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SOPA DE GANSO
¿Sra. Teasdale? - ¿Su Excelencia?
- Le ruego que recapacite.
Caballeros, ya le presté a Freedonia
más de la mitad de mi fortuna.
Doy ese dinero por perdido y ahora
Vds. vuelven a pedirme 20 millones.
Sólo para salir del apuro.
Con 20 millones de dólares
podríamos bajar los impuestos.
Eso es lo que pide el pueblo.
- Estoy de acuerdo con el pueblo.
El país ha sido mal administrado.
- ¿Cómo?
Les prestaré el dinero a condición de
que Su Excelencia dimita de su cargo.
¿Me pide que dimita?
- Sí. En una crisis semejante
Freedonia necesita un nuevo dirigente,
un hombre progresista,
¡un hombre como Rufus T. Firefly!
¡Rufus T. Firefly!
¡Prestaré el dinero a condición de que
Firefly sea nombrado jefe de Estado!
FIREFLY NOMBRADO
NUEVO JEFE DE ESTADO DE FREEDONIA
SE PREPARA UNA GRAN RECEPCIÓN
PARA RECIBIR AL JEFE DE ESTADO
¡El honorable Ministro
de Economía y Aparcamientos!
¡Su Excelencia,
el Embajador Trentino de Sylvania!
Embajador.
- Sra. Teasdale.
Estoy deseando que conozca
a nuestro nuevo presidente.
Gobierne quien gobierne Freedonia,
Vd. seguirá siendo la Primera Dama.
Permítame... Vera Marcal,
el Embajador Trentino.
He visto a la Srta. Marcal bailar
en el teatro muchas veces. - Gracias.
¡El honorable Pandooh de Mufhtan!
- Tengo que saludar a Su Excelencia.
¿Qué has averiguado?
- Nada.
Olvida la revolución.
Tengo un plan mejor.
Casándome con la Sra. Teasdale será
más fácil apoderarme de Freedonia.
Quizá no sea tan fácil.
Según tengo entendido,
a la Sra. Teasdale
no le desagrada Rufus T. Firefly.
Ésa es tu misión.
Lo dejo a él en tus manos.
Y no necesito decirte lo que
tienes que hacer... ¡Cuidado!
Le presento al secretario
de Su Excelencia, Bob Roland.
El Embajador Trentino...
La Srta. Marcal.
- Nos conocemos.
Espero que Su Excelencia venga pronto.
Para él la puntualidad es fundamental.
Nunca ha llegado tarde a una cita.
Su Excelencia tomará
en el acto posesión de su cargo
y empezará a gobernar.
Hará su aparición
en cuanto el reloj dé las diez.
Cuando el reloj dé las diez,
damas leales
y caballeros patrióticos,
entonaremos el himno nacional,
cuando el reloj dé las diez.
Su Excelencia tomará en el acto
posesión de su cargo
y empezará a gobernar.
Hará su aparición
en cuanto el reloj dé las diez.
Le daremos una bienvenida calurosa
y le expresaremos nuestra alegría.
Viva, viva Freedonia...
Viva, viva Freedonia,
el país de la libertad
y de los valientes.
¿Esperan a alguien?
- Sí.
Su Excelencia...
Le estábamos esperando. Como
presidenta del comité de recepción,
le transmito los mejores deseos
de todos los freedonianos.
Olvídelo. Coja una carta.
- ¿Una carta? ¿Para qué?
Quédesela. Tengo 51 más.
¿Decía usted?
Decía que
le recibo con los brazos abiertos.
¿Hasta qué hora tiene abierto?
He apoyado su nombramiento porque
le considero el más capacitado.
Eso es tremendo.
Aunque Vd. también está tremenda.
Váyase antes de que la arrasen
y construyan oficinas en su lugar.
Puede irse en un taxi.
Y si no, puede irse en... furruñada.
No para usted de hablar. La habrán
vacunado con la aguja de un fonógrafo.
El futuro de Freedonia
está en sus manos.
Prométame
que seguirá el ejemplo de mi marido.
No llevo ni 5 minutos en el cargo
y ya se me está insinuando.
¿Dónde está su marido?
- Murió.
Seguro que es un pretexto.
- Estuve con él hasta el final.
No es de extrañar que muriera.
- Lo estreché en mis brazos y lo besé.
¡Con que fue asesinato! ¿Quiere
casarse conmigo? ¿Le dejó dinero?
Responda primero la segunda pregunta.
- Heredé toda su fortuna.
¿En serio?
¿No se da cuenta de que la amo?
Oh, Su Excelencia...
- Usted tampoco está nada mal.
Permita que le presente
al Embajador Trentino de Sylvania.
Es un placer tenerle con nosotros.
No puedo quedarme mucho tiempo.
- El placer es aún mayor.
¿Por qué no le presta 20 millones al
país, so roñoso? - Es mucho dinero.
Tendré que consultarle al ministro
de economía. - ¿Me presta 12 dólares?
¿12 dólares?
- No tema. Si no se los devuelvo
en 90 días,
puede quedarse con el pagaré.
Su Excelencia,
¿no nos hemos visto en alguna parte?
No lo creo. Y no sé si le estoy viendo
ahora. Me habrá sentado algo mal.
Caballero, ¿pretende...? - No mire,
pero en este lugar sobra alguien,
y me parece que es usted.
Lo siento muchísimo.
Quiero presentarle a una dama
encantadora. - Ya era hora.
Un momento...
Ésta es Vera Marcal...
Adelante. Seré valiente.
- No me entiende.
Es Vera Marcal, la famosa bailarina.
- ¿De verdad?
¿Sabe hacer esto?
Yo bailaba antes que Napoleón.
No, él bailaba antes que yo.
200 años antes.
Esto lo aprendí en un salón de baile.
Esto también
lo aprendí en un salón de baile.
Quizá tengamos la ocasión
de bailar juntos algún día, ¿no?
Con usted bailaría
hasta caerme muerto.
Aunque prefiero no morirme.
¿Dónde está mi secretario?
- ¡Aquí! - ¡Santo cielo!
Escriba.
- ¿A quién? - A mi dentista.
"Querido dentista. Adjunto le mando
un cheque de 500 dólares." Mándelo.
Primero tengo que adjuntar el cheque.
- Si lo hace, le despido.
Su Excelencia,
el mundo entero le está mirando.
Personalidades de todos los países
se han reunido aquí en su honor.
Es un día de fiesta para usted.
- Preferiría una noche de fiesta.
Si no es pedirle demasiado...
infórmenos, para darnos una idea,
díganos cómo pretende
gobernar el país.
Éstas son las leyes de mi gobierno:
Está prohibido fumar,
contar chistes verdes y silbar.
Está prohibido contar chistes verdes.
¡Viva, viva Freedonia!
Quien masque chicle será perseguido
y acabará en la cárcel.
Quien masque chicle será perseguido.
Todo tipo de placer en público
será denunciado y prohibido.
Me mostraré inflexible, así será.
Éste es el país de la libertad.
El último presidente
por poco arruina el país.
Si pensáis que este país va mal,
ya veréis lo que yo hago.
¿Que pagáis demasiados impuestos?
Yo sé que hacer al respecto.
Si creéis que pagáis demasiado,
ya veréis lo que yo hago.
No toleraré la deshonestidad
ni la injusticia.
Soy un hombre honrado,
así que tened cuidado.
Si alguien unta a alguien
y éste no reparte conmigo,
lo ponemos contra la pared
y lo mandamos al paraíso.
Tened cuidado
cuando hagáis chanchullos.
Nadie deberá ser untado
sin darle su parte.
Si alguien se interpone
entre marido y mujer,
la mujer decidirá a quién prefiere.
Si prefiere al otro,
que el marido se aparte.
Lo ponemos contra la pared
y lo mandamos al paraíso.
Si el marido abandona a su mujer,
lo ponemos contra la pared
y lo mandamos al paraíso.
Tiene una cita
en la Cámara de Representantes.
¡No puede ir con los pantalones
remangados! - ¿Ah, no?
¡Nunca me verán de otra manera!
¡Mi coche!
¡El coche de Su Excelencia!
¡El coche de Su Excelencia!
Tengo prisa.
¡Vaya a toda pastilla!
Si te quedas sin gasolina,
llama a Paulina o a Carolina. ¡Vamos!
Cómo me alegro de estar de vuelta.
He fracasado, embajador.
- ¡Lo sé!
Lo siento.
- Lo ha estropeado todo.
Si hubiera empezado
antes con la revolución,
Freedonia ya estaría
bajo nuestra bandera.
¡Firefly nos lo impidió!
No se imagina lo popular que es.
- Sí que lo sé.
Por eso tengo dos espías vigilándolo.
Quiero averiguar algo sobre él,
algo para desacreditarlo.
Chicolini y Pinky están aquí.
Mis espías.
Que pasen. Espere fuera.
¡Se la hemos pegado!
¡Caballeros!
¿Qué significa esto?
- Cosas de espionaje.
Un telegrama para usted...
Se enfada porque no sabe leer.
- Entiendo.
Tenemos que hablar de un asunto serio.
Siéntense.
- Duérmete, niño...
Caballeros...
- ¡Espere! Tome un puro.
Es un buen puro. Ya lo he probado.
- Gracias, fumaré uno de los míos.
Pruebe uno de estos.
Esto no sirve.
Esto sirve.
Ahora al grano.
¿Le han seguido la pista a Firefly?
¿Que si le hemos seguido?
Mi socio tiene una nariz de sabueso.
¿De verdad? - El resto de su cara
tampoco vale gran cosa.
Lo sabemos todo sobre Firefly.
Mire esto. - Muy bien.
Esperen. Que no nos molesten.
Estoy reunido,
no quiero que se me moleste.
Sí, señor.
Caballeros,
así no vamos a ninguna parte.
¡Fuera!
Ahora hagan el favor de contarme
qué han averiguado acerca de Firefly.
¿Recuerda que nos dio una foto suya
y nos dijo que lo siguiéramos? - Sí.
Nos pusimos manos a la obra enseguida.
Y en menos de una hora... - ¿Sí?
... le perdimos la pista.
Somos rápidos, ¿verdad?
Necesito tener algo contra Firefly.
¿Ha cantado alguien?
¡No! ¡No!
El chico se ha ganado un puro.
¡Chicolini,
quiero un informe completo!
Bien. El lunes vigilamos la casa
de Firefly, pero no salió nadie.
No estaba en casa. El martes fuimos al
partido de béisbol pero nos engañó.
No apareció. El miércoles fue
al partido, pero le engañamos.
No aparecimos.
El jueves no fuimos ninguno.
El viernes no hubo partido porque
llovía. Lo escuchamos por la radio.
¡Entonces no han seguido a Firefly!
- Sí, lo seguimos todo el día.
¿Qué día?
- Ese día.
Muy chistoso, ¿verdad, jefe?
¿Qué paso entonces ese día?
Me alegro de que pregunte.
Lo seguimos hasta una taberna.
Se encontró con una mujer casada.
- ¿Casada? - Creo que era su mujer.
Firefly no tiene mujer.
- ¿No? - No.
¿Sabe lo que creo, jefe? - ¿Qué?
- Que nos equivocamos de hombre.
Caballeros, estoy decepcionado.
Les confié una misión importantísima
y ustedes han fracasado.
Pero les daré otra oportunidad.
Tengo cartas credenciales que les
abrirán las puertas de toda Freedonia.
Ah, aquí están.
¿Creen que atraparán a Firefly?
Esta vez espero resultados.
Adiós y buena suerte.
Vamos, Pinky.
- Adiós.
CÁMARA DE DIPUTADDS
SE RUEGA NO MOLESTAR
Se abre la sesión.
El informe del Departamento del
Tesoro. Espero que lo entienda.
¿Entenderlo?
Hasta un niño de 4 años lo entendería.
Tráigame un niño de 4 años.
No entiendo ni jota.
Miembros del gabinete,
volvamos al orden del día.
La tarifa...
- Siéntese, ese es un asunto nuevo.
¿No hay asuntos atrasados? Pasemos
a los asuntos nuevos. - La tarifa...
Demasiado tarde.
Ya es un asunto atrasado. Siéntese.
Como Ministro de Guerra...
- Eso es pasarse de rosca.
Por cierto, los grifos
también lo están. Anótelo.
No, lo haré yo mismo.
Los trabajadores de Freedonia
quieren jornadas más cortas.
Bien. Reduciremos a 20 minutos
el tiempo para almorzar.
Necesitamos un nuevo tesorero.
- ¡Ya nombró uno la semana pasada!
Es el que estoy buscando.
¡Ya es suficiente, caballeros!
Tenemos que hablar de los impuestos.
¿Por qué no hablamos del tiempo?
- ¡Hablemos de los impuestos!
Correcto. Hay que tener tiempo
para hablar de los impuestos.
Trabajo como un esclavo para mi país,
y ¿qué se me da a cambio?
Latigazos.
Está poniendo a prueba mi paciencia.
- Pues pruebe usted la mía.
¡Esto es el colmo! Dimito.
Me lavo las manos.
Buena idea.
Lávese el cogote de paso.
¡Cacahuetes!
¡Eh, ven aquí!
Te andaba buscando.
¿Qué has averiguado sobre Firefly?
¿Has averiguado algo?
¿No has averiguado nada?
¿Le has espiado?
¿No le has espiado?
¿Qué te pasa? Nunca dices nada.
¿Por qué no dices nunca nada?
¡Basta ya!
¿Qué has averiguado?
No sirve. ¡Ven aquí! Estás loco.
¿Por qué pones esa cara?
¿Qué te pasa? ¿Buscas pelea?
Pues peleemos.
¡Esta vez por arriba, no por abajo!
¡Vamos!
¿Qué te has creído?
¿Qué significa esto?
¡Me estáis espantando a los clientes!
Usted se equivoca.
No es una pelea.
Él trabaja para mí.
Pero él no habla.
Yo le pregunto por qué no habla.
¡Y se pone a pelear!
- ¡A quién se le ocurre!
Se le ocurrió a él.
Cuando le hablo, él no dice nada.
Cuando le hablo...
- ¡Cierra el pico!
¿Qué haces aquí?
¿Quién demonios eres?
¿No puedes...?
¿No puedes decir nada?
Nunca dice nada...
- ¡Cierra el pico! - ¡Está cerrado!
Usted no lo entiende. Somos espías.
Él trabaja para mí.
Tiene que averiguar algo,
pero no averigua nada.
¿Cómo voy a averiguarlo si él no
averigua lo que quiero que averigüe?
¿Te vas a callar de una vez?
- Me callo.
Pero que deje de hacer esto.
Te voy a hacer picadillo...
Y a ti lo mismo...
Yo no he dicho nada.
¡Te vas a enterar!
¿Qué haces?
¿Por qué...?
¡Yo te enseñaré a dar patadas!
- ¡Ya sé!
¡Pare ya! ¡Mire!
No está mal, ¿verdad?
¡Cacahuetes!
¡Eh!
¿Quiere ser un escándalo público?
- ¿Cuánto ganaría?
Si tuviera un palo,
una buena paliza.
¡Que le den... cacahuetes!
¿Tiene una autorización?
- Yo no, pero mi perro sí.
Es muy listo.
Acompañó al Almirante Byrd al Polo.
Apuesto a que el perro llegó antes.
Cierto. - Suba. Quiero
pegarle un susto al gabinete.
No, no está aquí.
Bien, se lo diré. Adiós.
Era para usted.
- No estoy. Tengo que hablar con Vd.
Si deja el puesto de cacahuetes,
le conseguiré un trabajo fácil.
¿Le apetecería trabajar en la venta?
- No, no me gusta la menta.
¿Tiene más sabores?
No, todavía no.
Bien, se lo diré. Adiós.
Otra vez para usted.
- ¿Dónde me habré metido?
Ya debería estar de vuelta.
Lo contrato, pero primero
tiene que contestarme a una pregunta.
¿Quién tiene cuatro pantalones,
vive en Filadelfia
y no llueve nunca, sino diluvia?
Es buena. A ver si lo adivina.
Tiene cuatro pantalones, vive en
Filadelfia. ¿Es hombre o mujer?
No lo creo.
- ¿Está muerto? - ¿Quién?
No lo sé. Me rindo.
- Yo también me rindo.
Ahora me toca a mí:
¿Quién tiene un gran bigote ***,
fuma un gran puro ***
y es un pelma de cuidado?
No me lo diga.
A ver. Tiene un gran bigote ***,
fuma un gran puro ***
y es un pelma...
¿Lleva gafas?
- Sí. Lo ha adivinado enseguida.
Se quedó sin el trabajo.
- ¿Qué trabajo?
Ministro de Guerra.
- Acepto. - Trato hecho.
¡Sin un teléfono estaría perdido!
No se vaya. Tenemos que hablar.
¿Dónde estábamos? Ya sé. ¿Qué tipo
de ejército cree que necesitamos?
Uno que esté siempre en pie de guerra.
¿Por qué?
Porque nos ahorraríamos las sillas.
Cacahuetes...
¡Fuera de aquí!
¿Quién es usted, por cierto?
No me gusta el arte moderno.
¿No tiene algo más clásico?
No está mal.
¿Me da su número de teléfono?
Usted podría ser una gran ayuda.
¿Dónde vive?
Nada del otro jueves,
pero total hoy es viernes.
Seguro que no tiene
una foto de mi abuelo.
Ahora no.
En otra ocasión.
Su Excelencia...
- ¡Cállese!
Esto es cosa de Trentino.
Está intentando hundirle.
¿Qué piensa hacer? - Llamar
a su timbre y salir corriendo.
Tenemos que librarnos de él.
Tengo un plan.
Usted le provoca para que le pegue.
Y lo echaremos del país.
- Fenomenal. ¿No le puedo pegar yo?
El embajador Trentino es un hombre
muy sensible. Si Vd. le ofende...
Una vez le dije algo a Vera Marcal
y él me abofeteó por ello.
¿No le abofeteó Vera también?
- Sí. - ¿Qué le dijo usted?
Debería darle vergüenza.
¿Quién se lo había contado? - Usted.
Es verdad. Debería haber abofeteado
a la Sra. Teasdale cuando me lo dijo.
¿Dónde está Trentino?
- En la fiesta de la Sra. Teasdale.
¿Me han invitado? Escriba.
"Tengo el honor
de invitarle a mi fiesta."
Firme con el nombre de la Sra.
Teasdale y dígale que acepto. Vamos.
Tengo que ir a ofender
al Embajador Trentino. Dese prisa.
Ya voy por el quinto viaje,
y todavía no he ido a ninguna parte.
No has progresado mucho
con la Sra. Teasdale, ¿no?
¿Y cómo? Siempre que está a punto
de decir que sí, aparece Firefly.
Hoy es tu oportuidad. Él no vendrá.
- ¿Estás segura?
Segurísima, ayudé a la Sra. Teasdale
con las invitaciones. - ¡Ajá!
¡Su Excelencia Rufus T. Firefly!
Viva, viva Freedonia,
el país de la libertad
y de los valientes.
Gloria, llevo años esperando. Le amo.
Estoy a sus pies.
Cuando acabe,
puede ponerse a los míos.
¡Si esto no ha sido un insulto,
yo soy cura! - Gloria, le amo.
Sé que está muy sola.
¿No podemos estar a solas?
- ¿Qué le ofrece? ¿Riqueza? ¿Familia?
No soy rico
pero podemos fundar una familia.
¡Oh, Rufus! - Sólo puedo ofrecerle
un techo sobre la cabeza.
¡Excelencia, no sé qué decir!
- Yo tampoco sabría.
¿Se le ocurre a usted algo?
A mí sí se me ocurre algo.
Me recuerda Vd. a un mandril.
- ¿Cómo?
Siento haber dicho eso.
Estoy insultando a los mandriles.
¡Su conducta es inexcusable!
- ¡Caballeros!
¡No he venido a que me insulten!
¡Eso se lo creerá usted!
- ¡Canalla! - ¿Cómo?
¡Gusano! - ¿Cómo?
- ¡Arribista! - ¡Esto es demasiado!
Touché. - Este lamentable incidente
podría provocar una guerra.
¡Es terrible!
- Soy un hombre de pocas palabras.
Soy un hombre de una palabra: ¡Largo!
¡Nadie llama arribista a un Firefly!
El "Mayflower" estaba lleno
de Fireflys y de moscas.
Los Fireflys estaban en cubierta
y las moscas encima de los Fireflys.
Adiós, cariño.
- Tengo que hablarle.
Le guardaré un asiento libre en el
teatro. En cuanto llegue, me iré.
¡El coche de Su Excelencia!
- ¡El coche de Su Excelencia!
Esta vez no pienso arriesgarme. A un
Firefly sólo se le engaña dos veces.
Suba al sidecar.
Es la mejor manera de viajar.
Ven aquí, Pinky.
Vigila esto.
Vamos, Pastano.
Lamento el lamentable incidente
con Su Excelencia,
pero no me dejó otra opción.
- Quizá podamos aún evitar una guerra.
Ojalá pudiéramos.
- Sí...
Sra. Teasdale,
mi presidente me reclama.
¿Entonces es demasiado tarde?
- No necesariamente.
Estoy dispuesto a olvidarlo todo
si él también está dispuesto.
Muy generoso de su parte,
pero Su Excelencia no aceptará.
Quizá a usted la escuche.
¿Usted cree? - Naturalmente.
- Lo llamaré.
Siento molestarle. Sé que está muy
ocupado pero tengo que verle.
¿Dónde está? Venga por la puerta
trasera para que no la vea nadie.
Si se acuerda, traiga queso.
Tiene que venir usted.
No se lo puedo contar por teléfono.
¡Con que es eso! Debería darle
vergüenza. Vengo enseguida.
Esperen fuera
hasta que termine de hablar con él.
Bien. Si nos necesita, estamos fuera.
¿Cómo ha entrado?
- Perdone que le moleste.
¿Podrá perdonarme?
- ¿Me perdonará si me largo?
Los planes de guerra valen tanto como
su vida. Se los pongo baratos.
Trátelos como si fueran gatitos.
¿Ha tenido gatitos alguna vez?
Claro que no.
Está muy ocupada jugando al bridge.
¿No ve lo que quiero decirle?
Cásese conmigo.
¿Casarme con usted?
- Tómeme y yo tomaré vacaciones.
Necesitaré vacaciones si nos casamos.
Ya la veo en la cocina,
inclinándose sobre la lumbre.
Pero no veo la lumbre.
Pronuncie esa palabra,
y no me volverá a ver.
Gloria.
Rufus, ¿en qué piensa?
En los años que he perdido
coleccionando sellos.
Seguro que me tomará
por un viejo sentimental,
pero ¿podría darme un mechón de
su cabello? - ¿Un mechón?
No sabía... - Se lo pongo fácil.
lba a pedirle toda la peluca.
¿Así que ha venido a pedir clemencia?
- Viene con intenciones pacíficas.
Ha cambiado de parecer.
- ¡Pues su cara no ha cambiado nada!
Olvidemos nuestro altercado.
- ¿Olvidar?
¿Quiere que me olvide?
Un Firefly nunca olvida.
Mis antepasados saldrían de sus tumbas
y tendría que volver a enterrarlos.
Ni hablar. Tengo que quitar las migas
de mi cama. Espero visita.
Espere.
- ¡Suélteme, bruto!
Haría cualquier cosa
para evitar una guerra.
Demasiado tarde.
Tengo alquilado el campo de batalla.
¿Hay algo que yo pueda hacer?
- Sí, pero hablaremos más tarde.
Recapacite, por favor.
Hágalo por mí.
Soy un poco cabezota,
me viene de familia.
Mi padre era un poco cabezota.
Mi madre tenía una narizota.
El Cabezota se casó con la Narizota
y así salimos nosotros.
Fui tonto al enfadarme
por esa tontería.
¿Tontería?
¿Qué es lo que dije?
Ya no me acuerdo.
¿Se refiere a " gusano" ?
- No, eso no era.
Ya sé... "Canalla" .
- No, tenía nueve letras.
¡Ya lo sé! "¡Arribista!"
- Eso es. ¡Arribista!
Este hombre es imposible.
¡Me ha insultado!
Lo tengo muy claro.
Esto significa la guerra. ¡Mequetrefe!
Me gusta más " arribista" .
Me voy.
- Váyase y no vuelva a usar mi toalla.
¡Mi sombrero!
- ¡Mi toalla!
Los planes de guerra de Freedonia
están en posesión de la Sra. Teasdale.
Tengo que apoderarme de ellos.
- ¿Pero cómo?
La Sra. Teasdale tiene una invitada
en su casa, la Srta. Marcal.
Por favor, espérenme fuera.
Enseguida voy. - Por supuesto.
Perdone.
Sí, estoy sola... No, todavía no.
Tenemos que darnos prisa.
Tienes que encontrar los planes.
Chicolini y su socio están al llegar.
Pero tengo que tener cuidado.
Hay otro invitado en la casa.
¿Firefly?
No sé. Creo que duerme.
Toca.
Aprieta el botón.
¿Tienes los planes?
- No, están en algún lugar de la casa.
Pero no hagáis ruido.
Si os encuentran, estáis perdidos.
Estás loca. ¿Cómo voy
a estar perdido si me encuentran?
¿Tienes una linterna?
Si os descubren,
os condenarán y os fusilarán.
¡Vera!
Tengo que irme.
Y recordad: no hagáis ruido.
Quédate aquí y no hagas ruido.
Si nos descubren, nos fumigarán.
Su Excelencia, no puedo dormir.
¿Cómo? ¿Está preocupada?
¿No puede dormir?
Ahora yo también estoy despierto.
No descansaré hasta que los planes
no estén en sus manos.
Por favor, venga a buscarlos.
¿Los planes? Vengo enseguida.
¡Déjeme salir!
¡Déjeme salir
o deme una revista!
¿Con que sí? ¡Soplaré y resoplaré
y la puerta tiraré!
Pase.
Me alegro de verle.
- Yo también. ¿Tiene los planes?
Su voz suena rara.
¿Por qué habla así?
Estoy practicando
por si voy algún día a ltalia.
Consultaré a mi abogado
en cuanto se gradúe.
Su dialecto es perfecto.
Podría escucharle toda la noche.
Pero no puedo quedarme.
¿Dónde están los planes?
Abajo, en la caja fuerte.
Le apunto la combinación.
Oh, ahí está Vd. Aquí tiene
la combinación. ¿Está clara?
¿Quiere saber algo más?
¿Qué le ocurre?
¿Se le ha comido la lengua el gato?
Le traeré un vaso de agua.
Aquí tiene el agua...
¿Pero qué demonios le ocurre?
Creía que se había ido.
- No me he ido.
Lo vi con mis propios ojos.
- ¿A quién cree? ¿A mí o a sus ojos?
Esto es demasiado para mí. Me voy
a desmayar. - Le traeré agua.
¿Y mi vaso de agua?
- Me rindo. ¿Dónde está?
¿Qué es eso?
- Parecen ratones.
Los ratones no tocan música.
- ¿Y la música " ratonera" ?
Con el cuartel general. No el cuarto
del general, el cuartel general.
Que los chicos rodeen
la casa de la Sra. Teasdale.
CHICOLINI ARRESTADO
ACUSADO DE ALTA TRAICIÓN
Su excelencia Rufus T. Firefly.
Viva, viva Freedonia, el país
de la libertad y de los valientes.
Teniente, ¿por qué no está
la acusación en mi cartera?
Creí que no era importante.
¿Que no era importante?
¡Mi postre estaba envuelto en ella!
Devuélvala
y traiga el dinero del envase.
¡Hola, jefe! - Chicolini, apuesto
8 contra uno a que es culpable.
Eso no es nada.
El peluquero me da 10 contra uno.
Se le acusa de alta traición.
De ser culpable, será ejecutado.
Protesto.
- ¿Por qué motivo?
No se me ocurre otra cosa.
Protesta aceptada.
- ¿Aceptada?
Tampoco se me ocurre otra cosa.
¿Por qué no protesta usted?
¿Cuándo nació usted?
No me acuerdo. Era un bebé.
¿Intentó vender los planes
y el código de guerra de Freedonia?
Vendí el código y dos pares de planes.
Buen chiste, ¿verdad?
- Sobre todo cuando le condenen.
¿Tiene a alguien para defenderle?
No ha habido manera. He ofrecido hasta
18 dólares, pero no ha querido nadie.
Amigos,
este caso me conmueve profundamente.
Miren a Chicolini.
Ahí está solo y grotesco.
- Protesto.
Miren a Chicolini.
Solo, un individuo lamentable.
A ver cómo sales de ésta.
Rodeado de un mar de enemigos.
Diga un número entre uno y diez.
- ¿Once? - Correcto.
Me toca. ¿Qué tiene trompa
y no tiene dientes,
pesa 2000 libras y...
Irrelevante.
- ¡Elefante! ¡Correcto!
En el circo hay muchos elefantes.
Eliminemos esta declaración.
- La tomo.
¿Qué toma?
- Una limonada fría.
Esto va bien, jefe.
Este hombre habla como un idiota
y parece un idiota.
Pero no se dejen engañar:
¡Es un idiota!
Mándenlo con su padre y sus hermanos
que lo esperan
con los brazos abiertos en la cárcel.
Sugiero 10 años de prisión
ó 11 de reclusión.
En vista de la situación,
prefiero ir a una pensión.
Debería de haberlo eliminado a usted
en vez del hábeas corpus.
Protesto.
- Protesto. - Protesto.
¡No puede protestar!
Su Excelencia, el General Cooper dice
que las tropas de Sylvania
están a punto de invadir Freedonia.
Eso significa la guerra.
¡Una guerra
haría aumentar los impuestos!
Mi tío también tiene un buen puesto.
- No, hablo de dinero, dólares.
¡Es verdad! Gana muchos dólares.
Esto va de mal en peor.
¿No se lo dije?
- Su Excelencia.
¿Qué pasa, cariño?
- En nombre de las mujeres
de Freedonia intento por última vez
impedir la guerra. - ¿En serio?
Trentino dice que Sylvania tampoco
quiere guerra. - Yo también.
¿Tampoco quiere guerra?
- También.
Da igual.
He invitado al Embajador
porque pensamos
que un encuentro pacífico
lo solucionaría todo.
Está a punto de llegar.
- Un noble gesto.
Sería indigno de su confianza
si no hiciera todo lo posible
para que nuestro país
esté en paz con el mundo entero.
Estaré encantado de ver al Embajador
y tenderle la mano derecha
en señal de amistad.
Seguro que acepta
este gesto en nombre de la paz.
¿Y si no lo acepta?
Yo le ofrezco mi mano
y él la rechaza.
¿Y qué hay de mi prestigio?
¡Un presidente
ofendido por un embajador!
¿Por quién se toma? Ponerme
en ridículo delante de mi pueblo.
Yo le doy la mano
y esa hiena la rechaza.
¡So canalla!
¡Por esto no paso! - ¡Por favor!
¿Se niega a darme la mano?
¡Esto es el colmo! ¡Esto ya no tiene
vuelta de hoja! ¡Es la guerra!
¡Es la guerra!
¡Es la guerra! ¡Reunid las tropas!
¡Enganchad los caballos! ¡La guerra!
Freedonia se va a la guerra...
Por fin vamos a la guerra.
Vamos a la guerra.
Creemos
que nuestro país va a la guerra.
A la guerra.
- No se puede ignorar.
Vamos a la guerra.
No se puede ignorar.
Creo que creen
que vamos a la guerra.
Creo que creen
que vamos a la guerra.
¡A la guerra! ¡A la guerra!
Ellos tienen armas, nosotros tenemos
armas, los hijos de Dios tienen armas.
Atravesamos el campo de batalla
porque los hijos de Dios tienen armas.
Oh, Freedonia, no llores más por mí,
que me voy a California
a por oro para ti.
¡A la guerra,
nos vamos a la guerra!
¡A la guerra! ¡A la guerra!
A la guerra, a la guerra.
Pronto diremos adiós.
Cómo lloraríamos por Firefly
si llegase a morir.
Habrá dos luces encendidas
si el enemigo viene por tierra.
Habrá una luz encendida
si viene por mar.
¡Me engañaron!
Vienen por mar y por tierra.
Cabalga por pueblos y ciudades,
despierta a los ciudadanos.
Diles que el enemigo viene de lejos...
¡Vete, muchacho!
¡Mi marido! ¡Escóndase!
Freedonia se va a la guerra.
- Yo voy a tomar un baño.
Liberen todas las líneas.
El enemigo ha tomado la colina 2728.
Hay 13 topos en paro.
Francotiradores descubrieron
nuestro nido y pusieron un huevo.
Solicite refuerzos.
A cobro revertido.
Están matando a nuestros hombres.
Deberíamos cavar trincheras.
No hay tiempo para cavar trincheras.
Las compraremos hechas.
- Sí, señor.
Así de altas, para que los soldados
no necesiten pantalones. - Sí.
No, así de altas, y así no necesitamos
soldados. - Sí, señor.
Chicolini, todavía cuento con usted.
En la colina 28 hay un nido de armas.
Vacíenlo. - Se lo diré al conserje.
Un mensaje del frente. - ¿Por qué
nunca recibimos nada del lado?
¿Qué ocurre? - Ataque de gas.
Esperan instrucciones.
Oígales que tomen una cucharada de
bicarbonato con agua. - Sí, señor.
¿Han contestado ya? - No.
- Pues no mande el mensaje.
¡Esto es el colmo!
¿Dónde está mi Stradivari? - Aquí.
Les enseñaré
a no jugar con el viejo Firefly.
¡Mire cómo corren! ¡Así es la guerra!
- ¡Excelencia!
¡Como ratones!
- Pero señor...
Me concederé la medalla Firefly.
Está disparando a sus hombres.
- ¿Cómo?
Está disparando a sus hombres.
Tome 5 dólares. Guarde el secreto.
No, lo guardaré yo.
¡Necesitamos más hombres!
- Tranquilo. Ya buscamos voluntarios.
UNETE AL EJERCITO
Y CONOCE A LA MARINA
La moral de los soldados se derrumba.
Están desertando.
¿Dónde está el Ministro de Guerra?
- ¡Eso! ¿Dónde está?
Los soldados esperan sus órdenes.
- ¡El Ministro de Guerra!
Me alegro de verle. Nuestras tropas
están a punto de ser derrotadas.
¿Qué piensa hacer?
- Ya lo he hecho. - ¿El qué?
Me pasé al otro bando.
- ¿Entonces qué hace aquí?
Aquí se come mejor.
Chicolini, le necesito.
Vuelva a trabajar para mí.
Cogeré vacaciones.
- Bien, está contratado.
Vaya al campo de batalla
y guíe a los hombres a la victoria.
Sólo saldré en un chisme de esos
de hierro. ¿Cómo se llaman?
Tanque.
- ¿Tan qué?
Excelencia, venga enseguida.
Estamos en peligro.
Pues vengan aquí.
Aquí no hay peligro.
Un momento. Tengo que ver algo.
Lo que pensaba.
No hay moros en la costa.
Recuerden. Luchan por el honor de
esa mujer, lo que ella nunca hizo.
Su Excelencia...
Ese era mi fusil.
Tráigamelo, sea buena chica.
Nuestra munición se está acabando.
- ¡A los botes! ¡Traeré ayuda!
Llamando a todas las naciones...
Soy Rufus T...
Soy Rufus T. Firefly,
por cortesía del enemigo...
¡Estamos acorralados!
Vengan a Freedonia,
3 hombres y 1 mujer atrapados.
Si no pueden mandar ayuda,
manden a dos mujeres.
Que sean tres.
No aguantaremos mucho tiempo.
Necesitamos ayuda.
SE NECESITA AYUDANTE
Uno de nosotros tiene
que avisar al General Cooper.
¡Silencio!
¿Quién se sacrifica por su país?
- Echémoslo a suertes.
Esperad. Ya lo tengo.
Me he equivocado. Esperad.
Empezaré por aquí.
Me he equivocado otra vez.
¡Ya lo tengo!
¡Qué valiente!
Atraviese las líneas enemigas.
Mientras usted arriesga su vida,
pensaremos en lo imbécil que es.
Adiós...
¡Viva Freedonia!
- ¡Viva Freedonia!
Gloria, ¿por qué te han disparado?
Es el único agua que nos queda.
- Es la única mujer que nos queda.
Estamos rodeados. Vienen por detrás.
- Vienen por aquí.
¡Bloqueemos la puerta!
Soy Firefly. Mándennos ayuda.
- Está de camino.
¡Viene ayuda!
Me han herido... Agua.
Agua.
¡Sacadme de aquí!
La última vez que me ocurrió esto
fue al caer debajo de una cama.
¡Ojalá lleguen los refuerzos!
¿Ha llegado alguna carta para mí?
¡No me toque!
¿Trentino? Hemos ganado.
¡Llámeme "Arribista" !
¡Me rindo!
Cuando se acabe la comida.
¡La victoria es nuestra!
Viva Freedonia...
El país de...