos ahí sentados
y recuerdo que le miraba el zapato
y pensaba...
Tenía el pie torcido hacia un lado
y pensé: ''Está tan nervioso
que le va a dar algo''.
Debería haber sentido algo,
pero no sabía cómo me sentía.
Pensaba en frases de la tele
como ''Oh, no'' o ''Dios mío''.
No las dije porque no estaba triste...
como para...
¿Como para qué?
Pensaba que John Boy
habría dicho algo sobre lo que sentía.
¿Qué habría dicho John Boy?
No lo sé.
Venga.
- Vamos.
- ¿ Vamos qué?
No te contengas.
Es mejor que la anterior. Al menos
no está todo el día mascando chicle.
Eso es lo que pasa cuando
tu compañero contrata al personal.
Lo siento. Ha sido por mi culpa.
No soy capaz de decirle
a la gente que no sirve.
Un momento.
Ése no es el problema.
- ¿Dónde tienes la cabeza?
- ¿Qué?
Últimamente estás muy distante.
- Lo siento.
- No tiene importancia.
¿Te sientes perdido?
Te conozco desde hace 20 años.
¿Crees que no noto que algo va mal?
- ¿Qué tal está Connie?
- Está bien.
De veras. Está bien.
No es asunto mío, pero creo
que te preocupas demasiado.
Llevas mucho tiempo angustiado por él.
Ya parece una costumbre.
- Tienes que relajarte.
- No lo estoy pasando mal por él.
Dentro de un año se habrá ido.
A Michigan, Harvard
o donde se le ocurra que quiere ir.
A lo mejor quiere viajar
por Europa y no estudiar más.
- ¿Quién sabe?
- No puedo responder a eso.
Sólo quiero ayudarte
con mi experiencia.
Gracias.
Valerie no sólo ya no vive en casa,
sino que ha escogido su camino.
Tiene sus amigos, su vida.
Viene algunos días
de vacaciones, pero...
No sé, a lo mejor
las chicas son diferentes.
O quizá sabía lo que estaba pasando
entre Nance y yo.
Pero se van.
Y nuestras preocupaciones no sirven
de nada. Son sólo un gasto de energía.
¡Devuélveme mi jersey! ¡Es mío!
- La posesión de un bien...
- Parad.
- Papá, ¿qué es ''posesión''?
- Esperad...
- Dámelo.
- No puedo. Lo llevo puesto.
Quietos. ¿De quién es el jersey?
- Es mío.
- Vale, te lo devolveré
si tú me devuelves
mis palos de hockey y mis esquís.
Vale.
¡Conrad!
- ¡Conrad!
- ¿Qué pasa?
Con cuidado.
Los cortes son verticales. Iba en serio.
Vámonos.
Próxima parada: Lake Forest.
¿Qué es lo que quieres?
No sé qué más puedo hacer por ti.
No le estoy pidiendo nada.
¿Estás de broma? No lo entiendo.
Te dejo faltar a natación
para que vayas al loquero.
Entrenamos por las noches
cuando te viene bien.
¿Qué más se supone que debo hacer?
Nada.
Un chico listo como tú
que lo tiene todo.
No entiendo por qué
sigues arruinándote la vida.
No creo que dejar la natación
vaya a arruinarme la vida.
En absoluto.
Vale.
- Entonces, se acabó.
- Sí.
Ya eres mayorcito.
Los actos tienen sus consecuencias.
- No te volveré a admitir.
- No se lo pediré, señor.
- ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?
- Sí.
- Salan dice que has dejado el equipo.
- Sí.
- ¿Por qué?
- No lo sé, era un aburrimiento.
- Eso no es un motivo.
- Pues es la verdad.
- ¿Qué ha pasado?
- Nada.
- Connie, cuéntamelo.
- Nadar es aburrido, eso es todo.
- He hablado con Salan...
- ¡Pues deja ya de hablar con la gente!
Bueno, tranquilo.
Que te jodan, Jarrett.
- Déjalo.
- Os dije que está loco.
- ¿ Y qué opina tu padre?
- No se lo he dicho.
¿Por qué?
No sé, no he encontrado el momento.
Se preocupa demasiado por todo.
- ¿Por qué no se lo dices a tu madre?
- No conectamos.
¿No me escucha? Ya se lo dije.
¿Qué tiene la gente en común
con su madre? Todo es superficial.
Ya sabe, limpia tu habitación,
Iávate los dientes, saca buenas notas...
Estoy malgastando el dinero hoy.
No voy a sentir nada. Lo siento.
''Lo siento'' no me vale.
Dime qué tienes en la cabeza.
- ¿Qué hora es?
- No te preocupes, hay tiempo.
¿Recuerdas lo que acordamos?
¿Lo del autocontrol?
Quizá haya una relación entre
el autocontrol y la falta de sentimientos.
- He dicho que siento cosas.
- ¿Cuándo?
Vamos.
- ¿Cuándo?
- A veces, no sé...
- Creía que no te gustaba dar rodeos.
- Es cierto.
- ¿Te gusta irte por las ramas?
- No. ¿Qué es lo que quiere?
Quiero que te olvides del ''No sé''.
¿Me invento las respuestas?
Sí. Invéntate una
sobre la falta de sentimientos.
- He dicho que tengo sentimientos.
- A veces los tienes, a veces no.
- ¿Intenta ponerme nervioso?
- ¿Estás nervioso?
- ¡No!
- Deja de mentir. Estás cabreado.
No te gusta que te presionen.
Haz algo. ¡Mándame a la mierda!
Está bien, váyase a...
No, no puedo.
- ¿Por qué no?
- No puedo hacerlo. No.
- Se gasta demasiada energía.
- ¿ Y cuánta gastas reprimiéndote?
Cuando dejo aflorar
mis sentimientos, me siento mal.
Vaya, lo siento.
Nunca te prometí un jardín de rosas.
- Váyase a la mierda, Berger.
- ¿Sí?
- ¡Váyase a la mierda!
- Así.
¡Qué raro es!
¿Qué siente usted, eh?
- ¿Se masturba? ¿Se hace pajas?
- ¿Tú qué crees?
Creo que está casado
con una gorda y se la folla cada noche.
No suena mal.
Tienes que saber que los sentimientos
no son siempre positivos.
- ¿Sabes cómo usar eso?
- Silencio. Necesito concentrarme.
- Sonreíd.
- ¿Está enfocada?
Sonreíd.
Vale, ahora los tres jóvenes.
- Papá, sal de en medio.
- Está bien.
No discutas.
Conrad, ¿dónde estás?
Ponte en el medio, entre tus padres.
- Muy bien, sonreíd.
- Eres más alto que tu madre.
- Esas sonrisas.
- Precioso. Mantenla recta.
Perfecto. Ahora Cal y Beth.
Muy bien.
- Vamos, podéis hacerlo mejor.
- Quietos...
Connie. Quiero sacar una
de Connie con su madre.
No, poneos los tres ahí
y os saco una foto.
Connie, ponte más cerca de tu madre.
- Perfecta.
- Genial.
- Venga.
- Portada del periódico.
- Fantástico.
- Vaya, no la había pasado.
- Calvin...
- No os mováis. Connie, sonríe.
- Calvin.
- Un momento. Sonreíd.
- Calvin, dame la cámara.
- Todavía no la he sacado.
- Vamos, dame la cámara.
- Quiero una foto vuestra.
Pero yo quiero sacar
una de los hombres.
- Dame la cámara.
- No hasta que saque una foto vuestra.
- Cal.
- ¡Dale la maldita cámara!
Sonríe.
¿Quién tiene hambre?
Voy a hacer los sándwiches.
Beth.
Creo que podemos arreglarlo.
Ha sido una tontería.
No creo que esté
contento en el instituto.
¿Has hablado con sus profesores?
Creo que nadie quiere estar con él.
Provoca a la gente.
Bueno... Toma, hazlo tú.
Es una edad difícil.
A lo mejor necesita un cambio.
- ¿Seguro que come bien?
- Sí, por supuesto.
Un poco de firmeza le vendrá bien.
Quizá debería irse
a estudiar a otro sitio.
Ya no sé cómo tratarlo.
¿Quién podría tomar esa decisión?
No lo sé.
El médico al que va, supongo.
¿Qué clase de médico
tomaría esa decisión por ti?
Un psiquiatra.
Creía que lo había dejado.
No.
- ¿Cómo se llama?
- Berger.
- ¿Un médico judío?
- No lo sé. Supongo que sí.
A lo mejor es alemán.
¿Qué opina Cal de todo esto?
Creo que podremos arreglarlo.
Es un corte limpio.
Bien. A ver, los contratenores,
subid un poco el último mi natural.
Delegados, no olvidéis
la reunión de esta noche. Eso es todo.
Hola, Jeannine.
Eres un tenor increíble.
Es más, deberías ser tú el que haga
el solo en la composición rusa.
No, yo...
Lo digo en serio. Cantas bien.
Empiezo a conocer tu voz.
- ¿De veras?
- Sí.
¿Cómo puedes oírme mientras cantas?
Bueno, no siempre canto.
A veces escucho.
Por ejemplo, Marsha Blair
no puede afinar ni una nota.
Janet Fox sólo mueve la boca,
pero nunca canta.
- Te dedicas a espiar.
- Sí.
¿Te gusta Vivaldi?
- ¿ Y Telemann?
- ¿Telemann?
¿Qué tipo de música te gusta?
Jazz contemporáneo, por ejemplo.
Folk rock, música con cucharas...
¿Música con cucharas?
Ah, te refieres
a tocar con cucharas en la mesa.
Caray.
¿Por qué preguntaré esas tonterías?
Estoy intentando presumir.
¿Por qué es tan difícil
hablar por primera vez con alguien?
Tú lo pones muy fácil.
¿En serio?
Es mi autobús. Tengo que irme.
Hasta luego.
Eres un tenor increíble.
¿Me estás hablando en serio?
- ¿Diga?
- Hola. ¿Está Karen?
- ¿De parte de quién?
- Soy un amigo suyo de Hillsboro.
Aún no ha vuelto de clase.
Bueno, dígale que Conrad ha llamado.
Dígale que me siento muy bien
y quería hablar con ella.
- Se lo diré.
- Gracias.
Vale.
Hola, Jeannine. Soy Conrad.
Hola, Jeannine. Soy Conrad.
Hola, Jeannine. Soy Conrad.
Conrad.
¿Conrad? Qué nombre más tonto.
Hola, Jeannine. Soy Bill.
- ¿Diga?
- Hola... Hola, soy...
Hola, soy Conrad. ¿Jarrett?
Ah, hola.
Hola. He pensando que a lo mejor
podríamos quedar algún día.
¿Salir juntos? ¿Tener una cita?
Bueno, no hace falta
que sea una cita seria.
Podemos fingir
que es una cita y ver qué tal va.
Menuda tontería acabo de decir.
Empecemos de nuevo.
- Hola, soy Conrad Jarrett.
- Me encantaría. ¿Cuándo?
No te había visto. ¿Qué te parece?
Está bien.
Rawlins solía tener
pinos escoceses robustos,
pero este año están esqueléticos.
Hola. ¿Qué te parece?
Muy bonito.
- ¿Qué ocurre?
- ¿Por qué no se lo preguntas a él?
Así te ahorras saberlo
de boca de Carol.
¿Saber qué?
- Papá, he dejado el equipo de natación.
- ¿Qué?
Carol pensaba que lo sabía. ¿Por qué
no iba a saberlo si fue hace un mes?
¿Lo has dejado? ¿Cuándo?
- ¿Dónde has estado todas las tardes?
- En la biblioteca.
- ¿Por qué no nos lo habías dicho?
- No pensaba que fuese importante.
- Por supuesto que lo es.
- Lo hace por mí, Calvin.
- ¿Qué?
- Tienes que conseguir herirme, ¿no?
- ¿No será al revés?
- ¿ Y qué he hecho yo para herirte?
¿Dejarte en evidencia
delante de tu amiga?
¡Pobre Beth! No sabe lo que hace
su hijo. Le miente y ella le cree.
- No he mentido.
- ¡Mentías al llegar tarde a casa!
No voy a consentir que empieces
a mentir y a desaparecer de nuevo.
No puedo soportarlo.
- ¡Pues vete a Europa!
- Connie...
¡Lo único que le importa es que alguien
se haya enterado antes que ella!
- Para, Connie...
- ¡Dile a ella que pare!
¡A ella nunca le dices nada!
Ya sé por qué nunca vino al hospital.
Estaba demasiado ocupada
visitando España y Portugal.
¿Por qué coño iba
a preocuparse de mi salud?
Quizá en el hospital hablabais así,
pero ahora estás aquí.
- ¡Nunca viniste al hospital!
- Tu madre sí fue al hospital.
Tenía la gripe y no la dejaron entrar.
No hubiese tenido gripe
si Buck hubiese estado en el hospital.
- ¡Buck nunca hubiese estado ahí!
- Ya basta.
- No volveré a hacerlo. En serio.
- ¿Qué diablos ha pasado?
- Será mejor que alguien suba.
- ¡Dios! Siempre igual, ¿no?
Nos falta al respeto
y tú subes a disculparte.
- No voy a disculparme...
- Estoy segura de que sí.
Llevas disculpándote
desde que salió del hospital.
No me disculpo.
Trato de entenderle, joder.
No me hables así.
No me hables como él te habla a ti.
Beth, no discutamos, ¿ vale?
Dejémoslo, ¿de acuerdo?
Por favor.
Subamos.
- Tenemos que hablar.
- Luego.
Acabo enseguida.
Ha sido sin querer.
Lo siento. No te enfades, por favor.
No estoy enfadado.
Sólo quiero saber qué ha pasado.
No lo sé. Siento haber dicho eso.
Ha sido sin querer.
Por favor, díselo.
Dile que lo siento, ¿ vale?
- ¿Por qué no se lo dices tú?
- ¡Dios! No puedo.
¿No lo ves? No puedo hablar con ella.
¿Por qué no?
Porque no va a hacer
que deje de mirarme como lo hace.
Se sentía decepcionada porque
has dejado el equipo de natación.
Yo tampoco acabo de entenderlo.
No, no me refiero a ahora.
¿No te das cuenta? No es sólo hoy.
- ¿A qué te refieres? Dímelo.
- No puedo.
Crees que todo va de maravilla.
No te das cuenta de nada.
¿De qué?
¿De qué? Por favor, dímelo.
De que me odia. ¿No te das cuenta?
Tu madre no te odia.
Es verdad.
Tienes razón. No me odia.
Ahora déjame solo, por favor.
¿Qué tal con el Dr. Berger?
¿Te está ayudando?
No tiene nada que ver con él.
No le eches la culpa.
Estaré abajo si me necesitas.
El martes te encontrabas bien.
Hasta compraste un árbol de Navidad.
Usted es el médico.
No te refugies en frasecitas
como ''Usted es el médico''.
- Me cabrea.
- Vale.
Todo iba bien hasta que discutiste
con tu madre. A partir de ahí, fatal.
Sí, pero no es culpa suya.
Tiene motivos.
Después de lo que
ha tenido que soportar.
¿Qué ha tenido que soportar?
Me refiero a algo considerable.
A ver, ¿qué ha tenido que soportar?
Vamos. A ver si puedes
darme al menos un ejemplo.
Lo de ''intenté suicidarme''
es agua pasada.
- ¿Qué has hecho últimamente?
- ¿Qué?
No lo entiende.
Nunca me perdonará por eso. ¡Jamás!
No puede olvidar lo de la sangre
en sus toallas, en la alfombra...
Tuvieron que deshacerse de todo.
Hasta tuvieron que enlucir los azulejos.
Por Dios, si hasta despidió a la criada
por no limpiar bien el salón.
Si cree que voy a perdonarla...
que ella me va a perdonar...
¿Qué?
Se me acaba de ocurrir algo.
¿Qué?
Quién no quiere perdonar a quién.
Bueno, todo problema
tiene una solución.
Sí, he oído eso antes.
- Lo que no significa que sea mentira.
- Estoy muy cansado.
Es un secreto muy gordo
el que has estado ocultando.
Entonces, ¿qué debo hacer?
Reconocer sus limitaciones.
- ¿Se refiere a que no pueda quererme?
- No puede quererte como te gustaría.
No la culpes por no quererte
más de lo que es capaz.
Pero ama a mi padre
y sé que adoraba a mi hermano.
Soy yo.
Ya empezamos
con las chiquilladas de siempre.
No puede quererte porque no te dejas.
¿Cómo puede quererte tu padre?
Eres un desastre de chico.
Eso es distinto. Se siente responsable.
Además, quiere a todo el mundo.
Ya entiendo. No tiene gusto.
Te quiere, pero se equivoca.
Mira...
A lo mejor no puede
expresarlo como te gustaría.
Quizá tenga miedo
de mostrar sus sentimientos.
¿Qué quiere decir?
Hay alguien más al que debes
perdonar además de tu madre.
¿Se refiere a mí?
¿Por intentar suicidarme?
No me mire así. ¿Por qué?
¿Por qué no dejas de torturarte?
No le des más vueltas.
¿Qué he hecho?
¿Qué he hecho?
- Ya hablaremos de eso el jueves.
- ¡Vamos!
- No queda tiempo.
- ¿ Va a cerrar?
¿Qué he hecho?
- Vamos, Con. Ya conoces las reglas.
- ¿Puedo quedarme un rato más?
Piensa en lo que has dicho. Reflexiona.
Dios.
Imagínate que después de un máximo,
cae hasta 1 1 2,25 puntos
y después repunta considerablemente.
Lanzo una orden
de compra de 4.000 acciones.
Si consigo 4.000 acciones
a 1 1 3,75, es que algo va mal.
Pero imagina que lanzo la orden
de compra cuando están a 1 1 3,75
y consigo 2.000 a 1 1 4,
500 a 1 1 4,25 y así sucesivamente,
de forma que por las últimas
500 acciones pago 1 1 5,5.
Así sé que no me equivoco.
- Yo me voy por ahí.
- Vale.
- Hasta luego, Cal.
- Hasta luego.
Pero imagina que lanzo
la orden de compra...
Nos falta al respeto
y tú subes a disculparte.
..500 a 1 1 4,25...
Crees que todo va de maravilla.
No te das cuenta de nada.
Llevas disculpándote
desde que salió del hospital.
¡Dile a ella que pare!
¡A ella nunca le dices nada!
¡Buck nunca hubiese estado ahí!
¡Me odia! ¿No te das cuenta?
- Trataré de ser claro.
- Muy bien.
En el coche he pensado:
''Debes ser claro''.
Supongo que de eso se trata
en psiquiatría, de ser preciso y claro.
Y sincero, por supuesto.
Seré franco con usted.
No creo mucho en la psiquiatría.
Está bien.
Ya sé que estas sesiones
son entre usted y él, y eso me gusta.
Lo respeto. Es más,
he notado que ha mejorado.
No quiero desacreditarle. Simplemente
no creo en la psiquiatría como panacea.
Yo tampoco.
Ojalá supiera qué demonios
estoy haciendo aquí.
Dijo que podía aclarar algunas cosas.
- ¿A qué se refería?
- Me refería a Conrad.
Sabía que algo no funcionaba incluso
antes de que intentara suicidarse,
pero pensé que...
Es obvio que es muy inteligente.
Sus notas son siempre excelentes.
Siempre pensé que la gente inteligente
sabía solucionar sus problemas.
- ¿Pero aún se siente responsable?
- Sí, por supuesto.
Es difícil no sentirse responsable.
Fue una suerte que estuviera allí
casualmente cuando lo intentó.
Podía haber estado en una reunión.
Podíamos haber salido. Fue una suerte.
Y se considera un hombre afortunado.
No.
No. Antes lo creía.
Creía que era una persona
afortunada antes... del accidente.
Supongo que la vida
no es más que un accidente.
Lo que te ocurre, cómo lo afrontas.
Parece más la filosofía de alguien
sin rumbo que la de un abogado.
Quizá haya perdido un poco el rumbo.
Puedo verlo, igual que puedo ver
cómo ellos dos se alejan de mí,
y yo me quedo inmóvil observando.
- ¿Qué quiere hacer al respecto?
- Algo.
Tengo que hacer algo.
Siento que nado
entre dos aguas y no me gusta.
Y ve que son dos aguas
imposibles de encauzar.
Sí.
No lo sé.
Veo que ella es incapaz de perdonarlo.
- ¿Por qué?
- No estoy muy seguro.
Por ser muy parecido a ella.
La gente siempre decía
que ella y Buck son... eran parecidos.
Pero son ella y Conrad
los que se parecen.
¿Sabía que fueron los únicos
que no lloraron en el funeral?
No me resulta fácil admitirlo,
pero mi mujer no...
Su madre no le muestra mucho afecto.
No pretendo menospreciarla
en absoluto. Es una mujer maravillosa.
¿Mostraba mucho afecto por Buck?
¡Sin duda! Adoraba a Buck.
Bucky recibió tanto...
Creo que por él sentía algo especial.
Fue su primer hijo.
Eso suele ocurrir, ¿ verdad?
- ¿ Y usted?
- ¿ Yo? Yo adoraba a Buck.
Me refiero al afecto de su mujer.
- ¿Se refiere hacia mí?
- Sí.
Bueno, es muy...
No, no tiene ningún problema conmigo.
Llevamos casi 21 años casados.
Todo el mundo adora a Beth.
Pero para Conrad no ha sido fácil.
¿No le ha hablado de eso?
No sabemos lo que pasa aquí.
Nunca sale el tema.
Supongo que de eso se trata.
- Lo que ocurre aquí es privado.
- Totalmente privado.
Creo que sé por qué he venido.
Creo que he venido
a hablar de mí mismo.
Pues hablemos, ¿no?
Hola.
¿Calvin?
¿Qué te pasa?
Esto te va a parecer raro.
Lo que te voy a decir
te va a sonar extraño.
¿Qué ha pasado? Entra.
- Necesito hablar del funeral de Buck.
- ¿Cómo?
Sé que te parecerá absurdo, pero me
ronda la cabeza y querría hablar de ello.
¿Por qué?
Cuando me estaba vistiendo
para ir al funeral de Buck, llevaba...
- Calvin, ¿qué te pasa?
- Deja que me desahogue.
¿A qué viene hablar de cuando
te vestías para ir al funeral?
Llevaba una camisa azul
y me dijiste: ''Ponte una camisa
blanca y los otros zapatos''.
No le di importancia en su momento,
pero no he podido olvidarlo.
Por alguna razón,
he estado pensando en ello
y me pregunto
qué importaba la ropa que llevase.
Escúchame. No te vendrá mal.
¡Nadie en su sano juicio
escucharía algo así!
Sólo quiero hablar
de algo que recuerdo.
¿Por qué quieres recordármelo?
Porque siempre me he preguntado
qué importaba lo que llevase.
Estaba fuera de mí ese día.
Íbamos al funeral de nuestro hijo
y tú estabas preocupada
por mis zapatos.
Estoy seguro de que te parecerá
absurdo, pero quería contártelo.
No pasa nada.
¡Beth, hola! ¿Qué tal?
- ¡Carol! ¿Qué tal?
- Hace mucho que no te veo.
He estado muy ocupada.
Ya te llamaré y quedamos para comer.
¿Cómo está Brad? Dale recuerdos.
¿No te parece una locura?
Cada año es peor.
- Adiós.
- Adiós.
¿Quiere que le muestre su talla?
¿Qué?
¿Desea que le muestre
este modelo en su talla?
No, gracias.
Nos quedan los Bennett,
los Grant y los Foley.
Conrad tiene que comprar
algo para mis padres.
No hace falta que le compre
nada al médico, ¿ verdad?
No creo. Creo que deberíamos
ir a ver al doctor Berger, Beth.
- ¿Qué?
- Podríamos ir a verle juntos.
- ¿Por qué?
- Cree que es buena idea.
¿Cree que es buena idea?
¿Qué sabe él de mí y de esta familia?
- Ni siquiera sé quién es.
- Por eso. De eso se trata.
¿No sería más fácil que hablásemos
juntos de esto, abiertamente?
¿De qué?
¿De qué vamos a hablar?
No trates de cambiarme.
No quiero más cambios en mi vida.
¿No hemos tenido suficiente?
Conservemos lo que tenemos.
Cariño, de eso se trata.
A lo mejor te llevas una sorpresa.
No quiero sorpresas.
No soy perfecta. Si no puedo abrazar
siempre a todo el mundo, lo siento.
No te pido que seas perfecta.
No quiero ver
ni a médicos ni a psicólogos.
Yo soy así. Ésta es mi familia.
Si tenemos problemas,
los resolveremos en privado y en casa,
sin necesidad de visitar
a un especialista cada vez...
¿Saben ya lo que van a tomar?
Necesitamos un par de minutos.
..visitar a un especialista
cada vez que algo va mal.
Sé que tu intención es buena.
- Quiero tener unas Navidades felices.
- Yo también.
Quiero que todas
las Navidades lo sean.
Necesitamos pasar
tiempo juntos, Calvin. Tú y yo.
Tenemos que escapar.
En Año Nuevo.
Podemos pasar unos días
en Houston con mi hermano y Audrey,
jugar un poco al golf, descansar.
Ya he hablado con mi madre
y Conrad puede quedarse con ellos.
No te preocupes por él.
Por favor, por su bien,
no le consientas.
Necesitamos pasar
tiempo juntos, ¿ vale?
De acuerdo.
Te quiero.
Yo también te quiero.
A estas cosas
hay que darles tiempo, ¿ vale?
Vale.
¿Conrad?
No sé jugar a los bolos.
En serio, soy pésima.
- No pasa nada.
- Sí, bueno...
Ya voy yo, no te preocupes.
Lo cierto es que juego muy mal.
No tenemos por qué ir.
A mí tampoco me vuelve loco.
- ¿Tan mala eres?
- En una escala del uno al diez...
me pondría un diez.
Eso es mucho. Bueno,
te prometo que no harás el ridículo.
- Júramelo.
- Te lo juro.
- ¿Es posible romper la bola?
- No puedes romper ni la bola,
ni el suelo, ni nada
de lo que hay en una bolera.
Eso es lo bueno de las boleras.
Ni siquiera puedes batir el récord.
- En fin...
- ¿Qué?
Nada, lo de ''en fin''
es para iniciar el diálogo.
- Muy bueno.
- ¿Te gusta?
Sabía que funcionaría.
Llevo todo el día pensándolo.
¿Crees que la gente
es castigada por sus actos?
¿Castigada por Dios?
- Sí.
- No creo en Dios.
- ¿En absoluto?
- No.
No es una cuestión de grado.
O crees o no crees.
Yo creo en Dios.
¿Tienes miedo de que te castigue
por algo que has hecho?
He hecho muchas cosas
de las que me arrepiento.
¿Sí? Yo también.
¿Te dolió mucho?
De hecho, no me acuerdo.
- ¿Prefieres no hablar de eso?
- No lo sé.
En realidad nunca he hablado de ello.
Con médicos sí, pero con nadie más.
Eres la primera en preguntármelo.
¿Por qué lo hiciste?
No lo sé. Era como
si hubiera caído en un pozo.
Era como haber caído
en un pozo cada vez más profundo,
del que es imposible salir.
De repente, te apresa,
tú eres el pozo
y estás atrapado
sin escapatoria. Era algo así.
No es tan angustioso
como parece al recordarlo ahora,
porque sabes que lo que sentías
era extraño y nuevo...
¡Eh, colegas!
- Hombre, Jarrett.
- ¡Vosotros!
Jarrett, ¿qué tal? Hola, Jeannine.
¿Qué hacéis?
No...
¿Qué te pasa? ¡Anímate!
Menuda energía tienen.
- Sí, son muy graciosos.
- No.
- ¿Qué? Decías que eran graciosos.
- No...
- Lo siento.
- ¿Por qué?
En fin...
- ¿Quieres que hablemos?
- ¿De qué?
- ¿Estás bien?
- Sí.
Sí, estoy bien.
- Ya te llamaré.
- ¿En serio?
- Quiero que me llames.
- Claro.
Bueno...
Supongo que te veré en el coro.
Vale. Gracias.
Venga.
Quiero decir, buenas noches.
Buenas noches.
- Siete.
- Sí... Ni siquiera está enchufado.
Estamos iniciando el descenso.
Por favor, abróchense los cinturones.
No está permitido fumar hasta
que lleguen a la terminal. Gracias.
Mirad. Un golfista pesimista.
Un golfista pesimista.
¡Mierda!
- ¿ Vamos dos arriba? ¿Dos?
- Dos.
Hay que espabilar. Nos queda poco.
Nunca me acostumbraré a este terreno.
Ya sé que es muy plano,
pero haremos que acabe gustándote.
Intenta convencer a todos
para que se muden aquí.
¡No sabéis cuánto me alegro de veros!
- Pareces cansado, Cal.
- Es por el whisky del avión.
¿Cómo puedo seguir teniendo hambre?
Porque estás en Texas, mujer.
Cuando acabemos, vamos a casa
y preparamos unas chuletas a la brasa.
- Audrey hará su famosa ensalada.
- ¿ Y patata al horno con crema agria?
- ¿Desde cuándo tiene ese acento?
- Desde que venimos al club.
Me alegro de que te haga tanta gracia,
porque no tiene ninguna.
- No lo hemos hecho tan mal.
- Ha sido penoso.
¿Cómo puedes aguantar
ese sermón sobre Buck Jarrett?
Ya sé que era el mejor nadador
del mundo, pero me saca de quicio.
Stillman, para.
- ¿Dejará de adorarlo algún día?
- Stillman, cállate de una vez.
- Con, ¿quieres que te lleve?
- No, gracias.
- Tío, nos hubiera ayudado tenerte hoy.
- No lo creo.
Tienes razón.
Nadie hubiese evitado lo de hoy.
¿Qué tal, Jarrett? He oído que vas
a por Pratt. ¿ Ya la tienes en el bote?
Stillman, no seas tan capullo.
Tú sí que eres un capullo. La gente
como tú, que se cree que es la leche,
me toca las narices.
Crees que te debemos...
¡Vamos!
- ¡Vamos, Connie!
- Déjalo, Jarrett.
¡No, Stillman! ¡No!
Déjalo.
Ya está bien. Cálmate, ¿ vale?
Estás loco.
Estás loco, ¿lo sabías?
- ¡Que se vaya a la mierda!
- Ya vale. Se acabó.
Está bien. ¡Mierda!
Toma tu gorra.
¿Quieres que hablemos?
Ese tío es un mierda.
Está mal de la cabeza.
Ya lo sabes.
Es así desde muy pequeño.
¿ Y qué?
Ha sido una estupidez
que respondieras a su provocación.
- O sea que soy estúpido, ¿es eso?
- No es eso.
¿Qué te pasa?
¿Por qué quieres superar esto solo?
Yo también lo echo de menos.
Connie, los tres éramos
muy buenos amigos.
No puedo evitarlo.
Me duele mucho estar cerca de ti.
Tengo que irme.
Está bien.
- ¿Diga?
- Hola. ¿Está Karen?
Karen...
¿Diga?
¿Está Karen?
Soy Conrad Jarrett, un amigo suyo.
- Karen ha muerto.
- ¿Qué? ¿Qué?
Se ha suicidado.
Hagamos que sean
unas Navidades geniales.
Podemos hacerlo.
Podría ser el mejor año de todos.
- ¡Arría la vela!
- ¡No puedo aguantarlo!
¡Mantenlo a estribor!
- ¡Arría la vela!
- Mantenlo a estribor.
- Venga.
- ¡Lo estoy intentando!
¡No puedo! ¡Suéltala!
- ¡Suéltala!
- Mantenlo a estribor.
- ¡Bucky!
- ¡Dame la mano!
¡Aquí!
La hemos cagado esta vez, tío.
Papá nos va a matar por esto.
¡No tiene ni puta gracia!
- No la sueltes.
- No. Te lo juro.
Todo saldrá bien.
Agárrate, Buck.
¡No te sueltes!
¡No te sueltes!
¡Bucky! ¿Dónde estás?
¡Bucky!
¡Bucky!
¡Buck!
¡Buck!
- ¿Diga?
- Soy Conrad.
- ¿Qué pasa?
- Necesito verle.
- ¿Qué hora es?
- No lo sé.
- ¿Dónde estás?
- No lo sé.
Vale, escúchame. Intenta
llegar a la consulta y nos vemos ahí.
Me alegro de que supieras llegar.
- Ha ocurrido algo.
- Espera.
- Necesito...
- Espera a que entre.
Ya está.
Mierda. Ni siquiera se les ocurre
que pueda haber una urgencia.
No, no te lo quites. Siéntate.
- Ha pasado algo.
- ¿Qué?
- Es que...
- ¿Qué?
¡Oh, Dios mío!
- Necesito algo.
- ¿Qué necesitas? Dímelo.
¡No se me va de la cabeza!
¡No dejo de darle vueltas!
Eso está bien.
Tengo que dejar de torturarme.
- ¿Por qué?
- Por lo que hice.
- ¿Qué hiciste?
- Por lo que le hice a él.
- ¿Qué le hiciste?
- Algo.
¿No te das cuenta? ¡Tiene que ser
culpa de alguien o no tiene sentido!
- ¿Sentido? ¿Qué sentido? ¡Pasó!
- No se trata de eso.
No me refiero a eso. Es que...
¡Buck! Bucky, ¡fue sin querer!
- ¡Bucky, fue sin querer! ¡Bucky!
- Lo sé. No fue culpa tuya.
¡Sí! ¡Me pediste
que arriara las velas y no pude!
¡No pude! La driza se atascó.
¡No pude
porque la puta driza se atascó!
¡Y no parabas de hacer el tonto
hasta que fue demasiado tarde!
¡Se supone que yo
tengo que cargar con eso!
- No es justo, ¿ verdad?
- ¡No!
Me dijiste: ''¡Agárrame!'',
y te soltaste.
- ¿Por qué te soltaste?
- Porque estaba cansado.
¿Sí? ¡La cagaste, imbécil!
Te duele cabrearte con él, ¿ verdad?
Sí.
No tuvo cuidado.
No pensó que podía ser peligroso.
Esas cosas pasan incluso
cuando se tiene cuidado.
Fue estúpido. Deberíamos haber vuelto
cuando empezó a empeorar el tiempo.
Vale. Cometiste un error.
¿Por qué se soltó? ¿Por qué?
A lo mejor tú eras más fuerte.
¿Nunca se te ha ocurrido pensar
que quizá tú fueras más fuerte?
¿Cuánto tiempo vas a estar
castigándote? ¿Cuándo vas a parar?
- Dios, ojalá pudiera parar.
- ¿Por qué no lo haces?
No es tan fácil.
Dios... le quería.
Lo sé.
Has dicho que había pasado algo.
¿Cómo ha empezado todo esto?
Karen...
Se ha suicidado.
Acabo de enterarme.
Por Dios.
Parecía que estaba bien.
No estaba bien.
¡Sí lo estaba!
- Me lo dijo. Me dijo que estaba...
- ¿Qué?
Que estaba ocupada,
se sentía bien y...
¿ Y qué?
¿Qué?
Ojalá lo hubiese sabido.
Podría haber hecho algo.
¿La viste una vez
y vas a hacerte responsable?
- ¡No!
- ¿No?
- No, es sólo que...
- ¿Qué?
No es eso.
Esto me ha afectado mucho.
Permítame que esto me afecte.
Claro.
Escucha, a mí también me afecta.
¿Por qué tienen que pasarle
estas cosas a la gente? No es justo.
Tienes razón. No es justo.
Haces una sola cosa mal y...
¿ Y qué es lo que has hecho mal?
Lo sabes.
Lo sabes.
Me quedé agarrado al barco.
Exactamente.
Tienes que vivir con eso, ¿o no?
¡Tengo miedo! Tengo miedo...
Los sentimientos dan miedo.
A veces incluso son dolorosos.
Si no puedes sentir dolor,
no podrás sentir ninguna otra cosa.
¿Me entiendes?
Creo que sí.
Estás aquí y estás vivo.
No me digas que no sientes eso.
No me hace sentir bien.
Pues debería, créeme.
¿Cómo lo sabe?
Porque soy tu amigo.
No sé qué hubiese hecho
si no hubiera estado aquí.
¿Es mi amigo de verdad?
Puedes estar seguro.
Hola. Iba a llamarte,
pero no quería despertar a nadie.
- Quizá hubiera sido más fácil.
- Es por lo de la otra noche.
Me gustó salir contigo,
pero no me gustó mi comportamiento.
Conrad, fui una imbécil.
Fue una tontería
que me riera y fue culpa mía.
No sabía qué hacer.
Estaba avergonzada.
¿En serio? ¿Tenías vergüenza?
Sí. Cuando ellos entraron,
la situación fue horrible y extraña.
Eso es lo que hago
cuando tengo vergüenza: me río.
No hicieron nada malo.
Simplemente estaban divirtiéndose
y yo dejé que se entrometieran.
Fue una tontería. He hecho
muchas tonterías últimamente.
No sabía si estabas siendo sincera.
¿En serio?
Me gustaría volver a intentarlo.
Salió bien, a pesar de lo de los bolos.
- Sí.
- ¿Sí?
Sí.
¿ Vas a clase?
No los domingos.
- ¿Has comido?
- No.
¿Quieres desayunar?
¡Mamá!
- ¿Qué os ha parecido eso?
- Vaya.
- Me ha encantado.
- A los hoyos les encantas tú.
Tendríamos que jugar al golf
más a menudo, ¿no te parece?
Las próximas vacaciones deberíamos
pasarlas jugando al golf. En Pinehurst...
Pinehurst es un buen lugar.
Creo que a Connie le gustaría.
¿Lo has dicho a propósito
o ha sido un reflejo?
Has dicho vacaciones.
Supongo que lo incluyes.
Me sorprende que no lo hayas llamado.
Iba a llamarlo esta noche.
¿Podemos tomar una copa
antes de volver?
Copas, sí, pero más de una.
- Acabemos esto.
- ¿Acabar qué?
- Lo que has empezado.
- ¿Qué?
- Lo que has empezado.
- No tiene sentido.
Te controla a 3.000 km de distancia.
- Él no es el problema.
- Ah, ¿no?
No, vamos a hablar
de lo que realmente te molesta.
No, vamos a hablar de lo que
te molesta a ti. Eso es lo que quieres.
¿Qué he hecho
para que te enfades conmigo?
No es eso. Es lo que crees
que he hecho yo. Me echas la culpa.
¿No puedes preocuparte
por nada que no te afecte?
¡No! Ni yo ni nadie.
Lo que pasa es que yo lo reconozco.
Podrías dejar de ser tan sincera
y empezar a ser generosa. Piensa en él.
- No sé qué quiere de mí.
- Yo te lo diré.
¿Qué? ¿Quiere que me lance
a sus brazos? Pues no puedo.
No puedo reaccionar cuando me dicen:
''He hecho algo fantástico, quiéreme''.
Lo único que quiere saber
es que no lo odias. Eso es todo.
¿Odiarlo? ¡Dios!
¿Cómo voy a odiarlo?
Una madre no puede odiar
a su hijo. ¿Te ha dicho eso?
¿Te das cuenta de que aceptas todo
lo que él dice, pero no lo que digo yo?
- Intento mantener unida la familia.
- ¡No sé lo que la gente quiere de mí!
Beth, nadie quiere nada de ti.
Sólo queremos...
Cal, Con y todos, que seas feliz.
- ¿Feliz?
- Sí.
Ward, dime tú qué es ser feliz.
Pero antes asegúrate
de que tus hijos están bien,
de que no se han caído del caballo
ni les ha atropellado un coche,
ni se han ahogado en esa piscina
de la que presumes tanto.
Después, dime cómo ser feliz.
Me voy a ir a la cama.
La cena estaba buena. Buenísima.
- Es muy pronto. ¿Estás cansado?
- Sí. Ha sido una semana algo dura.
Espero que tu abuela
no haya sido muy dura contigo.
No, se ha portado bien.
Me alegro de que hayáis vuelto.
Buenas noches.
¿Calvin?
¿Por qué estás llorando?
¿Quieres... quieres que te traiga algo?
- No...
- ¿Qué has dicho?
Calvin, ¿qué has dicho?
Dímelo.
Eres preciosa.
Eres impredecible.
Y a la vez muy prudente.
Eres decidida, Beth.
Pero, ¿sabes qué?
No eres fuerte.
Y no sé si eres generosa.
Dime una cosa. ¿Me quieres?
¿Me quieres de verdad?
Siento lo mismo
que he sentido siempre por ti.
Todo habría ido bien si no hubiese
surgido ningún... problema.
No sabes cómo afrontar los problemas.
Necesitas que todo vaya
como una seda.
No sé. Quizá no puedas amar a nadie.
Querías tanto a Buck
que, cuando murió,
fue como si enterrases tu amor con él.
Es algo que no puedo entender. No sé...
Quizá no se trate ni siquiera
de Buck. Se trata de ti.
Puede que, en realidad,
enterraras lo mejor de ti.
Pero en cualquier caso...
No sé quién eres.
Ni sé a qué hemos estado jugando.
Por eso lloraba.
Porque no sé si te sigo queriendo.
Y no sé qué voy a hacer sin eso.
¿Papá?
El jardín parece
más pequeño sin hojas.
¿Papá? ¿Qué ha pasado?
Tu madre se ha ido por algún tiempo.
¿Dónde? ¿Por qué?
Ha vuelto a Houston. Después, no lo sé.
¿Por qué? ¿Qué...?
- Ya sé por qué. Es por mí, ¿ verdad?
- No.
- Sí, es por mi culpa.
- ¡No hagas eso! ¡No te tortures!
No es culpa de nadie. Las cosas pasan.
No siempre hay una respuesta.
No sé por qué te estoy gritando.
No, haces bien.
Deberías hacerlo más a menudo.
- ¿En serio?
- Sí. Dame mi merecido, ven a por mí.
Como hacías con él.
Él se lo merecía, tú no.
Siempre has sido muy duro
contigo mismo. No tuve el valor.
Papá, déjalo.
No, es la verdad.
Nunca me preocupé por ti.
En realidad no prestaba atención.
Yo no daba muchas pistas.
No hubieses podido hacer nada.
No, tenía que haberme
dado cuenta de alguna manera.
¿Sabes? Siempre pensé que te dabas
cuenta de todo, que lo sabías todo.
No era justo, pero tú siempre
nos hacías pensar que todo iría bien.
He pensado mucho en eso
últimamente y te admiro por ser así.
Pues no admires demasiado a la gente.
A veces pueden decepcionarte.
No estoy decepcionado.
Te quiero.
Yo también te quiero.