Tip:
Highlight text to annotate it
X
HISTORIA DE DOS CIUDADES
CAPÍTULO 1.
LA ÉPOCA
Fue la mejor de las épocas,
fue la peor de las épocas...
...fue la temporada de Luz,
fue la temporada de Oscuridad...
...lo teníamos todo ante nosotros,
no teníamos nada ante nosotros...
...en resumen, fue una época
muy parecida al presente...
Inglaterra - El Camino de Dover.
Una cierta noche
a finales del Siglo Dieciocho.
Arriba. Vamos.
Arriba, arriba.
Vamos. Empujen con fuerza.
Sube. Empujen con fuerza. Vamos.
Vamos, eso es. Vamos, eso es.
Diablos.
Oye, Joe, ¿qué hora es?
Deben ser casi las 11.
¿Las once y aún no estamos
en la cima de la Colina Shooter?
- Empujen.
- Vamos, pues.
Vamos.
Oye, Joe.
¿Qué crees que sea, Tom?
Yo diría que es un caballo
subiendo a medio galope.
Pues yo digo que es un caballo
subiendo al galope.
Caballeros, en nombre del rey,
pónganse todos en guardia.
¿Correo de Dover?
¿Son el correo de Dover?
No importa qué seamos nosotros.
¿Qué es usted?
Soy un mensajero del banco Tellson.
¡Alto! No se acerque más.
Quiero al señor Jarvis Lorry.
Tengo un mensaje para él de su banco.
Aquí estoy. ¿Es Jerry Cruncher?
Así es, Señor.
¡Alto! Quédese donde está.
Está bien. Lo conozco.
Vaya y hable con él si quiere,
pero no deje que se acerque más.
Nunca se sabe en estos días.
¿Cuál es el mensaje, Jerry?
El mensaje es esperar
a la señorita en el Royal George.
Ella estará en Dover.
Respóndele esto a la oficina, Jerry:
"Resucitado".
"Resucitado".
Muy bien, Señor.
- ¿Escuchó el mensaje, Señor?
- Sí.
- ¿Qué entendió?
- Absolutamente nada.
Qué coincidencia.
Eso fue lo que yo entendí.
Ahora, caballeros, todos juntos, por favor.
- ¿Salsa caliente, Señor?
- No, no, no.
La joven que esperaba, Señor...
...señorita Manette...
- Sí.
- Ya llegó, Señor.
- Qué bien.
Es un asunto de negocios.
Estrictamente de negocios.
Por supuesto, Señor.
Soy del Banco Tellson en Londres
y es un asunto de negocios.
Realmente, realmente.
Soy el señor Jarvis Lorry Junior
de Tellson y Compañía, Banqueros.
Su humilde servidor, Señorita.
Sí... recibí una carta del banco, Señor...
...informándome que una inteligencia,
un descubrimiento...
La palabra no es importante,
Señorita, cualquiera servirá.
- ¿No nos conocemos, Señor?
- Señorita Manette, soy hombre de negocios.
No me preste más atención
que si fuera una máquina.
- No soy mucho más que eso.
- Pero lo conozco. Estoy segura.
Sí. Cuando usted era una niña pequeña...
...yo ayudé a traerlas a usted
y a su madre a Inglaterra.
No fue ningún romance.
Fue un asunto de negocios.
- En los negocios no hay sentimientos.
- Sí.
Eso fue hace 17 años.
Sí. Me refiero, señorita, a esa época.
Nuestro asunto de hoy tiene que ver
con su padre, el doctor Manette.
- ¿Usted lo conoció antes de que muriera?
- ¿Antes...?
Sí. Sí, él era cliente del banco
Tellson y Compañía en París.
Yo soy empleado de ese banco.
Así es como usted me verá.
Un simple empleado de Tellson y Compañía.
Señor Lorry, ¿qué vino a decirme?
Ahora, supongamos que su padre
no hubiera muerto.
- Suponga...
- No tema, niña.
Señor Lorry, por favor
no me mantenga en suspenso.
¿Qué pasa?
Si su padre no hubiera muerto.
Si él hubiera desaparecido
repentina y silenciosamente.
Si él tuviera un enemigo
que lo hubiera hecho encarcelar.
Se lo ruego, señor.
Se lo imploro... Se lo imploro, dígame.
No, no, no. No se arrodille, niña.
En nombre del cielo,
¿por qué se arrodilla?
Por la verdad,
querido señor bueno y compasivo.
Por la verdad.
Señor Lorry, ¿mi padre está vivo?
Sí, niña.
- ¿Dónde está?
- Lo encontrará muy cambiado.
Es probable que esté destrozado,
aunque esperaremos lo mejor.
Mi padre...
Mi pobre, pobre padre...
Ahora sabe lo mejor y lo peor.
Verá a este pobre caballero
que fue maltratado...
...luego con un buen viaje por mar
y un buen viaje por tierra...
¿Qué pasa?
Señorita Manette, mi querida niña.
¿Qué le está haciendo a mi palomita?
Tenía que darle una noticia.
Lo hizo de una manera muy caballerosa.
¿No podía decirle
todo eso sin matarla de un susto?
Mire lo que le hizo.
¿Eso le parece ser un banquero?
- Traté de ser lo más suave que pude.
- ¿Suave?
Me gustaría verlo decir las cosas duramente.
Ay, mi preciosa. Mi dulce.
Pross está contigo ahora.
Nadie puede hacerte daño.
Mi querida.
- Le aseguro, madame, mis intenciones...
- No soy "madame".
Soy la acompañante
de la señorita Lucie, la señorita Pross.
Pero, madame, le aseguro que...
- Estoy bien.
- Por supuesto que estás bien.
Fue un golpe.
El hombre no tiene sensatez al soltar
lo que estaba diciendo...
...como si estuviera hablando con obreros.
Por favor, señorita Pross.
¿Dónde está mi padre?
Lleva 18 años preso en la Bastilla.
Dieciocho años.
Santo Dios.
Ser enterrado vivo durante 18 años.
Pero se lo ruego, señor, ¿dónde está ahora?
Un viejo sirviente suyo, De Farge,
lo está cuidando.
- ¿Pero dónde? ¿Dónde?
- En su tienda de vinos en París.
Debe llevarme donde él de inmediato.
Bueno, ¿por qué se queda ahí
parado como un tonto?
Sí oye, ¿no?
Ella quiere que la lleven donde su padre.
¿No es normal que quiera ver a su padre?
Bueno, lo haré, pero...
Un brindis por la salud del rey.
- Tiene barro.
- Tiene comida. Bebe.
No le prestes atención al sabor.
¿Cómo pueden aguantar tanta pobreza?
¿Aguantarla? Mira, viven bajo
la propia sombra de la Bastilla.
Tienen que aguantarla.
ES MÁS TARDE
DE LO QUE CREES
SANGRE
No hagas eso, Jacques.
Muy pronto habrá sangre
corriendo por estas calles, De Farge.
Sí, pero guarda esa idea
en tu corazón, Jacques.
No la desperdicies en las paredes.
Tienes razón, Jacques.
Jacques, ¿dónde quieres esta madera?
¿En el desván?
Jacques, 116 de Bordeaux.
Bienvenido, Jacques. Entra.
Ciento dieciséis de Bordeaux, mi esposa.
Bueno, Jacques, ¿ves cómo
se chupan el vino derramado?
Cada gota.
No es muy a menudo
que esos pobres conocen el vino...
...ni nada excepto el pan *** y la muerte.
Es igual en toda Francia.
¿Ya vio a nuestros inquilinos de arriba?
Todavía no, pero le mostraré.
Dieciocho años encarcelado en la Bastilla.
Espera a que lo veas.
El verlo dejará marcadas las almas
de todos los campesinos.
Extraños. La rosa.
¿Madame De Farge?
Resucitado.
Sí, sí. Tenemos un vino
añejo muy bueno arriba.
Mi esposo les mostrará.
Vengan.
Usted era demasiado joven para recordarme.
Yo era su sirviente.
¿Dónde...? ¿Dónde está?
¿Está muy cambiado?
Cambiado, mademoiselle.
Cambiado.
¿Lo tiene encerrado? ¿Por qué?
Ha vivido tanto tiempo así,
que una puerta abierta...
¿Es posible?
Todo es posible en Francia hoy en día...
...así como todo será posible más adelante.
No entre todavía.
Vamos nosotros primero.
¿Sigues trabajando duro?
Sí, estoy trabajando.
Hay que terminar estos zapatos.
Verás, tienes un visitante.
Un visitante.
Muéstrale tu trabajo al señor.
Es un zapato de mujer.
Es un zapato para caminar de una joven.
Está a la moda presente.
Yo nunca vi la moda.
Lo hice basándome en un dibujo.
Doctor Manette, ¿me recuerda?
Vamos, vamos. ¿Recuerda a un viejo amigo
en el Banco Tellson en Londres?
No.
No.
¿Quién eres tú?
¿Quién eres tú?
Es la misma...
...¿pero cómo puede ser?
Es la misma...
...pero ella está muerta.
Sí.
Mi madre está muerta, pero yo...
¿No puedes sentir quién soy?
Ella había puesto la cabeza en mi hombro...
...y cuando me llevaron
a la Torre del Norte...
...encontraron pelo como este...
...en mi manga.
¿Cómo pudo ser eso?
¿Eras tú?
Yo soy Lucie, su hija.
Tu hija.
¿Cree que esté en condiciones
de viajar a Inglaterra?
Sáquelo de Francia por su bien
y por el del Jacquerie, que lo rescató.
- ¿Quién es ese Jacquerie?
- Algún día lo sabrá.
Toda Francia lo sabrá.
Vendrás conmigo, Padre.
Espera.
Espera.
¿Dónde es el lugar?
El ladrillo estaba aquí, junto al banco.
Ya no está.
- ¿Qué está buscando?
- Algo que escribió en la Bastilla.
¿Y se quedó en su celda?
No. Lo encontramos.
Es mejor que nunca más vuelva a ver
nada que le recuerde tanto horror.
Padre, querido, lo encontraremos.
Te irás conmigo ahora. A casa.
A casa.
Nadie vio salir un carruaje
de aquí, ¿entienden?
Dieciocho años en una celda sin un juicio...
...porque un aristócrata decidió
sacar al buen doctor de su camino.
Qué lástima que no sepamos
cuál fue el aristócrata.
Pero yo lo sé.
Tengo razones para recordarlo.
Sus atrocidades contra mi propia familia
jamás me dejarían olvidarlo.
¿Entonces tienes su nombre en el registro?
Él tiene el lugar de honor.
El marqués de St. Evremonde.
Lo mataron.
Está muerto.
El niño está muerto, Excelencia.
Me parece extraordinario que ustedes
no puedan cuidarse y cuidar a sus hijos.
Uno de ustedes siempre está en el camino.
¿Quién sabe qué daño
podrían hacerles a mis caballos?
Sigue conduciendo, más rápido.
Qué episodio tan irritante.
El marqués anda rápido.
Nosotros lo llevaremos rápido a su tumba.
Mi querido sobrino, ¿qué pasa aquí?
Me voy. Me voy para Inglaterra.
¿En serio?
Monsieur Gabelle,
cuando fue el tutor de mi sobrino...
...no debió haberlo animado
para que fuera tan petulante.
Tú has hecho del apellido Evremonde
el más detestado en Francia.
No soporto tu crueldad.
Hay una enfermedad últimamente
que se hace llamar humanitarismo.
No sientes lástima por quienes sufren.
La lástima, mi querido muchacho,
es un sentimentalismo enfermizo.
¿Sientes lástima
por el cerdo que nos comemos?
Los campesinos no son cerdos.
Ahí, mi querido Charles,
es donde tú y yo diferimos.
Me temo, mi querido tutor,
que le enseñó a mi sobrino...
...a tomarse en serio
la nueva filosofía de la igualdad.
Yo disfruto a monsieur Voltaire
y a los otros filósofos modernos...
...pero los tomo a la ligera
y sólo como un ejercicio mental.
Nuestras tierras son robadas.
Mi intención es devolvérselas
a los campesinos.
¿En serio?
Agradécele al cielo que eres pariente mío
o te podrías encontrar en la Bastilla.
Monseigneur, le suplico que ignore
la impetuosidad de la juventud.
- No le temo a nada que puedas hacer.
- Charles, te lo ruego.
No estoy muy seguro de que no fuera
patriótico encarcelarte, Charles...
...a pesar del dolor
que eso me causaría personalmente.
A propósito, si tienes alguna dificultad
en Inglaterra, avísame.
He oído que las prisiones, aun dentro
de esa utopía, son muy incómodas.
Feliz viaje, señor Darnay.
¿Qué quiso decir con eso?
La mano de acero
y el guante de terciopelo.
- Pero él es capaz de todo.
- No me preocupa, Gabelle.
Charles, déjame ir contigo.
No puedo llevarte ahora...
...pero algún día estaremos juntos.
Que Dios te bendiga, Charles.
¿Dices que en el barco
hacia Inglaterra, Morveau?
¿Crees que pueda hacerse
en el barco hacia Inglaterra?
Darnay será arrestado el día que llegue.
Eres ingenioso, Morveau.
Me gusta tu plan.
- Procede con él.
- Muy bien, Su Excelencia.
El muchacho es caprichoso.
Necesita ser corregido.
Sí, Su Excelencia.
Aquí estamos, doctor Manette,
a salvo en Inglaterra...
...y ha soportado el viaje
como un viajero veterano.
Ha sido un viaje agradable.
Su bondad me ha hecho bien, mucho bien.
Es bueno ser uno mismo de nuevo.
Créame, señorita Manette,
lamento que el viaje se esté terminando.
Y no sabe cuánto me alegro de que
su sombrerera se hubiera caído en Calais.
¿En serio, señor Darnay?
Sólo quise decir que rescatarla me dio
la oportunidad de conocerla, y a su padre.
Y me dio a mí la oportunidad de escuchar
su instructivo discurso...
...sobre George Washington
y los derechos del hombre.
Ahora se está burlando de mí.
Ah, no, señor Darnay,
fue muy edificante.
A desembarcar.
- Bien, pásame mi equipaje, mi maleta.
- Retrocedan.
Lo siento.
Eso es. Date prisa, muchacho.
Bien, eso es.
Buen viaje.
Barsad.
Ahora a buscar el carruaje
y luego hacia Londres, ¿sí, Doctor?
Me pregunto, señorita Manette,
si puedo llamarla a su casa.
¿Conociéndonos hace tan poco tiempo?
Ay, señor Darnay.
Un viaje desde Calais con esta niebla
no puede llamarse un corto tiempo.
Permítame verla de nuevo.
Lucie, querida, ¿lista?
Sí, Padre.
Gracias, señor Darnay,
por toda su amabilidad.
- Adiós, hasta el domingo.
- ¿El domingo?
Le dije a mi padre que lo invitaría a cenar
el domingo a nuestra casa en Soho.
Adiós.
Adiós, Joven, hasta el domingo.
¿Cuál es Evremonde?
Ese de allá.
Pero se hace llamar Darnay,
Charles Darnay.
Te digo que el marqués hará
que valga mucho la pena para los dos.
UN CASO CURIOSO
Las fuerzas de Su Majestad
se encontraron en posesión...
...de un Charles Darnay, un joven francés...
...que fue aprehendido
y está esperando un juicio.
El prisionero será defendido
en Old Bailey...
...por el señor C. J. Stryver
del Tribunal del Rey.
Por Dios, ¿aún no estás trabajando, Carton?
Esto es demasiado.
Tienes que concentrarte en este caso.
No, no es posible.
Tienen a este Charles Darnay por traición.
No conozco a Charles Darnay.
Odio la traición, a los franceses...
Si a eso vamos, odio a los ingleses.
Sí, pero Lorry nos envió este caso...
...con una solicitud especial
por toda mi consideración.
No quiere mi consideración, sino la tuya.
¿Por qué no se la das?
Claro que cuento contigo
para que ayudes un poco.
No me necesitas.
Eres el gran abogado Stryver.
Stryver del Tribunal del Rey.
Bueno, si lo soy, es por la perseverancia.
Tuve que llegar a la primera fila.
No nací ahí, ¿verdad?
Usé mi cerebro.
- Querrás decir que usas el mío.
- Bueno, si lo hago, te pago por ello.
No lo suficiente para justificar
el que interfieras con mi bebida.
Pero este es un caso de traición.
Es un asunto de vida o muerte.
Todo lo demás también lo es.
¿Qué importa?
Carton, te lo ruego, mira este informe.
Con la vida de un hombre
en tus manos, ¿cómo puedes dudar?
- No estoy dudando.
- Pero te digo que Darnay está perdido.
Debemos ver cómo
contrarrestar la evidencia...
...de estos testigos, Barsad y Cly.
Barsad y Cly. Cly y Barsad.
Barsad y Cly.
Un caso como ese podría
ser juzgado sólo por el sonido.
¿De qué estás hablando?
Bueno, Barsad y Cly
o Cly y Barsad...
...sólo por el sonido de sus nombres
o por la composición de sus sílabas...
...son evidentemente villanos,
así como el otro hombre...
El acusado, ¿cómo se llamaba?
Darnay. Charles Darnay.
Asimismo, él es evidentemente un caballero.
Pero no puedes condenar a un hombre
por las sílabas, por el sonido de su nombre.
Barsad.
Barsad.
Creo conocer ese nombre.
¿Él no estuvo involucrado
antes en un caso de traición?
Barsad. Sí, así es.
Creo que descubrimos algo aquí, Carton.
Bien, señor Darnay, el destino y el señor
Barsad quieren que yo maneje su caso.
Su vida está en mis manos.
Puedo llevarlo a la fortuna o a la tumba.
¿Quién sabe y a quién le importa?
Ojalá dejaras de beber o no le apostaría
mucho a la fortuna del señor Darnay.
¿Sabes? No me sorprendería
que ese Cruncher...
...Jerry Cruncher,
conociera a este Barsad.
Creo que llamaré a Jerry.
No puedo permitir que te asocies
con un tipo como él.
Es un ladrón de tumbas.
Un hombre que me emplee a mí
no debería ser un esnob.
Pero es un ladrón de tumbas.
Tú no ves los hechos.
No ves el meollo del asunto.
¿Sabes qué es lo más interesante
de este caso?
¿Salvar a un inocente
de una muerte horrible?
No. Que Cruncher debe saber
en qué taberna bebe ese Barsad.
Eso significa que puedo trabajar
este caso en una atmósfera agradable.
Tienes suerte, Stryver.
Te haré una apuesta.
Nos tomaremos un trago cuando ganemos.
Ay, querido Señor,
no dejes que sea un ladrón de tumbas.
Ten piedad de su alma.
No dejes que sea un ladrón de tumbas.
Ay, querido Dios...
Que me parta un rayo
si no lo está haciendo de nuevo.
Dejándote caer
y rezando en contra de mi prosperidad.
Ay, Jerry, ¿cómo puedo evitar rezar...
...ahora que sé
cuál es tu verdadero negocio?
Escucha, Aggerawayter, no dejaré que me
quiten el pan de la mesa por tus oraciones.
Un ladrón de tumbas.
No digas esa palabra.
Soy un desenterrador, eso es lo que soy.
Le presto un noble servicio a la medicina
y hago un poco de dinero para mí.
Entonces por eso es que tus dedos
siempre están roñosos, Padre.
Silencio.
Eres una esposa y una madre antinatural,
rezando en mi contra.
No rezaba en contra tuya,
rezaba por ti.
Te digo que no dejaré
que te tomes esa libertad conmigo.
Buena madre la que tienes...
...rezando para que el pan sea arrancado
de la boca de su único hijo.
Papá, creo que se va
a tirar de nuevo al suelo.
- ¿Qué, te tirarás más?
- No, no, no. Estaba meditando.
Y tampoco permitiré que medites.
Rezan y meditan en mi contra
en mi propia casa.
Jerry...
- ¿Cómo está, señor Carton?
- No están roñosos, ¿eh?
- Ah, no, Señor.
- Qué bien.
- Nunca los volverá a ver roñosos.
- Jerry, ¿conoces a un hombre llamado Cly?
¿Cly? No, me parece que no, señor.
¿Conoces a alguien llamado Barsad?
Barsad. A él sí lo conozco, señor.
- Es estupendo para los bolos.
- ¿Dónde lo encuentro?
Puede encontrarlo jugando en Puffey.
Muy bien.
Pero si se va a ver con él...
...no tendrá muy buena compañía.
El señor Barsad tampoco.
- Oye, ¿de quién fue la idea?
- Mía.
Yo hice todo el trabajo de cabeza.
Ah, ya veo.
Les dije dónde asaltar el carruaje...
...y cuándo dispararles a los cocheros.
Y después de hacer todo eso por ellos,
¿qué crees que hicieron ellos, Barsad?
¿Se escaparon con el botín?
Ah, Barsad, ¿dónde aprendiste
tanto sobre la naturaleza humana?
En la escuela muy dura de la experiencia.
Yo no creo en nadie
y no confío en nadie.
Así es. Yo decidí lo mismo.
Nadie. Jamás confiar en nadie.
Pero esos cerdos, ¿te vengaste de ellos?
¿Que si me ven...?
Vaya si les tendí una trampa.
- ¿Les plantaste algo?
- Plantar...
Ah, tú tienes cerebro, Barsad.
- Tienes cerebro.
- ¿Qué les plantaste?
Si te digo dónde los vi por última vez...
...tal vez adivines qué les planté.
¿Dónde los viste?
Afuera de la cárcel de Newgate.
¿Newgate?
Con mis propios ojos.
Primero colgados y luego descuartizados.
¿Asfixiados y descuartizados?
Como animales, asfixiados
y descuartizados. Adivinaste, Barsad.
Ahora... Ahora, deja que ese cerebro tuyo...
...adivine qué les planté.
Traición. Los hiciste acusar de traición.
Eres un gran hombre, Barsad.
Adivinaste.
- Traición, ¿eh?
- ¡Ahora, Barsad, iguala eso si puedes!
Está bien. Lo igualaré.
Si te molestas en ir a Old Bailey mañana...
...tendrás el placer
de ver a un joven francés...
...llamado Darnay, acusado de traición.
Llevado ahí por nadie más
que tu humilde servidor.
No. Ah, si eso es cierto,
me quito el sombrero, Barsad.
Entonces descúbrete ahora mismo.
- Espera a que te diga cómo lo hice.
- Pero antes otro trago.
- Hay mucho tiempo.
- No, no, no. Ahora, déjame decírtelo.
Ahora, señor Barsad, por favor
díganos en sus propios términos...
...qué sucedió en el barco,
cómo el prisionero llamó su atención.
Bueno, señor, yo estaba caminando por ahí,
haciendo un poco de ejercicio...
...cuando pasé por la puerta
de un camarote que estaba abierta.
Miré para abajo y vi
unos papeles en el piso.
Pensé que podrían ser valiosos.
Entonces pienso:
"Esta es mi oportunidad para hacer
algo bueno por algún pobre hombre".
Usted sabe, a mí me gusta
hacer ese tipo de cosas.
No se tarde, mi buen hombre.
Vaya a los hechos comprometedores.
Sí, Milord.
Recogí los papeles e imagínese
mi asombro cuando descubrí...
...que eran listas de las fuerzas
de Su Majestad, que Dios lo bendiga.
¿Y cuál fue su motivación para entregarle
estos documentos a la policía?
- Mi deber, Señor.
- ¿Su deber para con su país?
- Sí, Señor.
- Su deber como inglés patriota.
Su deber como ciudadano brillante.
Yo digo, Milord, que si se decretaran
las estatuas en Gran Bretaña...
...como en la antigua Grecia
y Roma para los benefactores públicos...
...este noble ciudadano
con toda seguridad tendría una.
Su Señoría, protesto.
¿Debemos tener una estatua
o estaría satisfecho sólo con un busto?
Silencio en la corte.
Sin frivolidades, caballeros.
Eso es todo, señor Barsad.
Su testigo.
No tengo preguntas por ahora...
Más tarde, si no eres demasiado
tonto, lo atraparemos.
"No tengo preguntas por ahora.
Más tarde, si no eres
demasiado tonto, lo... "
No tengo preguntas por ahora.
Discúlpeme, Milord.
Aquí están las listas,
si quiere examinarlas.
¿Han estado en posesión del prisionero?
- Sí, Milord.
- Ay, vaya.
No se puede
ser demasiado cuidadoso.
Tifus. Muy frecuente.
Ahora llamo a la señorita Lucie Manette.
Señorita Manette,
¿ha visto al prisionero antes?
Ah, muy infelizmente, sí.
Responda las preguntas que le hacen.
No haga ningún comentario.
¿Cuándo lo conoció?
- Cuando el caballero subió a bordo, yo...
- Si se refiere al prisionero, dígalo.
El prisionero notó que mi padre
estaba en un estado muy delicado de salud.
Él fue muy amable
y muy bueno con mi padre.
Con los dos.
Espero no pagarle
haciéndole algún daño hoy.
Su deber es decir la verdad,
toda la verdad y nada más que la verdad.
El prisionero entiende eso,
o debería entenderlo.
El prisionero fue escuchado
diciendo algo sobre Estados Unidos.
¿Qué fue? Sea específica.
Él trató de explicarme el desacuerdo
entre Inglaterra y Estados Unidos...
...y dijo que habría podido evitarse
si Inglaterra hubiera sido más comprensiva.
- ¿Hizo comentarios traicioneros como ese?
- Pero no tuvo malas intenciones al decirlo.
- Sólo lo dijo para pasar el tiempo.
- Dejaremos que el jurado decida eso.
Eso es todo, señorita Manette.
Su testigo.
No tengo preguntas, Milord.
Con su permiso, Milord,
quisiera llamar de nuevo al testigo Barsad.
Señor Barsad, ¿usted discutió
este caso con el señor Cly anoche?
¿Anoche? Señor, no veo al señor Cly
desde el servicio del domingo pasado.
Servicio. Debió haberse robado
la caja de la colección.
¿Dónde estuvo anoche?
En casa. Trabajando.
¿Trabajando, señor Barsad?
¿Cuál es su profesión?
- Caballero.
- Retirado, por supuesto.
¿Y de qué vive?
De mi propiedad.
¿Dónde queda?
Bueno, no tengo ninguna en este momento.
Ah, entonces en este momento
no está viviendo.
Silencio en la corte.
De veras, señor Stryver, no veo qué tengan
que ver estas preguntas con el caso.
- Señor Barsad, ¿alguna vez lo han pateado?
- Desde luego que no.
Vamos, vamos, señor Barsad.
¿Una vez no lo patearon por unas escaleras?
Bueno, una vez me patearon
arriba de unas escaleras...
...pero caí abajo por mi propia voluntad.
¿Esa patada no fue como resultado
de haberse robado una tetera de plata?
Fui calumniado por una mostacera,
pero resultó que apenas era chapada.
Ah, entiendo. Fue calumniado.
¿Usted conoce a un marqués francés?
- No, Señor.
- ¿No?
¿Un pariente del prisionero?
- No, Señor.
- ¿No?
Y ahora, señor Barsad,
quiero hacerle la pregunta vital.
El fiscal general nos ha dicho
que todo este caso depende...
...de la identificación de un hombre
que usted dice que es el prisionero.
Un hombre que usted vio entrando
al camarote del barco de Dover.
Ahora, quiero
que tenga mucho, mucho cuidado.
Después de todo, lo único
que queremos es la verdad.
Ahora, ¿está seguro de que el hombre
que vio era el prisionero?
- Sí, Señor.
- ¿No pudo haber cometido un error?
No, Señor.
¿No pudo haberlo confundido
conmigo, por ejemplo?
- Ah, no, Señor.
- ¿O con Su Señoría, tal vez?
Qué tontería.
No, Señor.
Bueno, ¿entonces pudo haberlo
confundido con mi amigo erudito?
Pues...
Ahora parece pensar otra cosa.
¿Puede Milord permitir que mi amigo
erudito se quite la peluca un momento?
No me parece necesario,
pero si a él no le importa...
...y si no le da un resfrío en la cabeza.
Ahora, señor Barsad...
...¿no pudo haber confundido
al prisionero con el señor Carton?
No, yo...
Bueno, Señor, ahora que lo pienso,
a decir verdad...
...no era el prisionero, señor.
Eso es todo, Milord.
En cuanto a mí concierne, eso es suficiente.
Caballeros... el jurado se retirará
y considerará el veredicto.
Jamás entenderé cómo hizo
que él cambiara su evidencia.
Tengo una forma de llegar
a la esencia de los hechos.
- Al meollo del asunto, por así decirlo.
- Ah, ¿en serio?
Ah, sí, así es, así es.
Ah, señor Carton, si me disculpa.
Charles... El señor Darnay
será absuelto, ¿no es cierto?
Si el jurado entiende la evidencia,
Charles... El señor Darnay, será absuelto.
La defensa del señor Stryver fue brillante.
Maravilloso. Si sale libre...
...será por completo
gracias al señor Stryver, ¿no?
Es facilísimo.
Puras burradas profesionales.
Joven Señor, conceda crédito
cuando sea debido.
Señor Lorry, me gustaría que Charles
supiera que le deseamos suerte.
- ¿Se lo diría por mí?
- No, mejor lo hago yo.
No sería bueno que un hombre
de negocios respetable, un banquero...
...fuera visto hablando con el prisionero.
- Podría hacer quedar mal al prisionero.
- Sí. ¡Presuntuoso!
Silencio en la corte.
Caballeros del jurado,
¿llegaron a un veredicto?
- Sí.
- ¿Cuál es su veredicto?
Inocente.
El prisionero en el tribunal:
El jurado lo declaró inocente.
El prisionero puede retirarse.
Me alegra mucho.
Me alegra muchísimo.
Charles. Charles, mi muchacho.
- Me alegra haberlo sacado con honor.
- Usted me salvó la vida.
Nunca hubo otro resultado posible.
Barsad y Cly. Cly y Barsad.
Pude haber sabido
sólo con oír sus nombres...
...con la disposición
de sus sílabas, que eran...
Bueno, en fin, en realidad
todo fue muy sencillo.
Bueno, señor Stryver, eso demuestra que
la apariencia no indica si haya cerebro.
Barsad.
Entre artistas colegas,
¿por qué no probar en otro país?
Sí, señor. Sí, señor Carton,
creo que me encantaría viajar.
Tal vez a Francia.
O tal vez quisieras ir aún más lejos,
digamos a China.
Nunca se puede confiar en nadie.
- Adiós.
- Adiós, señorita Manette.
Mi muchacho, nunca, ni por un momento,
dudé de tu inocencia.
El hombre respetable de negocios ya puede
hablar en público con el señor Darnay.
Usted mencionó eso antes.
Los hombres de negocios debemos pensar
más en a quien servimos que en nosotros.
Sí, sí. La banca, por supuesto, impone
sus propias restricciones y silencios.
Y, efectivamente, Señor,
no sé si sea asunto suyo.
- Yo no tengo ningún asunto.
- Y si lo tuviera...
...tal vez lo atendería.
- Señor, no, no lo haría.
Señor Darnay,
usted es un joven muy afortunado.
¿Disculpe, Señor?
Bueno, no hace mucho iba camino
hacia otro mundo.
Les estoy muy agradecido
al señor Stryver y a usted.
¿Le...? ¿Le gustaría cenar conmigo?
No, yo no ceno, pero beberé con usted.
Bueno, señor Darnay...
...¿qué se siente pertenecer
de nuevo a este plan terrestre...
...probar, sentir, estar vivo?
Es muy agradable.
- Me alegra que a usted le parezca así.
- ¿Por qué, a usted no?
¿A mí?
La verdad, señor Darnay,
es que a mí no me importa ningún hombre...
...y yo no le importo a ningún hombre.
Parece estar bastante resentido hoy.
Debió estar despierto toda la noche.
- Toda la noche.
- Apuesto que no durmió.
- No pegué el ojo.
- Sólo bebiendo.
Muy triste. Sólo bebiendo.
¿Sin ninguna razón?
Sin ninguna razón.
Bueno, discúlpeme,
¿pero por qué hacerlo?
Usted es engreído, señor Darnay,
cuando pregunta por qué la gente bebe...
...pero se lo diré.
Para poder soportar mejor a los demás.
Después de algunas botellas,
tal vez hasta usted me caiga bien.
Ha sido amable conmigo
y no le pagaré sintiéndome ofendido.
Es un buen hombre.
Entonces brindemos.
Brindemos. Bebamos...
...por la persona
que está más cerca de su corazón.
- ¿Por la persona...?
- En la que está pensando.
- Pero no sé...
- Vamos, hombre...
...la tiene en la punta de la lengua.
Muy bien. Por la señorita Manette.
Por la señorita Manette.
Esa es una buena joven
para llevar a un carruaje en la noche.
Esa es una buena joven para que sienta
pena por uno y para que llore por uno.
Debe valer la pena que lo juzguen a uno...
...para ser el objeto
de tal sentimiento y compasión.
Bueno, por la señorita Manette.
Camarero, una copa.
Dígame, señor Darnay,
¿cree que usted me cae bien?
- No me he preguntado eso.
- Bueno, pregúnteselo ahora.
Creí que sí, pero ahora actúa
como si no le cayera bien.
Empiezo a tener una mejor opinión
de su entendimiento.
Camarero.
Espero que no haya nada que evite
que yo pague la cena.
- Ah, nada en el mundo.
- Deme la cuenta.
- ¿Pagará toda la cena?
- Así es.
En ese caso, camarero, otra botella.
Buenas noches, señor.
Buenas noches.
Y no deje que su cara sobria
lo haga regocijar.
Nunca se sabe adónde pueda llegar.
¿Por qué tratas al hombre así?
¿Es porque te muestra
de lo que te alejaste...
...de lo que pudiste haber sido?
Cambia de lugar con él.
¿Te habrían mirado a ti esos ojos azules
como lo miraron a él?
Vamos, Carton, estás celoso.
Dilo abiertamente. Odias al hombre.
COMISARÍA
Tengo que irme a casa.
Es Navidad.
¿A casa? ¿Dónde puedes encontrar
mejor el espíritu de la Navidad...
...que en una buena taberna inglesa?
Pero una taberna no es tu casa.
No, en casa peleas y discutes.
Y aquí todo es paz en la Tierra,
buena voluntad para todos los hombres.
Beban, caballeros,
buena voluntad para todos los hombres.
¡Feliz Navidad!
De veras, ¿qué puede
hacer tardar al señor Darnay?
Un hombre que llegaría tarde para
la Navidad llegaría tarde a su propia boda.
Charles me dijo que debía
hablar de algo con el señor Lorry.
Debe ser importante.
Cualquier cosa puede ser más importante
para un joven que ir a la iglesia.
Personalmente, lamento mucho que el señor
Darnay vaya al banco del señor Lorry.
Ustedes creen que el señor Lorry
fue muy amable, pero yo no...
...porque creo que el señor Lorry es ateo.
Todos los banqueros son ateos.
- Buenas noches, señor Darnay.
- Buenas noches.
- Feliz Navidad, Charles.
- Feliz Navidad, Lucie.
Feliz Navidad, señorita Pross,
doctor Manette.
Feliz Navidad.
Lo estábamos esperando.
¿Me perdonarías si no voy a la iglesia?
Debo hablar con tu padre de...
- De algo que se presentó.
- Estás preocupado.
No es nada serio, Lucie.
- Si pudiera hablar con el doctor Manette.
- Desde luego.
El señor Lorry envió a Jerry Cruncher
para llevarlas a la iglesia.
Regresaremos después del servicio.
¿Nos esperarás?
- Sí, yo...
- Bueno, vamos, Lucie.
Efectivamente no irá a la iglesia. Ateo.
Los banqueros y los franceses,
todos son ateos.
Permítame recordarle
que el oporto en el aparador...
...es para después de los servicios
y no para el consumo desordenado.
Ay, Pross, vamos.
Toma asiento, Charles.
No daré rodeos para revelarle
lo que tengo para decir, doctor Manette.
Acabo de enterarme por el señor Lorry
de algo que me preocupa profundamente.
Es una amarga ironía, señor...
...que este hombre, que le causó
una injusticia tan espantosa...
...sea pariente mío.
Lo siento mucho.
¿Puede entender que...
tenía que decírselo?
Sí, entiendo que tuvieras que decírmelo.
Yo soy un Evremonde,
pero los quiero a usted y a los suyos.
Por usted y por Lucie daría mi vida,
si fuera necesario.
Doctor Manette, ¿puede encontrar
en su corazón la forma de perdonarme?
Al venir a mí, Charles,
demostraste carácter.
Y no te culpo de nada.
Al sufrir, uno aprende muchas cosas.
Entre ellas, a no castigar a los inocentes.
Jamás olvidaré su bondad.
- Pero debes prometerme una cosa.
- Lo que sea.
- No debes decírselo a Lucie.
- Pero debo hacerlo. Eso sería...
Debes dejar que yo se lo diga
a mi manera y en mi momento...
...o podrías arruinar no sólo
la felicidad de ella, sino la tuya también.
Confía en mí, Charles.
No me gusta que el señor Lorry envíe tanta
gente que no queremos a cuidarnos.
Si está tan preocupado,
¿por qué no vino él mismo?
Ah, no, él mismo, no.
El viejo ateo.
Tú sabes perfectamente bien
que el señor Lorry es el alma de la bondad.
- El señor Cruncher es su ayudante.
- Su ayudante, efectivamente.
Según veo, es el más extraño
de los ayudantes.
Espera.
Buenas noches, señor Carton.
- Feliz Navidad.
- Gracias, señorita Manette.
Señorita Pross, feliz Navidad.
Le desearía una feliz Navidad,
señor Carton...
...si no fuera obvio que ya la tuvo.
¿Iba para el servicio de medianoche?
Nosotras iremos. Venga con nosotras.
¿Por qué no?
Gracias, señorita Manette.
Es peligroso
llevarlo a la iglesia, señorita Pross.
Olvidará dónde está
y seguro ordenará una ronda de tragos.
Cállese la boca y levante más esa lámpara
o lo golpearé con este paraguas.
Encenderé una vela por usted.
Váyase, mi hombre. Y espero que mejore
su comportamiento en el futuro.
Lucie, mi niña, tu padre te está esperando.
Y como sabes, a él no le gusta
tener a mucha gente aquí...
...especialmente la víspera de Navidad.
Por favor dile que entraré en un momento.
¿Por qué no entra?
- Tendremos una celebración de la Navidad.
- Ah, me temo que no.
- Gracias, señorita Manette.
- Será muy bienvenido.
Debo decirle, señorita Manette, que cuando
nos encontramos, yo no iba para la iglesia.
Lo sé.
Mi víspera de Navidad de siempre,
yendo de taberna en taberna.
Bueno, lo sé, pero, bueno, nosotros...
No siempre podemos estar bien.
¿Entraría, por favor?
Así no. Si pudiera venir otro día.
Por favor hágalo.
Me encantaría tenerlo como amigo.
Y... Y a mi padre también.
Feliz Navidad.
Me estás convirtiendo en un bebedor
de té, Prossie. ¿No te avergüenzas?
Soy la señorita Pross. Y en cuanto
a avergonzarme, ¿por qué debería hacerlo?
¿Por darle una casa decente a la cual ir,
supongo?
¿Por salvarlo prácticamente de la horca?
- Me avergüenzo... efectivamente.
- Ah, señorita Pross...
...¿no cree que a veces
tiende a exagerar sólo un poco?
Uno de los dones más entrañables
de Prossie. Por eso es que te quiero.
Sepa que yo no soy una de esas tontas
con las que puede tomarse libertades.
No más libertades, Prossie.
Y le agradeceré que me llame señorita Pross
o que no me hable en absoluto.
Sabes, creo que tienes
completamente cautivada a Pross.
Ella es parte del sabor
de esta casa para mí.
No podría imaginármela sin ella,
no más que sin estas pinturas tuyas.
- Es hermosa.
- Por favor no la mires.
Sé que es terrible, pero lo hago.
Es como mi bebida.
Sé que es terrible, pero lo hago.
No ha habido mucho de eso
últimamente, ¿verdad?
Con tu influencia.
Tus visitas han sido muy importantes
para nosotros, mi padre y para mí.
¿Qué crees que haya sido para mí,
el poder venir aquí a verte?
- Si te hemos ayudado, me alegra.
- Eres tú. Tú eres la que lo ha logrado.
Siempre he sentido que tú tienes
muchas posibilidades ocultas.
- Parece una pena...
- ¿Desperdiciarlas? No temas decirlo.
Las he desperdiciado y a mí mismo.
Es sólo ahora, después de conocerte...
...que me he dicho a mí mismo
que tal vez no sea demasiado tarde.
Estoy segura de que no lo es.
Después de todo, eres joven.
Tienes toda la vida por delante.
- Cualquier cosa que quieras lograr...
- ¿Tú crees eso?
Ah, sí.
- Hace que valga la pena intentarlo.
- Gracias, Sydney.
Eso completa mi felicidad.
Me pregunto si sabes cuánto
significa tu felicidad para mí.
Ah, claro que lo sé.
Tú eres mi amigo más querido.
Debo decirte...
¿Qué?
- ¿No puedes adivinar?
- ¿Adivinar?
Me voy a casar.
Charles Darnay.
Sí.
¿No me vas a desear felicidad?
Felicidad, sí. Sí, claro.
Toda la que te mereces.
Los uno en matrimonio...
...en nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo, amén.
Y ahora, por primera vez, señora Darnay.
Mis felicitaciones, doctor Manette.
Vaya, vaya. Esta es una ocasión...
...que me hace especular
sobre todo lo que me pude haber perdido.
Pensar que pudo haber una señora Lorry
durante estos 50 años.
Usted era un soltero en su cuna.
Estaba destinado a ser soltero
antes de estar en su cuna.
Tal vez lo fui en mi cuna,
pero desde entonces, déjeme decirle...
...que ha habido ocasiones...
- Señor Lorry.
No es el momento o el lugar
para esas confidencias.
Pero...
- Charles, ¿has visto a Sydney?
- No.
Bueno, me pregunto
por qué no vino a mi boda.
¿Por qué, Sydney?
¿por qué no fuiste a la boda?
Las bodas son ceremonias agradables.
Sabes, Sydney, ahora que lo pienso,
tú deberías casarte.
Búscate a alguien que te cuide...
...una mujer respetable
con alguna propiedad.
Una casera, una ama
de llaves de un albergue.
Cásate con ella
para cuando la necesites.
¿Tengo que pasar mi vida oyendo
esa eterna voz tuya charlatana y pomposa?
Me vuelve loco.
Tú definitivamente eres un tipo gracioso.
Nunca sé cómo tratarte.
Te sugiero que te cases y te enfureces.
Si hubieras visto
la felicidad en los ojos de Lucie...
¿Por qué habría de sorprenderme eso?
¿Por qué no debería ella ser feliz?
¿Por qué no debería ser feliz?
Estás destinado a algo más, Gaspard,
que a vengarte por el homicidio de tu hijo.
Podrías encender una chispa
que prenderá a toda Francia.
Me voy.
Se va.
- "Henri Dupont, 42 francos, dejó la renta".
- No es suficiente, Gabelle.
Con lo que recibo de estos campesinos,
apenas puedo pagar mis perfumes.
- ¿Y Roulet? ¿Él pagó su renta?
- No, Su Excelencia y tampoco lo hará.
Roulet murió la semana pasada.
Eso fue impertinente de su parte.
Se murió sin pagar la renta.
- ¿De qué se murió?
- De hambre.
El hambre es una indulgencia
con estos campesinos...
...la gota con nosotros.
Es una indulgencia de la cual con gusto
prescindirían, Monseigneur.
Ah, siempre lo olvido, Gabelle. Tú eres...
Eres un humanitario, ¿no es así?
Crees que una persona
es tan buena como cualquiera.
Una idea ingenua
que los hechos contradicen.
Pero hablando de...
Hablando de humanitarios...
...¿qué ha pasado con tu discípulo,
mi sobrino...
...en el año desde que dejó
mi tiránico techo?
- ¿Has sabido de él, Gabelle?
- Ah, sí. Está muy feliz.
Consiguió un puesto en el Banco Tellson.
Aterradoramente burgués.
Si no fuera porque mi hermana, la madre de
Charles, estaba más allá de todo reproche...
...yo sospecharía que Charles
tendría su sangre manchada de algún lado.
Su conducta es muy extraña.
Es desconcertante.
¿Qué fue eso, Gabelle?
¿Qué, Su Excelencia?
Me pareció haber visto a alguien
en la ventana. Ve a mirar.
Desde luego.
No había nada, Monseigneur.
Buenas noches.
Llévenlo rápido a su tumba
Firma Jacques
¡ESTA FUE LA ADVERTENCIA!
SI UN TIRANO PODÍA MORIR...
...MUCHOS PODRÍAN MORIR.
PERO LOS PASOS QUE SE ACERCABAN
DE UN PUEBLO RESENTIDO...
...NO ENCONTRARON ECO EN LAS
MEDIDAS REFINADAS DEL MINUÉ.
Caballeros. Monsieur Gabelle.
Discúlpenme, caballeros.
Seguro que no querrían que pusiera
la presteza antes que la cortesía.
No tiene ninguna trascendencia.
Créeme, ninguna trascendencia.
Monsieur Gabelle ha estado
tratando de asustarnos...
...con espantajos, hombres lobos
y revolucionarios míticos.
Proceda, monsieur Gabelle.
Podrán reírse, caballeros,
pero se respira la revolución.
Pero aun así, todavía hay tiempo
para remover la causa de las tensiones.
Todo lo que la gente pide es justicia.
Sólo los Jacquerie, los extremistas...
...esparcen la doctrina
de violencia y derramamiento de sangre.
¿Y qué sugiere, Gabelle?
¿Que dupliquemos la fuerza policial?
¿Duplicar la policía? No.
Darle pan a la gente.
Reducir sus impuestos.
Ah, yo... Se los suplico,
caballeros, corrijan sus errores
o vendrá la avalancha...
...una avalancha que podría
arrastrarnos para siempre.
Su terror es genuino, caballeros,
aunque su filosofía no lo sea.
¿Recuerdan su propio terror hace cinco años
cuando mi amo encontró la muerte?
Y recuerden también, caballeros,
que el Jacques que lo asesinó sigue libre.
Suficiente, Gabelle.
Tengo un nuevo agente en París...
...un inglés inteligente
que agarrará a este asesino.
Nuestro elegante rey también vio
la necesidad de tomar medidas más fuertes.
Trajo húsares alemanes
e infantería suiza a París...
...para darles a sus Jacques una buena
derrota, monsieur Gabelle.
¿Mercenarios para luchar contra franceses?
Es más delicado que masacrarlos
nosotros mismos, ¿no le parece?
¿Vamos donde las damas, caballeros?
Cómo detesto a los intelectuales
como este tipo, campesinos que saben leer.
¿Cuántos miles de estos soldados
extranjeros traerán?
No importa cuántos sean.
No les servirá de nada.
No les servirá de nada.
La gente hambrienta de París
puede esperar mucho tiempo...
...antes de rebelarse
y luchar contra soldados franceses.
Pero contra tropas
extranjeras contratadas...
...cualquier día, a cualquier hora.
- En cualquier momento.
¿Quieren esta madera en el desván?
Espía aristócrata. Antes estaba
con Evremonde. Se llama Barsad.
Buen día.
Coñac, el mejor de todos.
No importa cuánto cueste.
Estos soldados extranjeros van a pe...
Marchan bien, ¿no es así?
Muy bien.
Usted teje con mucha habilidad, Madame.
¿Qué clase de cosas hace?
De todo, más que todo sudarios.
¿Sudarios?
- El negocio parece ir mal.
- El negocio va muy mal.
La gente es muy pobre.
La gente desafortunada y miserable.
Y tan oprimida también,
como usted dice.
Como usted dice.
Perdóneme.
Desde luego fui yo quien lo dijo...
...pero claro, obviamente usted lo piensa.
- ¿Yo lo pienso?
Aquí sólo pensamos en cómo vivir.
Buena salud, Jacques.
Mi nombre es Ernest De Farge.
¿De Farge?
¿Usted no trabajaba para el doctor Manette?
- Sí.
- ¿Sabe? Yo lo conocí en Inglaterra.
Tiene una hija encantadora.
Y ahora tiene una pequeña nieta.
- ¿Nieta?
- Ah, sí.
Su hija se casó con Charles Darnay.
Debe recordarlo.
Es el sobrino del marqués de St. Evremonde.
Usted debió haber conocido al marqués.
No. ¿Por qué debería conocerlo?
Bueno, cuando el marqués
fue asesinado hace unos años...
...su muerte fue aplaudida
en este vecindario.
¿Recuerda eso, Jacques?
Se equivoca al llamar Jacques a mi esposo.
Su nombre es Ernest.
No quiero equivocarme con su nombre.
¿Hay dos D en Barsad?
No puede ser cierto lo que dijo
sobre mademoiselle Manette.
- No.
- Si él lo dijo, probablemente es falso...
...pero podría ser cierto.
- No, no, no es cierto.
Si lo es, espero por su bien, que el destino
mantenga a su esposo fuera de Francia.
El destino de su esposo lo llevará
al final que deba terminarlo.
- Que deba terminarlo.
- No entiendo que el doctor...
...permitiera ese matrimonio.
- O que olvidara lo que ellos le hicieron.
El doctor podrá olvidar
y podrá perdonar...
...pero yo no.
- Nosotros no.
No creo que vaya a haber terror en Francia.
Yo creo en la cordura
y el buen sentido del pueblo.
El problema es que los aristócratas
no fueron lo suficientemente firmes.
Deberían colgar a algunos rufianes
y esa sería toda la revolución.
Esa forma de hablar nos costó
las colonias estadounidenses.
Yo no veo ninguna comparación.
Ninguna. Perdimos las colonias porque
cayeron embrujadas por ese Washington.
Bueno, tal vez llegue el momento
en que ese Washington...
...sea un inglés más
recordado que Jorge III.
Ah, tonterías.
Ustedes, los hombres de negocios, sólo leen
sus libros contables. No están informados.
- Ah, bendita sea mi alma.
- Y los aristócratas franceses...
...están tan ciegos que no ven
el relámpago frente a sus ojos.
No debe cometer el error de pensar
que todos los aristócratas son iguales.
- Son diferentes, así como otras clases.
- De acuerdo.
La generación más joven
del Banco Tellson...
...hemos estado estudiando
de cerca la situación francesa.
- Y hemos llegado a la conclusión...
- Ah, señorita Pross...
...felicitaciones por la cena.
Sé que expreso los sentimientos de todos
al decir que el asado de esta noche...
No estaba tan bueno como siempre.
No será tan bueno como en las tabernas
a las que acostumbra ir.
Por lo que sé, ninguno de ustedes
es un extraño en las tabernas.
Señor Carton, la niña expresó
el deseo de darle las buenas noches.
El deseo de la niña
será satisfecho de inmediato, Prossie.
Supongo que no es asunto mío...
...pero yo no permitiría que ese tipo
estuviera con un hijo mío.
En cuanto a eso, usted no tiene uno.
Y por su apariencia, no es probable que
vaya a tener uno. Discúlpenme, caballeros.
Tenía muchas ganas de darte las buenas
noches, pero se quedó dormida.
Tú eres su favorito, Sydney.
Y ella es mi favorita.
Me acepta sin criticarme.
Nunca me pregunta dónde he estado
o qué he estado haciendo.
Ni siquiera objeta el hecho de que beba.
La amiga perfecta.
Sabes, Sydney, a veces, el deber
de una amiga también es criticar.
Cuando hay esperanzas de una reforma, sí.
Pero conmigo es inútil.
No lo creo. Me niego a creerlo.
Admito que hubo una vez...
Cuando te conocí,
el verte a ti y el ver tu casa...
...agitó viejas sombras
que creí que habían muerto en mí.
Tenía ideas sin madurar
de empezar de nuevo...
...de pelear en la lucha abandonada.
Un sueño que terminó en nada,
pero tú lo inspiraste.
¿Tiene que terminar en nada?
Me temo que sí.
Pero por esa inspiración y por ese sueño...
...siempre te estaré agradecido, Lucie.
Yo todavía siento
en ti muchas posibilidades.
No, jamás se realizarán.
Yo soy como alguien que murió joven.
Jamás renunciaré a mis esperanzas
por ti, Sydney. Jamás.
Yo me conozco mejor.
Pero también sé esto:
Yo acogería cualquier sacrificio por ti...
...y por aquellos a quienes quieres.
¿Me tendrías en tu mente como alguien
apasionado y sincero sobre esto?
Piensa de vez en cuando
que hay un hombre que daría su vida...
...para mantener la vida que quieres.
Gracias, Sydney.
Que Dios permita que nunca sea necesario.
Mira a la gente corriendo
para escaparse de la tormenta.
Escucha los ecos.
Sabes...
...a veces me he sentado
aquí una noche hasta que...
Hasta que he distinguido
los ecos de los ecos...
...de todos los pasos que vendrán pronto
a la vida de mi padre y a la mía.
EN PARÍS TAMBIÉN HABÍA PASOS
QUE HACÍAN ECO EN LAS CALLES
LOS PASOS DEL 14 DE JULIO DE 1789.
Carne. Sí, carne.
- Alto.
- Alto.
¿Por qué lo soportan?
¿Por qué tienen que soportarlo?
¿Por qué?
¿Por qué?
¿POR QUÉ?
¿POR QUÉ?
¿POR QUÉ?
¿POR QUÉ?
¿POR QUÉ?
ES MÁS TARDE
DE LO QUE CREES
SANGRE
...Y DEL SUBURBIO DE SAINT ANTOINE
LLEGÓ LA RESPUESTA RUGIDORA:
¡ABAJO LA BASTILLA!
¡ABAJO LA BASTILLA!
¡ABAJO EL MONUMENTO
A SIGLOS DE TIRANÍA!
¡ABAJO LA FORTALEZA-
CÁRCEL DE SU MAJESTAD, EL REY!
SIN ANUNCIARSE, INESPERADAMENTE,
LOS FRANCESES UNIFORMADOS...
...SE UNIERON A LOS HARAPIENTOS
... Y LA REBELIÓN SE CONVIRTIÓ...
...EN REVOLUCIÓN.
¡LIBERTAD! ¡IGUALDAD! ¡FRATERNIDAD!
PERO ANTES DE QUE MURIERAN
LOS GRITOS DE TRIUNFO...
...EL SIGNIFICADO
DE LAS PALABRAS SE PERDIÓ...
...Y POR LOS CAMINOS DE FRANCIA
SÓLO CORRÍA UN MENSAJE DE ODIO:
¡MUERTE A LOS ARISTÓCRATAS!
¡MUERTE A TODOS SUS AMIGOS!
¡MUERTE A SUS SIRVIENTES!
¡MUERTE A LOS INOCENTES
ASÍ COMO A LOS CULPABLES!
EL ODIO Y EL INSTINTO ASESINO
FUERON LOS ECOS INEVITABLES...
...DE LOS PASOS. LOS NOBLES HUYERON
O MURIERON Y LA TURBA REINÓ.
- Aristócratas.
- Hijos de aristócratas.
- El lacayo de Evremonde.
- Que vive de la sangre de campesinos.
No es cierto.
Yo siempre luché por el pueblo.
Yo le enseñé a Charles Darnay
a querer al pueblo. Pregúntenle a él.
- ¿Y por qué no está él aquí?
- ¿Por qué no vino a testificar a su favor?
Ciudadano Gabelle...
...conocemos las ideas del ciudadano
Darnay, sabemos que es amigo del pueblo.
- Su palabra podría salvarlo.
- Pero él está en Inglaterra.
¿Por qué no regresa aquí
para testificar a su favor?
Si, como dice, usted le enseñó
las ideas que mantiene...
...debería estar dispuesto
a hacer eso por usted.
Escríbale.
Su respuesta será la prueba.
Él vendrá.
Estoy seguro de que vendrá.
Pluma. Papel.
Gracias, ciudadano Gabelle.
Gracias por darnos a un aristócrata.
Su último deseo y su testamento.
Los felicito por su astucia, ciudadanos...
...pero les ruego, les imploro...
...que no importa qué me hagan a mí,
dejen vivir a Charles Darnay.
Él es su amigo.
La revolución necesitará amigos.
¿Recuerda a un niño que fue asesinado
por el carruaje de su amo...
...el marqués Evremonde?
Bueno, sí.
¿Era su hijo?
- Mi hijo.
- Ah, eso fue algo horrible, ciudadano.
¿Ve esta mano? Esta fue la mano
que asesinó a su amo.
- Bueno, no puede culparme a mí.
- Usted vivió con él. Es su amigo.
Ya veo.
No pediré justicia para mí...
...pero les imploro que no envíen esa carta.
Charles Darnay es su amigo.
Él siente su sufrimiento.
Él lo sentirá mejor y usted también.
Señor Charles Darnay - Banco Tellson.
Londres Inglaterra
Date prisa.
Ven con ese correo.
¿Por qué te tardaste tanto?
¿Y toda esa gente, Padre?
Hoy hay muchos extranjeros.
Franceses que vienen a salvar su pellejo.
Según he oído, Francia sería un buen lugar
ahora para un desenterrador.
Te estás desarrollando
demasiado rápido, muchacho.
Y no te subas a mi taburete.
- Carta para usted, señor Darnay.
- Gracias, Jerry.
¿Dónde hablo sobre un préstamo?
No entiende, quiero este préstamo
en la mejor casa de Rue St. Germain.
Todo se hará, pero toma tiempo.
- No puede apresurar este banco.
- Exijo atención inmediata.
Mi querido Señor, el joven señor Tellson
lo verá, pero tendrá que esperar.
- Quiero ver al señor Tellson padre.
- No, no, no.
El señor Tellson padre no ha visto
a nadie en 15 años.
Pero aquí viene el señor Tellson hijo.
Señor Tellson, Señor. ¿No le prestará
ninguna atención a mi préstamo?
Indudablemente.
- Buenos días.
- Buenos días, Señor.
Si le aconsejas al banco
que les preste a estos aristócratas...
...arruinarás Tellson.
- Esta es la mejor oportunidad...
...para el negocio en años.
Están tan ansiosos por obtener préstamos,
que los respaldarán con el doble.
A ti te parecerá el doble,
pero no es ningún respaldo.
Ese asunto en Francia
es una verdadera revolución.
Esta gente está respaldando
con propiedades que no poseerá.
Yo también estaba pensando algo parecido.
- Darnay.
- Hola, Carton.
- ¿Lucie sigue en el campo?
- Sí, sí.
Parece alterado. ¿Todo está bien?
Sí, claro.
Señor Stryver, puede ver que somos
asediados por gente pidiendo préstamos.
Nuestro señor Lorry está en París
evaluando la situación.
Los consejos están atrasados.
¿Sí deberíamos prestar dinero
por adelantado, señor Stryver?
Yo no lo haría.
En Francia hay una verdadera
revolución, señor Tellson...
...y estos respaldos, en mi opinión,
no son ningún respaldo en absoluto.
- ¿No crees, Carton?
- Indudablemente.
Bueno, señor Carton, aunque usted
esté de acuerdo con el señor Stryver...
...aun así me arriesgaré
a seguir su criterio.
Buen día, Señor.
- Jerry.
- ¿Sí, Señor?
- ¿Cuándo sale el carruaje para Dover?
- En media hora, de la posada Golden Cross.
- ¿Se encuentra con el barco para Francia?
- Sí.
- Resérvame un puesto inmediatamente, ¿sí?
- Sí, Señor.
"Sé que entenderán mi obligación
para con mi antiguo tutor.
Su vida está en juego
y no puedo negar su súplica".
¿No es típico de Charles?
Dejarlo todo e irse a ayudar a...
Padre, ¿qué? ¿Qué pasa?
Tal vez debí habértelo dicho antes, Lucie.
- ¿Qué?
- Sobre Charles.
Es un Evremonde, un sobrino del tristemente
célebre marqués de St. Evremonde.
¿El hombre que...?
Padre, ¿el mismo hombre que...?
Sí, fue el tío de Charles el que
me hizo encarcelar en la Bastilla.
¿Por qué no me lo dijiste?
Todo eso está en el pasado.
Lo que me preocupa es el presente.
- El peligro que corre Charles.
- ¿Peligro?
Apenas hoy oí que pasaron
una nueva ley en Francia...
...según la cual las vidas de los
aristócratas que regresen a Francia...
...se perderán ante la revolución.
¿Qué vamos a hacer?
- Debemos seguirlo.
- Sí. Sí, claro que debemos hacerlo.
Señorita Pross.
- Padre, tengo miedo.
- ¿Sí, madame?
- Envíe a la señorita Pross.
- Sí, madame.
No tienes por qué temer.
Como víctima de los aristócratas,
yo seré bienvenido en Francia.
Sí. Sí, claro que serás bienvenido.
Qué extraño que yo
que sufrí por culpa de un Evremonde...
...deba ir a salvar a un Evremonde.
Ven, Padre.
FRANCIA
¿Charles Darnay?
Pase, Evremonde.
- Llévenlo a la prisión de La Force.
- Llévenselo.
Espere. ¿A la cárcel? ¿Bajo qué ley?
¿Por qué ofensa?
Tenemos nuevas leyes, Evremonde.
Y nuevas ofensas desde que estuvo aquí.
¿Pero no hay...?
¿Me permite comunicarme
con el señor Lorry del Banco Tellson...
...que está en París ahora?
Yo no haré nada por usted.
Llévenselo.
- ¿Puede vernos, Padre?
- Estoy seguro de que sí.
Puedes enviar un beso hacia la fila
más alta de ventanas.
Eso hago y envío mi alma con él.
Adiós, mi querida. Ahora debo irme
a tratar de arreglar el juicio de Charles.
Si puede vernos, ¿por qué no baja?
Lo hará, cariño...
...si esperamos lo suficiente.
Mami, hay algo blanco allá arriba.
Sí, cariño, él nos ve. Saluda.
Antiguo conde D'Etournelle,
¿tiene algo para decir en su defensa?
Nada que yo pudiera decir
dejaría ninguna impresión en ustedes.
Prefiero la dignidad del silencio.
Él prefiere la dignidad del silencio.
Voten, jurado.
- Culpable.
- Culpable. Culpable.
Muerte en 48 horas.
¿Compran una guillotina? ¿Guillotina?
¿Compran una guillotina?
- ¿Cuál es su profesión?
- Soy costurera, ciudadano.
Se le acusa de asociarse con Pierre Cot...
...que hablaba con desaire de la revolución.
Él era mi amigo, Ciudadano.
Crecí con él en el campo.
No debería tener esos amigos, ciudadana.
Voten, jurado.
- Culpable.
- Culpable.
Muerte en 48 horas.
El marqués de St. Evremonde,
llamado Darnay...
...considerado un enemigo de la república.
Envíenlo a la guillotina.
Está acusado bajo el decreto que prohíbe...
...el regreso de los emigrantes aristócratas
con sentencia a muerte.
No soy emigrante
en ese sentido de la palabra.
- ¿Por qué no?
- Yo renuncié a mi título...
...antes de que empezara la revolución.
¿Por qué razón?
Prefería vivir de mi propio
trabajo en Inglaterra...
...que del pueblo agobiado de Francia.
Mucho que le importará eso.
¿Entonces por qué volvió a Francia?
Vine a salvar a un amigo del pueblo
que fue acusado injustamente.
Espero que eso no sea criminal
ante los ojos de la república.
No. No. No.
¿Y el nombre de ese ciudadano?
Ciudadano Gabelle.
- ¿Él está aquí?
- No lo sé.
¡Ciudadano Gabelle!
¡Ciudadano Gabelle!
Ciudadano Gabelle.
Él no está aquí.
- Bueno, ¿por qué no está aquí?
- Yo... no lo sé.
¿Oyen eso, jurados?
El hombre que vino a salvar no está aquí
y él no sabe por qué no está aquí.
¿Tiene alguna otra prueba de valor similar?
El doctor Manette hablará por mí.
Estoy seguro de que él podrá influenciarlos.
Doctor Manette, todos sabemos que fue uno
de los que sufrió bajo el antiguo régimen.
¿Qué sabe de este prisionero?
Todos ustedes saben
de mi largo encarcelamiento...
...de cómo fui liberado con la ayuda
de mis buenos amigos, los De Farge.
Ciudadanos, yo conozco bien al prisionero.
En los últimos años,
nos hicimos muy buenos amigos.
Sé dónde están sus sentimientos...
...están con ustedes, el pueblo,
siempre lo estuvieron.
Él es un verdadero ciudadano
de la república.
- Las palabras son fáciles.
- Qué mejor prueba puedo darles...
...que cuando él me pidió la mano
de mi única hija en matrimonio...
...con gusto di mi consentimiento.
Mal criterio.
- Él quiere espiarlo.
- No hay duda al respecto.
Ciudadanos, durante 18 años...
...sufrí torturas atroces en la Bastilla.
¿Podía haberle entregado mi única hija...
...a un hombre cuyos sentimientos
están con quienes me torturaron?
No. No. No.
A mí me queda muy poco
en esta vida, ciudadanos...
...sólo la felicidad de mi hija...
...que ahora está en manos del prisionero.
Yo he sufrido suficiente por mis enemigos.
¿A ustedes, que son mis amigos,
a quienes debo mi libertad...
...no puedo pedirles una última bendición?
¿No puedo pedirles la libertad
de disfrutar lo que me queda en paz?
Libre.
- Alto.
- Silencio.
Ciudadana, está fuera de orden.
- Desafío a la campana.
- ¿Qué?
Yo acuso al hombre, Evremonde,
uno de la familia de tiranos...
...que usó sus privilegios
para oprimir al pueblo.
- ¿Sus testigos?
- Tres.
- Ernest De Farge, Therese De Farge...
- ¿Sí? ¿Sí?
...y el doctor Manette.
Protesto, eso es mentira. ¿Quién se atreve
a decir que yo acuso a este hombre?
Yo, usted lo acusa con palabras
que jamás podrán ser retractadas.
Miren, ciudadanos...
...la constancia de los sufrimientos del
doctor Manette en la Bastilla y su causa.
- No hago ninguna acusación.
- ¿Cómo puede decir eso...
...cuando está escrito en blanco y ***?
Déjeme leerlo. Mire.
"Por todo lo que los Evremonde
me hicieron sufrir...
...por todo lo que han hecho
sufrir al pueblo...
...yo, Alexandre Manette,
en esta última noche del año...
...y en mi insoportable agonía
acuso a la familia de Evremonde...
...a ellos y a sus descendientes,
hasta el último de su raza".
- ¿Cuándo fue escrito eso?
- Esto fue escrito en la cárcel...
...por el propio doctor Manette,
en rasguños de hollín y carbón...
...mezclados con sus propia sangre.
Córtenle la cabeza.
El doctor Manette les dijo
que pasó 18 años...
...en confinamiento
solitario en la Bastilla.
Esta carta les dice por qué.
Dice cómo, cuando era un doctor joven, fue
llamado al lecho de muerte de una chica...
...que se moría porque había sido
atacada por los Evremonde.
Dice cómo el hermano menor
de ella fue asesinado...
...por atreverse a ir
en defensa de su hermana.
Describe las agonías
de esas dos personas jóvenes e inocentes.
Ese muchacho está muerto.
Esa chica está muerta.
Toda esa familia campesina,
menos una persona...
...murió por la crueldad
y la opresión de los Evremonde.
Todos, menos una, una hermana.
Esa hermana se escondió de ellos y vive.
Ella vive hoy.
Yo soy esa hermana.
Y exijo la vida del último
de los Evremonde. La exijo.
- Pero este muchacho no tuvo nada que ver.
- Ciudadanos. Voten.
Culpable. Culpable.
Culpable.
Culpable. Culpable. Culpable.
Culpable.
El acusado es declarado culpable
de ser un enemigo de la república.
Ciudadano presidente,
los ciudadanos de la república...
...exigen la muerte del prisionero.
Concedida. Muerte en 48 horas.
Charles. Charles.
Charles. ¡Charles!
Ahora, mi buen doctor,
sálvelo si puede.
Misericordioso Creador,
ten piedad de tu siervo Charles.
Él vino a salvar una vida...
...salva la suya.
"Louis Bach, mercader de Metz". Pase.
"Maria Fontanni, cantante".
Cantante.
Pase.
"Sydney Carton, abogado inglés". Pase.
Está bien. Pase.
BANCO
TELLSON
Pero es increíble que los De Farge
se hubieran ido así en contra Manette.
Él los consideraba
sus mejores amigos en París.
Toda revolución produce fanáticos
como madame De Farge.
Pero no entiendo cómo alguien
podría ser así de cruel con Lucie.
Dígame, ¿cómo está ella?
¿Cómo cree que está,
con su esposo condenado a muerte?
¿Por qué ocupa mi tiempo
haciendo estas preguntas?
¿Qué...? ¿De qué sirven estas preguntas?
Perdóneme si noto que está afectado.
No respetaría más su dolor
si fuera mi propio padre.
Sin embargo, está libre de esa desgracia.
Efectivamente, supongo que eso es algo
por lo que debo estar agradecido.
¿Cuándo será...?
¿Cuándo será la ejecución?
En 24 horas.
¿Se quedará mucho más en París?
No, ya hice todo el bien
que podía hacer aquí.
Espero que vaya a casa de Lucie.
Ella debe sentirse desolada esta noche.
Y ella está muy apegada a usted
y cuenta mucho con usted.
Iré directamente allá.
Yo iré a verla más tarde.
Tal vez haya algo que quiera
que yo haga por ella.
No hay nada que pueda hacer,
que yo vea.
Dejaré que ella me lo diga.
Tal vez nos veamos en casa de Lucie.
Tal vez.
Hola, señor Carton. ¿Cómo está?
Hola, Jerry.
Mejor que el taburete que tenía
en Londres, ¿no, señor Carton?
Dicen que le pertenecía a un duque.
Pagué dos chelines por ella.
- ¿Qué estás haciendo aquí?
- Traje unos documentos para el señor Lorry.
Así que me quedaré y haré
sus mandados como hacía en casa.
Me imagino que supo lo del señor Darnay.
- Sí.
- Muy triste.
¿Sabe que eso no podría
pasar en Inglaterra, señor Carton?
El otro día estuve hablando de este caso...
...con un viejo amigo suyo, el señor Barsad.
- ¿Él está aquí en París?
- ¿Que si está aquí? Y es muy importante.
Entra y sale de las cárceles
como si fuera todopoderoso.
- Entra a cualquier lugar.
- Sí, ¿no?
Si me pregunta a mí,
creo que es una especie de oficial...
...un espía de las cárceles.
Y a Barsad le va muy bien.
Diga lo que diga de él, es talentoso.
Póngalo donde sea, se defenderá.
Dices que espía en prisiones,
¿en cuál, por ejemplo?
- Más que todo en la prisión de La Force.
- La Force.
Esa información podría ser útil.
- Bien, Señor.
- Está bien, Jerry.
Me alegra verte sentado
en el último trono que queda en París.
- Te queda muy bien.
- Gracias, Señor.
Le ruego que tenga piedad de mí.
Usted tiene mucho poder.
Aún no es demasiado tarde para ayudarme.
Como esposa y madre, se lo suplico.
Nosotras somos esposas y madres.
¿Y ellos pensaron en nosotros?
Sufrimos todas nuestras vidas,
nuestros hijos sufrieron...
...pobreza y desnudez,
hambre, enfermedad, muerte.
Nadie nos mostró compasión.
¿Por qué los problemas de una esposa
y madre significarían algo ahora?
Pero yo no soy una aristócrata.
Soy la hija de un doctor del campo.
- Soy parte del pueblo, igual que usted.
- No confío en esos miembros...
...del pueblo que se casan con aristócratas.
Veo que no puedo esperar nada de usted.
Usted no tiene nada de compasión.
No, ciudadana, ninguna.
Le agradeceré que deje en paz a la niña.
Y aun más, no me sonría, vieja arrugada.
Sí, todavía hay Evremonde.
Toma, pequeña, tómate esto.
No.
Sydney, aún hay esperanzas, ¿no es cierto?
- Tú lo crees, ¿no?
- Claro que hay esperanzas.
Pero mi padre lleva horas por fuera.
Puede tomar mucho tiempo
ver a alguien tan importante como Danton.
- Él podría verlo, ¿no?
- Claro. Su padre lograría eso fácilmente.
Y Danton podría salvarlo si quisiera, ¿no?
Sí, Danton podría salvarlo.
¿De dónde sacaste esto, Lucie?
Una viejita buena me lo regalo
en la tienda de vinos.
¿De qué tienda de vinos habla la niña?
La de... La de los De Farge.
Fuimos allá para...
¿Quieres decir
que los De Farge vieron a la niña?
Santo Dios.
¿Qué pasa? ¿Por qué están susurrando?
Padre.
Padre.
¿Lo...? ¿Lo viste?
¿Viste a Danton?
¿Qué...?
¿Qué nombre dijiste?
Dan...
Mi trabajo...
¿Qué hicieron con mi trabajo?
Mi banco, herramientas, hilo.
- ¿No tienen nada de hilo?
- Padre...
...¿lo viste?
Te fuiste para ver a Danton.
¿Cómo puedo hacer mis zapatos
si no me dan hilo?
Padre. ¿No me reconoces?
Charles. Te fuiste para salvar a Charles.
Es inútil, querida. No te entiende.
Lo llevaré a su habitación.
Ahora no.
Dilo.
¿Por qué no decirlo?
Ahora no hay esperanzas.
¿Dónde está mi padre? ¿No dijiste
que iban a traer a mi padre de regreso?
Se ***ó. Estará aquí pronto.
Quiero a mi padre.
Ven con Pross. Ven, ven.
Quiero a mi padre.
Va a parecer tanto tiempo, Sydney.
Después...
Si tan sólo pudiera verlo.
Sólo una vez.
Ni siquiera puedo hacer eso.
Lucie, tu padre te está llamando.
¿No hay nada que podamos hacer?
Creo... Sé que puedo
lograr ver a Charles una vez.
¿Puede hacerlo? ¿Cómo?
Ah, conozco a un hombre.
Es algo que nosotros los bebedores
tenemos, siempre conocemos a alguien.
Pasé la tarde con él.
¿Pero de qué serviría que lo viera?
¿Tiene su permiso para salir de París?
Sí.
Y Lucie y el doctor, y la señorita Pross
y Jerry, tienen los suyos.
Ah, habría que moverse rápidamente.
¿Por qué? Estos pases
son válidos en cualquier momento.
- Hasta ser cancelados.
- ¿Cancelados?
Por lo que me ha dicho
sobre madame De Farge...
...los permisos serán cancelados.
- Pero el doctor y Lucie
no están en peligro.
Están en grave peligro.
El doctor es sospechoso.
Su comportamiento en el juicio...
Es muerte para cualquiera
que simpatice con los condenados.
Y para ese tigre de madame De Farge,
incluso la niña...
¿La pequeña Lucie? Eso es inconcebible.
Mire. Tome el permiso del doctor...
...y los otros.
Y aquí está el mío.
Guárdemelo hasta mañana.
- No entiendo.
- Haga lo que le digo.
Crea la palabra de un bebedor
por primera vez.
¿Qué quiere que haga?
Mañana a las 8:00...
...tenga listos sus caballos.
Empiece definitivamente a las ocho.
Y si Lucie duda, debe obligarla.
Dígale que el deseo de Darnay...
...es que ella salga de París
antes de la ejecución.
¿Lo espero a usted?
No espere nada más
que tener mi puesto ocupado.
Y luego váyase para Inglaterra.
¿No me quiere decir nada más?
Yo soy la Resurrección
y la Vida
Carton...
...si lo malinterpreté antes,
créame que lo lamento.
Usted nunca me malinterpretó, Señor.
Tenía razón.
Usted tiene una vida
muy larga para mirar atrás, señor Lorry.
Tengo 78 años.
Una larga vida. Útil.
Un soltero solitario.
Nadie llorará por mí.
¿Ella no lloraría por usted?
Sí, gracias a Dios.
No lo dije en serio.
Es algo para agradecerle a Dios, ¿no?
Dígame, si mirara atrás en esa vida y viera
que no se ha ganado ni el amor...
...ni la gratitud ni el respeto
de ningún ser humano...
...sería una reflexión amarga, ¿no?
Bueno, sí, claro.
¿Le importaría si tomo prestado ese abrigo?
Desde luego que no.
No deje que nada
de lo que ella diga cambie sus planes.
Espero hacer mi parte con exactitud.
Y yo espero hacer la mía.
- Buenas noches, Louis.
- Buenas.
Que duermas bien. Dulces sueños.
Oiga.
Trabaja hasta tarde, señor Barsad.
Señor Carton,
¿qué es lo que quiere, señor?
Usted sabe qué quiero.
Señor Carton, esta tarde
le dije que no se podía hacer.
Nunca nadie se ha escapado
de una de esas cárceles.
- No puede hacerse.
- Sí, sí. Yo creo eso...
...pero hay algo que sí puede hacerse.
Puede conseguirme
una entrevista con el prisionero.
Todo lo que quiero es una entrevista.
¿Y de qué le servirá eso?
Déjeme eso a mí.
Le diré eso dentro de poco.
Bueno, señor Carton, sabe,
a mí no me gusta mezclarme en nada.
No se puede confiar en estos extranjeros.
Le cortarán la cabeza
antes de que pueda darse cuenta.
¿Cuánto tiempo cree que estaría
su cabeza sobre sus hombros...
...si yo le dijera al Comité
de Seguridad Pública que fue espía...
...del marqués de St. Evremonde?
No diga eso.
No lo haré...
...si hace lo que le diga ahora.
Haré... Haré lo que diga, señor Carton...
...pero recuerde
que no se puede confiar en nadie.
Muy bien. Ahora...
Ah, ciudadano Barsad.
Ciudadano Victor.
La... La celda de Evremonde, ¿cuál es?
La tercera de la izquierda.
- Diez minutos, nada más.
- Bien.
Espere.
Carton. De toda la gente en el mundo...
Al que menos esperaba ver era a mí.
- ¿Qué está haciendo aquí?
- Traigo una solicitud de Lucie.
Ella le ruega que haga
justamente lo que yo le diga.
Sí, pero... Carton, no sé qué
tenga en mente, pero es inútil...
...intentar cualquier forma de escapar.
Los involucrará a todos.
Tengo un plan que no lo hará.
Escriba lo que le dictaré. Rápido.
- ¿Cuál es el plan?
- No, no, escriba, rápido. Recordarás...
...las palabras...
...que pasaron entre nosotros...
...en una ocasión.
- ¿Qué ocasión?
- Olvídelo. Escriba.
Agradezco...
...que haya llegado el momento...
...de probarlo.
El que lo haga...
...no es objeto...
...de arrepentimientos o penas.
- ¿Qué es eso?
- Nada.
Hay un olor muy, muy raro.
- No, tome la pluma y termine. Deprisa.
- Yo...
- Estoy mareado.
- No. Rápido, escriba.
Dije que si alguna vez...
...podía hacer algo...
...por ti...
...o por aquellos a quienes quieres...
Carton, no...
Ciudadano Victor. Veintiuno, ¿eh?
Parece que esa hembra afilada,
la guillotina...
...tendrá un día muy ocupado mañana.
- Dime, ¿cuál es el número de Evremonde?
- Evremonde es el 23.
Veintitrés.
Dime, ciudadano Victor...
...¿a qué hora los llevas
a la habitación para el último llamado?
Temprano.
Los aristócratas se divierten ahí.
Juegan cartas, tienen juicios falsos.
- Es igual que un club.
- ¿Club?
Ese es un club
del que no quiero ser miembro.
Barsad.
Parece que mi amigo está listo.
Toma, ciudadano Victor,
ve y cómprate una botella de coñac.
No creo que vayamos a lograr esto,
señor Carton.
Haga lo que le digo y lo haremos.
Tiene que haber un 23 aquí en la mañana.
Lo habrá. Ahora ayúdeme.
No podría pagarme
por lo que está haciendo, señor.
Yo diría que usted tiene su precio
hasta para esto.
Ah, no, yo no, señor Carton.
Ahora recuerde, debe llevarlo
donde el señor Lorry a las 8:00.
Muy bien, lo haré.
Espere.
Recordarás las palabras
que pasaron entre nosotros...
...en una ocasión. Agradezco que haya
llegado el momento de probarlo.
El que lo haga no es objeto
de arrepentimientos o penas.
Dije que si alguna vez
podía hacer algo por ti
En la larga noche que se acerca,
estaré guiado...
...por el recuerdo de tu bondad. Que Dios
te bendiga por tu dulce compasión.
Ahora ayúdeme a pararlo.
Está bien, llame a su amigo.
Victor. Victor, vamos.
Ayúdanos.
- ¿Qué es esto?
- Se desmayó.
- Agarra sus hombros.
- Noté que se tambaleaba cuando entró.
Cuando vio que Evremonde
se había ganado un premio...
...en la lotería de Santa Guillotina,
eso lo abrumó.
Bueno, saquémoslo.
- Señor Cruncher. Señor Cruncher.
- Sí.
Suba y ayude a bajar
al señor Darnay. Deprisa.
Me doy prisa, señorita Pross.
Me doy prisa.
Hoy, ciudadana, tus años
de espera se terminan...
...cuando el amo Evremonde
escupa en el saco.
No es el final.
Él no es el último de los Evremonde.
La esposa debe seguir al esposo.
La niña debe seguir al padre.
Iré ya a donde ellos.
Deben estar frenéticos.
Acusarán la justicia
de la república y luego...
Y luego:
Toma esto.
Tenlo listo para mí en mi puesto
de siempre junto a la guillotina esta tarde.
Se puede detener al viento y al fuego,
pero no a ella.
Y no deje que nada
la haga demorar, señorita Pross.
Ruego porque él saque
a mi niña y a su familia de Francia.
- Señor Cruncher, no pierda tiempo.
- No se queje, señorita Pross.
Si llego a salir vivo de esta crisis...
...juraré nunca evitar que mi vieja
se tire al suelo rezando.
- Hasta puede meditar cuando quiera.
- No me interesa su situación familiar.
Debo ir por las otras dos maletas
pequeñas de la casa.
Ciudadano doctor.
- Ah, no, no lo hará.
- Déjeme pasar.
Jamás. Sé lo que quiere.
Sé qué busca.
Le agradezco al cielo que me pusiera
aquí para detenerla y eso haré.
- En nombre de la república, yo...
- En nombre de nadie, mujer malvada.
Usted ha matado a muchos inocentes.
Sin duda matará a muchos más.
Pero a mi niña nunca más la volverá a tocar.
¿No? ¿Sabe quién soy?
Por su apariencia,
podría ser la esposa de Lucifer...
...y aun así no podrá conmigo.
Soy inglesa. Puedo con usted.
Cerda, fuera de mi camino
o la haré pedazos.
Empiece, entonces. No me importa
un comino lo que pase conmigo...
...y sé que entre más tiempo la deje aquí...
...más esperanzas habrá para mi niña.
Le daré su merecido.
Que Dios salve al rey.
Cerda inglesa.
"Ciudadano doctor, Lucille Manette
e hija, Sydney Carton, abogado".
Parece abrumado. "Señor Lorry, banquero".
Todo en orden. Puede irse.
Feliz viaje.
Ciudadano Evremonde.
Venga conmigo.
- Evremonde, 23.
- Evremonde, 23.
Ciudadano Evremonde, ¿me recuerda?
Yo fui condenada el mismo día que usted.
Me acusan de conspirar.
¿Pero es probable?
¿Quién pensaría en conspirar
con una pobre costurera?
Yo no tengo a nadie en todo París.
Ni siquiera amigos.
¿Puede ayudarme, ciudadano Evremonde?
¿Me puede explicar cómo
la república puede beneficiarse de mí...?
¿Mi muerte?
No entiendo. No entiendo.
Mi pobre niña.
Ahora no necesitamos
comprensión, sino valor.
Ah, usted no es...
Va a morir en su lugar. ¿Por qué?
Él es mi amigo.
Usted es tan valiente y...
Cuando vayamos a la guillotina,
¿me deja tomarlo de la mano?
Tal vez eso también me de valor a mí.
Sí. La sostendré hasta el último momento.
Hasta el último...
"Uno, vizconde de Maillet".
"Dos, monsieur Rochefoucault".
"Tres, vizconde de Boves".
Pero... No quiero morir.
¿Por qué debo morir?
Vamos, hombre, levante la cabeza.
No deje que la chusma nos vea así.
Tiene razón. Debe perdonarme.
Ay, mi querida. Mi querida, debemos ser
valientes, como tu padre habría querido.
"Trece, la duquesa de Richelieu".
Y perdónales sus ofensas,
así no nos perdonen las nuestras.
"Veintidós, mademoiselle Fontaine,
la costurera".
"Veintitrés, el marqués de St. Evremonde".
Veintitrés. Veintidós. Dense prisa.
Firme.
Ya no tengo miedo.
Pero tengo una hermana en el sur
y ella no sabe nada de esto.
¿No te dejarían escribirle?
Nunca aprendí a escribir.
Bueno, tal vez sea una bendición.
¿No es mejor que ella no sepa?
La quiero tanto.
- ¿Me parecerá muy larga la espera por ella?
- No.
No, allá no hay tiempo.
Y no hay problemas.
La guillotina, Evremonde, la guillotina.
- No, ciudadano, no.
- ¿Por qué?
Él pagará la pena.
En sólo unos minutos, estará pagada.
Déjalo en paz.
Therese.
Therese De Farge, ¿dónde está?
No está aquí.
- Y ya van en el 17.
- Y Evremonde subirá pronto.
- Su número es el 23.
- Sí.
- Ella nunca se lo ha perdido.
- No se lo perderá. Este es su día.
Therese.
Me faltó un punto.
Malditos aristócratas.
Mantén los ojos fijos en mí.
No le prestes atención a nada más.
Puedo soportarlo,
mientras esté junto a usted.
Pero cuando yo vaya, ¿será rápido?
Lo será.
Usted no tiene miedo.
Los otros sólo están
fingiendo, pero usted...
Es casi como si lo quisiera.
Tal vez lo quiera.
Tal vez en la muerte reciba
algo que nunca tuve en vida.
Tengo un santuario en los corazones
de quienes quiero.
Veintidós.
Adiós.
Que Dios te bendiga.
Veintitrés.
Lo que hago es algo mucho, mucho
mejor que lo que hice en la vida.
El descanso que tendré
es mucho, mucho mejor...
...que el que jamás conocí.
"Yo soy la Resurrección y la Vida:
El que cree en mí,
aunque esté muerto, vivirá"