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Los gatos deberÍan salir
de vez en cuando.
Fuera no sobrevivirÍan.
Se han criado para la degeneración.
Como una puta.
Se avecina trabajo del duro.
- ¿Cuándo?
- Dentro de una semana.
Éste es el coronel Salan Zim,
presidente de Eritrea,
a su llegada a ParÍs desde Oriente Medio
durante su gira por los paÍses de la OTAN.
Fue recibido por el ministro de Exteriores
y el secretario de Estado franceses.
Los asesores rusos han acompañado
a Zim incluso en este viaje a Occidente.
Las fuerzas de seguridad rodeaban
al coronel mientras se dirigÍa al podio.
Éste es el momento en que dispara
un sicario, sembrando el pánico.
Uno de los agentes es abatido
y las personalidades se ponen a cubierto.
Otro disparo mata
al guardaespaldas de Zim.
Los focos utilizados para iluminar la zona
se giraron para iluminar un hangar.
Desde el tejado disparaba
un fusil automático.
La policÍa rodeó el hangar,
dejando a Zim sin protección.
Otros dos agentes fallecieron
en la batalla subsiguiente.
Mientras la policÍa estaba distraÍda,
se realizó otro disparo desde la oscuridad
que mató a Salan Zim.
A cámara lenta, se ve al coronel Zim
morir a manos de un desconocido.
La policÍa francesa hirió de gravedad
al árabe que asesinó a cuatro hombres.
Sus documentos lo identifican como
Yusef Belabar, un estudiante de Eritrea
y miembro del grupo de izquierdas
Soldados de la Revolución.
En Eritrea, la policÍa ha registrado
las oficinas de 1 7 izquierdistas...
¿Llevas la cuenta de los muertos, Cross?
Eres muy bueno, Jean, pero, a veces,
tienes el mal aliento de los curas.
- ¿Has visto al enemigo?
- SÍ.
¿Qué hacÍa Zharkov en el avión?
- ¿Cuántas veces has trabajado conmigo?
- Seis, puede que siete.
Eres bueno. Más que bueno:
eres listo, lo entiendes todo.
Pero sigues siendo
un asesino sin importancia.
Sólo te necesitan porque asÍ la ClA
no se mancha las manos. A Washington.
- ¿Figura el chico en tu informe?
- Es la estrella.
- ¿Por qué querÍa matar a Zim?
- Qué entrometido eres.
El chico veÍa en Zim a un fascista, una
herramienta del imperialismo americano.
QuerÍa matarlo y yo le di la oportunidad.
¿ Y si lo hubiese matado?
HabrÍas recibido tu dinero
sin habértelo trabajado.
Si Zim trabajaba para América,
¿por qué habÍa que matarlo?
¿Para completar tu formación?
Zim asesinado por la izquierda vale más
para su gobierno y el mÍo que vivo.
Pero su muerte no es lo que importa,
sino quién parece haberlo matado.
Algo más. Cuanto más te cuenta alguien,
más peligroso te vuelves.
Y cuanto más peligroso te vuelves,
menos opciones tienes en tu futuro.
¿Tu hermana sigue trabajando
para Air France?
- No sabe que he venido.
- Sarah viene a recogerme. ¿Te llevamos?
CreÍa que las reglas eran que éramos
desconocidos a partir de aquÍ.
Podemos saltárnoslas.
- No. Saluda a Sarah de mi parte.
- Vale.
- ¿Sigue ahÍ?
- En la habitación.
- Hasta mañana.
- Vale.
La suite del presidente Harding.
Algunos quieren habitaciones pequeñas.
Necesitan seguridad.
¿No le parece increÍble?
Harding jugaba a las cartas
con sus amigos del petróleo.
Yo era botones, tendrÍa unos 10 años.
La gente daba unas propinas estupendas.
Gracias. Ven aquÍ, gatito.
- Deje el gato.
- SÍ, señor.
¿Necesita algo?
Ya sabe, algo de acción,
algo que le haga ver todo de otra manera.
Me has dado un buen susto.
Me he despertado y he creÍdo que aún
estabas fuera y que lo habÍa soñado todo.
Tienes mi perfume.
¿Te acuerdas de la historia
de Madagascar Ho?
Un hombre que soñaba con Madagascar.
Nunca pasó del tren de la 3ª Avenida.
DeberÍamos habernos escapado en 1945.
¿Adónde?
Hoy es sábado, ¿verdad?
SÍ, todo el dÍa.
¿Heck sigue yendo a la casa de campo
los fines de semana?
SÍ. Él y Helen se marcharon el martes
y no volverán en un par de semanas.
Nos han invitado a ir.
¿También ha ido su hijo?
No. Estudia en UCLA. Sólo viene
de visita una o dos veces al año.
Dice que Heck está en el bando contrario.
Tiene razón.
- ¿Se lo vas a decir?
- Se lo voy a decir hoy.
A McLeod se le va a estropear la mañana.
Lo superará. Lo meterá en su ordenador
para obtener la reacción adecuada.
Quizá deberÍamos irnos
como los árabes, sin decÍrselo a McLeod.
Cuando echas a correr,
todos quieren saber por qué.
Fabrican las respuestas
a sus propias preguntas.
Me ha parecido ver a alguien
en la cocina de Helen.
Has visto bien.
¿Nosotros?
Ya sabes cómo es la ClA.
Les gusta tener todo bien vigilado.
El Sr. McLeod quiere verte.
Lo siento. Me temo que he de insistir.
¿Con qué iba a insistir, Sr. Filchock?
Hemos acertado contigo.
Eres un Scorpio perfecto.
Te atraen la intriga y la violencia.
No limites tus aptitudes, aprende a leer
las manos. Quizá mejore mi carácter.
Orión alardeaba de poder matar
a todos los animales de la faz de la tierra.
AsÍ que las diosas Diana y Latona crearon
el escorpión para matar al cazador.
A usted y a McLeod
les va bien el papel de diosas.
DÍgale a Diana
que ya tengo planes para hoy.
Cross ha regresado.
TenÍas que matarlo en ParÍs.
¿Te acuerdas de todo? Por si acaso.
Me acuerdo.
No lo veo. Ha salido corriendo.
Quiero heroÍna.
Pues tendrás heroÍna. ¿Un billete de cien?
Ya no tengo madre.
¿A quién hay que matar?
¿Te sabes el padrenuestro?
¿McLeod?
- ¿Qué quiere hacer conmigo?
- Quiere matarte.
¿Ha dicho por qué?
- ¿Dónde está tu compañero?
- En el coche.
¿Tiene radio?
¿Alguna vez has entrado en acción?
Pero habrás visto un equipo
de supervivencia. ¿Sabes qué es?
Es la pÍldora de la felicidad. Con esto
ya te puedes despedir de la hipoteca.
Hasta la vista, hermano.
Te quedan 30 segundos de vida.
- A Miami, sólo ida.
- ¿No tiene un billete más pequeño?
¿Qué pasa? ¿ Va mal el negocio?
A Nueva York, sólo ida.
¿A qué hora sale?
- A las 2:20.
- ¿Está seguro?
¿Está de broma? Claro que sÍ.
Conduzca todo recto.
Gracias.
- Anne.
- ¿Quién es?
Hola, Cross.
Hola, Pick.
- Necesito ayuda.
- Y yo, la pasta. Cierra la puerta.
- ¿Qué haces en Washington?
- Echaba de menos a mi hermana.
Está dando clase.
Volverá pronto. ¿Has desayunado?
Dámelas.
Blancas para tu hermana
y rojas para tu novia. ¿Tienes hambre?
Sólo quiero un café.
¿Dónde vives ahora?
En ParÍs.
¿Sigues en el mismo piso?
SÍ.
Hijo de tu madre.
Me has agobiado con tanta carta. Una
postal desde Damasco en seis meses.
Te ha traÍdo un ramo de flores.
Las rojas son para ti. ¡El café!
Conozco un sitio
donde dan un buen desayuno.
Hola, ¿está Mitch?
AquÍ no hay ningún Mitch.
¿A qué número llama?
Lo siento. Se ha equivocado de número.
¿Cuánto tiempo te quedarás esta vez?
No me lo digas. Hace un dÍa muy bueno.
No quiero que se ponga a llover.
Hola, Cross.
No hay tiempo, Sarah.
McLeod quiere matarme.
He de ocultarme.
No sabrás nada de mÍ durante un tiempo.
Quédate en casa y no hables con nadie.
Llegado el momento, Pick se pondrá
en contacto contigo. Te quiero.
No dejes de pensar en esa montaña.
Te quiero.
Primero, te llevaré
al monumento a Washington y...
- Disculpe.
- Por supuesto.
Espérame fuera.
McLeod quiere verle.
No me dé problemas.
No hay problema. Déjeme coger mi bolsa.
- Se la cogeré yo. ¿Cuál es?
- Ésa.
¿Adónde va con esa bolsa? Démela.
PROPlEDAD DEL GOBlERNO DE EE UU
EXCLUSlVAMENTE ASUNTOS OFlClALES
SE PROHlBE EL USO DE CÁMARAS
Buenos dÍas.
MUESTREN SUS PASES
Sólo tenÍais que pasar desapercibidos
y Cross habrÍa presentado su informe.
¡Y os ponéis a buscarle las cosquillas!
¿CreÍais que tratabais con un vendedor
de coches de segunda mano? Es el mejor.
Ahora anda suelto y lo único que tengo
es un agente con un corte en la cabeza,
otro retenido por la policÍa
por ser drogadicto y homosexual
y un coche destartalado.
Sr. McLeod, usted dijo
que no lo perdiésemos de vista...
Fuera de aquÍ.
- ¿Qué tal está Harris?
- Sigue en estado de shock.
Cross le hizo tragar una pastilla
contra la alergia y le dijo que era cianuro.
- Genial.
- ¿Le digo la verdad?
No, déjale que sude un poco.
No puedo dejar que esto
llegue a los de arriba, Fil.
Si fastidiamos esto, el jefe vendrá
a por nosotros. Hay que atrapar a Cross.
Tengo a mis hombres en ello, pero sin
el FBl ni la policÍa, llevamos las de perder.
Al FBl le encantarÍa meter baza en esto.
No quiero a nadie que no sea de la ClA.
Cubre todas las salidas.
Activa todos los contactos.
Daré un aviso a escala nacional.
Lo atraparemos.
El vuelo a Toronto es a las 7:15,
con llegada a las 8:10.
Y luego el grande: Toronto-Viena.
Sale a las 8:25 y es un vuelo sin escalas.
Llegarás a las 5:30 de la mañana,
la 1 :30 de la tarde hora local.
¡Puerta! ¿Es que no sabes leer un cartel?
Estamos haciendo el mantenimiento.
Es demasiado, tÍo.
He puesto los enlaces muy cortos.
Con estas reservas, no dejarás huella.
En Pittsburgh, los billetes son de National
y están a nombre del padre Henderson.
En Chicago, ve al mostrador de United.
AllÍ serás el padre Kitts.
En Toronto, es Air Canada,
a nombre del padre Wieland.
Und no hablas muy bien inglés.
En marcha.
- ¿Te gusta esto?
- Mucho.
Tengo 75 alumnos de literatura inglesa,
doy nueve clases a la semana
y el trimestre empieza la próxima semana.
Y te quiero.
¿Te gusta ParÍs?
Ándate con ojo. Hazme una promesa
y te obligaré a cumplirla.
- Muy bien, padre.
- Adiós, hijo mÍo. Que Dios te bendiga.
Hola.
¿Qué nos vamos a regalar?
Pagaré lo que debo.
- ¿Qué te ha contado mi hermana?
- Dijo que habÍa sido doloroso.
¿Te ha hablado de Argelia?
Dijo que habÍas sido teniente
de la brigada paracaidista.
Cuando pienso en ello,
me entra el miedo. ¿A ti no?
Yo te elegÍ, ¿te acuerdas?
Compartir piso con Anne
era sólo una excusa para estar cerca.
Todos juntos no podemos fallar.
Registradlo todo.
Un movimiento
y te dejo estampado en las sábanas.
Es heroÍna.
Cabrón, sal de la cama.
Para ya.
Tienes dos modos de salir, Scorpio.
Por ese pasillo, que mide
30 años de longitud... o conmigo.
MUESTREN SUS PASES
El aeropuerto de Washington.
Son los pasajeros del vuelo
de las 5:15 a Pittsburgh, Pennsylvania.
¿DirÍas que ése era Cross?
Sin el menor atisbo de duda.
Algunos aeropuertos
tienen cámaras de vigilancia.
Lo graban todo en una cinta y la borran
al dÍa siguiente. Fue una corazonada.
Y ha dado sus frutos.
No deberÍa haber sido diFcil
averiguar el destino de un cura.
Normalmente, del aeropuerto
de Washington no salen muchos curas,
pero hoy se clausuraba una conferencia.
Más de 300 curas partieron entre las 3
y las 6 de la tarde con Cross entre ellos.
- Genial.
- Estoy de acuerdo.
- Ha debido de tener ayuda.
- Mensajeros.
El plan fue obra de Cross.
¿Estás de acuerdo en eso, Scorpio?
Vaya, ya tenemos algo en común.
Muchachos, podéis marcharos.
TenÍas que haber matado a Cross
en la misión de ParÍs.
No tenÍa contrato.
- Cogiste el dinero.
- Usted lo dejó.
¿Por qué?
Cross me contrató primero.
No juego
cuando la gente se salta las reglas.
Nadie se las salta más rápido que Cross.
Conmigo, nunca.
Quiero a Cross y lo quiero muerto.
Tú lo conoces
mejor que nadie. Encuéntralo.
- Comete demasiados errores.
- ¿Como por ejemplo?
Confunde lo que quiere usted
con lo que quiero yo.
No te creas que estás
en posición de negociar.
PodrÍa meterte en chirona
por la heroÍna o por el atentado de ParÍs.
A tu gobierno
le gustarÍa obtener más nombres.
Su segundo error.
Cross me dio cierta información
de las misiones en las que trabajamos.
No es concluyente, pero me sirve
para obtener una primera lectura.
No me puede someter a un juicio público.
¿Qué quieres?
Quiero entrar.
¿Adónde quieres ir?
A Beirut.
¿Quieres el trabajo de Cross?
Si atrapas a Cross, tendrás su destino.
Quiero más.
25.000 dólares.
- ¿Dónde está Cross?
- Quiero más.
Te gusta apurarlo todo
hasta el final, ¿verdad?
- ¿Qué?
- Quiero saber la razón.
Es una orden ejecutiva.
En la ClA, no se pone en duda
una directiva, Scorpio.
No pertenezco a la ClA
hasta que atrape a Cross.
¿La razón?
Es un chaquetero, un agente doble.
Se ha vendido al enemigo
y tiene muchas más cosas que vender.
¿Sabes dónde está Cross o no?
No, pero seguro que lo sabe
un tal Zharkov.
Serge Zharkov.
Es espÍa soviético en El Cairo, homónimo
de Cross. ¿Crees que irá a ver a Zharkov?
Zharkov irá a verlo a él.
Pero no en Oriente Medio, sino en Europa.
- Europa es muy grande.
- Quiero informes sobre Serge Zharkov.
- ¿A quién va a enviar sino a mÍ?
- ¿ Y adónde te tengo que enviar?
Adonde Zharkov y Cross
se hayan visto antes.
Un lugar que conozcan ambos. Un lugar
donde Zharkov tenga un piso franco.
El informe de Zharkov está listo.
Nacido en Kiev en 191 4.
Educado en Leningrado.
Doctor en historia polÍtica y economÍa.
Combatió en España
con la brigada Thaelman.
Detenido en Moscú en 1939 y condenado
a seis años de trabajos forzados.
Rehabilitado en 1943.
Misión en los Balcanes.
La información escasea
hasta que es destinado a lrak en 1952.
Habla con fluidez alemán,
árabe, francés, inglés y hebreo.
Agentes asociados: Karlin,
Ludmann,
Zemetkin...
Vuelva a poner la parte de los agentes.
Congele la imagen en Zemetkin.
Cuando vine, me prometieron asilo.
- Además de muchas preguntas.
- SÍ.
Y he contestado a todas sus preguntas.
¿Qué hago en el aeropuerto?
Vuelve a Moscú.
No nos ha dado nada nuevo.
Ha sido listo y no ha dado problemas.
Pero todo ese rollo
sobre la libertad estaba un poco cojo.
Huyó porque hacÍa chanchullos
con fondos del estado.
Lo dejamos pasar. Pero ahora, queremos
los intereses de nuestra inversión.
Cuando Zharkov no está en Oriente Medio
ni en su paÍs, ¿dónde está?
Quizá en un antiguo patio de recreo
ni muy oriental ni muy occidental.
En algún lugar
donde se haya bajado la guardia.
No conozco ningún sitio asÍ.
Se lo dirÍa si asÍ fuese.
Su avión. Vuelo de Aeroflot 379,
directo a Moscú.
Cuando llegue,
tendrá todo un recibimiento.
- 6481 a llyushin 009. Cambio.
- Hará que me maten.
Servicio de protección federal,
agente 7 463. Cambio.
Listos para embarcar
al pasajero Andreiv Zemetkin. Cambio.
Estamos preparados. Cambio.
Apertura de la plataforma de pasajeros
dentro de cinco segundos. Cambio.
¿ Y Viena?
- ¿ Viena?
- Lo siento.
¿ Y qué pasa con la policÍa?
Fue un error. El huésped anterior a mÍ
se olvidó de meter todo en la maleta.
¿AsÍ que un error?
¿Cuánto tiempo estarás fuera?
¿Puedo ir contigo?
Es imposible.
Además, tienes que dar clase.
- ¿Será peligroso?
- No. ¿Por qué iba a serlo?
Nos hemos puesto en contacto
con los agentes de Viena.
Dispondrás de todos los medios,
colaboración total y una cuenta de gastos.
McLeod depende de ti.
- Lo de España fue hace mucho.
- AllÍ murieron los mejores.
Hay una casa en Kurrentgasse,
en la esquina. Vaya allÍ.
- ¿Adónde vamos?
- Suba.
- No es muy hablador.
- No tengo nada que decir.
Veo que aún tienes
aptitudes para el teatro.
Le da colorido.
¿Los conductores son de los tuyos?
Nada es oficial. Son antiguos camaradas.
He oÍdo que estás huyendo, Cross.
- ¿Qué más has oÍdo?
- Que McLeod ha ordenado liquidarte.
Te busca un asesino a sueldo.
¿Cuándo te has enterado?
- Una semana antes que tú.
- ¿Con quién haces tratos?
La verdad es que es un búlgaro
que trabaja para los chinos.
- ¿Es tu casa?
- La tuya, si te hace falta.
Nadie conoce su existencia:
ni mi compañÍa ni la tuya.
Sólo amigos, pocos y de confianza.
- ¿ Y el alquiler?
- Te la dejo a crédito.
Gracias.
Llegará un momento en que
mis superiores querrán que te entregue.
Primero colgarán la soga
y luego tirarán de ella.
¿ Y luego?
Moscú es bonito en primavera.
He oÍdo que el invierno es largo.
¿Cómo vas a sacar a tu mujer?
La sacaré.
Deserta y la sacarán por ti.
No, Sergei, nada de Moscú.
Quiero retirarme,
no cambiarme de bando.
Siéntate.
La oferta del escondite sigue en pie.
¿ Y cuando la soga empiece a oscilar?
Te avisaré.
- Y sabrás dónde encontrarme.
- En Viena, podrÍa encontrarte siempre.
¿Te has dado cuenta
de que nos están sustituyendo
por jóvenes de rostro brillante
y estúpido, cierto estilo
y cuyo objetivo
no va más allá de la eficiencia?
Vigilantes de máquinas,
pulsadores de botones,
encargados de maquinaria
con juguetes complicadÍsimos
que, aparte del idioma, son iguales,
tanto americanos como soviéticos.
Por los dinosaurios.
Quizá puedas matar tú solo a Cross,
pero no lo encontrarás sin ayuda, aquÍ no.
- ¿Hablo para las paredes?
- No, te estaba escuchando.
Hasta ahora, no has dicho nada
que eche luz a la oscuridad.
No tienes pruebas de que Cross
y Zharkov estén en Viena.
Nadie de tu equipo conoce a Zharkov.
Pero has comprobado la aduana.
Y han llegado ocho curas en tres dÍas,
dos de ellos de Norteamérica, Mitchell.
Te llamas Mitchell, ¿verdad?
Bien, Mitchell,
¿cuál de los dos era Cross?
¿El que vino con TWA desde Nueva York
o el de Air Canada desde Toronto?
No hay manera de saberlo.
El padre Wieland era Cross,
Air Canada procedente de Toronto.
Sé de jugadores que se guÍan
por corazonadas y arrebatos.
Mueren en la bancarrota.
Si Cross hubiese volado
de Washington a Nueva York,
habrÍa tomado el vuelo de Pan Am,
pero no habÍa ningún cura en ese vuelo.
No habrÍa esperado siete horas
por un vuelo de TWA.
Nunca te quedes parado mientras huyes
y nunca corras en lÍnea recta.
Es lo primero que me enseñó Cross.
Cross es buen organizador.
No deja lugar ni para el más mÍnimo error.
Como no comete errores,
hay que fijarse en su método de trabajo.
De Washington a Pittsburgh
o a Cleveland. Dos posibilidades.
De Cleveland o Pittsburgh a Chicago.
De Chicago a Toronto.
De Toronto a Viena.
No pasa más de 20 minutos en ningún
sitio y viaja menos de 12 horas en total.
Wieland encaja.
He aquÍ toda la majestuosidad de Europa.
¿Has estado en el Hermitage?
Alberga pinturas que te dejan sin aliento.
- Deja de hacer de guÍa. ¿Qué tienes?
- Llegadas.
- Saben que estás aquÍ. Me lo suponÍa.
- Tú nunca supones.
Un desertor, Zemetkin, un ladronzuelo.
McLeod lo tenÍa en un puño.
- SabÍa lo de Viena.
- ¿ Y lo del escondite?
Sólo lo conoce gente de confianza.
PodrÍa matar a éste.
No.
Te invitarÍa a un café, pero el azúcar
atraerÍa a demasiadas moscas.
Todos los que conocÍa Cross en Viena.
Todos los que conocÍa Cross
que tú conozcas.
Rastreamos las llamadas a América,
los telegramas y los radiotelegramas.
Quiero que me traigan las cintas aquÍ.
Estamos vigilando todas las embajadas,
pero si Cross no se mueve, será invisible.
Se moverá. Tratará de sacar a su mujer.
Necesitará dinero y ayuda.
Si deserta, no.
- No desertará.
- McLeod cree que es posible.
Si fuese a desertar,
estarÍa en Moscú, no en Viena.
El problema de McLeod
es que piensa como McLeod.
¿Sabes qué es un dybbuk, Mitchell?
Una especie de duendecillo
o fantasma judÍo.
Un espÍritu que invade
otra forma de vida humana.
Yo soy el dybbuk
de la mente laberÍntica de Cross.
Habito en su interior.
Se moverá.
Está aquÍ.
Novins y Dor te ayudarán. Los dos
son vieneses y buenos agentes.
Por lo que respecta a la embajada,
no existes, asÍ que no pidas ayuda.
- ¿Tienes un rato, Max?
- Hasta las tres, y más tarde si quieres.
- ¿Tienes hambre?
- Aguantaré si nos damos prisa.
Vamos.
Estamos en junio.
Strauss, Strauss y más Strauss.
Un poco de Mozart, un poco de Brahms
y luego Strauss, Strauss y más Strauss.
Viena es la única ciudad que se pone
la ropa de antaño para los visitantes.
Han pasado meses desde que toqué
por última vez algo de Webern o Berg.
Y tres años desde que te vi.
- Tengo problemas.
- ¿Necesitas ayuda?
Tal vez deberÍas
preguntar primero qué pasa.
Sólo me deprimirÍa o asustarÍa.
Necesito un correo.
Camarero.
- ¿SÍ?
- Zwei cervezas.
¿Entre ensayo y ensayo o pido una baja?
Tendrás tiempo mientras ensayas.
¿Puedes ir hoy al banco?
- ¿Al banco de siempre?
- Hay un cajero que se llama Karoldy.
Te dará la llave de una caja de seguridad
en la que hay tres paquetes.
Tráemelos.
- ¿Qué haces este fin de semana?
- Estoy libre del viernes al lunes.
¿Te apetece ir a Roma?
Quiero que alguien vaya a recibir
a Sarah, alguien conocido.
Si la saco en los próximos dÍas,
¿podrás ir? Es muy importante.
¿La llevo a Maria?
Nada.
Dice que hace 20 años que no ve a Cross.
Ni sabÍa que sigue vivo.
¿Le crees?
Yo dirÍa que sÍ.
¿Lo pongo bajo vigilancia?
Ahora prueba con Stross.
Porkornygasse, 72.
- Acabaremos mañana.
- ¿Nos vemos aquÍ?
Nos vemos aquÍ.
- ¿Cómo ha llegado esto?
- Un señor ha pedido que se lo dé.
- ¿De unos 50 años, alto y americano?
- SÍ, pero era alemán.
SÍ, claro.
DeberÍas haberlo hecho en ParÍs.
El precio no era el adecuado.
¿ Y ahora lo es?
SÍ, ahora sÍ.
PodrÍa matarte.
Pues adelante.
Esta oportunidad no se volverá a repetir.
¿Podemos hablar?
Claro.
¿Te ha confesado McLeod mi pecado?
- Ha dicho que te has vendido.
- ¿ Y tú te lo crees?
¿Es cierto? Quiero saberlo.
¿Para completar tu educación?
No, no es cierto.
- ¿Qué pasa con Zharkov?
- Es de la competencia.
Conozco a Zharkov
desde hace casi 30 años.
Como aliado, como enemigo
y siempre como amigo.
Los dos somos antifascistas prematuros,
como solÍan decir en Washington.
Pero Zharkov no se ha vendido
y yo tampoco.
- ¿ Y por qué quiere matarte McLeod?
- ¿Por qué no se lo preguntas tú?
Te lo estoy preguntando a ti.
Buscas el rostro iluminado de Dios,
¿verdad? Algo en lo que creer.
Como una niña con su vestido blanco
de Primera Comunión.
Pero tienes el alma de un torturador,
asÍ que tu necesidad es más apremiante.
Me has mentido y me has utilizado.
Te voy a matar por eso.
Jamás te he mentido.
Te he utilizado, pero jamás te he mentido.
No es cosa mÍa, lo juro.
No conFes en McLeod. Ha querido
matarte en Damasco y en Marsella.
Por eso te di tanta información,
para que pudieses negociar con ella.
Estás en deuda conmigo.
- ¿Dónde?
- Está ahÍ arriba.
Lo tuviste a tiro anoche
y lo dejaste escapar.
AsÍ figura en mi informe,
a menos que tengas algo que lo cambie.
Dor dice
que ni siquiera trataste de disparar.
¿Adónde te crees que vas?
Jamás me pongas las manos encima.
No trabajo hasta el martes.
Quiero que llames a Washington.
El número y el mensaje
están en ese sobre.
Repite el mensaje
tal y como está redactado.
Llama desde una cabina.
¿Sigues sin hacerme preguntas?
¿Qué respuestas me puedes dar
que aporten algo nuevo?
Te quiero.
Y yo a ti. Por eso debo decirte
que esto podrÍa resultar doloroso.
Estoy vacunado.
¿Sabes? SolÍa pensar
que la única música que oirÍa,
tocase lo que tocase,
serÍa la que tocábamos cada mañana
cuando los demás iban a trabajar.
O la música para la selección, cuando
los afortunados entraban en las duchas.
Ahora puedo escuchar
a Brahms... sin llorar.
Pero hay una imagen
que se mantiene viva en mi mente.
Cuando cruzaste el umbral
y me llevaste a casa.
Las dos partes tiran de la red.
Quieren que te entregue.
No puedo regresar y tú lo sabes.
Después de algo asÍ, no.
- Ni aunque los tuyos cortasen la correa.
- Pero tu mujer...
La sacaré dentro de dos dÍas.
¿Sabes por qué te odia McLeod?
Eres uno de los aventureros de Donovan,
el último de los templarios.
No te pones firme, metes las manos
en los bolsillos y no respetas a nadie.
Y esta noche
te vas a emborrachar con un ruso.
Y menuda borrachera que vamos a coger.
¿Qué solÍas decir?
Caerse de la borrachera.
Y luego nos pondremos sensibleros.
Cantaremos, yo lloraré y luego te contaré
unas historias muy graciosas.
Dile a mamá que devuelva los libros
a la biblioteca. Ha vencido el plazo.
Dale recuerdos de mi parte
y dile que no coja pesos.
¿Alguien que llama a su madre, Mitchell?
Hay dos cosas que no casan.
Ha llamado a una cabina
de Washington y no tiene madre.
Toda su familia murió en los campos.
No has investigado a todos
y me has hecho perder un dÍa.
Te das mucha prisa para enviarle
notas a McLeod. Pues incluye esto.
Se trata de un tal Max Lang.
Usó el teléfono público de un café
cercano al teatro nacional de la ópera.
Lo sabÍas,
pero no te desplazaste hasta allÍ.
- Era un callejón sin salida.
- PodrÍa haberlo sido.
Pero a Lang le hacÍan falta más monedas.
Se las pidió a uno de los camareros.
El camarero lo conoce.
Toca el chelo.
Y aún hay más: estaba en la Resistencia
cuando Cross hacÍa de contacto.
Todo este rollo es superfluo.
Ya no hay más secretos. Al menos,
no de los que merece la pena robar.
Es una forma de vida inferior.
La razón de su existencia
es su razón para existir.
¿Qué diablos haces?
Dios, Sergei.
Hasta te escondes las cosas a ti mismo.
Dime, ¿qué haces para no quemarte?
Tienes ante ti
al último de una raza de gigantes.
No, en serio.
¿En serio?
Sigo creyendo en la causa.
Sigo siendo comunista.
¿Comunista? ¡Por amor de Dios!
¿Después de lo que has visto?
Has visto
cómo se ha vuelto cruel, inhumano.
No. He visto cómo los hombres
lo han utilizado mal.
¿Qué pasa con los juicios?
¿ Y las purgas?
Juicios y purgas:
palabras que has leÍdo por ahÍ.
Mi juicio fue tan grotesco
y mis horas de interrogatorios
tan terribles que estaba entumecido.
Fue como una especie
de lobotomÍa frontal sin anestesia.
Y los campos de trabajos forzados,
donde a los hombres, buenos comunistas,
antiguos combatientes,
hombres que creÍan en la dignidad
humana por encima de todo,
se les usaba de animales de tiro
para llevar troncos con los pies helados.
Y esto es el fruto de todo
por lo que he trabajado en mi vida.
Pero en aquel momento,
¿no eras consciente de lo que pasaba?
En aquel momento, trataba de entender
lo que me habÍa pasado a mÍ.
Casi todos éramos comunistas,
no estalinistas. Por eso estábamos allÍ.
No habÍa ocurrido nada
que me hiciese renegar de mÍ mismo.
SeguÍa siendo comunista. Stalin
no podÍa hacerme cambiar de opinión.
Y ahora, la estupidez anodina y gris
que envÍa los tanques a Praga
porque carece de imaginación
tampoco puede
hacerme cambiar de opinión.
Sigo siendo comunista.
Sigues siendo imbécil.
Sigues trabajando
para la misma estupidez anodina y gris.
Y, cuando me aprieten las tuercas,
te entregaré a ellos.
Ayer a las 16:20, Sarah Cross
recibió una llamada telefónica local
con el mismo mensaje de la que se grabó
en Viena hecha a alguien de Washington.
No sabemos quién realizó la llamada.
Salió de casa a las 1 7:05.
Atención al bolso.
Del tamaño adecuado para llevar un bulto
del tamaño de un libro sin que se note.
Se dirigió a este guardamuebles.
Cross guarda allÍ muebles de la época
en que su mujer llegó desde El Cairo.
Entró, cogió las llaves y subió.
Estuvo dentro durante seis minutos.
Le dijo al vigilante
que tenÍa que medir un armario.
No sacó nada. Se marchó
y fue hasta la Biblioteca del Congreso.
No tenemos imágenes del interior,
pero la siguió uno de nuestros agentes.
Estaba lleno de turistas
y ya casi era la hora de cerrar.
No habló con nadie ni dejó nada,
sólo deambuló por las salas.
No obstante, al salir pasó entre un grupo
de personas de una visita guiada.
No se puede registrar a un grupo.
Salió del edificio a las 1 7:49.
- SerÍa un punto de contacto.
- ¿Se vio con su contacto?
SerÍa alguien de aquel grupo.
PodrÍa haber recogido algo. Un pasaporte,
un billete, los datos de la huida.
Se va a escapar.
Que registren su casa.
Que Heck Thomas, el que vive detrás,
la invite a tomar algo o a cenar.
Que un ladrón le allane el camino
a uno de nuestros agentes.
Ponlo al tanto de lo que se va a encontrar.
Que parezca un robo común.
El ladrón tiene que dejar sus huellas.
Le daremos protección.
Nada, aunque llevaba
el mensaje telefónico en el bolsillo.
Es la letra de Cross. Hablaré con Lang.
Ha muerto. Se negaba a hablar.
El coche. Ciérrale el paso.
Quédate por aquÍ.
Estoy cansada, Helen,
y no he sido buena compañÍa.
Gracias por todo
y despÍdete de Heck por mÍ.
Ven a tomarte un café por la mañana.
- Entiendo de música...
- Hemos acabado la bebida.
- Hay más en la cocina.
- También se ha acabado.
- ¿Adónde se ha ido Sarah?
- A casa. Está con la depre.
Dios, no.
Se ha ido a su casa. ¿ Voy tras ella?
No, no se meta.
Llámalo y avÍsalo.
Voy para allá.
Dios mÍo, ¿qué ha pasado aquÍ?
Ya.
Más basura de la suya, Sr. Mitchell.
Siempre con acceso a mis superiores.
No me gusta que la gente como usted
ande suelta por mis calles.
He perdido a otro hombre
y a ese cabrón le hace gracia.
Has perdido más que a otro hombre.
Has perdido a Zharkov, lo que significa
que hemos perdido a Cross.
PodrÍa ser que Cross resultase
más valioso y cooperase más
si le ayudásemos incondicionalmente.
Nosotros no pensamos lo mismo.
Alex, tú no piensas. Acatas órdenes.
lgual que tú.
Tus órdenes son las mÍas: meter a Cross
en el vuelo de mañana a Moscú.
Vuestra intimidad podrÍa interpretarse...
Alex, me recuerdas a alguien que conocÍa.
- ¿A quién?
- Nunca me dijo cómo se llamaba.
Como tú, construÍa su carrera sobre
una confianza ciega en la obediencia.
Sacó su revolución de los libros
y su marxismo de una papilla
fácil de tragar y ya digerida.
ConstruÍa el socialismo en un paÍs
con los huesos de un osario.
HabÍa muchos sueltos por ahÍ en 1939.
No te puedo dar más tiempo.
- Dos dÍas.
- Y les pongo mi cabeza en bandeja.
¿Malkin?
Otro cabrón más.
Será mejor que te vistas.
¿Sabes, Sergei? Quizá me vaya
mejor que a ti en una sala aislada.
Ni se te ocurra.
Es para ti.
Hazme un favor: corre, tan rápido
y tan lejos como puedas.
Ahora sólo tienes enemigos.
En las dos partes.
No me pongas las excusas
por orden alfabético. ¿Has limpiado todo?
Morrison está en el hospital, con nuestros
médicos. La herida tiene mal cariz.
- ¿ Y el ladrón?
- Ha huido. llocalizable.
- Nadie es ilocalizable.
- Obstruye la investigación policial.
- No tenemos medios.
- Si pasamos por encima de ellos, sÍ.
Si Milne aparece muerto, eso originará
más preguntas e investigaciones.
Está bien, pero saca a Morrison
de Washington. EnvÍalo a Panamá.
La herida no tiene buena pinta.
No lloraré si el muy memo la palma.
¿Has cambiado de opinión, amigo mÍo?
Traigo malas noticias.
Nuestra hermana Sarah
descansa en paz en la morada de Dios.
Con la fe y la esperanza de la vida eterna,
encomendamos a Sarah a la bondad
y la misericordia de nuestro Padre.
El cazador volvió de la colina.
Yo no tardarÍa mucho en comprar
una parcela, Sr. McLeod. Es bonito.
¿Crees que soy el responsable de esto?
- Cross lo creerá.
- ¿Crees que volverá?
¿Usted no?
Tenemos pruebas de que está en Moscú.
Pues queme incienso
delante de ellas y póngase a rezar.
Por nuestra parte,
el contrato sigue en pie.
¿Por qué la Bahnhof?.
Todos los rostros son anónimos
en las estaciones de tren.
¿Seguro que no habrá complicaciones?
AllÍ está, con la maleta
y listo para emprender el viaje.
Los negativos y las copias
están de camino a Moscú.
Las interpretaciones posibles
son limitadas,
pero un informe adjunto
aclara los aspectos más vagos.
Y ves cómo se marcha Cross.
PodrÍas tratar de desmentirlo,
pero de poco te servirÍa
y, en el mejor de los casos,
se te acusarÍa de incompetencia.
Te sugiero que desertes.
Cross y Zharkov bajando
de un llyushin soviético.
Se cree que esta foto ha sido tomada
desde el tejado del aeropuerto de Moscú.
Según el laboratorio, es posible,
pero las pruebas no son concluyentes.
Cross saludando a tres vips.
Que Zharkov esté al fondo indica
que los tres son altos cargos.
No se sabe quiénes son estos dos,
pero éste podrÍa ser Stolypin,
jefe de la sección árabe de Moscú.
Y este vehÍculo de mantenimiento.
Se ha ampliado en el laboratorio
y tiene un número de matrÍcula de Moscú.
Ésa es la primera prueba concluyente.
Las demás son ampliaciones
para examinar todo con detalle.
Lo hemos examinado con detalle y todo
apunta a que quizá se trate de Moscú.
Pero podrÍan estar en Praga o Budapest.
- ¿Dónde está Zharkov ahora?
- En El Cairo.
Voló directamente desde Moscú.
El enemigo se rÍe de cierto golpe.
Cross se ha pasado al otro bando.
Scorpio sigue esperándolo.
El francés es un fracasado.
PodrÍas haber elegido aquel abisinio
tan bonito de la tienda de mascotas.
Me gustan los gatos callejeros.
Te llamaré Sun Tzu.
¿Quién es Sun Tzu?
- Un erudito de la guerra. ¿ Verdad, gato?
- Seguro que tiene pulgas.
Es una señal de su independencia.
QuerÍa regalarte algo bonito y exótico.
QuerÍas regalarme algo que yo quisiese.
Me quedo con éste.
Es gratis, pero, si lo desea,
puede dejar un donativo.
¿Tenemos que darle de comer
algo especial?
No. Si tiene hambre, comerá lo que sea.
Quiero hablar contigo, Laurier.
Será un momento, por favor.
McLeod ha cerrado el caso Cross.
¿Es una advertencia de las suyas?
No, he venido solo.
- Quiero saber tu opinión.
- Ya la sabe.
Este aeropuerto podrÍa ser el de Moscú.
- ¿PodrÍa?
- Creemos que sÍ.
Pero podrÍa ser el de Praga o Budapest.
Qué geograFa tan poco precisa.
¿Sigues pensando que Cross volverá?
Si es Moscú, no le dejarÍan posar
para las fotos para luego marcharse.
No sé dónde es
y no sé qué podrÍan hacer los rusos.
Pero sÍ sé qué hará Cross.
¿Qué crees que deberÍa hacer yo?
Siéntese en la silla de McLeod,
a ver si le resulta cómoda.
Pronto quedará libre.
Hemos localizado al ladrón. Se llama
Paul Milne. Está muerto de miedo.
Yo irÍa a por él esta noche.
Puede que mañana ya no lo encuentres.
Siendo su tercera condena, le darÍan
la perpetua sin haber matado a nadie.
La poli deberÍa ir a por él,
pero ni siquiera lo están buscando.
Dicen que le han dicho a los maderos
que pasen del tema y no les ha gustado.
Ha metido baza alguien de arriba.
¿Crees que lo contrataron para despistar?
Es posible, si es que tenÍan una buena
razón. ¿A qué se dedica Milne?
Robos en casas y sin violencia. Jamás
lo han pillado con pistolas ni navajas.
He preguntado por ahÍ, pero nadie dice
que haya disparado a tu mujer.
Pero sabes dónde encontrarlo.
¿Qué pasa?
¿Quiénes sois?
¡Dios, es gasolina!
¿Quiénes sois?
Cerillas.
Madre de Dios.
- El trabajo en el que mataron a la mujer.
- Yo no la maté, lo juro.
¿Quién fue?
Me contrató un tipo. No sé cómo se llama.
- ¿Te dijo qué tenÍas que buscar?
- Una libreta, un paquete pequeño.
Papeles, cartas, cosas escritas a mano.
- ¿Le disparó él?
- SÍ.
La mujer llegó por sorpresa
y traÍa una pistola.
Ella abrió fuego y él la acribilló.
Deja de fumar, chorizo.
Es perjudicial para la salud.
- Ahora ya lo sabes.
- Ahora lo sé.
¿Te vas a cargar a ese tipo
si está tan arriba como dices?
- Miff Wilson.
- No te va a salir gratis.
Puedo permitÍrmelo. He ahorrado para
comprar una montaña que ya no necesito.
Sé que estás ahÍ fuera. Lo noto.
- Miff, ¿qué tal?
- Genial.
- ¿Tienes un momento? Vamos fuera.
- Claro.
Miff, ¿te acuerdas del trabajillo
que hiciste para mÍ en Michigan?
Quiero que te encargues de algo.
lrá en un Cadillac ***.
¿Qué haces, chiflado?
Son preciosas.
- Nos vamos a ParÍs.
- ¿Cuándo?
Mañana. Buscaremos un piso.
- Tú ya tienes uno.
- Uno nuevo.
Estás loco. ¿Lo sabÍas?
Estás como una cabra.
Te quiero.
Si me ocurre algo, si me paran
en el aeropuerto o algo por el estilo,
lleva esto a la embajada francesa,
a un tal Gil Mousseau.
Y dáselo.
Ya sabe lo que tiene que hacer.
No, no me preguntes ahora.
Pronto te lo contaré. En ParÍs.
¿Tienes problemas?
No, es mi póliza de seguros.
Como soy tan tradicional,
te compraré un anillo.
Y conozco un sitio
donde sirven un buen desayuno.
- Hasta el lunes.
- Que te aproveche el almuerzo.
Esto parece un circuito del martini.
La ciudad vive de aceitunas y cotilleos.
- Hemos llegado.
- ¿Es aquÍ?
- AquÍ está bien.
- De acuerdo.
Tú márchate.
No baje, Sr. McLeod. Ya me encargo yo.
- No me muevan.
- Llamen a una ambulancia.
No me muevan.
Rápido, consiga una ambulancia.
Tu vuelo sale
del aeropuerto de Dulles a las 7:50.
- Suerte.
- Gracias.
- Nos vemos allÍ.
- SÍ.
TenÍas razón, Scorpio.
DeberÍamos haberte hecho caso.
¿ Vas a cumplir tu contrato ahora?
Lo voy a dejar.
Aún queremos a Cross.
Se pondrá en contacto con el enemigo
y hará una última gran entrega.
No me ha presentado ninguna prueba
de que Cross era un traidor.
Tiene un montón de dudas. No basta
para que le haga caso ni diez minutos.
¿Quieres pruebas?
¿Qué te crees que era McLeod?
¿Un psicópata?
¿Una mente enfermiza que ordenaba
asesinatos para pasar el rato?
No. Era un profesional,
como Cross, pero distinto.
Era una persona honrada. Sólo tenÍa
dos dioses: la eficiencia y el deber.
Cross es un agente doble.
En espionaje, todas las pruebas
son necesariamente circunstanciales,
pero Cross tenÍa cuentas bancarias
en Zúrich con el número 30-98-71 .
Se puede ver ahÍ escrito de su mano
y cotejado con la firma
de su tarjeta American Express.
Sólo en esa cuenta tenÍa 238.000 dólares,
que bajaron a 124.000 dólares este año.
Por cierto, puedes congelar la imagen
o ampliarla utilizando el panel de control.
Otra cuenta apareció en Panamá
a nombre de Robert Crosthwaite.
Saldo: 19.500 dólares.
También tiene una cuenta bancaria
en Dallas a nombre de Gerald Cross.
Saldo en enero del 73: 60.000 dólares.
El trabajo de campo
requiere tratar con el enemigo.
Cross conocÍa a gente
como Zharkov, pero...
AquÍ está con Raymond Hussein en ParÍs,
aunque habÍa dicho que no lo conocÍa.
Con Robert Simmonds en Beirut, otro
nombre que nunca figura en sus informes.
Cross en un campamento de guerrilleros
árabes con Salem Demoum.
Recibieron importantes filtraciones
de fuentes no identificadas
y esas filtraciones
podrÍan provenir de Cross.
Cuando su mujer regresó a Washington,
la pusimos bajo vigilancia.
Tenemos razones para creer
que la estaba utilizando de correo.
Esto lo grabó uno de nuestros agentes
cuando ella salió de casa,
poco después de que el mensaje
que interceptaste llegase a Washington.
Fue a este guardamuebles.
Cross guarda allÍ algunas pertenencias.
Luego se fue a la Biblioteca del Congreso,
donde creemos que entregó un mensaje.
Estaba lleno de turistas.
PodrÍa tratarse de un punto de contacto.
Nuestro agente no tiene pruebas
porque no se puede hacer fotograFas.
Se marchó a las 5:49,
justo antes del cierre.
Yo te elegÍ, ¿te acuerdas?
Compartir piso con Anne
era sólo una excusa para estar cerca.
Yo te elegÍ, ¿te acuerdas?
Buenas noches.
Vas a tener que mirarme
a los ojos cuando me mates.
No será un problema. Esta vez no.
No, eres un hombre
de un único talento, francés.
Has aceptado esta misión porque querÍas
introducirte, querÍas mi trabajo
y necesitabas que McLeod
cargase con tus pecados.
HabÍa acabado contigo.
Me iba a marchar mañana con ella.
Lo iba a dejar por ella.
De verdad que siento lo de la chica,
pero no trabajábamos juntos.
Era checa y hacÍa de correo,
muy buena por cierto.
Trabajó muy duro para reunir esto.
Adelante, Scorpio. DeberÍa resultarte fácil.
Nos harÍas un favor a los dos
y cabe la remota posibilidad
de que te dejen seguir con vida.
Dos por uno.
Hay una sala al final del pasillo
donde está el despacho de McLeod
donde los adultos juegan a un juego.
Se parece un poco al Monopoly,
pero hay más perjudicados.
En él, no existen ni el bien ni el mal.
¡Dios!
El propósito no es ganar... sino no perder
y la única regla es no abandonar el juego.
SubtÍtulos de Visiontext: Beatriz Torres
ES