Tip:
Highlight text to annotate it
X
Hay algunos peces
imposibles de pescar.
No son ni más rápidos
ni más fuertes que el resto.
Simplemente tienen un aura especial.
La Bestia era uno de esos peces.
Al nacer yo, ya era una leyenda.
Había esquivado más cebos de 100 $
que ningún otro pez en Alabama.
Unos decían que era el espíritu
de un ladrón...
... que se había ahogado en el río
hacía 60 años.
Otros, que era un dinosaurio
del cretáceo.
Yo pasaba de tantas
especulaciones y supersticiones.
Sólo sabía que llevaba detrás de él...
...desde que era más pequeño que tú.
Y el día que naciste...
...por fin lo pesqué.
Había probado con todo:
Gusanos, cebos,
manteca de cacahuete...
...manteca de cacahuete con queso...
Pero ese día tuve una revelación.
Si era el espíritu de Henry Walls,
no me iba a bastar un cebo normal.
Tenía que utilizar algo
que él anhelara.
- ¿Tu dedo?
- ¡Oro!
Até mi alianza al sedal más fuerte
que encontré...
...tan fuerte como para sujetar un
puente, aunque fuera unos minutos.
Y lo lancé río arriba.
La Bestia saltó y lo cogió
antes de que cayera al agua.
Y con la misma rapidez,
se cargó el sedal de un mordisco.
Ya te imaginas qué situación.
Mi alianza, símbolo de fidelidad
a mi mujer...
...a punto de ser la madre de mi hijo...
- Dile que lo deje ya.
... en la tripa de un pez impescable.
¿Y qué hiciste?
Lo perseguí río arriba y río abajo.
Aquel pez, La Bestia...
...que habíamos dado por hecho
que era macho, era hembra.
Estaba rebosante de huevos
y a punto de ponerlos.
¡Menudo papel!
Podía destriparlo
y recuperar mi alianza...
...pero mataría al pez gato más listo
del río Ashton.
¿Iba a permitir
que mi hijo no pudiera pescar...
...algún día un pez así?
A aquella pececita y a mí...
...nos unía un mismo destino.
Formábamos parte
de la misma ecuación.
Cielo, ésta es tu noche.
¿Por qué se lanzó a por el oro
y a por nada más?
Ésa fue la lección
que aprendí aquel día...
... el día que nació mi hijo.
A veces, la única forma de pescar
a una mujer impescable...
... es con una alianza.
¿Un padre no va a poder hablar
de su hijo?
Sólo soy una nota a pie de página...
... el contexto de tu gran aventura,
que nunca viviste.
El día que yo nací, estabas
vendiendo cachivaches en Wichita.
¡A todo el mundo
le encanta esa historia!
No, de eso nada. A mí no.
Ya la he escuchado mil veces.
¡Me sé todos los golpes!
¡Podría contarlos igual que tú!
Por una noche en tu vida...
... el mundo no gira en torno
a Edward Bloom.
- ¿Tan difícil es?
- Siento haberte avergonzado.
Te avergüenzas a ti mismo.
Sólo que no lo ves.
Después de esa noche, no volví
a hablar con mi padre en 3 años.
Soy William Bloom,
de United Press International...
Nos comunicábamos indirectamente.
En las cartas y tarjetas, mi madre
escribía en nombre de los dos.
Cuando yo llamaba, mi madre decía
que mi padre estaba fuera...
... o en la piscina.
Muy propio de nosotros, jamás
hablamos de que no nos hablábamos.
La verdad es que yo no me reconocía
en mi padre...
... y no creo que él se reconociera
en mí.
Éramos un par de desconocidos,
que se conocían perfectamente.
Al contar la historia de mi padre...
... es imposible separar
realidad y ficción, hombre y mito.
Lo mejor que puedo hacer es contarla
como él me la contó a mí.
Muchas cosas no tienen sentido
y la mayoría de ellas no sucedió.
¡Devuélveme la alianza!
¡Gracias!
Pero así es esta historia.
Su nacimiento ya presagiaba
su inverosímil vida.
No más larga que la de la mayoría,
pero sí más grandiosa.
Si sus historias eran sorprendentes...
... más sorprendentes eran sus finales.
Sí, está aquí.
Tu madre.
¿Y qué dice el Dr. Bennett?
Claro, hablaré con él.
Sí, espero.
¿Es grave?
Peor de lo que pensaban.
Van a dejar de darle quimio.
- Tienes que ir.
- Seguramente esta noche.
- Voy contigo.
- No, no puedes.
Voy contigo.
¿Cuál quieres?
¿"El mono del establo"
o "El perro de la calle"?
El de la bruja.
El de la bruja.
Mamá dice que no te cuente ése.
Mamá dice que no te cuente ése.
- Luego tienes pesadillas.
- Si no me da miedo.
A mí tampoco me daba, al principio.
Todo empezó en el pantano
a las afueras de Ashton.
A los niños no nos dejaban ir al
pantano por las culebras, las arañas...
...y las arenas movedizas, que te
enterraban vivo antes...
...de que pudieras gritar.
Éramos cinco esa noche.
Yo, Ruthie, Wilbur Freely...
... y los hermanos Price, Don y Zacky.
Ninguno tenía ni idea
de lo que le esperaba.
Es bien sabido
que no hay ciudad sin bruja...
... aunque sólo sea para
comerse a los niños malos...
... y al perrito de turno
que se cuele en su jardín.
Las brujas emplean esos huesos
para los conjuros...
... y para yermar la tierra.
- ¿Y tiene un ojo de cristal?
- Dicen que es de los cíngaros.
- ¿Qué es un cíngaro?
- Tu madre es una cíngara.
Tu madre es una zorra.
Palabrotas no. Hay señoritas.
¡Mierda!
¡Joder!
Apagad las linternas. ¡Os va a ver!
Pero de todas las brujas de Alabama...
... una era la más temida.
Tenía un ojo de cristal, que,
al parecer, tenía poderes.
Dicen que, si lo miras fijamente,
ves cómo será tu muerte.
¡Y una mi...!
Ni siquiera es una bruja de verdad.
Si estás tan seguro,
entra y pilla el ojo.
Está en una caja en la mesilla
de noche. ¿O te da miedo?
Ahora mismo entro y lo cojo.
- Venga.
- Vale.
- Venga.
- Vale, voy.
¡Edward, no!
Te va a convertir en jabón.
Eso es lo que hace...
...convierte a la gente en jabón.
Señora, soy Edward Bloom.
Mis amigos quieren ver su ojo.
- ¿Tienes el ojo?
- Aquí está.
A ver.
He visto cómo voy a morir.
Era mayor y me caía.
Pues yo no era mayor.
Estaba pensando en la muerte,
en eso de ver cómo uno muere.
Por un lado,
si no dejas de pensar en la muerte...
...puedes acabar hecho polvo...
...pero, por otro,
puede ayudarte, ¿no?
Porque sabes que superarás
todo lo demás.
Creo que me gustaría saberlo.
Así dejo este mundo.
Hola, mamá.
- ¿Es ése el coche del Dr. Bennett?
- Sí. Está arriba con tu padre.
¿Cómo está?
No hay quien pueda con él.
No come. Y, como no come, está débil.
Y, como está débil, no come.
- ¿Cuánto tiempo le queda?
- No hablamos de eso.
Todavía no.
Dr. Bennett, me alegro de verle.
Mi mujer, Josephine.
Encantado.
- Está de 7 meses.
- ¡Exactamente!
Es un niño.
Intenta que se lo beba.
No va a querer, pero inténtalo.
¿Papá?
¿Quieres agua?
- Menuda te espera.
- ¿En serio?
Un niño te cambia la vida.
Los pañales, darle de comer
por la noche...
- ¿Tú tuviste que hacerlo?
- No...
...pero dicen que es horrible.
Luego te pasas media vida
intentando corromper y confundir...
...a tu hijo, llenándole la cabeza
de chorradas...
...y al final sale perfectamente.
- ¿Crees que estoy preparado?
- Has tenido al mejor maestro.
Bébete la mitad.
Le diré a mamá que te lo has bebido...
...y todos tan contentos.
No sé para qué tanta preocupación.
No me ha llegado la hora.
No es así como dejo este mundo.
- ¿En serio?
- Totalmente. Lo vi en el ojo.
- ¿El de la anciana del pantano?
- Era bruja.
No, era una anciana
y estaría senil.
Vi cómo moría en el ojo,
y no va a ser así.
¿Y cómo va a ser?
Sorpresa.
No quiero arruinarte el final.
Tu madre creía que
no íbamos a volver a hablar...
...y, mira, aquí estamos.
Somos cuentacuentos, los dos.
Yo los cuento y tú los escribes.
Es lo mismo.
Papá...
...quería hablar de algunas cosas
ahora que estoy aquí.
Dirás ahora que yo estoy aquí.
Sólo quiero saber la verdad
de algunas cosas.
De hechos, de historias...
...de ti.
Tu madre no cuida la piscina.
- Podrías encargarte, si quieres.
- Vale.
¿Sabes dónde está todo?
¿Quién lo hacía, cuando tú no estabas?
Nunca fue lo mío quedarme en casa.
Se me caía el techo encima.
Y estar aquí postrado en la cama...
Morir es lo peor que me ha pasado
en la vida.
¿No decías que no te estás muriendo?
He dicho que no es así
como dejo este mundo.
Mi final es
mucho más insólito.
Créeme.
El Dr. Bennett dice
que no puedo salir en una semana.
Eso no es nada. Yo una vez tuve
que estar en cama 3 años.
- ¿Tenías varicela?
- Ojalá.
Nadie sabía exactamente
qué me pasaba.
La gente crece poco a poco.
Al parecer, yo tenía prisa.
Mis músculos y huesos no podían
competir con la ambición de mi cuerpo.
Así que estuve postrado
casi 3 años en la cama...
... con la enciclopedia como
mi única herramienta de información.
Llegué hasta la G...
... con el fin de hallar una respuesta
a mi gigantismo...
... y vi una página sobre el goldfish.
Si se tiene en una pecera pequeña,
el goldfish no crece.
Si tiene más espacio...
... se hace el doble,
el triple o el cuádruple de grande.
Entonces pensé que el motivo
de mi crecimiento...
... podía ser
la grandeza de mi destino.
La vida de un gigante no puede tener
unas dimensiones normales.
En cuanto mis huesos alcanzaron
la plenitud de su crecimiento...
... empecé a intentar hacerme
un hueco mayor en Ashton.
¡Mi perro! ¡Está dentro!
Yo era lo más grande
que había habido en Ashton.
Hasta que un día llegó un desconocido.
¡Tranquilos! ¡Que no cunda el pánico!
¡Basta!
- ¡Se ha comido un campo de maíz!
- ¡Se ha comido a mi perro!
Si no lo detiene Ud.,
lo haremos nosotros.
¡Nadie se va a tomar
la justicia por su mano!
¿Habéis intentado hablar con él?
- ¡No se puede!
- ¡Es un monstruo!
Yo lo haré.
Hablaré con él para que se vaya.
Esa criatura podría aplastarte
sin inmutarse.
Créame, tendrá que inmutarse.
¿Hola?
Soy Edward Bloom
y quiero hablar contigo.
¡Vete!
No pienso irme hasta que salgas.
¡He dicho que te vayas!
Informado como estaba de mi muerte...
... sabía que no me iba a matar.
Aunque no me hacía ninguna gracia
que me machacara vivo.
¿A qué has venido?
A que me comas.
Van a realizar un sacrificio humano,
y me he ofrecido voluntario.
Los brazos los tengo flacuchos,
pero en las piernas hay carne.
Me las comería hasta yo.
Si no te importa acabar rápido.
No soporto muy bien el dolor.
¡No puedo volver!
¡Soy un sacrificio humano!
Pensarán que soy un cobarde.
Prefiero ser un plato de comida
que un cobarde.
Toma.
Empieza con la mano, de aperitivo.
Yo no quiero comerte.
Ni a ti ni a nadie.
Tengo tanta hambre.
Soy demasiado grande.
¿No has pensado que quizá
no es que tú seas demasiado grande...
...sino que esta ciudad
sea demasiado pequeña?
En las ciudades de verdad,
los edificios son tan altos...
...que se pierden en el cielo.
- ¿En serio?
- ¿Por qué iba a mentirte?
Y hay bufés, donde puedes comer
lo que quieras.
- Tú comerás mucho, ¿no?
- Pues sí.
¿Y qué haces en una ciudad pequeña?
Un hombre grande debe estar
en una ciudad grande.
Tú lo que quieres es que me vaya.
- ¿Cómo te llamas, gigante?
- Karl.
Yo, Edward.
La verdad es que...
...sí quiero que te vayas,
pero yo quiero irme contigo.
Si esta ciudad
es demasiado pequeña para ti...
...también lo es para un hombre
con mis aspiraciones.
¿Qué me dices? ¿Te vienes?
Primero hay que prepararte
para la ciudad.
Hijo predilecto de Ashton...
...con enorme pesar te decimos adiós.
Te entrego esta llave de la ciudad.
Cuando quieras volver...
...se te recibirá
con los brazos abiertos.
Aquella tarde, al dejar Ashton,
todos querían darme algún consejo.
¡Encuentra una buena chica!
¡Sé humilde, Edward Bloom!
Pero hubo un consejo para mí
más importante que ningún otro.
Me dijo que el mayor pez del río...
... es así porque no se deja pescar.
- ¿Qué te ha dicho?
- Ni idea.
Había dos caminos
para salir de Ashton...
... uno nuevo, pavimentado,
y el de siempre.
Ya nadie cogía el viejo...
... y se empezó a decir
que estaba encantado.
Como no tenía intención de volver
a Ashton...
... era el momento de descubrir
lo que escondía el viejo camino.
¿Conoces a alguien
que haya ido por ahí?
El poeta Norther Winslow.
Iba a París.
Supongo que le gustó
porque nunca más se supo de él.
Tú ve por ahí...
...y yo iré por aquí.
Nos encontraremos al final.
¿Qué quieres, perderme de vista?
Para que te quedes tranquilo,
ten mi mochila.
¡Hijo de...!
Hay momentos
en los que un hombre razonable...
... debe tragarse su orgullo
y reconocer que ha metido la pata.
Pero lo cierto es que yo nunca he sido
un hombre razonable.
Y lo que recuerdo del catecismo
es que...
... cuanto más difícil es algo,
mayor es la recompensa.
¡Amigo! ¡Bienvenido!
¿Cómo se llama?
- ¿Bloom con "B" de bombilla?
- Sí.
¡Aquí está! ¡Edward Bloom!
No le esperábamos tan pronto.
- ¿Me esperaban?
- Tan pronto no.
- Habrá cogido un atajo.
- Sí, casi muero en el intento.
Cosas de la vida. La verdad es que
el camino largo es más sencillo...
...pero más largo.
- Mucho más largo.
Pero ya está aquí,
que es lo que importa.
¿Dónde estoy?
En Espectro. ¡El secreto
mejor guardado de Alabama!
Aquí dice que es de Ashton, ¿no?
El último que vino de Ashton
fue Norther Winslow.
¿El poeta? ¿Qué es de él?
Aquí sigue. Le invito a una copa,
y le cuento.
¿Qué digo?
¡Que se lo cuente él mismo!
He quedado. Llego tarde.
Ya se lo he dicho.
Ha llegado pronto.
¿No es el mejor pastel
que ha probado?
Desde luego.
Aquí todo sabe mejor.
Hasta el agua es dulce.
No tenemos ni mucho calor,
ni mucho frío, ni mucha humedad.
Y por la noche, cuando el viento
sopla entre los árboles...
... es como si sonara una sinfonía
sólo para ti.
¡Ven aquí!
¡Me hacen falta!
- Nuestra tierra es blanda, al pisarla.
- Casi rima.
Es nuestro célebre poeta.
Venga.
Accedí a quedarme un rato,
aunque sólo fuera para comprender...
... cómo un sitio podía resultar tan
extraño y familiar al mismo tiempo.
Llevo 12 años con este poema.
¿En serio?
Se espera mucho de mí. No quiero
defraudar a mis admiradores.
¿Puedo?
Sólo son tres versos.
¡Nunca hay que enseñar
una obra inacabada!
¡Ya la tengo!
Hay sanguijuelas ahí dentro.
- ¿Has visto a esa mujer?
- ¿Qué aspecto tenía?
- Bueno, estaba...
- ¿Estaba desnuda?
Sí.
No es una mujer. Es un pez.
Nadie ha podido pescarlo.
A cada uno le parece una cosa.
Según mi padre, se parece al perro
que tenía de pequeño...
...resucitado de entre los muertos.
¡Vaya!
- ¿Cuántos años tienes?
- 18.
Yo, 8. Cuando yo tenga 18,
tú tendrás 28.
Y, cuando yo tenga 28,
tú sólo tendrás 38.
Se te dan bien los números.
Y, cuando yo tenga 38, tú tendrás 48.
No hay mucha diferencia.
Ahora sí se nota un poco, ¿no?
"Las rosas son rojas.
Las violetas, azules.
Me encanta Espectro".
Perdonad.
Jenny cree que eres un buen partido.
Todas lo creemos.
¿Qué?
Que eres un buen partido.
Tengo que irme.
Esta noche.
¿Por qué?
Nadie podría pedir un pueblo
mejor que éste.
Y, si al final
me quedara aquí, sería afortunado.
Pero aún no estoy preparado
para quedarme en ninguna parte.
¡Nadie se ha ido jamás!
¿Cómo vas a irte sin zapatos?
Supongo que va a ser duro. Muy duro.
Bueno, lo siento. Adiós.
- ¡No encontrarás un sitio mejor!
- Cuento con ello.
Prométeme que volverás.
Te lo prometo. Algún día.
Cuando deba hacerlo.
Aquella noche llegué
a dos conclusiones.
La primera, que un camino peligroso es
más peligroso aún en la oscuridad.
La segunda, que estaba perdido,
definitivamente perdido.
Aquel bosque iba a ser mi tumba.
Por mucho que me costara llegar a
Espectro, el destino así lo quiso.
Al fin y al cabo, nadie puede eludir
el final de su vida.
De repente me di cuenta de que
ése no era el final de mi vida.
No es así como muero.
¡Amigo!
- ¿Y tus zapatos?
- Los he dejado colgados.
¿Sabéis que han publicado
fotos de Josephine...
... en el último Newsweek?
¿En serio?
Es estupendo.
Pasé una semana en Marruecos
para el reportaje. Fue increíble.
Tendremos que comprarlo.
No sé si lo sabes...
...pero los loros africanos,
en su hábitat natural, el Congo...
...sólo hablan francés.
¿Sí?
Con suerte se les puede sacar
alguna que otra palabra en inglés...
...pero, si te adentras en la selva...
...les oyes hablar un francés muy culto.
Esos loros hablan de todo.
Política, cine, moda...
De todo, menos de religión.
¿De religión por qué no?
Es de mala educación. Nunca se sabe
a quién se puede ofender.
Josephine estuvo en el Congo
el año pasado.
¡Entonces ya lo sabías!
¡Hola!
¿Qué tal estás?
Estaba soñando.
¿Con qué?
No suelo acordarme...
...a no ser que el sueño sea profético.
¿Sabes lo que quiere decir?
Es cuando sueñas
que algo va a pasar.
Como una noche que soñé...
...que apareció un cuervo y me dijo:
"Tu tía va a morir".
Me asusté tanto que
desperté a mis padres.
Me dijeron que era un sueño
y que me acostara.
Pero a la mañana siguiente
murió mi tía Stacy.
¡Qué horror!
Horror para ella, pero piensa en mí,
un chico tan joven con esos poderes.
No habían pasado ni 3 semanas
cuando volví a soñar con el cuervo...
...y me dijo: "Tu padre va a morir".
No sabía qué hacer.
Al final se lo conté a mi padre,
y me dijo...
...que no me preocupara,
pero yo lo vi inquieto.
A la mañana siguiente, estaba raro.
Miraba de un lado a otro,
como si le fuera a caer algo encima.
Porque el cuervo no había dicho
cómo iba a ocurrir, sólo esa frase:
"Tu padre va a morir".
Aquel día se fue temprano,
y estuvo fuera mucho tiempo.
Cuando por fin volvió,
tenía muy mal aspecto...
...como si llevara todo el día
sabiendo que iba a palmarla.
Le dijo a mi madre:
"Ha sido el peor día de mi vida".
"¿Que tú has tenido un mal día?",
le contestó ella.
"Esta mañana el lechero
ha muerto en el porche".
Mi madre se estaba tirando al lechero.
- ¿Puedo hacerte una foto?
- No te hace falta hacerme una foto.
Sólo tienes que buscar "Guapo"
en el diccionario.
Por favor.
Está bien.
Tengo fotos de la boda.
Hay una genial
en la que estás con mi padre.
Me gustaría ver fotos de tu boda.
Nunca he visto ninguna.
Porque no tuvimos
una boda como Dios manda.
Tu suegra no tenía
que haberse casado conmigo.
- Estaba comprometida con otro.
- No lo sabía.
¿No te lo ha contado Will?
Más vale que no lo haya hecho.
Te lo habría contado mal.
Con todos los datos,
pero sin gracia.
Así que es la hora de los cuentos.
Pero no será una hora.
Acababa de dejar Espectro
y me disponía a conocer mi destino.
Acababa de dejar Espectro
y me disponía a conocer mi destino.
Acababa de dejar Espectro
y me disponía a conocer mi destino.
Acababa de dejar Espectro
y me disponía a conocer mi destino.
Como no sabía cuál iba a ser
exactamente...
... disfruté de todo lo que iba surgiendo.
¡Popo y Coco! ¡Un aplauso!
Damas y caballeros...
...creerán que han visto
cosas extrañas...
...creerán que han visto
cosas insólitas...
...pero he viajado hasta los lugares
más recónditos del mundo...
...y déjenme que les diga
que jamás he visto nada igual.
Cuando conocí a este hombre...
... estaba recogiendo naranjas
en Florida.
Sus compañeros le llamaban
"El Penumbra".
Porque si trabajabas a su lado...
...te tapaba la luz del sol.
No quiero asustarla, señora,
pero si él quisiera...
...podría aplastarle la cabeza
con los dedos de los pies...
...como si fuera una nuez.
Pero no lo hará.
No, damas y caballeros...
...no le hará nada...
...porque es nuestro gentil gigante.
Damas y caballeros,
les presento a Coloso.
Damas y caballeros,
niños y niñas...
...gracias por haber venido.
Conduzcan con cuidado.
Gracias por haber venido.
Aquella noche Karl
encontró su destino.
Y yo el mío, casi.
Dicen que cuando conoces al amor de
tu vida el tiempo se para...
... y es verdad.
Lo que no dicen es que,
cuando se pone en marcha...
... se acelera
para recuperar lo perdido.
¿Cómo te llamas?
Karl.
Dime, Karl, ¿te suena el término
servidumbre involuntaria?
¿Y contrato leonino?
Genial.
Ten.
Don Pompiempapado, ven.
Pon la espalda para que firme.
No lo pierdas.
Chaval...
...tu amigo acaba de convertirse
en una estrella.
¡Qué bien!
- Mi abogado, Don Pompiempapado.
- Encantado.
Un placer.
¿Qué te pasa, chaval?
No he visto a nadie tan chafado...
...desde que el elefante se sentó
encima de la mujer del granjero.
La "chafó".
¿Ves?
Al grandullón le ha gustado.
He visto a la mujer
con quien me voy a casar.
Estoy seguro. Pero la he perdido.
La mayoría de los hombres tiene que
casarse para perder a la mujer.
Me voy a pasar
toda la vida buscándola.
Y, si no la encuentro, moriré solo.
¡Vaya!
A ver si lo adivino. ¿Muy guapa?
¿Con el pelo rubio cobrizo?
¿Vestido azul?
Sí.
Conozco a su tío.
Soy amigo de la familia.
¿Quién es? ¿Dónde vive?
Olvídalo. No tienes nada que hacer.
- Ni siquiera me conoce.
- Claro que sí.
Eras el *** amo en Villapaletos, pero
en el mundo real no te comes nada.
No tienes objetivos,
no tienes trabajo.
Sólo tienes lo puesto.
Tengo una mochila llena de ropa.
Me han robado la mochila.
Eras un pez grande en un estanque
pequeño, pero esto es el océano...
...y te ahogas.
Vuelve a Villacharca.
Allí serás feliz.
Dice que no tengo objetivos,
pero tengo uno.
¡Voy a encontrarla, voy a casarme con
ella y voy a pasar la vida a su lado!
No tengo trabajo,
pero Ud. Podría dármelo.
Y no tendré mucho...
...pero tengo más voluntad que nadie.
Lo siento. No soy una hermanita
de la caridad. ¡Vamos, grandullón!
¡Espere! Trabajaré día y noche...
...para Ud. Gratis.
Sólo quiero que me diga quién es.
Cada mes que trabajes para mí...
...te contaré una cosa sobre ella.
Es mi última oferta.
Vamos allá.
A partir de aquel instante,
obedecí al Sr. Calloway en todo.
A veces me tiraba
tres días sin comer.
Y cuatro sin dormir.
Sólo me daba fuerzas
saber que iba a conocer...
... a mi futura esposa.
Siempre ha sido así y...
...siempre será así.
- Sr. Calloway...
...hoy hace un mes.
Esa chica, el amor de tu vida...
Sus flores favoritas son los narcisos.
Narcisos.
Narcisos.
Tal y como prometió...
... cada mes,
Amos me contaba algo...
... sobre la mujer de mis sueños.
¡Diviértanse!
Va a ir a la universidad.
A la universidad.
Va a ir a la universidad.
Le gusta la música.
La música. Le gusta la música.
Con los meses, llegué a saber muchas
cosas sobre mi futura esposa...
Con los meses, llegué a saber muchas
cosas sobre mi futura esposa...
Con los meses, llegué a saber muchas
cosas sobre mi futura esposa...
... pero no sabía ni cómo se llamaba
ni dónde encontrarla.
... pero no sabía ni cómo se llamaba
ni dónde encontrarla.
Había llegado la hora.
Ya no podía más.
¿Sr. Calloway?
Soy Edward Bloom.
Necesito hablar con Ud.
¿Sr. Calloway?
Aquella noche descubrí que casi todos
los seres que creemos malvados...
... son así porque se sienten solos
o por un problema de conducta.
No he matado a nadie, ¿no?
Unos cuantos conejos, pero creo que
uno ya estaba muerto.
Con razón tengo este empacho.
Gracias.
Me equivoqué contigo, chaval.
No tendrás mucho, pero tienes mucho.
Podrías tener a cualquier chica.
Sólo quiero a una.
Se llama...
...Sandra Templeton.
Va a Auburn.
Va a acabar el curso,
así que date prisa.
¡Gracias!
- ¡Buena suerte, chaval!
- ¡Gracias!
¡Adiós!
Me despedí de todos,
y cogí tres trenes...
... para llegar a Auburn
esa misma tarde.
No me conoces. Soy Edward Bloom...
...y te quiero.
Llevo tres años trabajando
para intentar averiguar quién eras.
Me han disparado,
apuñalado y pisoteado.
Me han roto las costillas dos
veces.
Pero ha valido la pena
con tal de verte ahora...
...y, al fin, hablar contigo.
Porque mi destino
es casarme contigo.
Lo supe desde que te vi en el circo,
y ahora estoy más seguro aún.
- Lo siento.
- No tienes por qué.
No hay nadie
más afortunado que yo hoy.
No, lo siento
porque ya estoy comprometida.
Pero te equivocas,
sí que te conozco.
Al menos por lo que dicen de ti.
Edward Bloom, de Ashton.
El chico con el que me voy a casar
también es de Ashton, Don Price.
Tiene un par de años más que tú.
Pues...
... enhorabuena.
Siento haberte molestado.
¡Parad! No tiene gracia.
Pobre.
El destino puede ser muy cruel.
Con todo lo que hice
para dejar Ashton...
... me fui a enamorar de una chica
comprometida con el tío más capullo.
Hay momentos en los que
un hombre tiene que luchar...
... y momentos en los que
debe aceptar que...
... ha perdido el tren y en los que sólo
un tonto seguiría adelante.
El caso es que yo siempre
he sido un tonto.
¡Te quiero y me voy a casar contigo!
Si lo aplicamos a la vida cotidiana...
...la ley de la oferta y la demanda
tiene más sentido.
En el siguiente gráfico...
- ¡Narcisos!
- Son tus flores favoritas.
¿Cómo has conseguido tantos?
He llamado a cinco Estados.
Les he dicho que sólo así se casaría
conmigo mi futura esposa.
Si ni siquiera me conoces.
Tengo toda la vida por delante.
Es Don.
Prométeme que no le harás nada.
Si eso es lo que quieres,
te lo prometo.
¿Qué haces? Es mi chica. ¡Mía!
No sabía que fuera propiedad de nadie.
¿Qué pasa?
¿Te da miedo defenderte?
He prometido que no lo haría.
¡Para!
¡Don, para!
Aunque me llevé la paliza de mi vida,
Don Price perdió la batalla.
Tanta actividad física había agravado
un defecto congénito de una válvula.
Resumiendo, que no tenía el corazón
lo bastante fuerte.
¡Don! Jamás me casaré contigo.
¿Qué? ¿Quieres a este tío?
Sin conocerlo, lo prefiero a él.
Sandra conservó la fecha de la boda.
Lo único que cambió fue el novio.
¿No habías dicho que no os casasteis
por la Iglesia?
Todo estaba preparado,
pero se torcieron las cosas.
¿Te da sed la medicación?
La verdad es que toda la vida
he tenido sed.
Nunca he sabido por qué.
Una vez, cuando tenía once años...
Estabas hablando de tu boda.
Ya lo sé.
Pero una cosa lleva a la otra.
La gente suele contar las historias
de un tirón.
Es menos complicado,
pero también menos interesante.
A mí me gustan tus historias.
A mí me gustan tus historias.
Y a mí me gustas tú.
Cuando se trabaja en el circo,
no se tiene una dirección fija.
Cuando se trabaja en el circo,
no se tiene una dirección fija.
Así que en 3 años
no me llegaron muchas cartas.
Y, en las 4 semanas
que estuve en el hospital...
...correos por fin dio conmigo.
Y, si bien mi corazón
era de Sandra...
... el resto de mi cuerpo
era de Estados Unidos.
El servicio militar duraba 3 años.
Había esperado 3 años
para conocer a Sandra...
...y sabía que no podría resistir
estar separado de ella tanto tiempo.
Así que me apunté
a las misiones más peligrosas...
... para estar menos de un año.
Al proponerme una misión secreta...
... para robar los planos
de la central de Wong Kai Tang...
... me lancé a servir a mi país.
Me pasé una hora hablándoles de
mi amor por Sandra Templeton...
... y del suplicio que había pasado.
Y, una vez más,
ese amor fue mi salvación...
... tal y como estaba escrito.
Juntos urdimos
una elaboradísima huída.
Un barco ballenero hasta Rusia...
... una lancha hasta Cuba
y una mugrienta canoa hasta Miami.
Todos conocíamos el peligro.
¿Bob Hope?
Y así las siamesas y yo
iniciamos nuestro arduo viaje...
... por medio mundo.
Por desgracia, era imposible
enviar noticias a EE. UU.
Así que es normal
que el Ejército me diera por muerto.
¡Dios mío!
A los cuatro meses,
Sandra había pasado lo peor.
Cuando sonaba el teléfono,
ya no pensaba que fuera yo.
Cuando pasaba un coche,
ya no miraba a ver quién era.
Anoche estuve hablando con tu padre.
Nunca me has contado
cómo se conocieron tus padres.
Se conocieron en Auburn.
¿Y todo lo demás?
Cómo se enamoraron...
... el circo, la guerra...
Nunca me has contado nada de eso.
Porque casi nada de eso es verdad.
Pero es romántico.
¿Cómo que "mm-mm"?
No pienso discutir si algo es
romántico o no con una francesa.
¿Quieres a tu padre?
Todo el mundo quiere a mi padre.
Se hace querer.
¿Pero tú le quieres?
Entiéndeme.
Cuando yo era pequeño,
pasaba más tiempo fuera que en casa.
Y empecé a pensar que tal vez
tenía una segunda vida.
Otra familia, otra casa.
Y que nos dejaría
y se iría con ellos.
O quizá no hubo otra familia,
quizá nunca quiso una familia.
Sea lo que sea, prefiere esa segunda
vida, y cuenta esas historias...
...porque no soporta este lugar
tan aburrido.
- Eso no es verdad.
- ¿Y qué es verdad?
Jamás me ha contado una sola verdad.
Entiendo que te caiga bien.
A todo el mundo le cae bien.
Pero necesito que me digas
que no estoy loco.
Claro que no.
Creo que deberías hablar con él.
- ¿Os he contado alguna vez...?
- Sí.
¿Lo del arce y el Buick?
Nos lo has contado.
Sé de alguien a quien no.
El árbol cayó encima del coche
y se derramó resina...
...lo cual atrajo a las moscas,
que se quedaron pegadas...
...y se fueron volando con el coche.
Pero lo mejor es cómo conseguí
el coche...
Papá.
Hijo.
¿Podemos hablar?
Voy a quitar estos platos.
Te ayudo.
- ¿Sabes qué es un iceberg, papá?
- ¿Que si lo sé?
Una vez vi uno.
Lo transportaban a Texas
para tener agua potable.
Lo que no sabían es que dentro
había un elefante congelado.
- De los peludos. Un mamut.
- ¡Papá!
¿Qué?
Era una metáfora.
Pues no haber empezado
con una pregunta...
...porque las preguntas se contestan.
Tenías que haber dicho:
"Lo que ocurre con los icebergs..."
Lo que ocurre con los icebergs
es que sólo se ve el 10% .
El otro 90º% está bajo el agua,
no se ve.
Es lo que...
...me pasa contigo.
Sólo veo un trozo...
...que sobresale
por encima del agua.
¿Sólo me ves hasta la nariz?
¿Hasta la barbilla?
Papá, no tengo ni idea de quién eres...
...porque no me has contado
una sola verdad.
Te he contado miles de verdades.
Es lo que hago, contar historias.
Tú cuentas mentiras, papá...
...mentiras entretenidas.
Las historias son cuentos para que
un niño de 5 años se duerma...
...no intrincadas fábulas que
le sigues contando...
...a tu hijo
a los 20 y a los 30.
Yo te creía.
Yo me creí tus historias
más tiempo del debido.
Cuando me di cuenta de que
lo que contabas era absurdo...
...me sentí imbécil
por haber confiado en ti.
Eres como Papá Noel...
... encantador,
pero una gran mentira.
¿Crees que soy una gran mentira?
A primera vista.
Yo no he visto otra cosa.
Mira...
...voy a tener...
...un hijo.
Y me moriría,
si se pasara la vida entera...
...sin entenderme.
Te morirías, ¿eh?
¿Qué quieres, Will?
¿Quién quieres que sea?
Tú mismo.
Bueno, malo, como seas,
pero por una vez enséñame quién eres.
Siempre he sido yo mismo
desde que nací.
Si no lo ves,
es cosa tuya, no mía.
Tu padre decidió
que necesitaba un despacho.
Obviamente, no íbamos a tenerlo
en casa...
...así que...
Tú sabrás qué vale y qué no.
¿Qué pasa?
Durante la guerra...
...tu padre desapareció.
Le dieron por muerto.
¿Eso ocurrió de verdad?
No todo lo que cuenta tu padre
es pura invención.
Voy a ver cómo está.
Voy a echarme un rato.
Vale.
Tras la guerra, los hijos de Alabama
volvieron en busca de trabajo.
Todos me sacaban ventaja...
... estaban vivos,
y yo oficialmente había fallecido.
Con mis pocas perspectivas...
... acepté un puesto de representante,
muy apropiado.
Si algo se puede decir
de Edward Bloom...
... es que es
una persona sociable.
- Enhorabuena.
- Gracias.
A veces estaba fuera semanas...
... pero cada dos o tres viernes
metía todo el dinero que ganaba...
... en una cuenta para comprar
una casa de verdad...
... con una valla blanca.
Me gustaría hablaros
de mi nuevo producto.
Unos años después tenía más
productos, más ciudades...
... hasta que conseguí abarcar desde
la costa Este hasta el oeste de Texas.
Soy yo, Norther Winslow.
No puede ser.
Me sorprendió ver al mejor poeta
de Ashton y de Espectro...
... allí, tan lejos, en Texas.
Cuando te fuiste de Espectro,
me abriste los ojos.
Había todo un mundo
que me estaba perdiendo.
Así que empecé a viajar.
He estado en Francia, África,
media Sudamérica.
Cada día una aventura, ése es mi lema.
Genial. Me alegro por ti.
¿Y qué haces ahora?
Atracar este banco.
¡Al suelo!
Tíramela por el suelo.
- ¿Puedes cogerla?
- ¿Qué?
La pipa.
Yo me encargaré de los cajones...
...y mi socio,
de la cámara de seguridad.
¡Tú! Ayuda a mi amigo, ¿vale?
¡Venga!
Lo siento, señora.
No quiero
que le pase nada a nadie.
No es eso.
Es que...
...no hay dinero.
Estamos en bancarrota.
No se lo diga a nadie.
Resulta que ya habían atracado
esa caja de ahorros...
... y no unos bandidos armados
sino unos especuladores de Texas.
¡Andando!
¡Habrá unos 400 $ aquí!
Y eso es sólo en los cajones.
¿Y en la cámara?
¿Ya está? ¿En toda la cámara?
Me temo que sí.
Has hecho un ingreso.
No quería que te fueras sin nada.
Las cajas de ahorros
no tienen dinero porque...
Le expliqué a Norther los entresijos
del dinero del petróleo de Texas...
... y su efecto
en el mercado inmobiliario...
... y cómo una relajada política
en materia fiduciaria...
... había dejado a las cajas de ahorros
en una situación vulnerable.
Al oír esto, Norther
llegó a una conclusión.
Tengo que ir a Wall Street.
Allí está la pasta.
Entonces supe que, si mis días
como delincuente habían acabado...
Gracias por echarme una mano.
... los de Norther acababan de empezar.
Cuando ganó su primer millón...
... me envió un cheque
por valor de 10. 000.
Yo me negué, pero me dijo que yo
le había asesorado profesionalmente.
Pude comprarle a mi mujer
una casa de verdad...
... con una valla blanca.
Sólo por eso, ésa era la mayor fortuna
que un hombre podía desear.
Me estaba quedando seco.
Ya.
Creo que deberíamos comprar
un pulverizador...
...para echarte agua
como si fueras un helecho.
Venga.
Yo jamás me secaré.
Sigue. Un segundo.
Hola.
- ¿Jennifer Hill?
- Sí, soy yo.
Y tú eres Will.
He visto una foto tuya.
Te he reconocido.
¿Por qué no dejamos la clase?
La recuperamos
la semana que viene.
¿Tengo que devolvérselo a mi madre?
Yo no diré nada, si tú no lo haces.
¿Cómo conoció a mi padre?
Esto estaba en su ruta.
Pasaba siempre por aquí.
Aquí todos lo conocíamos.
¿Tuvieron un lío?
Ya lo has soltado.
Creía que íbamos a marear la perdiz
media hora más.
Le he visto con las mujeres. Coquetea.
Desde siempre.
Siempre he dado por sentado que...
... engañaba a mi madre,
pero no tenía pruebas.
¿Puedo hacerte una pregunta?
Si viste la escritura, ¿por qué
no le has preguntado a Eddie?
Porque se está muriendo.
No sé lo que querrás saber.
Tienes una imagen de tu padre...
...y nadie debería cambiártela.
Sobre todo a estas alturas.
Mi padre ha contado muchas cosas
que no ha hecho.
Seguro que ha hecho muchas cosas
que no ha contado.
Sólo busco un punto intermedio.
Lo primero que debes saber...
... es que tu padre nunca
tuvo la intención de acabar aquí.
Pero lo hizo.
Dos veces.
La primera llegó pronto.
La segunda, tarde.
Por entonces,
tu padre trabajaba por su cuenta.
Si algo se podía decir
de Edward Bloom...
... es que era una persona sociable.
Caía bien a todo el mundo.
Una noche, cuando volvía a casa,
tras 3 semanas en la carretera...
... se encontró con una tormenta
como no había visto antes.
El destino da muchas vueltas...
... y puede sorprenderle a uno.
Un hombre ve las cosas de un modo
u otro, según el momento de su vida.
Este pueblo no le pareció el mismo,
al volver de mayor.
Una nueva carretera había abierto
Espectro al mundo exterior...
... y a los bancos, a los embargos
y a las deudas.
Allá donde miraras, veías bancarrota.
Hoy se subasta
el pueblo de Espectro.
- El precio de salida es 10.000 $ .
- Así que Edward Bloom...
- ... decidió comprarlo.
- ¡50.000!
Nunca fue rico...
... pero había hecho ricos a otros, y
ahora les estaba pidiendo ayuda.
La mayoría no conocía Espectro.
Sólo contaba
con la descripción de Edward.
No necesitó nada más.
Les vendió el sueño.
Primero compró las granjas.
Luego, las casas.
Y, por último, las tiendas.
Comprara lo que comprara, nadie
tenía que irse ni pagar un alquiler.
Sólo se les pedía que siguieran
como hasta entonces.
Así se aseguraba de que el pueblo
no desapareciera jamás.
En seis meses, la fundación
había comprado el pueblo entero...
... con una excepción.
Ud. Debe de ser Edward Bloom.
¿Cómo lo ha adivinado?
Nadie vendría hasta aquí,
si no fuera por negocios.
Y nadie vendría a hacer negocios
salvo Ud.
Está comprando el pueblo.
Se me ha pasado por alto
esta propiedad, y quisiera remediarlo.
Para que pueda conservarse el pueblo,
la fundación debe comprarlo entero.
Eso dicen.
Le daré mucho más de lo que vale.
Y no tendrá que mudarse.
Sólo cambiará el nombre
de la escritura. Palabra.
A ver si lo he entendido.
Ud. Me compra esta ciénaga,
¿y me quedo aquí?
Ud. Será el dueño de la casa,
¿y seguirá siendo mía?
Yo me quedo aquí, y Ud. Entra y sale
cuando le place.
¿Lo he entendido bien?
En resumidas cuentas, sí.
Ya, pues no, Sr. Bloom.
Si nada va a cambiar,
prefiero que no cambie...
...como no ha cambiado nunca.
No va a perder nada. Pregúnteselo
a cualquier persona del pueblo.
¿Por qué compra estas tierras?
¿La crisis de los cuarenta?
¿En lugar de un descapotable,
se compra un pueblo?
Me hace feliz ayudar a los demás.
No estoy segura de que deba ser feliz.
- Perdone. ¿La he ofendido?
- No.
Ha hecho exactamente
lo que prometió hacer.
Ha vuelto. Pero le esperaba antes.
Eres la hija de Beamen.
Has cambiado de apellido.
¿Te has casado?
Yo tenía 18 y él, 28.
Sí que se notó la diferencia.
No le voy a vender esta casa,
Sr. Bloom.
Ya veo.
Gracias por haberme escuchado.
Se ha atascado.
- ¡Cuánto lo siento!
- No pasa nada. Déjela.
¡Por favor! Váyase.
¡Váyase!
La mayoría de los hombres
habría aceptado que había perdido...
... pero Edward no era
como la mayoría de los hombres.
... pero Edward no era
como la mayoría de los hombres.
Tenían distintas
personalidades, pero...
...un mismo par de piernas.
Pasaban los meses, y siempre
encontraba algo que arreglar...
... hasta que la casa
dejó de estar en ruinas.
Lo mejor fue buscar el repertorio.
Cuando llegué con las siamesas
a La Habana...
...habíamos montado un número,
sólo con un ukelele y una armónica.
Podrías dejarlo ahí.
No.
No tienes de qué avergonzarte.
No he debido dejar que pensaras...
Estoy enamorado de mi mujer.
Ya, lo sé.
Desde el día que la vi
hasta el día que me muera...
...no habrá otra para mí.
Tiene suerte.
Lo siento, Jenny. De veras.
Espera.
Un día Edward Bloom se fue...
... y no v olvió jamás
al pueblo que había salvado.
En cuanto a la chica...
... cuentan que se convirtió
en una bruja...
... y que, además, se volvió loca.
Se convirtió en
una especie de leyenda.
Y la historia terminó
tal y como empezó.
Ud. No puede ser la bruja.
Ella era vieja cuando él era joven.
Sí, si uno piensa como tu padre.
Para él sólo hay dos mujeres:
Tu madre...
...y el resto.
Y un día...
...me di cuenta de que estaba
enamorada de alguien...
...que no podía corresponderme.
Me había montado
un cuento de hadas.
No sé si tenía
que haberte contado esto.
No, quería saberlo.
Me alegro de saberlo.
Quería ser tan importante para él
como vosotros.
Y jamás lo sería.
Yo era una fantasía...
...y su otra vida, vosotros...
...vosotros erais reales.
¿Mamá?
¿Qué ha pasado?
Tu padre ha tenido
un derrame cerebral.
Está con tu madre
y el Dr. Bennett.
¿Se pondrá bien?
¿No podría...
...quedarme con él? Si...
Si se despierta, debería estar aquí.
Yo me quedo.
Vete a casa con Josephine.
Yo me quedo esta noche.
- ¿Le parece bien?
- Sí.
Will, ¿me llamas, si...?
Sí, te llamo.
¿Quieres estar un momento con papá?
Sí, gracias.
Me alegro de que no intentes
tener charlas profundas.
Una de las cosas que menos soporto
es que...
...la gente intente hablar
con los que no pueden oírle.
Eso no va a ser un problema.
Mi padre y yo nunca hablamos.
¿Te ha contado tu padre cómo naciste?
Sí. Miles de veces.
Pescó un pez impescable.
No, la verdadera historia.
¿Te la ha contado alguna vez?
Tu madre llegó
sobre las tres de la tarde.
La trajo un vecino porque tu padre
estaba fuera, trabajando...
... en Wichita.
Naciste con una semana de antelación,
pero no hubo complicaciones.
Fue un parto perfecto.
Tu padre sintió no haber estado.
Pero entonces los hombres
no entraban en la sala de partos...
...así que no hubiera servido de mucho
que hubiera estado.
Y ésa es la verdadera historia
de cómo naciste.
No es muy apasionante, ¿verdad?
Supongo que, si tuviera que elegir
entre la historia real...
...y la inventada,
con el pez y la alianza...
... elegiría la ficticia.
Pero es sólo una opinión.
A mí me ha gustado esta historia.
¿Papá?
¿Papá? ¿Llamo a la enfermera?
¿Qué quieres? ¿Qué hago?
¿Quieres agua?
¿Un poco de agua?
El río.
¿El río?
Cuéntame cómo ocurre.
¿Cómo ocurre qué?
Cómo dejo este mundo.
¿Lo que viste en el ojo?
No conozco esa historia, papá.
Nunca me la has contado.
De acuerdo. Lo intentaré.
Necesito que me ayudes.
Dime cómo empieza.
Así.
Es por la mañana.
Tú y yo estamos en el hospital, yo me
he quedado dormido. Me despierto...
... y te veo, y estás mucho mejor.
Distinto.
- ¿Papá?
- Vámonos de aquí.
Y te digo:
Papá, no estás en condiciones.
Trae esa silla de ruedas.
¡Corre!
¡No tenemos mucho tiempo!
Sólo hay que salir de esta planta.
Cogemos la silla de ruedas...
- ¡Corre!
- ... y nos vamos del hospital.
Will, ¿qué haces?
El Dr. Bennett intenta detenernos.
- ¡Seguridad! ¡Deténganlos!
- Corremos por el pasillo...
...nos persiguen los celadores.
Mamá y Josephine están al final
del pasillo.
¡Ya te lo explicaré! ¡Entretenlos!
Salimos corriendo por la puerta...
... y ahí está tu viejo Charger rojo.
Pero está nuevo. Totalmente nuev o.
Entonces, te cojo en brazos...
...y, es curioso,
no pesas casi nada. No lo entiendo.
¡Déjala!
¡No la necesitamos!
Agua. Necesito agua.
- ¿Dónde vamos?
- Al río.
Vamos por Glenville para
no encontrarnos con...
...los que van a misa
que conducen a dos por hora.
Y al acercarnos al río...
¡Aquí está!
... vemos que todos ya están allí.
Y digo...
...todos.
Es increíble.
La historia de mi vida.
Y lo más curioso
es que nadie está triste.
Todos se alegran tanto de verte...
...y de despedirte como es debido.
¡Adiós a todos!
¡Hasta siempre!
Mi chica del río.
Y te conviertes
en lo que siempre has sido...
...un pez muy grande.
Y así es como ocurre.
Sí...
... exacto.
¿Mamá?
¿Has oído una anécdota tantas veces
que ya no sabes por qué tiene gracia?
Entonces, un día la oyes
y es como si la oyeras por primera vez.
Y recuerdas por qué
te hizo tanta gracia entonces.
¡Y dijo que se enfrentaría al gigante,
que medía más de 4 m!
- ¡Venga ya!
- ¡Papá! ¿A que es verdad?
Más o menos.
¿Lo veis? Era un gigante.
Mi padre "anecdóticamente"
se salió con la suya.
Un hombre cuenta sus historias
tantas veces...
... que, al final, él es esas historias.
Ellas le sobreviven.
Y, por tanto, lo inmortalizan.