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Los hovitos están cerca.
El veneno es fresco. De tres días.
Nos están siguiendo.
Si supieran que estamos aquí,
ya nos habrían matado.
AMÉRICA DEL SUR
1936
Aquí es. Aquí murió Forrestal.
- ¿Un amigo suyo?
- La competencia. Era bueno.
- Muy, pero que muy bueno.
- Nadie ha salido vivo de aquí.
Por favor.
Alto. Que no te dé la luz.
Forrestal.
Deprisa. Aquí no hay nada que temer.
Eso es lo que me preocupa.
- Quédate aquí.
- Si insiste, señor.
- Dame el látigo.
- Tíreme el ídolo.
No hay tiempo para discutir.
Démelo y yo le doy el látigo.
¡Dame el látigo!
Adiós, Satipo.
Dr. Jones, está claro que le puedo
arrebatar todo cuanto posee.
Creyó haberme vencido.
No sabe escoger a sus amigos.
Esta vez le saldrá caro.
Lástima que los hovitos
no te conozcan como yo, Belloq.
Sí, lástima. Les podría advertir...
Si hablara usted hovito.
¡Jock! ¡Pon en marcha el motor!
¡Ponlo en marcha!
¡Jock, el motor!
¡Ponlo en marcha, Jock!
¡Hay una serpiente enorme en el avión!
Es mi mascota Reggie.
Odio las serpientes, Jock. ¡Las odio!
¡Vamos, no seas tan cobardica!
"Neo" significa "nuevo"
y "lítico"...
...Í- T-l-C-O, significa "piedra".
Volvamos a este túmulo
cerca de Hazelton.
Está formado por un corredor central
y tres cámaras o cistas funerarias...
No lo confundáis con robar.
En todo caso es retirar
el contenido del túmulo.
Este lugar pone de relieve...
uno de los peligros de la arqueología,
no en cuanto a la integridad física,
aunque a veces pasa...
No. Me refiero al folclore.
La tradición local decía que allí
estaba enterrada un arca de oro.
Esto justifica las excavaciones
y la falta de conservación.
No obstante, la cámara 3 estaba intacta.
Y esta cámara y los artículos fúnebres
encontrados en otra...
...en la zona nos permiten...
TE QUIERO
...localizar en el tiempo este hallazgo.
¿Alguna pregunta?
Bueno, eso es todo por hoy.
El próximo día: Michaelson,
capítulos cuatro y cinco.
Estaré en mi despacho
el jueves, no el miércoles.
Lo tenía, Marcus.
Lo tenía en la mano.
- ¿Qué pasó?
- Adivínalo.
- ¿Belloq?
- ¿Te lo cuento?
No. Seguro que cuanto
haces por el museo
se ajusta al Tratado de Protección
de las Antigüedades.
Es precioso. Sólo se puede vender
en Marrakech. Necesito 2.000 dólares.
Escucha, hay unas personas
que quieren verte.
- Tengo estas piezas. Son buenas.
- Indiana...
El museo las comprará,
como siempre. Sí, están muy bien.
- Valen un billete a Marrakech.
- Te están esperando.
- ¿Quiénes?
- El servicio de inteligencia.
Sabían que venías. Lo saben todo.
- No sé qué quieren.
- ¿Para qué tengo que verles?
¿Me he metido en algún lío?
Dr. Jones, hemos oído
hablar mucho de usted.
Profesor de arqueología,
experto en ocultismo
y, ¿cómo se dice?
"Conseguidor" de antigüedades raras.
Podría llamarse así.
Siéntense.
Es usted muy polifacético.
¿Estudió con el profesor
Ravenwood en Chicago?
- Efectivamente.
- ¿No sabrá su actual paradero?
Dicen que está en algún lugar de Asia.
Hace diez años que no hablo con él.
Éramos amigos, pero...
...tuvimos ciertas discrepancias.
Dr. Jones, debe entender
que esto es estrictamente confidencial.
Lo entiendo.
Ayer nuestras secciones europeas
interceptaron un comunicado alemán
enviado de El Cairo a Berlín.
Los nazis organizaron equipos
de arqueólogos en todo el mundo
en busca de objetos religiosos.
Es una manía de Hitler.
Está obsesionado con el ocultismo.
Hay una excavación alemana
en el desierto cerca de El Cairo.
Tenemos cierta información
que quizá usted pueda descifrar.
"Tanis proceso desarrollo.
Adquirir cabezal Bastón de Ra.
Abner Ravenwood, EE UU."
Los nazis han descubierto Tanis.
¿Tanis?
La ciudad donde se cree que descansa
el arca perdida. El Arca de la Alianza.
El arca donde los hebreos
guardaron los Mandamientos.
- ¿Los Diez Mandamientos?
- Exacto. Los Diez Mandamientos.
Las tablas que Moisés
bajó del Monte Horeb, y que rompió,
si son ustedes creyentes.
¿Van a misa los domingos?
Los hebreos guardaron las piezas rotas
en el Arca. Tras establecerse en Canaán,
- la dejaron en el Templo de Salomón.
- En Jerusalén.
Donde permaneció muchos años,
hasta que desapareció.
- ¿Dónde?
- Nadie lo sabe.
El faraón egipcio Shishak invadió
Jerusalén alrededor del 980 a.C.
Puede que trasladara el Arca a Tanis
y la escondiera en una cámara secreta
llamada Pozo de Almas.
Un año después
de que el faraón retornara a Egipto,
Tanis quedó arrasada por un temporal
de arena que duró todo un año.
Enterrada por la ira de Dios.
Está visto que es usted la persona
más indicada para hablarnos de Tanis.
Ravenwood es la persona que buscan.
Abner realizó un estudio exhaustivo
sobre Tanis. Recogió algunas reliquias.
Estaba obsesionado,
pero nunca encontró la ciudad.
No confiamos en el Sr. Ravenwood.
Se le ha mencionado tan visiblemente
en un telegrama nazi.
- Tonterías. Ravenwood no es nazi.
- Entonces, ¿por qué lo mencionan?
Quieren el cabezal del Bastón de Ra
y creen que Abner lo tiene.
¿Qué es exactamente
el cabezal del Bastón de Ra?
El Bastón es un palo más o menos así.
Nadie sabe su altura con exactitud.
Está coronado
por un cabezal muy elaborado,
en forma de sol,
con un cristal en el centro.
Se llevaba el Bastón
a una sala de mapas,
con una maqueta
de la ciudad sobre el suelo.
Si se ponía el Bastón
en un lugar y hora concretos,
el Sol incidía por aquí y sus rayos
se refractaban sobre el suelo,
indicando la situación
del Pozo de Almas.
- Donde se guardaba el Arca.
- Que es lo que buscan los nazis.
¿Qué aspecto tiene el Arca?
Tengo un dibujo aquí mismo.
Aquí está.
- ¡Dios bendito!
- Eso es lo que pensaban los hebreos.
¿Qué es eso que sale de ahí?
Relámpagos. Fuego.
El poder de Dios o algo así.
Ahora entiendo
por qué Hitler está tan interesado.
La Biblia dice que el Arca destruye
montañas y arrasa regiones enteras.
El ejército que lleve el Arca consigo...
...es invencible.
Lo has logrado, ¿verdad?
- Quieren que vayas a buscarla.
- ¡Marcus!
Quieren que consigas el Arca
antes que los nazis y te pagarán bien.
- ¿Y el museo se quedará con el Arca?
- Oh, sí.
- El Arca de la Alianza...
- No hay nada comparable a esta misión.
Representa la máxima aspiración
de cualquier arqueólogo.
Hace cinco años, hubiera ido
a buscarla yo mismo. Te envidio.
Tengo que localizar a Abner.
Creo que sé por dónde empezar.
- ¿Seguirá ella con él?
- Posiblemente.
Marion es la menor
de tus preocupaciones, Indy.
¿Por qué lo dices?
El hombre ha buscado
el arca perdida durante casi 3.000 años.
No se debe tomar a la ligera.
Nadie conoce sus secretos.
No se parece a nada de lo que
has estado buscando hasta ahora.
Oh... Marcus. ¿Quieres asustarme?
Te pareces a mi madre.
Nos conocemos desde hace tiempo.
No soy supersticioso.
Busco un objeto histórico.
No me hables del hombre del saco.
Además, sé tomar precauciones.
Me alegro de verle, Dr. Jones.
Hola, Marion.
Indiana Jones.
Sabía que volverías algún día.
Nunca lo he dudado. Era inevitable.
¿Qué haces en Nepal?
Necesito una de las piezas de tu padre.
En los últimos diez años
he aprendido a odiarte.
- Nunca quise hacerte daño.
- Yo era una niña. Estaba enamorada.
- Estuvo mal y tú lo sabías.
- Sabías lo que hacías.
Éste es mi bar. ¡Fuera!
Puedes odiarme, pero tal vez ahora
nos podamos ayudar mutuamente.
Necesito una de las piezas de tu padre.
Una de bronce de este tamaño
con un cristal en el centro.
- ¿Entiendes lo que te quiero decir?
- Sí, te entiendo.
¿Dónde está Abner?
¿Dónde está Abner?
Abner murió.
- Marion, lo siento.
- ¿Sabes qué hiciste con mi vida?
- No sé pasarme la vida disculpándome.
- Pues hazlo otra vez.
- Lo siento.
- Sí, todo el mundo lo siente.
Abner sentía haberte arrastrado
en sus búsquedas
y yo siento seguir en este tugurio.
Todo el mundo lamenta algo.
Es un medallón de bronce sin valor.
¿Me lo vas a dar?
- Puede... No sé dónde está.
- Tal vez lo puedas encontrar.
3.000 dólares.
Eso me ayudaría a volver,
pero no en primera clase.
Te conseguiré 2.000 más
en Estados Unidos. Es importante.
Créeme.
¿Sabes a qué pieza me refiero?
¿Sabes dónde está?
- Vuelve mañana.
- ¿Por qué?
Porque lo digo yo.
Hasta mañana, Indiana Jones.
- Buenas noches, Fräulein.
- El bar está cerrado.
No tenemos sed.
- ¿Qué quiere?
- Lo mismo que el Dr. Jones.
¿No le habrá dicho
que hay otros interesados?
Se le habrá pasado.
Qué desconsiderado.
Espero por su bien
que no lo haya adquirido.
- ¿Por qué? ¿Va a subir su oferta?
- Seguramente. ¿Lo tiene aún?
No, pero sé dónde está.
¿Qué tal un trago para todos?
El fuego se está apagando.
Dígame dónde está esa pieza.
Oiga, señor,
no sé con quién suele tratar usted,
pero en mi bar
nadie me dice lo que debo hacer.
Le enseñaré con quién suelo tratar.
¡Quítame las manos de encima!
¡Quítame tus manazas de encima!
¡Espere! Puedo ser razonable.
- Demasiado tarde.
- Eso no será necesario.
Espere.
Se lo diré todo.
Sí, sé que lo hará.
Suéltala.
Whisky.
Matadles a los dos.
¡Mi medallón!
Al menos no has olvidado
cómo entretener a una chica.
- ¡Eres de lo que no hay!
- Te lo advierto...
No te librarás de mí
hasta que me des los 5.000 dólares.
¡Soy tu puñetera socia!
El Cairo, la ciudad de los vivos.
Un paraíso terrenal.
¿Por qué os comportáis así?
¿Qué es esto?
¿De dónde habéis sacado este animal?
Oh, no.
Qué mono. Es encantador.
En ese caso, se puede quedar.
Por mí no lo hagas.
Sabía que te contratarían los alemanes,
Sallah. Eres el mejor de Egipto.
Eso no les importa.
El contratista embaucó
a todos los excavadores de El Cairo.
La excavación es enorme.
Sólo contratan músculos y pagan mal.
Es como si hubieran vuelto los faraones.
- ¿Cuándo se halló la cámara de mapas?
- Hace tres días.
Todos tienen menos cerebro
que un mosquito. Excepto uno...
Es muy listo, un arqueólogo francés.
- ¿Cómo se llama?
- Le llaman Bellosh.
Belloq. Belloq.
Los alemanes nos llevan ventaja.
Están a punto de descubrir
el Pozo de Almas.
No lo encontrarán sin esto.
¿Quién podrá descifrarlo?
Conozco a una persona
que puede ayudarnos.
Indy, hay algo que me preocupa.
¿El qué?
El Arca.
Si está en Tanis,
el hombre no debería tocarla.
La muerte la rodea.
No es de este mundo.
- ¿Necesitas al mono?
- Me sorprendes.
Mira que hablar así de nuestro hijo.
- Hasta se parece a ti.
- Y tiene tu cerebro.
Ya me he dado cuenta.
Es muy inteligente.
- ¿Adónde vas?
- No le pasará nada. Toma un dátil.
¡Vamos! ¡Marion!
- ¿Y esto qué es?
- Un dátil. Se come.
¿Por qué no tienes una mujer
que te dé hijos, como Sallah?
¿Quién dice que no lo he hecho?
Yo. Papá te fichó hace tiempo.
- Dijo que no eras un holgazán.
- ¡Qué generoso!
El holgazán con más talento de todos
sus alumnos. Te tenía mucho cariño.
- Debió de pasar algo entre vosotros.
- Sólo tú.
¡Marion, aléjate de aquí! ¡Agáchate!
¡Muy bien!
¡Ayúdame! ¡Aquí, Indy!
¡Apartaos! ¡Moveos!
¡Auxilio!
No podéis hacerme esto.
Soy americana.
¡Indiana Jones! ¡Auxilio, Jones!
EXPLOSIVOS
Marion...
¿Me buscabas?
- Belloq.
- Buenas tardes, Dr. Jones.
- Debería matarte aquí mismo.
- ¿Asesinarme en público?
A ellos no les importa si nos matamos.
No se meterán en nuestros asuntos.
No fui yo quien metió a la chica en esto.
Siéntate antes de que te desplomes.
Seamos civilizados.
No has cambiado de amistades.
Qué raro que todo termine así, después
de tantos encuentros estimulantes.
¿Dónde encontraré
un nuevo rival que esté a mi altura?
Prueba en las cloacas.
Tú y yo nos parecemos.
La arqueología es nuestra religión.
Pero los dos
nos hemos apartado de la fe pura.
Nuestros métodos no son tan diferentes.
Soy un oscuro reflejo de ti.
Un pequeño empujón y serías como yo.
- Te apartarías de la luz.
- No digas chorradas.
Sabes que es verdad. Sí.
Fíjate. No vale nada. Un vendedor
ambulante pedía 10 dólares por él.
Entiérralo bajo tierra durante mil años
y su valor será incalculable.
Igual que el Arca. Los hombres
matarían por ella. Hombres como tú y yo.
¿Tu jefe también, der Führer?
Creí que estaba esperando
a tomar posesión.
Todo a su debido tiempo,
cuando yo haya acabado.
Jones, ¿te das cuenta
de lo que es el Arca?
Es un transmisor.
Una radio para hablar con Dios.
Y está a mi alcance.
¿Quieres hablar con Dios?
Vayamos a verle juntos.
No tengo otra cosa que hacer.
¡Tío Indy! ¡Vamos a casa!
La próxima vez, Indiana Jones,
no te salvarán ni los niños.
Sabía que te encontraría ahí.
Valen más que los marines americanos.
- Marion ha muerto.
- Lo sé. Lo siento.
La vida sigue, Indy. Ésa es la verdad.
Tengo mucho que contarte.
Primero los llevaremos a casa.
Después irás a ver al anciano.
¿Cómo lo logró Belloq?
¿De dónde sacó una copia del cabezal?
No hay ilustraciones ni duplicados.
Lo vi con mis propios ojos.
Un cabezal como ése.
Los bordes eran menos pronunciados.
En el centro, el francés tenía un cristal.
Alrededor del cristal, en un lado,
había signos en relieve, como en ése.
¿Hicieron los cálculos
en la cámara de mapas?
Esta mañana.
Belloq y el jefe alemán, Dietrich.
Cuando salieron, nos dieron otro punto
de excavación, fuera del campamento.
- El Pozo de Almas.
- Venid, mirad esto.
- Sentaos.
- ¿Qué es?
Una advertencia. No hay que profanar
el Arca de la Alianza.
¿Dedujo Belloq la altura
del cabezal de aquí?
Aquí lo dice. El sistema de medidas
antiguo indica una altura de 6 kadam.
- Casi 1,85 m.
- ¡Un momento!
Hay que restar un kadam en honor
al Dios hebreo a quien pertenece el Arca.
Dijiste que su cabezal sólo tiene signos
en un lado. ¿Estás seguro?
El bastón de Belloq es demasiado largo.
¡Están excavando
en el lugar equivocado!
Soy el monarca del mar
Soy el soberano del...
Están envenenados.
Te dije que no te precipitaras
en tu comunicado a Berlín.
La arqueología no es una ciencia exacta.
No atiende a fechas y plazos.
El Führer se impacienta. Nos pide
informes continuos y resultados.
- Y de momento no me has dado...
- ¡Nada!
La situación parecía favorable.
A juzgar por la información a nuestro
alcance, mis cálculos son correctos.
Esta gente trabaja en serio.
¿A qué hora da el sol
en la cámara de mapas?
- Sobre las 9 de la mañana.
- No nos queda mucho tiempo.
- ¿Dónde creen que está el Pozo?
- Por allí.
- Pero la cámara de mapas está por allí.
- ¡Vamos!
¿Sallah?
¡Sallah!
No se preocupen.
Yo les traeré más agua.
Todo el agua que quieran.
¿Está todo bueno?
Creía que habías muerto.
Deben de haber cambiado los cestos.
- ¿Te han hecho daño?
- No. Sácame de aquí.
Volverán de un momento a otro.
Corta la cuerda, deprisa.
No hacen más que preguntarme
por ti, por lo que sabes.
¿Qué te pasa? Corta la cuerda.
- Sé dónde está el Arca.
- ¿Está aquí?
Yo voy contigo. ¡Sácame de aquí!
Si te suelto, empezarán a buscarnos.
¡Sácame de aquí! ¿Estás loco?
No me gusta hacerte esto,
pero si no te callas, será peor.
Volveré a por ti.
Ahí está.
Puede que descubramos el Arca
en una de las antecámaras.
Puede que hayamos pasado
por alto algún detalle.
- Puede que la chica nos ayude.
- Eso creo yo.
Guardó el original durante años.
Lo recordará con la debida motivación.
Ella no sabe nada.
No tienes fama de remilgado.
No te preocupes. Tengo al hombre
perfecto para este trabajo.
Indy, aquí. Hemos tocado piedra.
Limpiadlo. Buscad los bordes.
Mira, mira. ¿Lo ves, Indy?
- Haced palanca.
- ¡Todos juntos, chicos!
¡Ahora!
Por debajo. Eso es.
¡Cuidado con los pies!
¡Cuidado, cuidado!
Lo siento, Indy.
Indy, ¿qué se mueve en el suelo?
Dame la antorcha.
Serpientes.
¿Por qué tenían que ser serpientes?
Áspides. Muy peligrosas.
Tú primero.
A pie tardarías tres semanas
en cruzar el desierto.
Así que come algo.
Perdón por la forma
en que te han tratado.
Ni pan ni agua.
¿Qué clase de amigos tienes tú?
Un mal necesario
en este momento para mi trabajo.
No son amigos míos.
Sin embargo, las amistades,
hasta en esta parte del mundo,
no son del todo salvajes.
- Precioso.
- Me gustaría mucho vértelo puesto.
Ya te gustaría, sí.
Está bien.
¿Qué hay de beber por aquí?
No te queda mucho tiempo.
Vendrán a torturarte.
No te queda mucho tiempo.
Vendrán a torturarte.
Yo no podré detenerlos, a no ser
que me des algo para aplacarlos.
Información que pueda utilizar
para protegerte contra ellos.
Ya te he dicho todo lo que sé.
No le debo nada a Jones.
Sólo me ha causado problemas.
Marion, eres muy guapa.
No necesitamos acompañante.
Con cuidado... con cuidado.
Abajo, abajo. ¡Con cuidado!
¿Estás bien, Indy?
Con cuidado, chicos, con cuidado.
Te dije que todo iría bien.
Sallah, baja.
Sírveme.
Muy bueno...
¡Huy!
¿Qué es esto, René?
Estoy acostumbrado.
Es la marca de mi familia.
Bueno, tengo que irme, René.
Me gustas mucho.
Quizá nos encontremos algún día
en otras circunstancias.
Nos volvemos a ver, Fräulein.
Los americanos sois todos iguales.
No sabéis vestir para ciertas ocasiones.
Y ahora...
¿De qué vamos a hablar?
Bien, arriba.
¡Despacio!
- Eres tan testarudo como la chica.
- Te gusta demasiado.
Tus métodos son demasiado primitivos.
Utilizarías una excavadora
para buscar una taza de porcelana.
¡Despierta a tus hombres!
- Las antorchas se están extinguiendo.
- Sal de aquí.
- Sallah.
- ¡Hola, hola!
Dr. Jones,
¿qué haces en esa madriguera?
Baja y verás.
No, gracias, estamos más cómodos
aquí arriba, ¿no es así?
Sí, estamos muy cómodos aquí arriba.
Una vez más, lo que fue
brevemente tuyo ahora es mío.
Qué final más indicado para tu vida.
Estás a punto de formar parte
de este descubrimiento arqueológico.
Dentro de mil años
hasta tú podrías valer algo.
- ¡Qué cabrón!
- Debemos irnos.
Nos espera una recompensa en Berlín.
Pero no quiero dejarte tan solo.
¡Suélteme, cerdo! ¡No!
¡Aguanta!
No te sueltes. Tengo una idea.
¡Traidor!
¡Quítame las manos de encima!
Serpientes...
¡En tus pies!
- ¡La chica era mía!
- Ya no nos sirve en la misión del Führer.
A veces me pregunto
si eso lo tiene claro.
- No pudo ser, chérie.
- ¡Cerdos! ¡Me las pagaréis!
Indiana Jones, adieu.
Toma. Muévela
ante cualquier cosa que se arrastre.
¡Aquí todo se arrastra!
- ¡Indy!
- ¡Cuidado!
- ¿Te ha dado él ese vestido?
- Intentaba escapar.
- ¿Lo has intentado de verdad?
- ¿Y dónde estabas tú?
- ¿Qué haces?
- ¡Avivará el fuego!
- ¿Cómo saldremos de aquí?
- Estoy pensando.
Pues date prisa.
- ¿Adónde vas?
- A atravesar la pared.
- Prepárate para correr.
- ¿Por qué lo dices?
¡Indy! No me dejes sola.
- ¡Ahora, prepárate!
- ¡Indy, se apaga la antorcha!
Mira, mira.
Se la llevarán en avión.
Cuando la carguen, ya estaremos dentro.
Monsieur, brindemos por nuestro éxito
en este desierto. Por el Arca.
Cuando estemos lejos de aquí,
y contigo no.
¡Vigilad el Arca!
¡Cuidado!
- ¡Dios mío!
- ¡Marion...!
¡Me he quedado atrapada!
- Indy, no se abre.
- ¡Sal de ahí!
Está atascado.
Indy, no se abre.
- Está atascado.
- Dale vueltas.
- Está atascado.
- Da igual. ¡Aparta!
Aleja el Arca de aquí.
Que la pongan en el camión.
La sacaremos en avión de El Cairo.
Y, Gobler, quiero la máxima protección.
¡Jones...!
¡Qué sorpresa, amigos!
Me alegro de que no estéis muertos.
No nos queda tiempo. Están cargando
el Arca en un camión hacia El Cairo.
¿Un camión? ¿Qué camión?
¡Vamos!
Volved a El Cairo.
Tenemos que salir hacia Inglaterra.
En barco, en avión, lo que sea.
Nos veremos en casa de Omar.
Voy a por el camión.
- ¿Cómo?
- No lo sé. Improviso sobre la marcha.
Todo está arreglado.
Hemos subido el Arca a bordo.
Ahora que estás aquí, ya no falta nada.
- ¿Confías en ellos?
- Sí.
Sr. Katanga.
Éstos son mis amigos. Mi familia.
Si no se les trata bien, me enteraré.
Mi camarote es suyo.
Sr. Jones,
he oído hablar mucho de usted.
Es exactamente como me lo imaginaba.
Adiós.
Cuidaos mucho.
Yo ya os echo de menos.
Eres un buen amigo.
Éste para Fayah.
Éste para tus hijos.
Y éste para ti.
Gracias.
Un marinero inglés
es un alma que canta
Tan libre como el viento en la montaña
Sus fuertes manos
están listas para el combate
¿Dónde te has metido?
- Aseándome un poco.
- ¿De dónde has sacado eso?
- De él.
- ¿Quién es él?
Katanga. Diría que no soy la primera
mujer que viaja con estos piratas.
- Es bonito.
- ¿Tú crees?
- Sí.
- ¿En serio?
¿Decías algo?
Espera, no necesito ayuda.
Sí la necesitas... No eres el hombre
que conocí hace diez años.
No son los años, cariño, es el rodaje.
No necesito una enfermera.
Sólo quiero dormir.
- ¿Te duele aquí?
- ¡Déjame...! Sí, duele.
¡Maldita sea, Indy!
¿Dónde no te duele?
Aquí.
Aquí.
Aquí no me duele tanto.
Aquí.
No tenemos mucha suerte, ¿verdad?
- ¿Qué pasa?
- Han parado las máquinas.
Voy a ver qué ocurre.
- ¿Qué pasa?
- Vienen amigos importantes.
La chica y usted deben desaparecer.
Les esconderé en la bodega.
- ¿Dónde está el Dr. Jones?
- No lo sé. ¡Suéltame!
No me toques.
- ¿Dónde está Jones?
- No hay rastro de él.
Jones ha muerto.
Yo lo maté. No nos era útil.
Pero la chica puede valer algo
en el lugar al que nos dirigimos.
Podemos sacar un precio muy alto.
Herr coronel, esa mercancía
que ha requisado...
Quédesela, pero déjenos la chica.
Compensará nuestras pérdidas.
¡Salvaje!
No estás en posición de exigir nada.
Nos llevaremos lo que queramos.
Y luego decidiremos
si volamos tu nave en pedazos.
La chica viene conmigo.
Será parte de mi recompensa.
Seguro que lo aprobaría tu Führer.
Si no me complace,
podréis hacer con ella lo que queráis.
Disculpa.
No encuentro al Sr. Jones.
He buscado por todas partes.
Tiene que estar en algún sitio.
- Vuelve a buscar.
- Ya lo he encontrado.
- ¿Dónde?
- Allí.
El altar está preparado
según sus instrucciones.
Bien. Trasladad el Arca inmediatamente.
Monsieur...
Tengo mis reservas
acerca de ese ritual judío.
¿Seguro que es necesario?
Déjame que te pregunte esto.
¿Tendrás menos reservas abriendo
el Arca en Berlín ante el Führer,
sabiendo sólo entonces
si las piezas del decálogo están dentro?
¿Sabiendo sólo entonces
si has cumplido tu misión,
si has obtenido el arca auténtica?
Voy a volar el Arca, René.
Tu insistencia me sorprende hasta a mí.
- Los mercenarios tendrán mala fama.
- Dr. Jones...
¿No pensará usted escaparse?
Eso depende de lo razonables
que seamos. Sólo quiero a la chica.
- ¿Y si nos negamos?
- ¡Tu Führer se quedará sin el Arca!
Atrás. Todos atrás.
Bien, Jones, tú ganas.
Vuélala.
Sí, vuélala. Devuélvesela a Dios.
Te has pasado la vida
buscando reliquias arqueológicas.
Dentro del Arca hay tesoros
que sobrepasan tus sueños.
Quieres verla abierta tanto como yo.
Indiana, nosotros sólo
pasamos por la historia.
Esto... esto es historia.
Haz lo que quieras.
Marion, no la mires. Cierra los ojos.
Pase lo que pase, no la mires.
¡Es una maravilla!
- ¿Indy?
- No mires. ¡No abras los ojos!
Ha prestado un gran servicio a la patria.
Esperamos que nuestra aportación
haya sido satisfactoria.
El dinero está bien,
pero esta situación es inaceptable.
- Bueno, caballeros, asunto cerrado.
- ¿Dónde está el Arca?
Creí que eso había quedado zanjado.
Está en un lugar seguro.
- ¿Para quién?
- El Arca emite un poder indecible.
- Se tiene que estudiar a fondo.
- Y así se hará.
Se lo aseguro, Dr. Brody.
Dr. Jones.
Nuestros expertos
están trabajando en ello.
- ¿Quiénes?
- Nuestros expertos.
¿Qué ha ocurrido?
No pareces muy contento.
- ¡Qué idiotas!
- ¿Qué te han dicho?
- No saben lo que tienen ahí.
- Yo sí sé lo que tengo aquí.
Vamos, te invito a una copa.
Ya sabes... ¿Una copa?