Tip:
Highlight text to annotate it
X
- Me encanta Elvis.
- A ti te encanta todo el mundo.
- No es cierto.
- Sí lo es.
- No lo es.
- Vale, no lo es.
Bueno, es que no lo es.
Maureen, a veces haces
que me sienta como una niña.
Es que lo eres.
Me gustaría ser como tú.
- No digas tonterías.
- No son tonterías.
Eres la más lista del cole.
Eres tan guapa que das envidia.
Los chicos se vuelven locos por ti.
Yo soy un rollo.
No eres ningún rollo.
Nunca has sido un rollo.
Tú no lo sabes.
Si soy tan perfecta,
¿por qué tengo dudas?
¿Dudas de qué?
A veces las cosas no tienen sentido.
De repente siento miedo.
¿Miedo de qué?
No lo sé.
¿Estás bien, Maureen?
No sé.
Ya no estoy segura de nada.
Un momento pienso en hacer las maletas
y subir al primer autobús,
y el siguiente temo que, en cuanto
salga al mundo, me devorarán.
Qué tontería. Tienes una beca y vivirás
en una residencia de estudiantes.
Nada te va a devorar.
A veces me pregunto si no sería mejor
buscar un trabajo y quedarme.
O casarme, como todo el mundo.
¿ Con quién?
No sé. Con alguien.
¿ Con Billy Sanders?
No, por Dios.
¿Recuerdas que, de pequeñas,
mamá nos decía
que, cuando las cosas se complicasen,
hablásemos con el hombre de la Luna?
Teníamos que contarle
absolutamente todo,
así tendría todas las piezas,
como un puzzle.
Entonces resolvería el puzzle
mientras nosotras dormíamos.
Pero ésas son cosas de niños, Maureen.
Nosotras ya somos mayores.
Claro.
¡Dani!
Dani, ¿te has levantado?
Maureen, levántala de la cama.
Levántate. Vas a llegar tarde a la iglesia.
Odio la iglesia.
Cuando llegue vuestro hermanito,
ya no me podréis mangonear tanto.
- No seré el único hombre.
- Ni yo estaré preñada.
- ¿ Cómo te encuentras?
- Gorda.
En unas semanas volverás a estar normal.
Ya me contarás lo normal que se está
después de dar a luz.
¿No podríais echarle una mano
a vuestra madre?
Maureen, se te están
enfriando los huevos.
- ¿ Se va papá otra vez a su iglesia?
- ¿Es que alguna vez ha faltado?
¿Por qué lo llama iglesia?
Porque cuando fue a pedir mi mano,
mi padre le dijo que sólo
si aceptaba buscar al Señor.
ÉI dice que es más fácil
encontrarle pescando
que en ninguna iglesia.
- Tiene razón.
- No creas que vas a ir con él.
Sube, lávate la cara y los dientes.
Tienes catequesis.
Buenos días, Maureen.
Válgame Dios, estás hecha una mujer.
Buenos días, Abi. ¿ Cómo está la familia?
Muy bien.
Danielle, creces como la maleza.
La maleza. Así soy yo.
Un día esa mujer
se va a tragar su propia lengua.
Hola, Sra. Trant.
Permítame ayudarla.
Hola, Maureen. Hola, pequeña.
No te había reconocido con ese vestido.
Estás muy guapa, Maureen.
¿Te recojo a las seis?
De acuerdo.
Hasta luego, Sra. Trant.
Ese Billy Sanders es un creído.
No sé por qué estás con él.
- No estoy con él, salgo con él.
- Menuda diferencia.
Dani, ven aquí.
Siempre desaparece
a la hora de cocinar o fregar.
Con lo mal que friega,
prefiero que desaparezca.
- ¿Has pescado algo?
- Un poco.
"Un poco" significa mucho.
Veamos lo que tienes.
- ¿Dónde está Dani?
- Deambulando por ahí.
Debería estar aquí ayudando.
Es demasiado mayor
para ir correteando como un conejo.
Antes era pequeña.
Ahora resulta que es mayor.
Supongo que se le pasó la edad justa
sin darnos cuenta.
¡Sal de aquí!
¿ Quién demonios
te crees que eres? Sal tú.
- Esto es propiedad privada.
- Exacto, y tú eres la intrusa.
Es de los Foster. Si no te apellidas así,
tú eres el intruso.
Pues resulta que ése es mi apellido.
- Demuéstralo.
- No tengo por qué demostrar nada.
No recuerdo que haya vivido aquí
nadie antes.
Ahora sí, así que mueve el trasero.
De aquí no me muevo.
Si no sales a la de tres, te saco a la fuerza.
No lo harás.
Una.
Dos.
¡Vale! Me voy.
Date la vuelta y cierra los ojos.
Hazlo, imbécil.
¿Por qué te escondes entre los arbustos?
No tienes nada que ocultar.
Danielle.
Creía que había dejado claro
que aquí tienes unas obligaciones.
Sí, señor.
Espero no tener que repetirlo.
Sí, señor.
Tu madre te ha guardado algo de comida.
Seguramente estará ya frío.
Eso es todo.
- ¿Estás haciendo una tarta?
- Y helado.
- Entonces tendremos visita.
- Son unos viejos amigos.
Cielo, date un baño.
Hueles como el estanque.
Espero no haber interrumpido nada.
Y yo, que dejes de acaparar
el cuarto de baño.
¿A qué hora acaba ese baile?
A las once, señor.
¿A cuánto está de aquí
ese club de campo?
A 29 kilómetros.
La traerás a casa a las once y veinte.
- Más o menos, señor.
- Nada de más o menos.
Sí, señor. A las once y veinte.
- Hola, Sra. Trant. Maureen.
- Estoy lista.
No hasta que te pongas una chaqueta.
No tengo ninguna que vaya con el vestido.
Entonces cámbiate de vestido.
- ¿Tienes el depósito lleno?
- Sí, señor.
Nada de rodeos,
carreteras secundarias ni bebida.
¿ Qué hora tienes?
Las seis y trece minutos.
Eres responsable de mi hija durante
las próximas cinco horas y siete minutos.
Sí, Sr. Trant.
No tiene por qué preocuparse.
Entonces tú tampoco.
Que lo paséis bien.
No te preocupes por ella.
- Recuerdo a su padre a su edad.
- ¿ Cómo?
He dicho que recuerdo
a su padre a su edad.
Mamá, ¿tengo que llevar falda?
¿ Quién es tan importante?
Cuando tu madre te diga que hagas algo,
no pidas explicaciones.
- Qué bien hueles.
- Entonces, ¿ya no apesto?
Ya llegan.
Niños, volved aquí. Vais a cobrar.
Son peores que el demonio.
No has cambiado nada.
Tú tampoco.
Ven a darme un abrazo.
Estabas así la última vez que te vi.
- Matt, ¿aún no sabes la causa?
- Sigue buscando el niño.
Si querías un niño,
no debiste haberme cambiado por Abi.
Court, ven para que te vean Matt y Abi.
No te han visto
desde que ibas en pañales.
Aquellos dos granujas
son mis últimas creaciones. Rob, saluda.
Dennis, deja de rascarte.
Ésta es Danielle, la llamamos Dani.
Este diablillo es Missy, la jefa.
Seguro. Han salido
mucho más guapas que tú, Matt.
¿Eres así de tímida o estás fingiendo?
Court, venga. No te cortes.
- Hola, Court.
- Sr. Trant. Señora.
Son unos chicos muy guapos, Marie.
Espero decirte lo mismo.
Court, átalos a un árbol.
Mira el maíz. Yo no tengo nada plantado.
- Sí, pero es pequeño.
- No tiene espigas.
- Este maíz es de la tienda.
- Me muero de hambre.
- Creo que ya está listo.
- Qué bien.
- ¿ Y Maureen?
- Se ha ido a bailar.
- Con el hijo de Will Sanders.
- ¿ Will Sanders? ¿ Qué hace?
- Tiene una nueva fábrica de camisas.
- Es un bocazas, como siempre.
¡Billy!
Está sordo.
Billy, vaya monada que traes hoy.
Espero que no haya
conducido muy deprisa.
Encantados de tenerte aquí, ¿ verdad?
Maureen, me alegra verte.
- Gracias.
- Eres un regalo para mis ojos cansados.
No entiendo la suerte que tiene Billy.
Busquemos algo para beber.
Cojamos algo de comida
y salgamos por ahí.
He venido a un baile y eso haré.
Si quieres irte, vete solo.
No me pegues.
Niños, no os alejéis.
Nada de escalar árboles.
Todo lo que sube, baja.
Creo que es lo único
que aprendí en el colegio.
¿14 años?
¿Ha pasado tanto tiempo?
Tuve a Dani como un mes
después de que os marchaseis.
Sentimos mucho lo de Beau.
Siempre supe
que ese maldito trabajo lo mataría.
Aunque pensé que sería lentamente.
Me pareció que lo mejor
era regresar a la granja.
Siempre se puede vivir de la buena tierra.
Eso es.
¿Nunca piensas qué habría pasado
si Matt y Beau no hubiesen cambiado
de pareja en aquel baile hace 20 años?
Claro que sí.
Pero, qué narices, estabas chiflada
por Matt desde los 12 años.
13.
ÉI tenía 17 años. No sabía ni que existía.
Pensaba que tendría que pintarme de rojo
para llamar su atención.
Pues lo conseguiste.
Sí.
Mamá, esto no funciona.
- ¿ Qué le pasa?
- No lo sé.
- Necesita más sal.
- Se nos ha terminado.
- Matt, necesitamos más sal gorda.
- Papá, te acompaño.
- ¿ Court, podrías ir tú al pueblo?
- Claro.
Dani irá contigo.
Vamos.
No vengas si no quieres.
Encontraré la tienda.
Es un pueblo inmenso.
¿ Siempre vas donde no te llaman?
¿Eres siempre tan horrible
o te estás entrenando para gilipollas?
- Las niñas no deben decir tacos.
- No soy ninguna niña. Tengo 14 años.
- Madre mía.
- Tú no eres mucho mayor.
- ¿16?
- Tengo 17 años.
Madre mía.
Nunca cedes ni un milímetro, ¿ verdad?
No.
Bien, eso me gusta. ¿ Vienes?
Espera.
Gracias.
¿ Qué es eso?
Billy me ha dicho que te vas
a la universidad en dos semanas.
Es cierto.
Subo a Raleigh y a Durham
dos veces al mes por negocios.
- ¿No me diga?
- Te visitaré y te sacaré por ahí.
Me temo que estaré
muy ocupada estudiando.
El primer año
hay que estudiar muchísimo.
No puedes estar estudiando siempre.
Hay que divertirse un poco.
Sé que los estudios pueden ser
una carga financiera para la familia.
No hay necesidad de que
a una chica guapa como tú le falte nada.
Si necesitas algo, cuenta conmigo.
Sólo quería que lo supieras.
Gracias. Me las apañaré.
¿Te importa si recupero a mi chica?
En absoluto. Encantado.
Siento lo de mi padre.
Vámonos ahora mismo de aquí.
Billy, para. Lo digo en serio.
¿ Qué te pasa, Maureen?
Dijiste que querías irte.
- Creí que querías estar a solas conmigo.
- Quería irme.
Estaba harta de ser manoseada.
¿No puedes contenerte, Billy?
No. Ni creo que nadie
pueda contenerse contigo.
- ¿ Qué quieres?
- No sé.
- Ni yo, y eso me preocupa.
- A mí también.
- Ya no aguanto más.
- Yo tampoco.
¿Nunca has sentido que te faltaba algo
que siempre has estado esperando
- y te preguntas si alguna vez lo tendrás?
- Así es como me siento ahora.
Creo que el amor ha de ser precioso.
E intenso.
Quiero que el amor me arrastre.
Billy, ¿ qué haces?
- Tengo que irme a casa.
- Nos queda una hora entera.
No, tengo que irme ahora mismo.
¿ Qué pretendes?
Muchas se morirían por estar en tu lugar.
Billy, quiero irme a casa.
Si te vas, no me volverás a ver.
Muy bien. Será lo mejor.
Buenas noches, mamá.
Buenas noches, papá.
¡Rob! ¡Dennis! Dejad eso
y traed las ramas aquí.
¿Algo para mí?
Sólo publicidad y recibos.
- Tus amigos acabarán escribiéndote.
- Claro, cuando tengan tiempo.
No estarás solo para siempre.
Cuando empieces las clases
harás amigos, jugarás al fútbol
y entonces tú serás
quien no tenga tiempo para escribir.
- No creo que juegue mucho al fútbol.
- Pronto te harás con la granja.
Haremos lo que podamos.
Te pareces demasiado a tu padre
para dejar que este trabajo pueda contigo.
Tendremos que comprar un tractor.
Quizá encontremos uno
de segunda mano que funcione.
¿Nos lo podemos permitir?
No, pero tampoco
podemos prescindir de él.
- Me voy a la biblioteca.
- Eso parece.
¿ Qué le pasa?
No lo sé.
Hola.
Hola. Métete.
¿ Vas a quedarte ahí todo el día?
- Salta conmigo.
- De acuerdo.
Así que tienes bañador.
- ¿Lista?
- Sí.
Agárrate, ¿ vale?
- ¿ Cómo es besar a un chico?
- Depende del chico.
¿Hablas de alguno en particular?
Sólo era una pregunta.
¿Es que no se puede preguntar?
Para empezar,
si te gusta, le dejas besarte.
Si no te gusta, le dices
que no eres esa clase de chica.
¿ Y si te gusta mucho?
Entonces no tienes problema.
Te saldrá de modo natural.
No me estás diciendo nada.
Necesito saber qué hacer.
Vale.
Primero inclina la cabeza
para que no choquen las narices.
¿Puedes relajarte?
Creerá que tienes miedo.
No tanto.
Ahora abres la boca un poco...
¿No querías saberlo?
Te lo estoy diciendo.
Practica con la mano.
Eso es. Sigue practicando.
¿ Y si me olvido de cómo hacerlo?
Déjate llevar por lo que sientes.
Si hago eso, estallaré en mil pedazos
y llegaré al espacio.
Me parece una buena forma
de que no te besen dos veces.
¿Te ha gustado alguien tanto
como para sentirte enferma?
Billy Sanders me pone enferma
siempre que le veo.
Sabes a qué me refiero.
Es como tener mil nudos en el estómago.
No puedo respirar.
A veces pienso que voy a vomitar.
No vomites, Dani.
Hagas lo que hagas, no vomites.
Gracias.
- Eres muy amable.
- Supuse que estarías aquí.
Estaré aquí todos los días
durante mucho tiempo.
- Hace calor.
- Mucho.
Va a hacer más calor.
Estaría bien ir a nadar.
Ahora mismo no puedo.
Tengo que aprovechar la luz del día.
Puedo ir a nadar al anochecer.
- ¿ Qué dirán tus padres?
- Nada.
Vale.
- ¿ Cómo va la casa de los Murphy?
- Hemos terminado la estructura.
Si podemos impermeabilizar antes de que
llueva, la acabaremos rápidamente.
No te preocupes, acabaremos el verano
rezando para que llueva.
Vamos, cariño. Siéntate a la mesa.
Ponte la servilleta en la falda.
¡Court!
- Hola, pequeña.
- No soy pequeña.
Claro que lo eres.
Aunque eres mi pequeña preferida.
Venga.
Hola.
Venga.
- Court, ¿ qué pasa?
- Nada.
- ¿ Qué he hecho?
- No has hecho nada.
- Dime qué he hecho mal.
- Te he dicho que nada.
¿Te han besado alguna vez?
Claro. Muchas veces.
Si, ya. Casi te llevas
algo más que un beso, pequeña.
- No soy pequeña.
- Lo eres, Dani.
Y no sabes lo que haces.
Un día alguien se aprovechará de ti.
Pero no seré yo. No creo
que me sintiese bien conmigo mismo.
¡Mamá!
¿Abigail?
- ¿Dónde está Dani?
- Trae mis llaves.
¿Dónde has estado?
¿ Qué estabas haciendo?
Avisa al hospital de que voy para allá.
Entra en casa.
Entra ahora mismo.
- ¿ Cómo está?
- Puedes irte a casa.
- ¿Está preparada la UCI?
- Sí, doctor.
- Decidme algo.
- Vete a casa, Matt.
Doctor, dímelo.
Tiene una conmoción cerebral y toxemia.
¡En lugar de expulsar las toxinas,
las acumula!
Aquí sólo vas a molestar. Vete a casa.
Quiero que te vayas ya mismo.
¡No, papá!
No te muevas.
Mi madre me ha pedido que traiga esto.
Sopa casera, pan y pastel de chocolate.
Mi madre hace el mejor
pastel de chocolate del mundo.
- ¿Dónde están todos?
- En el hospital.
Siento mucho lo de tu madre.
También siento cómo me comporté.
Las cosas que te dije.
No tienes por qué disculparte.
Pensé que aún podríamos
hablar de vez en cuando.
Si podemos ser amigos,
haré que lo entiendas.
Ya lo entiendo.
Gracias por traer la comida, Court.
La comida que ha mandado Marie
estaba muy rica.
¿La ha traído el hijo de Marie?
¿ Court?
Sí, señor.
¿Estuvo nadando contigo anoche?
Sí, señor.
¿Pasó algo?
No.
Querrás decir: no, señor.
No, señor. No pasó nada, señor.
Anoche vi el aspecto que tenías.
¿No intentó nada?
No, señor.
No, señor. Court Foster, no.
Lo sé.
Yo también te quiero.
Todo esto ha sido culpa mía.
Si no me hubiera empeñado
en ir por el niño...
¿No estarás intentando
llevarte todo el mérito, verdad?
Porque yo recuerdo haber puesto
también algo de mi parte.
Si te hubiese perdido, Abi...
Mamá dice que puedo ir mañana
y que Maureen se quede con Missy.
Muy bien.
Papá.
Sé que te sientes mal
por haberme pegado,
pero no estoy enfadada.
Estabas asustado.
Temías por mamá y el bebé.
Lo sé.
Siento lo que hice.
Lo siento mucho.
¡Hola, Court!
Hola.
- ¿ Seguimos siendo amigos?
- Lo pensaré.
Estaba pensando
en dónde podrías pensarlo mejor.
No tengo bañador.
No miraré.
Amigos, ¿ vale?
Vale.
Ahora puedes mirar.
¿ Qué te hace pensar que quiero mirar?
- Me has mirado en el agua.
- No es cierto.
Pues eso me ha parecido.
- Quiero conocerte.
- Ya me conoces.
Quiero conocerte mejor.
Quiero conocerte lo mejor que pueda.
¿ Qué quieres saber?
Quiero conocer tus ilusiones.
Mis ilusiones.
Bueno, espero que te aumente
el pecho y el trasero.
Parece que siempre
acabamos igual, ¿ verdad?
¿Has besado a muchas chicas?
A muchas no.
Quiero que seas el primero en besarme.
Creía que te habían besado
muchas veces.
¿ Qué tal?
Perfecto.
Te gusta mucho el hijo de Marie, ¿no?
Pero sabes que no tienes edad
para salir con chicos.
Si quieres ver a Court, hazlo bien.
Invítale a venir a casa.
No te digo que ya no puedas
volver al estanque o ir con Court,
pero tráele de vez en cuando
para que le pueda mirar a los ojos.
De acuerdo.
Me alegra verte, Court.
Lo mismo digo, Sr. Trant.
¿ Cómo está tu madre?
Bien. Trabaja en la fábrica de camisas.
Siempre ha sido una buena trabajadora.
Sí, señor. Dani me ha dicho
que su mujer está mejor.
Así es. Está cada día mejor.
Que lo paséis bien.
Voy a ver a Abi.
Tu hermana vendrá dentro de poco.
Puedes sentarte.
¿ Qué te pasa?
Nada.
Te estoy dejando que me beses.
¿No se supone que debo empezar yo?
Hola.
Hola.
Deja que te ayude con eso.
Gracias. Te estoy muy agradecida.
Tú debes de ser Court.
Tenía intención de visitar a tu madre,
pero he estado muy ocupada
preparando las cosas para la universidad.
Pero lo haré, lo prometo.
Díselo de mi parte.
Se alegrará de verte.
Cuando quieras.
Deja las bolsas sobre la mesa.
- Tú debes de ser Maureen.
- Se me había olvidado decirlo, ¿ verdad?
Podéis seguir con lo que estabais.
Yo me ocuparé de esto.
- Court, ¿ quieres dar un paseo?
- ¿Por qué no os dais un paseo?
Tendré la cena lista para cuando volváis.
Puedes quedarte a cenar, ¿ verdad, Dani?
Claro.
De acuerdo. Pondré la mesa.
Dime dónde están las cosas.
Podríamos cenar en el comedor,
¿ qué te parece, Dani?
Como quieras.
Supongo que la última vez que nos vimos
- estábamos aún en pañales.
- Menudo cuadro.
Mi madre dice que solía pegarte
con el cubo de arena.
No creo que hoy en día me atreviese.
Todos a comer.
Imagino que llevar tú solo la granja
te abrirá el apetito.
Es muy duro.
No creo que yo pudiera hacer
un trabajo tan grande.
A veces pienso
que es demasiado para mí.
Apuesto lo que sea
a que lo harás muy bien.
- ¿Estás bien?
- Claro.
Estoy muy bien.
Gracias por la cena.
De nada. Encantada de haberte conocido.
Buenas noches.
Buenas noches, pequeña.
Parece muy majo.
¿ Ya te ha besado?
Mucho.
¿Besa bien?
No está mal.
Hola.
Voy al estanque.
¿ Quieres venir?
Estoy hasta arriba de trabajo.
No tengo a nadie para guiarme.
Todo depende de mí.
No puedes tenerme
siempre que quieres jugar.
- No seas tan odioso.
- No tengo tiempo para esto.
Siento haberte entretenido.
Si fueras mayor, lo entenderías.
Si fuera mayor,
podría hacer de todo, ¿no es así?
Te quiero, Court.
No quiero que me quieras.
Justo ahora estoy demasiado agobiado.
- Estás muy guapo.
- Creo que voy a salir un rato.
- ¿ Vas otra vez a casa de los Trant?
- Quizá.
Hoy he visto a Maureen en el hospital.
Se está poniendo muy guapa.
Si ves a Matt,
dile que me llame si necesita algo.
De acuerdo. Chicos, salid de ahí.
Hasta luego.
¡Vaya, vaya, vaya!
Ahora, a dormir.
Court.
Hola.
Hola.
Dani está en el hospital,
por si quieres ir a verla.
Creo que no.
Hace un día muy bueno.
Sí.
Parece que también hará
muy buena noche.
Eso parece.
Estoy deseando llevarte a casa.
¿Por qué no te vas a casa a dormir?
Te veré por la mañana.
- Avísame si pasa algo.
- Sí, señor.
Gracias.
- ¿Te gusta Elvis?
- Claro. ¿A quién no?
Dani lo adora.
Al menos, hasta que llegaste tú.
Le has arrebatado el sitio a Elvis.
No puedo creer
que mi hermana tenga ya novio.
No somos novios,
más bien somos amigos.
Sólo somos muy buenos amigos.
¿ Sabe Dani eso?
Se lo he intentado decir.
- ¿Te gusta mucho?
- Pues claro que me gusta.
Es especial.
Sí.
Así es ella.
Pero, ¿y si conociese a otra?
¿Alguien especial en otro sentido?
Es mi hermana.
Si necesitas una buena amiga,
yo puedo serlo.
Eso no es precisamente
lo que necesito ahora.
Será mejor que te vayas.
Papá, han llamado del hospital.
Mamá va a dar a luz.
Voy para allá.
- Me alegro de que estés aquí.
- Y yo, mamá.
- No tienes miedo, ¿ verdad?
- No, mamá.
- Bien.
- ¿Tú tienes miedo?
Ni una pizca.
No es la primera vez, ¿recuerdas?
Espero que quisieras una niña.
Alguien se va a llevar una gran decepción.
El sueño de Matt era tener un varón.
¿ Quieres que la devuelva?
No, por Dios.
Court, ¿ dónde estás?
Es una niña.
Es la cosita más perfecta,
aunque ha salido pelona.
Yo estuve allí todo el tiempo.
No me dejaron entrar, pero entré.
Fue precioso.
Tenía que venir a contarte lo del bebé.
También quería disculparme
por la última vez.
Fui poco razonable.
Pero cuando dos personas
se quieren de verdad...
Cuando dos personas se quieren,
intentan comprender las cosas,
aunque sea difícil.
¿No lo crees?
Sí, claro.
Nos vemos.
Sí.
Nunca creí que me sentiría así.
Es como si hubiese estado esperando
que volvieses a buscarme.
Ahora tengo miedo de que te vayas.
No me voy a ir.
Vamos, Missy. A dormir al bebé.
¿Maureen?
¿Dónde se habrá metido?
Sabía que volveríamos al mediodía.
- Te quiero.
- Y yo a ti.
Tengo que irme.
- ¿ Qué vamos a hacer?
- No pienses en eso.
- Tenemos que pensar en ello.
- Aún no.
Claro que sí. Tengo que irme.
Hasta luego. Tengo que irme.
Para, te lo ruego.
Harás que llegue tarde. Tengo que irme.
Dani, tengo que hablar contigo.
Maureen, ¿puedes venir, por favor?
¿Dónde has estado? El bebé está en casa.
A vuestro hermano se le ha vuelto
a olvidar la comida. Voy a llevársela.
Ya no se acuerda ni de su nombre.
Quiero que os sentéis
a comer tranquilitos. ¿Me oís?
- ¿Me habéis oído?
- Sí, mamá.
Mi pequeño.
Vete, Dani.
¡Papá!
¿ Qué pasa, cariño?
- ¿ Ocurre algo?
- Es Court.
El tractor... Court...
Ayúdale.
¡Abi!
Lo siento.
No queríamos hacerte daño, Dani.
Te quiero.
Necesito tenerte cerca.
No quiero estar cerca de ti nunca más.
De hecho, no quiero volverte a ver.
Hoy no quiero ir a la iglesia.
¿Puedo ir con papá?
De acuerdo.
Mamá, yo le quería.
No sé cómo podré vivir sin él.
Lo sé.
Lo siento.
Lo siento mucho.
Tú y Maureen seréis siempre hermanas.
No me pidas que la perdone. No puedo.
Tienes derecho a llorar su muerte.
Tienes derecho a sentir dolor.
Pero si te encierras tanto en tu dolor,
no verás el de los demás.
Entonces más te vale
que caves un hoyo y te entierres en él
porque no podrás ayudarte a ti misma.
- Ni a los demás.
- No sabes lo que hizo.
Sé lo suficiente.
Sé que odiar a tu hermana
no va a devolver a Court.
Maureen siempre ha sido
buena contigo. Recuérdalo.
Ahora ella se siente triste.
Tanto como tú.
Puede que más.
Hola.
¿Estás lista?
Agárrate.
No llores.
¿ Va a doler siempre tanto?
Mamá dice que no.
Espero que tenga razón.
Y yo.
A veces creo que nada
volverá a tener sentido.
Quizá la vida no tenga que tener sentido.
¿No te asusta eso?
Sí, me asusta.
Ojalá pudiese seguir hablando
con el hombre de la Luna.
¿No te gustaría?
Sería bonito.
¿ Seguiremos hablando la una con la otra?
Siempre.
Subtítulos de Visiontext:
Lucy Rodríguez
ES