Tip:
Highlight text to annotate it
X
EL PADRINO
PARTE III
Queridos hijos,
han pasado ya unos cuantos años
desde que me trasladé a Nueva York
y no os he visto tan a menudo
como me hubiera gustado.
Espero que asistáis a la ceremonia
de mis honores papales
en agradecimiento
a mis obras de caridad.
NUEVA YORK, 1979
La única riqueza
de este mundo son los hijos.
Más que todo el dinero
y el poder de la Tierra.
Vosotros sois mi tesoro.
Anthony y Mary,
aunque confié vuestra educación
a vuestra madre por vuestro bien,
espero volver a veros
y que la armonía reine en nuestras vidas.
Quizá convenzáis a vuestra madre
para que asista a esta celebración,
y de vez en cuando,
vernos en reuniones familiares.
En fin. Vuestro padre que os quiere.
Dios te salve María,
llena eres de gracia,
bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
Santa María, madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores...
Dios Todopoderoso, bendice la medalla
de San Sebastián, nuestro mártir,
para que contribuya a santificar
a aquél a quien le ha sido concedida.
Michael, ¿prometes ser siempre fiel
a los nobles propósitos de esta orden,
cuidando en especial a los pobres,
los necesitados y los enfermos?
Lo prometo.
Que la bendición de Dios Todopoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
descienda sobre ti
y permanezca contigo para siempre.
Vincent, no estamos en la lista.
Ponlo. Mancini. M-A-N-C-I-N-I.
- ¿Qué pasa?
- Mi nombre no está en la lista.
- En ese caso, deberá marcharse ya.
- ¿Quieres bailar conmigo?
Joe, es Vinnie. Son nuestros invitados.
Lo siento. Lo siento, señor.
Bienvenido a la fiesta.
- Me alegro de verte.
- Yo también. Le presento a mi marido.
- Siéntese.
- Mi hijo, Anthony.
La orden de San Sebastián es uno
de los máximos honores de la Iglesia.
Fue por primera vez concebida
por el Papa...
¿Y las conexiones del Sr. Corleone
con el negocio del juego?
Este dossier incluye...
- ¿Y sus relaciones con el hampa?
- Déjese de tonterías.
El Papa, el propio Padre Santo,
ha bendecido hoy a Michael Corleone.
¿Sabe usted más que el Papa?
¡Vincent! Ella te quiere.
¿Ah, sí?
Yo también.
Hola, Vincent.
Aún me acuerdo de ti.
- ¿De dónde?
- La última fiesta que estuvimos juntos.
- ¿Viniste al club?
- No, fue en una boda.
Yo tenía ocho años y tú quince.
Tuve muchas novias
a los quince años.
- ¿De ocho años?
- Sobre todo.
¿Dónde está Mary?
¿Podría llamar alguien a Mary?
Disculpe, Su Ilustrísima.
Todavía no me has dado un beso.
Los parientes se besan.
- ¿Ahora somos parientes?
- Soy tu primita.
- ¿Quién es tu padre?
- Te daré una pista.
Es italiano.
Mary, te estamos esperando.
Recuerda, no alces la voz.
Y sonríe. No te olvides de sonreír.
La presidenta honoraria
de la Fundación Vito Corleone:
mi hija, Mary Corleone.
Gracias.
Creo que he heredado el gusto
de mi padre por los discursos.
La Fundación Vito Corleone
ayuda a los pobres en todos los países,
concede becas a artistas,
financia la investigación médica
y se dedica especialmente
a la recuperación de Sicilia.
Arzobispo Gilday,
le entrego $100 millones para los pobres
de Sicilia, en nombre de Vito Corleone.
No lo gaste todo en un solo lugar.
Mary, estoy muy orgullosa de ti.
Michael...
Ha hecho usted
algo maravilloso por Sicilia.
Espero que el dinero se entregue
a la gente que lo necesite.
Amén.
...la parte más importante:
¡Johnny Fontane!
Muchas gracias.
Me alegro de estar aquí.
Quiero que os unáis al homenaje
del Commendatore Michael Corleone.
Tengo algo especial
para nuestro querido padrino.
Me he enterado de su canción favorita.
Michael, ¿adónde vas?
Me iba a la cocina a oír
unos discos de Tony Bennett.
Su canción favorita: Salsiccia's Own.
Voy a por un bocadillo de salchichas.
Ahora vuelvo.
Hola, Kay.
Felicidades, Michael.
Es un verdadero honor.
Aunque un poco caro, ¿no te parece?
- ¿Pastel?
- No, gracias.
- Ha pasado mucho tiempo, ¿no?
- Sí.
- Ocho años.
- Sí.
Estás maravillosa.
Tu hijo quiere hablar de algo contigo.
He venido aquí por él.
- ¿Qué tiene de malo ser abogado?
- Es que quiere dedicarse a la música.
La música está bien, me encanta.
Pero debería terminar lo que empezó.
Anthony...
- Seguiré mi propio camino.
- ¿Tu propio camino?
- ¿Cantante profesional?
- Sí.
¿Qué ocurrirá si fracasas?
- No fracasaré.
- Los hombres siempre creen eso.
Un título de derecho
es como hacerse un seguro.
- Después haz lo que quieras...
- Nunca trabajaré para ti.
Tengo malos recuerdos.
Todas las familias
tienen malos recuerdos.
Siempre seré tu hijo, pero no quiero
saber nada de tus negocios.
Anthony...
Termina la carrera de derecho.
No.
Bueno, eso lo heredó de ti. Ese "no".
- Podrías haber ayudado a convencerle.
- ¿Convencerle de qué?
¿De qué?
Está desperdiciando su vida.
Y su grandeza.
¿La grandeza?
Ahora que eres tan respetable,
eres más peligroso que nunca.
Te prefería cuando eras
un vulgar matón de la Mafia.
De acuerdo.
- ¿Podemos hablar con sentido común?
- De acuerdo.
Tony sabe que mataste a Fredo.
- ¿Para qué has venido?
- Para proteger a mi hijo.
No para verte disfrazado por tu iglesia.
Ha sido una ceremonia vergonzosa.
Me he pasado la vida
protegiendo a mi hijo.
¡Protegiendo a mi familia!
Seamos razonables, ¿de acuerdo?
Ésa ha sido tu obsesión, ¿no, Michael?
La razón.
- Respaldada por el crimen.
- ¡Oh, Dios!
- Tú me odias. Me odias.
- No.
No, no te odio.
Te temo.
Hizo cuanto pude, Kay, para protegeros
contra los horrores de este mundo.
Pero te convertiste en mi horror.
Tus hijos te siguen queriendo.
Sobre todo, Mary.
Eso ya es algo.
Empecemos a partir de ahí.
Por su bien.
Intentémoslo.
Sólo si dejas a Tony
que haga su vida, lejos de ti.
Le dejaré en paz.
Gracias.
- Hola.
- Hola.
Como pises a alguien con los tacones...
Déjame que te acompañe.
¿Me conseguirás una entrevista
con Don Corleone?
No. Soy pariente, pero no puedo.
¿Qué más podría hacer por ti?
- Eres guapo, pero inútil.
- ¿Ah, sí?
- No importa, jugaré.
- ¿Te gusta el juego?
Podemos ir a Atlantic City.
Te enseñaré cómo se juega.
- ¿Cómo sabré qué números apostar?
- ¿Tengo pinta de perdedor?
Bueno...
Ese tipo tiene un aspecto siniestro.
- ¿Qué hace un tipo como ése aquí?
- Es el matón de Joey Zasa.
- ¿Le conoces?
- Claro que le conozco.
Se llama Anthony Squigilaro.
Le llaman "La Hormiga".
Baña sus balas en cianuro.
Don Altobello.
- He venido a presentar mis respetos.
- Grazie.
Honra la amistad de mi padre.
¿Dónde está mi ahijada?
- ¡Constanza!
- Don Altobello.
No hace mucho que te sostenía
en estas viejas manos.
Michael, he perdido toda la malicia,
todo el jugo de la juventud.
Incluso el deseo por las mujeres.
Ahora tengo la mente clara.
Mi deber hacia Dios está claro.
Quiero pedirte un favor especial.
¿Puedo añadir mi nombre
a la Fundación Vito Corleone
para que tú y yo estemos unidos
en nombre y alma?
- Un millón de dólares.
- ¡Vaya!
- Padrino.
- Don Altobello, tiene un gran corazón.
Vamos. Probemos
un poco de ese viejo vino.
El Vaticano no sabe nada
de esos accionistas.
Bien.
Tengo tendencia a preocuparme.
Hemos fortalecido nuestra posición.
- Es natural que me preocupe.
- No se preocupe, tenemos un acuerdo.
Claro.
¿Por qué cree que tengo canas?
Dos segundos. Le agradezco
su aportación para la piscina.
Le necesitamos para la candidatura
de Sam Wallace a la judicatura.
- Nunca está de más un buen juez.
- Gracias.
¡Andrew!
Mi ahijado, Andrew Hagen.
El hijo mayor de mi hermano Tom.
Es el secretario del Obispo Breelan
desde hace tres años.
- Espera que le asignen en el Vaticano.
- Roma necesita sacerdotes jóvenes.
Su madre Theresa Hagen,
el Obispo Gilday.
Es un honor conocerle.
Sr. Corleone. Hola. Grace Hamilton.
Vincent Mancini me prometió hablarle
de mí. Dijo que quizá podría verme.
- ¿Le ha recomendado Vincent Mancini?
- No.
- Prometiste quedarte fuera, dos veces.
- Lo sé.
Joey Zasa ha venido.
Te está esperando en el vestíbulo.
Quiere felicitarte personalmente.
Presentarte sus respetos.
- ¿Es necesario que lo vea?
- Dice que tú eres su patrón.
¡Eh, Vinnie!
- ¿Quién es tu tía favorita?
- Tú.
Hoy le hablaré a Michael
de tu pequeño problema.
Si me hubieras dicho,
me habría puesto un traje mejor.
La Asociación Meucci
tiene el honor de elegirle:
Hombre italoamericano del año.
Meucci...
¿Quién es Meucci?
El italoamericano que inventó el teléfono.
Un año antes que Bell.
¿Por ese motivo vienes
a mi casa en un día como hoy?
Yo...
Tengo una espina clavada.
Un mocoso del tres al cuarto
que trabaja para mí.
El que piensa
que está emparentado con usted.
Un cabrón.
Está aquí. Vincent Mancini.
Ha venido a la fiesta.
Que venga.
Creo que es bueno que hablemos.
No, grazie.
Tengo un problema...
...y quiero saber
si es mi problema o el suyo.
Yo no entro en tus negocios.
No saco ni intereses ni porcentajes.
Bien. Entonces, es mi problema.
Michael, ya conoces a Vincent Mancini.
El hijo de Sonny.
- ¿Cómo está, Sr. Corleone?
- ¿Cómo te va?
- Bien. ¿A usted? Bonita fiesta.
- ¿Te gusta?
- Sí, tuve que colarme.
- Vas vestido para la ocasión.
Bien, ¿cuál es el problema
entre tú y el Sr. Joe Zasa?
- Problemas. Yo me ocuparé.
- Es insensato por tu parte.
¿Por mi parte? El insensato
es ese tipo, ¿no cree? ¿Verdad?
- ¿Verdad?
- Tiene el genio de su padre...
Vincent...
Joe Zasa es el dueño de los negocios
de los Corleone en Nueva York.
Por consideración,
te dio un trabajo en su familia.
Lo aceptaste en contra de mi consejo.
Yo te ofrecí algo mejor
en un negocio legal. Y lo rechazaste.
Ahora ambos acudís a mí hostilmente.
¿Qué esperáis que haga?
- ¿Soy yo un gángster?
- No...
Era el barrio de papá.
¡Y Zasa lo lleva de forma vergonzosa!
- Eso era en el pasado, Connie.
- Yo me gané ese territorio.
La Comisión me lo asignó
y usted lo aprobó.
Sí.
He venido por la fiesta, no para pedir
ayuda. Podría matar a este cabrón.
Pues mátale.
¿Qué tiene todo esto que ver conmigo?
Bien, él va por ahí diciendo
"que le jodan a Michael Corleone".
¡Díselo a la cara, una sola vez!
Sr. Corleone, los bastardos mienten.
Shakespeare escribió poemas de eso.
¿Qué hago con este tío?
Joey, si es cierto que algún tipo
va por ahí en esta ciudad,
diciendo "que le jodan
a Michael Corleone",
¿qué vamos a hacer
con un pedazo de mierda así?
Es una jodida rata.
Sí, es verdad.
Si alguien se atreviera a decir algo así,
no sería un amigo,
sería una rata.
- Mis intereses no se riñen con los suyos.
- Usted no sabe hasta dónde.
Tranquilo, Vincent.
¡Necesita tu apoyo!
No quiero trabajar para ese tipo,
déjeme trabajar para usted.
¿De qué? ¿De tipo duro? No necesito
tipos duros. Necesito abogados.
Ya que no hay conflictos ni deudas,
acepto tu tributo. Te deseo lo mejor.
Vincent, haz las paces
con el Sr. Joe Zasa. Anda.
Bastardo...
Vinnie, ¿qué demonios te pasa?
Sacadle de aquí.
Dios...
- Le dije a Connie que no era momento.
- Cierra la puerta.
Sé que está metido en Wall Street,
pero usted tiene la última palabra.
Quiero protegerle de esos tipos.
Sus abogados no pueden.
- ¿Y tú puedes?
- Sí, puedo.
¿Por qué debería temer a Zasa?
Usted le impedirá que ascienda
en la Comisión.
Lo mejor es matarle.
Déme la orden y yo lo haré.
- ¿Lo harás?
- Sí.
Quizás deberías quedarte conmigo
unas semanas. A ver qué pasa.
- Vale.
- A ver si aprendes.
Ya hablaremos de tu futuro.
No le decepcionaré.
Ya está casi.
¿Qué ha pasado?
¿Qué pasa si me juntan con Zasa?
Le arranco la oreja.
A ver. Miren la tarjeta.
¡Un momento!
- Vincent...
- Sí.
Hazte la foto con nosotros.
Bonita chaqueta.
Más al centro, señor.
¡Sonrían!
Padrino, una tarta para usted
y su familia de Enzo, el pastelero.
¿Quieres hacerlo tú?
Cent'anni! Cent'anni!
- ¿Vincent?
- ¿Qué te ocurre, cariño?
¿Me quieres?
- Vamos, duérmete.
- Venga, dilo.
Te quiero.
Yo también te quiero.
¿Tienes un gato?
Ve a por un vaso de agua, tengo sed.
Anda.
Venga.
Bueno, ya sé lo que me toca.
No puedo creer que lo esté haciendo.
"Ve a por agua, hazme un pastel..."
¿Qué tal "por favor"?
Bien, cara de saco.
Vamos a dar un paseo.
- Suéltala.
- Córtale el cuello, tío.
- ¿Qué has dicho?
- Que le corte el cuello, joder.
- Bien, jefe...
- Suelta la pistola o le corto el cuello.
Apenas la conozco, córtaselo.
¿A mí qué hostias me importa?
No tienes opción. Va a morir.
Si lo haces, os mataré a los dos.
Suelta esa navaja y os dejaré marchar.
¡Córtale el cuello! ¡Hazlo!
Haré algo para convencerte.
No te asustes. Tú sólo mira.
¡Joder!
Tira la navaja. ¡Suéltala!
Buen chico. Siéntate, quiero hablarte.
Sabia decisión. Siéntate.
Quítate la media.
Cálmate, fuma. ¿Fumas?
¿De quién fue la idea?
¿Quién os envió?
Dime quién ha sido.
- Nadie.
- ¿Has visto lo que le he hecho?
- Sí.
- ¿Quién os envió?
Fue Joey Zasa.
¿Estás bien?
- ¡Ibas a dejar que me mataran!
- No, no iba...
¡Cerdo! ¡Asqueroso de mierda!
¿No querías jugar? Esto es jugar.
Llama a la policía.
- ¿Has matado al otro también?
- Se abalanzó sobre mí.
Defensa propia.
Anda, llama a la policía.
- No, no...
- Voy a hacer unas fotos.
Nada de fotos.
¡Tenías una pistola!
Ellos sólo una navaja.
Podrías haberlos entregado a la policía.
Los mandó Zasa.
Yo sólo le he enviado un mensaje.
- Ahora te contestará con otro mensaje.
- ¿Va Zasa a contestar a mi mensaje?
Hizo lo que debía.
¡Consiguió el nombre de Zasa!
¿Qué tiene que ver Joey Zasa con esto?
Joey Zasa es un pazzo.
Está bien. Eres como eres.
Es tu naturaleza. Permanece a mi lado.
No hagas nada. Mantén la boca
cerrada y los ojos abiertos.
- Harás lo que te diga.
- Entendido.
- Tengo problemas con la Comisión.
- Lo sé.
- No me lo pones más fácil.
- No era mi idea que ocurriera.
- Sal de aquí.
- Michael...
¿Sí?
- Ahora te temerán.
- Quizá deberían temerte a ti.
- B.J., ¿qué ocurre?
- El Arzobispo acaba de llamar.
Hemos organizado
unas cosas increíbles.
La publicidad es fenomenal.
Eres el nuevo Rockefeller. Un filántropo.
- Firma aquí, por favor.
- Cómo cambian los tiempos, ¿eh?
Mi padre odiaba las fundaciones.
Le gustaba hacerlo todo él mismo.
De hombre a hombre.
Nosotros somos distintos.
No más que otra gran empresa.
Controlamos mucho dinero con poco.
Reducimos impuestos.
Sin el control del gobierno.
- Padrino.
- Andrew.
- Vas a Roma...
- Quería agradecerle por todo.
- ¿Quieres desayunar?
- Gracias, no puedo.
- ¿Qué tal tu italiano?
- Devo fare un po' di pratica.
- Su padre era un gran abogado.
- Lo sé.
No vivió para verle ordenado. Yo sí.
¿Has visto una alguna vez?
Preciosa. Me sentí muy orgulloso.
Te acompañaré.
Si oyes algún rumor en el Vaticano,
comunícamelo.
No, Andrew es un verdadero creyente.
Don Corleone.
Necesito su ayuda.
Y no se trata de encender una vela.
Mi obligación era persuadir a la gente
a que donara a la Santa Iglesia.
Luego, Roma decidió ponerme
al frente del Banco del Vaticano,
pero nunca he sido un banquero.
Mea culpa. Confié en mis amigos.
Amistad y dinero...
Aceite y agua...
Exacto.
Los amigos se ampararon en el nombre
de la Iglesia para alimentar su codicia.
Si el dinero se perdía...
...me hacían responsable.
Si con la oración pudiera pagar
los $700 millones de déficit.
769 millones...
La Iglesia posee el 25%
de una gran sociedad: Immobiliare.
¿Sabe a cuál me refiero?
La mayor inmobiliaria de la Tierra.
Propiedades por valor de 6.000 millones.
Es cierto.
Y el voto del Vaticano
es necesario para tener el control.
No, se equivoca.
No se trata de que una persona decida.
No hay un voto decisivo.
Es como cualquier otra compañía.
Tenemos directores, reglas antiguas...
El propio Papa
tendría que dar su aprobación.
Hemos vendido los casinos.
Todos los negocios
relacionados con el juego.
No tenemos intereses ni inversiones
en nada que sea ilegal.
Los Corleone ingresarían
$500 millones en el Banco del Vaticano
cuando el Sr. Corleone
sea el mayor accionista de Immobiliare.
Immobiliare sería algo nuevo.
Una multinacional europea.
Pocas familias tienen el control
de una compañía así.
Parece que, hoy en día,
el poder para absolver deudas
es mayor que el poder del perdón.
$600 millones.
No sobrestime
el poder del perdón.
Don Corleone,
este trato con Immobiliare le hará uno
de los hombres más ricos del mundo.
Su historia del pasado,
y la de su familia, quedará limpia.
600 millones.
La moción está relacionada
con la propuesta del Grupo Corleone
para adquirir 100.000.000 de acciones
de clase A recién emitidas.
... capital de Corleone invertido
directamente en International Immobiliare,
una conocida y respetada
compañía europea.
Corleone tiene un programa ambicioso
para ampliar la compañía inmobiliaria
y convertirla en una multinacional...
LA ADQUISICIÓN DE IMMOBILIARE
FUERZA LA SUBIDA DE ACCIONES
...por las técnicas de eficiencia
del Este centradas e ilimitadas...
Sr. Corleone, disculpe.
¿No es cierto que ha depositado
$200 millones en el Banco del Vaticano,
que está afiliado a Immobiliare?
Cierto. ¿Por qué no?
¿No se ha interrogado
la coincidencia de ese depósito?
Sr. Presidente, ¿me permite?
La Fundación Vito Andolini Corleone,
de la cual es presidenta Mary Corleone,
ha concedido una donación
de $100 millones.
El dinero procede de su familia
y será administrado por el Vaticano.
¿Contesta a su pregunta?
Siempre he creído que ayudar al prójimo
es rentable en todos los sentidos,
en lo personal y lo profesional.
Señores accionistas, si Europa
y América aprenden a cooperar,
si aprendemos a aunar nuestra riqueza,
a compartir los mercados,
venceremos cualquier competencia
en cualquier parte del mundo.
Les agradezco su tiempo.
Espero que se muestren
a favor de mi propuesta. Gracias.
Déjenme ese micrófono.
¿Permitiremos que un criminal
dirija la compañía?
- ¡Lleva el mapa de Sicilia en la cara!
- ¡Orden!
Sea un católico o un mafioso...
el Grupo de Inversores Hamilton
no apoya esa propuesta.
Su ilustrísima...
Sr. Presidente...
El Banco del Vaticano considera
que International Immobiliare...
...estará segura en manos
del Sr. Corleone.
Queda la decisión
sujeta a ratificación en Roma.
Por favor, demos la bienvenida
al Sr. Michael Corleone.
¿Papá?
Tony dice que soy la fachada
de la fundación.
Que me usas para conseguir relaciones.
- Y colocas el dinero donde quieres.
- ¡Por favor!
- Para realzar tu imagen pública.
- ¡Mary!
Mary, esto es algo real.
La fundación es real.
Quería que Anthony formara parte.
Pensé que los dos estaríais juntos.
No pienso interferir.
Te ayudaré, si es eso lo que pides.
¿Para qué es en realidad?
¿Por qué haces esto?
¿Por qué lo hago yo?
Lo hago por mis hijos.
Tú lo harás por los tuyos también.
¿Se supone que la fundación
debería ayudar a todos?
Ése es el objetivo.
Todo es legal.
Mary, lo juro, esto es legal.
Papá, quiero que esto
me acerque más a ti.
Ardería en el infierno por tu seguridad.
Ve en el otro coche.
Yo iré con Michael.
Vamos, vamos.
Como amigo más antiguo de la familia,
siempre me eligen para darte mensajes.
Dígame, Don Altobello.
Tus viejos socios te agradecen
el dinero que les has hecho ganar.
Sienten devoción por ti,
pero están destrozados
porque creen que les has abandonado.
Desean compartir tu trato de Immobiliare
y volver a ser una familia.
Podrán purificar su dinero.
Eso es imposible.
Immobiliare debe ser legal.
Lo sé.
Pero no están contentos.
¿Y usted?
Yo no pido nada para mí.
Sólo quiero paz en mi vejez.
Pero debo complacer
a los que me rodean.
Michael, tu padre era un hombre
razonable. Aprende de él.
Aprendí muchas cosas de mi padre.
Convoque una reunión, amigo.
Así saldaremos deudas.
Sellaremos la paz, usted y yo.
CIUDAD DEL VATICANO, ROMA
El Vaticano ha anunciado hoy
que el Papa Pablo VI ha suspendido
su bendición del domingo
debido a su estado de salud.
Su médico recomienda
reposo absoluto
y el cese de todas sus actividades.
Han celebrado una rueda de prensa.
El estado del Papa es gravíssimo.
Señores, el propósito
de esta reunión es establecer
nuestra conformidad con la decisión
de los accionistas en Nueva York.
Por favor...
Nuestro grupo representa un consorcio
de hombres de negocios católicos
contra el control de Corleone.
El Vaticano ha emitido su voto.
El Grupo Corleone controla el Consejo.
Según el Tratado de Lateran,
el voto del Vaticano debe ratificarse.
Aquí en Roma, por el Papa.
El Papa está gravemente enfermo.
Hasta que se recupere,
no puedo hacer nada.
- ¿Y si muere?
- Entonces...
Como dicen los americanos,
nos la jugamos.
Caballeros, por favor.
Es sólo un breve retraso. Nada más.
Su Ilustrísima, caballeros...
Sugiero que nos unamos en oración
por la recuperación del Santo Padre.
¡Teníamos un acuerdo!
Esta reunión iba a ser
una mera formalidad.
- Por favor, siéntese.
- Prefiero de pie. Denme una respuesta.
Immobiliare tiene sus raíces
en la tradición europea. Entiéndalo.
Lo entiendo.
Sus tácticas son despreciables.
Eso es una acusación,
viniendo de un Corleone.
- ¡Caballeros, caballeros!
- Recuerden que están en el Vaticano.
- ¿Qué es lo que quieren?
- Sí, tomará el control.
Será un placer ponerle
al mando de nuestra flota,
pero nuestros barcos deben navegar
en la misma dirección.
De lo contrario, ¿quién sabe cuánto
durará su estancia entre nosotros?
No es personal. Son los negocios.
Debería saberlo, Padrino.
Muy bien.
¿Quieren hacer negocios conmigo?
Haré negocios con ustedes.
Qué manada de víboras.
- ¡Renacen los Borgia!
- Tío Michael...
- ¡Andrew!
- Oí que estabas aquí.
Me alegro de verte.
Vincent, qué alegría.
¿Qué sucede con los Borgia?
Esa época ya acabó.
- ¿Lo reconoces?
- Sí.
Genco Olive Oil. Ahí es donde
empezó nuestro abuelo de recadero.
Tres años después era el dueño.
- Sólo pasa en América.
- Así es.
Vincenzo, ¿dónde te has metido?
Necesitamos tanto tu ayuda.
- ¿En qué puedo ayudarles?
- Acaba con Joe Zasa. Vende drogas...
Ahora que soy mayor,
me da miedo salir de noche.
¿Dónde crees que estarán?
- Lou, ¿qué pasa?
- Llegamos tarde.
- ¿Les he defraudado alguna vez?
- Confío en ti.
- No se preocupen.
- Gracias.
Pásenselo bien.
- ¿Qué les ocurre?
- Hay problemas en el barrio.
- ¿Y cuidas tú de ellos?
- Sí.
- ¿Y de mí?
- De ahora en adelante.
- Te he echado de menos.
- Yo también, prima.
Eché de menos criarme con mis primas.
No os conocía, pero os echaba en falta.
¿Recuerdas algo de nuestros padres?
¿Los viejos tiempos?
Sí, ¿qué quieres saber?
- ¿Cómo era Sonny?
- Bueno, era el príncipe de la ciudad.
Murió antes de que yo naciera,
pero oí mucho sobre él.
- ¿Y mi padre?
- Un gran hombre.
Es un héroe. Salvó a la familia.
- ¿Vincent?
- ¿Qué?
¿Mató a su hermano?
No.
¿Son todo mentiras?
Historias, cariño. ¿Vale?
Vale.
Te creo.
- Me alegro de que estés aquí.
- Yo también.
Cugina...
Primo...
Quisiera darle una vuelta a Zasa
y arrojarlo al vacío.
Joey Zasa no es nadie.
Sólo un peón de poca monta.
Fanfarronea y amenaza.
No es nada.
Se le ve venir a la legua.
- Deberíamos acabar con él antes...
- ¡No!
Nunca odies a tus enemigos.
No te deja juzgarles.
ATLANTIC CITY, NUEVA JERSEY
Me alegra verle de nuevo, Sr. Corleone.
¡Eh, chicas! Vamos.
Confiamos en ti para gestionar
nuestro dinero en los casinos.
En menos de 20 años has vendido
los casinos haciéndonos una fortuna.
¡Viva Don Corleone!
Gracias.
Amigos, he venido aquí porque
nuestra colaboración ha concluido.
Hemos prosperado
y ha llegado el momento de dar fin
a nuestra relación de negocios.
Eso es todo.
Pero tengo una sorpresa, ¿Al?
Vuestras acciones de los casinos.
Me he saltado el papeleo a fin
de que tengáis el dinero enseguida.
¡$50 millones!
- No todos reciben la misma cantidad.
- Nada para ti...
- Depende de vuestras inversiones.
- ¡Michael, qué generoso!
¡Maravilloso!
- Parisi, ¿cuánto invertiste?
- No me acuerdo.
Bendito seas.
Mi familia ha hecho el trabajo duro.
Arriesgando mucho.
Todo para hacer dinero
para las demás familias.
Ya conocéis a Joey Zasa.
Debo admitir
que es un hombre importante.
Su foto aparece en la portada
de la revista del New York Times.
Ha recibido el premio de la revista
Esquire al gángster mejor vestido.
Los periódicos le elogian
porque contrata a negros,
y eso demuestra muy buen corazón.
Es famoso.
¿Quién sabe? Un día puede
que os haga a todos famosos.
Es cierto.
Sé sacar partido de una bella figura.
Está en mi naturaleza.
Pero también quiero meterme
en las empresas legales.
Recibir una insignia del Papa.
Sí, contrato a negros
e hispanos en mi familia
porque esto es América.
¿Puedes garantizar
que no trafican con drogas?
Lo único que puedo garantizar
es que mataré a todo aquel que lo haga.
- Déjame que hable con él.
- ¿Quién va a negarse a Don Altobello?
- Joey, ¿estás...?
- ¡No!
Os diré algo.
Hoy se me ha tratado sin respeto.
Yo también he colaborado.
Os he hecho ricos y no pido mucho.
Bien. Si no queréis dar, yo me serviré.
En cuanto a Don Corleone,
hoy me ha dejado muy claro
que es mi enemigo.
Deberéis elegir entre los dos.
¡No, Joey!
Michael, le haré razonar.
No.
Michael, por favor...
Lleguemos a un acuerdo.
No sabe lo que dice...
No, no.
Michael, la noticia está en todas partes.
Todos dicen
que tú controlas Immobiliare.
Immobiliare ya está blanqueando
dinero en Perú y Nassau.
Hemos colaborado durante 40 años.
Deberíamos poder picar un poco.
- Queremos hacer negocios contigo.
- Eso es, llevamos juntos...
- ¡Es un ataque! ¡Vamos!
- ¡Salgamos de aquí! ¡Vamos!
¡Mi abrigo! ¡Mi abrigo de la suerte!
¡Me ha dado suerte!
¡Quédate detrás de mí!
¡Mikey, por aquí!
Zasa, hijo de puta...
Vamos. Larguémonos de aquí.
- Hiciste muy bien, Vincent.
- Grazie.
Los viejos dones
han sido más o menos liquidados.
Los supervivientes
han hecho tratos con Zasa.
- ¿Altobello?
- Sobrevivió.
Está con sus hijas en Staten Island.
Dice que va a retirarse a Sicilia.
Joey Zasa no conseguiría
hacer algo así sin apoyo.
Es un mandado. A él no se
le ocurriría un ataque en helicóptero.
Ni siquiera tiene la ambición
de liquidar a toda la Comisión.
¡Yo les devolvería el golpe
y me desharía de Zasa!
Nunca dejes que los demás
sepan lo que piensas.
Le enviaremos un mensaje a Joey Zasa.
Respeto lo que ha hecho.
Los jóvenes derrocan
a los viejos. Es natural.
¿Cómo puedes hacer negocios
con ese tipo?
Soy un hombre de negocios, ante todo.
No quiero más conflictos.
- Por mí puede vivir o morir.
- ¡Vincent, cállate!
Ya está.
Joey Zasa...
No puede estar haciendo esto solo.
Pensaba que se había acabado
y vuelven a meterme.
Nuestro verdadero enemigo
aún no ha dado la cara.
¡Michael!
- ¿Se ha tomado sus medicinas?
- No sé lo que ha tomado.
- Ya he recobrado el aliento.
- Llama a un médico.
- ¡Corre, corre!
- ¡Vincent!
¡Corre como un rayo!
¡Los truenos no hacen daño!
¡Es un ruido inofensivo!
¡Leches!
¡Viejo cabrón mentiroso!
¡Altobello, cabrón!
¡Fredo!
¡Fredo!
¡Oh, papá! ¡Papá!
Disculpe.
Avisaré a Kay.
- Buenas noches, señor.
- ¿Puede esperar? Es un momento.
Sr. Harrison, dijo que era urgente.
¿Viene a confesar sus pecados?
Michael Corleone ha sufrido un coma
diabético. Quería que lo supiera.
Está en coma. He venido para insistir
que el trato siga en pie pase lo que pase.
Al Papa no le queda
mucho tiempo de vida.
Como usted,
estoy en una posición difícil.
Tenemos que ratificar el trato
lo antes posible.
- El acuerdo sigue en pie.
- Bien.
- He de irme al hospital.
- Rezaré por el Sr. Corleone.
- Estamos con el Sr. Corleone.
- Gracias, Padre Jim.
Todo saldrá a la luz
si muere Corleone.
Tiempo al tiempo, Keinszig.
Un hábito nacido de una larga
contemplación de la eternidad.
- Olvídalo, Vinnie.
- ¿Por qué? Es un golpe sencillo.
Me encantaría cazar a Zasa
y cargarme al marica. Y es imposible.
Siempre está con gente, delante
de las cámaras de TV y en su barrio.
- No es imposible. Saldrá bien.
- ¿Cómo?
¿Crees que dejará que tío Michael
sobreviva? ¿Tú le dejarías?
Es posible que no sobreviva.
- ¿Cómo lo harías tú?
- Yo mismo lo haría.
¡Hazlo!
- ¿Qué necesitas?
- Un par de tíos.
Hola, Michael.
Soy Kay.
Kay...
No esperaba que vinieras.
Ya, ya sé.
Pero aquí estoy.
- Me alegro.
- Sabes...
Nunca te había visto tan indefenso.
No es para tanto.
Siento... que sé cada vez más.
- Ya.
- ¡Oh, sí!
- ¿Cuanto más enfermo, más sabio?
- Cuando esté muerto, seré muy sabio.
Michael... quiero darte
las gracias por lo de Tony.
Le está yendo muy bien.
Ha tenido muy buenas críticas...
...y va a debutar en la ópera en Sicilia,
en Palermo, en Semana Santa...
Así que gracias.
Es un gran honor. En Sicilia.
Estaré allí. No puedo perdérmelo.
No faltaré.
Mary, Tony...
Venid a ver a vuestro padre.
- ¡Cariño!
- Te pondrás bien enseguida.
- ¡Tony!
- ¿Cómo te encuentras, papá?
Tu madre me ha contado lo tuyo.
- ¿Lo de Palermo? Espero que vayas.
- Desde luego. Dame un beso.
- ¿Primo Vinnie?
- No está aquí. Llama a su apartamento.
- Es tu prima Mary.
- Déjala que pase.
Hola, primo. Se me ocurrió pasarme.
¿Es un buen momento?
Avisaré a los chicos.
No es un buen momento.
No deberías haber venido, Mary.
Sólo un par de minutos, ¿vale?
- Estás preciosa, prima.
- Gracias.
Así que éste es tu club.
¿Tu escondite?
- Sí.
- He venido para verlo.
Es muy extraño, sólo estamos
la tía Connie y yo en casa.
- Me siento mejor contigo.
- ¿Qué te ocurre, cariño?
- Estoy asustada por mi padre.
- No lo estés.
Cuando le sacaron de la ambulancia,
creí que estaba muerto.
Todos dicen que se recuperará.
No te preocupes.
Recuerdo un tiroteo en casa
cuando era pequeña.
Vino un día Al Neri y sus guardaespaldas
y nos llevaron a Tony y a mí.
¿Está pasando ahora lo mismo?
No es lo mismo, cariño.
Entonces, ¿por qué te escondes aquí?
¿Va a ocurrirte algo?
No va a ocurrirme nada, cugina.
Cuidaremos de ti.
- ¿Puedo esconderme contigo?
- ¿Me ayudas a cocinar para los chicos?
Ya sabes que no sé guisar,
pero te ayudaré.
De acuerdo...
¿Qué tengo que hacer?
- Te quiero, primo.
- Yo también te quiero, prima.
Vamos a cocinar.
Abrázame.
Ustedes, la prensa y la policía usan
palabras como "Mafia" y "Cosa Nostra".
Es una fantasía. Los italoamericanos
ayudamos a construir esta ciudad.
Tenemos a Meucci,
que inventó el teléfono.
Tenemos a Don Ameche,
que interpretó al tío que lo inventó.
Compren un boleto para el sorteo,
podrán ganar un Cadillac.
¡La salchicha está buenísima!
Tome, cómasela.
- Me alegro de verle, Sr. Zasa.
- Que se lo pase bien.
No olvide comprar
su boleto para el sorteo.
- ¿Qué haces?
- No era su intención.
- Dile que lo sientes.
- Está bien, déjalo.
¡Joey! ¿Cómo te va?
¿Y a ti, amigo?
¡Eh, Joey Zasa! ¡Joey, que te den!
- ¿Quién es ése? ¿Le conoces?
- Ni caso.
¿Quién ganará el coche?
¿La Hormiga?
Esto es lo que da a los italoamericanos
mala fama. Un cappone como ése.
¡Joey, jódete!
¡Baja del coche!
¿Tienes un boleto para el sorteo?
¡Joey, mira mi boleto del sorteo!
Esto es lo que pienso de ti...
y de tu boleto del sorteo.
Baja del coche, joder.
Te voy a partir los huevos.
¡Largo de aquí!
¡Corre, Joey! ¡Pedazo de mierda!
¡Abran la puerta!
¿Qué tal, Joe?
¡Zasa!
No vuelvas a dar esa clase de orden.
No mientras yo viva.
¿Entendido?
Tú no podías tomar una decisión.
Recibí permiso de Neri y Connie.
¿Connie?
Fue la decisión correcta, tío Mike.
Fue una decisión equivocada.
¡Yo mando en esta familia!
Para bien o para mal...
¡No era lo que yo quería!
¿Lo habéis entendido?
Sí.
Vamos, Michael.
Sí.
Bien. Vincent, llévame hasta la cama.
Quiero hablar contigo a solas.
Sabes, siempre me he sentido
responsable por ti.
Tú lo sabes.
Tu padre...
...mi hermano, éramos opuestos.
Solíamos discutir y pelearnos.
Pero nunca dudé de su amor.
Hubiera hecho cualquier cosa por mí.
Pero su genio...
Demasiado. Perdía la razón.
No quiero que cometas el mismo error.
Además...
Él también tenía éxito con las mujeres.
- Vincent...
- Eso he oído.
¿Qué estás haciendo con mi hija?
¿Qué haces con ella?
Es demasiado peligroso.
¿Me oyes?
Bien.
Vincenzo...
Cuando vienen,
vienen a por lo que tú más quieres.
Michael, deberías cambiar de vida.
Tienes todo lo que un hombre desea.
Es hora de que te retires.
Tengo demasiadas responsabilidades.
¿Immobiliare? Es demasiado difícil.
Deberías dejarlo estar.
¿Qué sabe usted
de esos pezzi da novanta en Italia?
Soy demasiado viejo para conocer
a esos jóvenes dignatarios.
Debo aceptar mi edad
y atender mis olivas y tomates.
- No somos tan viejos.
- Pero estás enfermo.
Michael...
Déjame ver qué se puede hacer.
Déjame trabajar para facilitarte
un poco el camino.
- Su amistad siempre lo consigue.
- Eso me hace feliz.
Joey Zasa...
Se equivocó con él.
Soy muy confiado.
Ése ha sido siempre mi fallo.
Michael...
Hay traidores por todos lados.
Aún sabe que resortes tocar,
incluso ahora.
Veámonos más a menudo...
- Michael, ¿en Sicilia?
- En Sicilia.
In Sicilia.
In Sicilia.
BAGHERIA, SICILIA
¿Cómo está?
Don Bendino, viejo amigo.Os he traído aquí para que mi viejo
amigo y protector, Don Tommasino,
pueda aconsejarnos.
Don Tommasino,
¿qué piensa de Altobello?
Un hombre con talento.
Mantiene la paz entre nuestros amigos
de Sicilia y América.
Un auténtico santo.
La masacre de Atlantic City
ha dejado a Nueva York en el caos.
Joey Zasa por lo menos
mantenía firme la nave,
pero ahora que está fuera de juego,
debemos intervenir.
- Intervenir...
- O lo harán los chinos y colombianos.
Los Corleone dejaron la droga.
Ahora América es débil y Palermo fuerte.
Tus enemigos se vuelven fuertes
con lo que dejas.
Don Tommasino, ¿quién podría
dar la orden para esa masacre
y seguir manteniendo el trato
con el Vaticano?
Sólo Lucchesi.
Tiene un pie en ambos mundos.
"Nuestros barcos deben navegar
en la misma dirección."
Los políticos italianos han tenido
gente así durante siglos. Son la Mafia.
El Arzobispo y el Banco del Vaticano
son el gran problema.
Son el mismo problema
porque están relacionados.
El Arzobispo tiene amigos influyentes.
Le protegen en todo.
¿Conoce a alguien en la Iglesia
que nos pueda ayudar?
¿Alguien que sea honrado?
El Cardenal Lamberto.
Un hombre sabio y bueno.
De gran influencia.
Te podrá recibir.
Veré al Cardenal Lamberto
y veré si podemos solucionarlo.
Usted cumple los acuerdos,
pero está tratando con timadores.
No tienen ningún sentido del honor.
Mi palabra es definitiva.
La política y el crimen
son la misma cosa.
Os he invitado a la fiesta para celebrar
el debut de mi hijo en la ópera...
Jugamos al estilo "Philadelphia".
Siete cartas. Dos abajo, cuatro arriba.
Una abajo. Doses y jotas de comodín.
...en la ópera Caballaria rusticana.
- Papá es Caballería rusticana.
- Caballería.
Serán entradas para otra ópera.
Llevo demasiado tiempo en Nueva York.
Vosotros recibiréis invitaciones,
así que sed puntuales.
Papá, quiero ofrecerte un regalo.
Proviene del pueblo de Corleone
y es siciliano auténtico.
Y... la aprendí para ti.
Era excepcional, hermosa.
La quería, pero murió.
Un guardaespaldas de confianza
colocó una bomba en mi coche.
Ella se subió antes que yo.
¿Por qué un país tan hermoso
es tan violento?
Historia.
Mamá me ha contado que tu mayor
preocupación era pasar los exámenes.
- Sí, entonces lo era.
- A mí me preocupas tú.
Mary, eres una chica muy cariñosa.
Siempre lo has sido.
- Yo quiero a mi familia.
- ¿Incluso a tu primo Vincent?
Sí, le quiero mucho.
- Es tu primo carnal.
- Así es como le quiero.
Mary, no puedes verle.
Tendrás que dejar de verle.
Tiene razón. Es muy peligroso.
Mary, debes dejar de verlo.
- De esa manera.
- No.
- Por favor, prométemelo.
- ¡No!
- Obedéceme.
- ¡No, papá!
Mary es lista, papá.
Lo entenderá con el tiempo.
Bella cugina... Tesoro mío.
- ¿Deseaba verme?
- Sí.
Quiero que hagas algo por mí.
Es peligroso.
Bien. Estoy listo. ¿Qué necesita?
Quiero que le vendas tu alma
a Don Altobello.
Finge que me traicionas.
Nunca me creería.
- Eso depende.
- Siéntese.
Tengo una idea.
Quiero que averigües hasta dónde
llegan los contactos de Altobello.
Concierta un encuentro.
Háblale de tu lealtad hacia mí.
Cuéntale tus problemas.
- Pídele que te ayude.
- ¿Qué problemas?
Que quieres escaparte
con mi hija.
Pero que sabes que si lo haces,
te convertirías en mi enemigo.
- Sabe que nunca haría eso.
- Lo sé.
Dile a Altobello que hable conmigo.
Que se muestre a favor del matrimonio.
Pero sois primos, después de todo.
Michael siempre ha sido anticuado.
Que no formas parte de mis negocios
legales y que quieres tener tu familia.
Yo podría solucionar
lo que Joey Zasa ha dejado detrás.
Podría servirme de su amistad
para persuadirle.
Le estaría en deuda toda mi vida.
Un Corleone conoce el valor
de una amistad como la suya.
¿Así que trabajarías para mí?
Sí.
Bacio la mano, Don Altobello.
Si insinúa para probarte
que me traiciones, oféndete,
porque ésa será su trampa.
No me estás diciendo
toda la verdad, Vincenzo.
¿No es cierto que desaparecido Michael,
la chica controlará todo?
- No meta a la chica en esto.
- Claro, tú la quieres.
Y ella te quiere a ti.
Lo he adivinado, ¿no?
Es un hombre sabio, Don Altobello.
Aprenderé mucho de usted.
El hombre más rico es aquél
que tiene los amigos más poderosos.
Tengo que presentarte.
Don Lucchesi.
Don Altobello dice que eres fuerte.
Un hombre respetable.
Éste es el héroe que mandó
a Joey Zasa a la tumba.
Si hubiéramos sabido de su existencia,
nunca habríamos apoyado a Joey.
Nadie quiere a otro Joe.
Me gustaría ser tu amigo.
- Incluso el más fuerte necesita amigos.
- Me siento halagado.
Es un hombre de finanzas y política.
Cosas que yo no entiendo.
Tú entiendes de armas.
Las finanzas son un arma.
La política es saber
cuándo apretar el gatillo.
¿Cómo puedo ayudarle?
Vieni?
Aventurados los pacíficos porque
ellos serán llamados hijos de Dios.
- Tu parli Italiano un poco?
- Sí.
La silla de ruedas de Don Tommasino.
Confié en el acuerdo de negocios
con el Arzobispo. Me fiaba de él.
No tenía la menor duda
de su honradez.
Pero, como puede ver,
soy víctima de una estafa.
Grandes sumas de dinero
han ido a parar a altas esferas políticas
y el Banco del Vaticano lo avala.
Si lo que dice es cierto,
habrá un gran escándalo.
Observe esta piedra.
Lleva en el agua mucho tiempo,
pero el agua no la ha penetrado.
Mire...
Completamente seca. Lo mismo
le ha ocurrido al hombre en Europa.
Durante siglos han estado
conviviendo con el cristianismo,
pero Cristo no les ha penetrado.
Cristo no vive en ellos.
- ¿Qué le ocurre?
- ¿Me podría pedir algo dulce?
Zumo de naranja, dulces...
Tengo un problema de diabetes.
Tengo bajo el azúcar en la sangre.
Entiendo.
Suele ocurrirme
cuando estoy estresado.
Entiendo.
Venir a verle
por un asunto tan delicado...
Las acusaciones contra su Arzobispo.
Me ha resultado difícil.
La mente sufre
y el cuerpo se resiente.
Es cierto.
¿Le gustaría confesarse?
Su Eminencia, yo...
Hace ya tanto tiempo. No sabría...
No sabría por dónde...
Han pasado 30 años.
Le entretendría demasiado, creo.
Siempre tengo tiempo para salvar almas.
- Bueno, mi redención no es posible.
- No, no...
Yo escucho las confesiones
de mis propios sacerdotes.
A veces,
el deseo de confesarse es abrumador
y debemos aprovechar ese momento.
¿De qué sirve confesarme
si no me arrepiento?
Sé que usted es un hombre práctico.
¿Qué tiene que perder?
Adelante.
Yo...
...fui infiel a mi esposa.
Sigue, hijo mío.
He sido infiel a mí mismo.
He matado a hombres.
Y también he ordenado otras muertes.
Sigue, hijo. Sigue.
Es inútil.
Sigue, hijo mío.
Maté...
Ordené que mataran a mi hermano.
Él me hizo daño.
Maté al hijo de mi madre.
Maté al hijo de mi padre.
Tus pecados son terribles
y es justo que sufras.
Tu vida podría redimirse,
pero tú no lo crees así.
No cambiarás.
El Papa Pablo VI, Sumo Pontífice
de la Iglesia Católica Romana...
... falleció anoche a las 21:40 horas.
El Papa tenía 81 años.
Su estado de salud era precario
desde hacía meses.
Su pérdida ha causado una pena
profunda entre todos nosotros.
Connie...
Llevo toda mi vida intentando
ascender en la escala social.
A un lugar en el que todo
sería legal, honrado...
Pero cuanto más alto subo,
más podrido está todo.
¿Dónde demonios acaba?
Llevan siglos matándose entre ellos.
Por dinero, por orgullo, por la familia...
Para no convertirse en los esclavos
de los ricos pezzi da novanta.
Me he confesado, Connie.
He confesado mis pecados.
Eso no es propio de ti. No necesitas
confesar tus pecados a un extraño.
Fue ese hombre.
Un buen hombre. Un hombre de Dios.
Él puede cambiar las cosas.
Michael...
Sabes, a veces pienso
en el pobre Fredo.
Ahogado. Fue la voluntad de Dios.
Fue un accidente terrible.
Pero ya ha pasado.
Michael, te quiero.
Siempre te ayudaré.
Oh, Connie...
Es un gran honor, Don Altobello,
que haya venido desde Palermo.
¡El niño! ¡Cómo ha crecido!
Haz el asno para mí.
Ha pasado bastante tiempo
desde que hicimos negocios juntos.
Tú eres mi "as en la manga",
como decimos en América.
Tengo una espina clavada,
usted puede sacármela.
¿Sólo una espina?
Se trata de un asunto peligroso.
Un hombre famoso.
Deberá tener mucho cuidado.
Dígame qué debo hacer
y yo le diré cuál es mi precio.
¡Oh, qué pan!
Aceite de oliva...
Virgen. Sólo en Sicilia.
Alla salute!
Hasta la muerte.
¡Kay!
- ¡Connie!
- ¿Cómo estás?
Mary, te he echado de menos.
- Hola, Michael.
- Mamá, mira esto.
- Una lástima que Douglas no venga.
- Lo sé. Tenía un juicio importante.
Sé que quería venir.
- El coche está...
- Ah, sí.
- Bien, tu hijo es un artista.
- Sí, gracias a ti.
- ¿Por qué?
- Por hacer que le dejara en paz.
Bueno, después de tantos años,
aquí estoy en Sicilia por primera vez.
- Quiero haceros una foto a los dos.
- De acuerdo.
¡Eh, papá, sonríe!
Veo que aún tienes a Al Neri.
¿Por qué?
Le necesito.
Me ayuda a subir y bajar del coche.
- Me lleva el maletín.
- Sigues siendo un mentiroso, Michael.
Te enseñaré Sicilia, la auténtica.
Y entenderás la historia de la familia.
Creo que ya la entiendo
suficientemente.
Anthony, tengo algo que hiciste
para mí hace mucho tiempo.
- Quizá te dé suerte.
- Gracias.
Lo has guardado... lo recuerdo.
Gracias, papá.
Estoy muy orgulloso de ti.
Gracias.
- ¿Son tan buenos como parecen?
- Mejores.
Son los mejores. Mientras
estén aquí, tío Michael está seguro.
Adiós.
- Dile a tu padre que volveré para cenar.
- Vale.
- Diviértete.
- Y dile a Tony que me espere.
Se lo diré.
Buongiorno, signora.
A su servicio.
Si veo a papá, le diré que has salido.
Eres el único que queda
con la fuerza de mi padre.
Si algo le pasara a Michael,
tú serías el encargado de vengarle.
Lo tendré todo preparado.
¿Lo juras?
Te lo juro.
Aquí es.
La casa en la que nació mi padre.
Aquí es donde le buscaron
cuando era niño. Para matarle.
Espera...
Escucha eso.
Sabes que Mary está enamorada.
Sí, lo sé.
Un joven italiano muy atractivo
de ojos oscuros...
No lo permitiré.
Está mal. Está mal y es peligroso.
"¡Oh, padre! ¡Padre mío!"
"Dadme tiempo para rogarle al Señor."
La Baronesa Carini
había traicionado a su esposo...
"¡No habrá perdón!"
Su padre levantó la espada
y le atravesó el corazón.
El honor, ¿eh?
Recuerdo la primera vez
que viniste a casa de mis padres
y me hablaste
de los negocios familiares.
Cómo nunca tendrías nada que ver
con ello. Te parecías a Tony.
Me parecía mucho a Tony.
- Apenas puedo ver... Kay...
- ¿Qué?
- ¿Te importa conducir?
- ¿Qué ocurre?
Mis ojos.
A veces están bien, pero...
Tengo que ver a Don Tommasino...
Vaya...
- Hoy no llevamos guardaespaldas.
- Me he escaqueado.
Padre, ¿adónde va?
¿Quiere que le lleve?
Yo te conozco.
Tú eres Mosca de Montelepre.
Eras un asesino entonces
y sigues siéndolo ahora.
Sé que Don Michael Corleone
está en su casa.
Pasaré la verja contigo.
¿Cómo está?
Calo, un guardaespaldas mío
en los viejos tiempos.
- Podemos esperar aquí.
- ¿Quieren beber algo?
Pasé mucho tiempo en esta habitación...
...pensando en ti.
Y te casaste con otra.
- Pero pensaba en ti.
- ¿Qué hay en esa habitación?
Esto es peligroso para ti.
Estás en Sicilia.
- Amo este país.
- ¿Por qué?
A través de la historia, a este pueblo
le han ocurrido cosas terribles.
Terribles injusticias.
Pero siguen esperando que algo bueno,
en lugar de malo, les ocurra.
Parecido a nosotros, ¿no?
- ¿En qué sentido?
- Sigo aquí, ¿no?
Tenemos un mal pasado,
pero sigo aquí.
Sí, estás, pero con miedo.
¡Dame la orden!
¿Conseguirás así que no te tema?
Estamos en Sicilia. Por una ópera.
Muy bien.
¿Qué hacemos ahora?
Ser razonables.
Intentar no herirnos el uno al otro.
Quiero que me perdones.
- ¿Por qué?
- Por todo.
Como Dios, ¿eh?
No, necesito algo más asequible.
No puedes entenderlo,
en aquella época.
Quería a mi padre.
Juré que nunca sería como él,
pero le quería y estaba en peligro.
¿Qué podía hacer?
Y después,
tú también corrías peligro.
Nuestros hijos corrían peligro.
¿Qué podía hacer?
Érais lo que... más quería
y valoraba en este mundo.
Y te he perdido. Te perdí.
Te fuiste.
Y todo para nada. Así que...
Tienes que entenderlo,
tenía planeado un destino diferente.
De acuerdo, me callaré.
Realmente no sé
lo que quieres de mí, Michael.
- Es que...
- No soy el hombre que crees que soy.
- No lo sé.
- Te amo, Kay.
Deja de tenerme miedo.
Sabes, todas las noches
que llevo en Sicilia...
...sueño con mi esposa
y mis hijos...
...y cómo los perdí.
Si te sirve de consuelo,
quiero que sepas que...
...que...
...siempre te he querido, Michael.
Y sabes que...
...siempre, siempre lo haré.
¿Qué ocurre?
Don Tommasino. Le dispararon.
¿Ha muerto?
Mi patrón ha muerto.
La sangre llama a la sangre.
¡Tengo que vengarme!
Quizá algún día acuda a ti
para pedirte un favor difícil.
¡Déme la orden!
¡Dígame qué debo hacer!
Esto no tiene fin.
¡Voy a vengarme!
Totales...
Lorscheider, 1 voto.
Siri, 11 votos.
Lamberto, 99 votos.
¿Aceptas tu elección
como Sumo Pontífice?
Dios, ilumina Tú la decisión
que han tomado por mí.
Acepto.
¿Con qué nombre deseas ser llamado?
Juan Pablo I.
Espero hacer las cosas "enseguida",
en lugar de "dentro de poco".
Frederick Keinszig, "el banquero
de Dios", declarado desaparecido.
Se le vio saliendo de las oficinas
de Inmobiliaria del Vaticano.
También han desaparecido
sumas de dinero y varios documentos.
Keinszig, estúpido.
Su ausencia levanta sospechas
de los negocios del Banco del Vaticano.
Durante años,
el banco y sus compañías
han sido objeto de acusaciones
de prácticas financieras deplorables.
Lucchesi, ¿quiere hacer el favor
de intentar entenderlo?
Ya le he llamado.
He estado esperando junto al teléfono.
Hará bien en recordar,
Sr. Lucchesi,
que este Papa tiene ideas
muy distintas al anterior.
Adiós, mi viejo amigo.
Podrías haber vivido más.
Podría haber estado
más cerca de mi sueño.
Todos le querían, Don Tommasino.
¿Por qué a mí me temían
y a usted le querían tanto?
¿Por qué?
Yo era igual de honrado.
Quería hacer el bien.
¿Qué me traicionó?
¿Mi mente? ¿Mi corazón?
¿Por qué me he condenado así?
Juro,
por la vida de mis hijos...
Dame una oportunidad
para redimirme...
...y jamás volveré a pecar.
Estás muy pálido. ¿Malas noticias?
Anda, cuéntame.
No ha sido sólo un mal negocio.
Esos tipos son unos carniceros.
- ¿Qué tipos?
- Lucchesi.
Él los controla a todos:
Altobello, el Arzobispo...
...y otros cargos superiores, P2 quizá.
Un secreto desconocido.
Lo controla todo.
- Yo estoy en su camino.
- Han pagado a un asesino para matarte.
Un siciliano. No sé su nombre.
Pero dicen que nunca falla.
Nadie está a salvo.
Incluso el nuevo Papa corre peligro.
Aún estamos a tiempo.
Podemos impedirlo.
Lo intenté, Vincent.
Intenté...
...que no se llegara nunca a esto.
Pero no es posible.
No en este mundo.
Déme la orden.
No podrás volver atrás.
- Serás como yo.
- Bien.
Siempre he querido estar al margen.
Quería a mi familia al margen.
Yo no quiero estar al margen.
Quiero el poder
para preservar a mi familia.
Le estoy pidiendo la orden.
Hecho.
Porque yo no puedo continuar.
Bueno, no importa.
Vincent sabe qué hacer.
Vamos fuera.
Descansa un poco y no pienses.
- No puedo dejar de pensar.
- Yo soy su hijo.
Déme su bendición.
Deja a mi hija.
Es el precio que pagarás...
...por la vida que has elegido.
Sobrino...
...desde este momento...
...te llamarás Vincent Corleone.
Siéntate.
Don Vincenzo...
Don Corleone...
Don Vincenzo Corleone...
E tu, Vincenzo...
Sé lo que sientes por Michael,
pero no puedes salvarle.
Está perdido.
Piensa en ti.
¿Qué me dices a eso, Vincent?
Disfrute de la ópera.
Todo está a punto.
Vigila el bar. Yo miraré arriba.
"Espero que Tony cante mejor
en el Teatro Massimo que en la ducha."
"Te quiere, Douglas."
- ¡Mi querida Constanza!
- Don Altobello.
- Es una gran ocasión.
- Por favor, siéntese.
Feliz cumpleaños.
Tiene 80, pero no aparenta más de 60.
Eres la única que se ha acordado.
Acaban de comunicarlo. El Papa
ha ratificado el trato de Immobiliare.
Enhorabuena.
Es extraño cómo funcionan las cosas.
El Papa está haciendo lo que dijiste.
Está limpiando la casa.
Debería tener cuidado.
Es peligroso ser un hombre honesto.
Quiero refuerzos
detrás del escenario con Tony.
En su cumpleaños solía regalarme
cosas que eran un placer.
¡Bombones y dulces!
Las monjas que hicieron estos cannoli
hicieron voto de silencio. Son exquisitos.
- Hola.
- Hola, prima.
Hola, ¿y tu chaqueta de cuero?
Déjalo, anda.
Estás muy delgada. Pruébalo.
È buono.
Grazie!
Se acabó. Hay cosas que debo hacer
y tú no puedes formar parte de ellas.
No ha sido decisión
de tu padre, sino mía.
No odies a tu padre.
Hay cosas que quiero hacer
y tú no puedes estar presente.
Después de esta noche,
no volverás a verme.
Tienes que entenderlo, Mary.
Tienes que entenderlo.
Siempre te querré.
Ama a otro.
- No intentarán nada.
- Todo está bien. Todo listo.
He enviado a Al Neri al Vaticano.
- ¿Es ésta la casa del Sr. Lucchesi?
- Sí.
Traigo un mensaje
de parte de Michael Corleone.
Déjale entrar.
Buona sera.
Bien. Ya lo tienes.
Esta noche la familia Corleone
saldará sus deudas.
Keinszig...
Ese cabrón de banquero suizo.
Se la ha dado a todos
desde el principio. Que se joda.
Don Lucchesi, mi amigo.
Calo le hará una visita en su casa.
Neri, se dirige en tren a Roma.
Encenderé una vela por el Arzobispo.
¿Un té, Santidad? Le ayudará a dormir.
¡De parte de Vincent Corleone!
Es grave. Nuestro hombre en el Vaticano
dice que es un complot contra el Papa.
¿Le dará un ataque cardíaco?
Este Papa tiene enemigos poderosos.
Quizá no haya tiempo de salvarle.
Volvamos.
Eminenza...
¡Ha muerto el Santo Padre!
Duerma.
Duerma, Padrino.
Habla... dime.
Estoy aquí para decirte
que el pueblo ha perdido su fe en ti.
Quien construye sobre el pueblo,
construye sobre barro.
¿El mensaje de Michael Corleone?
Es muy importante.
Debo decírtelo al oído.
No va armado.
El poder desgasta
a los que no lo tienen.
- Me gusta este uniforme.
- Sabía que te gustaría.
Ve a saludar.
- ¿Puedo hablar contigo ahora?
- No, no es un buen momento.
- Eres igual que mi padre.
- Ve con la familia. Anda.
- Dime.
- Los gemelos han muerto.
En un minuto, este sitio
va a estar plagado de carabinieri.
Que todos vayan
hacia los coches, con calma.
- Entendido.
- Con calma.
El nombre de Corleone
se asociará con una voz.
Papá...
Papá...
¿Por qué me haces esto?
Apartaos, apartaos.
- No tienes por qué hacerme esto.
- ¿El qué? ¿A qué te refieres?
Papá...
¡No! ¡Mary!
¡Dios, no!