Tip:
Highlight text to annotate it
X
LA PEQUEÑA
Storyville, Nueva Orleans 191 7
¡Maldita sea! ¡Ah!
¡Ay, ah...!
¡No puedo más! ¡Ayúdame!
¡Maldita sea!
¡Maldita sea!
Quiere salir, cariño.
Empuja, a ver qué sale de ahí dentro.
La cabeza ya está casi.
¡Maldita sea!
Dios mío.
Vamos. Vamos.
-Calma, cielo, encontraré a alguien.
-¡Mamá ha tenido al niño!
Vamos, Josephine. Quiere dos.
No puedo. Estoy ocupada.
Llama a Agnes.
-Mamá ha dado a luz. ¡Es un niño!
-¿ Un niño?
¡Maldita sea! He perdido la apuesta.
He pagado dos. Ya estoy listo.
Claro que sí, tesoro,
y llamaremos a alguien agradable.
¡Violet!
Porque vamos a pasarlo en grande.
Ve por Agnes, ¿quieres, cielo?
Dile que suba a la habitación azul.
Vamos a pasarlo en grande.
Es un niño.
Es un niño.
Bueno, Violet, chiquilla,
¿ ya ha acabado todo arriba?
-Es un niño.
-¿ Un niño?
¿Duele mucho tener un hijo?
Violet, estás preguntándoselo
a la persona menos apropiada.
Toca ese trasto, maestro.
Eso haré, desde luego.
Tocaré algo para ese bebé
que ha tenido tu madre,
traído a este mundo cruel
en una noche así contra su voluntad.
Hoy he cumplido 75 años...
y pienso celebrarlo.
No he estado con una mujer
desde hace demasiado tiempo.
No tiene que ser guapa,
sólo paciente.
¿ Qué tal Frieda?
-¿ Cómo está, almirante?
-Hola, Nell.
Ha estado en el mar del Norte.
Ya lo creo,
y ahora estoy de excedencia.
-Bueno, yo...
-Voy a estar aquí mucho tiempo.
Es usted mi tipo de hombre.
Me gusta cómo se mueve.
Sólo quiero que me diga...
que soy guapo, viril, generoso y bueno.
¿ Qué te pasa, Will?
Calla o despertarás a todo el mundo.
Cállate ya.
Violet, ¿ y si llegas a despertarlo?
Pagó la noche entera,
ya sabes cómo es.
-Will me ha despertado a mí.
-No deberías despertarme.
Ya no puedo dormir hasta tarde.
¿De dónde has sacado los pendientes?
Son preciosos.
Da igual de dónde los sacara.
Me los regaló él.
Los ganó en una partida o algo.
Y luego se los gané yo a él.
¡No hagas eso!
Anoche me hizo los agujeros.
Así los gané.
Por suerte estaba borracha.
¿Me los regalarás cuando sea mayor?
¿Estás loca?
Son esmeraldas auténticas.
Si no, no habría dejado que me hiciera
esos horribles agujeros en las orejas.
Tráeme el café. Me encuentro fatal.
Al pasar la barca, me dijo el barquero:
''Las niñas bonitas...
-''no pagan...''
-¡Violet!
Dame el bastón.
Dios mío.
Dame la absenta.
¿Adónde ha ido esa zorra negra
con mi café?
Llévalo con cuidado, Joe.
Deberías destetar a ese niño.
Lo vas a malcriar,
como hiciste con Violet.
Creo que le gusta tener
las tetas grandes.
Antonia, Violet, bajad del poni.
Tengo algo que deciros.
Anoche fui a ver a Mama Mosebery.
Le di dos dólares
por un corazón de tortuga crudo...
para que me trajera suerte en la lotería,
y vi cómo se movía.
-¿Adónde vas?
-No he venido a entretenerte.
Tengo que entregar paquetes arriba.
-¿A qué sabía?
-¿El qué?
-El corazón de tortuga crudo.
-¿Tú qué crees?
Venga, por favor. Dímelo.
Soy hijo de una tortuga gigante, criada
por caimanes con leche de pantera.
Soy un lobo envenenado
de Bitter Creek y esta noche aúllo.
Los vendedores entran
por la puerta de atrás.
-Cuatro, cinco, seis...
-Un vendedor.
Violet, siéntate y acábate la okra.
No estoy criándote
para que se te pudran los dientes.
¿ Qué hace esta sábana aquí?
No es de la casa.
Seis, siete, ocho, nueve...
Mira quién viene.
...once, doce...
Cállate ya. Vamos, pequeño.
Hola. Soy Bellocq.
Busco a Madam Livingston.
¿Recibe visitas?
¡Harry, baja!
Adelante, Monsieur Bellocq.
Venga, pase.
Dios mío,
se ha equivocado de sitio, monsieur.
No nos dedicamos a comprar.
Madam, quizá le suene mi nombre.
He fotografiado el barrio muchas veces.
¿Es usted Madam Livingston?
Sí, monsieur,
y ha venido demasiado temprano.
Todas mis chicas están durmiendo.
Trabajan hasta muy tarde, ¿sabe?
Son las 10:00, monsieur.
Necesito la luz solar.
Para mí, éste es el mejor momento.
Esa joven de allí me iría bien.
Dirijo un burdel bueno
y chapado a la antigua, monsieur,
y usted me parece un poco raro.
¿Fotografías?
¿ Qué es eso?
Yo no atiendo a invertidos.
Si busca algo diferente,
le aseguro que en Nueva Orleans
puede encontrarlo.
Madam, no me hable de Nueva Orleans.
He vivido allí toda mi vida.
Disculpe, monsieur.
¿ Se da cuenta
de que quiero pagar por su tiempo?
Violet, hija, ve por el paquete
que ha traído Red.
¿ Quiere una absenta?
Señora, la luz. Discúlpeme.
Ah, la luz. Lo había olvidado.
Bueno, coja a Hattie. Es muy buena.
Hará todo lo que le pida.
Gracias, señora.
Ve a cuidarle el niño.
¿ Quiere que me quite la ropa?
-No, me gusta como está.
-¿ Quiere que me quede así?
-¿Despeinada? Aún no me he lavado.
-Sí, sí.
No me gusta esa cara.
No es una cara agradable.
-Esto es una cara agradable.
-¡Silencio!
-Ahora necesito silencio.
-Vete, Violet.
No. Es sólo que no debe hablarle.
Es muy guapa. Se le parece mucho.
Sí. Todo el mundo lo dice.
Es mi hermana.
Madre, no es verdad.
Tengo la cara como la de mi madre,
pero la barriga la tengo grande,
como la de todos mis padres.
¿Dónde demonios está
esa maldita zorra?
¡Hattie!
¡Hattie!
Puede que sea un brujo de vudú,
tiene botellas y cosas.
No. Es otro estúpido putero.
Joder, levántate y tráeme algo, mujer.
La cabeza me está matando.
Necesito algo.
Láudano, lo que sea. ¡Por Dios!
A mi madre le están haciendo una foto
y está pagado, así que te aguantas.
Pero hombre,
si sólo vale para una cosa.
¿Por qué iba a querer nadie
sacarle una foto a una mujerzuela?
Perdone, tendré que pedirle
que se aleje.
Debe estar totalmente quieta.
Venga, cielito, ahora vete.
Sólo estás un poco borracho aún.
¿De dónde demonios
has sacado esos pendientes?
¿ Qué?
¡Dame esas esmeraldas,
zorra descerebrada!
¡Me los diste anoche!
¿Por qué iba a darle a una zorra
esmeraldas auténticas?
¡Maldito seas!
¡Apostaste que yo no dejaría
que me hicieras los agujeros...
y lo hice, así que son míos!
-¡Son míos!
-Ah, mi pequeña mujerzuela.
Ya me acuerdo, Hattie, ya me acuerdo.
Ve a la cama
y quítate las medias, pequeña.
Mama Mosebery, tengo vello
alrededor de los pezones...
y estoy harta de quitármelo.
Quítatelo el Viernes Santo.
Entiérralo el mismo día
y nunca volverá a salirte.
¿ Otro vestido nuevo de París?
Es demasiado pronto para un servicio.
Será el cobrador.
Violet, vas a tener suerte.
Vas a tener tantos hombres,
que no sabrás qué hacer con ellos.
No, no, por favor.
Si está ocupada, volveré luego.
No, por favor. Preferiría esperar abajo.
Vamos. Mirad a quién he encontrado
merodeando en el vestíbulo.
Dice que es fotógrafo.
Hola, brujo de vudú,
me han leído la fortuna. Mira.
No, no, no, no, no.
Dice que tiene algo para Hattie,
pero no quiere enseñármelo.
Hattie, ha venido un amigo tuyo,
un caballero.
Disculpen. No quería molestarlas,
señoras, yo...
tengo algo para la Srta. Hattie.
Está en la bañera.
Siempre está en la bañera.
Está indispuesta. Preferiría venir...
-¿ Qué es eso?
-No, no, no.
Preferiría dejarlo para la Srta. Hattie.
No me vengas con ésas.
Tú eres bueno.
¡Eh! ¡Déjame ver tu cámara!
¡Por favor, para! ¡Para!
Por favor, no haga eso.
¡Pare! Por favor.
-Ten cuidado.
-¡Qué guapa está!
-Madre mía, parece un ángel.
-Y todo el mundo sabe que no es así.
Ojalá tuviera una foto mía como ésta.
Podría mandarle una a mis padres.
-¿ Cómo lo hace?
-Qué bonita.
Es magia. Y sólo necesito un segundo.
Pequeña mía, ¿no vas a venir?
Deja que tu papaíto te susurre al oído
Estoy loco por mi bomboncito
Eso es trampa. ¡Me ha hecho trampa!
Ahí están mis cartas, damas y ases.
A ver las suyas.
-Aquí.
-¿ Qué tengo que hacer?
¡Tenía la mano aquí!
¿ Qué demonios es eso?
-Está haciendo trampas.
-¡Suélteme!
Tenía tres ases. No sé qué tiene usted.
¡Estás borracho! ¡Fuera de mi casa!
¿Tu casa?
¡Al cuerno contigo
y con las de tu calaña!
¿No lo sabes, madame?
Sois más ordinarias
que el meado de ballena.
Sois más ordinarias
que el meado de ballena.
¡Highpockets!
¿ Qué le has hecho a...? ¡Dios mío!
¿Dónde diablos está el inútil de Harry?
-Dios mío, lo has matado.
-Espero que sí.
Hattie, hay que estar
a las duras y a las maduras.
Claude, vuelve al piano.
Violet, prepárame una pipa.
No soporto tanto sentimentalismo.
Harry, ven aquí y échalo.
No puedes echarlo.
¡Volverá a matarme!
Mira lo que ese hijo de puta
le ha hecho a mi local.
-No puedes dejar que se muera.
-No ni poco.
Harry, regístrale los bolsillos
y vacíaselos.
-Sólo tiene unos 100 dólares.
-Cógelo todo.
Déjalo en la puerta de Emma Johnson.
¡No!
Entonces, vete.
Hazte las maletas y vete con él.
Y deshazte de ese martillo
que le cayó encima accidentalmente.
No hacemos trabajos de carpintería,
así que no necesitamos martillos.
Hattie, Nell no hablaba en serio.
Algo iría mal cuando tu madre
te llevaba en la barriga.
Sí, algo fue mal. Mi madre era una puta.
Me tuvo en una casa como ésta
y ahora yo soy una puta.
Lo único que sé
es que tengo un hombre encima...
y me temo que voy a coger la gonorrea.
Ya estamos otra vez.
¿Te crees la única puta
de Nueva Orleans que teme enfermar?
Sigue así, ríete.
Acabarás vendiendo gasolina
por una pizca de cocaína.
Haré que vengan por mi baúl.
Todo el mundo tiene derecho
a hacer lo que quiera.
-Quiero ser una persona respetable.
-¿ Con un jugador?
Son esas personas respetables
que tienes encima todas las noches.
Volverás.
¡No, no volveré!
Estoy aquí por algo,
para vivir mi vida al máximo...
y disfrutarla de la misma manera.
Vamos, Violet.
¿Por qué no has hecho la maleta?
No quiero irme.
Violet, soy tu madre.
No. Hasta tú dices siempre
que no lo eres.
Violet, ¿por qué te comportas así?
¿ Qué tienes?
¿ Violet?
¡Violet, estoy hablando contigo!
Dios mío,
tengo un dolor de cabeza terrible.
Voy a quedarme aquí.
Te odio.
De no haber sido por ti,
hace tiempo que habría salido de aquí.
Qué egoísta eres. ¡No es justo!
¿Por qué aquí
todo el mundo hace lo que quiere...
menos yo?
¡Justo cuando tengo una oportunidad
de hacer algo por mí misma!
A veces desearía no haber nacido.
Ésta es Josephine.
Le encantan los jóvenes. ¿ Verdad?
Hola.
Mi verdadero nombre es Hildegarde.
Así me llaman mis amigos.
-¿Eres de Tulane?
-Sí.
Qué valiente.
Señoras, ustedes dos
van a cambiar mi suerte.
¿ Crees que soy guapa?
Sí, claro.
¿ Y las demás? ¿Te gustan?
Bueno, sí.
¿ Y por qué te sientas
noche tras noche?
¿Por qué no subes
con alguna de nosotras?
Eso es cosa mía,
tú deberás averiguarlo.
Eres muy viejo, ¿ verdad?
Sí, muy viejo.
-¿Muy, muy viejo?
-Sí. Muy, muy viejo.
¿ Crees que te morirás pronto?
-No, no creo.
-¿Por qué no?
No me apetece morirme aún.
Soy demasiado joven.
Has dicho que eras viejo.
¿ Cómo vas a ser demasiado joven?
Tengo que mojar el gaznate.
-Creo que morirás pronto.
-¿Por qué?
Porque lo dijo Madam Nell.
Dijo que estarías mejor muerto.
¿Mejor muerto?
La señora dice que te pasa algo,
que eres marica o algo.
Cree que das pena,
porque te pierdes lo divertido de la vida.
Quizá Madam Nell piense
que sabe más de lo que sabe.
-¿ Crees que ella se divierte?
-Es tan feliz como todo el mundo.
¿Te da miedo pillar
alguna enfermedad?
-¿La gonorrea?
-No.
-Entonces ¿por qué?
-¿Te pregunto algo yo a ti?
-No debo explicaciones a una niña.
-No soy una niña.
Perdona, ésa es tu opinión.
Déjame en paz.
Me odias.
No tengo tiempo para odio o amor.
Pequeña, estás llena de vida.
No tienes que llevarte la mía, ¿ verdad?
¿ Qué tenemos aquí?
¿Ahora vende niñas, Madam Nell?
Trata de blancas, ¿eh?
-¿ Sabes besar?
-Claro. Todo el mundo sabe.
Cuidado con él, Violet.
Tiene el corazón como una alcachofa,
una hoja para cada chica...
y una polla al final de cada una de ellas.
Dime, ¿de dónde has sacado
esos bonitos dientes perlados...
y ese hermoso pelo castaño?
Mi madre me pone los dientes
cada mañana con un ganchillo...
y elegí el pelo castaño
porque así no se ve la suciedad.
No. No, no. No, no. No es mi tipo.
Estaba bromeando.
¿ Qué me darás por un masaje?
Un revés, eso te daré.
¿Ha venido alguien a buscarme?
Está otra vez ese horrible viejo.
No seas tan impertinente con él.
Gustarle a ese viejo loco
me sacará de este lugar.
Además, es rico.
Lo sé porque lo busqué
en la guía telefónica...
y vive en St. Charles.
Podría tener cualquier cosa
que quisiera en el mundo,
y me quiere a mí,
y a mí él me importa un rábano.
''A mí, y a mí él me importa un rábano.''
Ésta es mi hija, Violet.
-¿ Cuántos años tienes, Violet?
-No lo sé.
-¿Te gusta?
-Es muy guapa.
Como dijo Nell, sólo puede hacer
el francés. Aún es virgen.
Ya la tengo. Podéis descansar.
Me siento como si fuera a morirme.
Violet, cariño, tráenos algo de beber.
Antes de la guerra,
cerrábamos en verano,
pero desde que pusieron la base naval,
trabajamos todo el año.
-¿Puedo invitarte a beber algo?
-No, gracias.
Tal vez podríamos tomar otra.
¿Te apetece?
Sí. ¿Por qué no?
Mis pechos son muy bonitos.
Son más bonitos
que los de las demás chicas.
¿ Crees que debería
mostrarlos un poco?
Sí, estaría mejor. A ver.
¿ Qué tal?
Tienes la piel muy fina.
-¿Tienes polvos blancos?
-Claro, chéri. Allí.
Ponte en los hombros.
Sí, y en el pecho.
Me encanta
la que le hiciste a *** desnuda.
Está gorda.
*** es preciosa,
pero no me gustó la luz.
¿Estás preparada?
¿Estás satisfecha?
-Pequeña, creo que tendrás que irte.
-¿ Yo?
Échate hacia atrás...
Pon la cabeza aquí.
Sí. ¿Puedes tumbarte de lado?
Eso es.
Y pon la mano detrás de la cabeza.
Eso es. Así está perfecto.
No te muevas. No te muevas nada.
Estás preciosa.
Preciosa.
Estoy muy contento.
Unos segundos y quedará perfecta.
Ahora. No te muevas.
Ésa debería salir muy bonita.
No te muevas.
¡No hagas eso nunca!
¡No sabes lo que podrías haber hecho!
Sólo quería ver la foto.
No he hecho nada.
Violet.
Hay que esperar.
Esto es sólo un negativo.
Hay que revelarlo, imprimirlo y luego...
¡La quieres!
No me digas cómo me siento.
Violet,
lo siento mucho,
pero podrías haber arruinado
un día de trabajo,
tú también deberías sentirlo.
No me digas cómo me siento.
Te conozco. La quieres.
Déjala. Está llamando la atención.
Vamos. Bajemos a comer.
Me gusta más ésa.
¿Dos? Está intentando robarle
a una pobre chica.
Le doy 25 centavos, ni uno más.
Tres cada una.
Se la venderé por un dólar.
¿ Un dólar? Compré la misma blusa
en Canal Street por 50 centavos.
Claro que me gusta que mis mujeres
tengan un poco más de arriba y abajo.
No seas tan descarado conmigo...
o haré que mi bruja de vudú
te ponga grigri en el piano.
Violet, baja y enséñame
la parte delantera del vestido.
Violet, ese vestido no está bien.
Para la desfloración
será mejor que sea de satén rojo.
Por eso eres un *** bobo,
porque piensas así.
Es virgen. ¿ Quieres que se vista
como una zorra de tres al cuarto?
Dios mío, Frieda, qué mal que estás.
-¿ Qué es esto?
-Ábrelo y verás.
Es el noveno hueso
de la cola de un gato ***,
seguro que te dará suerte esta noche.
¡Red Top!
No olvides que ese tipo
está pagando por una virgen...
y ella debe comportarse.
Debes darle la impresión
de que no sabes nada.
Debería ser como una violación.
¿Tú qué sabes?
Podría ser otra clase de hombre,
alguien que quiere que actúe
como le dé la gana.
Lo principal es gimotear y llorar
al principio, cuando empieza,
pero luego tienes que fingir
que te gusta.
Sé lo que hacer. Dejadme en paz.
No actúes como si lo supieras todo.
Así no te darán ni una propina.
Violet, deberías tocarle ahí,
como si fuera accidentalmente.
Ya lo sé. Ya sé todo eso.
Violet, eres una chica guapa.
Sólo necesitas ese vestido...
y un montón de diamantes
para que quede más claro.
Eso ha estado bien.
Más vale que lo disfruten.
Es la última vez que les invito a cenar.
-¡No, por Dios!
-¡Oh, no, no!
¿No es así, Senador?
La armada va a cerrar estos locales.
No puedo enfrentarme
a la Armada de Estados Unidos.
Ya lo intentamos y perdimos.
Siéntate, Violet. Es más fácil.
Cariño, ¿quieres que te ayude
a empolvarte o algo?
-No, sé hacerlo sola.
-De acuerdo.
Dios mío, recuerdo cuando nació,
y ya va a perder la virginidad.
Joder, ***,
sólo tenías seis años cuando nació.
Madre mía, ¡qué guapo eres!
¿Por qué no habías venido nunca?
Eres mi tipo de hombre.
Oh, mira eso.
¿Dónde has estado escondiéndolo?
¿ Cuándo fue la última vez, chéri?
Échate aquí. Hazme tuya, cielo.
Una virgen auténtica.
-¿ Cuántos años tiene?
-¿ Quiere meterme en la cárcel?
Tiene edad suficiente.
La delicadeza más pura
que puede ofrecer Nueva Orleans,
y es su deseo
que uno de ustedes sea el primero.
Si se reúnen conmigo en el salón,
tendrán su oportunidad.
Vamos. Deprisa.
Venga.
Dame el lazo, pequeña.
Vamos.
¿ Cuánto ofrecen, caballeros?
¿No podemos ver antes de comprar?
Muchacho, puedes mirar lo que quieras.
Pero no rompas la mercancía.
¿ Cómo sabemos si es virgen?
¿Les he mentido alguna vez?
La satisfacción está garantizada.
Caballeros, estoy impacientándome.
-Ofrezco 100 dólares.
-¡Sí!
Yo, 120 dólares.
-150.
-¡Oh!
Cincuenta dólares.
Demasiado tarde, Senador.
Qué bonito, Senador. Qué bonito.
No lo olviden, caballeros,
es suave como los labios de un bebé.
-160.
-165.
-1 75.
-180.
Están rebasando mi límite.
¡200 dólares!
-¿200?
-Va a ser demasiado.
Caballeros, caballeros, 210.
Lo supero con 225.
Bien, yo daré 230.
-De acuerdo, 240.
-¡250!
275 dólares, señora.
-280.
-¿De dónde ha salido?
No sé. Nunca lo había visto por aquí.
-No lo sé, pero tiene dinero.
-¡300!
¿Acepta un cheque?
¿ Qué hago yo con un cheque?
Yo tengo dinero en efectivo.
Cuatrocientos dólares.
Joder. ¿ Quién es, Rockefeller?
Eso es demasiado para nosotros.
No tenemos tanto dinero.
Esta noche es nuestra.
Nadie le ha invitado.
-¿ Quién se cree que es?
-¿Por qué no se va a otra parte?
-¡Eh! ¡Cuidado con lo que haces!
-Esperad, amigos. Esperad.
Vendida al hombre
de los 400 en efectivo.
No le discutas.
¿ Quieres whisky?
Joder, no me refería al vaso entero.
Me alegra que seas tú.
¿Por qué te alegra que sea yo?
Tienes buen aspecto
y tienes un bonito pecho.
Siento el calor dentro de mí
a través de mi vestido.
Que se tome la fruta verde,
yo la prefiero madura.
Me revuelve las tripas ver una cosa así.
-¿No hay cerradura?
-Madam Nell las tiene prohibidas.
Maldita sea.
Por 400 dólares,
me gustaría tener la puerta cerrada.
Espero que seas amable conmigo,
es mi primera vez.
¿ Quieres un whisky?
Por favor...
¿ Quieres darte un revolcón?
¿ Seguro que no quieres
darte un revolcón?
Aquí huele mal.
-¿ Se encuentra mal?
-Me encuentro bien.
Me siento bien. Soy feliz.
Me siento bien.
Y seguramente podría
ocuparme personalmente...
de todos los hombres de la casa
si quisiera.
¿ Violet?
Joder.
¡Madam!
¿ Violet?
¡Llamad a un médico! ¡La ha matado!
¡Violet! ¡Mi pequeña!
¿ Violet?
¿ Cariño?
Me gustaría saber
dónde diablos estabais.
Llevo siglos ahí tumbada.
No os importo nada.
Violet, no ha tenido gracia.
Sé que no tiene gracia.
¿Estoy riéndome?
Has tenido uno fuerte, ¿eh?
¿ Ves? De eso se trata.
Quizá ahora nos dejarás dormir
cuando nos encontremos mal.
Sí.
La guerra. A su padre lo mataron,
a su madre la obligaron a trabajar.
Es virgen.
No me importa mucho que sea virgen,
pero dicen que hay alguna enfermedad.
No tengo chicas enfermas, monsieur.
¿ Quién le habló de mi casa?
¿ Un amigo?
Sí, señora.
Si no puede fiarse de un amigo...
¿ Qué le parece? Pura como la nieve.
¿Puedo tomar más vino?
Sí, cara bonita.
-Gracias. Me mimas demasiado.
-Ya lo sé.
Dios mío. Qué susto me he llevado.
Sólo hay dos cosas que hacer
en días de lluvia,
y no me gusta jugar a las cartas.
Propongo un brindis.
Porque acabe pronto la guerra.
-Eso, eso.
-Ja. Porque acabe la guerra.
Cogedlo.
Cógelo.
Vaya.
-Es mala suerte. Significa la muerte.
-Abrid las ventanas y se irá.
No. Debe salir por donde ha entrado.
Voy a coger ese pajarito. Baja. Ven...
Qué bonito, ¿ verdad? Es muy pequeño.
Vamos, cariño, no seas tímido.
Dilo, por favor.
Le he pedido a Hattie que sea mi mujer,
le ha parecido bien,
así que vamos a casarnos.
-Bien. Vamos a tener una boda.
-¿ Cuándo? Porque estamos listas.
Es que vamos a casarnos en su pueblo.
Tengo una casita en St. Louis, Misuri,
y pensé que nos casaríamos allí.
Bueno, Hattie, por fin
has enganchado a uno, ¿eh?
¿ Vas a responderme, Violet?
He tenido que hacerlo así.
No estaba segura de que lo dijera
en serio hasta que ha venido hoy.
Pero tiene el anillo y todo.
Será bueno para nosotras.
Le dije que eras mi hermana.
No sabe que no es verdad.
Se lo diré cuando llegue el momento.
Es una suerte que no le importe
lo del pequeño Will.
¿ Quieres?
Hattie, el tren sale
dentro de media hora.
De acuerdo, cariño. Ya voy.
Cariño, mandaré a alguien
a recogerte. Te lo prometo.
¿Estoy bien?
-Una carta.
-Una carta.
¿No queréis hacer nada?
Es nuestro día libre.
Estamos haciendo algo.
Metes algunos hombres
en una sala llena de putas...
y quieren jugar al póquer.
-Nunca entenderé a los hombres.
-Desde luego.
Aún tenemos a Papa.
¿ Os llevo a todas a la revista?
O podríamos ir al cine.
-Ya sé. Juguemos a las sardinas.
-Sí.
Y Papa... Que sea Papa.
Ni siquiera conozco el juego.
-No lo he oído nunca.
-Lo aprenderás.
Nos lo inventamos. Es muy divertido.
-Es parecido al escondite.
-Sí.
Uno,
dos,
tres,
cuatro,
cinco,
seis,
siete, ocho,
¡nueve, diez!
-Mira debajo de la cama.
-Ya.
No está en la habitación de Agnes.
Maldita sea.
¿Lo habéis encontrado?
¿Papa? Sé que estás aquí.
No he mirado en el cuarto de Gussie.
Maldita sea.
Ha sido fácil. Te he oído respirar.
¿Te ha gustado?
Eh.
Ha sido muy malo. Me ha costado
mantenerlo callado. Entra.
-Sardina.
-Te cogí. Sardina.
¿Está ahí dentro?
Papa no es marica.
Muy bien.
Es una trampa. Le revienta perder.
Dios mío, claro que ha sido una caída.
No tiene gracia.
Creo que me he roto algo.
Sí, has roto algo, eso sí.
¿ Qué más quieres? ¿ Quieres más?
Te quiero.
¿ Qué tal un detalle para el maestro?
-¿ Qué será de ella ahora?
-¿ Qué mosca te ha picado?
No tienes que preocuparte por ella.
Ha ganado mucho dinero.
Puede hacer lo que quiera.
Sólo tiene 12 años.
Está totalmente sola.
Bellocq, estás enamorado de ella.
-No sea absurda.
-Lo he visto cientos de veces.
Soy vieja y la vida es muy larga.
Deja de canturrear.
Nueve. Gracias. Tengo un nueve.
No hay de qué.
Sabía que lo necesitabas.
Cinco. ¿ Qué me ha salido?
-Ocho.
-Ocho.
-Gracias.
-De nada.
Tengo un ocho. Voy ganando. Muy bien.
Cinco.
Nueve.
Estoy aquí pensando que estoy lista
para que me hagas una foto mía.
-Violet, vete, por favor.
-Vete, Violet.
Tengo un cinco.
He ganado.
Eres tonto y viejo.
Red Top,
cuando crezcas y tengas barba y bigote,
pensaré que eres muy guapo,
y lo haré contigo
intensamente y mucho tiempo.
Sobre todo yo, porque soy el amante.
Seguro que ninguno de vosotros
ha hecho nada.
Ayer hice un poco.
Todas las chicas del barrio
me lo hacen gratis.
Sí.
-Nonny, nunca lo has hecho, ¿ verdad?
-Claro que sí. Montones de veces.
Dime qué se siente.
Te sientes bien.
Dios mío, ¿qué más quieres?
Dime qué se siente exactamente.
Sé qué se siente,
pero no sé cómo describirlo.
Te da un cosquilleo por la espalda...
y una sensación rara
empieza a subir por los pies.
-Hazlo, Nonny.
-¿ Qué? Debes de estar loca.
-Házmelo ahora. Demuestra que sabes.
-¿Tú tan grande y yo tan pequeño?
Ven aquí.
Voy a hacerte mi amante, Nonny.
Lo haré contigo
intensamente y mucho tiempo.
¡Dejad que me levante!
-¿ Qué tienes que decir, muchacho?
-Nada.
No va a decir nada.
Violet, tesoro, eres muy descarada,
y tal y como te has criado,
no sabes nada del mundo real.
Las personas blancas y las de color
no se mezclan...
en eso.
Puedo hacer lo que quiera. Todo
el mundo lo hace con todo el mundo.
¿ Y los de color?
¿ Ves hombres de color arriba
para hacer eso?
No, Violet.
Soy una mujer de iglesia,
casada por un pastor...
y debo decirte
que tienes que dejar en paz a mi Nonny.
Has llegado demasiado lejos, Violet.
Ya lo creo.
¡Harry!
¡Suéltame!
¡Suéltame!
¡No! ¡Harry!
¡Suéltame!
¡No!
No se debe pegar a un niño.
Sólo la enseñará a pegar a los demás.
Yo dirijo mi negocio,
tú ocúpate del tuyo, Papa.
No me ha dolido.
Tiene el culo
igual de duro que la cabeza.
Papa, ¿seguro que no te quedarás
a cenar?
No. No, gracias.
-¿ Cómo me has encontrado?
-Lo busqué en la guía telefónica.
-A cualquiera se le ocurre.
-No tengo teléfono, Violet.
Te he seguido hasta aquí.
Muchas veces.
¿Has cenado?
-¿ Qué es todo esto?
-He estado trabajando.
¿Ése es tu trabajo? ¿Fotografiar?
Sí. Así me gano la vida.
Dios mío, eso es muy fácil.
Bueno, más fácil
que trabajar en una casa.
¿Has decidido escapar?
-¿Dónde duermes?
-Arriba.
Quiero verlo.
-¿Por qué cierras con llave?
-No sé. Es una costumbre.
A veces los niños entran a la casa.
¿Por qué?
Supongo que sienten curiosidad
por mí y mi cámara.
-El barrio se ha vuelto malo.
-¿Por qué?
''¿Por qué? ¿Por qué?'' No sé por qué.
Por las casas de putas.
¿Por qué no tienes electricidad?
Me gusta esta habitación.
Al pasar la barca...
Ya la has hecho, ¿eh?
¿ Violet?
¿Puedo quedarme aquí?
Sí, si quieres.
Sí. ¿Dormirás conmigo y me cuidarás?
No.
¿Por qué no?
Porque...
No estoy seguro de por qué.
Me tienes miedo.
Quizá.
Quiero que seas mi amante
y me compres medias y ropa y...
No sabes lo que dices, Violet.
No te cobraré nada,
podrás visitarme en la casa...
y ser mi querido.
Pensaba que te habías escapado
de la casa.
Sí. No pueden pegarme así.
No, a mí no.
-Estoy totalmente de acuerdo.
-¿ Sí?
Si no, debería haberte pegado
por romperme la cama.
-Una vez me pegaste.
-Sí, y lo siento.
Quieres a mi madre más que a mí.
Sé más que tú de esas cosas.
Siempre sabes esas cosas
de los hombres si eres una mujer.
Algunos hombres son distintos.
Yo soy distinto.
Bueno,
puede que no, después de todo,
porque soy todo tuyo, Violet.
¿Todo mío?
Sí.
¿ Qué más quieres? ¿ Quieres más?
Te quiero.
Voy a hacerte muy feliz.
Eres mi tipo de hombre. En serio.
Soy muy buena, ¿sabes, chéri?
No me hables así, por favor.
No hables como una puta.
Entonces ¿qué quieres que diga?
Siento algo dentro de mí y lo digo,
y cuando te vas, me duele aquí.
Puede que tengas hambre.
Y ¿qué tienen de malo las putas?
Pensaba que te caíamos bien.
Todo el mundo dice que soy guapa
y que me desarrollaré pronto,
y les gusto a todos los demás.
¿A ti no te gusto?
He ido al mercado (francés)
Volveré pronto. Papa
Me dejaste sola.
Te dejé una nota.
Aún no sé leer.
-Te he traído un regalo.
-¿ Un regalo? ¿Dónde está?
¿Dónde está?
Es preciosa.
¿Por qué me has comprado
una muñeca?
-Todas las niñas deberían tener una.
-¿ Soy una niña para ti?
Violet.
¡Violet!
¡Violet!
Violet, ¿qué tienes?
¿ Qué te pasa, Violet?
¡Violet, estoy hablando contigo!
Tengo un dolor de cabeza terrible.
Qué egoísta eres, Violet. No es justo.
Todo el mundo hace lo que quiere
menos yo.
Violet, ¿has cogido las botellas
que dejé encima de la mesa del salón?
-¿Las de los tapones de cristal?
-Sí.
Sí, estuve jugando con ellas.
¿ Qué hiciste
con lo que llevaban dentro?
Lo tiré.
Dios mío, Violet, era nitrato de plata.
Es para las fotografías.
-¿ Cómo pudiste hacer una cosa así?
-Olía muy mal.
Por culpa de tu descuido,
tengo que ir al centro...
para reponer esos productos,
y son muy caros.
¿Por qué lloras?
Lloro de alegría y para entretenerme.
¿ Quieres venir conmigo?
No.
¿ Qué es eso?
-¿El qué?
-Esa ropa.
Ah. Es un pijama.
¿No irás a decirme
que nunca habías visto un pijama?
Ninguno de los puteros que he visto
llevaba una cosa así.
Estoy cansada de estar tumbada aquí.
Si te hubieras quedado quieta
un segundo más,
la habría hecho.
Contigo siempre es un segundo más.
¿Por qué quieres fotografiarme
constantemente?
Estoy cansado
de tener que pactar con una niña.
No tengo por qué quedarme aquí
a escuchar cómo me gritas.
Me voy,
y ya no tendrás a nadie
a quien fotografiar.
Así me lo pagas.
¿Pagarte qué? ¿Por qué?
No te debo nada.
Vete. Violet, vete antes de que te mate.
Si destruyes otra de mis fotografías...
¿A quién le importan tus fotografías?
¿ Quién las compra? Nadie.
EL PECADO APESTA
Pecadores.
¡Pecadores!
Estos agujeros apestosos...
están habitados por 1 .500 ángeles
de la muerte y condenación.
Cuatro arpías en palacios de culpa
hacen peligrar la virtud de la inocencia.
Hermanos, ¿qué podemos hacer...
por la debilidad de hombres lujuriosos
y mujeres ligeras?
Violet, ¿dónde estabas?
Será mejor que salgamos de aquí.
Si nos pillan,
nos llevarán a El Buen Samaritano.
Hermanos y hermanas, uníos.
Estúpidos puritanos.
Nell dice que son hombres cachondos
que vienen a fisgonear.
Esta vez van en serio.
Mama Mosebery dice
que van a cerrarlo todo.
-¿ Qué pasará si lo hacen?
-No lo sé.
-¿ Qué será de mí?
-Puedes ser mi querido.
Se ha vuelto loca.
Te lo he dicho. Hasta Madam Nell.
El ojo del mal está sobre nosotros.
Mira, círculos de sal.
Alguien le hizo un maleficio.
Ola Mae, toma este agua bendita...
y lava la cocina
y la habitación de la Srta. Nell.
En Roma,
en tiempos como éstos,
llegaban los bárbaros. Vaya que sí.
La historia se repite.
He oído el timbre.
¿Dónde está todo el mundo?
La muerte los mantiene alejados.
La muerte tiene razones,
buenas razones.
Cállate ya, ¿quieres? Cállate.
Perdón.
Sucios zafios de modales ordinarios.
Sucios zafios de modales ordinarios.
Si cambias de opinión,
estaremos una hora en la estación.
-Adiós.
-Vamos, niños. Vámonos.
Un piano horrible, en cierto modo.
Qué bien estás.
Violet, muchacha, iremos a Chicago.
Chicago es la ciudad del dinero.
Pasaremos un tiempo allí.
lremos al norte
desde la estación de Nueva Orleans.
Eh.
Cuidado. Tiene un armazón delicado.
¿Adónde vas, Violet?
¿Dónde está esa mala madre tuya?
-Recibí una postal de ella, y una carta.
-Sin remite, ¿no?
-No habléis de ella.
-Ya, me rompes el corazón.
Papa, ¿qué haces aquí?
Voy a casarme contigo.
¿Puedo invitar a las chicas?
Pero Antonia, Justine,
Odette y Josephine se van.
-¿Podemos ir a recogerlas?
-Claro.
¿ Qué me pongo?
Puedes ponerte
lo que te dicte el corazón,
siempre y cuando te cases conmigo.
De padre desconocido
y la madre abandonó a la niña.
Mi madre se llamaba Hildegarde.
Hildegarde Marr. M-A-R-R.
-¿Era caucásica?
-Era puta, padre.
Lo que Dios ha unido,
que no lo separe el hombre.
Puedes besar a la novia.
Papa, allí hay un buen sitio.
¡No, no!
Da la vuelta, Papa.
El otro sitio era mejor.
Siéntate.
¡Dios mío!
Bueno.
Tendremos que bajar y empujar.
Es que llevo mi vestido nuevo
para Chicago.
Todas llevamos el vestido nuevo, boba.
Vamos a quitarnos la ropa
y a celebrarlo.
Yo no pienso bajar, ni hablar.
¡Vamos, Frieda!
-Pásame más ostras.
-¿Alguien quiere salsa?
Ah, sí.
Prueba esto, Odette.
-Papa, ven a comer.
-Sí, ya voy.
Papa, aún no has comido nada.
Come.
Hoy vais a divertiros.
¿ Cómo es que un hombre
tiene tantas mujeres?
Se ha casado hoy.
Adivina con quién se ha casado.
Eso da igual,
porque es el hijo de puta más suertudo
que he visto en el día de su boda.
¿Por qué llamas?
Tienes todo lo que necesitas.
Quiero chocolate caliente con brandy.
Hoy me encuentro pachucha.
Lo siento. ¿ Qué es esta vez?
Ya lo sabes.
Sí, claro, lo olvidé.
Hoy voy a dormir todo el día.
¿ Qué diferencia hay
desde hace dos semanas?
Tráeme un cacao.
Y la botella de brandy.
¿ Sabes...?
O sea, ¿te enseñaron las chicas...
a no quedarte embarazada?
Quiero decir, ¿sabías que...?
No me hables de eso.
No me digas cosas que ya sé.
Una cabeza dura estropea el cocido.
Eso decía Ola Mae de mí.
Ya lo sé.
-Violet.
-¿Mamá?
Sí, es mamá.
Violet. Mi niña. Mi amor.
Cuánto has crecido.
Hemos estado buscándote
por todas partes.
Vamos allá.
No pasa nada.
Se lo conté todo sobre ti, Violet,
y él insistió
en que viniéramos a recogerte.
Hueles bien, mamá.
Tenemos una casa grande y preciosa
en St. Louis.
El Sr. Fuller es
contratista de pavimentos.
Ha pavimentado
casi todas las calles de St. Louis...
y quiere que vengas con nosotros.
Pero si yo vivo aquí.
Con Papa. Papa y yo estamos casados.
Sra. Fuller,
me alegra ver que le va tan bien,
y al pequeño Will.
El Sr. Fuller y yo
no queremos nada con usted.
Hemos tenido que ir a sitios horribles
para saber dónde estaban.
Hattie, estamos casados,
así que para ya.
Sin mi consentimiento no es legal.
El Sr. Fuller se ha ocupado de eso.
La abandonaste. No quiero ser cruel...
¿ Cómo puedes decir eso?
¡No hice tal cosa!
Sr. Bellocq, sea razonable.
Quiero mandar a Violet a la escuela,
debe ser educada como es debido.
Sé que en muchos aspectos,
no tenemos derecho
a creernos superiores,
pero la Sra. Fuller
ha superado su pasado...
y quiere lo mismo para Violet.
¡No pueden llevársela!
No puedo vivir sin ella.
Eso es todo.
Papa, puedes venir con nosotros.
Vamos, Violet.
No hace falta que cojas nada.
Compraremos lo necesario
en Canal Street...
mientras esperamos el tren.
¿No podemos irnos todos?
¿Estáis listas?
Un momento.
-Eso es. Ya está mejor.
-Ya estamos listos.
Acercaos más.
Bien. Vamos a tomar otra.
Bien.
Bien.
-¿ Qué te pasa, cielo?
-¿Está bien?
Está bien.
Todos queréis que se esté quieto.
Asegúrate de sacar a Violet.