Tip:
Highlight text to annotate it
X
La tercera cuesta cinco centavos.
Quédate con la propina.
25 por ahí.
175, quedan 175.
¿No quiere nadie apostar
contra mi luchador?
Yo también tengo que vender billetes.
- 3 más para mí.
- Doy 10.
- Todo un éxito... ¿Alguien?
- Doy 30.
Todos unos derrochadores lo que tenemos...
Todos tuvieron su oportunidad.
Estamos preparados.
Recuerda, vale cualquier cosa, pero no
se golpea cuando alguien cae al suelo.
¿Lo quieres...?
Ve por él.
¡Vamos!
¡Vamos!
¡Vamos, levántate!
Creo que puedo con otras
seis de ésas.
Y también un
par de limones.
- Empieza cuando quieras, amigo.
- Chaney.
- ¿Y?
- Podemos ganar dinero.
Soy todo oídos.
- ¿Has preparado esa lucha esta noche?
- Ocurre todo el tiempo.
Sírvete.
- ¿Has estado en la larga, dura carretera?
- ¿Y quién no?
- ¿Has estado en la cárcel?
- ¿Eres un poli?
Sólo me gusta saber de dónde
viene la gente.
Pareces un poco mayor.
Además, ya tengo un luchador.
- Sí, lo he visto.
- Me ha hecho perder.
Cada vez que voy un bar, hay
alguien que piensa que es duro.
Pero vienen a Speed con su
cantinela. Si es un vago, pierdo.
No quiero tu pasta.
No tengo nada más que seis dólares.
Apuéstalos.
Mi viejo amigo Speed está de vuelta
con otro ganador en potencia.
Mi viejo amigo Speed está de vuelta
con otro ganador en potencia.
¿Alguien quiere apostar por este hombre?
Apuesto 2 contra 1... 3 contra 1.
Vamos, oportunidades como ésta
no aparecen todos los días.
Supongo, chicos, que no
sois tan lentos como él.
Eso suma 150 dólares.
150 dólares para cualquiera que
espere doblar. ¿Alguna oferta?
Es tuyo. Todo para ti.
¿Alguien más?
- Tengo 15 más. ¿Te los apuestas?
- Trato hecho.
Esperen, tenemos otros seis.
Eso es todo.
Yo he hecho mi parte, es todo tuyo.
¡Eh, amigo! Eres un poco viejo
para esto, ¿no crees?
Como todo en el mundo, el
dinero llama al dinero.
Aquí están tus 12...
Otros 10 para que te diviertas.
Hablaremos de negocios más tarde.
Hay más en donde estaban ésos.
Puedes estar seguro.
Nueva Orleans...
Speed vuelve a casa.
¿Un trago?
¿No?
- ¡Hola, tesoro!
- ¿Cómo ha ido, Speedy?
Un comienzo duro,
pero un final rápido.
- ¿Cuánto?
- Lo mismo.
Sé amable con los extraños.
Éste es Chaney.
Gayleen Schoonover,
mi prometida.
- Encantada de conocerlo, Sr. Chaney.
- Eso es, vamos.
- Aquí me despido.
- Espera, tenemos que hacer planes.
- Quiero conocer la ciudad.
- ¿Qué pasa con nuestra sociedad?
- No me gusta apresurarme.
- ¿Qué?
Sé amable con los extraños.
¿Lo veremos de nuevo, Sr. Chaney?
Puede que aparezca.
- No olvides el sitio donde vivimos.
- ¿Quién es ese tipo?
Te diré quien era...
Dinero fácil.
Parece peor de lo que es.
Tiene un montón de luz.
Si arregla el sitio,
puede ser realmente agradable.
Tengo algunos muebles en
el almacén que puede utilizar.
No, me gusta así.
Un dólar y medio por semana.
Por adelantado.
¿Te importa si me siento?
¿Quieres hablar
o seguir sentada?
¿Cómo te llamas?
- ¿A quién esperas?
- A alguien que me compre otro café.
Tómate el mío.
¿Vives por aquí?
- No te ha llevado mucho llegar a eso.
- Quizás podría acompañarte a casa.
No creo.
Una chica de donde yo
vengo tenía dos opciones:
Quedarse y aburrirse, o
marcharse y tener experiencias.
- ¿Cómo te ha ido la suerte?
- ¿Y preguntas? Mira la manera en que vivo.
- He visto sitios peores.
- Depende de lo que estés buscando.
¿Y tú?
No miro más allá de donde gira la
carretera. ¿Quieres que entre?
No... No es tan fácil.
Mi marido está en la cárcel.
Ni trabajo ni expectativas.
- No era mi intención molestarte.
- ¿Cuál era tu intención?
Quizás nos veamos.
- Levanta.
- Speed...
Me alegro de verte, amigo.
Me alegro de que hayas venido.
Vamos, vamos a empezar.
No te preocupes por la bella durmiente.
No se precipita para empezar el día.
Tenemos un invitado importante.
Podrías prepararnos algo de desayuno.
Supongo que quieres
hablar de negocios.
Iremos al 50 por ciento en
las apuestas y los gastos.
De todo lo demás, me quedo con
el 75 por ciento. Así es como funciona.
60-40 de salida a mi favor,
las apuestas restantes a la mitad.
Te estoy dando la tarifa normal,
pregúntale a cualquiera.
- Haremos las cosas de manera diferente.
- ¿Por qué?
Porque por el momento
tu porcentaje es nulo.
Eso nos hace iguales.
Yo soy el que pone el dinero.
Yo corro los riesgos.
Está bien, está bien.
Lo haremos a tu manera.
¡Gayleen! ¿Qué tiene que hacer uno
para desayunar aquí?
Tengo una corazonada.
Creo que ganaremos dinero.
Tengo un par de cosas en mente que
organizaré la próxima semana.
Vamos a ir despacio, tranquilos.
400 ó 500 dólares, o algo así.
Sólo he venido aquí a hacer dinero.
- Y a rellenar los intermedios.
- Ésa no es vida.
Para mí sí. Cuando tenga suficiente
dinero en los bolsillos, me largo.
Sólo venimos aquí para investigar.
Es parte de tu educación.
Quiero una larga charla con
cualquiera que apueste en contra de mí.
100 dólares contra Curly.
En un registro.
No hay registros.
Cógelo.
¿Quién es ese lameculos de ahí?
Es Chick Gandil, uno de los
grandes apostadores de la ciudad.
El hijo de puta me ha
desplumado 3 veces.
Es a él a quien vamos a sacudir.
Que alguien ayude
a levantarse a este chico.
Por eso es el mejor.
Nadie le ha ganado nunca.
No muchos quieren intentarlo.
¿Que hacías ahí?
Siempre he sido un estudiante de
comparación de religiones.
El pentecostalismo presenta
unos cuantos puntos de interés.
¿Cuánta dosis estás tomando?
Este mes mi condición financiera ha
evitado viajes a mi imaginación.
Volvemos al negocio.
He conseguido a alguien.
Chaney, éste es mi viejo amigo, Poe.
Se ocupará de tus cortes, heridas y
todo tipo de cosas buenas.
- He estudiado dos años de medicina.
- Dos años no hacen a un doctor.
En el tercer año, una nube negra apareció
en el campus y desaparecí bajo ella.
- Intenta decir que es un drogadicto.
- Tengo debilidad por el opio.
Es un hábito difícil de dejar.
Algunos nacieron para fracasar, otros
tienen el empuje con ellos.
¿Puedo ver tus manos?
No hay nudillos pronunciados.
No hay depósitos de calcio.
Haz un puño.
Más espacio para absorber la conmoción
cerebral de un golpe sin romperse.
Una cuestión de ingeniería.
Una piel razonablemente gruesa.
Creo que es una buena cosa que no sea lo
que Speed llama un hemofílico.
Te he dicho que era bueno.
- ¿Cuánto?
- El 10% de lo que ganemos, más gastos.
Lo normal.
¿Está el Sr. Le Beau aquí?
¿Qué le parecen a tus cortos préstamos
mil dólares?
- Es una cantidad grande. ¿Cómo de corto?
- Un día o dos.
- He hecho negocios contigo antes.
- Sí, hace un año más o menos.
- Te devolví el dinero.
- Sí... me devolviste mis 300.
Pero tuviste que pedírselos a Maybeard
para hacerlo. No te fue tan bien.
- Tres semanas después, no es para tanto.
- Está más cerca de tres meses.
Te pagué. ¿Cuál es la diferencia?
Hay una gran diferencia entre
mí y Abe.
Me lo creo.
Está bien, Speed.
- Ahí tienes 950 dólares.
- He dicho 1000.
50 por el préstamo y 50 por cada día
que pase hasta que lo devuelvas.
Me pones una barrera muy alta.
Espera aquí.
¿Cuánto tiempo vas a tardar? No quiero
pasarme todo el día aquí sentada.
- No te quejes.
- No te metas en ningún juego.
Son negocios.
- ¡Hola, Speed!
- Me alegro de verte, Chick.
- ¿Cómo va mi apuesta?
- He parado para pagarte.
Eso está bien. Todos cometemos fallos.
- ¿Has oído hablar de mi nuevo luchador?
- Sí, se oyen cosas por ahí.
Es bueno. No me importaría
que luchase contra Apeman.
No hay ningún misterio.
Se trata de mi trato normal, pero...
Necesitas 1000 dólares para empezar.
¿Estás haciendo una oferta?
Mi hombre está empezando. Es bueno,
pero tengo que tener oportunidad de ganar.
Asumiendo que tuvieses el dinero,
¿de qué clase de oportunidades hablas?
- Cinco a uno.
- Tres a uno.
Trato hecho.
- ¿Se ha muerto alguien y te lo ha dejado?
- Tres a uno. El dinero está en la mesa.
No me gusta que me timen.
No te va a salir tan barato.
La apuesta ha subido a 3000 dólares.
Vuelve cuando seas así de rico.
- Así que, ¿no tenemos un trato?
- No por 1000 dólares.
Nos vemos, Dempsey.
Estoy bien, Sr. Pettibon.
Tenemos un chico que puede
hacer una lucha interesante.
Eso es un montón de dinero.
No sé si está preparado.
Está empezando, está verde.
Nadie se aprovecha de su gente.
Allí estaremos, Sr. Pettibon.
Te dije que sería algo gordo.
- ¿Cuánto?
- 2000 dólares.
Pagará algunas cuentas.
El acreedor en la puerta,
el lobo en la entrada...
¿Estás tan seguro sobre Chaney?
¿Has visto a un ganso ir descalzo?
Voy a por unos cigarros.
Me alegro de verlo. Mire lo que
hemos preparado para su visita.
- Muy bonito.
- Sabía que le gustaría.
Mi prometida,
la Srta. Gayleen Schoonover.
- ¿Se acuerda del Sr. Poe?
- Claro, encantado de volver a verlo.
Ése es Chaney. No habla mucho.
Si las cosas van como hemos planeado,
no dirá nada de nada más tarde.
- Es su plan, Sr. Pettibon, no el nuestro.
- Me dijo que estaba verde.
La tercera vez que lucha.
A mí no me parece gran cosa. Dejaré
que mi hombre lo juzgue por sí mismo.
Es ése de allí.
Parece que está
a la altura de las circunstancias.
Será mejor que lo esté.
¡Maldita sea!
Muy bonito, muy bonito.
- Será mejor que vayas a por el dinero.
- No tienes que pedírmelo.
Así son las cosas, Sr. Pettibon.
Supongo que no ha sido su día, ¿verdad?
No hay duda sobre eso.
¿Qué diablos está haciendo?
Esto ha sido un contratiempo para nosotros.
No pensé que nadie pudiese hacerlo.
- Ha sido un error de juicio suyo.
- Ha sido demasiado fácil.
No hay reglas sobre eso, excepto
quien gana. Ese dinero es nuestro.
¿Va algo mal, Speed?
Tenemos un problema.
Usted es un profesional.
¡Denos nuestro jodido dinero!
¿Quiere el dinero? Cójalo.
Siempre aparece alguien con una pistola.
- ¡Jodida mierda de país!
- Tranquilo, estos chicos no tienen modales.
Será mejor que monten en el
coche y vuelvan a casa.
Creo que es un buen consejo...
No va a pagar.
¡La próxima vez que vuelva aquí,
traeré una jodida pistola!
Hágalo. Que sea grande.
Y ahora, ¡fuera de aquí!
Así es como se hace.
Un espectáculo lamentable. Un ejemplo
muy pobre de la deportividad sureña.
Todo este viaje para nada.
Se te rompe el corazón.
Se me rompe el culo.
¿Por qué no nos relajamos, conducimos
y vemos el paisaje?
- ¿De qué estás hablando?
- De negocios.
Y se fueron así,
nada más.
- Ahora yo tengo la pistola.
- Ya veo.
¿Alguien más?
¿Qué tal tú?
No creo que quieras usarla.
Ésa es una manera.
¿Quieres ver otra?
¡Gayleen!
¿Es este sitio tuyo, Pettibon?
¿Es aquí el sitio donde vives?
- Te veo en un par de días.
- Ya sabes quién será el siguiente.
Si no es tu casa, ¿quién
es la afortunada?
Pásatelo bien, ¿me oyes?
- ¿Quién es?
- Chaney.
- ¿Qué quieres?
- Pensé que te gustaría salir.
- ¿Me invitas a un desayuno con champán?
- Cualquier cosa que te apetezca.
Son las 5 de la mañana.
Apenas te conozco.
Pero, ¿te gustaría?
Supongo que te puedo hacer un café.
No me has dicho a qué te
dedicas.
Es algo que la gente
pregunta normalmente.
- ¿Te preocupa que no pueda pagar?
- No.
Me preocupo porque
nunca contestas a las preguntas.
Cuéntame. ¿Cómo ganas dinero?
Tiro a la gente al suelo.
- ¿Quieres decir como boxeador
profesional?
El dinero se hace en las apuestas.
Es sólo algo temporal.
Un forma curiosa de
ganarse la vida.
Mejor que trabajar en la estación de
autobuses cambiando ruedas por 2 dólares.
¿Qué se siente al tirar a
alguien al suelo?
Me hace sentir mucho mejor de lo que
le hace sentir al otro.
¿Es ésa la razón?
No hay ninguna razón.
Es sólo dinero.
¡Hola, Chick!
Me alegro de verte.
Ésta es una reunión privada.
No creo que estés invitado.
¿Recuerdas al Sr. Poe?
Sólo nos llevará un minuto.
¿Te acuerdas de esa cifra especial que
me lanzaste en ese tres a uno?
- Acepto la apuesta.
- Primero tienes que tener 3000 dólares.
De otra manera se trata
sólo de una cuestión académica.
¿Quieres contarlos?
Está bien.
- ¡Hola, Doty!
- Speed.
- No te hemos visto por la ciudad.
- He estado ocupado.
¿Vas a apostar algo en la 8?
Uno que se puede pagar una limpieza de
zapatos también puede pagar sus deudas.
Tengo que mantener las apariencias.
Tal y como lo vemos nosotros,
vas retrasado.
¿Retrasado para qué? ¿Me estás
presionando? Tendréis vuestro dinero.
Claro que lo haremos.
Tengo aquí 200 dólares que te daré ahora.
Róbalo.
Vende a tu hermana. Tómalo prestado.
Consíguelo todo. ¡Ahora!
Necesito tiempo, un par de días.
Dos días y todo funcionará.
Vamos, dos días.
- Será mejor que sea cierto.
- Puedes contar con ello.
Un par de luchadores sin fortuna se han
dejado los nudillos en esa cabeza dura.
Eso es. Tiempo. Se abren las apuestas.
¡Eh, viejo! Yo lo acabaré por ti.
Sonríe mientras te queden labios.
- Cuando acabe con él, iré a por ti.
- A por lo que irás, será a por un médico.
9000 en la mano del tipo... Suficiente
para acabar con la respiración de uno.
Vamos.
Estamos preparados.
Vamos, Chaney, maldita sea.
Eres bastante bueno.
Mira, mira eso,
tirado como un hombre muerto.
¿Deberíamos llamar a una ambulancia, a un
coche fúnebre? Llamemos a una carretilla.
Siempre tienes una forma
desafortunada de decir las cosas.
Nada personal, Chick.
Mira esto.
Tengo un mensaje de Chick Gandil,
quiere tomar algo con nosotros.
- Ocúpate tú, no estoy interesado.
- No, ha dicho que nosotros.
No hace daño ser amable.
- Te he visto. Muy bueno.
- Gracias, era la acompañante.
Me gustaría proponer un brindis.
Propongo un brindis por el mejor
hombre que conozco.
Por el Napoleón de los deportes sureños.
Por mí.
Vamos, Gayleen. Os vemos
más tarde. Pasáoslo bien.
Supongo que te das cuenta de que la sangre
de Edgar Allan Poe corre por mis venas.
No, pero seguro que suena como
si lo hubiese oído.
"Escucha los coches con las campanas.
Campanas de plata".
"Como tintinean, tintinean,
en el helado aire de la noche".
"Mientras las estrellas salpican todos
los cielos en un instante...
...con un placer cristalino".
Pon los 400, cuatro en línea.
Ponlos allí.
¡Vamos, dados!
¡Mierda!
- Pasa los dados, está acabado.
- Todavía no, amigo. Todo esto.
¿Lo tienes todo?
Al 6. ¿Está todo?
- Seis y ganas.
- Vamos, un seis.
Está bien,
quiero un par de treses.
Pierde. El siguiente con suerte.
- Ponte el abrigo.
- Lo has perdido todo.
- Cállate.
- ¡Disculpe el señor!
- ¿Cómo de ancha tiene la manga?
- Gandil es un hombre de negocios.
Lo que dice su reputación es que no
va a intentar ningún juego fuerte.
Aunque tendremos que aguantarnos
con una cosa.
Desde que ganaste a Jim Henry de esa
manera,
Y tendremos que tomar opciones
que pueden ser muy caras.
¿Podría decirle a Gandil que el Sr. Chaney
y el Sr. Weed están aquí?
- Pasen.
- Gracias.
¿Cómo está tu mandíbula?
- Me alegro de que vengas, Speed.
- Siempre un placer.
¿Recuerdas al Sr. Chaney?
- Sientense, póngase cómodos.
- Gracias.
- ¿Quieres tomar algo?
- No, es muy pronto para mí, gracias.
- ¿Tan sólo negocios, verdad?
- Eso es. Bien, vayamos a ello.
Tienes una forma
de hablar muy directa.
Me gustan los hombres que son directos.
Hace
- Como en los viejos tiempos.
- Esto no es la clase de historia.
- Vayamos a lo que importa.
- Quizás deberíamos hacerlo.
Hay 5000 dólares en el sobre.
Son tuyos.
- Creo que no entiendo.
- Estoy comprando la mitad de Chaney.
Hable conmigo, no con él.
Solía tener el mejor luchador de la
ciudad, ya no es así.
No me gusta en absoluto.
Podemos arreglárnoslas sin usted.
Siento oír eso, Sr. Chaney. Espero que
cambie de opinión.
Bien, mira quien está aquí, Speed.
¿Has venido a ver a mamá
para pasártelo bien?
Eso es, mamá.
- Tengo algunas chicas maravillosas.
- Vamos a echar un vistazo.
¡Chicas! Todas han sido especialmente
entrenadas para realizar tus fantasías.
No necesito ningún rollo publicitario.
Sólo he venido a relajarme.
- ¿Qué le parece una bebida, Señor?
- Claro, un güisqui.
- ¿Cómo has dicho que te llamabas?
- Carol.
¿Qué te ha parecido, Carol?
Ha sido increíble.
Has estado muy bien.
¿Sabes algo?
Eso es exactamente lo que
sabía que dirías.
¿Qué diablos estás haciendo?
¡Eh, Doty! ¡Vamos!
- ¿Está bien, Doty?
- Habla con él.
El Sr. Le Beau dice que tiene negocios
con usted. No quiere problemas.
Sólo pague lo que debe.
Está bien, caballero.
- Me alegro de verlos, caballeros.
- Lo mismo digo, Speed.
Tenemos que hablar de un par de cosas.
Un par de problemas.
Tengo que conseguir algo rápidamente.
He estado pensando en Gandil. Quizás
deberíamos reconsiderar su oferta.
- ¿Por qué has cambiado de idea?
- Estoy sin blanca, necesito dinero pronto.
No me gusta Gandil.
- Ésa no es una razón.
- Es suficiente para mí.
Eso está bien para ti, pero no
me ayuda mucho a mí.
Si no lo hacemos con Gandil,
tendré que pedir prestado...
Mi reputación no vale una mierda en
la ciudad. ¿Me puedes dejar 2000 dólares?
Speed, has ganado tanto como yo.
Dólar por dólar.
Tal y como yo lo veo, me lo debes.
Utilizamos mi dinero para empezar.
Mis contactos.
Eras un vagabundo cuando te conocí.
No eres nada sin mí.
Supongo que me lo debes.
- Imbécil.
- ¿Me estás diciendo que no?
Diablos, Speed, ahora
estamos los dos acabados.
¡Bienvenido a Nueva Orleans, Street!
No me dedico a eso.
¿No te asustas nunca cuando estás
trabajando?
- No lo pienso.
- Sólo te preocupas por el dinero.
¿No es verdad?
Sólo si el dinero es bueno.
¿Tienes más preguntas?
¿Qué tal ésta?
¿Te vas a quedar esta noche?
Esta vez no.
Está bien, vamos a solucionar esto.
¿Qué te molesta?
Está bien, algo va mal.
Un montón de cosas. El alquiler.
El precio del mercado. La ropa que no
puedo comprarme. Cosas como ésas.
- ¿Cuánto quieres?
- Quiero el mío, no quiero depender de ti.
No eres de fiar.
Vienes cuando quieres, te
vas cuando quieres.
Nunca haces referencia
a que pasa entre medias.
Tú misma.
¿Puedo comprarte una?
¿Cómo has estado?
- ¿Quieres hablar sobre la vida deportiva?
- Estoy fuera de ella.
Eso está muy mal. Tuve que olvidarme de ti
y comprarme otro luchador.
El mejor.
Te debe de hacer muy feliz
haber conseguido lo que quieres.
Te diré lo que quiero.
Debes de tener un montón ahorrado.
- ¿Qué te parecen 5000? Él contra ti.
- No necesito más dinero.
- No hay razón para evitar éste.
- Tiene razón.
- ¿Tanto lo quieres?
- Se me paga.
- Puedo acabar contigo ahora.
- Pero no lo harás.
¿No lo crees?
No vas a hacerlo gratis.
¿Quién diablos eres?
¡Hijo de puta! ¡Ayuda!
- ¡Eh! Ésta es tu noche de suerte.
- Depende de la manera que lo mires.
Te diré cómo mirarlo.
Justo ahora estaría decidiendo si
te partía las piernas o la espalda.
Pero... alguien ha pagado
el interés de tu deuda.
Sólo por una semana.
Tu hombre lucha contra el Sr. Street
y yo me ocuparé de tu deuda.
¿Mi hombre?
Ni siquiera me hablará.
Te pondremos un rato en hielo... y
veremos si me habla a mí.
No quiero interrumpir nada...
Gandil ha venido a verme.
Tenemos un problema.
- Tú y yo no tenemos ningún problema.
- Me temo que sí. Se trata de Speed.
- ¿Te ha mandado él?
- Ni siquiera sabe que estoy aquí.
Speed y yo no tenemos
ninguna relación ya.
- Está en un buen lío.
- No me interesa.
Speed debe un montón de dinero a un
tipo. Le han cogido.
Gandil pagará su deuda, si luchas con
su hombre. Sin público, sólo negocios.
No apostaré mis 5000 dólares. No le
debo nada a ese maldito Speed.
No se trata de eso.
Es muy simple.
Está en un lío,
sólo tú puedes sacarlo de ahí.
Es difícil conseguir dinero, Poe.
- ¿Tiene alguien un cigarrillo?
- No fumo.
- Iré a comprar.
- No vas a ningún sitio.
Si las cosas no funcionan mañana por la
noche, ¿quién de vosotros hará el trabajo?
- Los dos.
- Esta vez no. Lo haré yo.
Llevas un tiempo sin ganar,
¿verdad, Jim?
Tres cartas.
- Te jodió bien, ¿verdad?
- Cállate y juega a las cartas.
- ¿Crees que aparecerá?
- Espero que no.
Tengo una visita.
- En otro momento.
- No, espera.
Te acompaño abajo.
Bien, ¿dónde has estado?
- ¿Qué aspecto tengo?
- No me puedo quejar.
Hay algo que tengo que decirte.
No creo que debas
venir más.
Las cosas han cambiado.
Creo que voy a mudarme.
Conseguiré un lugar mejor.
Tengo una oferta mejor.
Alguien que se queda por la noche.
Incluso tiene un trabajo fijo.
Parece que has conseguido
todo lo que querías.
¿Eso es todo lo que tienes que decir?
- Caballeros.
- ¡Buenas tardes!
- ¿Va a venir tu hombre?
- Tendremos que esperar y averiguarlo.
- Vamos a empezar.
- ¿Por qué no?
- ¿Dónde están?
- Arriba.
- Sube y tráelos, Doty.
- Lo haré yo.
¡No vamos a esperar toda la noche!
Gracias, amigo.
Como en los viejos tiempos, ¿eh?
Hemos añadido un par
de nuevas arrugas.
¿Lo has visto luchar?
No, pero no lo han traído desde
Chicago para perder.
Vamos a hacerlo.
Está bien, peces
gordos, estamos listos.
¿Alguien más tiene algo que decir?
Me alegro de que pudieses hacerlo.
Al final todo se arregla.
Sr. Chaney, lo envidio.
Debe de ser excitante apostar más dinero
del que uno se puede permitir perder.
¿Quién va a sujetarlo?
Él.
No importa lo que hagas...
...siempre olerás
a pescado.
Úsalos.
- ¡Mierda! Quita eso de ahí.
- Úsalos, maldita sea, úsalos.
¡Pierdes!
Me debes dinero.
Me has costado una fortuna.
Sobrevivirás.
Sr. Chaney... ha sido un
placer verlo trabajar.
Ya sabes, Chick, como mamá dijo:
Lo siguiente mejor a jugar y ganar
es jugar y perder.
- No veremos.
- ¡Adiós!
- ¿Estás seguro de que te quedas aquí?
- Sí, estoy seguro.
¡Eh, Poe!
Tengo un gato en mi casa.
- Quiero que cuides de él.
- Esto es un montón de dinero.
Cuida de Poe.
Para un tipo que vino a la ciudad
a hacer un poco de dinero...
...estás despilfarrando un montón.
Te olvidas de los intermedios.
Supongo que los llenarás de todos modos.
¿Hacia dónde vas?
Al norte.
¿Chaney?
Tienes que decir algo.
Deberíamos ir a Miami.
Y ver la acción que hay por allí.
Es toda una ciudad, ¿sabes?
Justo enfrente del cálido océano.
Buen, aire salado marino.
Sería bueno para nuestra salud.
Ese tipo era alguien.
Vamos por el gato.