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117 D.C.
EL IMPERlO ROMANO SE EXTENDÍA
DESDE EL DESIERTO AFRICANO
AL MAR CASPIO,
PERO SU FRONTERA MÁS ALEJADA
E INDOMABLE
ERA LA DEL NORTE DE BRETAÑA.
EN ESTA TIERRA IMPLACABLE,
EL EJÉRCITO ROMANO ENCONTRÓ
LA RESISTENCIA FEROZ
DEL PUEBLO CONOCIDO
COMO LOS PICTOS.
EMPLEANDO TÁCTICAS DE GUERRILLA
Y EL TERRENO PARA SU PROVECHO,
LE PUSIERON UN ALTO A LA INVASIÓN.
EL ESTANCAMIENTO
HA DURADO CASI 20 AÑOS.
ROMA HA DADO ÓRDENES
DE ACABAR CON EL ESTANCAMIENTO
POR TODOS LOS MEDIOS NECESARIOS...
CENTURIÓN
Mi nombre es Quinto Días.
Soy un soldado de Roma.
Y esto no es ni el comienzo
ni el final de mi historia.
2 SEMANAS ANTES
lNCH-TUTH-lL
FUERTE FRONTERIZO
MÁS SEPTENTRIONAL
Dos años en la frontera.
Este lugar es el culo del mundo.
Hasta la tierra nos quiere muertos.
Centurión Días, hace demasiado frío
para estar de guardia.
No es mi guardia.
Sólo me preguntaba
qué hay allá afuera.
La patrulla regresa
al amanecer.
Debería dormir un poco.
Cuanto más nos quedamos,
más se meten el frío y la humedad
en nuestros huesos.
Y la lluvia sólo abre camino al ataque
punzante del viento norte.
Mientras que perdemos a hombres
valientes por pietín y congelación,
el rey picto Górlacon
envía a sus partidas de guerra
para hacer redadas en la frontera
a voluntad.
- Caballeros.
- Buenas noches, señor.
Una noche fría en el frente.
Mi padre creía que,
para derrotar a un enemigo realmente,
debes conocerlo mejor que a ti mismo.
Yo conozco bien a este enemigo.
Sólo juegan a su favor
y no son atraídos al combate abierto.
En cambio, escarban la costra
hasta que sangramos,
ocultándose en las sombras
como animales,
atacando rápido y fuerte,
y luego desapareciendo de nuevo
en la noche.
Cuando llega el amanecer,
contamos nuestras pérdidas
y sembramos la tierra
con nuestros muertos.
Éste es un nuevo tipo de guerra...
una guerra sin honor,
sin fin.
A las armas. A las armas.
Marcos, ve a ver a Agrícola.
El portón. Muévete.
Muévete, soldado.
- Grato.
- Sálvate.
VETE AL lNFlERNO.
DEBERÍAMOS MATARLOS A TODOS.
ÉSTE PODRÍA SERNOS ÚTlL.
VENDRÁ CON NOSOTROS.
Virilo. Virilo.
Virilo.
YORK
FUERTE DE LA NOVENA LEGIÓN
El ganador.
Sí.
De nuevo.
Suficiente.
Opusiste buena resistencia.
Ahora bebes conmigo.
Septo, más cerveza.
De nuevo, Virilo.
Eres un ebrio...
un ebrio feo.
Y no muy inteligente.
¿10 veces no alcanzan
para saber cuando estás derrotado?
Maldito seas. De nuevo.
Una vez más.
Septo, tú decides.
Y cuida mi flanco.
Vamos.
Virilo. Virilo.
Virilo. Virilo.
Mal perdedor.
¿Septo?
¿Qué están esperando, una orden?
Métanse allí.
Maldición, eso pondrá a un hombre
sobrio rápido.
¿Cuándo aprenderá la gente
a no meterse con la Novena?
Sabes, algunos dicen que es irregular
que seas visto bebiendo con los hombres
de la Legión.
Septo, viejo amigo,
ellos olvidan que soy hombre
de la Legión.
Soldado, ¿has estado peleando?
Pelear es mi trabajo.
Tengo un mensaje para tu general.
Ahora indícame en qué dirección está
antes de que haga que te flagelen.
¿Quién eres tú?
El embajador personal
del gobernador Agrícola.
Entonces sugiero que te bajes
de ese caballo
y me des tu mensaje antes
de que yo ordene tu flagelación.
General, señor, sería
un placer para mí.
Se cancelan los francos. Agrícola
moviliza a la Novena.
Vamos a la guerra, Septo.
Alerta a los legados que levanten
campamento y preparen a los hombres.
Señor.
Disculpe, General, señor.
Regresa con Agrícola enseguida. Dile
que saldremos en menos de una hora.
Sí, General.
Bastardo.
HORA DE MORIR, ROMANO.
Aeron...
Górlacon...
era granjero hasta que su esposa
fue asesinada.
Entonces abandonó el arado
y tomó la espada.
Él cambió el modo en que peleaban
los pictos.
Funcionó.
Él cambió la situación.
Entonces lo hicieron rey.
NO ME RENDIRÉ.
¿Cuáles son las intenciones de Agrícola
hacia mi gente?
Maldito seas, picto.
¿Cuándo enviará sus ejércitos al norte?
Soy un soldado de Roma.
No me rendiré.
CONOCE A TU ENEMlGO, HlJO MÍO.
Roma te hará sangrar por esto.
Tú primero, centurión.
CARLISLE, CUARTEL GENERAL
DE JULIO AGRÍCOLA,
GOBERNADOR DE BRETAÑA
No me importa cómo lo haga,
sólo elimínelos.
Tráigame a Górlacon encadenado.
Gobernador, Ud. es el político.
Yo sólo soy un simple soldado.
Pero no soy tan tonto
como para no poder ver
que está buscando
un camino de regreso a Roma.
Mis huesos anhelan Roma.
Este lugar es el cementerio
de la ambición.
Y de los hombres.
Y no sacrificaré a los míos
para ser peones en su juego.
Ya veo.
Seamos francos, General.
La conquista de Bretaña
es una causa perdida.
Con un ataque audaz,
podríamos cambiar todo eso.
Con la Novena Legión a su mando,
podemos aplastar a este enemigo.
Ud. y sus hombres podrían retirarse
con riqueza y honor.
Mis hombres tienen suficiente honor.
¿El suficiente para desobedecer
una orden directa?
Bueno...
Para matar a la serpiente,
hay que cortarle la cabeza.
Tengo que hallar a Górlacon.
Para eso tengo en mente
a alguien especial.
General Virilo,
le presento a Etain,
mi rastreadora brigante.
No puede hablar, pero puede
cazar cualquier cosa,
sobre cualquier terreno.
Juro que es parte loba.
Me disculpo por la representación
teatral pero quería demostrar algo.
Los esclavos no cuestan nada.
La confianza no tiene precio.
No sé si pelear con ella o...
Es muda, no sorda.
Tengo mis propios exploradores.
No como ella.
Conoce a los pictos:
Sus caminos, sus escondites.
Ella los guiará a las montañas.
¿Por qué se sienta allí?
- Te ha estado observando...
- Lo sé.
Lo sé. Me he dado cuenta.
No puede quitarte los ojos de encima.
Vamos. Vamos, chiquita.
Es muda, bastardo tonto.
No tiene lengua en la cabeza,
insensato.
Yo no me acercaría demasiado.
¿No tiene lengua?
Es perfecto, sabes.
- Más lugar...
- Yo no me le acercaría, amigo.
- Más lugar para esto.
- Ten cuidado.
Creo que eso es ""muérete""
en picto.
Debe ser buena rastreadora
si puede hallar tu verga.
Creo que es amor.
Esta vez lo intentaré
con el perro.
lnforme.
Tres jinetes pictos y uno más,
un prisionero, a pie.
Creo que podría ser romano.
Centurión Remo,
tome la columna.
No se levanten. No se levanten.
No se levanten.
No le sacaremos nada.
Bueno, no podemos llevar prisioneros
en la marcha. Ya sabes qué hacer.
- ¿Cara o barco?
- Cara.
Yo gano.
Lo siento, amigo.
Órdenes son órdenes.
Oye.
Gracias a los dioses
que me hallaron.
No deberías agradecérselo
a los dioses, sino a ella...
Etain, nuestra exploradora picta.
Ella te halló.
¿Cómo te llamas, soldado?
Mi nombre es Quinto Días,
segundo al mando,
fuerte fronterizo
de lnch-tuth-il.
Lamentamos no haber podido
llegar antes.
- ¿Son la columna de relevo?
- No exactamente.
Soy Tito Flavio Virilo,
comandante de la Novena Legión.
Hemos venido buscando pelea.
Y la encontrarán.
- General.
- Centurión Días.
Ja. Ahora pareces romano.
- ¿Cómo te sientes?
- Cortes y moretones, señor...
nada que no sane con tiempo.
Pues a veces hay cicatrices
que no pueden verse.
Escapaste de las garras
de Górlacon,
pero debo pedirte que regreses con
nosotros a la madriguera del león.
Es mejor regresar a la pelea, General.
Dicho como un soldado.
Gladiador.
Mi padre fue Escipión Días.
Yo lo vi ganar el combate
que le consiguió su libertad.
Era magnífico.
Él me enseñó a pelear
y a escoger mis batallas.
Ven a conocer a los hombres.
- ¿Septo?
- Señor.
- General.
- General.
Dale un trago a este hombre.
Creo que se lo merece.
Ven, acompáñanos. Entra en calor.
- Toma un trago bien ganado.
- Gracias.
Mañana cabalgarás a mi lado.
Pensé que podrías enseñarme algo
sobre la hospitalidad picta.
- Thax. Bothos.
- Señor.
- Septo, estaré haciendo mis rondas.
- Señor.
Buenas noches, General.
No les entiendo una palabra
a estos pictos.
Si alguna vez me atrapan,
estoy jodido.
Nunca he visto a un general
tan querido por sus hombres.
Pues en el entrenamiento,
es nuestro maestro;
en el festín,
es nuestro padre;
en las filas,
es nuestro hermano;
y en la batalla, es el dios al que oramos
para salvar nuestras almas.
- ¿Dónde leíste eso?
- Está escrito en la letrina, señor.
Probablemente lo escribió él mismo.
Es un bastardo implacable
y temerario.
Y yo moriría por él sin dudarlo.
- Es una trampa.
- Columna.
Fórmense. Fórmense.
Rápido. Vamos.
Desmonten. Lleven los caballos
a la retaguardia.
Formación ajustada.
Rápidamente.
- Preparados, muchachos.
- Escudos.
Vigilando.
No importa lo que salga
de esa bruma, muchachos,
Uds. mantendrán este frente.
Quinto, dirígete atrás.
Halla al centurión Remo;
dile que haga retroceder a la columna.
- Abran paso.
- Sigan vigilando.
Prepárense.
Vigilando.
No muevan el frente.
De pie.
- Quinto.
- Bothos.
- Sobreviviste.
- Sí. Este hombre salvó mi vida.
Brick, ven.
- ¿El general?
- No.
Debemos movernos.
- ¿Puedes hacerlo?
- Sí. Sí.
Vamos.
Pongámonos en marcha.
En el caos de la batalla,
cuando el suelo bajo tus pies
es una mezcla de sangre,
vómito, orina,
y las entrañas de amigos
y enemigos por igual,
es fácil acudir a los dioses
buscando salvación.
Pero son los soldados
quienes combaten
y los soldados
quienes mueren.
Y los dioses nunca hacen nada.
- Thax.
- Gracias a los dioses sobrevivimos.
¿Sólo Uds.?
Macros, del segundo cohorte.
Leónidas, explorador júnior
y peltasta.
- ¿Somos todo lo que queda?
- Nos sorprendieron.
Es todo. Hora de ir a casa.
Tenemos que hallar el cuerpo
del general.
Se merece una tumba
más noble que ésta.
- El general sigue vivo.
- ¿Estás seguro?
Los vi llevárselo encadenado.
- ¿En qué dirección?
- Al norte.
- Entonces iremos al norte.
- ¿lrías tras los pictos?
Tendrán patrullas revisando estos bosques
buscando supervivientes.
Daría igual que nos degolláramos aquí.
Si el general está vivo,
es nuestro deber.
¿De dónde saliste?
De las cocinas.
Buen trabajo, soldado.
Me llamo Tarak.
No soy soldado;
soy cocinero.
Ya no.
Junten lo que puedan:
Víveres, armas.
Quítense las armaduras.
Viajaremos sin mucha carga.
Diablos. El tal Macros
puede moverse.
Solía ser maratonista
antes de unirse al ejército.
¿Cómo lo sabes?
Preparaba la comida;
lo sé todo.
Cúbranse.
Sabía que nunca debimos haber
confiado en esa perra.
Sé adónde se han llevado
al general.
Muévanse.
Por aquí... la cueva.
Suban esas montañas. Suban.
Tomen, comida.
No. Son venenosos.
Pueden matarlos en minutos.
Para el ojo aficionado,
se ven similares a estos,
que son deliciosos.
Gracias.
Tarak.
Es asirio, ¿no?
Sí.
Pero no es mi verdadero nombre.
Me lo dieron.
- ¿Cuál es tu verdadero nombre?
- Dudo que puedas pronunciarlo.
Es de las montañas de Hindukush,
donde nací.
Leónidas, ¿no?
- Mi padre es griego, señor.
- Acércate al fuego.
- ¿De dónde eres tú, Bothos?
- Soy del ejército.
Es todo lo que he conocido.
Me recogieron de la calle,
me entrenaron,
me dijeron que podía mejorar.
Dime, Bothos,
¿te siente mejor
o peor?
¿Macros?
Escapé con mi vida
de Numidia al salir corriendo.
No paré hasta llegar a Grecia.
Luego corrí por deporte.
Ahora corro por mi vida de nuevo.
Todos estamos muy lejos de casa.
Se suponía que fuera
mi último turno de servicio.
Aún podría serlo.
Contemplaba una granja en Toscana,
donde el sol calienta la piel.
¿Brick?
¿Qué tipo de nombre es ése,
de todos modos?
El diminutivo de Ubrickulio, señor.
Tu madre debe haber sido sabia.
Era toda una cómica.
Te llamaremos Brick, entonces.
Duerman un poco.
Yo haré la primera guardia.
- General.
- ¿Dónde están mis hombres?
Con sus dioses.
Traidora.
Ella respondería a su acusación,
pero no puede hablar.
¿Sabe por qué?
Era una niña cuando llegó
a nosotros buscando santuario.
Su propia aldea había sido masacrada
como castigo por resistirse
al dominio romano.
Para dar el ejemplo, le quemaron
los ojos a su padre.
Violaron a su madre hasta que ella
rogaba morir.
Etain fue obligada a mirar
antes de ser violada también.
Y finalmente le cortaron la lengua
para que no pudiera hablar mal
del maldito lmperio Romano.
Ella huyó al norte
y vino a nosotros buscando refugio.
La criamos y la volvimos
una de nosotros.
Y cuando se hizo mayor,
se las enviamos de regreso a Uds.
para fingir lealtad y entregárnoslos
a nuestras manos.
El ejército continúa disperso.
Cuando esté oscuro, entraremos.
Vamos.
Perro picto.
Vamos. Vamos.
Brick, Bothos, conmigo.
El resto de Uds., observen
el perímetro.
- General.
- ¿La Legión?
Quedamos sólo yo
y un pequeño cohorte.
Ay, demonios.
Maldición.
Déjenme.
- Ven aquí. Ven aquí.
- No.
Cállate.
- Diablos. Necesitamos un hacha.
- Váyanse.
No lo abandonaremos, señor.
Lo que queda de la legión
está bajo tu mando.
Ahora váyanse.
Debemos irnos.
Váyanse ahora.
Llévalos a casa.
Eso es por la Novena.
¿Dónde está Thax?
Tuve que ocuparme de un problemita.
Tengo el casco del general.
¿Dónde está?
- No pudimos liberarlo.
- Tú... tú...
Vamos.
Hemos venido hasta aquí por nada.
Maldición.
¿Ves lo que has hecho?
Antes de morir,
sabe que los hombres que hicieron esto
no vivirán para contar tu historia.
Pues terminemos de una vez,
entonces.
Tus amigos romanos deberían
haberlo sabido:
El hierro viejo no se dobla,
se rompe.
¿Qué están esperando?
¿Me tienen miedo?
¿Ningún hombre es
suficientemente valiente?
Veamos de qué estás hecha, loba.
Vamos.
Andando. Debemos seguir moviéndonos
- mientras tengamos la ventaja.
- ¿A pie, sobre esto?
Debemos ir adonde sea
que ellos duden ir.
Seguiremos moviéndonos... al norte.
Pero nuestros frentes
están al sur.
Y allí es donde
estarán buscándonos.
Miren, no podemos superarlos,
así que debemos ser más inteligentes.
lremos al norte, los despistaremos,
y regresaremos...
por el oeste, y luego al sur.
Puede tomar días,
semanas incluso.
Pero estamos tan adentro
de las líneas enemigas,
que es nuestra única oportunidad
de regresar a casa.
Vamos.
Entonces necesitarás esto, centurión.
ETAlN, ERES Ml FURlA.
ENVÍEN SUS CUERPOS AL lNFlERNO
Y TRÁlGANME SUS CABEZAS.
Cuando los pictos te persiguen,
nunca se detienen.
Pueden correr durante horas,
cabalgar durante días.
Apenas comen y raramente duermen.
Etain, como los lobos,
ha aprendido a cazar desde que nació.
Es en parte un sentido,
y en parte instinto.
Ella puede leer el terreno,
buscar señales de paso,
perseguir su presa hasta atraparla
y acercarse para matarla.
Ahora caza romanos.
Ahora nosotros somos la presa.
Muévanse. Sigan moviéndose.
Cielos.
Leo, tenemos que seguir moviéndonos.
- No, necesitamos descansar.
- No puedo seguir. Tengo demasiado frío.
Ven, cárgalo.
Brick, halla un refugio...
cualquier lugar fuera de este viento.
Suficiente. Ayúdame.
Nos está demorando.
Sólo dame la orden
y me encargaré de ello.
Vivimos unidos o morimos divididos...
comenzando contigo.
Puedes aguantarte, si quieres,
pero ni bien pueda,
me ocuparé de mí mismo.
Es tu funeral.
Cuando se pintan el rostro
con añil,
es más que una simple decoración;
es un rito sagrado.
Para los pictos, significa
que preferirían morir a fracasar.
Significa que para ellos
no hay vuelta atrás.
Estos hombres son los mejores
que haya visto.
¿Tengo la suficiente valía
para guiarlos?
Mi padre me enseñó que,
en la vida,
el deber y el honor importan
por sobre todas las cosas.
Un hombre sin su palabra
no es mejor
que una bestia.
Le prometí a un general
que llevaría a sus soldados a casa.
Ésa es mi tarea.
Ése es mi deber.
Nada mal para un griego.
Vamos.
Bébanla mientras está caliente.
- ¿Qué es eso?
- El estómago.
El musgo dentro de él
está semidigerido.
Pruébenlo. Es bueno.
¿Quinto? Quinto, deben haberlo oído
a muchos kilómetros de aquí.
¿Qué ocurre?
Muévanse.
Muévanse. Muévanse.
Por aquí.
Muévanse.
Vamos, andando.
Vamos, sube allí.
- Sólo déjenlo.
- Vamos.
Se están acercando.
Rápido. Vamos.
Ya vienen.
- Se están acercando.
- Vamos.
Apresúrense.
Vamos. Dame tu mano.
Diablos.
Tenemos que saltar.
- ¿Estás loco?
- Háganlo.
Al demonio.
- No puedo.
- Sí que puedes.
Puedes hacerlo.
No. Tarak.
Vamos.
¿Estás bien?
Vamos. Sal. Ven.
Agárralo. Agárralo.
Lo tengo.
¿Dónde está Tarak?
Lo perdí.
¿Thax? ¿Macros?
Salgamos.
Cielos.
Quítate la túnica.
Nos agregará peso.
Maldición.
- ¿Puedes caminar?
- Sí.
Entonces puedes correr.
Nos siguieron corriente abajo.
Eso es.
Sigan adelante.
Maldición.
- Nos ha detectado.
- Maldita bruja.
¿Cómo puede hacerlo?
No es magia; es rastreadora.
Tiene el viento a favor.
- ¿Qué ocurre?
- Acampan en el valle de enfrente.
No les importa si sabemos
dónde están.
Sí, pero ella no nos espera.
Bothos, cuida de Leo.
- ¿Qué vas a hacer?
- Emparejaré las probabilidades.
Muy bien, vamos.
¿DÓNDE ESTÁ ELLA?
¿POR QUÉ NOS CAZAN?
UNO DE TUS HOMBRES MATÓ
AL HlJO DEL REY.
GÓRLACON HA JURADO VENGARSE
DE TODOS UDS.
Mátalo y acaba con ello.
TUS AMlGOS AL OTRO LADO DEL RÍO
YA ESTÁN MUERTOS.
DÉJALO SANGRAR.
No.
Se llevaron su maldita cabeza.
- Bothos.
- Tuvieron la misma idea que tú.
Ya no defienden más
sus vidas ni su país.
Han jurado una venganza
de sangre en nuestra contra.
Cielos.
Y no descansarán...
hasta que les roguemos...
que nos maten.
¿Estás listos a arrodillarte y rogarles?
Estoy acabado.
Es un caso perdido.
¿Un caso perdido?
Se cantan canciones
sobre los casos perdidos,
se escriben poemas sobre ellos.
Los casos perdidos son el material
de las leyendas, Bothos.
Y ser una leyenda
te conseguirá mujeres.
¿Qué tengo que hacer?
Seguir moviéndote mientras aún
tenemos a la oscuridad de nuestro lado.
Los dioses nos han abandonado.
Ahora nos arriesgamos
por nuestra cuenta.
¿Macros? ¿Macros?
No puedo... no puedo seguir así.
No puedo seguir así.
Macros, al menos así
uno de los dos lo logrará.
- Bastardo.
- No grites. No grites, Macros.
Lo acabarán más rápido
si no gritas.
No me dejes.
Thax.
Thax.
Vamos.
Deberíamos evitar este lugar.
Necesitamos comida...
y un lugar donde descansar.
¿Dónde diablos estamos ahora?
lré por agua.
- Estén alertas.
- Sí.
ESTÁ BlEN. ESTÁ BlEN.
NO QUEREMOS HACERTE DAÑO.
¿QUlÉNES SON?
¿QUÉ QUlEREN AQUÍ?
Brick, regresa adentro.
Regresa adentro ya mismo.
Entonces dejaré que te encargues.
NO TENGO NADA DE VALOR.
NO SOMOS VlAJEROS.
SOMOS SOLDADOS.
NECESlTAMOS COMlDA Y REFUGlO.
Y TENEMOS UN HERlDO.
ÉL NECESlTA AYUDA.
SÓLO TRATAMOS DE LLEGAR A CASA.
ANDA. TÓMALA.
NO QUlERO HACERTE DAÑO.
ME LLAMO QUlNTO DÍAS.
ARlANNE.
Hablas mi idioma.
Y TÚ EL MÍO.
¿Son del fuerte?
Creí que habían dejado de venir
tan al norte.
¿Del fuerte? ¿Cuál fuerte?
- Dos días al sur de aquí.
- ¿Vienen aquí?
¿Cómo crees que sé tu idioma?
Hago lo que puedo para desalentarlos.
Creen que soy una nigromante
y me dejan en paz.
Generalmente funciona
con los demás.
¿Por qué no con Uds.?
Estamos demasiado cansados
para tener miedo.
Éramos 3.000.
Ahora somos tres.
Toma.
Brick, baja el maldito cuchillo.
Bothos, hay un fuerte romano
a dos días de aquí.
Debe ser el Puesto Fronterizo
Occidental de Mentieth.
¿Dos días?
Démosle un vistazo a tu amigo.
Quinto, ¿qué está haciendo?
Es picta y mujer:
Dos buenas razones
para no confiar en ella.
Bien, eso detendrá la hemorragia.
Venenosos.
Huele bien.
¿Y cómo está tu pierna?
¿Nuestra bruja hizo su magia?
- Quinto, los hongos.
- ¿Qué?
Trata de envenenarnos.
¿Por qué curar tu pierna
sólo para matarte?
Los venenosos tienen láminas blancas.
Es útil conocer tus hongos.
Bien.
Está muy bueno.
Es delicioso.
Está sabroso.
Tus hombres están muy nerviosos.
Tienen que estarlo.
Nos acecha un demonio
día y noche.
¿Un demonio?
La llaman Etain.
¿La conoces?
Si Etain los está cazando,
da igual que ya estén muertos.
Eso es un consuelo.
Su alma es una copa vacía.
Sólo puede llenarla
la sangre romana.
¿Dónde está Arianne?
Fue a buscarnos el desayuno.
¿Estás bien?
¿Es para carnada?
De donde yo vengo,
se considera grosero
interrumpir a un hombre
a la mitad.
Y de donde yo vengo,
se considera justo
avisarle a un hombre que está
orinando en su desayuno.
Tienes razón.
Anoche debe haber habido una tormenta
en las colinas.
Vamos.
- Problemas.
- Salgamos de aquí.
Bothos.
Es muy tarde para eso.
Ocúltense en el granero
y no hagan ningún sonido.
BRUJA, RASTREAMOS A PERROS
ROMANOS.
NO HE VlSTO A NADlE, PERO BUSQUEN
Sl DEBEN HACERLO.
SÓLO NO DEJES TU PESTE EN Ml CASA.
ES TODO LO QUE TENGO.
¿QUÉ PASA, ETAlN?
¿TE COMlERON LA LENGUA
LOS RATONES?
ETAlN, NO. SU MUERTE SERÁ UNA
MALDlClÓN SOBRE NUESTRO PUEBLO.
Te pusimos en demasiado peligro.
Nos iremos.
Si lo hacen, ella los tendrá destripados y
desollados para el anochecer.
Quédense hasta la mañana y tu amigo
estará en condiciones de viajar.
Éste es tu pueblo.
No es mi pueblo.
No desde que Górlacon me acusó
de brujería y me dio esto...
para marcarme como desterrada...
y obligarme a vivir mis días
aquí sola.
¿Qué crueles planes nos designa
el destino...
al hallar santuario
en la casa de nuestro enemigo?
¿Es un ángel...
o un demonio?
- Despejado.
- Muy bien.
Descansa un poco.
Soy un viejo soldado cascarrabias,
pero no soy muy obstinado
como para admitir cuando me equivoco.
Lamento haberte juzgado mal.
Eso es.
Está haciendo frío.
Gracias.
Nos has refugiado en tu hogar,
dado el calor de tu fuego
y arriesgado tu vida por nosotros.
¿Por qué?
No le debo lealtad a ningún hombre,
salvo a quien yo escojo.
Aquí tienen comida para el viaje.
Gracias.
Buena suerte, romano.
Buena suerte, bruja.
Vamos.
Bothos, levántate. Vamos.
Mi pierna.
Mira. Mira.
¿Ves los fuegos ardiendo?
Mira. Comida caliente
y una cama seca. Vamos.
Agrícola se ha retirado.
El emperador Adriano ha dado órdenes
de formar un nuevo frente defensivo
hacia el sur.
Cediendo el terreno
por el que peleamos.
¿Y dónde nos deja eso?
Jodidos.
¿Cómo lo hace?
No sé Uds., pero yo estoy
cansado de correr.
Esto es todo lo que pude hallar.
Háganlas contar.
- Por Virilo.
- Por la Novena.
Bothos, nos están flanqueando.
Al muro oeste.
Brick.
Vamos.
¿Cuánto más crees que falte?
No lo sé. A un día
de cabalgata, quizá a dos.
No te acerques más, Thax.
Ay, diablos.
Creí que eran pictos.
Creímos que estabas muerto.
¿Dónde está Macros?
Lo cazaron los lobos.
¿Esto es todo?
¿Somos todo lo que queda?
Ay. Al menos los tres
sobrevivimos, ¿no?
Vamos.
- Aún no estamos en casa.
- ¿De qué hablas?
Ya deberíamos estar en la frontera.
No. Agrícola ha recibido
órdenes de retirarse.
Entonces Roma finalmente se da por
vencida con este país de mierda, ¿eh?
No puedo decir que lo sienta.
Entonces peleamos por nada.
¿Qué pasó con el muchacho, Thax?
No tengo idea de lo que dices.
¿Éste es el maldito gran plan
de Adriano? ¿Un muro?
¿A quién le importa?
Llegamos, ¿eh?
- Vámonos.
- Bothos, espera.
Más despacio, centurión.
Thax, ¿qué estás haciendo?
Sólo me aseguro
de que nos entendamos.
Yo entiendo que muchos buenos hombres
murieron por lo que hiciste.
Y tú responderás por ello.
¿Por qué supe que ibas
a sentirte de ese modo?
Oigan.
Bothos.
Este informe confirma
nuestros peores miedos.
Peleaste tu guerra, soldado,
y te ganaste la gratitud de Roma.
Este hombre te llevará
a mi recámara privada.
Verá que comas.
Pareces medio muerto de hambre.
No podemos regresar a Roma
en desgracia.
Es mejor que el destino de la Legión
siga siendo un misterio
a que se conozca
la verdad de su fracaso.
Si se corre la voz,
todas las tribus de todas las naciones
- se levantarán en nuestra contra.
- Es un riesgo demasiado grande.
¿Estamos de acuerdo, entonces?
El destino de la Novena Legión
será borrado de los registros.
Sí.
Sí.
Espero que la comida
sea de tu agrado.
Te traje vino.
Es lo menos que podemos hacer
por un héroe de Roma.
¿Así honra Roma a sus héroes?
¿Quieren enterrar la verdad
y a mí junto con ella?
Eres un riesgo demasiado alto.
¿Adónde irás?
Adonde pertenezco.
Parece que mi vida de nuevo
está en tus manos, bruja.
Mi nombre es Quinto Días.
Soy fugitivo de Roma.
Y esto no es ni el principio
ni el final de mi historia.
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