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Esta historia está basada en
hechos y personajes reales.
UN SECRETO
¡François!
¿Te lavaste bien?
Verano de 1955
Ve al agua. Puedes mirarme.
Puedes quedarte solo un minuto.
¿François?
¿François?
- ¿Sí?
- Llegó Paul.
Pasa, Paul.
¿Cómo estás, Paul?
¿Qué tal la mañana?
Verano de 1985
¿Estás bien?
¿Quieres abrir la puerta?
Podemos dejarla abierta.
¿Saliste con tu mamá ayer?
Toma, siéntate.
Escribo sobre ti, tu retrato.
¿Louise? ¿Todo bien?
No, es tu padre.
Hoy sacó a pasear
al perro sin correa.
Lo atropellaron.
Estaba muy apenado.
Se fue hace casi 3 horas.
Tu madre no quería molestarte,
pero...
François.
Si no nadas, te da frío.
¿No juegas con los demás?
¿Maxime?
Maxime.
40-30.
- Espérenme en la playa.
- Nos vamos, tiene frío.
Pelota nueva.
Era hijo único,
pero tenía un hermano.
En mi infancia
ni mis vecinos ni mis padres
conocían a este glorioso hermano.
Era más apuesto y fuerte que yo.
Un hermano fantasma, capaz
de vencer cualquier obstáculo
y superar mis fracasos.
Yo lo había inventado
para mi uso personal.
- ¿Qué haces aquí?
- Nada.
¿Cómo que nada?
Ven conmigo, entonces.
Dame las manos.
Frótalas.
Bien, mira.
Respira profundo, agárrate bien
y levanta las rodillas.
Toca al otro lado,
vuelve a subir
y termina el movimiento.
Ahora tú.
Toma las anillas, agárrate,
recoge las rodillas.
¡Arriba!
Otra vez.
Agárrate y levanta las rodillas.
¡Vamos, empuja!
¡Vamos, arriba!
Suficiente por hoy.
Yo caminaba a la sombra
de mi hermano fantasma.
Flotaba en sus huellas.
Había inventado un juego
para compartir nuestras comidas.
Te daré más.
Él también quiere.
¿Quién?
¿Quién quiere?
Mírame cuando te hablo.
¿Quién quiere más?
Él.
¿Quién es él?
Mi hermano.
Escúchame bien.
Deja el plato.
No hay nadie más aquí.
Tú, mamá y yo.
Tú, mamá y yo.
¿Adónde vas?
A casa de Louise.
Louise siempre había estado
en nuestra vida.
Conocía mucho a mis padres,
y yo la conocía desde siempre.
Me atendía varias veces
por semana.
Cuidado, no te quemes.
Pasaba mucho tiempo con ella.
¿Por qué esa cara?
Odio las inyecciones.
Pero te gusta el chocolate.
- ¿No quieres tener hijos?
- Te tengo a ti. ¿No alcanza?
Un hijo tuyo, con tu marido.
No tengo marido.
Vamos.
Dame eso y acuéstate.
- ¿Por qué no tienes?
- ¿Dónde lo metería? No hay lugar.
Crece, te esperaré.
- No eres bonita.
- Peor para ti.
No empieces.
No duele.
Eres mi pequeño ganef.
Apestas a tabaco.
¿Qué es un ganef?
Significa "bribón", mi amorcito.
Eres mi briboncito.
Deja eso, François.
¿Por qué?
Déjalo, te dije.
Está lleno de pulgas.
¡Basta!
¡Mamá!
¡Mamá!
¿Vas tú?
¡Mamá!
¡Basta!
¡Dije que no!
¡Basta!
¿Adónde vas?
Déjalo, está lleno de pulgas.
Guárdalo.
¿Con quién hablas?
Estoy aquí.
Tenías una pesadilla.
Todo está bien, estoy aquí.
En el nombre del espíritu Santo,
la Santa Iglesia Católica,
así sea en la Tierra
como en el cielo, Amén.
Amén.
- François, ¿aceptas el bautismo?
- Acepto.
François, te bautizo
en el nombre del Padre,
del hijo,
y del espíritu Santo.
Padre Nuestro,
Jesucristo, nuestro Señor...
concédenos la vida eterna.
Amén.
¿François Grimbert?
Sí, Grimbert. Con m y t.
Espera, mírame.
Así estás bien.
No le digas al abuelo
del bautismo.
¿Por qué?
Porque...
hablar de iglesias y cementerios
podría ponerlo triste.
Si papá se entera...
No le digas y no se enterará.
Deja de mirarme.
No se puede creer.
Primero circuncisión
y ahora bautismo goy.
Debes estar loca.
¿Estabas espiando?
Eso no se hace.
Qué pesado estás.
El agua bendita le hizo bien.
Fuiste a la ceremonia.
¿Y qué? No soy de la familia.
Voy donde quiero.
Hago lo que quiero.
En la guerra fui peluquero
de locos.
Locos de verdad.
No como los alemanes,
pero pedían esto, aquello...
un mechón acá, otro allá...
¡Y la gomina!
"Un poco más, un poco más. "
Nunca era suficiente.
¿Y tú, muchacho?
¿Vas bien en la escuela?
Cuadro de honor.
¿Cuadro de honor?
Excepto en gimnasia,
pero está exento.
Por ahora, es el mejor en todo.
Me pregunto hasta cuándo.
Hasta que sea más fuerte.
Eso dice el doctor.
La gimnasia no sirve.
Bromeaba.
No se puede ser bueno en todo.
¿No hay pastel para mí?
- ¿No te serví?
- No.
No en mi casa.
"Registra bien el bosque.
Hay un secreto oculto. "
"Hechizado hace tiempo,
el caballero Grimbert... "
- ¡Nuestro apellido!
- ¡Quieto!
¿Oíste? El caballero Grimbert.
El apellido existe
desde la Edad Media.
¿De qué habla?
Baja la cabeza. Quieto.
Vamos, la adivinanza.
Después. Si se mueve, le cortaré
una oreja. ¿Eso quieres?
François.
¿No volvió?
Ven a ver.
Estuvo 5 minutos,
dejó al perro y se fue.
Eso fue hace tres horas.
No quiso llevar la correa.
Dijo que los fox terrier
están hechos para correr.
En la escuela me midieron.
Crecí 5 cm.
Qué bien.
Serás más alto que tu papá.
Se alegrará.
Sí, se alegrará mucho.
Mañana llevaré flores
a la tumba de Olga.
¿De qué murió tu prima?
Murió en la guerra.
Dame el brazo.
- ¿Estaba enferma?
- No.
El otro.
¿De qué murió, entonces?
La mataron los nazis.
Ya lo sé.
¿Y para qué preguntas?
¿Qué hacen?
Nada, sólo hablamos.
Estás tensa.
Yo era un niño que soñaba
con una familia ideal.
A partir de lo que podía entrever...
unas pocas palabras,
retazos de información...
inventé el idilio de mis padres
como si fuera una novela.
Imaginé que amaban los deportes
en una época
en la que miles de alemanes
compartían la misma pasión.
Papá esperaba que el deporte
le permitiera borrar sus orígenes.
Mamá era modelo
y hacía bocetos
para una revista de modas.
Movilización general
Batalla en el frente polaco-alemán
Mis padres nunca
hablaban de la ocupación.
Lo ocultaban como
un secreto vergonzante.
Yo sólo imaginé la época.
Así como inventé un hermano
inventé mi propia
historia improbable.
1942.
Ante la amenaza de requisas
decidieron cruzar
la línea demarcatoria.
Imaginé su refugio en la Creuse:
St. Gaultier.
Un lugar de ensueño.
Allí habría querido nacer
concebido con amor
después de un paseo.
Verano de 1944.
Para mis padres, la muerte,
el dolor, el terror
quedaban confinados a la radio.
Tania presionaba a Maxime
para tener un hijo.
Por fin llegó el fruto
de su unión: yo.
Muy distinto de lo que soñaban.
2, 200 kg. No es mucho.
Es pequeñito.
La mirada de mi padre
dejó su huella en mí.
Una y otra vez
yo veía esa mirada amarga.
Una vez dijo que mi concepción
había sido un desliz.
Primavera de 1962
Behold. Beheld. Beheld.
Behold. Beheld. Beheld.
Begin. Began. Begun.
Begin. Began. Begun.
¿Te molesto?
- ¿Vas a la escuela Berthelot?
- Sí.
Yo también.
¿Estás en 3°?
Eres estudioso.
Yo repetí 4°.
Me llamo Rebecca Finkiel.
François Grimbert.
¿Ves esa mujer?
¡Si la vieras nadar!
Es increíble.
Es mi madre.
¡Rebecca!
Tengo que irme.
- Mucho gusto.
- Mucho gusto.
¿Quién es esa chica bonita?
No sé, va a la escuela.
Es bonita.
¿Cómo se llama?
Rebecca Finkiel.
¿Sales con una Rebecca?
No salgo. La conozco.
¿La conoces?
- ¿Es judía?
- No le pregunté.
Qué poco curioso.
¡Me lastimas!
Me pones nerviosa.
La próxima vez, pregúntale.
No hablas de otra cosa.
No quiero ser judío.
¿Entiendes eso?
- Buenos días.
- ¿Qué tal?
Se van a resfriar.
Tenemos métodos, cerdo judío.
¿Qué dijiste?
¡A sus lugares!
¡Ya basta!
¡Calma!
¿Me escuchaste? ¡Calma!
Vuelvan a sus asientos.
- ¿Le pegaste?
- A Jean-Paul.
Me quitó la lapicera.
Muéstrale ese ojo a Louise.
¿Por una lapicera?
¿De verdad le pegaste?
Quería matarlo.
¿Matarlo?
¿No te preguntas por qué?
Quería romperle la cara.
¿Por qué?
¿Por qué?
Yo sé por qué lloras.
¡Simon!
Ese año cumpliría 15.
Louise me contó
lo que siempre había sabido.
Ella, que no había tenido
hijos ni amor
me amaba tanto como para
"traicionar" a mis padres.
Como ya había revelado
parte del secreto,
tuvo que decirme más.
Simon, ¿no piensas comer hoy?
Mamá hizo colinabos.
Uno no sabe qué son
ni cuando los come.
¡Mira, papá!
Es mi hijo, yo decido.
Sin disfraces.
No es un disfraz. ¿Qué dices?
Haz lo que quieras.
No lo quiero.
- Es obligatorio.
- Para ti.
No para mí, ni para él.
¡A la casa, gatito, rápido!
Vamos, Simon. Una mano tras otra.
Y respira. Levanta las rodillas.
Eso es. Mira arriba.
- ¡Mira arriba!
- ¡Eso hago!
- No te detengas.
- ¡Simon!
Están locos.
¡Mira eso!
Acaba de comer.
No fumes en el gimnasio.
¡No fumes aquí!
Baja, monito.
Su revelación me produjo ira
y celos y me sentí culpable.
Muertos que jamás
había oído mencionar.
Hannah.
Simon.
¿Dónde están ahora?
Jamás volvería a pensar en mí
como el primero y único.
Luego me habló de los otros:
Robert y Tania.
Fui hacia rostros desconocidos
por un camino de susurros.
Todos sabían.
Todos habían conocido a Simon
y nadie me lo había dicho.
Lo habían borrado por completo.
No estaba en ninguna lápida.
Nadie lo mencionaba.
Deja de hablar.
Ve por tu hija.
Perdón.
Robert, el hermano de la novia.
¿Un beso?
Tú eres Tania, su esposa.
- ¿Mamá y papá?
- Fueron por la novia.
¿Vinieron en auto?
Había huelga de trenes.
En la vía sólo
había acordeonistas.
No se perdería esto
por León Blum, camarada.
¿Qué te hizo Blum?
Mejor que no haga nada.
¿No quieres vacaciones pagadas?
¡Ahí está la novia!
¡Llegó tu hermano!
Estás preciosa.
Pareces una flor...
que necesita orinar.
¡Estás preciosa!
Robert, mi hermano.
¡Por fin! He oído mucho de ti.
- Tania, su esposa.
- Hola.
Pueden besarse. Es de la familia.
Tania es deportista.
Quizá más que tú.
¿Qué deporte?
Nado un poco.
¿Un poco?
Ganó muchos torneos.
Me casé con una sirena.
Después del trabajo, a nadar.
En casa tenemos una pecera.
El negocio en Lyon anda bien...
Antes de conocernos, mi esposa
era modelo en Molyneux.
Era una vendedora que modelaba.
¡No es poco!
Hoy, jueves 6 de mayo de 1936
declaro a Maxime Nathan Grinberg
y Hannah Golda Stirn
unidos en matrimonio.
Mi hermanita eligió un bombón.
Demasiado apuesto.
Tu esposa es bonita.
Toda una ídishe mame.
Sólo una bella mujer.
Que me dará muchos hijos.
Buenas noches.
Tomas los anillos y...
Para separarlos,
chasquea los dedos.
Vendemos juegos de dormitorio.
Cuando cerramos, elegimos.
Siglo XVII...
contemporáneo, art nouveau...
Tenemos de todo.
Creo que estoy algo...
Yo también. ¿Nos vamos?
Gracias por todo.
Hasta pronto.
Ve con cuidado.
¡Ven!
¡Espera, hay gente!
¿Qué importa?
3, 800 kg.
Es fuerte.
Como su padre.
Hay poca luz.
Querido Simon,
eres bonito como tu mamá.
Tiene la boca de Hannah.
Pero la barbilla...
es la tuya.
Absurdo. Su barbilla es pequeña.
No es protuberante.
Dámelo.
Ven aquí, Simon.
Se parece a mí. Es un Grinberg.
Como Esther, como papá.
Mira, mi amor.
Es París, la capital de Francia.
¿Qué?
¿Eso? Es un Citroen.
¿Y esa cosa extraña?
Es una bicicleta.
Una bicicleta.
Hitler y Mussolini se ven
por primera vez en Venecia.
Ahí están.
Mi hermanito.
¿Cómo estás?
¿Todo bien?
- ¿Y el bebé?
- Una maravilla.
Para Simon, de Tania.
Qué dulce.
Hola, Sr. Grinberg.
Deja de mirar a mi esposa.
Se llevan bien.
Deben hacer bien el amor.
Estoy segura.
¿Estás segura?
Pero no tan bien como nosotros.
Voy a ver a Louise.
¡Estoy escuchando!
Estoy buscando música.
Ven a tomar tu chocolate.
No te quemes.
El 12 de septiembre, Hitler dijo
que los alemanes exigen el derecho
a la autodeterminación.
Años antes que yo,
Simon había estado
en los mismos lugares que yo
pero él veía admiración
en la mirada de su padre.
Es raro que un niño
sea tan atlético.
Será campeón olímpico.
¿Por qué no?
Un campeón judío.
Ideal para Hitler.
Van a dar Tarzán
y las minas de gruyere.
No lo sobreprotejas.
No quiero fumar.
¿Por qué esa cara?
¿Dónde estabas?
¿No viste las noticias?
Todo empieza de nuevo.
Estamos en Francia,
el país de la libertad.
¿Lo de Dreyfuss no fue aquí?
Sí, por ejemplo.
¡Mira tu cara!
¿Qué tiene?
Es cara de "¡Oy, oy, oy!".
Tu abuelo es gracioso.
¿Qué hice para merecer
un hijo antisemita?
No te confíes.
Muchos franceses
odian a los judíos.
No te ocultes como el avestruz.
Tu marido es una avestruz
antisemita.
¿Igual lo amas?
Movilización general
Batalla en el frente polaco-alemán
Qué bonito abrigo.
Foto de papá.
¡Qué lindo!
Sí, ¿verdad?
Y una carta.
"Querida Nannah. "
No hay mucha acción aún.
Hacemos maniobras a diario. "
Te escribo desde Breslau,
en Silesia.
Estoy preso hace 3 semanas.
No te preocupes. Las condiciones
son duras pero saldré adelante,
como siempre.
Si no puedes sola con la tienda,
escríbele a Hannah.
O vete a París con la familia.
Eso me tranquilizaría.
"Hay mucha camaradería. "
"Dices que Simon crece.
Odio perdérmelo. "
"Dile que cuando vuelva,
iremos a nadar. "
¡Una avispa!
Deja mi plato.
Por lo que hay. ¡Y sin mayonesa!
Es deprimente.
¡Una avispa!
Estás loco.
Hannah, tú eres bruja.
¿Podrías hacer aparecer
un buen bistec?
Muy difícil para mí.
¿Cuál es el plato de hoy?
Fritura para todos.
Es pescado.
No me gusta.
¿No te queda algún bistec?
Sólo hay fritura.
Con una caña de pescar, alcanza.
- Entonces, ¿fritura?
- Fritura.
Es buena para la memoria.
¿Dónde vas?
¡Siempre tan apuesto!
Tú también eres hermosa.
Hueles a manzana.
¿Qué tal el viaje? ¿Estás cansada?
Estoy bien, gracias.
Buenos días.
- ¿Cómo estás?
- Bien.
¿Y tu marido?
¿Y la tienda?
¡Déjala respirar!
Ya nos contará.
Tania, descansa
y come.
¿Pero hay noticias de Robert?
Una carta, hace dos días.
Puedes leerla.
No, es tuya.
¿Pero cómo está?
No se queja.
Dice que el campo
de concentración se soporta y...
que cuando vuelva
tendremos un bebé.
Cerraré la tienda.
No puedo sola.
No me quedaré en Lyon.
No tengo familia ahí.
Quiero estar aquí, con Uds.
Mi amiga Antoinette
trabaja en Molyneux.
Dice que me tomarán de nuevo.
¿Aceptan judíos?
Nunca dije que era judía.
Hizo bien.
Su trabajo es vender,
no ser judía.
¿Vamos a la playa?
Está bien. ¿Vamos?
Tania no terminó.
Quédate con ella.
Nos vemos allá.
No funcionará conmigo. Quizá
con otras, pero no conmigo.
No pierdas tu tiempo.
Quédate así.
¡Bravo, Simon!
¡Muy bien!
Mariscal, aquí estamos
Frente al salvador de Francia
No te muevas.
¡Listo!
¿Puedo ayudarte?
¿Un regalo para mí?
No, hoy para tu mamá.
- ¿Mañana para mí?
- Sí.
¿Viste mi estrella?
Tengo una en el corazón.
Yo también. Louise la cosió.
A papá no le gusta.
Esperen.
¡Qué bellas flores! Hola, Joseph.
Hola, conejito.
No es para mí.
No, es para tu mamá,
por su cumpleaños.
Tranquilízate. Hace años
que somos franceses.
Para ellos somos judíos.
Son medidas para polacos,
húngaros... No para nosotros.
No tenemos el aspecto.
¿Qué aspecto?
Abro yo porque están
muy ocupados discutiendo.
Otra vez.
¡Quiero ver eso!
La gente hablará.
No hay problema.
Cuando voy a trabajar, me la saco.
Muy práctico.
No arruines tu ropa goy.
No uses esa palabra.
Dejen de discutir. Llegaron.
Arriba, no estás muerto.
Buenos días.
Buenos días.
- Traje un regalo para Hannah.
- Está en la cocina.
Huele delicioso.
Ayúdame con las velas.
- Feliz cumpleaños.
- Gracias.
- Es una tontería.
- Gracias.
Nos enorgullece esta estrella.
Mejor para ustedes.
- ¿No dices nada?
- No me oíste.
Pon los buenos.
Maxime, ¿dónde están?
Es la ley, Maxime.
Desobedecerla es peligroso
para tu familia.
¡No me importa!
Es una ley para débiles y sumisos.
Para el rebaño.
¿Qué quiere decir?
Quiere decir ovejas.
Es una ley para judíos.
Como Simon, Hannah y tú.
¿Por qué tenemos que estar
tan orgullosos de ser judíos?
¡Isy, Sarah!
Bienvenidos, pasen.
Es lindo Simon, ¿no?
El más lindo.
El pastel se ve bien, parece real.
- ¿Harina de trigo o frijoles?
- De frijoles, claro.
¿Me pasas la ensaladera?
Es una ensaladera.
No alguien de la familia.
No lo hiciste a propósito.
¡Papá, mamá está llorando!
¿Por qué lloras?
Fue sin querer.
No fue nada.
¿Te lastimaste? ¿Por qué lloras?
¿Qué sucede?
¿Por qué lloras?
¿Le contaste?
¿Le contaste?
Así es.
Fue a buscar su estrella conmigo.
¿Es verdad?
¿Quieres prohibirle que sea judía?
Si pudiera.
Calla, Esther.
¡En esta casa todos hablan!
Podríamos prohibir a los judíos.
Se acabó.
No volveremos más aquí.
¡Vamos, Isidor!
Responderás por esto
en el mundo de la Verdad.
Ningún pecador será absuelto allí.
- Buenas tardes.
- Buenas tardes.
Vamos.
"Cuando los 40 ladrones se fueron,
Alí Babá fue hasta
la entrada de la caverna
y dijo las palabras mágicas.
Ábrete, sésamo.
Las grandes puertas se abrieron
y Alí Babá entró a la caverna
y dijo...
Y ahora, a dormir. "
Todos se fueron porque
rompiste la ensaladera.
No dijiste nada del regalo.
Ni siquiera lo viste.
¿Cómo hiciste?
Hueles bien.
Deja de seguirme.
Sepárense.
¡Peleen!
¡Vencido!
Vinimos muy rápido.
- Es lejos.
- Vinimos por lo menos a 30 km/h.
- ¿Es mucho?
- No está mal.
Eres muy fuerte.
Hola, María. ¿Hay mucha gente?
Sr. Maxime...
No se permiten judíos
Es un pueblito en la Creuse.
Se llama St. Gaultier.
Un amigo de Louise es de allí.
Inclina la cabeza.
A mi edad ya no tengo ganas
de cruzar más fronteras.
Mira mi cara.
Parece un acordeón.
Y mi pequeña Hannah...
Será duro para ella quedarse sola
con la tienda y el niño.
¿Qué? ¿Quieres decirme algo?
¿Nunca te sentiste culpable?
¿Por qué?
¿Nunca hiciste nada que...
...o quisiste hacer algo que...?
Siempre fui peluquero.
Llama rápido a tu esposa
y tu hijo.
¿Quieres loción?
Sí.
Las mujeres son
las que más sufren la guerra.
Ellas son el soldado desconocido.
Y no reciben pensión.
Todo se decidió rápido.
No fue difícil conseguir
papeles falsos y ayuda.
¿En la estación, dijo?
Georges y Maxime irían primero.
Esther, Hannah, Louise y Simon
irían luego.
Tania volvió a Lyon
a vender la tienda.
Cuando eso estuviera resuelto
se reuniría con ellos.
Ahí está la línea.
- ¿Seguro?
- Naturalmente.
¿No tienes hambre?
Deja de decir eso.
Cuando tengo hambre, me repito.
Maxime, ¿verdad?
Pasen.
¡Matilde!
Nuestros invitados.
- Ella es Matilde.
- Buenas tardes.
Buenas tardes.
Deben tener hambre.
Con las privaciones de París,
estamos acostumbrados.
¡Simón!
Toma, una carta.
¡Mamá, una carta!
¿Una carta?
Querida Nannah.
Todo va bien.
El lugar es maravilloso.
El comandante Beraud
es muy amable.
Esta es su habitación.
Su hijo puede quedarse aquí.
Tú irás al otro piso, Georges.
Están en su casa.
Nuestro cuarto es precioso.
Tiene una hermosa vista al río.
El comandante
hizo algunos contactos.
Ya tengo trabajo.
¡Maxime, ven a ver!
Georges descubrió
las maravillas del campo.
Es el Rey de la Carretilla.
St. Gaultier es un paraíso. En mi
próxima carta te diré cómo llegar.
Los espero.
Dile a Simon que haremos
una casa en un árbol.
¿Novedades de tu hermano...
y de Tania?
Querido Maxime:
la situación aquí está difícil.
Hay pocos clientes.
También para mis padres
y para Louise.
Ya ni los viejos clientes vienen.
Prefiero no saber por qué.
¿Puedo dormir contigo?
¿Por qué no duermes aún?
Porque quiero dormir contigo.
Quiero la almohada de papá
y que hagas magia.
Simon se parece cada vez más a ti.
Cuando lo miro, te veo a ti.
El modo en que frunce el ceño
y duerme con los puños cerrados...
Maxime, mi hombre.
Te extraño, eres mi vida.
En unos días volveremos
a estar juntos.
No tengo noticias de mi hermano.
Ojalá volviera a casa para que
Tania estuviera con su esposo.
Prohibido violar los sellos
Me asustaste.
Necesito a Maxime.
Denise Lambert, Germaine Lambert...
Marie-Louise Mercier.
¿No son buenos nombres franceses?
Y tú eres Charles Mercier.
¿Te gusta?
Prefiero Simon Grinberg.
Por supuesto.
Ese siempre será tu nombre.
"Charles Mercier"
es para ir a ver a papá.
¡Tomaré el tren!
Maxime tenía razón:
no debimos habernos censado.
¿Y estos?
¿Los tiramos?
En todo caso, yo sí.
Yo también.
Y esto también. Se acabó.
Ya está.
Todo está listo.
El río te ayudará a olvidar
las penas y privaciones.
Toma esto.
Ayer llegó Tania.
Contigo, Simon y Esther,
la familia estará completa.
Ya todos están ahí.
Cuando dije que no sabía nada
de mi marido, se rieron.
Sólo aceptan pedidos
tras 8 meses de cautiverio.
En 1917 estuve preso en el Ruhr.
Mi novia estaba en Brive.
Recibía mis cartas
todos los jueves, sin falta.
Trataban a los prisioneros
con corrección.
¿Vieron La gran ilusión?
Esther la vio.
Me la contó. Con Jean Gabin,
Pierre Fresnay, Marcel Dalio...
Y Eric Von Stroheim... Formidable.
Dicen que no es alemán.
No me sorprende.
Hasta mañana.
¿Qué ropa pongo?
Pórtate bien.
¡Hannah!
¿No me oíste?
¿Qué ropa pongo?
¿Todo listo? ¿Tenemos todo?
Vámonos ya.
Simon y yo nos quedamos.
No iré.
Debo esperar a mamá y papá.
No pueden entrar a su casa.
Y si Robert llega lastimado,
debo atenderlo.
Es mejor que nos quedemos.
No, quiero ir en el tren
y hacer la casa con papá.
¡Y no fumes en el gimnasio!
Mira para arriba. Si no, no puedo.
Para arriba.
¡Eso estoy haciendo!
Así, no te muevas.
¿Qué tengo en el ojo?
Nada.
- Una basurita.
- ¿Una basurita?
¿No hay nadie?
Entonces me sentaré.
- ¿Uds. son los de París?
- Sí.
- Suban rápido.
- Sí.
La línea demarcatoria
estaba a 2 km.
Tenían que esperar la noche,
fingir que no se conocían.
Día tras día, episodio por
episodio, Louise me contó todo.
Lo que mis padres
le habían contado
y lo que habían vivido juntos.
Todo...
menos lo esencial.
Toma, come queso.
¿Una menta para el perrito?
No le gustan.
¿Y para tu mamá?
Tranquilo, no tan rápido.
Quiero hacer pis.
Puedo ir solo. No soy un bebé.
Hola, Antoine.
Hola, Lucien.
Hola.
Buenas tardes.
Documentos, por favor.
Hola. Documentos, por favor.
Judía
Es mi hijo.
- Buenos días.
- Buenos días.
¡Esther!
Louise sólo dijo
que había sido una imprudencia,
un descuido de Hannah.
No podía pensar
que había sido algo deliberado.
Y menos aún
en las tres palabras de Hannah
que fueron la perdición de Simon.
No quiere verlo.
- ¿Lo tiro?
- Claro que no.
Vendrán pronto.
Deben estar en
un campo de tránsito.
Hay uno en Pithiviers.
Y en Beaune-la-Rolande.
Quizá haya más conocidos allí.
Los campos de tránsito
son un paso.
Pero a dónde.
Dicen que a campos de
concentración en Alemania
para miembros
de la Resistencia y judíos.
Dudo que traten bien
a mujeres y niños.
¿Vieron lo que dijo Brasillach
sobre los judíos?
"Limpien eso.
No olviden a los niños. "
No estoy loca.
Ya viste cómo se miran.
Escucha...
No han hecho nada malo.
Quizá no pero parece que sí,
o que lo van a hacer.
Por favor, Esther. Tú le dijiste
a Tania que viniera.
Tú le diste la dirección.
Buenos días.
Aquí hay mantequilla.
- Mantequilla real.
- Gracias.
¿Puedes llevar esto?
¿Cuento sólo la carne y el vino?
Los huevos y las verduras
son gratis.
Gracias al trabajo de Georges.
No trabaja con la carretilla.
Duerme en ella.
Está mal. Odio las matemáticas.
Si estuviera Hannah...
¡Ya basta!
Deja de hablar de ella.
¿Seguro quieres que venga?
¿Qué? ¿A ti no te enferma?
He visto cosas peores.
Dices eso porque tú...
¿Qué? Vamos, dilo.
¿Yo también creo que Tania
es atractiva?
- Sí, es atractiva.
- ¿Los justificas?
- No, no los juzgo.
- Formidable.
¡Qué noble! Yo soy mucho más vil.
¿Piensas en Hannah?
Todo el tiempo.
Y tampoco la juzgo.
Eso intento.
Dame un cigarrillo.
Hoy estaba pensando en la cena.
Pescado o pollo.
Y pensé: pescado no.
A Simon no le gusta.
Qué tonta fui al invitar
a Tania aquí.
Cuando los veo...
No soy creyente,
pero recuerdo al rabino.
"Sin la Torah, no hay matrimonio.
No hay nada. "
Estoy indignada, ¿entiendes?
Sí, entiendo.
Pero no coincides.
¿Qué logras estando indignada?
Estar indignada.
Estar indignada toda la vida.
Nos devorará y envenenará a todos.
¿Qué hacemos? No sé qué pensar.
Pensemos en Hannah y Simon.
Esperemos.
Y sigamos haciendo la cena.
Jamás había visto así a mi padre.
¿Tu madre te dijo lo del perro?
Sí.
Ya me ocupé.
Pasé por la tienda.
Había superado la desaparición
de Simon y Hannah
pero la muerte
de su perro lo derrumbó.
¿Cómo está Tania?
Preocupada por ti.
Días después de volver a París
Tania supo que Robert había muerto
de tifus en el campo.
Casi no lo lloró.
Ya estaba muy lejos.
Maxime sabe que Simon, Hannah
y sus padres fueron deportados.
Ya no puede imaginarlos
prisioneros o exiliados.
Vengo de Lutecia.
¿Quieres que nos dejemos?
No sé.
Ya no sé.
¿Ya no sabes?
Yo sí sé.
Se acabó.
Aunque no regresen, se acabó.
Para siempre.
2, 200 kg. No es mucho.
Es pequeñito.
Es muy bonito, Esther. Gracias.
A un lado.
No veo al bebé.
Crecerá rápido.
Tengo muy buena mercadería.
¡Ya era hora!
¿Puedo levantarlo?
El médico dice que es frágil.
No soy contagiosa.
¿Estás bien?
Gracias por venir.
Es tu vida, Maxime.
Y la de Tania.
Y ahora será la de él.
Les llevó tiempo
imaginar una vida juntos
pero al fin se casaron
y trabajaron juntos.
No hablaron más de la guerra
ni de los muertos
y cambiaron la ortografía
de nuestro apellido.
Ahora que podía nombrarlos
mis fantasmas
me dejaron tranquilo.
Se volvieron mis aliados
en mi trabajo
para sacar a mis pacientes
de la noche.
París - Oficina de Serge Klarsfeld
Grinberg, Hannah Golda,
nacida Stirn.
Y Simon Grinberg. ¿Está bien?
"10-17 de agosto, 7 días
en el campo de Pithiviers. "
"El 18, enviados a Polonia,
a Auschwitz. "
"Gaseados al día siguiente,
el 19. "
¿Quién es Simon Grinberg?
Es mi hermano.
Pensé que...
como Ud. está haciendo un libro
sobre niños deportados...
Traje esta foto.
No murió de inmediato.
Debe haber sufrido.
Por mi culpa.
Le dije que sí, que era culpable
de la muerte de su perro
y de nada más.
Le dije lo que había
hallado Klarsfeld.
El número de tren,
el día de partida a Auschwitz...
la muerte al día siguiente.
No habían sufrido el horror
cotidiano del campo.
Sólo el odio nazi era el culpable
de su muerte.
Esperaba haber liberado
a mis padres de su secreto.
Años después, mamá perdió
la capacidad de hablar
y caminar por un derrame cerebral.
Mi padre lo enfrentó al principio
pero al final fue demasiado
para él y decidió acabar con todo.
Epílogo
Una tarde de junio,
llevé a mi hija
hasta un castillo abandonado
cerca de casa.
Un anciano del pueblo me dijo
el nombre de la dueña.
Josée de Chambrun,
hija del presidente Laval.
Qué raro. ¿Qué es?
Parece un cementerio.
Barye, Pompey...
No es un cementerio de gente.
De perros, parece.
¿Y de gatos?
Puede ser.
"Brutus, 1908. "
Son perros muy viejos.
"Grigri.
1939-1948. "
Grigri. ¡Qué nombre!
"Vasco, 1979-1985. "
"Morir fue lo único que hizo mal. "
Deben haberlos amado.
¡Rose, François!
¡Ya vamos, mamá!
¿Vamos?
En ese cementerio
cuidado por la hija de Laval
el que había enviado a Simon
y Hannah a la muerte
decidí contar nuestra historia
para salir por fin del silencio.
Brutus...
Pompey...
Madou...
Soko...
Vasco...
Sarah...
Nathan...
Rebecca...
Erwin...
Misha...
Ariel...
Judith...
Eliah...