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Cuando el niño nació...
...como todos los espartanos
fue examinado.
Si hubiera sido pequeño,
o débil, o enfermo, o deforme...
...habría sido descartado.
Desde el momento en que
pudo permanecer de pie...
...fue bautizado en
el fuego del combate.
Enseñándole a nunca retirarse,
nunca rendirse...
...enseñándole que morir en el campo
de batalla sirviendo a Esparta...
...era lo más glorioso que
podría conseguir en su vida.
A la edad de 7 años,
como es costumbre en Esparta...
...el niño fue apartado de su madre
y sumergido en un mundo de violencia.
Fabricada por 300 años,
una sociedad de guerreros espartanos...
...para crear a los mejores soldados
que el mundo jamás ha conocido.
La agogé tiene su objetivo.
Fuerza al niño a luchar,
lo hace pasar hambre.
Lo fuerza a robar.
Y, si es necesario, a matar.
Con varas y látigos,
el niño fue castigado.
Enseñándole a no
mostrar dolor, ni piedad.
Debió cazar para ser probado,
arrojado a la tierra salvaje.
Debió medir su ingenio y su voluntad
contra la furia de la naturaleza.
Esa fue su iniciación.
Su tiempo en la tierra salvaje.
Ya que regresaría con su gente
como un espartano...
...o no regresaría.
El lobo comenzó a rodear al niño.
Garras de acero ***.
Pelaje como la noche oscura.
Ojos rojos brillantes, como gemas
salidas del mismo infierno.
El lobo gigante olfateaba...
...saboreando el olor
de la comida que llegaba.
No era miedo lo que lo invadía...
...solamente una percepción
aumentada de las cosas.
El aire frío en sus pulmones.
El viento azotaba los pinos, moviéndose
contra la noche que se aproximaba.
Sus manos estaban firmes.
Su forma, perfecta.
Y así el niño, dado por muerto,
regresó con su gente.
ĦA la sagrada Esparta, un rey!
ĦNuestro rey!
ĦLeónidas!
Han pasado más de 30 años
desde el lobo y el frío invierno.
Ahora, como en ese entonces,
una bestia se acerca.
Paciente y seguro, saboreando
la comida que llega.
Esta bestia está hecha de
hombres y caballos, espadas y lanzas.
Un ejército de esclavos,
inmenso más allá de la imaginación...
...listo para devorar
a la pequeña Grecia.
Listo para extinguir la única esperanza
del mundo por la razón y la justicia.
Una bestia se acerca.
Fue el mismo Rey Leónidas
quien la provocó.
Mientras más sudes aquí...
...menos dejarás la batalla.
Mi padre me enseñó que el miedo
es siempre una constante.
El aceptarlo...
...te hace más fuerte.
Mi reina.
El mensajero persa espera por Leónidas.
Al final, la verdadera
fuerza del espartano...
...es el guerrero que está a su lado.
Así que dale respeto y honor a él.
Eso te será devuelto a ti.
Primero, peleas con la cabeza.
Luego peleas con el corazón.
żQué ocurre?
Es el mensajero persa. Espera por ti.
No olvides la lección de hoy.
- Respeto y honor.
- Respeto y honor.
Concejal Theron, por una vez
te encontraste necesitado.
Mi rey y reina, yo sólo estaba
divirtiendo a los invitados.
Estoy seguro.
Antes de que hables, persa,
debes saber que en Esparta...
...todos, incluso el mensajero de
un rey, se considera responsable...
...de las palabras que dice.
Ahora, żqué mensaje traes?
Tierra y agua.
żVienes desde Persia por tierra y agua?
No seas tímido o estúpido, persa.
No puedes permitírtelo en Esparta.
żQué hace creer a esta mujer
que puede hablar entre hombres?
Porque sólo las mujeres de Esparta
dan a luz a verdaderos hombres.
Vamos a caminar para
calmar nuestras lenguas.
Si valoras sus vidas por encima
de su completa aniquilación...
...escucha cuidadosamente, Leónidas.
Jerjes conquista y controla todo
aquello sobre lo que posa sus ojos.
Lidera un ejército tan grande
que sacude la tierra cuando marcha.
Tan inmenso que seca los ríos
al beber de ellos.
Todo lo que el Rey Dios Jerjes
exige es esto.
Una simple ofrenda de tierra y agua.
Una señal de la sumisión de Esparta
a la voluntad de Jerjes.
żSumisión?
Bueno, eso es un pequeño problema.
Mira, el rumor es que los atenienses
ya los han rechazado.
Y si esos filósofos y afeminados
han encontrado ese tipo de valor--
Debemos ser diplomáticos.
Y por supuesto, los espartanos...
...tienen su reputación
para considerar.
Escoge tus próximas palabras
cuidadosamente, Leónidas.
Pueden ser tus últimas como rey.
Tierra y agua.
Loco. Eres un loco.
Tierra y agua. Encontrarás
mucho de ambas ahí abajo.
Ningún hombre, persa o griego--
Ningún hombre amenaza a un mensajero.
Trajiste tus coronas y tus
cabezas de reyes conquistados...
...a las escalinatas de mi ciudad.
Insultaste a mi reina.
Amenazaste a mi gente
con esclavitud y muerte.
He elegido mis palabras
cuidadosamente, persa.
Quizás deberías haber hecho lo mismo.
Esto es blasfemia.
ĦEsto es locura!
żLocura?
ĦEsto es Esparta!
Bienvenido, Leónidas.
Te hemos estado esperando.
Los éforos. Sacerdotes
de los dioses antiguos.
Cerdos endógamos,
más criaturas que hombres.
Criaturas a quien incluso
Leónidas debía sobornar y suplicar.
Ningún rey de Esparta ha ido a la
guerra sin la bendición de los éforos.
Los persas afirman que sus fuerzas
se cuentan por millones.
Espero, por nuestro bien, que exageren.
Pero no hay ninguna duda de que...
...nos enfrentamos al mayor
ejército jamás formado.
Antes de que tu plan
sea oído, żqué ofreces?
Usaremos nuestras habilidades
superiores de combate...
...y los terrenos de la
misma Grecia para destruirlos.
Marcharemos al norte, hacia la costa.
- Nos aseguraremos de--
- Es agosto, Leónidas.
La luna llena se acerca.
El sagrado y antiguo festival.
Esparta no hace la guerra
en tiempo de la Carneia.
ĦEsparta arderá!
Nuestros hombres morirán armados...
...y sus mujeres y niños
serán esclavos, o peor.
Ahora, bloquearemos el asalto
costero de los persas...
...reconstruyendo el gran muro focio.
Desde ahora, los canalizaremos
hacia el paso de montaña...
...llamado Las Puertas Calientes.
Ahora, en ese corredor estrecho,
sus números no significarán nada.
Oleada tras oleada de cada
ataque persa se estrellará...
...contra los escudos espartanos.
Las pérdidas de Jerjes
serán tan grandes...
...sus hombres tan desmoralizados...
...que no tendrá más alternativa
que abandonar su campaña.
Debemos consultar al Oráculo.
Confía en los dioses, Leónidas.
Preferiría que confíen en su razón.
Tus blasfemias ya nos
han costado bastante.
No las agraves.
Consultaremos al Oráculo.
Mística de viejos enfermos.
Remanentes sin valor del tiempo...
...antes de que Esparta
ascendiese de las tinieblas.
Remanentes de una
tradición sin sentido.
Una tradición que ni siquiera
Leónidas puede desafiar.
Ya que debe respetar la
palabra de los éforos.
Ésa es la ley.
Y ningún espartano,
sujeto o ciudadano...
...hombre o mujer, esclavo o rey,
está por encima de la ley.
Los éforos eligen sólo a las muchachas
espartanas más hermosas...
...para vivir entre ellos
como oráculos.
Su belleza es su maldición.
Ya que los viejos miserables tienen
las necesidades de los hombres...
...y almas tan negras como el infierno.
Rézale a los vientos.
Esparta caerá.
Toda Grecia caerá.
No confíes en los hombres.
Honra a los dioses.
Honra a la Carneia.
El descenso del rey es más difícil.
Cerdos pomposos, endógamos.
Sin valor, enfermos, putrefactos.
Corruptos.
En verdad están al favor
del Rey Dios ahora.
Hombres astutos y sagrados.
Sí.
Y cuando Esparta arda,
se bañarán en oro.
Oráculos jóvenes les serán
entregados diariamente...
...desde cada rincón del Imperio.
Tus labios terminarán lo que
tus dedos han comenzado.
żEl oráculo también
te ha despojado del deseo?
Tomará más que las palabras
de una adolescente ebria...
...para acabar con mi deseo por ti.
żEntonces por qué estás distante?
Porque parece que ahora soy...
...un esclavo y cautivo
de viejos lujuriosos.
Las palabras del oráculo pueden
incendiar todo lo que amo.
żEs por eso que mi rey
pierde el sueño...
...y es obligado a dejar
la calidez de su cama?
Sólo las palabras de una mujer...
...deberían afectar
el humor de mi esposo.
Y son las mías.
Entonces, żqué debe hacer un rey
para salvar su mundo...
...cuando todas las leyes que ha jurado
proteger lo fuerzan a no hacer nada?
No es una pregunta que un
ciudadano de Esparta debe hacer...
...ni un esposo, ni un rey.
En lugar de eso, pregúntate a ti mismo,
mi querido amado...
żQué debería hacer un hombre libre?
- żEstos son todos?
- Como lo has ordenado. 300.
Todos con hijos nacidos
que llevarán sus nombres.
Estamos con usted, señor.
Por Esparta, por la libertad.
Hasta la muerte.
Es tu hijo.
Es demasiado joven para haber
sentido el calor de una mujer.
Tengo otros para reemplazarlo.
Astinos es tan valiente y está
tan preparado como cualquiera.
No más joven de lo que éramos la primera
vez que te paraste a mi lado en batalla.
Eres un buen amigo.
Pero un mejor capitán no hay ninguno.
Mi buen rey.
Mi buen rey, el oráculo ha hablado.
Los éforos han hablado.
No debe haber marcha.
Es la ley, mi señor.
El ejército espartano
no debe ir a la guerra.
No lo hará.
No he dado tales órdenes.
Sólo estoy aquí dando un paseo.
Estirando las piernas.
Estos 300 hombres son
de mi guardia personal.
- Nuestro ejército quedará en Esparta.
- żAdónde irás?
Realmente no lo he pensado, pero...
...ahora que lo preguntas,
supongo que me dirigiré al norte.
A las Puertas Calientes.
ĦAndando!
ĦAndando!
żQué haremos?
- żQué podemos hacer?
- żQué pueden hacer?
Esparta necesitará hijos.
ĦEspartano!
żSí, mi señora?
Regresa con tu escudo.
O sobre él.
Sí, mi señora.
Adiós, mi amor.
Él no lo dijo.
No hay lugar para la sensibilidad.
No en Esparta.
No hay lugar para la debilidad.
Sólo los duros y fuertes pueden
llamarse a sí mismos espartanos.
Sólo los duros, sólo los fuertes.
Marchamos.
Por nuestras tierras, por nuestras
familias, por nuestra libertad.
Marchamos.
Daxos, Ħqué agradable sorpresa!
Esta mañana está llena
de sorpresas, Leónidas.
Hemos sido engañados.
No puede haber más de unos cientos.
- Esto es una sorpresa.
- ĦSilencio!
Oímos que Esparta estaba
en pie de guerra.
Estábamos impacientes por unir fuerzas.
Si es sangre lo que buscas,
eres bienvenido a unírtenos.
Pero, żsólo llevarás este puñado
de hombres contra Jerjes?
Veo que me equivoqué esperando
el compromiso de Esparta...
...de al menos igualar a los nuestros.
żDe verdad?
Tú, ahí...
- żCuál es tu profesión?
- Soy alfarero, señor.
Y tú, arcadio, żcuál es tu profesión?
- Soy escultor, señor.
- Escultor.
- żY tú?
- Soy herrero.
Espartanos, żcuál es su profesión?
żVes, viejo amigo?
Traje más soldados que tú.
Esta noche no hay descanso.
No para el rey.
Sus cuarenta años han sido
un camino directo...
...hacia este brillante
momento del destino.
Este radiante choque
de escudos y lanzas...
...espadas y huesos,
carne y sangre.
Su único lamento es que tenía
muy pocos para sacrificar.
Nos están siguiendo.
Nos ha seguido desde Esparta.
ĦMi rey, mire!
żQué sucedió?
żDónde están todos?
Persas.
Calculo que fueron alrededor de 20.
Un grupo de reconocimiento.
Pero estas huellas...
Leónidas.
Niño.
Está tranquilo ahora.
Llegaron con la niebla de la oscuridad.
Con sus garras y colmillos,
nos atraparon.
A todos... menos a mí.
Los aldeanos. Los encontraron.
żAcaso los dioses no tienen piedad?
Estamos perdidos.
Cállate.
El chico habla de los fantasmas persas.
Conocidos desde tiempos antiguos.
Son cazadores de las
almas de los hombres.
No se los puede matar o derrotar.
No a esta oscuridad.
No a estos Inmortales.
żInmortales?
Pondremos su nombre a prueba.
Hacia las Puertas Calientes, marchamos.
Hacia el estrecho corredor, marchamos.
Donde los números de Jerjes
no cuentan para nada.
Espartanos, ciudadanos soldados,
esclavos liberados.
Todos son valientes griegos.
Hermanos, padres, hijos.
Marchamos.
Por el honor, por el deber,
por la gloria, marchamos.
ĦMiren!
Persas.
Hacia la boca del infierno, marchamos.
Esos son nuestros mares,
perros sin madre...
...mientras son abrazados
por los brazos afectuosos de Grecia.
Vamos.
Verdad.
Parece que va a llover.
Zeus apuñala los cielos con rayos.
Y agita los barcos persas
con vientos huracanados.
Glorioso.
Sólo uno de nosotros
mantiene su reserva espartana.
Sólo él.
Sólo nuestro rey.
Mi reina.
Mi reina, el patio no es el lugar
adecuado para una mujer casada.
Me temo que los chismes
y el protocolo...
...son la última de mis
preocupaciones, concejal.
El secreto es necesario.
żCómo puedo confiar más allá de
las paredes de mi propia casa?
Incluso aquí, Theron tiene ojos y oídos
que llenan a Esparta con duda y miedo.
Habla como si toda Esparta
conspirara contra Ud.
Desearía que fuera sólo contra mí.
Muchos de nuestros concejales votarán
para dar todo lo que tenemos...
...y seguir a Leónidas.
Pero Ud. necesita mostrarles su favor.
żPuede arreglar para
que hable con el Concejo?
Si razón es lo que quieren,
se los haré saber.
żSabe algo, mi reina?
La libertad no es gratis.
Tiene el costo más alto.
El costo de la sangre.
Haré lo que pueda para
reunir al Concejo...
...y sus cámaras
se llenarán con su voz.
- Estoy en deuda con Ud.
- No.
Leónidas es mi rey tanto como el suyo.
Vi a esos barcos
destrozarse contra las rocas.
żCómo es posible?
Vimos sólo una parte de lo monstruoso
que es el ejército de Jerjes.
No puede haber victoria aquí.
żPor qué sonríes?
Arcadio, he peleado
innumerables veces...
...y nunca encontré un adversario
que me ofreciera...
...lo que los espartanos
llamamos una hermosa muerte.
Sólo puedo esperar...
...que con todos los guerreros
del mundo unidos contra nosotros...
...tal vez haya uno
que esté a la altura.
ĦMuévanse!
Sigan moviéndose, perros.
ĦMuévanse!
ĦAvancen, he dicho!
ĦDeténganse!
żQuién manda aquí?
Soy el representante del
soberano de todo el mundo.
Dios de dioses.
Rey de reyes.
Y por esa autoridad, demando que
alguien me presente a su comandante.
Escuchen. żCreen que la miserable
docena que mataron nos asusta?
Esas colinas están llenas
de nuestros exploradores.
Y creen que su patético muro...
...hará otra cosa más que caerse...
...como un montón de
hojas secas en la cara...
Nuestros ancestros
construyeron este muro...
...usando piedras antiguas
del seno mismo de Grecia.
Y con una pequeña ayuda de Esparta...
...tus exploradores persas
suministraron la argamasa.
ĦPagarán por su salvajismo!
ĦMi brazo!
Ya no es tuyo.
Vete. Regresa y dile a tu Jerjes
que aquí enfrenta a hombres libres.
No a esclavos.
Hazlo rápido.
Antes de que decidamos hacer
nuestro muro un poco más alto.
No, no son esclavos.
Sus mujeres serán esclavas.
Sus hijos, sus hijas, sus ancianos...
...serán esclavos, pero ustedes no.
Para mediodía de hoy,
ustedes serán hombres muertos.
Los mil pueblos del Imperio Persa
caerán sobre ustedes.
Nuestras flechas ocultarán al sol.
Entonces pelearemos en la sombra.
El muro es sólido.
Hará que los persas se concentren
en las Puertas Calientes.
żHan encontrado alguna ruta por
las colinas hacia nuestras espaldas?
Ninguna, señor.
Sí hay una ruta así, buen rey.
Al pasar esa cordillera occidental.
Es un viejo sendero de cabras.
Los persas podrían
usarlo para flanquearnos.
No te acerques ni un solo paso.
ĦMonstruo!
Sabio rey, humildemente
solicito una audiencia.
Te atravesaré ahí donde estás.
No di esa orden.
Perdona al capitán.
Es un buen soldado.
Pero le faltan un poco de modales.
No hay nada que perdonar,
valiente rey.
Sé como luzco.
Vistes el carmesí de un espartano.
Soy Efialtes, nacido en Esparta.
El amor de mi madre llevó a
mis padres a huir de Esparta...
...para que no me descartaran.
żPero tu escudo?
żY armadura?
Son de mi padre, señor.
Le ruego, audaz rey...
...que me permita redimir
el nombre de mi padre...
...al servirle a usted en combate.
Mi padre me entrenó para
no sentir miedo.
Para hacer de la lanza, el escudo
y la espada tan parte de mí...
...como mi propio corazón.
Ganaré la armadura de
mi padre, noble rey...
...sirviéndole a usted en batalla.
Buena estocada.
Mataré muchos persas.
- Levanta tu escudo.
- żSeñor?
Levanta tu escudo tan alto como puedas.
Tu padre debió haberte dicho
cómo funciona nuestra formación.
Peleamos como una sola
e impenetrable unidad.
Esa es la fuente de nuestra fuerza.
Cada espartano protege
al hombre a su izquierda...
...del muslo al cuello con su escudo.
Un solo punto débil y la
formación se hace añicos.
Del muslo al cuello, Efialtes.
Lo siento, mi amigo.
Pero no todos nacemos
para ser soldados.
Pero yo...
Si quieres ayudar a la
victoria espartana...
...quita a los muertos
del campo de batalla.
Atiende a los heridos,
llévales agua.
żPor qué?
Pero en la pelea misma,
no puedo usarte.
Madre, padre, estaban equivocados.
Tú estás equivocado, Leónidas.
Estás equivocado.
Envía a los focios al
sendero de las cabras.
Recen a los dioses por que nadie
le diga a los persas sobre eso.
Terremoto.
No, capitán.
Formaciones de batalla.
Aquí es donde los detenemos.
Aquí es donde peleamos.
ĦAquí es donde ellos mueren!
ĦSobre estos escudos, muchachos!
Recuerden este día, hombres...
...porque éste será suyo
por todos los tiempos.
ĦEspartanos, entreguen sus armas!
ĦPersas!
ĦVengan a buscarlas!
ĦEsperen!
No les den nada.
Pero tomen todo de ellos.
ĦFirmes!
żEso es lo mejor que pueden hacer?
ĦEmpujen!
ĦAhora!
ĦEmpujen!
ĦSin prisioneros!
ĦSin piedad!
Se ven sedientos.
Bueno, démosles algo de beber.
Al acantilado.
ĦEsperen!
ĦUn muy buen comienzo!
ĦCúbranse!
Persas cobardes.
żPor qué diablos te estás riendo?
Teníamos que decirlo.
- żQué?
- Peleamos en la sombra.
Restablézcanse.
Hoy, ningún espartano muere.
Tranquilo, hijo.
Hicimos lo que nos
entrenaron para hacer.
Para lo que fuimos criados.
Para lo que nacimos.
Sin prisioneros, sin piedad.
Un buen comienzo.
Temía que no fuera a venir.
- Lo siento, mi hijo está...
- Está haciendo lo que hacen los niños.
Por favor, no se disculpe.
Su hijo comienza la agogé
el próximo año.
Ese siempre es un tiempo difícil
para una madre espartana.
Sí, será difícil,
pero también necesario.
Hablará ante el Concejo
dentro de dos días.
Mi esposo no tiene dos días.
Piense en esos dos días como un regalo.
No es un secreto.
Theron quiere lo que usted controla.
Es su voz la que debe callar.
Hágalo su aliado y tendrá su victoria.
Gracias.
Es tan sabio como amable.
Ahí está tu madre.
Deberías cuidarlo mejor
si va a ser rey algún día.
Sería desafortunado
que algo le sucediera.
O a su hermosa madre.
Nuestros camaradas griegos piden
un intento con los persas, señor.
Bien. Tengo algo que
creo que pueden manejar.
Dile a Daxos que los quiero a él...
...y a 20 de sus mejores hombres,
ávidos, sobrios...
...y listos para el siguiente trabajo.
ĦRey Leónidas!
- Stelios, respira, muchacho.
- Sí, mi señor.
Los persas se aproximan.
Un contingente pequeño.
Demasiado pequeño para un ataque.
Capitán, te dejaré a cargo.
- Pero, señor...
- Relájate, viejo amigo.
Si me asesinan,
toda Esparta irá la guerra.
Reza por que sean tan estúpidos.
Reza por que seamos tan afortunados.
Además...
...no hay razón
para no ser civilizados.
żVerdad?
Ninguna, señor.
Déjame adivinar.
Debes ser Jerjes.
Ven, Leónidas.
Razonemos juntos.
Sería una pérdida lamentable.
Sería nada menos que una locura...
...que tú, valiente rey,
y tus valerosas tropas perecieran.
Todo debido a un simple malentendido.
Hay mucho que nuestras culturas
pueden compartir.
żNo has notado que hemos estado
compartiendo nuestra cultura...
...toda la mañana?
La tuya es una tribu fascinante.
Incluso ahora eres desafiante,
frente a la aniquilación.
Ante la presencia del dios,
no es prudente oponerse a mí, Leónidas.
Imagina qué horrible destino
les espera a mis enemigos...
...cuando mataría con gusto a cualquiera
de mis hombres por la victoria.
Y yo moriría por
cualquiera de los míos.
Ustedes los griegos
se enorgullecen de su lógica.
Te sugiero que la emplees.
Piensa en las hermosas tierras
que defiendes tan fervorosamente.
Imagínalas reducidas a
cenizas a mi voluntad.
Piensa en el destino de tus mujeres.
Evidentemente no conoces
a nuestras mujeres.
Bien podría haber venido con ellas...
...a juzgar por lo que he visto.
Tienes muchos esclavos, Jerjes...
...pero pocos guerreros.
No pasará mucho tiempo
antes de que teman a mis lanzas...
...más que a tus látigos.
No son los azotes lo que ellos temen.
Es mi poder divino.
Pero soy un dios generoso.
Puedo hacerte rico
más allá de toda medida.
Te convertiré en jefe guerrero
de toda Grecia.
Llevarás mi estandarte de batalla
al corazón de Europa.
Tus rivales atenienses
se arrodillarán a tus pies...
...si tú te arrodillas a los míos.
Eres tan generoso...
...como eres divino.
Rey de reyes. Sólo un demente
rechazaría una oferta así.
Pero la...
...la idea de arrodillarse es...
Verás...
Masacrar a todos esos hombres tuyos...
...me ha dejado un desagradable
calambre en la pierna.
Así que arrodillarme me será difícil.
No habrá gloria en tu sacrificio.
Borraré incluso la memoria
de Esparta de las historias.
Cada pedazo de pergamino griego
será quemado.
A cada historiador griego
y a cada escriba...
...se les arrancará los ojos
y se les cortará la lengua...
...mientras que honrar el nombre
de Esparta o de Leónidas...
...será castigado con la muerte.
El mundo ni siquiera sabrá
que ustedes existieron.
El mundo sabrá que hombres libres
resistieron contra un tirano.
Que unos pocos
resistieron contra muchos.
Y antes de que esta batalla termine...
...que incluso un Rey Dios
puede sangrar.
Luchaste bien hoy.
Para una mujer.
Al igual que tú.
Tal vez te han herido,
no pudiste alcanzarme.
Tal vez yo estaba tan adelante,
que no podías verme.
żO estabas ofreciendo
tu trasero a los tespios?
La envidia...
...no se está convirtiendo en mi amiga.
ĦMuévanse, hombres!
Apilen alto a esos persas.
Porque a menos que me equivoque...
...nos espera una noche salvaje.
Han servido a la oscura voluntad
de los reyes persas por 500 años.
Ojos tan oscuros como la noche.
Dientes afilados como colmillos.
Sin alma.
La guardia personal
del mismo Rey Jerjes.
La elite guerrera de Persia.
La fuerza de ataque
más mortífera de toda Asia.
Los Inmortales.
El Rey Dios ha dejado traslucir
un defecto fatal.
Arrogancia.
Fácil de provocar.
Fácil de engañar.
Antes de que las heridas
y la fatiga hicieran mella...
...el encolerizado rey
nos arroja lo mejor que tiene.
Jerjes ha mordido el anzuelo.
ĦEspartanos, empujen!
Inmortales.
Ellos ponen a prueba su nombre.
ĦPadre!
ĦMi rey!
ĦArcadios, ahora!
ĦVamos!
Mostremos a los espartanos
lo que podemos hacer.
ĦVamos!
Gritan y maldicen,
apuñalando salvajemente...
...más como matones
que como guerreros.
Hacen de las cosas
un asombroso desastre.
Valientes aficionados.
Hacen su parte.
Inmortales.
Fallaron la prueba de nuestro rey.
Y un hombre que cree ser un dios...
...siente un escalofrío muy humano
recorrer su columna.
ĦPor nuestro rey!
ĦY nuestros honrados muertos!
żA quién se atreverá
a enviar Jerjes luego?
ĦAhora no hay nada
que pueda detenernos!
Incluso el rey se permite
esperar más que gloria.
Una loca esperanza.
Pero ahí está.
Contra las interminables hordas
asiáticas, contra toda posibilidad...
...podemos hacerlo, podemos
defender las Puertas Calientes.
Podemos ganar.
Amanecer.
Los látigos restallan.
Los bárbaros aúllan.
Los de atrás gritan: Ħ"Adelante"!
Los del frente gritan: Ħ"Atrás"!
Nuestros ojos son testigos
del grotesco espectáculo...
...convocado desde los rincones
más oscuros del imperio de Jerjes.
Cuando los músculos fallan,
ellos recurren a su magia.
Cien naciones cayeron sobre nosotros.
Los ejércitos de toda Asia.
Canalizados en este angosto corredor...
...su número no cuenta para nada.
Caen por centenares.
Enviamos los cuerpos mutilados
y los corazones frágiles...
...de regreso a los pies de Jerjes.
El Rey Jerjes está disgustado
con sus generales.
Los disciplina.
Jerjes envía sus monstruos
desde medio mundo de distancia.
Son bestias torpes.
Y la montaña de persas muertos
es resbaladiza.
- żSigues aquí?
- Alguien debe cuidar tu espalda.
Bueno, ahora estoy un poco ocupado.
ĦReagrúpense!
ĦAstinos, hijo mío!
ĦAstinos!
ĦNo!
El día se apagó.
Perdimos a pocos...
...pero cada caído es un amigo
o un amado pariente.
Y luego de ver el cuerpo decapitado
de su propio hijo...
...el capitán rompió filas.
Marchó enloquecido, sediento de sangre.
Los gritos de dolor del capitán
por la pérdida de su hijo...
...eran más atemorizantes para el
enemigo que el sonido de los tambores.
Demandó tres hombres contenerlo...
...y regresarlo a nuestro lado.
El día era nuestro.
No se entonaron canciones.
Tus dioses fueron crueles
al formarte así, amigo Efialtes.
Los espartanos también
fueron crueles al rechazarte.
Pero yo soy generoso.
Todo lo que podrías desear.
Toda la felicidad que puedas imaginar.
Todo el placer que tus colegas griegos
y tus falsos dioses te han negado.
Yo te lo concederé.
Porque soy generoso.
Acéptame como tu rey y como tu dios.
ĦSí!
Conduce a mis soldados
hacia el sendero oculto...
...que termina detrás de
los malditos espartanos...
...y tu dicha será infinita.
Sí, lo quiero todo.
Riqueza, mujeres.
Y una cosa más.
Quiero un uniforme.
Hecho.
Encontrarás que soy generoso.
A diferencia del cruel Leónidas
que te exigía mantenerte de pie...
...yo sólo requiero que te arrodilles.
Una noche hermosa.
Sí, pero no te pedí que vinieras
para hablar trivialidades, Theron.
Estoy seguro de eso.
Nunca ahorraste palabras conmigo.
żPuedo ofrecerte algo?
żUna bebida, quizás?
żEs veneno?
Lamento decepcionarte, sólo es agua.
Me dijeron que ha sido arreglado
para que te presentes ante el Concejo.
Sí.
Necesito tu ayuda...
...para ganar votos y así enviar
el ejército al norte a nuestro rey.
Sí.
Puedo vernos juntos.
Yo, político, tú, guerrera.
Nuestras voces como una.
żPero por qué querría hacer eso?
Eso prueba que te preocupas
por un rey...
...quien, en este momento, lucha
por esta misma agua que bebemos.
Es verdad.
Pero esto es política, no guerra.
- Leónidas es un idealista.
- Conozco muy bien a los de tu clase.
Envías hombres a matar
para tu propio beneficio.
Tu esposo, nuestro rey, ha llevado a
300 de nuestros valientes a una masacre.
Quebró nuestras leyes y partió
sin el consentimiento del Concejo.
- Soy simplemente un realista.
- Eres un oportunista.
Eres tan necia como Leónidas...
...si crees que los hombres
no tienen un precio en este mundo.
Todos los hombres no nacen iguales.
Es el código espartano,
mi pequeña reina.
Admiro tu pasión.
Pero no pienses que tú,
una mujer, incluso una reina...
...puede entrar a la cámara del Concejo
e influenciar las mentes de los hombres.
Esa cámara es mía.
Como si hubiera sido
construida por estas manos.
Podría terminar con tu vida
en este momento.
Irás ante el Concejo pero tus palabras
caerán en oídos sordos.
Leónidas no recibirá refuerzos...
...y si regresa, sin mi ayuda,
irá a la cárcel o algo peor.
- żAmas a tu Esparta?
- Sí.
- żY a tu rey?
- Sí.
Tu esposo lucha por su tierra...
...y por su amor.
żQué tienes tú para ofrecer...
...a cambio de mi ayuda para
enviar a nuestro ejército al norte?
żQué quiere un realista de esta reina?
Creo que lo sabes.
Esto no terminará rápidamente.
No disfrutarás esto.
No soy tu rey.
ĦDilios!
Confío en que ese rasguño
no te haya vuelto inútil.
Para nada, mi señor.
Es sólo un ojo.
Los dioses vieron correcto
concederme otro.
żY el capitán?
Maldice a los dioses y llora solo.
ĦLeónidas!
Estamos deshechos.
Deshechos te digo.
- Destruidos.
- ĦDaxos, cálmate!
Un traidor jorobado ha conducido
a los Inmortales de Jerjes...
...hacia el sendero de cabras
oculto detrás nuestro.
Los focios que apostaste allí
se dispersaron sin luchar.
ĦLa batalla terminó, Leónidas!
ĦLa batalla termina
cuando yo digo que termina!
Por la mañana,
los Inmortales nos rodearán.
Las Puertas Calientes caerán.
ĦEspartanos!
ĦPrepárense para la gloria!
żGloria?
żTe has vuelto loco?
Ahora no se puede tener la gloria.
Sólo retirarse o rendirse o morir.
Esa es una decisión fácil
para nosotros, arcadio.
Los espartanos nunca se retiran.
Los espartanos nunca se rinden.
Vete. Corre la voz.
Deja que todos los griegos que estén
reunidos sepan la verdad de esto.
Deja que cada uno de ellos
busque su propia alma.
Y mientras haces eso...
...busca la tuya.
Mis hombres se irán conmigo.
Buena suerte, Leónidas.
ĦNiños! ĦNiños!
Agrúpense.
No retirarse.
No rendirse.
Esa es la ley de Esparta.
Y por la ley de Esparta,
nos quedaremos y pelearemos.
Y moriremos.
Una nueva era ha comenzado.
Una era de libertad.
ĦY todos sabrán que
trescientos espartanos...
...dieron su último aliento
para defenderla!
Mi amigo.
He vivido toda mi vida
sin arrepentimiento hasta ahora.
No es porque mi hijo...
...dio su vida por su país.
Es que nunca le dije
que él era lo que más amaba.
Que estuvo a mi lado con honor.
Que él era todo lo mejor de mí.
Mi corazón está roto por tu pérdida.
żCorazón?
He llenado mi corazón...
...con odio.
Bien.
ĦDilios!
Vayamos a caminar.
Sí, mi señor.
Pero, señor, estoy en condiciones.
Estoy listo para la batalla.
Eres uno de los mejores.
Pero tienes otro talento a diferencia
de cualquier otro espartano.
Le llevarás mis órdenes finales
al Concejo...
...con fuerza y vigor.
Cuéntales mi historia.
Haz que todos los griegos
sepan qué pasó aquí.
Tienes un gran relato para contar.
Un relato de victoria.
Victoria.
Sí, mi señor.
Señor, żalgún mensaje...
...para la reina?
Nada que necesite palabras.
Cientos se fueron.
Un puñado se quedó.
Sólo uno miró atrás.
ĦEspartanos!
Preparen su desayuno
y coman abundantemente.
ĦPorque esta noche
cenaremos en el infierno!
Ahora le cedo la palabra a...
...la esposa de Leónidas
y reina de Esparta.
Concejales.
Me paro ante ustedes
no sólo como su reina.
Vengo a ustedes como madre.
Vengo a ustedes como esposa.
Vengo a ustedes
como una mujer de Esparta.
Vengo a ustedes con gran humildad.
No estoy aquí para
representar a Leónidas.
Sus acciones hablan más fuerte de
lo que mis palabras podrían hacerlo.
Estoy aquí por esas voces
que no pueden ser oídas.
Madres, hijas, padres e hijos.
Trescientas familias que sangran
por nuestros derechos...
...y por los principios mismos
por los cuales se construyó esta sala.
Estamos en guerra, caballeros.
Debemos enviar a todo
el ejército espartano...
...para ayudar a nuestro rey...
...para la conservación
de no sólo nosotros...
...sino la de nuestros niños.
Envíen al ejército para la
conservación de la libertad.
Envíenlo por la justicia.
Envíenlo por la ley y el orden.
Envíenlo por la razón.
Pero, lo más importante de todo, envíen
nuestro ejército por la esperanza.
Esperanza de que el rey
y sus hombres no hayan sido...
...un desperdicio en las
páginas de la historia.
Que su coraje cree un
vínculo entre nosotros.
Que seamos más fuertes
debido a sus acciones.
Y que la decisiones que tomen hoy
reflejen su valentía.
Trescientos.
Conmovedor.
Elocuente, apasionado.
Pero no cambia el hecho de que su
esposo trajo la guerra hacia nosotros.
Se equivoca.
Jerjes la trajo...
...y antes que él,
su padre Darío, en Maratón.
Los persas no se detendrán hasta que
el único refugio que encontremos...
...sean los escombros y el caos.
Esta cámara no necesita
una lección de historia, mi reina.
Entonces, żqué lección quiere dejar?
żEmpiezo a enumerarlas a todas?
Honor, deber, gloria.
żHabla sobre el honor?
żEl deber? żLa gloria?
żPero qué hay del adulterio?
- żCómo te atreves?
- żCómo me atrevo?
Mírenla, cuidadosamente.
Ella es una embustera
en su verdadera forma.
No juegue con los miembros de
esta cámara sagrada, mi reina.
Hace sólo unas horas,
usted se ofreció a mí.
Si hubiera sido un hombre débil,
todavía tendría su perfume sobre mí.
- Es una atrocidad.
- Habla el hipócrita.
żNo recibió usted un pago similar?
El cual tomó a cambio de que ella...
...tenga una audiencia
con estos nobles hombres.
- Eso es mentira.
- żLo es?
żNo lo invitó usted a
ir a la alcoba del rey?
La misma cama donde
intentó negociar conmigo...
...tan vigorosamente.
Parecen sorprendidos.
Un soborno de carne, caballeros...
...mientras su esposo promueve
la anarquía y la guerra.
Las palabras escapan incluso
de las lenguas más astutas.
Mi pequeña reina prostituta.
ĦQué digno de una reina!
Sáquenla de esta cámara antes
que nos infecte aún más...
...con su vil y asqueroso ser.
Esto no terminará rápido.
No disfrutarás esto.
No soy tu reina.
Traidor.
Traidor, traidor.
Leónidas.
Mis saludos.
Y felicitaciones.
Ciertamente haz convertido
la calamidad en victoria.
A pesar de tu arrogancia insufrible...
...el Rey Dios ha sabido admirar
el valor espartano...
...y sus habilidades en combate.
Puedes hacer un aliado poderoso.
Ríndete, Leónidas.
Usa tu razón. Piensa en tus hombres.
Te lo suplico.
Escucha a tu compañero griego.
Él puede dar fe de la
generosidad del divino.
A pesar de todos tus insultos...
...a pesar de tus
horrendas blasfemias...
...el señor de las huestes
está dispuesto a perdonar todo.
Y a más, a recompensar tus servicios.
Peleas por tus tierras. Consérvalas.
Peleas por Esparta.
Ella será más rica
y poderosa que nunca.
Peleas por tu realeza.
Serás proclamado jefe guerrero
de toda Grecia.
Responsable únicamente ante
el verdadero amo del mundo.
Leónidas. Tu victoria será completa.
Si dejas caer tu armamento y te
arrodillas ante el sagrado Jerjes.
Han pasado más de 30 años
desde el lobo y el frío invierno.
Y ahora, como en ese entonces,
no es miedo lo que lo invade.
Sólo excitación.
Una percepción aumentada de las cosas.
La brisa marina besa frescamente
el sudor de su pecho y su cuello.
El graznido de las gaviotas...
...quejándose mientras devoran
los miles de muertos flotantes.
La firme respiración
de los 300 a su espalda.
Dispuestos a morir por él,
sin un momento de pausa.
Cada uno de ellos,
preparado para morir.
Su yelmo es sofocante.
Su escudo es pesado.
Tu lanza.
Tú.
Efialtes.
Que vivas para siempre.
Leónidas, tu lanza.
ĦStelios!
ĦDespedácenlos!
Su yelmo era sofocante.
Limitaba su visión.
Y necesitaba ver lejos.
Su escudo era pesado.
Le hacía perder el equilibrio.
Y su objetivo estaba lejos.
Los ancianos dicen que los espartanos
descendemos del mismo Hércules.
El audaz Leónidas da
testimonio de nuestro linaje.
Su rugido es largo y fuerte.
Mi rey.
Es un honor morir a tu lado.
Es un honor haber vivido a tu lado.
Mi reina.
Mi esposa.
Mi amor.
Recuérdennos.
La orden más simple
que un rey puede dar.
Recuerden por qué morimos.
Él no deseaba tributos ni cantos.
Ni monumentos,
ni poemas de guerra y valor.
Su deseo fue simple.
Recuérdennos...
...me dijo.
Esa era su esperanza.
A todas las almas libres
que atraviesen ese lugar...
...en todos los incontables
siglos aún por venir...
...que todas nuestras voces
les susurren desde las piedras eternas.
Ve a decirle a los espartanos,
viajero...
...que aquí, por la ley de Esparta,
yacemos.
Así, mi rey murió...
...y mis hermanos murieron.
Apenas hace un año.
Mucho reflexioné sobre las crípticas
palabras de victoria de mi rey...
...y el tiempo le ha dado la razón.
Porque desde los griegos
a griegos libres...
...las palabras esparcidas fueron
que el audaz Leónidas y sus 300...
...tan lejos de casa...
...dejaron sus vidas,
no sólo por Esparta...
...sino por toda Grecia y la promesa
que esta nación guarda.
Y ahora, en esta desastrada
parcela de tierra llamada Platea...
...las hordas de Jerjes
se enfrentan a su destrucción.
Allí nomás, los bárbaros se amontonan.
Caen en pánico, apretando...
...sus corazones con manos heladas.
...sabiendo más que bien qué
horrores inhumanos sufrieron...
...bajo las espadas
y lanzas de los 300.
Sin embargo, están aquí mirando,
a través de la planicie...
...a 10.000 espartanos,
comandando a 30.000 griegos libres.
El enemigo nos excede en número
apenas por 3 a 1.
Buenas posibilidades
para cualquier griego.
Este día, salvaremos al mundo
del misticismo y la tiranía...
...y nos conduciremos a
un futuro más brillante...
...que cualquier cosa
que podamos imaginar.
Den gracias, hombres...
...a Leónidas y a sus valientes 300.
ĦHasta la victoria!